Introducción
La estrategia “Instituciones amigas de la mujer y la infancia integral” (iamii) fue propuesta a Colombia por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), con el propósito de que las instituciones de salud mejoren prácticas de atención en salud y nutrición materna e infantil [1], p. 10. La estrategia promueve que las instituciones que prestan servicios de atención a mujeres, gestantes, madres, niñas, niños y adolescentes, desarrollen una metodología que permita mejorar las prácticas de salud y nutrición materna e infantil, a partir de la puesta en marcha de sus diez pasos.
Los diez pasos de la iamii son: 1) voluntad política institucional, 2) armonización conceptual y práctica del personal de salud en torno a la salud y nutrición materna e infantil, 3) empoderamiento de las mujeres y sus familias para el cuidado, 4) mejores condiciones para el nacimiento, 5) ayuda efectiva para iniciar el cuidado del recién nacido y de la puérpera, 6) promoción, protección y apoyo efectivo de la lactancia materna, 7) favorecer el alojamiento y el acompañamiento, 8) seguimiento sistemático al crecimiento y desarrollo de los niños y niñas, 9) la institución de salud como entorno protector y un espacio amigable, y 10) cuidado de la salud y nutrición materna e infantil más allá de la institución de salud [1], pp. 8-9. Este último paso involucra “Disponer de mecanismos y estrategias de apoyo institucional y comunitario que favorezcan la continuidad de las acciones más allá de los servicios institucionales, con el fin de favorecer la salud y la nutrición materna e infantil” [1, p. 9].
A nivel internacional, esta estrategia también es conocida como “Hospitales amigos de los niños”, los cuales han reportado avances en los indicadores de salud y nutrición materno infantil. En Los Ángeles, Estados Unidos de América, un estudio determinó que los hospitales en proceso de certificación o certificados con la estrategia se asociaron significativamente con la probabilidad de que las madres amamantaran de forma exclusiva entre 1 y 3 meses [2]. En el mismo país, se evaluó el impacto de los hospitales de los niños sobre el inicio temprano de la lactancia materna, encontrando que el inicio y la exclusividad de la lactancia materna tiende a ser exitosa cuando las madres tienen mayor exposición a las prácticas amigables con los bebés; sin embargo, se hallan deficiencias para realizar el seguimiento a las madres por parte de la institución y en la consolidación de grupos de apoyo de la lactancia [3].
En Brasil, un análisis de la evaluación interna y externa del cumplimiento de la estrategia, en hospitales certificados como “amigos de los niños”, evidenció que las instituciones de salud son espacios protectores y amigables con la lactancia, y los grupos de apoyo se encontraban en un 95 % de cumplimiento, derivado de una red de la lactancia materna brasileña [4].
En Colombia, un estudio del 2002, efectuado en hospitales del Valle del Cauca, identificó que la implementación de la estrategia era baja. En lo concerniente al paso 10, sugirió la vinculación de la institución con los grupos de apoyo comunitarios ya establecidos, para de este modo fortalecer la práctica de la lactancia materna [5]. De igual forma, en Cartagena, una investigación estableció el grado de percepción de implementación de la estrategia en ocho instituciones de la ciudad, encontrando que la conformación de grupos de apoyo presentó un grado bajo de implementación [6].
La iamii, al ser una estrategia que fortalece el mejoramiento de las prácticas de alimentación infantil, fomenta la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y con alimentación complementaria hasta los 2 años o más, por lo cual estos indicadores resultan trazadores. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (oms), en América del Norte solo el 26 % de los lactantes menores de 6 meses reciben exclusivamente leche materna [7]. En México, este indicador alcanzó el 28,6 % [8]; mientras que en Perú, Bolivia y Argentina, las cifras ascienden a 69,8, 60 y 53 %, respectivamente [9-11].
A su vez, la alimentación complementaria en países como México es iniciada antes de los 6 meses, predominantemente con frutas, jugos industrializados, refrescos y frituras [12]. En Perú, la introducción de las preparaciones y de la leche no materna en la dieta ocurrió a los 6 meses, con excepción de aguas e infusiones, que comenzó a los 5 meses [13]. Para Argentina, se reportó que el 33,5 % de los menores de 6 meses recibió alimentos sólidos [14]. De igual forma, un estudio en los municipios de Sacaca y San Pedro de Buena Vista, del departamento de Potosí en los Andes de Bolivia, estableció que el 39 % de los niños iniciaron la alimentación complementaria en los 3 primeros meses de vida (n: 400) [15].
En Colombia, la Encuesta Nacional de Situación Nutricional 2015 encontró que tan solo el 36,1 % de los niños menores de 6 meses recibieron de manera exclusiva leche materna, lo cual reporta un descenso, puesto que para 2010 este indicador fue de 42,8 %, sumado a que el 3,3 % de los menores de 6 meses recibió, además de leche materna, otros líquidos no lácteos. Cabe anotar que la lactancia materna exclusiva en la región Caribe alcanzó el 20,5 %. En cuanto a alimentación complementaria, a nivel nacional se observó que el 64 % de los niños entre 6 y 8 meses presentaron una introducción apropiada de alimentos sólidos, semisólidos y blandos. Por su parte, el indicador de dieta mínima aceptable, que analiza la diversidad dietaria y la frecuencia de alimentación en los niños de 6 a 23 meses en niños amamantados y no amamantados, fue de 67,4 y 76,5 %, respectivamente [16].
Por el panorama descrito, la Fundación Santa Fe de Bogotá (fsfb), la Fundación Éxito (fe) y el Ministerio de Salud y Protección Social (msps), entes territoriales de salud de Cartagena, Barranquilla y Sincelejo, e instituciones de salud interesadas en la iamii, establecieron una alianza para fortalecer los pasos 2 y 10 de la estrategia, por medio de un proceso que incluye cualificación en consejería en alimentación del lactante (niños menores de 6 meses) y del niño pequeño (niños entre 6 meses y 3 años), ofrecido a profesionales de la salud adscritos a instituciones en salud; asistencia técnica para la implementación de la estrategia, y la consolidación de redes de apoyo comunitario para la atención materno infantil, lo cual incide en la toma de decisiones informadas por parte de gestantes, lactantes y su red de apoyo, en lo relacionado con la lactancia materna y la alimentación complementaria.
Por lo anterior, el objetivo de la investigación que aquí se reporta es describir las prácticas de alimentación de lactantes y niños pequeños -es decir, lactancia materna y alimentación complementaria de niños- atendidos en instituciones de tres municipios del Caribe colombiano y que desplegaron acciones establecidas en la alianza institucional mencionada anteriormente, durante el año 2019, en el proceso de implementación de la estrategia iamii.
Las tres instituciones fueron: el Camino Bosque de María, en Barranquilla; la Clínica General del Caribe, en Cartagena, y la Institución Prestadora de Salud (ips) San Luis, en Sincelejo.
Cabe anotar que el msps fue el interlocutor en primer momento con los entes territoriales e instituciones de salud, y quien asumió el rol y el despliegue de la intervención fue la fsfb.
Hay que aclarar que esta intervención constituye un proyecto piloto, que aportó lecciones y orientaciones para el estudio cofinanciado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, denominado “Efectividad de una intervención en salud pública, para la prevención del retraso en talla de la población menor de un año, de un área urbana del Distrito Especial de Barranquilla”, que fue aprobado por el Comité de Ética de la Fundación Santa Fe de Bogotá (código ccei-10734-2019).
Metodología
Estudio cualitativo, enmarcado en la etnografía, la cual tiende a desarrollar conceptos y a comprender las acciones humanas desde un punto de vista interno, esto es, desde las personas y los mismos actores sociales que les dan sentido y explicación a sus conceptos y a sus acciones humanas. A su vez, la etnografía permite registrar la forma en que las personas perciben las situaciones, lo que implica analizar la representación social, es decir, la valoración y las actitudes compartidas por los sujetos [17,18]. Además, la etnografía posibiita enfatizar en la exploración de la naturaleza particular de los fenómenos sociales, al tener una tendencia a trabajar primariamente con datos “inestructurados” [17].
Las herramientas aplicadas fueron (véase Tabla 1]:
Entrevista semiestructurada. Tiene como propósito conocer en detalle lo que piensa o siente una persona con respecto a un tema o una situación particular [19], permitiendo que los mismos actores sociales proporcionen los datos relativos a sus conductas, opiniones, deseos, actitudes, expectativas, lo cual es muy difícil de obtener por otros medios [20]. Esta fue aplicada a madres gestantes y lactantes de niños menores de 2 años, beneficiarias del proceso, atendidas por parte de las instituciones focalizadas.
Cartografía social. Es una propuesta que permite aproximarse al territorio y construir un conocimiento integral de este, empleando instrumentos técnicos y vivenciales [21]. Se planteó un ejercicio de cartografía social para identificar redes de apoyo, el cual solo fue aplicado a madres gestantes y lactantes atendidas en la Clínica General del Caribe.
Grupos focales. Constituye un tipo de entrevista grupal, que favorece el intercambio de opiniones y que muestra el grado de variedad de los puntos de vista que existen sobre un mismo tema [22]. Solo fue posible con madres gestantes y lactantes atendidas en la Clínica General del Caribe.
Instrumento/ herramienta metodológica | Cartagena | Barranquilla | Sincelejo |
---|---|---|---|
Entrevista a mujeres | 8 | 9 | 11 |
Grupos focales a usuarias | 1 (compuesto por 10 gestantes/lactantes) | No se logró, por dificultades logísticas y de convocatoria | |
Cartografía | 1 (compuesto por 10 gestantes/lactantes) | ||
Total de participantes | 38 gestantes/lactantes |
Población estudio
Para el desarrollo de esta investigación, se seleccionaron madres gestantes y lactantes atendidas en el Camino Bosque de María, en Barranquilla; la Clínica General del Caribe, en Cartagena, y la ips San Luis, en Sincelejo.
Para la selección de gestantes y lactantes, los profesionales de la salud y líderes comunitarios, con la aprobación de los comités científicos y directivos de las tres instituciones de salud en Sincelejo (acta del 8 y el 9 de abril de 2019), Cartagena (acta del 15 de marzo de 2019) y en Barranquilla (acta del 13 de marzo de 2019), informaron a las gestantes y lactantes de niños menores de 2 años atendidas en los centros de salud priorizados, sobre esta investigación. Quienes deseaban participar, fueron incluidas en el análisis. Esta primera etapa de convocatoria se ejecutó entre diciembre de 2019 y enero de 2020.
La segunda etapa, enfocada en la recolección de datos, fue llevada a cabo entre enero y febrero de 2020, por dos profesionales de salud con experiencia en análisis cualitativo. Los sitios empleados para esta actividad fueron los centros de salud y los salones sociales reconocidos por la comunidad. En total se contó con la participación de 38 gestantes o lactantes.
En cuanto a las variables propuestas, se enmarcaron en la práctica de la lactancia materna, la alimentación complementaria y las redes sociales que fortalecen el ejercicio de maternidad y cuidado de los niños (véase Tabla 2].
Temática orientadora | Variable |
---|---|
Lactancia materna | Exclusividad y beneficios |
Prácticas y creencias | |
Alimentación complementaria | Alimentos consumidos por los niños |
Alimentos saludables | |
Alimentos no saludables | |
Alimentación perceptiva | |
Redes sociales que fortalecen el ejercicio de maternidad y cuidado de los niños | Red próxima que orienta a las familias lactantes |
Análisis de datos
Para el análisis de los datos obtenidos mediante los instrumentos cualitativos, se realizó la transcripción de las entrevistas y de los aportes de las participantes en el grupo focal y la cartografía social adelantada en Cartagena. Posteriormente, se codificaron las transcripciones con ayuda del software Atlas-ti versión 8 (licencia de Salud Poblacional de la fsfb) y se formaron categorías a partir del número de códigos resultantes, para su interpretación, teorización y la construcción de una red semántica (triangulación de la información).
Dentro del marco de una investigación cualitativa, la triangulación comprende el uso de varias estrategias, al estudiar un mismo fenómeno, por ejemplo, mediante el uso de varios métodos (entrevistas individuales, grupos focales o talleres investigativos) o de diferentes fuentes de información. La triangulación permite que se elabore una perspectiva más amplia en cuanto a la interpretación del fenómeno en cuestión, porque señala su complejidad, y esto, a su vez, enriquece el estudio y brinda la oportunidad de que se realicen nuevos planteamientos. La triangulación ofrece la posibilidad de poder visualizar una situación o problema desde diferentes ángulos y de esta manera aumentar la validez y la consistencia de los hallazgos.
Aspectos éticos
De acuerdo con la Resolución 008430 de 1993 [23], esta investigación se considera de riesgo mínimo, puesto que es un estudio que empleó el registro de datos de prácticas rutinarias.
Para el desarrollo de esta investigación se contó con el aval de los comités científicos y directivos de los centros de Sincelejo, Cartagena y en Barranquilla.2 Por su parte, las madres que participaron de las entrevistas y en el grupo focal firmaron y grabaron la autorización de participar en este análisis y de emplear imágenes e información con fines de investigación.
La información recolectada fue anonimizada y se encuentra resguardada por el equipo de investigación de la fsfb.
Resultados
Es de aclarar que aproximadamente el 60 % de las entrevistadas viven en condiciones socioeconómicas de pobreza y vulnerabilidad, y manifestaron pertenecer al régimen subsidiado de salud.3
A continuación se presentan los resultados, respondiendo a las tres temáticas orientadoras propuestas en la metodología: lactancia materna, alimentación complementaria y redes sociales que fortalecen el ejercicio de maternidad y cuidado de los niños.
Lactancia materna
Se identificó que aproximadamente el 80 % de las mujeres gestantes y lactantes entrevistadas han introducido algún alimento antes de los 6 meses; inclusive, en sus relatos se observa un inicio a muy temprana edad (menos del mes). Algunas lo hacen por indicaciones del personal de salud de la institución donde tuvieron el parto. Adicionalmente, reciben la presión social y familiar, para que se introduzcan otros alimentos a temprana edad.
[…] le estoy dando fórmula. De 0 a 3 meses […] para ayudarme, porque él llora mucho, él come mucho. Entonces, yo le doy mi pecho y queda como vacío y empieza a llorar, y se alza la cabeza. Entonces yo, como lloraba y lloraba, yo veía que a él el pecho, como que no lo estaba llenando; entonces, yo le doy el tetero y él se duerme más o menos una hora, dos horas, y se vuelve a parar, y otra vez la teta y después el tetero (Entrevista madre lactante E, Cartagena, 2020).
Frente a los beneficios de la leche materna, en Cartagena, la mayoría de las mujeres reconoce aquellos relacionados con el aporte nutricional, mientras que, en Barranquilla y Sincelejo, además mencionaron los beneficios de vínculo entre madre e hijo, quienes refirieron haber adquirido estos conocimientos en la institución de salud, y especialmente donde les atendieron el parto.
En estos dos últimos municipios, las madres mencionaron abiertamente los sentimientos de miedo, temor y alegría que les produce amamantar, mas no así en Cartagena, en gran medida porque las mujeres tenían dificultad para expresar sus sentimientos y emociones. Sin embargo, a pesar de reconocer los beneficios, aducen la necesidad de introducir otros alimentos (leches de tarro, aguas, u otros alimentos), porque los niños o las niñas “manifiestan” quedar con hambre, debido a la percepción que las madres tienen de que no producen suficiente leche para cubrir las necesidades del bebé, entre otras creencias.
Que el bebé se fortalece más, es más sano, y para nosotros, evitamos un cáncer de mamas […] Que es preferible darle leche materna que cualquier leche de fórmula (Madre lactante N, Barranquilla, 2020).
Yo me siento alegre, porque siempre he sabido que la lactancia materna es la mejor; y aquí hay muchas mujeres, que conozco casos, que no pueden darle pecho a sus bebés. Y ya que yo sí se lo puedo dar, pues a mí me alegra mucho eso (Madre lactante G, Barranquilla, 2020).
Y también la charla esa que me ayudó bastante para informarme y esas cosas; pero, de todas maneras, como yo le digo, soy poca lechera; entonces, opté por comprarle los potes de leche (Madre lactante Y, Barranquilla, 2020).
En Sincelejo se encontraron dos casos de mujeres lactantes que garantizaron la práctica de la lactancia materna exclusiva, a pesar de las dificultades y la presión social para abandonarla, situación que acentuaban sus temores e inseguridades.
Llama la atención que, en Sincelejo, varias mujeres mencionaron claramente el acompañamiento educativo que tuvieron por parte de la entidad de salud en el curso de preparación para la maternidad y la paternidad.
[…] me dijeron la importancia de la lactancia materna; sabemos que el calostro es lo importante, porque es un método de defensa para el bebé, porque es lo que le va a ayudar para que el organismo como tal, el sistema lo ayuda como, viene siendo como si fuera el primer purgantico del bebé […] que es lo que lo va a ayudar como tal. O sea, no hay necesidad de darle agua, porque al igual, la leche materna contiene todo (Madre lactante Y, Sincelejo, 2020).
Por su parte, los mitos hallados en torno a la práctica de la leche materna se relacionan en la Tabla 3.
Variable | Cartagena | Barranquilla | Sincelejo |
---|---|---|---|
Exclusividad y beneficios | Introducción temprana de otros alimentos | Introducción temprana de otros alimentos | |
Beneficios nutricionales | Beneficios nutricionales y emocionales | ||
Prácticas y creencias | Uso de brasier roto | ||
Jeringa para sacar leche | |||
Para aumentar la producción: alimentar a la madre con ajonjolí, horchata y panela | La leche materna puede secarse; por ello se debe introducir otros alimentos | Para aumentar la producción: tomar líquidos, leche con panela, ajonjolí y poner a mamar un gato |
Alimentación complementaria
En cuanto a la alimentación complementaria, en los tres territorios, los alimentos ofrecidos a los niños y las niñas menores de 2 años son similares. En Cartagena, sopas (de arroz, huevo), puré de papa, plátano, pasta, leguminosas; papillas, avena, arroz con leche, esporádicamente yogur. La mayoría de las bebidas son endulzadas con azúcar; inclusive, hubo un caso que mencionó la importancia de endulzar el tetero con una pizca de azúcar, que le preparaba al bebé para que mejorara la palatibilidad. También ofrecen jugos en caja, gaseosas y refrescos artificiales. Solo una de las participantes mencionó algunas frutas, y otra enunció que ofrece embutidos, como es el salchichón, y en solo un caso se mencionó que ofrecía Bienestarina®.4
Allá me dijeron que le pusiera el [un alimento lácteo] a los 6 meses, cuando estaba allá hospitalizado. Después comencé con siete granos, azúcar (Entrevista madre lactante M, Cartagena).
Que comprara siete granos mientras tanto, y ahí le compré, y eso era lo que comía, hasta cuando tenía como 5 o 6 meses; yo empecé a darle puré de papa, plátano, sopita y todo, y ahora come de todo, de todo lo que le den, él se lo come (Grupo Focal, Cartagena).
En Barranquilla, señalaron que en la introducción de alimentos incluyen sopa de verduras, puré de verduras y de papa, agua, avena, huevo, pollo, arroz, pescado, carne, jugos, yogurt, compotas, plátano guineo, galleta, gelatina, ahuyama, pastas, yuca en puré, arepas de maíz, queso y pan. También mencionaron el uso de condimentos, como colorantes y potencializadores de sabor artificial, en las comidas.
[…] ya después de los 6 meses. Yo le empecé a dar por lo menos la sopita de verdura. No, darle sopita de verduras, pero este no. Eso él anda […] A veces su mamá [ella se refiere de este modo a sí misma] se tomaba como dos o tres cucharitas porque no... Entonces no, apenas está empezando a tocar el... O sea, ellos todavía no sienten con el paladar, o sea, distinguir tantas cosas. Bueno, así ya después se le hacía puré.
[…]
¿Qué otras cositas? O sea, cosas sencillitas, agüitas de cosas que no fueran a hacerle tanto daño. Ya después de los 9 meses, sí, eso empezó a darle de todo (Madre lactante A, Barranquilla, 2020).
En Sincelejo, los alimentos que generalmente ofrecen a los niños y las niñas son coladas de siete cereales, de arroz, sopa de verduras, papa, huevo, fruta, pollo, carne, galletas, pescado, Bienestarina®, agua y aromática de manzanilla.
Por su parte, los alimentos considerados saludables en Cartagena son frutas, verduras y leche; en Barranquilla, purés, plátano, verdura, fruta, panela, papa y pollo, mientras que en Sincelejo, las mujeres no aportaron elementos sobre este tema. Por otro lado, las entrevistadas refirieron que los alimentos no saludables son aquellos artificiales, como jugos de caja o refrescos en polvo.
En términos de alimentación perceptiva,5 en los tres territorios afirman que les tienen sus propios utensilios para la alimentación de los niños y las niñas, como el plato, su cuchara, taza y vaso. Todas manifiestan que comparten el momento de alimentación con el niño o la niña, sin otra distracción. Solo en un caso dijo que le ofrece los alimentos en la moto de juguete. Requiere subir al niño a la moto, para que le reciba el alimento.
[…] De él, una cucharita pequeña, y su platico… y un vasito de él, mas nada (Madre lactante J, Sincelejo).
Redes sociales que fortalecen el ejercicio de la maternidad y el cuidado de los niños y las niñas
En los tres territorios, las madres mencionaron que para recibir asesoría respecto a la alimentación o al cuidado de los niños acudían con la suegra, la madre o la cuñada, mas no contemplan la institucionalidad como una fuente inmediata de apoyo para resolver estas inquietudes. En Sincelejo, las madres reconocen como una red de apoyo efectiva las madres fami (madres del programa “Familia, Mujer e Infancia”, del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar),6 de las cuales algunas son beneficiarias.
Es importante anotar que, en Barranquilla, se evidenció una mayor participación del padre de los niños y las niñas en cuanto a apoyo económico, y también afectivo durante su cuidado.
Él dice que le tengo que dar la leche, dársela al bebé, porque a él también Clarita le explicó lo importante que era para el bebé, y él me decía que le tengo que dar y así […] Él, en la mañana, me levanta y me dice: “Bueno. Vaya para donde Clarita, para que le des la leche al bebé”. Yo me siento bien y él creo que también, porque él me dice que venga y eso (Madre lactante N, Barranquilla, 2020).
[…] que es muy importante que yo le dé la leche materna […] Mi mamá me dice que lo mejor para el bebé es la leche del seno y todo eso […] Que esa leche lo pone bonito, que lo fortalece, que lo hace crecer más rápido (Madre lactante G, Barranquilla, 2020).
Discusión
Los resultados del análisis cualitativo evidenciaron que las madres gestantes y lactantes, beneficiarias de instituciones en procesos de implementación de la iamii en los tres municipios, reconocieron los beneficios de la lactancia materna, desde el ámbito nutricional y emocional. Sin embargo, se identificó un abandono de la lactancia materna exclusiva, lo que puede deberse a que gran parte de las entrevistadas eran jóvenes y cuentan con poco acceso a la información.
Lo anterior está en concordancia con un estudio en Caldas, Colombia, que encontró que las madres reconocen los beneficios que ofrece la lactancia materna tanto en ellas como en sus bebés; no obstante, la exclusividad de la práctica no se cumple, tanto por la inexperiencia, que genera inseguridad en la madre, como también por la falta de apoyo familiar y comunitario [28].
Del mismo modo, la baja lactancia materna exclusiva se asocia con una alta tasa de embarazos adolescentes [29], lo que está directamente relacionado con la educación prenatal, puesto que a mayor educación, este fenómeno se convierte en un factor protector para la práctica de la lactancia materna [30]. Un estudio en Barranquilla encontró que quienes más se acercaron al tiempo ideal de lactancia materna exclusiva fueron las madres que recibieron capacitación y charlas antes y durante el embarazo [31].
En Turquía, un estudio que tuvo por objetivo determinar el tiempo, la tasa de la lactancia materna exclusiva y los factores que la afectan en madres adolescentes, encontró que las mujeres que iniciaron la lactancia materna habían planeado sus embarazos y recibieron educación en dicho tema [32].
En Galicia, España, una investigación determinó el nivel de conocimientos sobre lactancia materna y la influencia en la intención de amamantar después de la introducción de alimentación infantil a las 6 y 16 semanas de gestación y a los 6 meses posparto. Este estudio reportó que el 90,4 % de las gestantes deseaban amamantar de manera exclusiva a su bebé; sin embargo, solo el 28,2 % continuó hasta los 6 meses. En suma, el nivel de conocimientos en lactancia fue regular, tanto en la intención como en el tipo de alimentación en el recién nacido [33].
Estas situaciones descritas dan cuenta de la necesidad de generar estrategias de educación prenatal, como es también el caso, en Ahvaz, Irán, de un estudio que evaluó el efecto de un programa educativo sobre la autoeficacia y la duración de la lactancia materna, identificando que esta fue mayor en el grupo intervenido versus el grupo control (123,6 frente a 101,7, p< 0,001, y 5,03 meses vs. 2,7 meses, p< 0,001, respectivamente) [34].
Un aspecto positivo es que, en Barranquilla, las mujeres valoraron el soporte emocional y económico que pueden brindarles sus compañeros. Un estudio en este municipio destacó que las participantes estimaron importante la aceptación de su estado de gestación en sus familias, amigos y allegados, sobre todo por el padre de su hijo [35]. Una investigación en Indiana, Estados Unidos, evaluó la participación del padre, reportando que el 45,9 % (n: 67) de las madres recibieron ayuda de su esposo o pareja, mientras estaban el hospital, las cuales presentaron más probabilidades de continuar amamantando después de salir de este [36].
De igual forma, las madres entrevistadas identificaron la importancia de ofrecer huevo, pollo, pescado, frutas, algunos cereales y sus derivados a sus hijos menores de 2 años, lo cual se encuentra alineado a las últimas guías alimentarias en Colombia [37]. Sin embargo, reconocieron la introducción temprana de alimentos, lo que no se halla en línea con la recomendación de la oms de ofrecer lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses [38].
Cabe anotar que los diferentes estudios refieren que la lactancia materna ofrece beneficios a corto y a largo plazo en los niños y las niñas, como la mejora en el desarrollo cognitivo, bajas tasas de obesidad, disminución del riesgo de diabetes, hipertensión, enfermedad cardiovascular e hiperlipidemia, entre otras [39]. En las madres, ayuda a que el útero regrese a su tamaño previo, reduce el sangrando y previene la anemia; disminuye el riesgo de padecer cáncer de ovario y mamá, genera una relación cercana y de amor entre la madre y el bebé, entre otros beneficios [40].
De acuerdo con Lancet, no amamantar se asocia con una menor inteligencia y pérdidas económicas de alrededor de $302 mil millones de dólares anuales o 0,49 % del ingreso bruto mundial, debido a que la lactancia materna proporciona ventajas de salud, económicas y ambientales a corto y largo plazo para los niños, las mujeres y la sociedad [41].
Por todo ello, es necesario seguir fortaleciendo esta práctica hasta los 6 meses de manera exclusiva y con alimentación complementaria hasta los 2 años o más, teniendo en cuenta que en el territorio interés del estudio la prevalencia de la práctica es de 20,5 % [16].
En concordancia con la alimentación complementaria, las entrevistadas refirieron también brindar alimentos de consistencia líquida, como sopas, contrario a la orientación de iniciar con alimentos espesos e ir progresando paulatinamente a consistencias más sólidas. A su vez, identificaron incluir alimentos con alto contenido de azúcar, condimentos y jugos de caja, lo cual no hace parte de una alimentación saludable [37].
De igual forma, se resalta que, en general, las entrevistadas mencionaron que sus hijos contaban con sus propios utensilios de cocina, como plato, vaso y cuchara, para consumir alimentos. Asimismo, refirieron destinar tiempo para ofrecer la alimentación a sus hijos. Lo anterior da cuenta de la reciprocidad entre el niño y el cuidador durante el proceso de alimentación, que corresponde finalmente al concepto de alimentación perceptiva[42,43]. Esta última enfatiza en la importancia de que los cuidadores decidan cuándo empezar y cuándo dejar de alimentar al niño, con base en sus señales de hambre y saciedad [26].
Por otro lado, en general, las madres gestantes y lactantes también reconocieron la importancia de contar con el apoyo de programas en modalidad fami; no obstante, una investigación en Cartagena reveló que si bien en muchas oportunidades son el primer contacto con la madre, requieren de más actualización y formación en lactancia materna [44]. En Murcia, España, un estudio identificó el impacto de las redes sociales sobre la lactancia materna, las cuales tienen una influencia positiva en la duración de la decisión de la mujer de amamantar [45]. Por lo tanto, es necesario visibilizar las instituciones y redes que contribuyen con el fomento de la práctica.
Teniendo en cuenta lo anterior, esta investigación permitió identificar que las prácticas de alimentación infantil en instituciones de salud priorizadas que se encuentran en el proceso de implementación de la iamii, presentan avances en el ámbito de la alimentación infantil, puesto que las madres refirieron conocer los beneficios de la lactancia materna y mencionaron elementos de apropiación en alimentación perceptiva; además, reconocen redes de apoyo para el proceso de alimentación del lactante y el niño pequeño. Sin embargo, aún existen factores que limitan las prácticas adecuadas de alimentación infantil, como lo son algunas creencias, que deben ser estudiadas y mediadas, teniendo en cuenta el contexto cultural.
En síntesis, esta investigación permitió reconocer los factores que favorecen y limitan las adecuadas prácticas de alimentación del lactante y del niño pequeño, en madres gestantes y lactantes, y su red de apoyo, que viven en condiciones de vulnerabilidad social y económica, y son atendidas en tres instituciones de salud del caribe colombiano que se encuentran en proceso de implementación de la estrategia iamii. Esta evidencia posibilita avanzar en la formulación de procesos de educación en salud, orientados a los contextos locales, no solo a las instituciones que participaron del estudio, sino también a otras instituciones y territorios que estén en proceso de implementación de la iamii. Asimismo, permite formular otras expresiones de política en torno a la alimentación infantil, como lo son la socialización de las “Guías alimentarias basadas en alimentos para mujeres gestantes, madres en período de lactancia y niños y niñas menores de dos años para Colombia” [37], la Resolución 3280 de 2018 [46], el Plan Decenal de Salud Pública [47], el Plan Decenal de Lactancia materna [48], y la Política de Seguridad Alimentaria y Nutricional [49].
Limitaciones
Los resultados de este estudio no pueden ser generalizados a otras instituciones de salud o a la totalidad de la población de Cartagena, Barranquilla y Sincelejo, puesto que la muestra definida fue por conveniencia. Por lo tanto, para mayores aproximaciones al fenómeno, deben contemplarse estudios que vinculen otras instituciones de salud y otros métodos de investigación.