En el 2005 la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció la Comisión de los Determinantes Sociales de la Salud (CDSS) con el propósito de analizar las condiciones en que las personas nacen y viven, y cómo éstas influyen en su salud; tras décadas después de su constitución se ha promovido un mayor interés en estudiar y monitorizar las desigualdades para la toma de decisiones en salud pública. La CDSS definió dos grupos de determinantes: los estructurales y los intermediarios; en los estructurales se incluyen los ingresos, la educación, el género, el grupo étnico y la cohesión social, relacionada con el capital social; en los determinantes intermediarios, las condiciones de vida, las condiciones laborales, la disponibilidad de alimentos, los comportamientos de la población y el sistema sanitario 1-3.
Desde el enfoque de los determinantes sociales de la salud (en adelante, DSS), existen poblaciones que son más vulnerables, como las comunidades indígenas. Múltiples estudios avalan el mayor riesgo que las etnias presentan: las necesidades de salud por la cosmovisión. A ello se suma el contexto geográfico y de territorio, junto con las condiciones de vulnerabilidad por el reducido o inexistente acceso a servicios y programas 4-6.
Colombia se reconoce en su Constitución Política (que data de 1991) como un país pluriétnico y multicultural, lo que implica la protección de la diversidad étnica y cultural de la nación, incluyendo la garantía del derecho a la salud de los grupos indígenas, concebida desde sus usos y costumbres 7.
En el país existen 87 pueblos indígenas plenamente identificados, entre ellos el pueblo Zenú; un total de 233 052 personas se autorreconocen como pertenecientes a este grupo étnico 8. Esta población se localiza en los resguardos de San Andrés de Sotavento, en el departamento de Córdoba y El Volao, en Urabá. Su actividad económica se basa esencialmente en la agricultura, en la artesanía y, en menor escala, en la pesca; sin embargo, aunque su economía se basa en la producción de cosechas, generan básicamente una agricultura de subsistencia. Las comunidades indígenas zenúes tienen una antigua tradición agrícola y una diversidad de cultivos de pancoger que respaldan sus costumbres alimenticias y su cultura 9-11.
Otra de las etnias que habita en la costa caribe colombiana es la comunidad indígena Wayú; de ella es importante resaltar las condiciones de inequidad socioambiental en que viven. Su asentamiento en una zona principalmente desértica y distante del casco municipal ha dificultado desde siempre el acceso a saneamiento básico. Uno de los municipios donde residen es Manaure, en La Guajira, donde el 68 % de la población es indígena de la etnia Wayú. Las principales actividades laborales de estas comunidades son las artesanías y el pastoreo.
Los ingresos económicos de estos hogares no son estables y, según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el 24,8% de ellos están por debajo de la línea de pobreza extrema. El 59% de los habitantes del municipio de Manaure residen en áreas rurales agrupadas bajo la denominación de rancherías, donde la infraestructura de servicios como agua potable, vivienda con piso de material, alcantarillado y acceso a servicios de salud es muy deficiente
Los Wayú se encuentran ubicados en la península de La Guajira (al norte de Colombia) y al noroeste de Venezuela (en el estado de Zulia), sobre el mar Caribe. Los Wayú representan el 20,5% de la población indígena del país y el 48% de la población de La Guajira 8. La mortalidad infantil en La Guajira exhibe tasas más altas que el promedio en Colombia, estrechamente relacionadas con la desnutrición 12.
El objetivo de esta investigación fue establecer la relación entre los DSS y el estado nutricional de los niños pertenecientes a dos comunidades indígenas de la costa caribe colombiana, los Wayú y los Zenú.
MÉTODOS
Se realizó un estudio de corte transversal que incluyó 196 niños de primera infancia (0-5 años) e infantes o escolares (6 a 11 años). Se recolectaron datos sociodemográficos encuestando a los cuidadores y se tomaron medidas antropométricas a los niños. Se calcularon medidas descriptivas de las variables por tipo de población de la población Wayú y Zenú.
Los cabildos indígenas de la etnia Zenú participantes pertenecen al municipio de Chinú (Córdoba); se categorizan como comunidades rurales dispersas. Los corregimientos investigados fueron tres: los cabildos indígenas menores de Carranzó, constituidos por las zonas de Carranzó (Tierra Grata y el Trébol) y el cabildo menor de Algarrobos (conformado por Algarrobos, Ceja Grande y Bajo Piedra). Por último, el corregimiento de la Floresta, que se encuentra dividido en La Floresta, Santa Cecilia y El Delirio. En estos cabildos indígenas residen familias de la etnia Zenú.
Participaron 60 familias de cada cabildo menor, las cuales fueron priorizadas por los mismos integrantes de la junta directiva del cabildo indígena, con base en las necesidades de las familias. Para un total de 180 familias constituidas por 825 personas, de los cuales 125 son niños de cero a once años. Con respecto a la ocupación de las personas adultas de la comunidad, eran amas de casa y, en el caso de los hombres, jornaleros o agricultores y oficios varios.
En el caso de la comunidad de la etnia Wayú, participaron 62 familias, residentes en cuatro rancherías: El Chorro (9 familias), Pirwitamana (9 familias), Ballerumana (10 familias) y Sabanalarga (34 familias), constituidas por 291 personas, de la que 71 son niños. Estas rancherías están ubicadas en la zona de Mayapo, en el municipio de Manaure (La Guajira).
Se realizó el diligenciamiento de una ficha familiar, incluyendo características de la vivienda y aplicación de instrumentos de salud familiar, como el Ecomapa (para identificar los recursos familiares externos faltantes a cada familia) y el Apgar familiar (para evaluar su funcionalidad).
Para la valoración del estado nutricional, se tomaron medidas antropométricas a los niños(as) de primera infancia (0 a 5 años) e infancia o escolares de 6 a 11 años, con personal de salud previamente entrenado y bilingüe, para el caso de la etnia Wayú 13. Para el indicador de desnutrición global se consideró el indicador de Peso para la Edad - P/E, que refleja la masa corporal en relación con la edad cronológica. Este es un indicador usado a nivel poblacional. En el caso de la desnutrición aguda, la relación de Peso para la Talla- P/T y para la desnutrición crónica, la Talla para la Edad- T/E 14.
Como determinantes estructurales se consideraron los accesos a servicios públicos como agua, alcantarillado, disposición de excretas y la etnia. Para los determinantes intermedios se evaluaron la asistencia a control médico, control odontológico, esquemas de vacunación, la funcionalidad familiar evaluada con el Apgar familiar y los recursos que las familias identifican como faltantes evaluado con el Ecomapa 15.
RESULTADOS
Se encontró una prevalencia de desnutrición global en 42 niños (59,1%) IC al 95% [47,54-69,83] de la etnia Wayú y en 28 (22,4%) IC al 95% [15,98-30,47] de los pertenecientes a la comunidad Zenú. En la comunidad Wayú se identificaron como factores de riesgo la disposición de excretas a campo abierto, ya que 66 de los niños evaluados (92,9%) residen en hogares con esta práctica, frente a solo 21 niños (16,8%) en la comunidad Zenú. La falta de acueducto se dio en toda la población Wayú y en las viviendas de 38 niños (30,4%) de la comunidad Zenú.
En la Tabla 1, en relación con el sexo se encontraron diferencias en ambas poblaciones. Se observa que por cada 10 escolares hay 15 en primera infancia, en ambas comunidades. En cuanto a los servicios de salud, la afiliación de los niños está por encima del 87,3% en ambas etnias.
Variable | Wayú n/N (%) | Zenún n/N (%) |
---|---|---|
Sexo | ||
Femenino | 38/71(53,5) | 60/125(48) |
Masculino | 33/71(46,5) | 65/125(52) |
Ciclo vital | ||
Primera infancia (0-5 años) | 39/71(54,9) | 77/125(48) |
Infancia (6-11 años) | 32/71(45,1) | 48/125(52) |
Afiliación al sistema de salud | ||
Sí | 62/71(87,3) | 111/125(88,1) |
No | 9/71(12,7) | 14/125(11,9) |
Asistencia a control de crecimiento y desarrollo | ||
Sí | 30/71(42,2) | 106/125(84,8) |
No | 41/71(57,8) | 19/125(15,2) |
Asistencia a programa de salud oral | ||
Sí | 15/71(21,1) | 86/125(68,8) |
No | 56/71 (78,9) | 39/125(31,2) |
Esquema de vacunación adecuado para la edad | ||
Sí | 62/71 (87,3) | 125/125 (100) |
No | 9/71(12,7) | 0/125(0,0) |
Funcionalidad familiar (Apgar Familiar) | ||
Sí | 58/71(81,7) | 119/125(95,2) |
No | 13/71(18,3) | 6/125 (4,8) |
Acceso a servicios públicos (Acueducto) | ||
Sí | 0/71 (0,0) | 87/125 (69,6) |
No | 71/71(100) | 38/125(30,4) |
Acceso a servicios públicos (Disposición excretas) | ||
Letrina | 5/71(7,1) | 104/125(83,2) |
Campo abierto | 66/71(92,9) | 21/125(16,8) |
Acceso a servicios públicos (Alcantarillado) | ||
No | 71/71(100) | 125/125 (100) |
Recursos económicos faltantes | ||
Sí | 64/71(90,1) | 43/125(34,4) |
No | 7/71(9,9) | 82/125(65,6) |
Empleo faltante | ||
Sí | 63/71(88,7) | 18/125(14,4) |
No | 8/71(11,3) | 107/125(85,6) |
Servicio de salud occidental faltante | ||
Sí | 40/71(56,3) | 32/125(25,6) |
No | 31/71(43,7) | 93/125(74,4) |
Servicio de salud ancestral faltante | ||
Sí | 3/71(4,2) | 74/125(59,2) |
No | 68/71(95,8) | 51/125(40,8) |
Recreación faltante | ||
Sí | 0/71(0,0) | 91/125(72,8) |
No | 71/71(100) | 34/125(27,2) |
Estado nutricional* | ||
Desnutrición global | 42/71(59,1) | 28/125(22,4) |
Desnutrición aguda | 4/71(5,6) | 8/125(6,4) |
Desnutrición crónica | 27/71(38) | 27/125(21,6) |
Niños sin ningún indicador alterado por déficit | 26/71(36,6) | 80/125 (64) |
*Un mismo paciente puede tener afectado más de un indicador.
Cuando se analiza el comportamiento de la asistencia a los programas de salud de crecimiento y desarrollo y salud oral, se observan diferencias marcadas entre las dos comunidades: en la comunidad Zenú acude el 84,8% a crecimiento y desarrollo, mientras que en la comunidad Wayú la asistencia es del 42,2%. Esta diferencia es estadísticamente significativa (z=6,05; p=<0,00); de manera similar en el programa de salud oral un 68,8% de asistencia en la comunidad zenúes y 21,1% en los wayuu (z=6,27 p<0,00). Se puede observar que la población Zenú logra una mayor asistencia al programa de vacunación.
Los servicios de acueducto y disposición de excretas son precarios y escasos en los Wayú. En esta comunidad 66 niños (92,9%) residen en hogares donde la disposición de excretas es a campo abierto, lo cual muestra una diferencia con los Zenúes, que en su mayoría cuentan con letrinas. Es importarte destacar que ninguna de las comunidades cuenta con acueducto.
Los recursos externos a la familia declarados como faltantes fueron: los económicos, el empleo, los servicios de salud occidental, servicios de salud ancestral y la recreación. De los hogares que reportaron como recurso faltante el empleo, el 77,8% son de la etnia Wayú, en comparación con el 22,2% de la comunidad Zenú. Con respecto a la recreación, el 100% de las familias que reportaron este recurso como faltante fueron de la etnia Zenú.
En cuanto a la desnutrición se observa en relación con la desnutrición global que el 60% son wayús y, de los que presentaron todos los indicadores nutricionales normales, el 75,5 % [80] son de la etnia Zenú, lo que evidencia una diferencia importante en las dos poblaciones con una desventaja marcada hacia los primeros.
En la Tabla 2, en el sexo femenino se observó mayor porcentaje de algún indicador alterado por desnutrición (AIAD) 56,6%, frente a 43,4% de los hombres.
Variable | Algún indicador alterado para desnutrición * n(%) | No desnutrición n(%) |
---|---|---|
Sexo | ||
Femenino | 51/90(56,6) | 47/ 106(47,9) |
Masculino | 39/90(43,4) | 59/ 106(60,2) |
Ciclo vital | ||
Primera infancia (0-5 años) | 57/90(63,3) | 59/106(50,8) |
Infancia (6-11 años) | 33/90(36,6) | 47/106(58,7) |
Grupo étnico | ||
Wayú | 45/90(50) | 26/106(36,6) |
Zenú | 45/90(50) | 80/106(64) |
Afiliación al sistema de salud | ||
Sí | 79/90(87,7) | 94/106(54,3) |
No | 11/90(12,3) | 12/106(52,2) |
Asistencia a control crecimiento y desarrollo | ||
Sí | 58/90(64,4) | 78/106(57,4) |
No | 32/90(35,6) | 28/106(46,7) |
Asistencia a programa salud oral | ||
Sí | 41/90(45,5) | 60/106(59,4) |
No | 49/90(54,5) | 46/106(48,4) |
Esquema adecuado vacunación | ||
Sí | 84/90(93,3) | 103/106(55,1) |
No | 6/90(6,7) | 3/106(33,3) |
Funcionalidad familiar | ||
Sí | 79/90(87,7) | 98/106(55,4) |
No | 11/90(12,3) | 8/106(42,1) |
Acceso a acueducto | ||
Sí | 37/90(41,1) | 50/106(57,5) |
No | 53/90(58,9) | 56/106(51,4) |
Acceso a alcantarillado | ||
No | 90/90(100) | 106/106(54,1) |
Disposición de excretas | ||
Letrina | 39/90(43,3) | 70/106(64,2) |
Campo abierto | 51/90(56,7) | 36/106(41,4) |
Recursos económicos faltantes** | ||
Sí | 55/90(61.1) | 52/106(48,6) |
No | 35/90(38.9) | 54/106(60,7) |
Empleo faltante | ||
Sí | 45/90(50) | 36/106(44,5) |
No | 45/90(50) | 70/106(60,9) |
Servicio de salud occidental faltante | ||
Sí | 43/90(47,7) | 29/106(40,3) |
No | 47/90(32,3) | 77/106(62,1) |
Servicio de salud ancestral faltante | ||
Sí | 27/90(35,1) | 50/106(64,9) |
No | 63/90(52,9) | 56/106(47,1) |
Recreación faltante | ||
Sí | 33/90(36,3) | 58/106(63,7) |
No | 57/90(54,3) | 48/106(45,7) |
*Un mismo paciente puede tener alterado más de un indicador; ** Una misma familia puede reportar varios recursos faltantes. Se tabularon los cinco más frecuentes.
En los niños Wayú, el 63,4% presenta algún indicador alterado por desnutrición, mientras que en los Zenú solo el 36% presenta esta condición. En el caso de los niños que no presentan alteración en ninguno de los indicadores nutricionales, se evidenció que residían en hogares con mejor acceso a DSS, tanto estructurales como intermedios; presentan mejor servicio de acueducto, alcantarillado, menos prácticas inadecuadas de disposición de excretas. Se observa menos empleo faltante y mayor percepción de necesidad de rescatar los servicios ancestrales en los que no presentan desnutrición cuando se les compara con los que tienen algún indicador nutricional alterado.
En la Tabla 3, cuando se relacionan los factores de los DSS, se observa que hay significancia estadística al comparar los grupos étnicos en relación con el estado de desnutrición (comparación wayú y zenú) con un OR=3,07; IC (1,67-5,63) p=0,0003; de igual manera, la disposición de excretas a campo abierto OR = 2,54; (1,42-4,53) p=0,002, el empleo faltante OR=1,94; IC (1,09-3,46) p=0,03 y la necesidad de servicios de salud occidental OR=2,42; IC (1,34-4,40) p=0,005, se puede observar para este conjunto de variables OR superiores a 1 e intervalos de confianza que no contienen la unidad y un valor de significancia estadística menor de 0,05,
Variable | Algún indicador alterado para desnutrición * n(%) | No desnutrición n(%) | OR (IC95%) | valor-p |
---|---|---|---|---|
Sexo | ||||
Femenino | 51(52,1) | 47(47,9) | 1.64(0.93-2.89) | 0.11 |
Masculino | 39(39,8) | 59(60,2) | ||
Ciclo vital | ||||
Primera infancia (0-5 años) | 57(37,1) | 59(50,8) | 1.37(0.77-2.44) | 0.34 |
Infancia (6-11 años) | 33(41,3) | 47(58,7) | ||
Grupo étnico | ||||
Wayú | 45(63,4) | 26(36,6) | 3.07(1.67-5.63) | 0.0003 |
Zenú | 45(36) | 80(64) | ||
Afiliación al sistema de salud | ||||
Sí | 79/173(45,6) | 94(54,3) | 1.09(0.45-2.60) | 1.00 |
No | 11/23(47,8) | 12(52,2) | ||
Asistencia a control crecimiento y desarrollo | ||||
Sí | 58(42,6) | 78(57,4) | 1.53(0.83-2.83) | 0.21 |
No | 32(53,3) | 28(46,7) | ||
Asistencia a programa salud oral | ||||
Sí | 41(40,6) | 60(59,4) | 1.55(0.88-2.74) | 0.16 |
No | 49(51,6) | 46(48,4) | ||
Esquema adecuado vacunación | ||||
Sí | 84(44,9) | 103(55,1) | 2.45(0.59-10.10) | 0.34 |
No | 6(66,7) | 3(33,3) | ||
Funcionalidad familiar | ||||
Sí | 79(44,6) | 98(55,4) | 1.70(0.65-4.44) | 0.38 |
No | 11(57,9) | 8(42,1) | ||
Acceso a acueducto | ||||
Sí | 37(42,5) | 50(57,5) | 1.27(0.72-2.25) | 0.47 |
No | 53(48,6) | 56(51,4) | ||
Acceso a alcantarillado | ||||
No | 90(45,9) | 106(54,1) | ||
Disposición de excretas | ||||
Letrina | 39(35,8) | 70(64,2) | 2.54(1.42-4.53) | 0.002 |
Campo abierto | 51(58,6) | 36 (41,4) | ||
Recursos externos ECOMAPA** | ||||
Recursos económicos faltantes | ||||
Sí | 55(51,4) | 52(48,6) | 1.63(0.92-2.88) | 0.12 |
No | 35(44,2) | 54(65,8) | ||
Empleo faltante | ||||
Sí | 45(55,5) | 36(44,5) | 1.94(1.09-3.46) | 0.03 |
No | 45(39,1) | 70(60,9) | ||
Servicio de salud occidental faltante | ||||
Sí | 43(59,7) | 29(40,3) | 2.42(1.34-4.40) | 0.005 |
No | 47(37,9) | 77(62,1) | ||
Servicio de salud ancestral faltante | ||||
Sí | 27(35,1) | 50(64,9) | 0.48(0.26-0.86) | 0.02 |
No | 63(52,9) | 56(47,1) | ||
Recreación faltante | ||||
Sí | 33 (36,3) | 58(63,7) | 0.47(0.26-0.85) | 0.001 |
No | 57(54,3) | 48(45,7) |
* Un mismo paciente puede tener afectado más de un indicador; ** Una misma familia puede reportar varios recursos faltantes. Se tabularon los cinco más frecuentes.
DISCUSIÓN
Las comunidades indígenas viven en condiciones de limitado acceso a los servicios de saneamiento básico. Sin embargo, se evidencian diferencias en las dos comunidades estudiadas. En la parte nutricional, los niños de la etnia Zenú se encuentran en mejores condiciones, que podrían explicarse porque la comunidad Zenú cuenta con acceso a cultivos de pancoger que les permiten tener una nutrición básica, mientras que los Wayú viven en una zona desértica.
La poca cobertura de programas de control médico y odontológico se explica en parte por las distancias entre las comunidades y los servicios médicos regulares, además de las diferencias culturales 16,17.
Considerando como determinantes intermedios la falta de acceso a servicios de salud ancestral y la falta a recreación, la comunidad Zenú es la que más identifica estas dos necesidades. Esto pudiera explicarse por la pirámide de necesidades de Maslow 18, ya que al tener satisfechas las necesidades básicas como la alimentación, pueden aspirar a suplir otras, como la recreación. En lo que respecta a prácticas ancestrales, la comunidad indígena Wayú las conserva, mientras que los zenús las han perdido; no obstante, está en proceso de recuperarlas.
Estos resultados muestran disparidades socioeconómicas y étnicas para la desnutrición en todas sus formas. Por lo anterior, se debe continuar con procesos que permitan el empoderamiento comunitario, ya que como lo menciona Jiménez 19 et ál. en su artículo sobre "Determinantes Sociales y malnutrición en América latina", las comunidades podrían controlar y mejorar su desarrollo en la medida en que cuenten con más información y medios para garantizar los derechos humanos y la justicia social.
Las condiciones de inequidad en que viven los niños de las comunidades indígenas influyen en su estado nutricional, lo cual concuerda con el estudio realizado por Mariños, en el 2014, en el que el aumento del riesgo de desnutrición es tres veces mayor en los niños que viven en extrema pobreza 20. La disposición inadecuada de excretas, o sea el realizarlo a campo abierto, se relacionó con un mayor riesgo de presentar desnutrición, resultado que es coherente con lo encontrado por Barrera en el 2017, en el cual se encontró una relación entre la disposición inadecuada de basuras y la desnutrición global, relación que puede explicarse por la exposición a desechos que implican riesgo para la salud 21.
Se debe continuar abordando el problema de la desnutrición infantil en estas comunidades y analizarlo como algo más allá que va más allá de la falta de alimentos. Es una condición compleja y de mucho interés; como lo menciona Hernández 22, los problemas de malnutrición se relacionan con el acceso restringido a la atención médica, ausencia de un enfoque de políticas basadas en la equidad, saneamiento ambiental deficiente, entre otros.
En términos generales, la desnutrición global está más concentrada entre los niños de hogares más pobres, con mayores falencias en los determinantes sociales de la salud, lo cual concuerda con la investigación de Hasan en Bangladesh 2020. Por ello, se debe trabajar en el desarrollo de programas e intervenciones dirigidas a reducir las desigualdades socioeconómicas en la desnutrición infantil 23. De otra parte, el peso de la desnutrición impacta la mortalidad infantil 12 ♠