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Revista de la Universidad Industrial de Santander. Salud
Print version ISSN 0121-0807
Rev. Univ. Ind. Santander. Salud vol.47 no.2 Bucaramanga May/Aug. 2015
Editorial
De la erradicación de cultivos ilícitos a la erradicación del glifosato en Colombia
Si bien los llamados cultivos ilícitos en Colombia se remontan a tiempos prehispánicos, solo hasta 1984 se empezaron a usar plaguicidas para su erradicación. El primero en usarse masivamente en el programa de erradicación fue el glifosato, seleccionado por su alta efectividad y supuesta seguridad, aunque hubo algunas pruebas previas con paraquat y triclopir1. De estos dos, el paraquat fue descartado debido a que se temía que los consumidores de drogas estadounidenses pudiesen intoxicarse, de manera similar a lo ocurrido previamente en México2. Los severos efectos adversos del paraquat en el aparato respiratorio ya habían sido descritos 20 años antes3, y Colombia era reconocida como una importante consumidora del paraquat4.
Desde esa época hubo protestas de indígenas, campesinos y científicos debido a los efectos ambientales y en salud humana que se podrían presentar1. Han pasado muchos años, debates y estudios científicos que reportaron los daños en los ecosistemas5-7 y evaluaban los efectos adversos en la salud humana. Se destacan en estos últimos los estudios citogenéticos de investigadores nacionales que reportaron posibles efectos en células GM38 y de fibrosarcoma humano8, y en células mononucleares humanas9. También están los estudios epidemiológicos que exploraron condiciones de salud en general10 y efectos reproductivos11, que no pudieron detectar efectos adversos. En paralelo a estos estudios con hallazgos ambivalentes, en el terreno político el hecho más sobresaliente fue que pese a que las autoridades nacionales no reconocían que hubiese evidencia suficiente de efectos adversos asociados, aceptaron indemnizar a Ecuador por las afectaciones de residentes en la frontera colombo-ecuatoriana, mostrando otra faceta y generando dudas si la decisión de uso o no era científica o política1.
El 20 de marzo pasado la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), filial de la Organización Mundial de la Salud, declaró como potencialmente cancerígeno al glifosato12, lo que llevó a que se repensara eluso del plaguicida en la erradicación de cultivos ilícitos en el país. Sin embargo, en el terreno científico sigue la discusión porque existen conclusiones diferentes13, que deberán explorarse a la luz de los conflictos de intereses que pueden tener los autores. Tras discusiones, incluso dentro del gobierno nacional, la decisión de no usarlo quedó en firme el 14 de mayo, algo más de tres décadas después de haber sido iniciado su uso. De esta manera el plaguicida fue erradicado del uso en las fumigaciones contra cultivos ilícitos, sin haber logrado su objetivo de erradicar o por lo menos disminuir la extensión cultivada.
Este es quizá el mejor ejemplo del uso del principio de precaución en Colombia, lo cual constituye un hito en la historia de la salud ambiental nacional. Es precisamente en estas circunstancias de incertidumbre de un efecto adverso que se toma este tipo de decisiones preventivas. Hay aún muchos problemas de salud ambiental por resolver, pero éste es sin duda un paso importante en esta materia. Las opciones a tomar no son claras, pero es posible que si se decide cambiar a otro compuesto químico, en muy poco tiempo se revivirá una discusión similar.
REFERENCIAS
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Alvaro Javier Idrovo
Editor Salud UIS