Introducción
La psiquiatría de interconsulta y enlace, también conocida como medicina psicosomática en algunos países, se define como el área de la psiquiatría clínica que desarrolla actividades diagnósticas, terapéuticas, docentes y de investigación, llevadas a cabo por psiquiatras (con el apoyo del personal de enfermería, psicología y asistencia social) en unidades, servicios o departamentos de un hospital general1. Desde los primeros trabajos de Lipowski1)-(3, los objetivos, la organización y las funciones de la psiquiatría de interconsulta y enlace han experimentado un notable desarrollo. En sus inicios, la actividad clínica (diagnóstica y terapéutica) comenzó con las respuestas a interconsultas solicitadas por el personal médico no psiquiatra, lo cual fomentó, directa o indirectamente, el enfoque biopsicosocial del cuidado del paciente. En cuanto a la actividad docente, esta se centra en formar a los estudiantes de medicina, médicos residentes y asistentes, así como al personal no médico, en los conceptos básicos de la perspectiva biopsicosocial. Por último, la actividad de investigación abarca desde los aspectos epistemológicos de la relación mente-cuerpo hasta los aspectos clínicos y prácticos4. Como bien señalan Alarcón y Matos5, «la psiquiatría del hospital general se convierte así en el pilar básico de quienes creemos en la esencia médica de nuestra disciplina».
Históricamente, el desarrollo de la psiquiatría de interconsulta y enlace tuvo lugar en Estados Unidos durante los años veinte y treinta del pasado siglo, por influencia del movimiento psicosomático de orientación psicoanalítica, que se difundió posteriormente por diversos países del mundo6. En Perú, este movimiento fue introducido por Carlos Alberto Seguin, quien trabajó de 1942 a 1945 con Flanders Dunbar, Figura reconocida internacionalmente por sus trabajos en medicina psicosomática7. El Servicio de Psiquiatría que Seguin fundó en 1945 en el Hospital Obrero de Lima -hoy Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen (HNGAI)- fue el primero de su tipo en Latinoamérica, y se convertiría en un centro de estudios e investigaciones con un número creciente de publicaciones nacionales e internacionales, lo cual posicionó significativamente a la «escuela psicosomática peruana»8. Una de estas investigaciones pioneras fue la llevada a cabo en 1972 por José Alva, que examinó 863 interconsultas al Servicio de Psiquiatría General del HNGAI. En su estudio, el 68,49% eran varones, con una tasa de derivación del 4,15%. Los Servicios de Endocrinología, Medicina General, Cirugía General y Gastroenterología fueron los que realizaron interconsultas con mayor frecuencia. En sus conclusiones, señalaba lo siguiente: «Sorprende que muchos servicios no utilicen el recurso de las interconsultas en la medida que es posible prever por los índices de frecuencia. Es posible que en estos servicios no se dé la debida importancia a los aspectos psicológicos y psicopatológicos del acto médico»9.
Esta situación parece haberse mantenido hasta la actualidad. En un estudio de la European Consultation-Liaison Workgroup for General Hospital Psychiatry and Psychosomatics, se documentó que se había referido a servicios de psiquiatría de enlace solo al 1,4% de los pacientes ingresados en un hospital general no obstante estimarse que un 10% de los pacientes hospitalizados requerían algún tipo de atención psiquiátrica10. Por este motivo, es fundamental optimizar las posibilidades del servicio psiquiátrico a los pacientes de manera gradual. En este sentido, se ha demostrado que un enfoque sistémico, que incluya la participación de personal de las unidades de psiquiatría de interconsulta y enlace, podría mejorar la calidad de vida de los pacientes, disminuir los días de hospitalización, reducir costos y humanizar las atenciones médicas, entre otros beneficios11. Si bien las unidades y servicios de psiquiatría de interconsulta y enlace se han incrementado en los hospitales generales del mundo, al igual que en Perú, es evidente que en este país el desarrollo no ha sido uniforme, a lo cual se suma la escasez de investigaciones nacionales recientes sobre las características de las atenciones de interconsulta y de psiquiatría de enlace5),(9),(12. En este contexto, este trabajo tiene como objetivo examinar y reportar las características demográficas y clínicas de los pacientes atendidos en la Unidad de Psiquiatría de Enlace del HNGAI entre mayo y octubre de 2019. Asimismo, como objetivo secundario, se analizaron las diferentes agrupaciones de síntomas y síndromes de las manifestaciones clínicas reportadas por los pacientes.
Material y métodos
Diseño del estudio
Se trata de un estudio observacional, descriptivo y de corte transversal, en el cual se analizan las interconsultas recibidas en la Unidad de Psiquiatría de Enlace del Servicio de Psiquiatría General del HNGAI de Lima, Perú, entre mayo y octubre de 2019. La presentación de los resultados sigue los lineamientos de la iniciativa STROBE13.
Contexto clínico
El HNGAI es el segundo hospital de la Seguridad Social del Perú según el número de camas (cuenta con un total de 815 camas hospitalarias), además de ser un centro terciario de referencia para todas las especialidades médicas, incluida la psiquiatría. Atiende las necesidades de salud de 1.547.840 personas registradas. Debido a que atiende prácticamente todas las enfermedades, desde las más simples hasta las más complejas, fue catalogado en 2015 como Instituto de Salud Especializado III-2, máximo nivel otorgado por el Ministerio de Salud del Perú a los establecimientos hospitalarios.
El Departamento de Psiquiatría del HNGAI consta de 4 servicios. La Unidad de Psiquiatría de Enlace forma parte del Servicio de Psiquiatría de Adultos y fue inaugurada en 2010. Actualmente laboran en ella 3 psiquiatras a tiempo parcial, además de contar con el apoyo de los médicos residentes de Psiquiatría de Tercer Año, quienes realizan rotaciones académicas y asistenciales. En dicha unidad, se ejecutan 3 tipos de actividades: a) práctica clínica, a través de la cual se responde a las interconsultas solicitadas por otros servicios y se lleva a cabo un seguimiento y acompañamiento psicosocial en determinados casos; b) académicas, de entrenamiento clínico para los médicos residentes, conversatorios clínicos y aproximación con otras especialidades médicas por medio de cursos y conferencias, y c) de investigación, en la que se generan bases de datos y se desarrollan líneas de investigación, lo cual ha permitido la publicación de algunos artículos científicos14)-(17 .Asu vez, los servicios de Conductas Adictivas y Psiquiatría del Niño y del Adolescente cuentan con psiquiatras que responden a las interconsultas solicitadas a dichos servicios.
Participantes
En este estudio, por adecuación a los objetivos, se emplea un método de muestreo no probabilístico. Constituyen la muestra todos los pacientes mayores de 18 años hospitalizados en servicios no psiquiátricos del HNGAI para quienes se solicitó una interconsulta a la Unidad de Psiquiatría de Enlace del Servicio de Psiquiatría de Adultos entre mayo y octubre de 2019.
Variables y fuentes de datos
Desde abril de 2019, el HNGAI dispone de un sistema de historias clínicas electrónicas, lo que facilitó la recolección de los datos. La Unidad de Psiquiatría de Enlace recibe las solicitudes de forma virtual. Los pacientes fueron evaluados prospectivamente a partir de mayo de 2019 mediante una base informatizada de datos clínicos, creada con Microsoft Excel y sustentada por los lineamientos propuestos por la European Consultation/Liaison Workgroup (ECLW) para la recolección de datos18. En la base de datos para el presente estudio, se recopilaron las siguientes variables:
Variables sociodemográficas: edad, sexo y antecedentes psiquiátricos personales.
Características de la interconsulta: fecha, servicio solicitante.
Variables clínicas: presencia de los siguientes síntomas según lo reportado en la historia clínica: ánimo depresivo, ánimo maniaco, afecto ansioso, irritabilidad, catatonía, alucinaciones, delirios, conducta extravagante, trastorno formal del pensamiento, afecto inadecuado, anhedonia, alogia, abulia/apatía, embotamiento afectivo, obsesiones, compulsiones, ideas suicidas, actos suicidas, insomnio, alteración de la conciencia, alteración de la atención y deterioro cognitivo. • Intervención y resultado:
Seguimiento (número de intervenciones en un paciente, solicitado por el psiquiatra en casos complejos que requieren una nueva evaluación para ajuste psicofarmacológico o acompañamiento psicoterapéutico).
Diagnóstico según las categorías del CIE-10.
Tratamiento: psicoterapia y apoyo psicosocial, antipsicóticos, antidepresivos, estabilizadores del humor, ansiolíticos (benzodiacepinas y no benzodiacepínicos como Zolpidem; no se incluyeron los antipsicóticos, antidepresivos o estabilizadores del humor).
Destino (alta, seguimiento y transferencia a hospitalización de psiquiatría).
Métodos estadísticos
Se utilizaron técnicas de estadística descriptiva, y se calcularon las medidas de resumen y de desviación estándar para las variables cuantitativas y las proporciones, para las cualitativas.
Se llevó a cabo un análisis factorial exploratorio con los síntomas como variables, mediante el método de análisis de componentes principales, ajustado luego mediante rotación Varimax con normalización de Kaiser. La viabilidad de un análisis factorial de los síntomas fue evaluada mediante el criterio de adecuación factorial de Keiser-Meyer-Olkin (KMO) y la prueba de esfericidad de Bartlett. El número de factores se determinó utilizando el criterio de autovalor > 1. El nivel de significación de este estudio fue de p<0,05. Los datos se analizaron con el programa estadístico SPSS, versión 23, de IBM.
Resultados
Características sociodemográficas
Se evaluó a un total de 532 pacientes examinados durante el periodo descrito. Según los criterios de selección, se excluyeron 132 evaluaciones por no haber sido realizadas por la Unidad de Psiquiatría de Enlace del Servicio de Psiquiatría de Adultos (63 eran del Servicio de Psiquiatría Infanto-Juvenil y 69, del Servicio de Conductas Adictivas). Quedaron en total 400 evaluaciones. La edad promedio fue 58 ± 17,09 (intervalo, 21-92) años. Un total de 144 pacientes (36%) eran mayores de 65 años. Otras características sociodemográficas relevantes se incluyen en la Tabla 1.
Variable | |
Edad (años) | 58 ± 17,09 (21-92) |
Sexo | |
Varones | 154 (38,5) |
Mujeres | 246 (61,5) |
Mes | |
Mayo | 68 (17) |
Junio | 54 (13,5) |
Julio | 60 (15) |
Agosto | 63 (15,8) |
Septiembre | 74 (18,5) |
Octubre | 81 (20,3) |
Enfermedad de fondo | |
Psiquiátrica | 102 (25,5) |
Médica no psiquiátrica | 298 (74,5) |
Los valores expresan media ± desviación estándar (intervalo) o n (%). |
Características de la interconsulta
Durante el periodo de estudio, se dio el alta del HNGAI a 14.620 pacientes. La tasa de derivación a la Unidad de Psiquiatría de Enlace del Servicio de Psiquiatría de Adultos fue del 2,73%. Los servicios que más solicitaron la evaluación psiquiátrica fueron Medicina Interna (13,9%), Neumología (7,5%), Ginecología (7%), Neurología (7%) y Cirugía general (7%). Los demás servicios solicitantes pueden observarse en la Tabla 2. En la Tabla 3 se presentan los motivos de solicitud de la evaluación.
Servicio | n | % |
---|---|---|
Medicina Interna | 55 | 13,9 |
Neumología | 30 | 7,5 |
Ginecología | 28 | 7,0 |
Neurología | 28 | 7,0 |
Cirugía General | 28 | 7,0 |
UCI | 22 | 5,5 |
Geriatría | 21 | 5,3 |
Dermatología | 19 | 4,8 |
Endocrinología | 19 | 4,8 |
Gastroenterología | 18 | 4,5 |
Cirugía de tórax | 17 | 4,3 |
Traumatología | 16 | 4,0 |
Obstetricia | 13 | 3,3 |
Reumatología | 11 | 2,8 |
Nefrología | 10 | 2,5 |
Trasplante renal | 10 | 2,5 |
Trasplante de hígado | 9 | 2,3 |
Urología | 9 | 2,3 |
Cardiología | 7 | 1,8 |
Oncología | 6 | 1,5 |
Neurocirugía | 5 | 1,3 |
Cirugía plástica | 5 | 1,3 |
Inmunología | 3 | 0,8 |
Hematología | 3 | 0,8 |
Otorrinolaringología | 3 | 0,8 |
Cirugía de cabeza y cuello | 2 | 0,5 |
Infectología | 1 | 0,3 |
Cirugía de mano | 1 | 0,3 |
Patología mamaria | 1 | 0,3 |
Motivo | n | % |
---|---|---|
Evaluación de paciente con enfermedad psiquiátrica | 70 | 17,5 |
Trastornos mentales relacionados con los trastornos somáticos | 178 | 44,5 |
Trastornos mentales no relacionados con los trastornos somáticos | 149 | 37,3 |
Problemas médico-quirúrgicos de los trastornos mentales (p. ej., complicaciones médicas de las adicciones, conducta suicida, anorexia, etc.) | 3 | 0,8 |
Psiquiatría de Enlace del Servicio de Psiquiatría de Adultos fue del 2,73%. Los servicios que más solicitaron la evaluación psiquiátrica fueron Medicina Interna (13,9%), Neumología (7,5%), Ginecología (7%), Neurología (7%) y Cirugía general (7%). Los demás servicios solicitantes pueden observarse en la tabla 2. En la tabla 3 se presentan los motivos de solicitud de la evaluación.
Características clínicas
Los síntomas mentales más frecuentes fueron el ánimo depresivo (45,3%), insomnio (44,5%) y afecto ansioso (41,3%). Otros síntomas mentales se recogen en la Figura 1. En esta muestra, el diagnóstico más frecuente fue el de trastornos ansiosos (44%), seguido del de trastornos del estado del ánimo (20,8%). Más diagnósticos se presentan en la Tabla 4.
Variable | n | % |
Diagnóstico principal | ||
Trastornos del espectro esquizofrénico (F2X) | 12 | 3 |
Trastornos del estado de ánimo (F3X) | 83 | 20,8 |
Trastornos ansiosos (F4X) | 176 | 44 |
Trastornos de la personalidad (F6X) | 5 | 1,3 |
Trastornos mentales orgánicos y demencias (F0X) | 67 | 16,8 |
Trastornos por uso de sustancias (F1X) | 1 | 0,3 |
Discapacidad intelectual y autismo (F7X - F8X) | 1 | 0,3 |
Trastornos de los instintos (F5X) | 4 | 1 |
Mentalmente sano | 39 | 9,8 |
Sin diagnóstico | 12 | 3 |
Tratamiento | ||
No se indicó | 37 | 9,3 |
Psicoterapia y apoyo psicosocial | 112 | 28 |
Antipsicóticos | 90 | 22,5 |
Antidepresivos | 177 | 44,3 |
Estabilizadores del humor | 30 | 7,5 |
Ansiolíticos | 167 | 41,8 |
Destino del paciente | ||
Alta | 137 | 34,3 |
Requiere seguimiento | 244 | 61 |
Transferencia a psiquiatría | 1 | 0,3 |
Análisis factorial de los síntomas
Las pruebas de viabilidad para el análisis factorial (prueba de esfericidad de Bartlett, x2 = 782,799; p < 0,001; medida KMO = 0,700) fueron satisfactorias. Al procederse a una agrupación comprensiva, los síntomas se reducen a 3 factores sindrómicos: 1 = delirio (autovalor, 2,542 con una varianza del 19,54%), 2 = síndrome depresivo (autovalor, 2,141 con una varianza del 16,46%), y 3 = síndrome ansioso (autovalor, 1,359 con una varianza del 10,45%). En la Tabla 5 se muestra la agrupación de los síntomas en estos 3 factores.
Intervenciones y resultados
La principal recomendación terapéutica fue el uso de antidepresivos (44,3%), seguido por el de ansiolíticos (41,8%). Se indicó seguimiento a un total de 244 pacientes (61%), de los que 85 (21,25%) pasaron 2 evaluaciones y 27 (6,75%), requirieron 3 o más. Otras características clínicas se incluyen en la Tabla 4.
Factores 1 2 3 | |
Trastorno formal del pensamiento | 0,744 |
Conducta extravagante | 0,637 |
Alucinaciones | 0,628 |
Alteración de la atención | 0,575 |
Alteración de la conciencia | 0,572 |
Delirios | 0,569 |
Anhedonia | 0,792 |
Abulia | 0,711 |
Ideas suicidas | 0,642 |
Ánimo depresivo | 0,579 |
Afecto ansioso | 0,659 |
Insomnio | 0,621 |
Irritabilidad | 0,493 |
Factor 1: delirio. Factor 2: síndrome depresivo. Factor 3: síndrome ansioso. |
Discusión
Los resultados muestran una mayor frecuencia de atención a mujeres, hallazgo similar a lo observado en otras unidades de psiquiatría de interconsulta y enlace12),(19)-(22. Sin embargo, debe resaltarse que en un estudio previo, realizado en nuestro hospital en 1972, se encontró una mayor frecuencia de atención a varones (68,49%). Esta diferencia podría deberse a las modificaciones en las políticas de aseguramiento de la Seguridad Social del Perú: antiguamente, el HNGAI atendía preferentemente a la población obrera, constituida en su mayoría por varones. En cuanto a edad, el 36% de la muestra la constituyen pacientes mayores de 65 años. De acuerdo con la literatura, alrededor del 30% de las interconsultas a psiquiatría son solicitadas para personas mayores de 65 años23. No obstante, esto difiere del estudio pionero hecho en el HNGAI en 1972, donde los pacientes mayores de 60 años representaron solo un 6,37% de las interconsultas a psiquiatría . Hoy la población geriátrica se encuentra en constante aumento, lo que se traduce a su vez en un número mayor de evaluaciones psiquiátricas en esta población24)-(26. En el futuro, las unidades de psiquiatría de interconsulta y enlace necesitarán profesionales capacitados en psicogeriatría para abordar apropiadamente las necesidades específicas de este sector poblacional26. Un ejemplo es el Liaison Psychiatry for Older Adults Service del King's College Hospital, que desempeña un papel importante en la atención de la salud mental de los mayores de 65 años en su institución27. Cabe resaltar que, en nuestros resultados, hay mayor cantidad de interconsultas al Servicio de Psiquiatría de Adultos, probablemente debido a que en los demás servicios no existen programas específicos de enlace, lo cual revela la importancia de contar, además, con psiquiatras infantojuveniles y de conductas adictivas en las unidades de psiquiatría de interconsulta y enlace.
La tasa de derivación a la Unidad de Psiquiatría de Enlace en el tiempo estudiado fue del 2,73%. Esta cifra es similar a la reportada en otros estudios en el mundo. La derivación oscila entre cifras tan bajas como el 0,006% hasta el 5,8%25),(28)-(32. Así también, en estudios previos se documentó una prevalencia de trastornos mentales en los pacientes hospitalizados del 11,8-38,7%33),(34. En un reciente metaanálisis, se concluyó que la comorbilidad psiquiátrica está relacionada con un mayor tiempo de hospitalización (4,38 días, comparados con los pacientes sin comorbilidad psiquiátrica), gastos médicos y rehospitalización35. Por lo tanto, es importante realizar una adecuada intervención a estos pacientes, pese a las cifras tan bajas de derivación, lo cual puede deberse a diversos factores: falta de comunicación entre los psiquiatras de interconsulta y enlace, consideración de que cualquier profesional médico puede tratar los síntomas mentales, reconocimiento insuficiente de los síntomas mentales o estigmas, entre otros36),(37. Asimismo, es posible que los requisitos administrativos del hospital o la cobertura de seguros limiten las interconsultas, problema recurrente sobre todo en los hospitales generales, a excepción del HNGAI, ya que la Seguridad Social del Perú cubre completamente las atenciones psiquiátricas.
Según otros estudios, los servicios de medicina interna formulan la mayoría de las interconsultas5),(9),(22),(25),(28)-(30),(38,probablemente, como se indica en un metaanálisis36, porque los médicos internistas cuentan con mayor sensibilidad para el reconocimiento de problemas psiquiátricos38. La mayoría de los estudios revisados sostienen que el segundo servicio en solicitudes de interconsulta a psiquiatría es el de cirugía general5,9,(21),(22),(38; sin embargo, este dato no se confirma en nuestra muestra: las solicitudes de los Servicios de Neumología (7,5%), Ginecología (7%) y Neurología (7%) tuvieron una frecuencia similar a las de Cirugía General (7%), lo cual puede deberse a que tales servicios cuentan con protocolos clínicos donde figura específicamente la evaluación psiquiátrica a pacientes con diagnósticos de tuberculosis, neoplasias ginecológicas y enfermedad de Parkinson. Otra posible explicación sería el tipo de afección prevalente en un país en vías de desarrollo como Perú, donde los problemas infecciosos pulmonares son muy frecuentes, patrón que puede caracterizar el HNGAI en comparación con otros hospitales del Ministerio de Salud y de las Fuerzas Armadas de Perú. La ausencia de publicaciones actuales sobre las características de las atenciones de otras unidades de psiquiatría de interconsulta y enlace en el país dificulta la comparación de los resultados.
Con respecto a la frecuencia de los síntomas mentales identificados en la muestra de pacientes, se observaron, en mayor medida, el ánimo depresivo, afecto ansioso e insomnio. Cuando los síntomas se sometieron a análisis factorial, se comprobó que podían reducirse a 3 factores sindrómicos: delirio (trastorno formal del pensamiento, conducta extravagante, alucinaciones, delirios, alteración de la conciencia y atención), depresión (anhedonia, abulia, ideas suicidas, ánimo depresivo) y ansiedad (afecto ansioso, insomnio, irritabilidad). Si bien no existe un estudio previo con el cual comparar estos resultados, la agrupación sintomática guarda relación con los hallazgos diagnósticos. Los psiquiatras de interconsulta y enlace tienen la tarea de evaluar y tratar estos grupos de síntomas. Como sostienen Sánchez-González et al.25, el foco principal de la intervención de dichos psiquiatras, independientemente de los diagnósticos, sigue siendo el tratamiento de las manifestaciones clínicas del delirio, los trastornos de adaptación y el estado de ánimo. En consecuencia, los psiquiatras de interconsulta y enlace deben colaborar de cerca con los demás médicos y facilitarles las habilidades clínicas necesarias para poder identificar adecuadamente dichos síndromes39.
Respecto a los diagnósticos, se encontró una mayor prevalencia de trastornos ansiosos, seguidos por los trastornos del estado del ánimo y los trastornos mentales orgánicos. Este hallazgo coincide con otros trabajos, si bien con pequeñas variaciones. En algunos, los principales diagnósticos son los trastornos ansiosos40; en otros, los trastornos del estado de ánimo, específicamente, depresión19),(38),(41),(42, trastornos cognitivos (delirio, demencia)43 o los relacionados con el uso de sustancias25. Así, en nuestra muestra, el principal diagnóstico fue el de trastornos ansiosos, resultado que coincidió con el estudio previo del año 1972, lo que indica que, pese a los cambios sociodemográficos ya descritos, el diagnóstico de trastornos de ansiedad continúa siendo el más frecuente. Asimismo, cabe recalcar que, en nuestra muestra, el porcentaje de pacientes diagnosticados con trastornos por uso de sustancias fue mínimo, ya que, como se señaló, el hospital cuenta con el Servicio de Conductas Adictivas, cuyos psiquiatras responden a las interconsultas solicitadas.
Acorde con lo reportado por Lücke et al.42, se halló que los tratamientos psicofarmacológicos más frecuentes fueron los antidepresivos y los ansiolíticos. La mayor prescripción de antidepresivos revelaría que las evaluaciones centradas en un modelo de psiquiatría de interconsulta y enlace se centran en un tratamiento y resultados a largo plazo, lo cual difiere de los patrones de prescripción de las salas de emergencia psiquiátrica, donde predomina el uso de antipsicóticos y ansiolíticos42),(44. La indicación de tratamiento psicoterapéutico y apoyo psicosocial secundó en frecuencia al uso de antidepresivos y ansiolíticos. Desde sus inicios, los psiquiatras del HNGAI postularon que la psicoterapia «menor», especialmente el consejo, la catarsis, el apoyo emocional y la intervención con la familia, debían estar a cargo del médico no psiquiatra encargado del paciente, dejando la psicoterapia mayor en manos del especialista45.
En cuanto a los alcances de este estudio, es preciso referir sus limitaciones metodológicas. Por lo tanto, los resultados aquí presentados no pueden generalizarse, ya que se circunscriben a una única institución hospitalaria. Pese a que la realidad del HNGAI puede ser similar a la de otros hospitales de la Seguridad Social de Perú, es primordial investigar las características particulares de la atención en otras unidades de psiquiatría de interconsulta y enlace, presentes en los demás hospitales del Ministerio de Salud y de las Fuerzas Armadas. Por ello, para la realización de estudios futuros, se recomienda analizar variables como el tiempo de estancia hospitalaria de los pacientes interconsultados frente a la estancia del hospital y por servicios, de manera que se pueda identificar las diferencias entre los pacientes interconsultados y los no interconsultados. Asimismo, hemos considerado la presencia (o ausencia) de los síntomas mentales según figura en la historia clínica; sin embargo, en futuras investigaciones, deberán utilizarse herramientas estandarizadas para la recolección cuantitativa de los síntomas mentales, con el fin de producir análisis estadísticos.
En síntesis, el paciente típico en la muestra evaluada por la Unidad de Psiquiatría de Enlace del HNGAI es mujer, a finales de la quinta década de vida, que padece una enfermedad médica no psiquiátrica y sufre ansiedad como cuadro emocional más prevalente. Este estudio, dirigido por la Unidad de Psiquiatría de Enlace de un Departamento de Psiquiatría, pionero y vigoroso propugnador de la medicina psicosomática en Perú desde hace 77 años45, puede promover la estandarización de los procedimientos clínicos que se empleen en servicios y circunstancias similares en Perú