Introducción
En el contexto mundial la pandemia de la enfermedad por coronavirus(COVID-19) trajo consigo nuevos retos en la atención de los pacientes. Como medida para evitar el contagio masivo el aislamiento preventivo representa un escenario clínico distinto y con ello se hace necesario implementar estrategias para garantizar el acceso a los servicios de salud. Una de estas estrategias es la teleconsulta 1.
La teleconsulta se considera una importante herramienta que permite la continuidad de la atención de pacientes en situación de cronicidad y reducir el riesgo de infección por COVID-19 en pacientes y médicos en una consulta presencial 2. Asimismo, la teleconsulta puede ayudar a evitar el represamiento y mejorar la oportunidad de atención en los servicios de salud. Actualmente, alrededor mundo, se asumió la al- ternativa de la teleconsulta, donde está disponible, para evitar el riesgo de infección de los pacientes que necesitan un servicio de salud y obviamente del personal que está en contacto con ellos 3.
El avance tecnológico brinda unas oportunidades únicas y soluciones innovadoras que permiten al paciente consultar a un proveedor de atención médica a través de teleconferencias en tiempo real 4,5.
La Organización Mundial de la Salud plantea tres ventajas de la teleconsulta: reducir el riesgo de infección, proteger a las personas de alto riesgo y la solidaridad tecnológica con otras regiones con menos acceso a la Medicina presencial 6. Además, la teleconsulta tiene el beneficio para la práctica médica de los profesionales, dado que disminuye su riesgo de exposición a la enfermedad, así como a la carga física, mental y emocional inherente a la atención convencional de pacientes durante la contingencia 7.
El objetivo es presentar un caso de una paciente en quien, durante el tiempo de pandemia, se hizo diagnóstico mediante teleconsulta asistida por un programa de videollamada.
Resumen del caso
Mujer de 18 años previamente sana quien consultó inicialmente al servicio de urgencias de una clínica privada de la ciudad al manifestar “mucha dificultad para respirar”. El episodio u enfermedad actual tenía tres meses de evolución asociado con disnea, fiebre y síntomas constitucionales que se interpretaron como a un posible caso de neumonía por imagen y falla ventilatoria asociada. El manejo requirió intubación oro-traqueal en unidad de cuidados intensivos. Bajo intubación orotraqueal y soporte ventilatorio permaneció por 10 días y con antibióticos intravenosos. La extubación se realizó después del control de la infección respiratoria.
Posteriormente, al egreso, en la paciente persistía la disnea de moderados esfuerzos, la cual interpretaron como un posible caso de asma bronquial y se manejó con inhaladores. A pesar de cumplir con el tratamiento ambulatorio, la paciente no mostraba mejoría alguna, con persistencia de la disnea. Por el incremento de la misma con pocos minutos de caminar, se solicitó la consulta a Neumología. Entre los antecedentes relevantes estaban hipertrofia de cornetes y el uso de salmeterol/fluticasona polvo seco, ipratropiun y salbutamol inhalados durante los tres últimos meses.
Por la pandemia actual de COVID-19 la interconsulta se hizo por teleconsulta usando un programa de videollamada. En la primera parte de la teleconsulta se observó a una mujer en buen estado general, quien se mostraba alerta y orientada en persona, tiempo y lugar, y adecuada condición física global. La anamnesis y la observación de la paciente no eran suficientes para llegar a un diagnóstico y manejo apropiado. Se solicitó entonces la asistencia de un médico general, familiar de la paciente, quien completó el examen físico y encontró tensión arterial de 100/60, frecuencia cardíaca 140/min, frecuencia respiratoria de 28/min, saturación de oxígeno del 98 % al aire y como hallazgos relevantes a la auscultación pulmonar informó la presencia de estridor laríngeo inspiratorio y espiratorio, sin roncus, ni sibilancias. Con esta información del examen físico, el neumólogo en teleconsulta pudo hacer un análisis más completo del caso.
La ausencia de ruidos respiratorios anormales a la auscultación cardiopulmonar y la presencia de estridor inspiratorio y espiratorio hicieron pensar en una posible enfermedad traqueal y se hizo la impresión clínica de un tumor traqueal. Las figuras 1A y 1B muestran exámenes complementarios solicitados y la confirmación de la impresión clínica. El análisis de patología informó tumor miofibroblástico inflamatorio.
Discusión
Este caso ilustra una de las ventajas de la telemedicina al permite una evaluación de una paciente temerosa de una consulta presencial por el antecedente reciente de una complicación pulmonar. Al tiempo, muestra que la anamnesis se puede hacer por teleconsulta y da la relevancia el examen físico para el diagnóstico de un sinnúmero de condiciones clínicas 8.
Casos similares de enfermedad respiratoria manejados por teleconsulta no se han publicado durante la actual pandemia de enfermedad por coronavirus. No obstante, en India, Patra et al. informan la evaluación y manejo exitoso de dos casos de niños con comportamientos disruptivos evaluados por teleconsulta ante las restricciones en la movilidad 9. En Brasil, Accoris et al., presentan resultados satisfactorios de un caso de trombólisis guiada por teleconsulta a una paciente de 60 años con enfermedad por coronavirus quien presentó un accidente vascular cerebral isquémico, durante la estancia en un hospital de campo desplegado para la epidemia 10).
Posiblemente, la teleconsulta especializada puede beneficiarse por la asistencia de un médico general, donde se cuenta con ese talento humano, porque en lugares remotos, con frecuencia, estos servicios están en manos de profesionales de enfermería 11.
Además, se debe considerar que las personas más necesitadas de este tipo de servicios son aquellas que tienen menos acceso a la tecnología, por lo que se precisa de estrechar la brecha entre las áreas urbanas y rurales del país 12.
La telemedicina tiene muchos mitos para la implementación rutinaria: 1) menor calidad clínica que la consulta presencial; 2) requiere de alta tecnología; 3) es complicada la implementación; y 4) es muy costosa y poco rentable 13. En Colombia, la coyuntura de la pandemia de la COVID-19 ha permitido que se pueda mirar y avanzar hacia el uso y aplicación de esta estrategia 14. Se cuenta además con el marco legal que permite la implementación de la telemedicina y garantizar a todos los ciudadanos en acceso universal a la salud 15-17.
Los usuarios se pueden beneficiar de la teleconsulta dado que brinda una consulta de fácil acceso 18,19, mejora la oportunidad (no filas, no salas de espera y menor costo) 20, tiene alta capacidad resolutiva, diagnóstico y tratamiento adecuados 21 y la seguridad de la información en las bases de datos 18. Por su parte, la teleconsulta permite a los servicios de salud mejorar la atención temprana, los diagnósticos oportunos y tratamientos adecuados, la reducción de los costos en la atención por la disminución de las urgencias y hospitalizaciones, impactar factores que afecten la morbimortalidad y, finalmente, realizar campañas preventivas de otras enfermedades concomitantes 22).
Se concluye que, en tiempo de epidemia y confinamiento, la teleconsulta especializada puede ser una herramienta útil en muchos casos para el diagnóstico de lesiones poco frecuentes. Posiblemente, se puede incrementar la eficacia diagnóstica de esta estrategia si se cuenta con la asistencia de un profesional médico que complete el examen físico en pacientes con síntomas agudos y, no simplemente, una consulta de seguimiento y control. El panorama para la teleconsulta y la telemedicina es prometedor si se consideran las limitaciones de acceso a los servicios de salud de un gran número de ciudadanos en el actual período de epidemia o en tiempos regulares.