Introducción
Los trastornos mentales representan el 35,5% de la carga total de enfermedades en América latina y el Caribe1. El Sistema Integral de Información de la Protección Social (SISPRO) reporta que las atenciones por depresión se han incrementado desde el año 2009 y el diagnóstico de depresión moderada se realizó en 36.584 atenciones en 2015. La prevalencia de depresión varía de un país a otro, dependiendo de distintos factores. Para el trastorno depresivo se han registrado cifras que van desde 1,4% a 11,7%2. La incidencia de la depresión infantil es del 3% al 5% y es una de las problemáticas de salud mental de la infancia que incrementa notablemente el riesgo de suicidio y de depresión severa en la adolescencia3.
Otro aspecto importante es el relacionado con el estrés de la vida interpersonal, el cual predice prospectivamente a una mayor depresión y ansiedad4, igualmente se conoce que el abuso infantil tiene un efecto indirecto sobre la depresión, la ansiedad y el estrés5. Los trastornos del comportamiento infantil son la segunda causa de morbilidad en los adolescentes de edades comprendidas entre los 10 y los 14 años. La salud mental es un componente crítico de la salud en general y afecta las primeras etapas del desarrollo6. La depresión es considerada por muchos como la enfermedad del siglo XXI2.
Es fundamental buscar la posible asociación de trastornos de la infancia, con el desarrollo de depresión en la edad adulta, dado que los niños al ser intervenidos adecuada y oportunamente, pueden adquirir la capacidad de demostrar niveles estables de funcionamiento a pesar de la adversidad7,8.
Entre los trastornos de la infancia, los síntomas de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) concurrentes pueden aumentar la gravedad de la depresión9-11. Con el fin de disminuir el riesgo de sufrir depresión en el futuro, basados en la observación crítica y brindando fundamentos científicos, se pueden diseñar estrategias para la intervención adecuada y desarrollar bienestar social en el municipio de Envigado, este análisis puede ser replicado en otros lugares y permitir a los tomadores de decisiones, implementar programas de prevención de los trastornos mentales y promoción del bienestar, como a su vez aportar a las políticas públicas.
El objetivo del estudio fue determinar la asociación de la depresión en la adultez con trastornos mentales de inicio en la infancia y características sociodemográficas, en la población de Envigado en el año 2017.
Materiales y métodos
Se realizó un estudio con enfoque cuantitativo, de tipo observacional, transversal con intención analítica. Se tomó como variable dependiente la depresión mayor en el último año, y como variables independientes los trastornos mentales de inicio en la infancia (negativista desafiante, trastorno de conducta, déficit de atención e hiperactividad) y características sociodemográficas tales como: edad, sexo, nivel socioeconómico, escolaridad, zona de residencia, antecedentes de maltrato en la infancia, antecedentes familiares de depresión y eventos vitales como la muerte de un familiar y crisis financiera reciente.
El tamaño de la muestra para el presente análisis fue de 737 personas del Municipio de Envigado (Colombia), quienes tenían entre 18 y 65 años, residentes de las áreas urbana y rural.
En el estudio primario se tuvo una muestra representativa de 2070 personas, calculada mediante un diseño probabilístico, multietápico. La población de estudio estuvo constituida por la población civil, no institucionalizada, de 15 años y más, residente en el Municipio de Envigado, que según proyecciones del DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), para el año 2017 era de 182.433 personas, quienes aceptaron participar en el estudio mediante la firma del asentimiento para menores de edad y del consentimiento informado para mayores de 18 años.
Se aplicó el instrumento CIDI - CAPI de la OMS (Composite Internacional Diagnostic Interview), el cual es una encuesta con validación y adaptación transcultural para la generación de los diagnósticos de trastornos mentales, entre ellos el trastorno de depresión mayor12. Dicha encuesta se ha aplicado en más de 30 países y es el instrumento del estudio mundial de salud mental. Además de trastornos mentales, el CIDI indaga información como datos sociodemográficos, condiciones crónicas de salud, eventos vitales, redes de apoyo, consumo, abuso y dependencia de alcohol y otras sustancias psicoactivas, entre otras. La información se recolectó durante 30 días.
Se excluyeron todas las variables con 10% de información faltante. El estudio no tuvo control directo sobre los posibles sesgos, ya que la fuente de recolección es secundaria. Sin embargo, el estudio primario realizó control de sesgos de selección mediante un muestreo probabilístico por conglomerados, y de información, mediante la capacitación del personal para la recolección de los datos y la utilización del instrumento CIDI, el cual constituye una entrevista altamente estructurada. En la encuesta se garantizó el anonimato de los participantes.
Se llevó a cabo un análisis univariado, para las variables cualitativas se generaron tablas de frecuencias absolutas y relativas. Se utilizó el software SPSS Versión 21 y Epidat 4.2 para el procesamiento y análisis de la información. En el análisis bivariado se aplicó la prueba Chi2 de Pearson y se calculó la medida de fuerza de asociación OR (Odds Ratio) cruda acompañada de su respectivo intervalo de confianza del 95%. Para garantizar el control de la confusión, se llevó a cabo una regresión logística binaria, calculando la medida ajustada para las OR, lo cual permitió identificar los factores que mejor explicaban la probabilidad de depresión en la adultez.
Consideraciones éticas
Se clasificó como una investigación sin riesgo (Resolución 8430 de 1993, artículo 11, del Ministerio de Salud de Colombia). Con base en los principios éticos de la investigación, no se realizó intervención directa a los individuos, por tratarse de una fuente de información secundaria.
Resultados
Se analizó la información de 737 encuestados con edades entre 18 y 65 años. La prevalencia de depresión mayor en el último año fue de 5,4%. Seis de cada diez correspondían a mujeres y la mayoría (39,9%) tenían entre 45 y 65 años. En correspondencia con la distribución de la población de la ciudad, 8 de cada 10 personas residían en la zona urbana. El nivel de escolaridad que predominó fue el de secundaria, encontrando 4 de cada 10 personas con este nivel de estudios. Respecto a los antecedentes, se observó que el 12,2% de los participantes tenían antecedentes familiares de depresión, aproximadamente el 15% habían tenido maltrato físico en la infancia y el trastorno de la infancia más frecuente fue el negativista desafiante con un 3% (Tabla 1).
TDAH Trastorno por déficit de atención e hiperactividad
Características personales relacionadas con la depresión en la adultez
No se encontró asociación significativa entre las variables personales y la depresión mayor, aunque la frecuencia de depresión fue mayor en mujeres, en el rango de edad de 19 a 39 años, en aquellos que residían en zona urbana, con antecedentes familiar de depresión y que en su infancia sufrieron maltrato físico (Tabla 2).
Eventos vitales recientes y trastornos mentales de la infancia asociados con la depresión
Al analizar la relación entre el diagnóstico de depresión mayor y los antecedentes en la infancia, oposicionista desafiante, de la conducta y TDAH, se observó asociación significativa con este último [(OR=4,72) (IC=95% 1,50-14,8)]. La prevalencia de depresión en la adultez en las personas con antecedentes de maltrato físico en la infancia, fue de 8,2%. Respecto a los antecedentes familiares de depresión, 1 de cada 10 personas que tenían este antecedente, desarrollaron depresión en la adultez (Tabla 3).
Se obtuvo asociación significativa entre el diagnóstico de depresión mayor y antecedente de TDAH en la niñez (valor p=0,00; OR=4,72 IC95% 1,50-14,8), lo cual indica que las personas con dicho antecedente, tienen 4 veces mayor probabilidad de depresión mayor en la edad adulta, respecto a quienes no presentaron TDAH en la infancia. Por otra parte, también se encontró asociación entre depresión mayor y crisis financiera (valor p=0,01; OR=2,35 IC95% 1,16-4,78), lo cual indica que la probabilidad de depresión mayor en quienes tenían problemas económicos, era el doble respecto a quienes no los tenían (Tabla 3).
Trastornos de la infancia y otras condiciones que explican la depresión en la población de estudio
Para determinar la relación y fuerza de asociación entre la variable dependiente depresión en la adultez y sus posibles variables explicativas, se realizó un modelo multivariado de regresión logística binaria con el fin de ajustar la probabilidad de depresión en la edad adulta, con los potenciales factores de riesgo y de protección encontrados en el análisis bivariado. Para esto, se incluyeron como variables candidatas aquellas que tuvieron un valor p<0,25 según criterio de Hosmer-Lemeshow y las que el estado del arte refiere como plausibles en relación con la probabilidad de presentar el evento de interés, estas fueron: edad, sexo, crisis financiera reciente, antecedente familiar de depresión, maltrato infantil, trastorno de oposición y TDAH en la niñez.
Al respecto, la única variable que permaneció y explicó la probabilidad de presentar depresión en la adultez, fue el antecedente de TDAH en la infancia. Se puede observar que la probabilidad de depresión en la adultez en la población que tiene antecedente de TDAH, es aproximadamente 5,6 veces mayor que en aquellos que no tienen este antecedente infantil [(OR=6,62) (IC=95% 1,92-22,7)] (Tabla 4).
+ Prueba Chi cuadrado de Pearson
IC Intervalo de confianza
OROdd Ratio
+ Prueba chi cuadrado de Pearson
IC Intervalo de confianza
OROdd Ratio
OROdds ratio
IC Intervalo de confianza
TDAH Trastorno por déficit de atención e hiperactividad
Discusión
Uno de los hallazgos fue la alta prevalencia de depresión mayor en el último año, que correspondió al 5,4% en la población de 18 a 65 años del municipio de Envigado. Comparado esto con las prevalencias de los estudios poblacionales de los municipios de Medellín (5,2%)6, Sabaneta (2,7%)14, e Itagüí (2,7%)15, se refleja que la encontrada en Envigado fue más alta, lo cual puede representar una alerta respecto a la necesidad de fortalecer los programas de promoción de la salud mental y, a su vez, mejorar el acceso a los servicios en la población, fortaleciendo el primer nivel de atención, a través de estrategias como Atención Primaria en Salud (APS).
El presente estudio reportó una prevalencia de TDAH de 2,7%, trastorno de la conducta de 1,1% y trastorno negativista desafiante de 3%. Por otra parte, en el Municipio de Medellín, en el año 2019 la prevalencia de TDAH fue de 5,4%, trastorno de la conducta de 3,5% y el trastorno negativista desafiante de 6,7%6. Para el municipio de Itagüí el TDAH mostró una prevalencia de 4,5%, trastorno de la conducta de 2,3% y trastorno negativista desafiante de 7,7%15. En el municipio de Sabaneta el TDAH representó el 4,6%, el trastorno de la conducta 1%, seguido del trastorno negativista desafiante 1,6%14. En los municipios se observa una mayor prevalencia del trastorno negativista desafiante, seguido por el TDAH. Con lo anterior, se puede sugerir que es necesario hacer énfasis sobre el rol de la familia como el primer entorno protector de la salud mental de los niños y adolescentes.
El hallazgo principal del estudio, en relación a los trastornos mentales de la infancia, muestra fuerte asociación de la depresión en la adultez y el TDAH en la infancia, siendo estadísticamente significativa. El estudio mostró que el TDAH repercute directamente con la depresión en la adultez, lo que no se evidenció en relación con los otros 2 trastornos incluidos en el estudio (trastorno de conducta y trastorno negativista desafiante), desencadenando esta asociación una serie de resultados negativos en la adolescencia y en la edad adulta11.
Diversos estudios han demostrado que el TDAH infantil se asoció con un mayor riesgo de depresión recurrente en la edad adulta16. Castaño Pérez indica que los niños y adolescentes atraviesan límites diagnósticos: el 25% de los niños con TDAH también tienen un trastorno de ansiedad y el 25% cumple con los criterios para un trastorno del estado de ánimo15. La fundación CADAH ha reportado que el 14,7%-75,0%, de los niños con diagnóstico de TDAH manifiestan en la adultez síntomas de depresión. Así mismo es importante resaltar que el TDAH y la depresión, asociado a una personalidad impulsiva-agresiva, tiene un alto riesgo de suicidio17.
En cuanto a los antecedentes de maltrato físico en la infancia, el 15% de los participantes tuvieron dichos antecedentes, al asociarlo con depresión mostró un valor p=0,16 IC95%(0,73-3,70). Aunque esta asociación no permaneció en el modelo multivariado, en el análisis bivariado presentó importantes cifras, lo cual resalta el mensaje de que los niños y adolescentes son especialmente vulnerables a la violencia física y sexual, esto tiene claros efectos perjudiciales sobre la salud mental18.
En la literatura se evidencia que el padre representa el 26% como agresor en los casos de maltrato en la niñez y la madre en el 58%; el 16% restantes, pertenece a padrastros, madrastras y un hermano mayor19. Es más frecuente entre padres separados o divorciados20. Según un informe de investigación, el 84,9% de pacientes con diagnóstico de TDAH, de depresión o ambos, (56,1%) fueron víctimas de abuso físico, emocional o sexual21. Por otra parte, el maltrato infantil ocupa un lugar importante en los accidentes en la infancia. El funcionamiento familiar y la propia familia pueden constituir un factor decisivo en la ocurrencia de cualquier acto violento contra la población infanto-juvenil22.
Algunos eventos han sido descritos como desencadenantes de síndromes depresivos, los cuales se definen como cualquier incidente que ocurre en el ambiente externo de la persona y tiene algún significado para ésta23. La crisis financiera es uno de esos incidentes, la cual representó en este estudio el doble de probabilidad de depresión mayor en quienes tenían este tipo de crisis. Si bien, esta asociación no permaneció en el modelo multivariado, es de gran relevancia, ya que en el análisis bivariado fue estadísticamente significativa. En el presente estudio se encontró que el 16,2% de los participantes habían tenido crisis financieras recientes, mientras que en el estudio poblacional de Sabaneta esta prevalencia fue de 12,4%14 y en el estudio poblacional de Medellín fue de 17,6%6. Estudios muestran que la amenaza financiera está directamente relacionada con la depresión24. González igualmente describe en su estudio que el alto estrés financiero se asocia con una mayor prevalencia de depresión en ambos sexos25.
Esta investigación contribuye a la estadística nacional y del municipio de Envigado, en cuanto a que la secretaría de salud del municipio no cuenta con información acerca de la relación existente entre los trastornos mentales de la infancia y el desarrollo de la depresión en la adultez. Por este motivo, se considera un aporte significativo en la ciencia, de gran impacto social en el municipio, que permite aportar a la implementación de la Política Pública de Salud Mental de Envigado. Igualmente permite hacer una evaluación de las medidas ejecutadas en el municipio para la prevención de la depresión.
Limitaciones
Debido a que el estudio fue de tipo transversal, no se puede afirmar causalidad entre los factores analizados y el diagnóstico de depresión en la adultez. Como se utilizó una fuente secundaria de información, pueden existir otros factores explicativos que no fueron incluidos desde el estudio primario. Un posible sesgo pudo ser el de memoria, ya que la información de trastornos de la infancia fue obtenida por autorreporte a partir de las respuestas del adulto, indagando signos y síntomas presentados en su infancia.
Conclusiones
El factor que mejor explica la probabilidad de depresión en la adultez en la población de Envigado es el trastorno de déficit de atención e hiperactividad en la infancia, lo cual soporta la importancia de promover acciones de salud mental en la niñez, para prevenir la depresión en la edad adulta.