INTRODUCCIÓN
Sarcoptes scabiei var. suis es el agente etiológico de la sarna en cerdos, la cual es considerada una de las principales causas de pérdidas en los sistemas de producción porcina, especialmente en cerdos de engorde (Arlian y Morgan 2017). Los efectos perjudiciales de esta enfermedad incluyen reducción de la tasa de crecimiento y conversión, además, de producir altas tasa de morbilidad y mortalidad (Walton y Currie 2007; Dagleish et al. 2007; Eo et al. 2008; Chhabra y Pathak 2011). Se reconocen dos formas clínicas de la sarna; la forma hiperqueratósica o crónica, caracterizada por la presencia de costras en las orejas y gran cantidad de ácaros, muy frecuente en cerdos adultos, particularmente en cerdas después de dos o tres partos; y la forma de hipersensibilidad, que ocurre comúnmente en animales de engorde y se caracteriza por el desarrollo de reacciones de hipersensibilidad de tipo retardada tipo IV (Das et al. 2010). En el pasado se han reportado casos aislados de sarna humana originada después de la exposición a la sarna animal; no obstante, estas infestaciones son generalmente autolimitadas y sin evidencia de que ocurra reproducción de estos ectoparásitos a largo plazo sobre el hospedador no habitual (Beck 1965). Actualmente, se ha determinado otro aspecto importante de esta infestación y es que puede causar daños a los cuidadores de cerdos causándoles picazón severa, al punto de que en un granja se reportó más de la mitad del personal con síntomas y signos de sarna, con un diagnóstico positivo de 20 personas con el ácaro (Chakrabarti 1990).
En este trabajo se determinó la presencia de sarna sarcóptica en cerdos de distinta edad, sexo y etapa productiva en un fundo ubicado en el estado Guárico (Venezuela). Este predio se caracteriza por la cría de cerdos bajo el sistema de producción con cama profunda, para el cual, Zhou et al. (2015) refirieron ventajas entre las que se mencionan: mejoras en el bienestar animal, la oportunidad de mayor interacción social, reducción de molestias por olor, menor proliferación de moscas y una mejor percepción de los consumidores y vecinos. Por otro lado, este sistema puede tener como limitación una mayor presencia e impacto de las infecciones por endo y ectoparásitos (Carstensen et al. 2002).
MATERIALES Y MÉTODOS
Recolección de datos
Se realizó una entrevista estructurada con un cuestionario al pequeño productor propietario del fundo para explorar variables de la granja, como el nivel de confinamiento, el historial de tratamiento ectoparasitario, la percepción sobre el estado actual de la enfermedad, el historial de la enfermedad, las prácticas de cría de cerdos y el estado de la cama. Se investigó la presencia o el contacto con los cerdos vecinos y el reciente ingreso de animales de pie de cría.
Población y muestra
La población porcina del fundo La Sotera, ubicada en el sector Lomas de Arenilla, municipio Juan Germán Roscio al noroeste de San Juan de Los Morros, Estado Guárico (Venezuela), estaba constituida por cuatro cerdas productivas, 10 lechones destetados, nueve lechones lactando y un verraco, mantenidos bajo el sistema de producción porcina agroecológico con cama profunda. Las escamas de piel pertenecientes a los lechones destetados y de lechones lactantes se trataron como una por grupo separado. En total se examinaron siete muestras de piel.
Examinación del animal
Los cerdos fueron restringidos manualmente, para el caso de los animales adultos se utilizó un axial para cerdos y se realizó una inspección visual completa de cada área del cuerpo que fue calificada de acuerdo al método descrito por Pointonara et al. (1987) basado en el grado de lesiones en cuatro niveles: nivel 0 (sin lesiones), 1 (lesiones localizadas), 2 (lesiones generalizadas leves) o 3 (lesiones generalizadas severas).
Diagnóstico parasitológico
Se realizaron raspados de piel dentro del pabellón auricular de ambas orejas con una hojilla de bisturí humedecida con aceite, además, raspados de partes del cuerpo donde se evidenciaban lesiones costrosas. Estas muestras de piel fueron examinadas mediante dos técnicas parasitológicas directas ampliamente utilizadas a nivel mundial y que presentan una especificidad del 100%, pero una baja sensibilidad; la primera, fue la observación directa de las costras con el microscopio estereoscópico y la segunda, consistió en digerir previamente las costras en hidróxido de potasio al 10% a 37°C durante 24 horas para después ser examinadas microscópicamente entre lámina y laminilla con la técnica de concentración-flotación modificada de Hollanders y Castryck (1988) para visualizar huevos, ninfas y adultos de S. scabiei.
RESULTADOS
La muestra correspondiente a las escamas de pabellón de las orejas y costras de piel de los lechones destetados resultó positiva a la presencia del ectoparásito por la técnica de concentración-flotación y también por la de microscopía directa; mientras que las escamas de piel provenientes de una de las madres resultó positiva solo por la primera técnica, en ambos casos se pudieron observar varias generaciones de ácaros, desde adultos, hasta ninfas en distintos estadios, además, huevos de S. scabiei var. suis (2/7; 28,6%) (Tabla 1).
Solo dos muestras de escamas de piel resultaron positivas para S. scabiei var. suis, la baja sensibilidad de las pruebas debe considerarse como una limitación importante. Los lechones destetados y la madre positiva a la presencia de S. scabiei var. suis presentaban lesiones de piel sugerentes de la parasitosis y signos como prurito con irritación intensa e hipersensibilidad. En relación con la calificación de los diferentes grados de las lesiones en los cerdos y la presencia de los ácaros, los resultados se muestran en la Tabla 2. Cinco de los cerdos muestreados (71,4%) presentaron nivel de lesión 1 y dos animales exhibieron lesiones generalizadas eritematosas e hiperqueratosis con dermatitis papular y levantamiento de escamas dérmicas en orejas y varias zonas de la piel (nivel 2). Por otro lado, en los cerdos que presentaban eritemas localizados (nivel 1) no se observaron ectoparásitos con ninguna de las dos técnicas de diagnóstico realizadas, mientras que, de los dos cerdos con nivel de lesión 2 (28,6%), uno resultó positivo a la presencia de S. scabiei var. suis por la técnica de microscopía directa y el otro por ambas técnicas (microscopía directa y flotación-concentración).
Nivel 0: sin lesiones, 1: lesiones localizadas, 2: lesiones generalizadas leves, 3: lesiones generalizadas severas.
Todos los cerdos muestreados presentaban lesiones en orejas y piel compatibles con el parasitismo por ácaros del género Sarcoptes (Figura 1).
DISCUSIÓN
Este es el primer reporte de detección parasitológica de ácaros de S. scabiei var. suis en cerdos domésticos del fundo La Sotera. El propietario y encargado de la granja reportó no haber intercambiado cerdos con granjas vecinas en los últimos cinco años, pero sí comunicó que había adquirido un macho reproductor para el que no se cumplió con el período y condiciones de cuarentena necesarias para descartar que fuera portador de ácaros de la sarna, haciendo énfasis en que el mismo no presentaba lesiones o signos característicos con la infestación por Sarcoptes; lo cual, no lo descarta como vector de la transmisión de los ectoparásitos ya que la mayoría de las infecciones por Sarcoptes cursan de manera asintomática o subclínica. En relación con el manejo de la crianza de los cerdos, el sistema de cama profunda representa una forma sustentable y a la vez amigable con el medio ambiente y desde el punto de vista de sanidad animal son muy pocos los problemas infecciosos atribuibles a este tipo de producción. Ahora bien, un aspecto importante para considerar en el manejo de este sistema es el recambio oportuno de la cama compuesta por material vegetal libre de humedad, pues si no se hace periódicamente se sobresatura trayendo como consecuencia la aparición de la entidad parasitaria externa conocida como sarna sarcóptica, la cual afecta negativamente la salud de los cerdos y causa mermas en los parámetros productivos en la explotación.
Al igual que en el presente trabajo, Hernández et al. (2012) observaron ácaros en raspados de piel, en dicho caso, las muestras provinieron de 15 cerdos que presentaban hiperqueratosis, caída del pelo y prurito intenso; finalmente, estos autores encontraron que tres de cada cuatro animales presentaban signos compatibles con la parasitosis y concluyeron que la aparición de la enfermedad depende de múltiples factores, además, que el tiempo de infestación fue de tres a seis semanas hasta que pudieron apreciarse los signos. En otro trabajo se reportó la presencia del Sarcoptes en escamas de piel de oreja de dos cerdos, en este caso, ambos habían sido tratados dos meses antes, uno con ivermectina al 1% vía subcutánea y el otro con un acaricida en aerosol (amitraz al 12,5%) (Braae et al. 2013). Un resultado similar al obtenido en este trabajo fue el de de Rajkhowa et al. (2012) en la India, quienes observaron 23,61% de presencia del parásito en cerdos provenientes de una granja organizada de Assam y explicaron que la parasitosis no estaba restringida solamente a casos esporádicos sino también, que podían presentarse epidemias de la enfermedad. Caso distinto al encontrado en el presente estudio, donde por primera vez en la historia productiva de esta granja se presentaron algunos animales con lesiones y síntomas característicos de la parasitosis.
En relación al diagnóstico de la enfermedad, la observación directa o indirecta de escamas de la piel es la única prueba diagnóstica disponible con 100% de especificidad para los ácaros de la sarna y otros ectoparásitos, pero su sensibilidad es baja (Gutiérrez et al. 1996; Hollanders et al. 1995). Este trabajo coincide con los presentados por Alonso de Vega et al. (1998) y Gutiérrez et al. (1996), quienes reportaron presencia de lesiones atribuibles a la sarna sarcóptica en un 92,8 y 80,9% de los cerdos, respectivamente. En el presente estudio se aplicaron las técnicas de observación directa con microscopio estereoscópico y la técnica de concentración por flotación; el mejor resultado correspondió a la segunda, lo que se explica porque en ella se concentran las formas parasitarias a causa del principio físico de flotación en una solución de alta densidad, sin alterar la morfología de los ácaros ni huevos. Si bien solo dos cerdos resultaron positivos para S. scabiei var. suis luego del examen de escamas de piel, aun utilizando dos técnicas de diagnóstico se debe considerar la baja sensibilidad de ellas como limitante, sumado a que esta parasitosis se presenta principalmente en los animales infectados de manera subclínica; por lo tanto, se debería recurrir a métodos de diagnóstico con mayor sensibilidad, como los serodiagnósticos, para monitorear el estatus de la infección por Sarcoptes en los rebaños porcinos (Hejduk et al. 2011). Algunos autores han reportado el uso de técnicas como la de ELISA o la hemoaglu tinación pasiva para monitoreos y campañas de control y erradicación, todas con altos valores de sensibilidad y especificidad (Kessler et al. 2003, Bornstein y Wallgren 1997, Wooten y Gaafar 1984).
CONCLUSIONES
La sarna es considerada una de las parasitosis más difundidas en el sector porcino con gran impacto económico negativo y con serias repercusiones sanitarias, a lo que habría que añadir los gastos en medicamentos para su tratamiento y los posibles decomisos en matadero, con la consiguiente penalización. La presencia de ácaros demostradas en el grupo de cerdos estudiados constituyen un factor en contra para los sistemas de producción porcina agroecológicos en particular la cría de cerdos en cama profunda agravada cuando no hay el recambio oportuno del material vegetal. Las camas sobresaturadas de material orgánico son perfectas para la sobrevivencia de ectoparásitos hasta por 12 días, lo que ayudaría a la transmisión de los mismos a cerdos susceptibles que compartan los mismos corrales. Sugerimos ampliar el estudio a granjas pertenecientes al mismo sector rural para una mejor caracterización epidemiológica de la zona; además de, implementar métodos de diagnóstico con mayor sensibilidad como los de tipo inmunológicos o moleculares y así obtener cifras mas cercanas a la realidad de la situación parasitológica en la granja estudiada.