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Encuentros

Print version ISSN 1692-5858

Encuentros vol.14 no.1 Barranquilla Jan./June 2016

https://doi.org/10.15665/re.v14i1.673 

Representaciones sociales de los maestros sobre la familia y su rol en la escuela

Social representations of teachers on family and their role in school

Representações sociais de professores sobre a família e seu papel na escola

Iván Darío Moreno Acero1
Claudia Ximena Mora Pacheco2
Alexandra Bermúdez Saray3
Diana Marcela Torres4
Jeimy Dayan Ramos Páez5

1 Universidad de la Sabana ivanma@unisabana.edu.co
2 Universidad de la Sabana claudiamopa@unisabana.edu.co
3 Universidad de la Sabana alexandrabesa@unisabana.edu.co
4 Universidad de la Sabana dianato@unisabana.edu.co
5 Universidad de la Sabana Jeimyrapa@unisabana.edu.co

Cómo referenciar este artículo: Moreno Acero, I.; Bermúdez Saray, A.; Mora Pacheco, C.; Torres, D. M.; Ramos Páez, J. D. (2016) Representaciones sociales de los maestros sobre la familia y su rol en la escuela. Revista Encuentros, Universidad Autónoma del Caribe, 14 (01), pp. 119-138 DOI: http://dx.doi.org/10.15665/re.v14i1.673

DOI: http://dx.doi.org/10.15665/re.v14i1.673

Recibido: noviembre 7 de 2015 / Aceptado: enero 9 de 2016


RESUMEN

Se presenta a continuación un estudio cualitativo de carácter descriptivo con un muestreo por conveniencia, que tuvo por objetivo principal: "Analizar las representaciones sociales sobre el rol de la familia que construyen los maestros de cuatro Colegios Distritales de Bogotá". Para el presente artículo se socializan los resultados obtenidos en el IED Miguel Antonio Caro de Bogotá, en donde participaron (20) veinte maestros con sus narraciones sobre su cotidianidad laboral. La comprensión de estas representaciones sociales permitió entender las razones por las cuales fracasan o aciertan las estrategias de integración de la familia a la escuela en una institución pública.

Palabras clave: Representaciones sociales, Familia, Escuela, Docentes.


ABSTRACT

The result of a qualitative descriptive study of a convenience sample, which had the main objective is presented below: "To analyze the social representations about the role of the family that built the four district schools teachers in Bogota". For this article the results of the FDI Miguel Antonio Caro Bogota, where part (20) twenty teachers with their stories about their work everyday are socialized. Understanding these social representations allows us to understand the reasons why they fail or integration strategies are right family to school in a public institution.

Keywords: Social representations, Family, School, Teachers.


RESUMO

O resultado de um estudo qualitativo de caráter descritivo, com uma amostra de conveniência, que teve como objetivo principal são as seguintes: "Para analisar as representações sociais sobre o papel da familia que construiu as quatro escolas professores de distrito em Bogotá". Para este artigo os resultados da FDI Miguel Antonio Caro Bogotá, onde parte (20) vinte professores com suas historias sobre seu trabalho diário são socializados. Compreender essas representações sociais nos permite compreender as razões pelas quais eles não conseguem ou estratégias de integração são família certa para a escola em uma instituição pública.

Palavras Chave: Representações sociais, Família, Escola, Professores.


1. Introducción

Los individuos en sus diferentes relaciones con otras personas, grupos, culturas y entidades sociales establecen creencias y conceptos que le permiten realizar una lectura propia de la realidad y a su vez generar un sistema de significaciones para interpretar los diferentes acontecimientos y relaciones sociales, estas a su vez interactúan con diversos discursos que se hacen presentes en el espacio público de la sociedad. Para Carrizo (2013), lo anterior se constituye en un lenguaje simbólico que codifica y categoriza los diferentes acontecimientos de la vida.

Las representaciones sociales son estructuras cognitivas que dan sentido a la realidad del sujeto. En relación a estos mismos elementos del lenguaje se debe tener en cuenta que los conceptos e imágenes evolucionan constantemente a través del tiempo y el espacio, esto depende de la complejidad y velocidad de las comunicaciones. Moscovici, citado por Rodríguez (2011) plantea que las personas pueden utilizar el lenguaje y diferentes formas de pensamiento según el contexto en el que se encuentre. Es decir que las representaciones sociales son básicamente la identidad social de las personas a partir de las experiencias que cada uno construye en la vida cotidiana en relación a diversas vivencias. De igual forma estas vivencias no son aspectos aislados de cada persona o grupo, por lo contrario, son estructuradas desde el sentido común y compartidas por grupos sociales de una forma adaptativa permitiendo así descubrir aspectos de la realidad.

"Las representaciones sociales crean un lazo entre el individuo y su medio ambiente, participan en la construcción de su identidad y la reordenan" (García 2008. p.6). Partiendo de esto, los individuos necesitan generar conceptos que les permitan comprender los acontecimientos que lo rodean. (Lobato, 2013, además que:

Una de las reflexiones centrales es la relación entre ciencia y sentido común, donde es muy importante el sentido común ya que permite conocer la forma de saber del sujeto situado socialmente a un objeto que sea significativo para el grupo social al cual pertenece. (p.280)

Es decir, se puede evidenciar la importancia que implica comprender cómo piensan los sujetos como grupo, a partir de la significación que atribuyen a los fenómenos a que son abocados desde sus experiencias vitales y la comprensión que dan a éstas, así como la incidencia de esto en la creación de nuevos saberes.

De igual manera, todo acontecimiento ocurrido en el sistema social del individuo, es asumido por este procesado para su entendimiento reconstruido con su sistema cognitivo e integrado a su sistema de valores" (Mazzitelli y Aparicio, 2010. p. 637). De esta manera las representaciones sociales se convierten en una guía para la acción del individuo ya que le permiten comparar, adaptar o depurar aquellas acciones que no se adaptan al conjunto de gustos e intereses construidos por este en las relaciones sociales.

Los aportes de los individuos en todo contexto y desde su propia visión de la realidad son riqueza invaluable no solo como punto de partida de un proceso sino como co-construcción de la relación que debe existir entre varios grupos sociales, como será en este caso la escuela y la familia o de forma más exacta los padres con los hijos y los maestros con estos. De esta forma los aportes a la construcción social, cultural e individual que hace un maestro al individuo, están impregnados de sus propias representaciones sociales, las cuales están construidas a partir de diferentes vivencias, cogniciones y conceptos de la realidad.

Moscovici, citado por Araya, (2002), señala que el estudio de las representaciones sociales hace posible la aprehensión del carácter social e histórico, pero a la vez subjetivo de la realidad social, rescata al actor como un sujeto activo cuyo papel es dar forma a lo que proviene del exterior, por ende, desecha las posiciones tradicionales donde la representación no es más que el reflejo en la conciencia individual o colectiva. En relación a los maestros y su aporte a la construcción de conceptos y perspectivas con los estudiantes, se hace necesario comprender su propia significación de la realidad y entorno en el que se relacionan, ya que en ocasiones se evidencian tenciones entre los roles maestro, alumno y/o padre de familia o cuidador, debido a la poca articulación creada entre las diferentes concepciones de los acontecimientos vividos en el entorno educativo.

Los maestros desde sus propias vivencias, cogniciones y concepciones de la realidad han construido diversas representaciones sociales de la familia de los estudiantes y sobre cómo estas deben participar en la escuela para la educación de los niños y jóvenes. Pero las representaciones sociales construidas por un individuo, se van nutriendo, transformando y conceptuando nuevamente a partir de los aportes de nuevos movimientos y acontecimientos políticos, sociales y culturales del entorno.

Muchos de los cambios dados en la sociedad y en diferentes contextos son asumidos y estructurados como estrategia adaptativa, pero en otros genera tensión ya que no es posible su adaptación con las nuevas tendencias y posturas de diferentes grupos. Es así que muchos maestros asumen y se apropian de las condiciones que presentan las familias de sus estudiantes y adaptan estrategias para su intervención. En otros casos los maestros asumen posturas que desde su propia concepción de la realidad generan tensión con las diferentes organizaciones de familia, con los intereses y expectativas que estas tienen sobre la escuela. Es necesario entonces que los maestros identifiquen qué conceptos siguen vigentes y cuáles han cambiado sobre la familia y su rol en la escuela.

Para la problematización de las representaciones sociales que los maestros construyen sobre el lugar de la familia en la escuela se contemplaron las siguientes categorías de análisis: El sentido de familia, el sentido de familia en función del contexto histórico y social, la familia y su responsabilidad de educar, el rol de la familia en la escuela, estrategias de integración de la familia a la escuela y, estrategias empleadas en el contexto histórico y social para integrar la familia y la escuela.

2. Metodología

La metodología investigativa empleada fue cualitativa, ya que es un tipo de investigación que permite comprender hechos sociales y concederle significado. Esta metodología resulta fundamental para la comprensión de los contextos sociales, dotar de sentido sus fenómenos y, en este caso específicamente, entender y problematizar las representaciones sociales de los docentes, directivos y asesores docentes, respecto al rol que la familia cumple en la escuela.

Teniendo en cuenta que las representaciones sociales pueden ser estudiadas desde dos enfoques, un enfoque estructural y un enfoque procesual, es conveniente precisar que en el presente estudio se emplea éste último, el cual está interesado según Banchs (2000), citado por Restrepo (2013, p124) "en el contenido de las Representaciones Sociales en términos de su sentido y significación", en las consideraciones de las vinculaciones sociohistóricas y culturales particulares.

El fin de esta investigación no es estadístico, por el contrario, es de carácter descriptivo, dado que se seleccionan una serie de variables, personas, fenómenos, hechos, entre otros, con el fin de hallar respuesta a la problemática planteada en la investigación. La vía de selección de la muestra de la población fue el mapeo social para identificar los actores claves, a través de sus características demográficas, el nivel educativo, la antigüedad en la institución, conocimiento de la problemática, entre otros factores fundamentales.

Población y muestra

El I.E.D Miguel Antonio Caro, en la jornada de la mañana, cuenta en su equipo de trabajo con (2) dos docentes en el área de Preescolar, (10) diez docentes en la sección de básica primaria, (23) veintitrés en básica secundaria y media, y (4) cuatro en el área de educación Media Fortalecida. En la parte directiva cuenta con (1) una rectora, (2) dos coordinadoras y (1) una orientadora, sin embargo, esta última al ser parte del equipo de investigación no hace parte de la muestra y se convoca a la orientadora de la jornada de la tarde, para efectos del desarrollo del grupo focal. En el proyecto de investigación participaron (17) diecisiete de los (39) treinta y nueve docentes, las (2) dos coordinadoras en representación de los directivos docentes y (1) una orientadora; para un total de (20) veinte actores educativos participantes. El muestreo poblacional fue intencional o por conveniencia, en donde se incluyeron a los informantes claves que podían dar cuenta del objetivo de la investigación, por su rol dentro del escenario educativo.

Instrumento

En primer lugar, era necesario identificar el tipo de población con el que se trabajaría, a través de un mapeo social, para definir cuál sería el instrumento adecuado de recuperación de experiencias y por ende de las representaciones sociales. Una vez hecho esto se diseñó una entrevista grupal semiestructurada que permitiera conocer los puntos de vista de los involucrados, sus vivencias, sentimientos, experiencias, intenciones y saberes. Para construirla se elaboró un banco de preguntas, relacionadas con las categorías establecidas en el marco teórico y objetivos de la investigación, una vez planteadas se realizó la discusión en grupo sobre éstas, lo que llevó a la selección de las más pertinentes y a la configuración del borrador inicial del instrumento.

A continuación, este instrumento es entregado a dos docentes expertos en la temática y a una docente experta en este tipo de metodología investigativa, para su validación. De la retroalimentación y comentarios por parte de los evaluadores se pasó a su aplicación en la institución educativa y al grupo poblacional. Una vez culminadas las entrevistas, las cuales fueron grabadas con el consentimiento de los participantes, se realiza su transcripción. Manteniendo el acuerdo de confidencialidad, se asignaron códigos a los actores, que corresponden al número de sesión o grupo focal, al cargo del participante (docente, coordinador, orientador) y un número diferenciador por cada uno de ellos.

Procedimiento de análisis

Para analizar la información recolectada en los grupos focales, se recurrió al procedimiento analítico de comparación constante propuesto por Glaser y Strauss (1987) el cual es propicio para contrastar la información hallada en la investigación con la teórica existente, y a su vez generar nuevos aportes al conocimiento; este procedimiento pretende que la información sea integrada, clara, consistente y cercana a los datos. Para lograr un análisis adecuado de la información es fundamental seguir las etapas sugeridas por estos autores, entre las que se encuentran: el análisis simple por actor, el análisis compuesto de las respuestas de los actores, y la discusión, para finalmente plantear las recomendaciones1.

Para el manejo de la información obtenida en los grupos focales, se formuló una matriz de codificación que permitiera la organización de la misma a partir de las categorías propuestas a priori. Así pues, con la matriz de codificación se inició la primera etapa: el análisis simple, en la cual se analizaban las respuestas de los participantes relacionadas con las categorías planteadas, dando cuenta de sus Representaciones Sociales.

A continuación, se hace un análisis compuesto en el que se contrastan las Representaciones de los actores participantes: directivos docentes, docentes y asesores, con respecto a cada una de las categorías. Luego en la problematización y discusión se realiza un análisis comparativo de los hallazgos obtenidos con la teoría; y por último se plantean las recomendaciones. Esta última fase pretende exponer los aprendizajes, los alcances y límites de la teoría, lo que permite distanciarse de las generalizaciones y comprender el contexto (actores y circunstancias).

3. Resultados

Concepto de familia

En cuanto a las representaciones de los actores sociales participantes en los grupos focales, en torno al concepto de familia, se puede destacar que para los tres, es evidente una percepción de la familia cómo núcleo de la sociedad en donde los niños, niñas y jóvenes se desarrollan y reciben una formación relacionada con la afectividad, las relaciones y los valores que deben regir su conducta. Para la orientadora, "La familia es la base de la sociedad" (O1), definición que coincide con la de varios maestros participantes, quienes también describen la familia como el núcleo de socialización inicial, "el primer grupo o las primeras personas, con las que el muchacho se relaciona desde que nace, es como quienes lo forman desde el inicio" (DS2x2), de allí que para ellos, es considerada como el primer espacio en el que sus estudiantes establecen relaciones de afecto significativas "ante todo tiene que ser como ese espacio y es núcleo donde se fortalecen ciertos valores" (DS1x9).

Así mismo, tanto los docentes, como la orientadora escolar y las coordinadoras, reconocen a través de su discurso, que la familia como institución ha experimentado varios cambios en los últimos años bajo la influencia del entorno social, económico y político del país, señalando con frecuencia que dichos cambios han generado disfunciones o falencias con respecto a la estructura familiar tradicional, "las familias son muy disfuncionales, son muy extendidas, comparando con las familias de nuestra generación, que eran... un núcleo familiar muy estructurado con papá, mamá e hermanos" (O).

Frente a estos cambios en la familias, la orientadora señala que obedecen a las trasformaciones de los roles que usualmente se asumían en su interior, por parte de hombres y mujeres, las nuevas formas de conformación y desarrollo de las relaciones de pareja, y por el ejercicio del rol de cuidado y protección de los hijos ahora asumido por otras personas distintos a los padres, como son los abuelos o incluso particulares, que se dan por las condiciones de la estructura familiar y de las situaciones laborales de sus integrantes "Las personas tienden más a estar solas, a tener sus hijos pero, por muchas circunstancias los deja con los abuelos, otras personas cuidadoras diferentes a papá y mamá"(O).

En este sentido, las coordinadoras de la institución señalan, que la familia no se define a partir de los lazos de consanguinidad, sino por los espacios, necesidades, y experiencias cotidianas que comparten las personas, "o sea la familia para mi es la comunidad con la que vive" (C1), postura que es compartida por muchos de los docentes participantes quienes expresan del mismo modo que "Una familia también puede estar compuesta por el llamado padre, padrastro o madrastra que pueden conformar una verdadera sociedad donde todos se tienen que apoyar, unir y pues básicamente avanzar en la vida" (DS1x12).

Sin embargo, es importante destacar que, en algunos docentes, se mantiene presente la idea de familia como tradicionalmente se ha definido la nuclear funcional, Generalmente la definición que se da es la convivencia de papá - mamá e hijos es como ese grupo que convive permanentemente, que habita en un mismo lugar, donde permanecen, que se encuentran en las noches, que comparten, esa es su familia. (DS1x2), de igual manera se expresa una definición de familia a partir de la conformación o existencia previa de la relación entre un hombre y una mujer, "Bueno es un grupo de personas, donde hay una pareja, la pareja de padre y madre, que dirige, orienta al resto de personas que serían los hijos y en un ambiente de confianza, muy armónico" (DS1x10). "Cuando uno habla de familia siempre está incluido papá mamá y los abuelos" (DS1x 3).

Las coordinadoras y un grupo mínimo de docentes, reconocen que existen nuevas formas de familia, no tradicionales, en la que la presencia de la pareja no es un requisito. Hay familias que están integradas por la mamá y los hijos y funcionan ¿Si? La mamá es responsable, trabaja y les da lo que necesitan, es responsable hace toda su parte cumple con todos sus deberes; hay otras en donde existe mamá, papá y el niño y el niño es solo porque los papás: que tengo que trabajar, no puedo ir al colegio, no sé si hizo las tareas, es que yo le pido el favor a la hermana que le ayude y a la vecina tal cosa y no están así tenga papá y mamá. (C1), en este caso una minoría hace una lectura de la familia desde el contexto social y cultural, así como en función de los factores que la afectan, pero sin desconocer que independientemente de su organización o tipología es una institución central para la sociedad que se adecua a los retos laborales y sociales, y aun así cumple con su rol natural.

La familia en el contexto local

Respecto a las características de la familia en el contexto local, es decir, respecto a la percepción que los participantes tienen de las familias de los estudiantes del colegio, se encuentra a partir de sus respuestas, algunas coincidencias en cuanto a la conformación o estructura, se evidencia que las familias en su mayoría no son de tipo nuclear tradicional y si bien el número de hijos a tendido a reducirse existen algunas familias numerosas "el número de hijos ha disminuido notablemente, aunque si se encuentran familias de 5, máximo 6, o sea son familias muy pequeñas... la tendencia es a tener menos hijos por todos los compromisos" (O).

Tanto docentes como coordinadoras coinciden en afirmar que en su mayoría las familias de su contexto corresponden a familias incompletas o monoparentales "Por ahí un 70% son familias con papá o mamá, una sola figura paterna"(DS1x8); situación que parece estar relacionada con el incremento de separaciones o la inestabilidad de las relaciones de pareja en la actualidad " ya quedan muy pocas familias que, conformadas por padre y madre, no me atrevería a decir cuántas pero si hay mucho nivel de separación, bastante me parece a mí"( DSlxl0).

La condición socioeconómica de las familias, según los docentes, la orientadora y las coordinadoras, son complejas. Destacan la presencia de dificultades económicas, que conducen a condiciones laborales que con frecuencia afectan las relaciones entre sus miembros y el adecuado ejercicio de los roles de cuidado y protección por parte de los padres. "las mamás han salido de las casas a buscar un trabajo para mejorar las condiciones de vida de sus hijos y de la familia, entonces los muchachos se están quedando solos" (O), incluso los participantes hacen referencia a que dichas dificultades económicas desencadenan, otras problemáticas de tipo social como la violencia "incluso algunos presentan algunos tipos de violencia, por el hecho de estar en función con otros compromisos laborales y otras cosas" (O).

Siendo las familias de los estudiantes en su mayoría, según lo refieren los participantes, de tipo monoparental con jefatura femenina, la mayoría de los docentes consideran que ésta condición afecta su funcionamiento "hay muchas mamás que son madres cabeza de hogar y dicen que les hace falta la pareja para poder solucionar todo" (Cl), destacan que al contar solo con uno de los padres y en especial de la madre, se afecta el ejercicio de autoridad y por lo tanto el educativo, "La dificultad es la falta de compromiso... del cabeza de hogar... no tienen autoridad sobre los hijos" (C2). La monoparentalidad desencadena, según los docentes, que al interior de las familias de sus estudiantes con frecuencia no se implementen de manera adecuada pautas de crianza y un acompañamiento permanente, "Son muy permisivos, yo creo que es porque como no están con ellos todo el tiempo por el ratico en el que están como que les permiten todo" (DS1x5).

También describen la presencia de familias, en la que algunos padres asumen más bien una posición negligente o ausente, responsabilizando al otro padre de las tareas propias de su rol. Lo que uno encuentra a veces es que el papá y la mamá, se tiran la pelota el uno al otro, por ejemplo, yo tengo niños que viven con la mamá, pero el que viene a las reuniones es el papá, entonces lo que uno habla con el papá, se pierde por qué él no está permanentemente con el niño, entonces como que se tiran la pelota (DS2x1).

No obstante, es importante resaltar que pese a que en su mayoría, las respuestas de los participantes señalan que las familias de los estudiantes de la institución atraviesan por un sinnúmero de dificultades, uno de los docentes plantea una visión distinta y esperanzadora de dichas familias, en la medida que rescata que como institución, la escuela pueda comprender las nuevas formas de familia que pueden coexistir y desarrollarse, y a partir de ello, tratar de adaptarse para establecer una mejor relación con ellas: Yo no veo tan difícil el asunto si nosotros como institución como escuela cambiamos ese pensamiento de que la familia es papá mamá y niños, entonces cuando vienen un niño que no tiene esa conformación familiar uno dice no, pero es que más se puede esperar de ese niño si el papá ausente la mamá ausente y es precisamente porque las personas que están en ese grupo no están ejerciendo de pronto ese rol... es que en este momento las instituciones seguimos creyendo que la familia sigue siendo la nuclear, pero la vida nos está demostrando que la familia no es nuclear por ningún motivo... creo que en cuanto cambiemos esta forma de pensar, vamos a mejorar y vamos a volver a tener familias funcionales, familias que se quieren, familias que comparten el tiempo, familias nucleares, pero sin ser biológicamente nucleares (DS2X3).

La familia y su responsabilidad de educar

Frente a las preguntas que hablan sobre la responsabilidad de educar que poseen las familias, la orientadora y las coordinadoras, consideran que una familia con mayor nivel educativo cuenta con amplias posibilidades para exigir y acompañar a sus hijos en los diferentes compromisos académicos, pues les pueden ayudar en la búsqueda de respuestas adecuadas a diferentes problemáticas. Igualmente consideran que la educación es la base del progreso y el bienestar, por lo que el nivel educativo de la familia permite que esta mantenga mejores condiciones económicas, ya que, tienen la opción de contar con ingresos económicos estables. "Cuando [los padres] tienen más educación... pues parece que funcionan más... pero creo que más por el nivel de estudio, la formación que han tenido ellos mismo, es la forma como exigen o no" (C1). "Las personas que tienen algún nivel de educación, pueden adquirir mejores puestos y su situación económica mejora notablemente" (O).

Perciben que la familia ha delegado en el Estado, la escuela y otras instituciones sociales, funciones que en un principio venían siendo de ellos, entre estas está la educación en valores, la formación integral para la vida como sujeto de derechos y otras funciones que a nivel social son vitales para la convivencia. La familia de hecho debe luchar y conseguir y mejorar sus condiciones de vida porque si se está acostumbrado que algunas cosas todo le dan, por ejemplo, aquí los niños tienen refrigerio, ruta, todo subsidiado, educación es subsidiada, y entonces dónde están las otras responsabilidades de los papás. (O). Yo pienso que todo es lo mental, es que yo soy pobre, entonces yo soy pobre y no le puedo dar una hoja a mi hijo" y añade "la mentalidad que todo me lo tienen que dar, de que o no puedo. (C1).

Las coordinadoras consideran que el Estado y su papel asistencialista está generando en las familias poco compromiso por conseguir las cosas básicas que los niños y niñas necesitan para su desarrollo, es decir, que el Estado en lugar de propiciar y fortalecer a la familia como unidad de cuidado y formación, le quita responsabilidades y genera costumbres parasitarias. Otra de las condiciones que afecta o influye para que la familia no llegue a asumir adecuadamente su papel en la escuela está en los cambios de los roles de los miembros de la familia y la incursión de la fuerza laboral femenina al mercado, ya que, han generado también en las familias cambios que repercuten en la educación de los hijos, máxime cuando la mujer es madre soltera y no cuenta con el apoyo de una red familiar que ayude a suplir esta necesidad: "sus compromisos laborales, que las mamás han salido de las casas a buscar un trabajo para mejorar las condiciones de vida de sus hijos y de la familia, entonces los muchachos se están quedando solos" (O).

Otro escenario que exponen las coordinadoras es la agresividad de los niños abonada con falta de afecto, maltrato y deficiente o nula comunicación en el hogar, "Esos niños agresivos, la agresión la traen de la casa" (C1). Sí la familia pudiese dedicarle en afecto, a los niños y a los jóvenes tendríamos muchísimos menos problemas, se requiere, mucho afecto y comunicación, comunicación que sea la adecuada, que permita que haya un intercambio entre los jóvenes los padres y se lleguen a unos acuerdos que permitan funcionar como familia con toda esta problemática social que hay y con tantas falencias económicas que se viven (C2).

Sus comentarios evidencian la preocupación por la ausencia -en algunos casos- de una buena actitud, compromiso, disposición y tiempo de calidad dedicado a sus hijos. De igual forma para los docentes, la familia no se involucra en la escuela debido a que se presentan muchas condiciones de disfuncionalidad que se evidencian en el bajo compromiso de la familia con la escuela y la educación de los niños y niñas: Las nuevas familias que están conformadas ahora son disfuncionales [...] encontramos familias separadas y donde esos aportes de la familia también ha hecho que los padres de familia no vuelvan al colegio, un padre que se separa o que deja los hijos o el padre o la madre, pues ya como que ni le importa venir al colegio, de un lado y del otro y sí se ven las repercusiones en las asistencias de los padres como a las reuniones como a los eventos que programan los colegios (DSlxl).

En cuanto a la responsabilidad de la familia en la tarea de formar y apoyar a la escuela en el proceso educativo, los docentes tienen diferentes percepciones relacionadas directamente con lo vivido en su contexto cotidiano. Para ellos la familia está alejada de la escuela y su rol está desligado de una actitud formativa, de tal manera, que la labor de educar queda solo en manos de la escuela: [La familia]. debe estar muy comprometida con el trabajo de los niños y estar muy pendientes de los avances de los chicos, de participar en ese trabajo de no dejar al niño en el colegio como si fuera la guardería" (DS1x2). De esta manera para los docentes, coordinadoras y educadoras, la familia y la escuela están desligadas frente a las funciones que las dos deben cumplir con la educación de los niños y jóvenes.

Desde la mirada de los educadores esta es una falencia grave, que está afectando directamente a los jóvenes que se están formando, pues se está permitiendo que la educación no sea vista como un proceso integral del ser, para ser un escenario solo de control y restricción: Otra cosa que yo digo es que no son muy comprometidos los papitos y entonces yo creo que habrá que trabajar más sobre ese asunto, sobre el compromiso y la responsabilidad (DS2x4). Ellos tienen como digamos el 80 - 90 % de responsabilidad, digamos que es de allá que viene la responsabilidad, nosotros somos los que pulimos, complementamos, ¿cierto?, pero se está viendo ahora que los papás nos están viendo es como los cuidadores solamente, no nos están viendo como los educadores (DS1x7).

El rol de la familia en la escuela

Al indagar por el rol de la familia en la escuela, tanto los docentes, la orientadora y las coordinadoras participantes concuerdan en que este es casi nulo, o no es evidente su desempeño en la mayoría de los casos, por múltiples factores como la falta de tiempo; por la necesidad de estar inmersos en sus actividades laborales para suplir las necesidades económicas; y además por la posibilidad de encargar la tarea formativa, no sólo académica, a otras personas como los miembros de la institución educativa: Lo que vemos es que los papás no tienen tiempo y hablaba de las familias que ahora son la mamá cabeza de hogar, tiene que salir muy temprano y pues a veces los niños llegan a donde viven solos, viven todo el día, salen del colegio y toda la tarde solos (DS1x3). La familia ha pensado que los colegios se han convertido en una guardería. los papás decían que no tenían con quien dejarlos, o sea el rol de los maestros paso de ser un facilitador del conocimiento a ser el cuidador de una cantidad de niños (O).

Una preocupación adicional de los docentes es la ausencia de formación en valores por parte de los padres, quienes a su vez esperan que esta tarea sea asumida por el colegio, sin embargo, aunque debería ser una labor que se ejecute en conjunto parece tener un efecto contrario cuando no se asume por la familia y sólo se le delega a la escuela la responsabilidad: En la casa no se está dando esa parte de valores y por eso también vemos los niños con tanto vacíos y tantas dificultades, ahora, también vemos muchas familias con muchos antivalores, los enseñan a llevarse las cosas, a robar, a quitar, a hacerse notar, que si la profesora, le dice algo, usted párese y dígales, entonces todo eso es un juego muy crítico, yo digo, no sabe a dónde vamos a llegar en un momento, porque no es solo la escuela, es la misma sociedad (DS1x3). Yo pienso que formación en valores, obvio el apoyo académico e intelectual de lo que va a ser el muchacho eso es clave, y yo no sé porque veo que las familias piensan, o los padres mejor piensan que toda la responsabilidad de la educación en total cae sobre el colegio y en los profesores y eso no es así, son responsabilidades compartidas, una parte y yo diría la mayor parte debe ser de casa porque si allá no funciona seguro que acá no va a funcionar (DS1x 10).

Se pone de manifiesto que un factor que afectaría la relación entre la familia y la escuela y la adecuada ejecución de su rol educativo, está relacionado con el hecho de que se les está pidiendo su participación solo cuando hay fallas notables en el comportamiento disciplinario o en los resultados cuantitativos de los estudiantes, pero no cuando su desempeño escolar es admirable. Lo que genera desidia y desinterés entre las familias por el proceso general de los estudiantes: Otra de las limitantes para que la familia se acerque es que se acerque al colegio solo a recibir quejas y llamados negativos de atención de su hijo...y esto implica que si a ti te están llamando siempre la atención por algo malo tu terminas por ni acercarte a quien te está hablando todo el tiempo que lo estás haciendo mal. terminas sacando excusas para no llegar, porque no se llega a un espacio donde vayas a encontrar un apoyo y un soporte sino donde vas a recibir más carga con toda la carga que vienes manejando (C1).

Los docentes notan que el asunto de la disciplina y la autoridad en gran parte de los casos no está bien dirigida, puesto que algunos se centran más en su papel de proveedores que en la asignación de pautas de comportamiento: Yo veo que los papás ese término disciplina, les da durísimo eso para ellos y para calmar su conciencia ese cuento de dar y dar es por calmar su conciencia, así no tenga medios, le doy para que no me dé lora. (DS1x6). El rol de la familia también ha cambiado, es obvio que, si yo tengo a mi cargo un hijo, no es lo mismo que si yo tengo a mi cargo un sobrino o aún ahijado, para mí no es lo mismo. (DS2x1).

Estrategias de integración de la familia en la escuela

Los entrevistados reconocen una estrategia que ha creado la escuela para capacitar a los padres de familia en diferentes temas relacionados con la crianza de los hijos: se llama la escuela de padres de familia o escuelas de familia, herramienta que reconocen como eficiente en la medida en que permite capacitar a los padres en diferentes temas. Pero observan una gran falencia dentro de la misma estrategia, y es la poca participación, generado quizás por algunos factores externos como son la parte laboral, la falta de un estímulo o alguna sanción a quienes no participan del proceso: Yo diría que empezando por los papás, no sé cuál será la razón por la cual no asisten primero de pronto porque no les den permiso en los trabajos posiblemente, dos porque les dé pereza asistir, pero uno ve que a diferencia de los colegios privados es sagrada la asistencia a los talleres hay multas sino asisten, entonces no sé si acá tenga que convertirse todo en coacción para que haya reacción pero yo creo que sídebería pasar porque fácilmente los papás no asisten. (DS1x9).

Estrategias de integración de la familia en la escuela en el contexto local

Respecto a la estrategia que emplean actualmente los docentes para mantener un contacto más directo y una participación más activa de los padres de familia en el proceso de aprendizaje de sus hijos y de las actividades que el colegio promueve en el marco de la corresponsabilidad, son varias, sin embargo, consideran que existen diversas variables que impactan negativamente la participación de la familia. Dentro de las estrategias más usadas por los docentes están las citaciones a reuniones para la entrega de notas, las escuelas de padres de familia o las citaciones para atender los problemas. Pese a ello, los docentes no pueden evidenciar el impacto que estas reuniones tengan en el aumento de la responsabilidad de los padres y en el mejoramiento de la relación entre la familia y la escuela, ya que, no han hecho una retroalimentación profunda y crítica de las mismas: La verdad solamente se hace en las reuniones de entregas de notas esa es la convocatoria, de pronto si hay una urgencia general de disciplina a nivel de curso entonces se citan a los papás del curso o se cita de forma individual (DS1x11). Y los talleres de padres, yo no veo que eso esté funcionando y esa es una muy buena posibilidad, porque los padres participan activamente y ellos mismos hablan con otros padres de ciertas cosas que ellos ven, que comentan que pueden mejorar en la institución y al no tener ese contacto, eso me parece una cosa muy grave (DS2x1).

Dentro de las entrevistas emergen otro tipo de dinámicas individuales que se leen como estrategias: unas son las actividades generadas por el mismo docente en el aula, otras las propuestas que se hacen desde el servicio de orientación escolar, en el que se dan algunas reflexiones para que los padres las trabajen desde casa, y el uso de las Tic's, para mantener contacto directo y permanente con los padres de familia, para dar información sobre las dinámicas que se manejan en la cotidianidad del aula o para tratar casos de manera individual cuando se dan situaciones particulares: Lo que yo hago dentro de las actividades, puedo dejar unas a los padres y luego en el diálogo con el grupo, utilizo esa experiencia, eso que sucedió allá, cuando surgió esa pregunta, como una manera de traerlos, así no estén en el salón de clase (DS2x2). En el caso mío yo tengo un WhatsApp propio para los padres de familia y los padres me comunican ¿cómo va mi hijo? es una comunicación más directa... antes no existía el celular ni nada y los padres tenían que venir a preguntar acá, de alguna forma se comunicaban, pero tenían que asistir, pero como ya no asisten, acá que venga un padre a preguntar cómo va mi hijo es muy raro (DS1x12).

Sin duda los docentes reconocen que con la implementación de estrategias de integración familia-escuela se favorece no solo la relación entre padres y docentes, sino también los resultados académicos de los niños y jóvenes, lo cual se denota en respuestas como: "Pero los resultados si obviamente son más positivos cuando se da la relación escuela- padres, docentes - padres eso se nota y es muy evidente... entre más comunicación haya mejores resultados vamos a obtener" (DS1x10).

Pero la lectura general es que no hay un conjunto de estrategias claras que faciliten la vinculación entre la familia y la escuela, y las que existían se han ido erosionando, por lo que para ellos es necesario plantear políticas que en función de alguna sanción, promuevan la participación y la integración obligatoria de la familia hacia la escuela: Los consejos de padres no están funcionando, hasta hace 3 o 4 años tuvimos la asociación de padres y el consejo de padres y estaban muy integrados al colegio, se celebraba el día del colegio, el día de la familia . en este momento se acabó ese vínculo que teníamos con los padres (DS2x1). Debería haber una política de Estado donde fuera de carácter obligatorio la asistencia de los padres a las instituciones y que las empresas no sancionen a los papás porque están asistiendo a las instituciones educativas (DS2x4).

4. Discusión

Concepto de familia

A partir de las respuestas manifestadas por los participantes, respecto al concepto de familia, se evidencia una tendencia por parte de estos a considerarla como un núcleo de la sociedad, lo que afirma de igual forma Baltor, Rodríguez, Ferreira y Dupas (2014) al señalar que la familia es el primer sistema en el cual los seres humanos interactúan. Para los participantes, la familia es un espacio en el que niños y jóvenes son formados a partir de las relaciones afectivas que se establecen entre sus miembros, desde donde construyen y vivencian los principios y valores que regirán posteriormente su conducta, considerando, como lo señala Gutiérrez y Vila citadas en Parra (2005) que éste espacio conforma un conjunto de valores cuya estructura se integra por influencia y presión cultural y social, de ese modo se puede afirmar que para los participantes la familia incide en el comportamiento de sus miembros y relación con los demás.

Del mismo modo, Goldenberg y Goldenberg (1985) citados por Hernández (1997) plantean que la familia es un sistema social natural con particularidades como el establecimiento de papeles y reglas, estructura de poder, patrones específicos de comunicación, negociación y resolución de problemas; en el que los miembros que la conforman se vinculan entre sí desde el apego emocional, durable y recíproco. Al considerar el concepto de familia, se identifica que los participantes, tanto docentes, como coordinadoras y orientadora, asumen una representación tradicional de la misma, al definirla como la base de la sociedad o el grupo primario de interacción del ser humano en el cual se asume la creación de vínculos afectivos.

En este sentido, los participantes hacen evidente su percepción acerca de los cambios que la familia como institución ha experimentado y viene experimentando, como producto de los propios cambios del contexto socioeconómico y político del país, que implica como refiere García (2013), que la familia es un sistema incluido dentro de un sistema mayor como lo es la sociedad. La familia no puede considerarse como un grupo estático, sino que uno que cambia permanentemente y se adapta a través del tiempo. En este sentido, es importante destacar que, de manera particular a través de las respuestas de parte de la Orientadora, se reconoce que estos cambios sociopolíticos, desencadenan una serie de transformaciones al interior de las familias, en cuanto a los roles ejercidos por sus miembros y las relaciones establecidas entre los mismos.

Si bien muchos de los participantes mantienen una comprensión de familia desde una estructura tradicional nuclear, conformada por padres (papá y mamá) e hijos, las coordinadoras y un número significativo de docentes de manera particular señalan su idea de familia, más allá de los lazos biológicos, incluyendo los vínculos afectivos y los espacios compartidos, como señala Gallego (2011), al considerar la familia como un grupo de personas unidas a partir de una historia social e individual que incluye lazos afectivos y de comunicación, que no necesariamente tienen un vínculo consanguíneo. Sin embargo, es importante destacar que, en un número reducido de docentes, se mantiene presente la idea de familia tradicional conformada por padre, madre e hijos.

La percepción acerca de la familia que tienen los actores involucrados, tiende a considerarla como un sistema relevante para el desarrollo integral de las personas, como menciona Garcés (2010), tanto a nivel individual al favorecer la satisfacción de necesidades básicas, biológicas y psicoafectivas, como también a nivel social, en la medida en que moldea las primeras bases de la personalidad, contribuyendo a la formación de la identidad del individuo. Aunque persiste una concepción de familia nuclear como ideal, se identifica que algunos actores actualmente comprenden la familia no en función de ideales sino de las circunstancias sociales y culturales y, por lo tanto, a partir de sus problemas y situaciones actuales, unas que no les impide revalorar y recuperar el valor que la familia posee como una entidad social educadora. En este caso si bien la familia se ha transformado, no se pierde de vista que bajo las nuevas estructuras que ellos perciben aún posee un valor crucial para la construcción de la sociedad.

La familia en el contexto local

Al respecto de las características de las familias vinculadas a la institución educativa, los actores participantes coinciden en considerar que en su mayoría pertenecen a estructuras distintas a la tradicional o nuclear; de manera constante refieren que las familias en su mayoría son de tipo monoparental con jefatura femenina, lejos de la estructura que imperó durante gran parte del siglo pasado, justamente a causa de las múltiples transformaciones que el país ha experimentado en las últimas décadas, como producto de los procesos sociales y económicos que se han suscitado, conduciendo al establecimiento de nuevas formas familiares, superando de igual manera, los roles y dinámicas tradicionalmente establecidas, como refiere Millán (2013).

Es importante destacar que varias de las respuestas permiten evidenciar que esos cambios en la estructura familiar tradicional, son asumidos con frecuencia por los participantes como una situación que desencadena dificultades en las familias para cumplir su labor formativa, en palabras de Flórez y Sánchez(2013, p.2)"Estos cambios sociales, económicos y culturales han tenido impacto en el ámbito de las ideas, los valores sociales y las actitudes hacia la familia, la sexualidad, las relaciones de género, la religiosidad, las formas de convivencia familiar, entre otros", lo cual ha conducido de un lado al incremento significativo de las uniones consensuales como fundamento de la familia y por otro el aumento de la inestabilidad de las uniones, de acuerdo a la percepción de los mismos participantes.

Es necesario señalar dos aspectos: uno que la percepción de lo que es la familia, incluye a miembros como padrastros o madrastras, de forma que, como dice Pachón (2007) se reconocen nuevas formas de parentesco, que han dejado de tener una connotación negativa dentro de la sociedad; y en segundo lugar, las respuestas permiten evidenciar que para los actores, existe igualmente una percepción crítica frente a familias con padres jóvenes o menores de edad, lo cual, según ellos, puede asociarse a la vivencia de una sexualidad precoz, a la irresponsabilidad, a la falta de experiencia, al desarrollo de modelos de comportamiento inadecuados y en ocasiones, al descuido frente al cuidado de los hijos. Estos dos aspectos demuestran que no existe uniformidad frente a la lectura que se hace de la familia, como tampoco una mirada absolutamente acrítica de lo que está ocurriendo en el seno de ellas.

Así mismo, las representaciones asumidas por los actores en general, incluyen la percepción respecto a las dificultades que atraviesan las familias en cuanto a las relaciones de poder y autoridad que se establecen entre sus miembros, además de la situación económica y las condiciones laborales de los padres. Sin duda, el ingreso de mujer al campo laboral y los roles de provisión que anteriormente eran función exclusiva de los hombres, ha generado cambios en la manera en que se asumen las tareas y responsabilidades económicas en los hogares, y en el aumento del número de familias con jefatura femenina y de familias extensas que como refiere Pachón (2007) acogen a las mujeres que por alguna razón no cuentan con el apoyo de sus parejas, ni tienen los recursos necesarios para asumir el sostenimiento de sus hijos.

Con frecuencia, las respuestas evidencian que, para los docentes, coordinadoras y orientadora participantes, existen en la mayoría de casos situaciones que afectan la implementación de normas y rutinas por parte de los padres o adultos respecto a los niños y jóvenes, lo cual a su vez incide en los comportamientos asumidos por estos últimos. Lo que denota un afán más por el rol de poder que poseían que por su papel educativo. Esta mirada hace que la exigencia más común que se le hace a la familia desde la escuela sea la de recuperar el control del cuidado y de la formación, pero a través de prácticas coercitivas y punitivas.

Los participantes en su mayoría señalan que además de la carencia de figuras de autoridad claras, las familias manejan un estilo de crianza con tendencia a la permisividad, aunque otras tantas se perciben como negligentes o ausentes; además la percepción es que los niños y jóvenes permanecen frecuentemente solos, sin supervisión o bajo cuidado de terceros, a causa de las jornadas laborales de sus padres; situación que los hace vulnerables frente a situaciones de riesgo. De este modo, la percepción de los participantes en su mayoría frente a las condiciones de las familias de su contexto, parte de la consideración de la familia como un espacio en el que idealmente, deben existir normas, reglas y prácticas de comportamiento. Aunque la necesidad de fortalecer los hábitos sociales, de convivencia y del respeto a las normas básicas que aseguran la coexistencia, nacen desde el sentir de los maestros y de la desesperación por ver un cambio en la actitud de los niños y adolescentes, es claro que solo ven una alternativa: el ejercicio punible de la autoridad.

Un número importante de respuestas presentan una percepción negativa en cuanto al funcionamiento esperado de las familias, no solo hacia su interior, sino hacia la sociedad en general. Algunas respuestas consideran que las familias de sus estudiantes, son disfuncionales, que como menciona Alcaina y Badajoz (2004), corresponde a aquellas en la que se promueve la baja autoestima en sus miembros, con una comunicación poco eficaz, representada en el comportamiento destructivo y en ocasiones violento, limitando el libre desarrollo de la personalidad y afectando principalmente a los niños y jóvenes.

Pese a que muchas de las apreciaciones de los actores evidencian una situación de crisis generalizada en las familias, se destaca que uno de los participantes propone una perspectiva un poco más esperanzadora, que implica para éste el reconocimiento de las nuevas formas de familia y la disposición a establecer desde la escuela una mejor relación con ellas. Esta perspectiva esperanzadora debe ser promovida y multiplicada, pues si bien es cierto que existen problemáticas notables, es necesario superar las miradas limitantes y enfocarse en una de potencialidades y alternativas, que permita identificar la problemática y generar desde la escuela una alternativa de integración y fortalecimiento de lo negativo, así como una potenciación de lo positivo.

La familia y su responsabilidad de educar

Como afirma Maestre (2009), la familia tiene el derecho y el deber de educar, los padres son quienes deciden sobre aspectos fundamentales en la vida de sus hijos e hijas, por lo tanto, crean una cultura familiar específica y se convierten en referentes de sus hijos, mientras que gozan una relación estrecha y establecen interrelaciones personales caracterizadas por el afecto, la ayuda, la orientación y el soporte entre otros. Sin embargo, la familia ha delegado en el Estado, la escuela y otras instituciones sociales gran parte de las funciones que en un principio eran asumidas por los padres, entre estas está la educación en valores, la formación integral para la vida como sujeto de derechos y otras funciones que a nivel social son vitales para la convivencia.

Los docentes, orientadores y coordinadores de la institución educativa manifiestan su preocupación por la ausencia -en algunos casos- de una buena actitud, compromiso, disposición y tiempo de calidad dedicado a sus hijos. De igual forma para los docentes la familia no se involucra en la escuela debido a que se presentan muchas condiciones de disfuncionalidad familiar que se evidencian en el estado de inadaptabilidad de los niños y jóvenes al entorno educativo. Si bien, actualmente la función de la escuela es ejercer un papel complementario con la educación del hogar, es evidente en muchos casos el conflicto existente cuando los intereses de una y otra institución son diferentes (Sosa, 2009). Lo anterior es manifestado por los docentes cuando evidencian que la familia y la escuela, están desligadas frente a las funciones que deben cumplir en la educación de los niños y jóvenes.

De acuerdo a lo anterior, se plantea la necesidad de seguir contemplando alternativas para que esta institución logre cumplir con su papel formador especialmente aquel que se encuentra relacionado con los valores. Se reconoce que la familia es responsable junto con la escuela de la formación, se cuestiona que no asuma plenamente este principio, lo que no se revalora es que en función del contexto las familias no cuenten con las herramientas suficientes, lo que limita la eficacia de sus acciones educativas y por lo tanto la perspectiva que puede desarrollar frente a sus responsabilidades. Se es crítico frente a la ausencia de responsabilidad, pero no se construye un juicio crítico sobre las condiciones que llevan a esta ausencia, o sobre los factores que desde la cotidianidad del maestro podrían mejorar la responsabilidad.

Rol de la familia en la escuela

Si bien la familia y la escuela son instituciones con funciones propias y particulares las dos comparten objetivos similares a favor de los estudiantes, y además una enorme responsabilidad. Sin caer en lo esquemático, puede decirse que mientras la familia aporta valores, normas, costumbres y está al tanto de las necesidades emocionales, la escuela se centra principalmente en la formación intelectual, sin dejar de lado la formación personal. Por tanto, para que una y otra cumplan con su cometido ha de existir entre ellas una comunicación franca y amplia, una colaboración constante, una conexión permanente en el proceso educativo que los hace corresponsables de los resultados: la familia, porque se trata de sus propios hijos; la escuela, porque ha de responder por el cometido que le asigna la sociedad.

Los docentes manifiestan que los padres cada vez se alejan más de su responsabilidad ante el proceso educativo. Por múltiples razones, válidas o no. Señalan que los padres aducen falta de tiempo (e incluso de formación académica) para asumir esa participación. También inciden los cambios que la familia como institución ha sufrido en las últimas décadas; la familia nuclear ha venido siendo reemplazada en muchos casos por familias monoparentales, por nuevas uniones familiares e incluso por el encargo de los hijos a miembros de la familia extensa. Adicionalmente la familia y especialmente los padres deben acomodarse a la exigencia de la vinculación laboral económicamente activa, por la necesidad del ingreso suficiente y necesario que sostenga los gastos de la casa.

Aunque se reconoce que: "la implicación de las familias en la acción educativa y el establecimiento de una relación constructiva y positiva compartiendo responsabilidades, en el marco de una comunicación bidireccional, se considera hoy día uno de los factores determinantes en el éxito escolar de los niños" (Llevot y Bernard, 2015, p 57), pero es evidente que sobre los hombros de la escuela se han depositado todas las cargas de la formación de los menores. Los participantes mencionan que cada vez los niños acuden más jóvenes a ella; desde el jardín de infantes los padres los entregan para que los docentes se "hagan cargo" no solo de la transmisión de información sino de inculcar afectos, valores, principios, costumbres, cultura, etc.

De otro lado, los participantes perciben que los padres, han ido reduciendo su rol frente a la escuela, al de simples proveedores económicos, proporcionando elementos y dinero, y olvidando que su rol implica la participación activa y responsable en el proceso educativo. Si bien "la familia no sólo debe garantizar las condiciones económicas que el niño necesita para estudiar, sino que debe prepararlos para que puedan participar activamente en la escuela y aprender, apelando a recursos no materiales como: valores, insumos culturales, capacidad de dar afecto, estabilidad, disponibilidad de tiempo, etc. (López 2004, citado por Espitia y Montes 2009 p.98).

Los participantes realizan una lectura positiva sobre el rol de la familia en la escuela, ven su importancia y reconocen el alcance que esto puede tener en la vida de los estudiantes, sin embargo, el papel que le otorgan se reduce a la formación de valores y la garantía del cumplimiento de las tareas que los docentes les asignan a los estudiantes. Cuestiones como el afecto, el cuidado y la búsqueda de condiciones económicas, materiales y culturales se relega, lo que les lleva a ver que el trabajo y la transformación de roles en el hogar no deberían ser cuestiones primordiales frente a las tareas o llamados que los docentes hacen. Sobrevaloran que el nivel educativo de las familias sea un factor que afecta o favorece su rol y por ende su relación con la escuela.

Estrategias de integración de la familia en la escuela

En relación a las estrategias de integración, los maestros reconocen que estamentos como el consejo de padres y la asociación de padres de familia, son espacios en los que la familia puede participar para la toma de decisiones trascendentales al interior de la escuela. De otro lado reconocen que la escuela de padres de familia, dado que esta se convoca a la totalidad de las familias de acuerdo al número de estudiantes genera mayor impacto; además la reconocen como eficiente en la medida que permite capacitar a los padres o acudientes en diferentes temas en relación a su cotidianidad y el manejo de algunos aspectos particulares como la crianza y las relaciones del adulto con los niños y jóvenes.

Pero se observa una gran falencia dentro de la misma estrategia, y es la poca participación de los padres en esta clase de actividades, influenciada, como los docentes reconocen, por algunos factores sociolaborales o por el bajo compromiso de los padres; de igual manera los participantes consideran que sería importante tener la posibilidad de estimular o sancionar a quienes no participan activamente del proceso. No obstante, se asume que las estrategias están bien planteadas y diseñadas, que las convocatorias son adecuadas, lo que lleva a reconocer que no se evalúa profundamente la posibilidad de que las convocatorias sean ineficientes, las temáticas poco atractivas, los tiempos y espacios inadecuados o que el planteamiento general de la propuesta tenga un mínimo valor didáctico y pedagógico. La mirada de los docentes se concentra en la necesidad de la sanción social y no en el fortalecimiento de las propuestas o en la implementación de nuevas y mejores, unas que estén articuladas a las circunstancias reales del contexto.

Estrategias de integración de la familia en la escuela en el contexto local

En Colombia, como afirman Londoño y Ramírez (2012, p. 213) "se hace necesaria la creación de un trabajo en red en el que familia, escuela y contexto unan sus fuerzas para el abordaje de las problemáticas presentadas", lo que da cuenta de la corresponsabilidad que los maestros esperan de la familia en relación a la formación y educación de los niños y jóvenes. Así mismo lo manifiesta Gallego (2011, p. 309), "pues únicamente es posible modificar el pensar, el sentir y el actuar de los niños, las niñas y los adolescentes, si familia-escuela establecen vínculos de colaboración, apoyo y ayuda, pero sobretodo una comunicación constante y asertiva". De esta manera se refleja la importancia que los maestros dan a la familia en el proceso educativo de los menores, donde cada uno, familia y escuela, aporta desde su quehacer para fomentar el aprendizaje no solo en la academia sino también para el desempeño social.

Al indagar sobre las estrategias que ellos como docentes y directivos docentes implementan, se evidencian las citaciones a reuniones para la entrega de notas o para atender situaciones que emergen dentro de la convivencia. De igual manera, afirman que hasta hace poco tiempo la presencia de la asociación de padres de familia, influía para que los padres participaran en las actividades encaminadas al bienestar de los niños dentro del entorno escolar.

Los maestros continúan implementando iniciativas cotidianas de manera individual que tienen por objetivo seguir fomentando el apoyo a sus estudiantes, algunas de estas estrategias son, por ejemplo, hacer partícipe a la familia en algunos de los trabajos que se le asignan a los niños, para la casa, en donde los adultos pueden manifestar su punto de vista o sugerir nuevos conceptos. Ocasionalmente se hace citación para que el padre asista y dialogue directamente con el maestro y su hijo, otra iniciativa, es el uso de las redes sociales para que todos los padres estén al tanto de las actividades de los hijos. Estas iniciativas, son usadas y compartidas entre los maestros para mantener un acercamiento continuo con la familia.

En otras instancias existe el consejo de padres, que hace parte del gobierno escolar y en el que sus delegados participan para tomar parte de las decisiones que atañen al funcionamiento de la institución, sin embargo, no siempre se evidencia un impacto relevante frente al resto de las familias. Este consejo de padres definido como uno de los estamentos del gobierno escolar, que asegura la continua participación en los procesos de mejoramiento institucional, se encuentra reglamentado por el decreto 1286 de 2005, en él se establecen las normas sobre la participación de los padres de familia en el mejoramiento de los procesos educativos, denominando familia no solo al padre y a la madre, sino a tutores o a quienes ejercen la patria potestad o acudientes, que determina como deberes principales el matricular a sus hijos, participar en la autoevaluación institucional, apoyar las iniciativas que realice el colegio en aras de mejorar la calidad de la educación, mantener comunicación constante con la institución y acompañar el proceso educativo de sus hijos.

La Ley 115 o Ley General de Educación, en el artículo 7° del Título I, determina a la familia "como núcleo fundamental de la sociedad y primer responsable de la educación de los hijos, hasta que cumplan la mayoría de edad o cuando se dé la emancipación" (Ley 115 de 1991); sin embargo, como refiere Londoño y Ramírez (2012), además de reconocer la importancia de la familia en el proceso educativo, es necesario que las instituciones educativas cuenten con los recursos, el personal, el tiempo y la infraestructura necesarios para realizar procesos de intervención secuenciales y estructurados, que involucren la mirada de diferentes profesionales y de los beneficiarios, de manera que la escuela se constituya en un escenario posibilitador de redes de apoyo para la familia y el estudiante.

5. Conclusiones

De este proceso de investigación se puede concluir que si bien los maestros reconocen el papel fundamental de las familias en la labor formativa de los niños y jóvenes, así como también la importancia de convocar a ésta institución a trabajar en equipo, en sus relatos es notable que han adoptado una posición pesimista frente al rol que vienen desempeñando éstas, sin tener en cuenta las condiciones sociales y económicas que han tenido que enfrentar durante las últimas décadas y que han afectado el equilibrio del núcleo familiar y a su vez el nivel de participación en el proceso educativo de sus hijos.

No se puede negar que algunos maestros cuentan con la voluntad de integrar a la familia a la institución educativa, manteniendo la comunicación de forma personal cuando los padres o acudientes asisten a la institución; o a través de notificaciones por escrito cuando éstos no pueden hacerlo, incluso ciertos docentes han vinculado tecnologías de comunicación para mantener un diálogo constante con las familias. No obstante, la gran mayoría limita su contacto a las reuniones programadas para entrega de notas, desconociendo múltiples y novedosas posibilidades para este fin.

Es preocupante notar que además de los intentos de comunicación mencionados, los espacios de diálogo en las reuniones de padres y algunas escuelas de padres, no se evidencian otras estrategias que sean planteadas por los docentes y directivos para acercar de manera efectiva a la familia y promover el cumplimiento de su rol dentro de la escuela. Precisamente al cuestionar a los docentes por las carencias de participación de las familias, suelen adjudicar la responsabilidad exclusivamente a ésta, bien sea señalando su falta de tiempo, de recursos económicos, nivel educativo, la constitución familiar e incluso la edad de los progenitores. En este sentido, no suelen plantear o reconsiderar acciones que desde su rol se constituyan en apoyo para fortalecer el trabajo en equipo que ellos mismos plantean como necesario.

Frente a la evolución y transformación que ha tenido la familia, si bien reconocen que ha cambiado, es general en los participantes considerar que existe un tipo ideal de familia (nuclear) compuesta por padres e hijos, casi pronosticando el fracaso de los otras formas familiares, como aquellas que está a cargo de uno sólo de los padres, especialmente si es la madre; se cuestiona la familia que ha optado, en muchas ocasiones por las circunstancias económicas, por unirse a parientes como abuelos y tíos (extensa), también las familias producto de las nuevas uniones que son constituidas por alguno de los padres; de este modo, en muchas de las respuestas se percibe que si la familia no tiene una conformación de tipo nuclear, no se está cumpliendo de manera completa con el rol encomendado, desconociendo que estas nuevas formas de familia, surgen en muchos casos por razones asociadas con el abandono, la violencia, la imposibilidad de sostener el hogar, entre otras.

Respecto al ejercicio de su función formativa persiste una percepción negativa de las familias, asociada a las condiciones económicas-laborales y los niveles de escolaridad de los padres; situaciones que, desde la escuela, se considera que inciden de manera negativa en el ejercicio de autoridad y en la implementación de pautas de crianza adecuadas por parte de los padres o adultos responsables. En este sentido, desde la escuela se considera que los padres establecen con frecuencia estilos de crianza permisivos y negligentes, además se señala a manera de crítica, que la familia ha delegado en otros actores, incluido el Estado, su responsabilidad en cuanto a la formación en valores y temas relacionados con la ciudadanía y la convivencia.

Los participantes perciben a la familia como distante y poco comprometida, asumen que la familia es la responsable principal de la formación en valores y socio-afectividad, reduciendo el papel de la escuela a la formación académica de los estudiantes, lo cual incide en las escasas estrategias que desde la escuela se generan, respecto a este ámbito y en general al fortalecimiento de la relación familia-escuela, quedándose relegada su participación a la crítica y a la búsqueda de prácticas punitivas o coercitivas, que pretenden aumentar, de alguna manera, la preocupación de las familias por el desempeño de sus hijos.

Si bien los participantes consideran que la familia debe ser un espacio propicio para la formación de los niños y adolescentes, en el que se supone la existencia de normas, reglas y prácticas para la regulación del comportamiento, ante las falencias identificadas en éste ejercicio, a partir del comportamiento de los estudiantes, los participantes no asumen formas o estrategias para su mejora, más allá del ataque hacia éstas. La escuela desconoce de alguna forma, que pese a ser la familia la primera responsable de la formación de los hijos, no es la responsable exclusiva; sino que ella misma como institución es igualmente responsable de la formación en valores y de la promoción de las capacidades o habilidades sociales y ciudadanas de los niños, adolescentes y jóvenes. La crítica de la escuela a la familia quizá es válida y oportuna, pero limita y condiciona las posibles estrategias pedagógicas a plantear desde la cotidianidad del maestro y maestra en el aula, quienes con frecuencia consideran que este tipo de formación no es parte de su tarea, percepción desde la cual establecen su rol y su relación con la familia.

La familia ha cambiado, sin embargo, los participantes manifiestan que las prácticas pedagógicas continúan siendo las mismas; así entre familia y escuela, se establece una relación mediada por el poder, en donde la escuela no asume sus fallas ni reflexiona frente a su responsabilidad compartida, asume que las estrategias y acciones por ella adoptadas son correctas y necesarias, por tanto no evalúa la efectividad o pertinencia de sus prácticas, justificando sus escasos resultados (en cuanto a la vinculación activa de las familias en el proceso de formación de los estudiantes), en las condiciones y aspectos negativos de las familias y en las debilidades del sistema educativo y la política educativa en general.

De alguna manera, la escuela considera que la relación con la familia, mejorará en la medida en que se desarrollen sanciones hacia los padres y las familias que incumplan con su responsabilidad, sin reconocer la importancia del fortalecimiento de las acciones pedagógicas y de las estrategias que desde la escuela se ejercen para este propósito, de manera que en realidad puedan ser articuladas al contexto, de manera que respondan realmente a los intereses, expectativas y necesidades de las familias. Es necesario destacar que, aunque la escuela cuenta con herramientas importantes para mejorar la relación con las familias y apoyarlas en su labor, es necesario valorar la experiencia de las mismas, rescatar sus vivencias, reconocer sus capacidades y favorecer con ellas un verdadero diálogo de saberes, que trascienda de un ejercicio unidireccional, en el que como experta, la escuela pretende enseñar a los padres a "ser padres" y sancionar su incumplimiento, sin antes haber revisado y renovado sus concepciones y prácticas pedagógicas de cara a los estudiantes y sus familias.

Recomendaciones

La escuela necesita reconocer el contexto local, político y cultural de la familia, con sus condiciones y expectativas, de esta manera será posible vincularla de forma activa en el proceso de formación de niños y jóvenes, evitando juzgar sus particularidades y logrando un acercamiento de forma positiva y propositiva, a favor de la acción educativa de la escuela.

La familia debe ser reconocida y vinculada como parte esencial en el funcionamiento del sistema educativo, a partir de la divulgación y el empoderamiento de responsabilidades establecidas de manera formal en los pactos de convivencia de las instituciones y los Proyectos Educativos Institucionales (PEI). Estos espacios de vinculación de la familia a la escuela, deben ofrecerse de una manera atractiva para los padres de familia, de tal forma que responda realmente a sus necesidades y expectativas.

De igual forma, la familia debe vincularse a través de estrategias de articulación, encaminadas al crecimiento psicosocial del estudiante, superando la acción coercitiva y de control de padres a hijos y de docentes a estudiantes. Para esto, debe involucrarse de una manera más activa, la función del orientador escolar, con herramientas de mayor cobertura -más profesionales y menos grupos de estudiantes a cargo para cada uno de estos- y acciones innovadoras que en general promuevan la participación de la familia, desde su función como guía del estudiante y la familia.

En la actualidad se están generando grandes avances en cuanto al uso de las tecnologías de la comunicación, con el objetivo principal de fomentar la interacción entre las personas que, aunque no están presentes simultáneamente en un mismo lugar, pueden interactuar de manera virtual y actualizarse de forma constante. No se visualiza un motivo aparente para negarse a aprovechar este recurso de manera que se fortalezca la relación familia-escuela, ya que como apoyo para establecer interacciones entre padres y maestros, puede constituirse en una herramienta útil, eficaz y de bajo costo, que permita estrechar el trabajo mancomunado entre padres y docentes; además, este tipo de herramientas permite que los estudiantes, también puedan ser partícipes y proponentes de movimientos sociales a partir de intereses comunes. Estas herramientas incluyen el uso de las redes sociales, las páginas con contenidos educativos y formativos, las plataformas de trabajo institucional entre otras.

En el quehacer cotidiano, muchos maestros en su interés por mejorar la calidad educativa de su entorno, generan proyectos que tienen un importante impacto en materia de formación dentro de la comunidad educativa, donde no sólo el maestro es el protagonista, también los estudiantes, los padres de familia e incluso otros miembros, bien sea como proponentes o como beneficiarios, con excelentes resultados; por lo tanto es importante hacer que estas estrategias sean visibles a otros docentes y actores de la institución, de manera que se facilite su retroalimentación y mejoramiento continuo e incluso se estimule el surgimiento de otro tipo de prácticas y experiencias, a partir de la generación de trasformaciones en cuanto a la percepción y las expectativas de los otros docentes sobre su trabajo diario.

Otra alternativa al interior de la escuela, en la que se propicie la participación de las familias, la reflexión en torno a su papel y responsabilidad en la escuela y la relación de ésta y la escuela, es el establecimiento de observatorios de familia, como espacios al interior de las instituciones educativas, en el que se promueva el conocimiento de las condiciones y contexto de las familias vinculadas, y se construyan aportes para el diseño y seguimiento de estrategias y acciones dirigidas hacia las mismas; de forma que se puedan dar a conocer aspectos positivos de un trabajo continuo y articulado entre los diferentes actores que aportan al crecimiento personal y social de los niños, jóvenes y sus familias, al interior de la institución educativa.


Notas

1 Para el presente artículo, por cuestiones de espacio, únicamente se socializa el análisis compuesto, la discusión y las recomendaciones.


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