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Introducción
La población de adolescentes y jóvenes que habitaban la región de las Américas, según reportes de la Organización Panamericana de la Salud en el año 2010, oscilaba en 232 millones de personas (24,5 %), quienes se enfrentaban a múltiples obstáculos que los excluían de la salud debido a diversos factores 1. Para el año 2017, Naciones Unidas informó que un 18 % de la población mundial eran jóvenes y se espera que para el 2025 la proporción descienda a un 15,4 % 2. Cifras emitidas por la Encuesta Intercensal realizada en México en el año 2015 mostraron que la población en edades entre los 15 y los 29 años ascendió a 30,6 millones (25,7 %), mientras que en Sonora, México, residían 721 mil individuos en ese mismo rango etario, representando un 25,3 % de la población general 3.
Actualmente los problemas de salud mundial, nacional y regional relacionados con la población juvenil (18 a 29 años) son muy parecidos al total de la población. Las principales causas de muerte en este grupo de edad son similares en ambos sexos y se asocian con la violencia por acción directa (homicidios y suicidios) o accidentes de tráfico de vehículos de motor y lesiones autoinfringidas 4. También ha habido un incremento en las enfermedades no transmisibles, desencadenadas en gran medida por la globalización, lo cual ha motivado la adopción de un estilo de vida acelerado y sedentario, generando conductas no saludables; además del riesgo genético que presenta la población mexicana, lo que amplía la probabilidad de desarrollar sobrepeso, obesidad y diabetes 5.
Se reconoce que los estudiantes universitarios enfrentan necesidades y problemas de salud que no son resueltos en su mayoría por las políticas públicas sanitarias, que prevalecen en la actualidad en México, así como en otros países de América Latina y el Caribe 6. Las Naciones Unidas indicaron que los principales problemas de los jóvenes son la falta de educación preventiva, el embarazo adolescente y el contacto con drogas ilícitas. Respecto a esta situación, el Programa de Acción Mundial para los Jóvenes detectó quince esferas prioritarias enfocadas hacia la juventud, dentro de las cuales se enlista la educación y la salud 2; acciones importantes que deben fomentarse en este grupo poblacional para disminuir la problemática sanitaria a la cual se exponen.
En el marco de la promoción de la salud se puede abordar la teoría salutogénica o salud positiva de Aaron Antonovsky, que se centra en la salud y no en la enfermedad 7. Según Lindström et al.8 la salud es un proceso continuo en un eje entre la enfermedad total (dis-ease) y la salud total (ease). La manera de comprender este proceso es a través de la capacidad de emplear los recursos disponibles presentes en el individuo, reconocidos como recursos generales de resistencia o factores saludables, los cuales proporcionan a la persona un conjunto de experiencias de vida significativas y coherentes. Estos factores son clave para hacer posible tal movimiento, la relevancia radica en poder utilizarlos y reutilizarlos para un propósito previo; es decir, poseer un sentido de coherencia (SOC), constructo esencial de su teoría 9. El SOC permite a la persona desarrollar la capacidad de comprender y evaluar toda la situación en la que se encuentra, al identificar un significado para promover su salud. Este enfoque da respuesta a por qué las personas a pesar de las situaciones estresantes y las dificultades se mantienen en buen estado de salud 8.
Antonovsky 10 definió el SOC como "una orientación global que expresa el grado en que uno tiene un sentimiento generalizado y estable, aunque dinámico de confianza, en que (a) los estímulos derivados de los medios interno y externo en el curso de la vida son estructurados, predecibles y explicables; (b) los recursos están disponibles con respecto a las demandas que el individuo se va a encontrar, derivadas de esos estímulos; y (c) estas demandas son retos dignos de inversión y compromiso" (9, p.441). Por otra parte, Antonovsky 10,11 diferencia en este constructo tres dominios cognitivos estrechamente relacionados: comprensibilidad (componente cognitivo), manejabilidad (componente instrumental o de comportamiento) y significatividad (componente motivacional).
El modelo de promoción de la salud de Pender promulga la capacidad atribuida al individuo para adoptar conductas positivas para la salud, se destaca "el papel activo de la persona para gestionar las conductas de salud modificando su entorno" (12, p.390). La promoción de la salud se origina "por el deseo de incrementar el bienestar y de actualizar el potencial humano" (12, p.392), existiendo procesos complejos que estimulan a la persona a comprometerse con conductas destinadas al fomento de la salud 13.
Para Pender la conducta o estilo de vida promotor de salud (EVPS) se explica como la expresión de la "acción dirigida a los resultados de la salud positivos, como el bienestar óptimo, el cumplimiento personal y la vida productiva" (12, p.389). En este contexto de manera individual se pretende que las personas se hagan responsables de generar conductas positivas en salud, por lo que el EVPS implica "actitudes o conductas que desarrolla una persona con el objeto de incrementar su nivel de bienestar y que son parte regular de sus patrones de vida" (14, p. 1492).
El EVPS conlleva la adquisición de conductas que favorezcan la salud, por lo que es indispensable que las personas tomen decisiones respecto a su estilo de vida, el cual está influenciado por los conocimientos, la voluntad y las condiciones necesarias para vivir; estos factores inciden en su calidad de vida 15. Barraza menciona que cuando el estudiante inicia su proceso universitario se enfrenta a una serie de demandas o exigencias, modificando su estilo de vida en respuesta a la nueva carga de trabajo y al nuevo nivel de estrés. Existe una tendencia a volverse poco saludable, se adquieren conductas sedentarias, hay consumo de alimentos chatarra, alcohol, tabaco y algún otro tipo de droga, incluso se advierte falta de prácticas de sexo seguro 16. Las conductas no saludables "tipifican" a los estudiantes universitarios con perfiles de alto riesgo para su salud 17.
Para enfermería, la promoción de la salud y el desarrollo de la teoría salutogénica tienen un gran campo de aplicación dentro de las diversas funciones que se desempeñan en la profesión. Fomentar la adopción de un EVPS acrecienta los conocimientos, contribuye a mejorar la calidad de vida y permite interactuar como educador al promover la autonomía, el empoderamiento y la asimilación de conocimientos focalizados en los cambios de actitudes y conductas, tomando en cuenta las necesidades reales de los estudiantes universitarios 18. El presente estudio tuvo el objetivo de analizar el sentido de coherencia y su relación con el estilo de vida promotor de salud en estudiantes universitarios que cursaban su carrera en el área de ciencias exactas y naturales en una universidad pública en Sonora, México.
Materiales y métodos
Se realizó un estudio descriptivo, correlacional en 44 estudiantes con edades entre los 19 y los 29 años, inscritos en el primer semestre del 2018 pertenecientes a las carreras de ciencias exactas y naturales como: ciencias de la computación, física y geología, de una universidad pública en Sonora, México. Muestra calculada con nivel de confianza del 95 % y error estándar del 3 %. Se empleó muestreo probabilístico estratificado proporcional según sexo y semestre. Se incluyeron estudiantes regulares inscritos y aparentemente sanos. Se excluyeron estudiantes irregulares, que tuvieran alguna enfermedad establecida y fuera del rango de edad seleccionado. Se contó con la aprobación del Comité de Bioética en Investigación del Departamento de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Sonora, además, estuvo sustentada en el Reglamento de la Ley General de Salud en materia de Investigación para la Salud de México 19 y en los principios éticos de Ezekiel Emanuel 20. Los estudiantes respondieron presencialmente un cuestionario electrónico, previo consentimiento informado asegurando anonimato y confidencialidad.
El instrumento estuvo conformado por una cédula de datos sociodemográficos que recopilaba información sobre las variables: sexo, carrera, semestre, trabajo, servicio de salud, lugar de procedencia y con quién vive el estudiante; la Escala Sentido de Coherencia (SOC-13) 21 y el cuestionario estilo de vida II (CEVII) versión en español 22. Ambos instrumentos (CEVII y SOC-13) se sometieron a validación de contenido ejecutada por expertos profesionales de enfermería y psicología, con base en las opiniones y sugerencias recibidas, se procedió a efectuar correcciones de ortografía, sintaxis y gramática, adecuando el lenguaje a la cultura mexicana de Sonora. Se hicieron pruebas de fiabilidad a los instrumentos en su forma global y por dimensiones.
La SOC-13 fue creada por Antonovsky en 1993 21, consta de trece preguntas, con respuesta tipo Likert, la puntuación va de 1 a 7 puntos (más alta). Valora comprensibilidad, manejabilidad y significatividad 11. La puntuación oscila entre los 13 y los 91 puntos 23. Se ha reportado alfa de Cronbach entre 0,70 y 0,92 24. El resultado facilita calcular la puntuación media de cada dimensión y global para obtener el SOC, una puntuación global igual o superior a la media indica SOC alto. El análisis de fiabilidad del SOC-13 global obtuvo un alfa de Cronbach de 0,702 obteniendo aceptable consistencia interna. Las dimensiones significatividad (0,56), comprensibilidad (0,44) y manejabilidad (0,40) mostraron baja fiabilidad.
El CEVII versión en español 22, creado por Walker et al. en 1987 25,26, está compuesto de 52 preguntas, con respuesta tipo Likert: nunca (1 punto) hasta rutinariamente (4 puntos). Se ha reportado alfa de Cronbach de 0,94, validez de constructo por análisis factorial y validez de criterio con estructura de seis dimensiones: crecimiento espiritual (CE), relaciones interpersonales (RI), nutrición (NUT), actividad física (AF), responsabilidad de la salud (RS) y manejo del estrés (ME).
La puntuación oscila entre los 52 y los 208 puntos. El resultado permite calcular la puntuación media de cada dimensión y global para obtener el EVPS, una puntuación global igual o superior a la media indica EVPS suficiente 26. El análisis de fiabilidad del CEVII global mostró un alfa de Cronbach de 0,9. Las dimensiones CE (0,788), RI (0,724), AF (0,681), RS (0,862) y ME (0,651) obteniendo aceptable consistencia interna, solo NUT (0,544) mostró baja fiabilidad. Los datos se analizaron con el programa SPSS v. 20, se obtuvieron medidas de tendencia central y de dispersión, se utilizó el test chi-cuadrado para las variables categóricas y el coeficiente de correlación de Spearman, empleando un nivel de significancia de alfa = 0,05.
Resultados
Datos sociodemográficos de los estudiantes universitarios
Los estudiantes tenían una edad promedio de 20 años (DE = 1,4), el 70,5 % eran hombres y solteros la mayoría. Un 45,5 % estudiaba geología, 29,5 % física y 25 % ciencias de la computación. La distribución por semestre académico fue proporcional, ligeramente mayor en cuarto semestre (29,5 %). Un 86,4 % de los estudiantes no trabajaba. La mayoría contaba con servicio de salud (93,2 %), provenía del área urbana (93,2 %) y vivía con su familia (93,2 %) (Tabla 1).
Sentido de coherencia en los estudiantes universitarios
Los estudiantes universitarios en un 52,3 % obtuvieron en general SOC global bajo con puntuación inferior a la media (57,0 puntos), con mayor predominio en hombres (54,8 %). Se observó comprensibilidad alta (56,8 %) al mostrar un promedio igual o mayor a 21,0 puntos, con prevalencia en hombres (58,1 %). En manejabilidad el nivel fue alto (68,2 %) con media igual o mayor a 18,0 puntos, siendo mayor en mujeres (69,2 %). En significatividad el nivel fue alto (54,5 %) con puntaje medio igual o mayor a 19,0 puntos, con mayor frecuencia en hombres (54,8 %). Según el sexo de los estudiantes, el SOC global y sus dimensiones no mostraron diferencia estadísticamente significativa, con valor p > 0,05 (Tabla 2).
Estilo de vida promotor de salud en los estudiantes universitarios
Los estudiantes universitarios en un 56,8 % obtuvieron en general un EVPS global insuficiente con puntuación inferior a la media (128 puntos) con mayor frecuencia en mujeres (69,2 %). Mostraron CE alto (65,9 %; media ≥ 26), AF alta (50 %; media ≥ 17), RS alta (52,3 %; media ≥ 19) y ME alto (59,1 %; media ≥ 19) con mayor predominio en mujeres; sin embargo, las RI fueron altas (59,1 %; media ≥ 26) y en NUT hubo baja percepción (54,5 %; media ≥ 26), ambas fueron mayores en los hombres. Según el sexo de los estudiantes, no hubo diferencia estadísticamente significativa en EVPS global y cada una de las dimensiones, con valor p > 0,05 (Tabla 3).
Sentido de coherencia y estilo de vida promotor de salud
El SOC tuvo correlación positiva significativa con EVPS (Rho Spearman 0,478; p < 0,01). El SOC correlacionó positivamente más alto con crecimiento espiritual (Rho Spearman 0,498; p < 0,01). El SOC y sus dimensiones tuvieron correlación positiva significativa fuerte (p < 0,01) (Tabla 4).
Discusión
Al analizar el SOC y su relación con el EVPS en estudiantes universitarios que cursaban su carrera en ciencias exactas y naturales en una universidad pública en Sonora, México, se identificó que más de la mitad eran hombres, con edad promedio de 20 años, mayormente del cuarto semestre, más de la mitad no trabajaban, casi la totalidad provenían del área urbana, vivían con su familia y contaban con protección de un servicio de salud. Estos resultados contrastan con lo reportado en universitarios mexicanos, donde casi la mitad eran hombres, con edad promedio de 21 años, cursaban los primeros semestres de la carrera y poco más de la mitad estudiaban y trabajaban 27.
Se ha reportado que hay menor ingreso de mujeres a las carreras de física, ciencias de la tierra y ciencias de la computación, quienes prefieren las áreas de ciencias biológicas y salud 28. Se reconocieron como factores protectores: vivir con la familia, contar con un servicio de salud y no tener que desplazarse del área rural a la urbana para estudiar durante su formación universitaria, brindando seguridad económica y social a los estudiantes 29.
La escala SOC-13 tuvo buena confiabilidad (a = 0,702), con puntuación media de 57,0 puntos; resultados similares se evidenciaron en estudiantes adultos colombianos (a = 0,793) 30; contrastando con resultados superiores en estudiantes españoles y venezolanos (a = 0,81 y 0,83) con puntuación media de 63,7 puntos 31,32.
Los estudiantes se caracterizaron por mostrar una percepción de SOC global bajo, con prevalencia en hombres. Al respecto, investigaciones en estudiantes japoneses reportaron similares resultados 33 y más de la mitad de los universitarios chinos presentó SOC débil 34; en estudiantes colombianos se identificó SOC en rango medio a alto, mientras que las mujeres se ubicaron con SOC bajo 30; en contraste, estudiantes españoles hombres tuvieron promedio mayor de SOC global 31.
Esto resultados hacen posible afirmar que el nivel de SOC puede variar según el país de residencia de los estudiantes, modificando los retos a los cuales se enfrentan en su vida diaria. Un nivel de SOC fuerte conduce a las personas a adoptar y conservar un buen estado de salud, debido a que es un recurso psicológico que la promueve, además contribuye a mejorar la percepción del entorno al responder de forma adecuada a situaciones de demanda o de riesgo 31,34.
Por otra parte, se observó que los estudiantes mostraron comprensibilidad y significatividad altas predominando en hombres, y las mujeres tuvieron manejabilidad alta; no hubo diferencia estadísticamente significativa en SOC global y sus dimensiones según sexo de los estudiantes. En relación con los resultados, se advirtieron en estudiantes españoles niveles altos en las tres dimensiones 35; y en estudiantes de enfermería, según sexo no reportaron diferencia estadística en SOC global, pero hubo diferencia estadística en el factor 2 (externo) con promedio más alto en hombres 31. Estos resultados permiten inferir que el estudiante comprende, maneja y da un significado diferente a las situaciones o expectativas que vive en su entorno; los recursos que posee le facilitarán desarrollar la capacidad de abordar situaciones de estrés a las cuales está expuesto, con el propósito de afrontarlas y darles posible solución sin afectar su salud y bienestar.
El EVPS en general de los estudiantes fue insuficiente, con mayor predominio en mujeres. En investigaciones asociadas con el estilo de vida en estudiantes universitarios 32,36 se observó en general un nivel de EVPS moderado; otro estudio hecho en la India 37 mostró un nivel alto de EVPS principalmente en mujeres (media = 139,4) y en Colombia algunos trabajos reportaron que los estudiantes tuvieron conductas saludables con promedio global alto (media = 173,6) 38; donde las mujeres manifestaron mejor EVPS en comparación con los hombres 39. Al respecto, se ha probado que los estudiantes universitarios son una población vulnerable, en algunos aspectos tienen más problemas que la población general, no perciben el riesgo y muestran menos conductas saludables, a pesar de contar con conocimientos para llevarlas a cabo 40. Probablemente las conductas adoptadas para promover la salud en los jóvenes varían según el contexto social y personal donde se desarrollan, por lo cual se constatan promedios desiguales en las diversas poblaciones de estudiantes. Sin embargo, contar con un EVPS permanente es un buen predictor de la conducta futura.
Los estudiantes universitarios mostraron CE, AF, RS y ME alto siendo mayor en mujeres, y RI altas y NUT baja con predominio en hombres. Según sexo de los estudiantes no hubo diferencia estadísticamente significativa en EVPS global y cada una de las dimensiones. Respecto a la puntuación media de las dimensiones del CEVII, en estudiantes universitarios chilenos, las mujeres presentaron un EVPS alto en CE y RI; en cambio los hombres tuvieron EVPS alto en AF, NUT y ME; la RS fue similar para ambos sexos 41; en estudiantes colombianos, las mujeres presentaron RI altas y AF baja 36; se reportaron promedios mayores en todas las dimensiones (media = 24,1 hasta 33,7), donde más de la mitad de los estudiantes mostró CE, RI y RS alta; en cambio poco más de la mitad reveló NUT, AF y ME bajo 37.
Durante el periodo universitario existen cambios situacionales y académicos que pueden influir de forma negativa en la salud de los estudiantes 42 al mostrar conductas no promotoras de salud, desvalorizando las dimensiones relacionadas con la salud física y mental 41, al no disponer de estrategias para realizar actividad física, llevar a cabo una adecuada nutrición y contar con un mejor manejo del estrés, predisponiéndolos a conductas de riesgo para desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles y vivenciar problemas como depresión y ansiedad 43, entre otras.
El SOC global correlacionó positiva y significativamente con el EVPS global, lo que indica que a mayor SOC mejor EVPS (y viceversa) en los estudiantes universitarios. Algunas investigaciones reportan que a medida que aumentan los puntajes del SOC global, mejores resultados se observarán en los estudiantes al exhibir conductas saludables encaminadas a la actividad y ejercicio físico, bajo consumo de alcohol, tabaco y drogas, mejores hábitos en la alimentación y sueño, así como conductas en salud preventivas 27,32.
La existencia de una fuerte asociación entre SOC y comportamientos en pro de la salud en la población, permite establecer programas para ampliar la promoción y educación para la salud 44. Algunos autores hacen referencia a que el SOC se considera una variable moderadora del estrés y la salud mental del individuo, lo cual es indispensable para la toma de decisiones asertivas sobre su propia salud, facilitando modificar las conductas no saludables 45,46.
Conclusiones
Con base en el objetivo trazado se pudo identificar que en general, poco más de la mitad de los estudiantes universitarios que cursaban su carrera en ciencias exactas y naturales en una universidad pública en Sonora, México, mostró una percepción de SOC global bajo y un EVPS global insuficiente. Se reconoce que la etapa de transición a la vida universitaria es un periodo importante y crítico para los estudiantes, por lo que es prioritario establecer programas de promoción y educación para la salud con enfoque salutogénico, con el propósito de fortalecer el uso de los recursos disponibles y desarrollar un SOC más fuerte en los estudiantes, para facilitar la resolución de situaciones estresantes y de salud de forma comprensible, manejable y significativa.
Se detectó que los estudiantes contaban con algunos factores protectores que pueden ayudarle en su vida universitaria como son: no trabajar, contar con un servicio de salud, provenir del área urbana y vivir con su familia.
El desarrollo de un SOC fuerte en una población vulnerable, como son los estudiantes universitarios, que están expuestos a determinantes de la salud, que pueden ser nocivos o benéficos para su desarrollo personal y profesional, favorecerá la adopción de conductas promotoras en salud permanentes, al contribuir a mejorar su calidad de vida. El SOC es considerado un recurso psicológico, moderador y predictor de la salud física y mental, además mejora el bienestar de las personas.
En este estudio se demostró una correlación directa y positiva entre el SOC y EVPS, lo que hace inferir que es más probable que el estudiante al obtener puntajes iguales o superiores a la media en el SOC demostrará promedios iguales o superiores en su EVPS; esto permitirá replantear conductas que promuevan su salud y fortalezcan sus relaciones con el entorno educativo, social y familiar.
La teoría salutogénica plantea una orientación hacia la vida, con una disposición flexible y adaptable que permite a las personas afrontar con éxito las experiencias adversas de la vida cotidiana. El empleo de este enfoque en la promoción de la salud aporta a la disciplina de enfermería la oportunidad de visualizar de forma integral al individuo, familia o comunidad desde la mirada de la salud positiva, no desde la enfermedad; el propósito primordial es que las personas aumenten la conciencia y responsabilidad sobre su propia salud.
En el ámbito educativo universitario es necesario establecer programas orientados al desarrollo de habilidades para la vida de los estudiantes, que conduzcan a la toma de decisiones asertivas para fortalecer su bienestar y un pleno desarrollo físico, psicológico, social y espiritual; y egresen generaciones de profesionales capaces de cuidarse y ser ejemplo para la sociedad.
