Por la salud social, además de ser un libro que comienza con la pregunta de Marco, nieto del autor de: “Mami: ¿en dónde viven los sueños?”, y una respuesta esperanzadora de Valeria a través de su sonrisa, es un libro que llega al corazón de todo salubrista, y por qué no decirlo, de todo colombiano que anhela que nuestro país sea un lugar pleno de sonrisas como las de Valeria.
Este libro representa el pensamiento de Saúl Franco, en su más franca y sensata postura sobre la vida y sobre el mundo, y en su capacidad tan admirada y reconocida por quienes lo consideramos nuestro maestro, para comunicarse con las palabras precisas, utilizando un lenguaje ameno y accesible para todos. La recopilación de sus cien columnas publicadas en el periódico El Espectador y organizadas cuidadosamente por temáticas, representa una ventana al mundo, y cómo él mismo lo propone, “una conversación íntima y sostenida entre los hechos públicos, las teorías existentes, el pensamiento propio y las ideas de los lectores y lectoras”. Por la salud social es una oportunidad para crear interrelaciones entre nuestras mentes y nuestras realidades como ciudadanos del mundo, a partir de reflexiones hondas, conocedoras y defensoras de la salud y de la vida.
Esta reseña se presenta en tres partes. La primera, es imperativo referirse a la trayectoria del autor. La segunda, reflexiones que surgen a partir de la lectura de cada bloque temático y cada columna del libro. Por último, un reconocimiento público y una invitación a todos los sectores de la sociedad a su lectura.
Primero. La trayectoria del autor
Saúl Franco, autor de Por la salud social, es colombiano, médico-Cirujano de profesión de la Universidad de Antioquia, con estudios de posgrado como magíster en Medicina Social de la Universidad Autónoma Metropolitana de México y doctor en Salud Pública de la Escuela Nacional de Salud Pública de la Fundación Oswaldo Cruz de Río de Janeiro en Brasil. Reconocido en su doctorado por su tesis laureada que se titula: Contextos explicativos de la Violencia en Colombia, se ha dedicado por más de treinta años a luchar por la vida y el estudio de la violencia como problema de salud pública. Tras el asesinato de Héctor Abad Gómez y de la escalada paramilitar en Antioquia, tuvo que exiliarse en Brasil, donde consolidó su sueño de integrar la medicina con la mirada social e histórica del conflicto armado, los homicidios y la violencia en nuestro país. En su tesis doctoral se hizo la pregunta ¿por qué nos matamos los colombianos? Hoy con este libro, Por la salud social, enseña que la paz en Colombia no puede ser una utopía y que los colombianos deben despertar de los discursos y las acciones violentas para darle paso a la defensa irrestricta de la vida.
Saúl Franco, además de defensor de derechos humanos, investigador, consultor internacional y nacional, ha sido por excelencia un maestro. Por sus aulas han pasado estudiantes de pregrado y posgrado de todos los campos de la salud. Con él han aprendido del derecho a la salud, la historia de la salud pública, los temas centrales y coyunturas que aquejan al país, la manera de enfrentarlos y la esperanza de una transformación social posible. Su voz siempre ha sido optimista y su ejemplo ha sido inspiración para muchos. Su trayectoria como profesor se ha dado en el Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública y como jefe del Centro de Investigaciones Médicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, profesor-investigador visitante, cofundador y primer director del Centro Latinoamericano de Estudios de Violencia y Salud (Claves) de la Fundación Oswaldo Cruz de Río de Janeiro, Brasil; profesor del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Facultad de Odontología y creador y coordinador del Doctorado Interfacultades en Salud Pública de la Universidad Nacional de Colombia, primer doctorado en este campo en el país y en el área andina. Su trayectoria docente evidencia de sobra la vocación de Saúl Franco por la academia. Su ejercicio en el campo de las lides políticas por un nuevo sistema de salud en Colombia, y por la verdad, la reparación y la justicia en tiempos de acuerdos de paz, hacen de él todo un cúmulo de experiencias que ahora pone por escrito en esta obra.
Segundo. Reflexiones sobre el libro
Por la salud social es un libro cuidadosamente organizado en cinco temas. Tiene la impronta del autor y de su trayectoria en el estudio de la violencia en Colombia. Así, empieza por el tema de guerras y otras violencias, pero también tiene la impronta del autor en su espíritu optimista, por lo que culmina con el tema de la paz. Si bien invita a leerlo según la preferencia personal, es un buen augurio para quienes toman su índice por primera vez. En este tránsito, el autor trata los temas de la salud y otras enfermedades, el debate a las políticas y sistemas de salud y temas concernientes a la vida y a la muerte.
Por la salud social cuenta con unas características que le son transversales. En primer lugar, se trata de una compilación de escritos basados en una opinión conocedora. Cada una de sus columnas, cuidadosamente elaboradas, y producto de un trabajo previo de documentación e investigación, facilita a los lectores el ejercicio activo de la ciudadanía, robustece el debate público y fortalece la democracia. En un lenguaje sencillo, permite que se tenga acceso a información proveniente de fuentes confiables, de gran valor histórico, y por qué no decirlo, científico. Sus columnas dan derecho a saber, a conocer las diversas realidades locales y globales, así como las diferentes posturas sobre los temas tratados. Pero esta expresión clara y abierta de realidades no hace que el autor abandone su intencionalidad al final de cada columna, pues siempre cierra sus escritos con el supuesto esencial de defensa de la salud y de la vida. Ese es quizá el mayor valor del libro, su profundo sentido ético y de compromiso con una Colombia en armonía.
En segunda instancia, Por la salud social tiene como característica que contiene textos de denuncia. Una denuncia valiente y decidida, cuando el autor expone, sin titubeos, graves problemas que aquejan a las sociedades en el panorama global, y en especial a Colombia. La realidad del desplazamiento, falsos positivos, secuestros, desapariciones, actos terroristas, pobreza, hambrunas, inequidad urbano-rural, amenazas a la naturaleza, todo tipo de violencia contra las mujeres, situación carcelaria, asesinatos de líderes sociales, son denuncias de orden general que el autor trata en el libro. En temas concernientes propiamente a la salud, Saúl Franco presenta la crisis del sistema de salud y seguridad social, las propuestas de reforma desatendidas, los abusos de las EPS, las agallas de la industria farmacéutica que prioriza el negocio por encima el bienestar colectivo, las violaciones al derecho a la salud que tanto sufren los colombianos, los problemas estructurales en los registros de información que impiden contar con una visión completa de la situación real en materia de prevención de enfermedades, la preocupante crisis humanitaria de La Guajira, los casos de corrupción, que parecen interminables e impunes, de Saludcoop y Cafesalud (hoy Medimas), el negocio de las ambulancias, y los atentados contra la autonomía y los derechos de los médicos y de todo el personal de salud.
Cada denuncia del autor convierte al libro en una colección de columnas de fuerte contenido reivindicativo, compromiso social y compromiso político. A la mejor manera de las canciones protesta, Por la salud social es una melodía integrada de restitución de derechos y de llamado a la conciencia colectiva sobre la importancia de vivir bien. Con cada denuncia, esta obra muestra las posibilidades del país para vivir en paz, y como el mismo autor lo expresa: “en tranquilidad, respeto, equidad, vigencia de los derechos de cada uno, y solución no violenta de los conflictos inevitables”. A lo largo de todo el libro, también expone los avances de las luchas sociales, sobre las cuales afirma: “es saludable reconocer los logros a contracorriente, estimularlos y seguir trabajando en las tareas impuestas por la persistencia de viejos problemas, la emergencia de nuevos desafíos ambientales, científicos y globales, y la oportunidad de construir una sociedad en paz”.
Otra característica transversal de Por la salud social, lo que puede capturar la atención de quienes tienen sesgo académico en el campo de la salud pública, es que el libro tiene una visión amplia y comprensiva del campo de la salud. De manera inteligente, y con la cualidad esencial de comunicarlo en pocas palabras, la convierte en una salud de todos y para todos, tocando las distintas realidades que se relacionan con ella. Sin ser un tratado teórico, el autor invita a transitar desde paradigmas funcionales a otros más críticos de la salud pública. Con el concepto de salud social se renueva un paradigma, que tiene de fondo una denuncia explicita de la inequidad social como base de todas las injusticias, enfermedades y sufrimientos que aquejan a los colectivos humanos y naturales. La salud social como concepto, al mismo tiempo que señala la raíz estructura de los problemas, defiende la vida e insta a todos los actores individuales, colectivos e institucionales a la promoción del buen vivir. Como él mismo autor lo plantea, esta categoría, la del buen vivir, recogida de nuestras culturas ancestrales de las montañas andinas: “puede aportar luz, esperanza y experiencia para la realización personal como seres humanos y para la construcción de sociedades más armónicas, equitativas y en paz”.
El paradigma renovado de la salud social impone retos a las tan usadas categorías de medicina social e incluso salud pública, para dar paso al devenir cotidiano de los seres en relación con la naturaleza, en una compleja maraña de interacciones con los diferentes entornos vitales. Este concepto se aleja de una visión patocéntrica de la vida, en un escenario de desmedicamentalización, e invita a todos como sociedad a vivir en presente positivo.
Para Saúl Franco, esta recopilación está compuesta de “columnas de opinión y no ensayos acabados”. Para quienes se aproximen a Por la salud social, esta obra supone, en sí misma, un abarcador manifiesto conceptual en el campo de la salud colectiva, con el mayor de los valores que pueda tener un libro: claros y contundentes ejemplos que facilitan la apropiación y construcción de conocimiento significativo.
Tercero. Un reconocimiento público y una invitación
Por último, y a la manera en que Saúl Franco declara en su libro admiración por su maestro Héctor Abad Gómez, es importante hacer una declaración pública de la admiración de muchos de sus alumnos por el autor. Saúl Franco es un maestro, inspirador de nuevas generaciones en salud pública, enseña con su ejemplo, con su voz y con sus escritos. Es un líder natural que ha luchado por un mejor país desde las aulas, la investigación y los movimientos sociales. Ha enseñado que, como él mismo dice: “La ciencia no es virgen. Que con frecuencia el saber logrado por la humanidad ha sido empleado para producir dolores y daños gravísimos a personas o grupos por parte de líderes, estados o imperios alucinados por el poder”. Por el contrario, a quienes han tenido el privilegio de ser sus alumnos, sus enseñanzas conducen a un ejercicio consciente y responsable de la salud pública.
Por la salud social es una obra con cien ventanitas al mundo, esas que como en sus clases, contribuyen a asomarse “cada día, con sorpresa y buena energía, al mundo apasionante de la vida y la salud. Y, sobre todo, a continuar conversando para no sentirnos solos y saber que somos cada vez más los que vamos alzando la voz POR LA SALUD SOCIAL”.