El síndrome metabólico (METS) se define como un conjunto de variables de índole clínico y paraclínico que al estar presentes en un individuo o población predicen un incremento en el riesgo de padecer eventos cardiovasculares y enfermedades metabólicas (ECVM) de gravedad considerable en el mediano o largo plazo 1. Según el concepto de la Sociedad Colombiana de Cardiología, el METS constituye una entidad de origen multifactorial, el cual se caracteriza por la presencia de alteraciones como resistencia a la insulina, hiperinsulinismo, obesidad, alteraciones del metabolismo de la glucosa, hipertensión arterial (HTA) y dislipidemia 1,2. El síndrome metabólico implica al menos un aumento del doble del riesgo de eventos cardiovasculares y el pronóstico es peor después de cualquier evento coronario agudo; así mismo, la presencia de METS predice el desarrollo de insuficiencia cardiaca crónica y un incremento en la mortalidad por la misma 3.
En Suramérica los eventos cardiovasculares se han convertido en la principal causa de mortalidad en la población, seguidos del METS y el cáncer. Según el estudio CARMELA, la prevalencia de METS fue del 26 % en la ciudad de Barquisimeto (Venezuela), seguido de Santiago de Chile (Chile) y Bogotá (Colombia) con un 21 % y 20 % respectivamente. Menores porcentajes se encontraron en Lima, Buenos Aires y Quito 4.
El diagnóstico de METS se fundamenta en variables clínicas y de laboratorio en función de criterios establecidos para diferentes poblaciones 1,3,5,6. Para la población latinoamericana, los criterios generalmente aplicados son los establecidos por la Asociación Latinoamericana de Diabetes (ALAD) 7, que son: Obesidad abdominal (perímetro abdominal >94 cm en hombres y >88 cm en mujeres); Triglicéridos (TAG) elevados: ≥150 mg/dL o en tratamiento hipolipemiante específico; Colesterol HDL (HDL-C) bajo: <40 mg/dL en hombres y <50 mg/dL en mujeres; Presión Arterial alta: ≥130/85 mmHg o en tratamiento antihipertensivo; alteración en la glicemia: glicemia en ayunas >100 mg/ dL o Intolerancia Oral a los Carbohidratos (IOC) o Diabetes Mellitus (DM) diagnosticada.
Las personas que trabajan en la conducción de vehículos constituyen una población especialmente sensible a desarrollar METS. El sedentarismo, la alteración de los hábitos alimentarios, el consumo de carbohidratos y lípidos en la dieta, las altas tasas de tabaquismo, la alteración de los hábitos de sueño y el estrés psicológico, constituyen factores de riesgo muy claros en este grupo poblacional. Los estudios sobre METS en conductores son escasos y se limitan a ensayos descriptivos no concluyentes. En Colombia, los datos de prevalencia de METS en conductores son insuficientes. En un estudio descriptivo de corte transversal realizado por Chaparro en 2001, realizado en conductores de servicio público, se encontró que esta población tiene gran morbilidad por enfermedades osteomusculares, respiratorias y circulatorias, además de sobrepeso y obesidad 8.
No se cuenta con reportes que evidencien la magnitud del METS en conductores en Armenia, Quindío. Ante esta situación, el objetivo principal del presente estudio fue caracterizar y comparar la población de conductores de servicio público, que presentaron y no presentaron METS en función de los criterios establecidos por la ALAD.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se llevó a cabo un estudio analítico de corte transversal en el que participaron individuos que laboraban como conductores de vehículo tipo taxi y colectivo de una empresa de servicio público de la ciudad de Armenia, Quindío. El proyecto fue aprobado por el Comité de Bioética de la Universidad del Quindío.
En Armenia existen seis empresas de taxis, de las cuales se seleccionó una, con 400 conductores. El cálculo de la muestra fue de 196 sujetos de estudio de los cuales participaron 125 personas, ocho se retiraron y finalmente quedaron 117 sujetos de investigación.
Con la información aportada por la empresa se elaboró una base de datos y se realizó la selección de los sujetos de investigación por medio de una tabla de números aleatorios del programa Microsoft Excel. Se invitó a las personas seleccionadas, se llevó a cabo el consentimiento informado, se elaboró la historia con las variables identificadas y se tomó la muestra de sangre. Los resultados de los exámenes de laboratorio se entregaron personalmente a los participantes.
El análisis de la información se llevó a cabo a través del programa Statgraphics Centurion XVI. Se realizó una descripción de las variables, una regresión múltiple y una regresión logística que relacionaron la presencia del METS y las principales variables asociadas al mismo.
RESULTADOS
El estudio estuvo constituido por una muestra de 117 conductores de servicio público de sexo masculino, con un promedio de edad de 45,8 años, de los cuales el 28,2 % conducía colectivo y el 71,8 % taxi. Del total de conductores de la muestra, el 52,9 % manifestó conducir el vehículo en un horario exclusivamente diurno y un 46,1 % en un horario mixto: diurno y nocturno. El promedio de horas diarias de trabajo fue de 12,3 horas. El 49,6 % refirió una intensidad horaria mayor a 13 horas día (Tabla 1).
Respecto a los hábitos, el 15,4 % eran fumadores y el 28,2 % manifestó consumir bebidas alcohólicas. El 60,7 % no realizaba ningún tipo de ejercicio físico y el 39,3 % sí. El promedio de ejercicio semanal fue de 73,4 minutos.
Con respecto a las medidas antropométricas, el promedio del Índice de Masa Corporal (IMC) fue de 28 kg/m2 y el promedio del perímetro abdominal fue de 100,1 cm. La Presión Arterial Sistólica (PAS) y Diastólica (PAD) promedio fue de 125,8 mmHg y 82,2 mmHg respectivamente. El porcentaje de conductores con cifras tensionales superiores a 140/90 mmHg fue del 13,8 %.
El promedio de Colesterol Total fue de 198 mg/dL y el de Triglicéridos fue de 207,5 mg/dL; el 64,6 % presentó TAG >150 mg/dL. Se destacan los bajos valores encontrados de HDL-C en suero: el promedio de HDL-C fue de 33,1 mg/dL y el 88,5 % presentó cifras menores de 40 mg/dL. El promedio de glicemia en ayunas fue de 85,1 mg/dL, encontrándose que el 5,3 % de los individuos presentaba cifras de glicemia en ayunas >126 mg/dL.
De la muestra de conductores, 50,4 % refirieron por lo menos una comorbilidad asociada a METS. La comorbilidad sentida más frecuente fue la alteración de la visión, la cual se informó en el 23,9 %. La dislipidemia ocupó el segundo lugar con 19 %, seguida de la Hipertensión arterial que se reportó en 12 %. La enfermedad renal se identificó en el 6 %, y la Diabetes Mellitus en el 5,1 %. La enfermedad tiroidea y la enfermedad coronaria, representaron los porcentajes más bajos con 2,6 % y 1,7 % respectivamente.
El 49,6 % cumplía con los criterios diagnósticos de METS, mientras que el 50,4 % no. El promedio de edad en individuos con METS y sin METS fue de 46,6 años y de 45,2 años respectivamente. El 68,9 % de los individuos diagnosticados con METS eran taxistas y el 31 % eran conductores de colectivo. El 74,6 % y el 25,4 % de los individuos que no presentaban mets eran conductores de taxi y colectivo respectivamente (Tabla 2).
El consumo de cigarrillo se observó en el 13,8 % de los individuos con METS y en el 16,9 % de los sujetos sin METS. El consumo de alcohol se presentó en el 32,8 % de los sujetos con diagnóstico de METS y en el 23,7 % de los individuos sin METS. La diferencia no fue estadísticamente significativa.
El 36,2 % de los conductores con METS manifestó realizar ejercicio físico con un promedio de 52,6 minutos/semana. En el grupo de conductores sin METS, el 42,4 % realizaba ejercicio físico, con un promedio de 93,9 minutos semanales. La diferencia fue estadísticamente significativa (p≤0,001).
El promedio de IMC en individuos con METS fue de 30,5 kg/m2 y el observado para conductores sin METS fue de 25,57 kg/m2, diferencia estadísticamente significativa (p≤0,001). La media del perímetro abdominal para individuos con METS fue de 107,3 cm, resultado que difiere significativamente (p≤0,001) con el encontrado para conductores sin METS (92,9 cm). El IMC mayor de 25 kg/m2 fue superior en individuos con METS respecto a los conductores sin METS (96,5 % vs 55,2 %). El porcentaje de sujetos con obesidad fue superior en conductores con METS respecto al observado en sujetos sin METS (51,7 % vs 13,8 %).
Se encontró una diferencia estadísticamente significativa (p≤0,001) para los valores de PAS. El promedio de PAS en sujetos con METS fue de 130,9 mmHg y en individuos sin METS fue de 120,6 mmHg. La media de PAD observada en sujetos con METS (84,5 mmHg) fue superior (p≤0,001) al encontrado en individuos sin METS (79,9 mmHg).
El promedio de Glicemia en individuos con METS fue de 89,9 mg/dL, valor superior al observado en sujetos sin METS (80,1 mg/dL), hallazgo que resultó ser estadísticamente significativo (p≤0,001). Así mismo, se encontró que el porcentaje de conductores con Glicemia en ayunas ≥100 mg/dL fue superior en el grupo de individuos con METS (12,1 % vs 3,6 %).
Los resultados del perfil lipídico evidencian una diferencia estadísticamente significativa en los niveles de Colesterol Total entre el grupo con METS y sin METS, según la regresión logística (p=0,04), el cual fue de 200 mg/dL y 195,89 mg/dL respectivamente. El promedio de HDL-C en conductores con METS fue de 32,3 mg/dL y de 34,02 mg/dL en individuos sin METS. También se encontraron diferencias estadísticamente significativas en los niveles de Triglicéridos (p≤0,001). El promedio de TAG en conductores con METS fue de 231,2 mg/dL y en individuos sin METS fue de 177,09 mg/dL. Así mismo, el porcentaje de conductores con cifras de TAG mayores a 150 mg/dL fue superior en el grupo de sujetos con METS (81,5 % vs 42,9 %).
En la regresión múltiple se identificó que el HDL-C presentaba una variación significativa (p=0,03) en relación con el METS. La R2 describe que la variabilidad del modelo está explicada en un 19,2 % por las variables cuantitativas incluidas (Tabla 3)
En la regresión logística se identificó que la variación explicada de METS estaba relacionada significativamente en un 69,7 % (R2) con las variables Edad (p=0,02), IMC (p≤0,001), TAG en suero (p=0,02), Colesterol Total (p =0,04), Glicemia (p=0,04) y el Ejercicio Semanal (p≤0,001).
DISCUSIÓN
La población de conductores de servicio público presenta unas características ocupacionales asociadas a perfiles socio-demográficos y laborales que incrementan el riesgo de desarrollar METS. No obstante, la literatura científica disponible es limitada en lo referente a la asociación entre METS y la actividad de conducción. En Colombia, si bien la información del perfil metabólico y cardiovascular en conductores es escasa, existen estudios que describen las características de los factores de riesgo cardiovascular en la población general 9-12.
En relación a las características demográficas se observa un rango de edad similar entre los conductores de servicio público de varios países, comparados con Colombia. En estudios realizados en conductores de Irán 13 y Corea del Sur 14, la edad promedio está entre los 37,8 años y los 46,5 años respectivamente.
Se observa un consumo de cigarrillo (15,4 %) proporcional al encontrado en el estudio IDEA 12 para la población colombiana (15,3 %); no obstante, este fue superior al reportado por Machado 11, en varias ciudades del país (6,4 %). Esta situación contrasta con los hallazgos realizados en población asiática, que evidencian los altos índices de tabaquismo del 68,3 %, 41,8 % y 47,2 % para individuos de Irán, Corea del Sur y Taiwán respectivamente 13,14,15.
El consumo de alcohol (28,2 %) fue significativamente inferior al reportado por Chen, para conductores de Taiwán (71,2 %) 15. En lo que respecta al ejercicio físico, se encontró que cerca del 82 % de los conductores dedicaba al ejercicio físico menos del tiempo semanal recomendado para mantener un estilo de vida saludable y el 60,7 % era totalmente sedentario. Esta información es similar a la encontrada en la Encuesta Nacional de Salud Pública del año 2007, en la que se identificó ausencia de ejercicio físico en el 68 % de los encuestados 9.
El promedio de IMC en el total de conductores (28 kg/ m2) fue similar al descrito por Nieto 10 para la población de Armenia, en donde se encontró un promedio de IMC de 27,5 kg/m2, así como con los resultados encontrados para una muestra de varias ciudades de Colombia 11, en las cuales se encontró un promedio de IMC de 27,6 kg/m2 (DE = 4,3). No obstante, la proporción de sobrepeso (43,1 %) y obesidad (32,76 %) es mayor a la encontrada en la Encuesta Nacional de Salud del año 2007, la cual fue de 32,3 % y 13,7 % respectivamente 9. De igual manera, el porcentaje de individuos obesos fue superior al encontrado en el estudio IDEA en población colombiana (32,8 % vs 19,3 %), y mayor para un IMC ≥25 kg/m2 (75,9 % vs 60,7 %) 12. Se observan mayores valores de IMC en individuos con METS (30,5 kg/ m2) respecto a los sujetos sin METS (25,6 kg/m2). Existe una proyección de la prevalencia de obesidad para Colombia (mayor del 15 %) cercana a la descrita en el estudio CARMELA para la ciudad de Bogotá (20 %) 4. La importancia del IMC y la obesidad en la fisiopatología del METS ha sido ampliamente soportada 3,8,9,16-20 y en este estudio presenta relevancia estadística encontrada en la regresión logística (p≤0,001).
El promedio del Perímetro Abdominal encontrado en el total de la muestra (100,1 cm) fue superior al registrado para la población local y nacional. Al respecto se reportó un promedio de 93,4 cm en población general de Armenia, Quindío y de 93,6 cm en (DE=I2,8) varias ciudades del país 10,12.
La circunferencia abdominal mostró ser superior a la encontrada en conductores de Taiwán (Promedio de 88,7 cm; DE=10,3) 15 y a la descrita por Hirata 21 en conductores brasileños (Promedio de 94,4 cm).
Por otro lado, se encontraron niveles de Presión Arterial y porcentaje de cifras tensionales ≥140/90 mmHg inferiores a las reportadas por estudios locales, nacionales y de otros países. Así, la proporción de individuos con cifras tensionales altas (PA ≥140/90 mmHg) reportado en varias ciudades de Colombia 12 fue de 22,7 %, similar al consignado en la Encuesta Nacional, el cual fue del 23 % 9. En conductores de la ciudad de Gwangju, Corea del Sur, el porcentaje de individuos que presentaban cifras tensionales ≥140/90 mmHg fue de 53,3 % 14 y el promedio de PAS y PAD registrado en conductores de Taiwán fue de 133/83 mmHg (vs 125,8/82,2 mmHg) 15. No obstante, en comparación con los sujetos que presentaban METS, el promedio de pas (130,9 mmHg) y PAD (84,5 mmHg) fue similar al expuesto por el estudio taiwanés 15. Este hecho, aunado a la diferencia estadística observada con relación a los individuos sin METS (Media de PAS y PAD de 120,6 mmHg y 79,9 mmHg respectivamente) evidencia la asociación entre la presencia de METS y cifras tensionales altas. Sin embargo, es importante considerar que el 11,9 % (14 individuos) del total de la muestra se encontraba en tratamiento antihipertensivo, situación que posiblemente pudo haber influido en los valores promedio de Presión Arterial.
En las variables bioquímicas, se encontraron niveles de Colesterol Total mayores a los reportados para la población local y nacional. El promedio en la muestra de la ciudad de Armenia fue de 188,3 mg/dL, en contraste con el encontrado en los conductores de servicio público (198 mg/dL) 10. Así mismo, el porcentaje de individuos que presentaba un Colesterol Total ≥240 mg/dL fue superior (20,3 %) al reportado por la Encuesta Nacional para Colombia (8 %) 9 y mayor al encontrado por Shin 14, el cual fue del 9,7 %. Los niveles de Triglicéridos de la totalidad de la muestra fueron superiores a los reportados para la población local (207,5 mg/dL vs 131,8 mg/dL) 10. Del mismo modo, el porcentaje de individuos con TAG ≥150 mg/dL (64,6 %) fue superior al reportado en otras ciudades del país (20 %) 11. Si bien se hallaron diferencias relevantes entre los individuos con METS respecto a los conductores sin METS, los niveles de TAG de ambos grupos fueron superiores a los reportados en los estudios locales y nacionales. En comparación con registros de conductores de otros países, los niveles de TAG presentaron valores mayores. En Taiwán se 15 reportó un promedio de TAG en los conductores de servicio público de Kaohsiung de 152 mg/dL; por su parte, Hirata 21 encontró un promedio de TAG de 146,3 mg/dL. Respecto a los resultados descritos en Corea del Sur, los conductores con TAG >150 mg/dL constituyeron un porcentaje similar de la muestra total en ambos estudios (64,6 % vs 64,2 %) 14.
Se encontraron bajos niveles del HDL-C en la muestra general de conductores y en los subgrupos con y sin METS. Aunque dichos registros son comparables a los encontrados en la población de Armenia (Promedio de HDL-C de 31,9 mg/dL) 10, son significativamente inferiores a los registrados en la población nacional, en la cual los niveles de HDL-C ≤40 mg/dL van desde el 3,6 % hasta 63 % 9,11,12. Comparado con el estudio en conductores de Taiwán, la media de HDL-C es inferior al encontrado en la investigación (53,2 mg/dL) 15, situación que es similar en la población de conductores de Corea del Sur, en la cual se reportan niveles de HDL ≤40 mg/dL en el 36,5 % 14. De igual manera, en el estudio brasileño 21 se encontraron niveles de HDL-C de 47.9 mg/dL, superiores a los registrados en la muestra total y en cada uno de los subgrupos.
«Considerando: 1. la relación estadísticamente significativa encontrada en la regresión múltiple entre los bajos niveles de HDL-C y la presencia de METS (p<0,01), 2. la presencia de una concentración de HDL-C igualmente disminuida en los sujetos sin METS, pero que presentaban otros factores de riesgo o algún parámetro bioquímico o antropométrico alterado, y 3. la importan cia del HDL-C en la fisiopatología de la obesidad y el desarrollo del METS 4,5,16,17,22,23, se propone que los bajos niveles de HDL-C podrían ser un indicador precoz de disfunción metabólica en los conductores de servicio público de la región».
Los niveles de glicemia en ayunas se hallaron en valores inferiores a los reportados en estudios nacionales y en otros conductores, tanto en la muestra general, como en individuos con y sin diagnóstico de METS. La Encuesta Nacional encontró que la población con glicemia en ayunas ≥126 mg/dL equivalía al 38 % (vs 5,3 % del total de conductores del estudio) 9. Así mismo, fue también inferior al encontrado en el estudio de Taiwán, (promedio de 105,4 mg/dL) 15 y de Brasil 21 (promedio de 100,1 mg/dL) tanto en la muestra general (85,1 mg/dL), como en los sujetos con (89,9 mg/dL) y sin METS (80,1 mg/dL).
El porcentaje de esta población afectado por METS (49,6 %), es comparativamente superior al observado en registros nacionales e internacionales: según el ATP III 18, el síndrome metabólico está presente en el 28 % de los adultos de la población general; en un 31,2 % en Zulia, Venezuela, según Florez 19; en un 25,4 % en Cartagena de Indias, según Manzur 24; en un 34 % en la población urbana de El Retiro, Antioquia, según Villegas 25. Estos datos evidencian un nivel de riesgo en los individuos que participaron en el estudio notoriamente mayor que el descrito en la población general, justificando la apreciación inicial del riesgo incrementado que poseen los conductores de servicio público de desarrollar METS Y ECVM.
En conclusión, los conductores de servicio público presentan destacables características demográficas, antropométricas y bioquímicas asociadas al perfil ocupacional que en conjunto incrementan el riesgo de desarrollar METS. La edad, el sedentarismo y la obesidad son importantes factores de riesgo cardiovascular en esta población. Los altos niveles de TAG y los bajos niveles de HDL-C constituyen parámetros de alarma presentes incluso en individuos sin METS que podrían ser interpretados como marcadores tempranos para el desarrollo de METS y ECVM