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Acta Colombiana de Psicología

Print version ISSN 0123-9155

Act.Colom.Psicol. vol.13 no.2 Bogotá July/Dec. 2010

 

ARTÍCULO

SENSIBILIDAD MATERNA Y MALTRATO INFANTIL

MATERNAL RESPONSIVENESS AND CHILD ABUSE

SENSIBILIDADE MATERNA E ABUSO INFANTIL

ARIEL VITE SIERRA, FLORENTE LÓPEZ RODRÍGUEZ Y AGUSTÍN NEGRETE CORTÉS
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

* Facultad de Psicología, UNAM. Av. Universidad 3004. 04510 México D.F.México. avite@servidor.unam.mx



Recibido, junio 19 /2009
Concepto evaluación, diciembre 2/2009
Aceptado, junio 28/2010

Resumen

El interés del presente estudio fue evaluar el constructo de sensibilidad materna en un grupo de diadas madre-hijo con historia de maltrato físico infantil en relación con un grupo de madres no maltratadoras. Participaron 30 diadas madre-hijo, 15 con historia de maltrato físico y 15 sin historia de maltrato físico, las cuales fueron apareadas con relación a la edad y el sexo de los niños. Todas las diadas fueron observadas a través del Sistema de Captura de Datos Observacionales SICDO (Vite, García y Rosas, 2006), en una condición académica. Los resultados indican que los niños maltratados mostraron mayor comportamiento aversivo que sus contrapartes controles, pero fueron similares en la conducta prosocial. En relación con el comportamiento materno, se observó que las madres maltratadoras presentan mayor comportamiento aversivo e instruccional que las madres control, pero manifestaron frecuencias similares en los comportamientos prosocial y neutral. Así mismo, ambos grupos de madres aprueban de manera similar y en bajas proporciones la conducta prosocial de sus hijos. Por otra parte, las madres maltratadoras son menos sensibles al comportamiento de sus hijos que las madres no maltratadoras. Estos hallazgos representan un intento exploratorio de proporcionar una nueva perspectiva en el proceso de los intercambios sociales a través del cual los niños y sus madres se involucran en episodios coercitivos que llevan al maltrato físico infantil.

Palabras clave: Maltrato físico infantil, sensibilidad maternal, interacción social, metodología observacional, inconsistencia maternal.


Abstract

The interest of this study was to assess the construct of maternal responsiveness in a group of mother-infant dyads with a history of child physical abuse as compared to a group of nonabusive mothers. The sample included 30 mother-infant dyads, 15 with history of physical abuse and 15 without history of physical abuse, which were paired in relation to age and sex of children. All dyads were observed through the Data Capture System Observational SOI-I (Vite, Garcia y Rosas, 2006), in an academic condition. The results indicate that abused children were more aversive than their controls, but similar in pro-social behavior. In relation to maternal behavior, the abusive mothers displayed more aversive and instructional behavior than control mothers, but showed similar frequencies in neutral and pro-social behavior. . Also, both groups of mothers approve in a similar manner and in a low rate their children's pro-social behavior. On the other hand, the abusive mothers were less responsive to the behavior of their children than non abusive mothers. These findings represent an exploratory attempt to provide a new perspective on the process of social exchanges through which children and their mothers get involved in coercive episodes that lead to physical child abuse.

Key words: Child abuse, responsiveness, social interactional, observational methodology, maternal inconsistency.


Resumo

O interesse deste estudo foi avaliar a construção de sensibilidade materna em um grupo de díades mãe-criança com história de abuso físico na infância frente a um grupo de mães não abusadoras. Os participantes foram 30 díades mãe-bebê: 15 com história de abuso físico e 15 sem histórico de abuso físico, que foram pareadas com relação à idade e ao sexo das crianças. As duplas foram observadas pelo Sistema de Captura de Dados Ocupacionais (SICD) em situação acadêmica (Vite, Garcia y Rose, 2006). Os resultados indicam que o comportamento das crianças abusadas foi mais aversivo do que as crianças controle, mas foram semelhantes nos comportamentos pró-sociais. Respeito ao comportamento materno, observou-se que as mães abusadoras mostram um comportamento aversivo e instrucional maior do que o comportamento das mães controle, ainda que suas frequências nos comportamentos neutral e pró-social foram semelhantes. Os dois grupos de mães aprovam em proporções baixas o comportamento pró-social de seus filhos. As mães abusadoras são menos sensíveis ao comportamento de seus filhos do que as mães não abusadoras. Estes resultados são uma tentativa de mostrar uma nova perspectiva sobre os intercâmbios sociais que levam as crianças e suas mães a episódios coercivos que terminam em abuso físico.

Palavras-chave: abuso físico infantil, inconsistência materna, interação social, metodologia observacional, sensibilidade materna.


Existe evidencia de que los intentos paternales disciplinarios son los responsables inmediatos del maltrato infantil (Chaffin, et al., 2004; Herschell y McNeil, 2005). Al respecto, Gil (1970) reporta que el 63% de los casos de maltrato se presentó como consecuencia de las acciones disciplinarías paternas ante el comportamiento infantil aversivo.

Partiendo de este señalamiento, las intervenciones conductuales se han enfocado al desarrollo de programas que tienen como propósito el enseñar a los padres habilidades para promover la obediencia en sus hijos, basándose con frecuencia, en la estrategia del reforzamiento directo; es decir, se instruye a los padres a reforzar de manera positiva la obediencia infantil, ignorar la desobediencia (extinción), o aplicar el tiempo-fuera (ausencia de oportunidades de obtener reforzamiento positivo). Asimismo, se les enseña el manejo de contingencias similares para otra clase de conductas disruptivas, tales como demandas, amenazas, conducta agresiva, entre otras (Kazdin, 2005).

Sin embargo, la investigación ha señalado que para entender el maltrato físico infantil se requiere de un enfoque más amplio que la perspectiva del reforzamiento inmediato a las conductas apropiadas e ignorar el comportamiento aversivo.

Un enfoque alternativo es la variable molar sensibilidad materna, que surge de las investigaciones realizadas sobre sincronía interaccional y prácticas parentales positivas en el área de los problemas de comportamiento infantil (Isabella, Belsky y von Eye, 1989; Strand, 2000a, 2000b; Wahler y Meginnis, 1997).

De manera particular, la sensibilidad materna es un constructo que describe las respuestas de los individuos que se encuentran involucrados en interacciones sociales diádicas. Cuando se aplica al dominio paternal, se traduce en interacciones sincrónicas, reguladas y oportunas, propias de un cuidador hábil en adaptarse al estado, necesidades y señales de su hijo (Isabella y Belsky, 1991; Parpal y Maccoby, 1985; Rocissano, Slade y Lynch, 1987).

Los niños, quienes tienen padres sensibles, reaccionan a ésta en forma de aproximaciones positivas y cooperativas hacia sus padres (Eisenberg y Fabes, 1998; Kochanska y Murray, 2000), a diferencia de los hijos de padres poco sensibles quienes son más probables de mostrar afecto negativo (Johnston, Murray, Hinshaw, Pelham y Hoza, 2002; Kuczynski y Kochanska, 1990).

Además de generar interacciones sincrónicas, los padres generalmente realizan peticiones o demandas (Lytton, 1980; Maccoby, 1980). La forma en que los cuidadores las proporcionan es tan importante como su sensibilidad, en virtud de que las demandas están asociadas con efectos en la socialización de conducta adaptativa y desadaptativa infantil (Cavell, 2001; Kuczynski y Kochanska, 1990).

Al respecto, los estudios observacionales que han analizado las interacciones entre madres maltratadoras y no maltratadoras, refieren que las primeras muestran menos conductas sociales, mayor número de comportamientos aversivos, alto nivel de instrucciones, conductas inconsistentes, más conductas negativas ante conductas prosociales del niño, así como mayor frecuencia de episodios de coerción; por su parte, los niños muestran comportamiento hostil y oposicional, así como retraimiento social con sus pares (Cicchetti y Toth, 2000; Timmer, Urquiza y Zebell, 2005; Vite y López, 2007).

Estos hallazgos, basados en la perspectiva interaccional, han permitido delinear propiedades de regulación del comportamiento diádico en situación de maltrato.

En general, se consideran cuatro factores: a) una inhabilidad de las madres maltratadoras para imponer sus instrucciones, empleando una tasa elevada de éstas sin conseguir la obediencia del niño y, que en consecuencia, provocan una serie de secuencias instruccionales del tipo orden-oposición-orden-oposición que propicia secuencias aversivas (Lorber, Felton y Reid, 1984), b) la alta frecuencia de conducta aversiva, (e.j. regañar, amenazar) característica de las madres maltratadoras, está relacionada con tasas altas de conducta inadecuada por parte del niño (e.j. desobediencia, conducta oposicional, agresión; Lorber y cols, 1984; Oldershaw, Walters y Hall , 1986; Wipple y Webster-Stratton, 1991), c) conducta maternal inapropiada, la cual se manifiesta tanto en relación con la conducta prosocial del niño, como con la conducta negativa del mismo y d) una probabilidad condicional de la disminución de la conducta materna inapropiada cuando se presenta la conducta inapropiada del niño.

A partir de estas propiedades, es posible señalar que las madres maltratadoras no son sensibles a lo que su hijo hace o dice, y carecen del conocimiento de cómo y cuándo responder al amplio reportorio del niño.

Por lo que es factible señalar que si los patrones de respuesta maternal son apropiados y consistentes en referencia con la conducta del niño, esto hace probable que éste participe de forma apropiada a fin de mantener dicha continuidad.

Contrariamente, si las conductas son inconsistentes y/o irrelevantes a la conducta del niño, éste no tiene una base para conectarse socialmente con su madre y estará más predispuesto a desobedecer, lo cual podría incrementar la probabilidad de un episodio de maltrato físico (Cerezo y D'Ocon, 1999).

En resumen, existe una buena razón para explorar la sensibilidad materna en el maltrato físico infantil, a fin de analizar el papel que puedan jugar para el desarrollo de estrategias de intervención en este campo.

Por lo anterior, el interés del estudio fue evaluar el grado de sensibilidad materna de díadas madre-niño con historia de maltrato físico en una actividad académica, utilizando un grupo de comparación de madres no maltratadoras.

Método

Participantes

Participaron un total de 30 díadas madre-hijo, 15 con historia de maltrato físico y 15 sin historia de maltrato físico. Las 15 díadas con historia de maltrato físico infantil fueron canalizadas por una institución gubernamental a un centro comunitario para recibir tratamiento psicológico. Este grupo fue integrado por 12 niños y niñas, con un promedio de 7.11 años de edad; el promedio de edad de las madres fue de 32.3 años, con una escolaridad media de primaria y nivel socioeconómico bajo.

Las 15 díadas sin historia de maltrato se seleccionaron de una escuela primaria oficial del sur de la ciudad de México, y se conformó de 12 niños y 3 niñas, con una edad promedio de 7.7 años. La edad promedio de las madres fue de 34.7 años, con una escolaridad media de secundaria y nivel socioeconómico bajo.

Escenario

Cada grupo de díadas fue video grabado en escenarios diferentes. Para las díadas con historia de maltrato físico infantil, las sesiones de observación se llevaron a cabo en un cubículo de aproximadamente 3 x 3 m., con ventilación e iluminación adecuadas, de un Centro Comunitario al sur de la ciudad de México, acondicionado con una mesa y sillas, un televisor y una videograbadora. El cubículo se ubicó en un área aislada del ruido e interrupciones. Con las díadas control, las sesiones de observación se llevaron a cabo en el hogar de las mismas, específicamente en el comedor. Las observaciones fueron programadas y conducidas de la misma forma para los dos grupos.

Instrumentos

Se aplicó la escala para la Detección de Madres Maltratadoras Física y/o Emocionalmente. Esta escala tiene por objetivo identificar el tipo de maltrato, físico y/o emocional, por medio de 107 reactivos, de los cuales 80 evalúan el maltrato físico y 27 el maltrato emocional. Todos los reactivos son evaluados con cuatro opciones de respuesta (siempre - casi siempre - a veces - nunca), y tienen un puntaje que abarca de 1 a 4. El instrumento posee un índice de consistencia interna .90 para la escala en general, .81 para la sección de maltrato físico y de .78 para la subescala de maltrato emocional (Pérez, 2006).

Se empleó la Entrevista de Evaluación Psicosituacional con el propósito de conocer las características conductuales de la problemática que presenta la díada. Dicha entrevista está dividida en seis secciones: a) determinación de la conducta objetivo, b) descripción de situaciones y ambientes específicos en los que ocurre la conducta, c) contingencias que estimulan y mantienen la conducta, d) determinación de la relación de interacción entre el niño y los padres, e) métodos empleados para el control de la conducta y f) detección de ideas irracionales (Walker y Shea, 1987).

Se utilizó el sistema de captura de datos observacionales (SICDO; Vite, García y Rosas, 2005), el cual es un sistema computarizado de registro observacional para el estudio de la interacción madre-niño en ambientes controlados, y comprende un conjunto de categorías de comportamiento, mutuamente excluyentes y exhaustivas, de la madre y del niño. Sus principales características son: a) permite un registro continuo de las interacciones, b) posibilita la codificación secuencial de eventos, c) permite la obtención de medidas de frecuencia por sesión de cada código, tanto de la madre como del hijo y d) sus tasas de respuesta por minuto.

Las conductas maternas se evaluaron dentro de cuatro categorías:

Aversiva. Comprendió las conductas de amenazar, desaprobar y regañar.

Prosocial. Abarcó las conductas de aproximación social, aprobar y obedecer.

Instruccional. Incluyó verbalizaciones concisas y claras que señalen el cómo, cuándo y dónde se tiene que realizar una conducta.

Neutral. Comprendió la conducta de supervisar.

Las conductas infantiles se evaluaron dentro de dos categorías:

Prosocial. Incluyó las conductas de obedecer y realizar la actividad.

Aversiva. Comprendió las conductas de desobedecer y repelar (Véase anexo 1 para la definición de las conductas).

Asimismo, se evaluó el constructo de sensibilidad materna a partir de la siguiente fórmula: suma de intervalos de observación de la conducta materna prosocial contingente a la conducta infantil prosocial y aversiva, dividido entre la suma de intervalos de conducta materna prosocial y aversiva contingentes a la conducta infantil prosocial y aversiva. Esta definición operacional se retomó del estudio de Whaler, Williams, y Cerezo (1990).

Procedimiento

Las grabaciones de las díadas se llevaron a cabo por medio de una cámara de video sostenida por un trípode, colocado a tres metros de la mesa en la cual se encontraban la madre y el niño, para el Grupo de Maltrato, y en la esquina de la sala de la casa para el Grupo Control. Las 30 díadas fueron observadas durante tres sesiones de 20 minutos cada una.

Para la evaluación se programó una actividad académica (tarea), supervisada por la madre de acuerdo al nivel escolar de cada niño.

Resultados

Concordancia

A partir del 30% del total de las observaciones, tanto de las madres como de los niños, se calculó el índice de concordancia Kappa de Cohen (Bakeman y Gottman, 1989) comparando los registros realizados por dos observadores de forma independiente. Los índices obtenidos, para las conductas de las madres del grupo de maltrato fueron de .80 a .85 y en las del grupo control de .82 a .84. Para las conductas de los niños del grupo de maltrato se obtuvieron índices de .84 a .89 y de .79 a .88 en los niños del grupo control.

Reducción de datos

Para el análisis de datos se llevaron a cabo diversas acciones: inicialmente, el total de las videograbaciones de las 30 diadas madre-hijo fueron convertidas en secuencias de conductas de acuerdo con un muestro temporal segundo a segundo. Posteriormente, los dos archivos de datos uno de las madres y otro de los niños, fueron convertidos en uno solo, de forma que una secuencia de comportamiento fue la variable correspondiente a la madre y otra al hijo.

Comparación de las medias de los grupos

Para realizar las comparaciones entre los grupos de díadas de los comportamientos materno e infantil y el índice se sensibilidad materna se empleó la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney.

La Tabla 1 muestra los datos de la conducta materna. Como se aprecia, la conducta prosocial se presentó en promedio .42 minutos en el grupo control y .41 en el grupo de maltrato, siendo la diferencia estadísticamente no significativa. En relación a la conducta aversiva ésta tuvo un promedio de .20 para el grupo control y .38 para el grupo de maltrato, con un valor z=187.07 y una p asociada .00. Concerniente a la conducta instruccional se mostró con un promedio de .10 en el grupo control y .23 en el grupo de maltrato, presentándose diferencias estadísticamente significativas (z=175.21 y una p>00). Finalmente, el comportamiento neutral se observó con un promedio de .30 en ambos grupos.

Por lo que respecta al comportamiento infantil, la Tabla 2 muestra los datos de los dos grupos. Como se observa, el promedio de la conducta prosocial en el grupo control fue de .85 y .84 para el grupo de maltrato, no siendo la diferencia estadísticamente significativa (z=16.06 y una p>10). En lo que concierne a la conducta aversiva su frecuencia en el grupo control fue de .06 y .56 en el grupo de maltrato, siendo la diferencia significativa (z=183.15 y una p>.00).

La Tabla 3 muestra las medias y desviaciones estándar del índice de sensibilidad materna de los dos grupos en una situación académica (tarea escolar). Se puede observar que el índice de sensibilidad materna fue de 0.68 para el grupo control y 0.45 para el grupo de maltrato, siendo esta diferencia estadísticamente significativa (z=115.24 p>.00).

A fin de determinar el tipo de comportamiento diádico que indicara qué componente del índice de sensibilidad materna marcó la diferencia ente los grupos de madres, se crearon matrices antecedente-consecuente de los patrones involucrados, con dicha matriz se efectuó un análisis Log-lineal. Posteriormente, se realizó el análisis de los residuos estandarizados para obtener los valores Z críticos (+1.96). En la Tabla 4 se muestran los resultados obtenidos, en los cuales sobresale que ante las conductas prosociales del niño, las madres maltratadoras observan una alta probabilidad de proporcionar conductas aversivas. En las dos secuencias restantes, neutral-prosocial e instrucción-aversiva, las probabilidades condicionales son similares en ambos grupos.

Discusión

El objetivo del presente estudio fue determinar el grado de sensibilidad materna de díadas madre-niño con historia de maltrato físico en una actividad académica, utilizando un grupo de comparación de madres no maltratadoras.

El análisis de los datos obtenidos señala que, tanto el grupo de díadas con historia de maltrato como el control, mostraron similitudes y diferencias. Como se esperaba, las diadas maltratadoras mostraron mayor comportamiento aversivo e instruccional que las díadas control, pero manifestaron frecuencias similares en los comportamientos prosocial y neutral. Por otra parte, ambos grupos de madres aprueban de manera similar y en bajas proporciones la conducta prosocial (obedecer y realizar la actividad) de sus hijos. Respecto al comportamiento infantil, se observó que los niños maltratados mostraron mayor comportamiento aversivo que sus contrapartes controles, pero fueron similares en la conducta prosocial.

Los resultados anteriores, en general, son similares a los obtenidos en diversos estudios (ver Cicchetti y Toth, 2000; Timmer, Urquiza y Zebell, 2005; Vite y López, 2007).

Sin embargo, pese a que las diferencias conductuales entre los grupos de madres maltratadoras y no maltratadoras proporcionan datos interesantes, la naturaleza interactiva de las conductas diádicas parece ser críticamente importante para entender el desarrollo de episodios de violencia hacia el menor.

Por ejemplo, al analizar los componentes del índice de sensibilidad materna, se observa que la conducta materna prosocial (aproximación social, aprobar, obedecer) es aplicada por las madres maltratadoras de manera contingente a la conducta aversiva infantil (desobedecer y repelar) con mayor frecuencia que las madres control, lo cual señala la posibilidad de un proceso de indiscriminación materna.

Este proceso apoya al modelo de la coerción en el maltrato infantil (Loeber, Felton, y Reid, 1984), el cual señala que las respuestas maternales inconsistentes o no contingentes a la conducta prosocial infantil pueden propiciar un incremento en las conductas negativas del niño, ya que dicho comportamiento tiende a ser más consistente, no obstante que es aversivo, en respuesta a la conducta maternal. Al incrementar los intercambios negativos, esto puede elicitar castigos que ocasionen daño físico al niño.

No obstante que las operaciones de reforzamiento materno y la reciprocidad infantil son igualmente evidentes en ambos grupos de díadas, las diferencias se observan en los momentos y en la consistencia de sus respectivas contingencias de reforzamiento.

Por otra parte, el índice de sensibilidad materna observada en díadas con historia de maltrato físico sigue el mismo proceso de intercambio social que en díadas "normales", por lo que se considera pertinente que la investigación futura contemple un mayor número de díadas madre-hijo, a fin de establecer la pertinencia que este constructo puede tener en el diseño de estrategias de intervención es esta área. Así mismo, sería adecuado poder llevar a cabo la evaluación de las interacciones dentro de escenarios similares, ya sea dentro del laboratorio o en los hogares de las diadas, a fin de controlar la variable escenario.

Los resultados obtenidos representan un intento exploratorio de proporcionar una nueva perspectiva en el proceso de los intercambios sociales, a través de la cual los niños y sus madres se involucran en episodios coercitivos que llevan al maltrato físico infantil.

Dicha exploración fue guiada por investigación previa en la arena de los problemas de comportamiento infantil. Al respecto, en un estudio experimental, Parpal y Maccoby (1985) ilustraron que la enseñanza a los padres a comportarse de manera más sensible con sus niños en tareas de juego tendió a altas tasas de obediencia en subsecuentes tareas de guardar los juguetes. Por su parte, Wahler y Bellamy (1997) señalan que la sensibilidad materna puede, en general, promover reciprocidad en la interacción madre-niño, y en particular, la obediencia infantil al enseñar a las madres el empleo de dos técnicas de reforzamiento: aprobación y reflejo. Estas dos conductas maternas funcionan como reforzadores que posibilitan englobar el repertorio de la conducta infantil y satisfacer mutuamente las necesidades en la interacción madre-hijo. Contrariamente, algunos estudios han documentado una asociación entre ausencia de sensibilidad materna como una medida de reacciones inconsistentes a la conducta infantil aversiva y oposicional (Dumas y Whaler, 1985; Whaler y Dumas, 1986).

En conjunto, estos estudios sugieren que adicionalmente a ser influenciado por las respuestas contingentes inmediatas, la obediencia infantil es influenciada por patrones molares de coordinación entre los padres y los niños. Algunos estudios han ilustrado que estos patrones iniciales de relación no únicamente predicen la ocurrencia de conducta infantil, sino también de conducta en la infancia y la adolescencia (Estrada, Arsenio, Hess, y Holloway, 1987; Isabella y Belsky, 1991).

Por esto, los resultados obtenidos deben de tomarse con algunas reservas, debido a que este constructo se ha evaluado en el campo de los problemas de comportamiento infantil y no el área del maltrato físico infantil. Por lo tanto, se sugiere llevar a cabo mayor investigación empírica en esta área que corrobore los resultados logrados.


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ANEXO 1

Conductas de la madre

Anexo 1

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