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Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía
Print version ISSN 0121-215XOn-line version ISSN 2256-5442
Cuad. Geogr. Rev. Colomb. Geogr. vol.23 no.2 Bogotá July/Dec. 2014
https://doi.org/10.15446/rcdg.v23n2.43458
http://dx.doi.org/10.15446/rcdg.v23n2.43458
Editorial
NUESTRO TERRITORIO Y EL OTRO TERRITORIO es una expresión habitual que podría interpretarse como la descripción de las imágenes construidas a partir de las divisorias de los espacios geográficos, o también como la exteriorización verbal que resulta de la visual de un conjunto territorial proyectada, a pequeña escala, en las cartografías nacionales. Trasfondo, en la expresión y la imagen, está implícita una de las funciones convencionales de los límites fronterizos: la demarcación del ámbito de acción de cada Estado nacional. Esta simbología casi siempre se acompaña de apreciaciones unidireccionales en las que prevalecen dicotómicas taxonomías tales como nosotros/ellos, nacionales/ extranjeros, que en muchos casos inducen a subrayar como un hecho dado las fragmentaciones territoriales entre incluidos y excluidos.
Sobre estos parámetros se han difundido algunos enfoques geopolíticos que ponen enfásis en las demarcaciones fronterizas como fundamentos clave en la elaboración de los juegos geoestratégicos, relacionados con el ejercicio del control y el poder sobre espacios y territorios en los entornos inmediatos. Estas posiciones, altisonantes en América Latina, seguramente están vinculadas a las herencias y traumas que han dejado las convenciones relativas a las definiciones limítrofes post-independentistas; pero también son efectos de los reclamos territoriales aún pendientes entre varios países. Lamentablemente, estos tópicos fueron utilizados para la divulgación y el despliegue argumental en la expansión de las llamadas "escuelas" geopolíticas militares latinoamericanas; y, desafortunadamente, en el uso y abuso que se ha hecho de esta problemática para estimular los enfrentamientos binacionales y encubrir fracasados modelos de gobierno, o intentar apaciguar y recuperar los descensos de popularidad de gobernantes, aderezados con la explotación sensiblera de sentimientos nacionalistas.
En la memoria histórica latinoamericana se registran gran cantidad de eventos con estas o similares características, y aún sorprenden los alarmantes tonos utilizados en el resurgimiento de esporádicas demandas limítrofes o en las absurdas propuestas de cierre de fronteras. En su conjunto, estas perspectivas han ejercido un peso específico y todavía tienen una vasta influencia en las relaciones interestatales de algunos países vecinos. Aunque no son exclusivas de Latinoamérica, en esta parte del continente reaparecen con cierta frecuencia, a veces asociadas a la aplicación de políticas fronterizas unilaterales que perturban las contigüidades vecinales o como resultado de discordantes eventos en las dinámicas locales.
A estos escenarios, con versiones predominantemente conflictivas, se contraponen las visiones que prestan atención a las fronteras habitadas. En estas perspectivas se destacan los diversos ámbitos relacionales interfronterizos, con raíces originarias en los procesos de construcciones y definiciones territoriales, que en muchos casos funcionan al margen o paralelamente de los prevalecientes intereses de las escalas nacionales. Los focos de atención se dirigen a los encuentros locales, las solidaridades y las interculturalidades binacionales que, sin estar exentas de críticas xenofóbicas y actitudes excluyentes, le otorgan distintas utilidades y funcionalidades a los espacios de fronteras. Estas lecturas extienden sus miradas a las capacidades productivas y ambientales de los territorios fronterizos, en cuanto aspectos fundamentales para la localización de recursos, los cuales, aprovechados en condiciones de equidad y sustentabilidad, podrían convertirse en soportes básicos para el mejoramiento de la calidad de vida en las fronteras, en las que gran parte de sus pobladores viven en estado de precariedad social.
Habitar las fronteras y crear flujos de relaciones interfronterizas, como ocurre por ejemplo entre Venezuela y Colombia, implica reconocer el establecimiento de convivencias binacionales, expresadas en los nexos familiares, en las influencias musicales y gastronómicas y hasta en los modismos del habla cotidiana. Todos estos elementos configuran unos símbolos identitarios particulares, que podrían concebirse como las identidades fronterizas que se comparten con las identidades nacionales. Esto es especialmente importante, en tanto que nos acerca a otras perspectivas de lo fronterizo y permite superar las visiones fragmentarias de los territorios, al construirse en espacios relacionales sin barreras para las interacciones en sus escalas locales.
Lamentablemente en los espacios fronterizos se detecta una serie de dificultades que tienen su origen en los crecientes eventos del control territorial, protagonizados por las constantes avanzadas de grupos delictivos de diverso signo: contrabandistas, narcotraficantes, grupos armados de irregulares, entre otros, que se apropian abrupta y violentamente de los territorios de frontera -ciudades y poblados-, para operar con sus conexiones nacionales, binacionales e internacionales, en detrimento de la paz y la vida ciudadana en territorios limítrofes. Esos hechos plantean un desafío más a la construcción de la ciudadanía fronteriza y a la desmilitarización de esos espacios.
A pesar de estas circunstancias, hay que insistir en que las fronteras latinoamericanas constituyen hoy importantes espacios productivos, que deben abordarse de manera integrada; hecho que requiere la consolidación de programas de cooperación binacional. Bien se sabe que, en este sentido, los distintos acuerdos de integración han aprobado un conjunto de instrumentos e iniciativas para el desarrollo y ordenamiento de estos espacios, tal como ha quedado plasmado en los proyectos del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y la Comunidad Andina de Naciones -en adelante, CAN-. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer en la profundización de la cooperación fronteriza y transfronteriza que, además, se ha visto torpedeada en algunos casos por las problemáticas limítrofes/fronterizas entre países vecinos y, en otros, por el surgimiento de nuevos conflictos binacionales. Para citar un sonado caso, se trae a colación la importante iniciativa para la creación de las zonas de integración fronteriza entre Venezuela y Colombia, en el contexto de las resoluciones aprobadas en la CAN, orientada al desarrollo conjunto de espacios binacionales. Esta interesante propuesta no alcanzó a concretarse, a pesar de los avanzados estudios que se realizaron para su delimitación, debido al abrupto retiro por parte de Venezuela de este acuerdo de integración en el 2006. Esto evento tuvo un negativo impacto en las economías locales fronterizas y generó un progresivo debilitamiento de la institucionalidad de la CAN.
Como se puede notar, abordar el estudio de los espacios de fronteras implica enfrentarse a una compleja y cambiante temática que tiene muchas aristas. No obstante, cada tramo habitado tiene sus particularidades, cada paisaje fronterizo, su propio rostro. En suma, cada conjunto fronterizo binacional o "triple fronterizo" debería analizarse en sus intrínsecas condiciones.
Todos estos tópicos son objeto de creciente atención en los estudios geográficos y, especialmente, desde las diversas tendencias de la geografía política. Incluso desde los enfoques geopolíticos no tradicionales, en los que se consideran también las transformaciones territoriales asociadas a la difusión de las tecnologías de la información y la comunicación, así como los efectos de la globalización y su incidencia en los espacios de fronteras.
En la divulgación de estas visiones sobre la variopinta geografía limítrofe/fronteriza, los editores de la prestigiosa publicación Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía apoyaron de manera entusiasta y rigurosa la edición de este dossier especial sobre las fronteras en Latinoamérica. La calidad de la respuesta de la comunidad académica fue extraordinaria. Tenemos certeza de que este dossier se convertirá en referente para los estudios sobre las fronteras de Latinoamérica, aún más al ser lanzado en ocasión del Primer Congreso Mundial de la Asociación de Estudios Fronterizos, en Joensuu (Finlandia) - San Petersburgo (Rusia), en junio de 2014. La variedad de nacionalidades representadas en este número de la publicación también es testigo de la adhesión a la propuesta de reflexionar hoy sobre las fronteras de Latinoamérica: hay trabajos de brasileños, argentinos, chilenos, costarricenses, mexicanos y españoles en esta edición.
El contenido de la publicación se ha estructurado en tres grandes ejes temáticos. El primero está dedicado a la actualidad geopolítica de los límites interestatales. Allí se abordan, desde novedosas propuestas, los análisis de distintas temáticas fronterizas tanto de América Latina en su conjunto, como de algunos ámbitos específicos de los espacios geopolíticos en sus contextos nacionales, binacionales y globales. Así, presentamos el artículo de Lia Osorio Machado, Leticia Parente Ribeiro y Licio Caetano do Rego Monteiro, en el cual se propone el examen de la geopolítica en escala regional. Su estudio llama la atención para el pensamiento geopolítico direccionado a pequeños espacios y por pequeños juegos de gobiernos regionales, a partir del análisis de el momento de la conclusión de la carretera transoceánica que conecta a Brasil y Bolivia al litoral del Pacífico en Perú. Seguimos con una propuesta de lectura de las formas territoriales de activismo en condición fronteriza en el Cono Sur, por Adriana Dorfman y Eric Gustavo Cardin. Ellos realizan una revisión de la política en condición fronteriza, donde la línea se hace recurso en reivindicaciones. Heriberto Cairo Carou y María Lois aportan un panorama de los discursos geopolíticos latinoamericanos sobre las disputas fronterizas, sus posibles cambios y continuidades, desde el final de la Guerra Fría hasta 1990, cuando la integración se torna dominante. Marvin E. Quesada Q. muestra como el río San Juan adquiere valores diferentes cuando es mirado desde cada uno de sus márgenes y en distintos momentos históricos: ora como frontera de recursos, ora como lugar de proyectos por la protección de los recursos naturales. Gustavo D. Buzai nos presenta una geopolítica del ciberespacio desde Argentina, y demuestra que las fronteras territoriales son traducidas y trasladadas según relaciones económicas y comunicacionales, hecho que amplía la fragmentación entre los países de América Latina. Agenciamentos públicos, privados y de la sociedad civil; desarrollistas, preservacionistas e instrumentales; conflictivos, integradores y oscilantes; locales, nacionales e internacionales componen el vocabulario definidor de las visiones políticas sobre los espacios limítrofes/fronterizos.
En el segundo eje se concentran una serie de temas relacionados con las historias de los trazados limítrofes/fronterizos en algunos países de América Latina, y su relación con el pensamiento geopolítico. Los artículos destacan el análisis de los arbitrajes, los procesos de construcción de fronteras, así como las demarcaciones técnicas, entre otros aspectos. Argentina está bien representada con artículos de importantes teóricos como Perla Zusman, María Cristina Hevilla, Laura Graciela Rodríguez, Alejandro Benedetti y Esteban Salizzi. El primer texto de la sección aporta un análisis del panamericanismo propuesto por Estados Unidos en el diferendo de Argentina y Chile por la Puna de Atacama en el final de siglo XIX. El segundo artículo discute el rol de las fronteras en la construcción del nacionalismo argentino, en el final de la última dictadura de ese país. La tercera contribución identifica diferentes momentos en la historia de Argentina que llevaron a eliminar, mover, establecer o resignificar las fronteras en tres arquetipos: fronteras agropecuarias, fronteras inter-étnicas y fronteras internacionales. Luz María Oralia Tamayo Pérez, en el último texto de este eje, busca rescatar y valorar el trabajo de los ingenieros geógrafos en actuación en las comisiones de límites que, en el siglo XIX, exploraron, midieron, colocaron los monumentos en el terreno y elaboraron la cartografía que señala con precisión los límites entre México y los países vecinos.
Finalmente, en el tercer eje temático se abordan diversos tópicos sobre las geopolíticas urbanas y regionales; se hace un análisis de las otras fronteras que, en sus diferentes versiones rurales, urbanas, globales y locales, se trazan al interior de los territorios. Así João Vitor Ramos Silva y Antonio Thomaz Junior presentan la frontera agrícola en el estado de São Paulo como un espacio de confluencias, donde nacen identidades y luchas; Jesús Bojórquez Luque y Manuel Ángeles Villa explanan sobre la acumulación por desposesión en los emprendimientos turísticos en Baja California Sur, México; mientras António de Sousa Pedrosa propone la promoción de la identidad cultural del territorio como objetivo de los ecomuseus; Alejandro Salazar, Octavio Díaz Mery, Pablo Osses Mc-Intyre y William Foster Bonnette analizan y relacionan la distribución de la densidad poblacional, la ocupación de la población y la pobreza rural y periurbana, destacando que la accesibilidad a los centros urbanos debe ser un punto a considerar en los esfuerzos de reducción de pobreza en la región del Bío-Bío, en Chile; Mirlei Fachini Vicente Pereira cierra la discusión, agregando a ella el análisis de la inserción de un área productora de café en la economía agroexportadora y la expansión de los nexos globalizados en el lugar.
Deseamos que la lectura de estas contribuciones de distinguidos teóricos de la temática fronteriza aporte aliento al entendimiento de los procesos limítrofes/ fronterizos en nuestro continente, y contribuyan a la construcción de fronteras menos instrumentalizadas por discursos excluyentes, más sensibles a las necesidades de sus poblaciones.
Dr. Mario Valero Martínez
Profesor e investigador de la Universidad de Los Andes,
Mérida - Venezuela
Dra. Adriana Dorfman
Profesora e investigadora de la Universidade Federal do Rio Grande do Sul,
Porto Alegre - Brasil