Introducción
Existen razones para publicar. Al decir de Scott Fitzgerald, “no tienes que escribir porque quieres decir algo, tienes que escribir porque tienes algo que decir”. El continuo incremento en las obligaciones asistenciales, docentes y administrativas, sumado al poco reconocimiento de las instituciones y al escaso estímulo económico atentan contra el desarrollo académico de los cirujanos. Con esos argumentos, la gran mayoría de los cirujanos no consideran importante publicar, sin embargo, la productividad científica aumenta la reputación de los servicios de cirugía e incrementa la posibilidad de obtener recursos económicos. Por este motivo, el rol de las publicaciones científicas es cada vez más importante 1.
Debido a ello, se podría postular que existen dos tipos de razones que justificarían publicar: las altruistas y las personales. Las primeras incluyen el deseo de difundir las observaciones y experimentos realizados; los médicos tenemos la obligación moral de comunicar cualquier nueva observación significativa, sea esta positiva o negativa 2. Entre las segundas se incluyen la mejora del propio conocimiento, la promoción dentro del ámbito académico y el reconocimiento de los colegas. En un hospital académico es responsabilidad de los miembros de mayor experiencia crear un ambiente que conduzca al desarrollo de los miembros más jóvenes para que crezcan científicamente y adquieran su propia independencia intelectual.
Prioridades para publicar
Puede presentar cierta dificultad para los cirujanos jóvenes el conocer qué y dónde publicar, y sobre todo cómo escribir. El interés puede variar desde publicar una presentación de caso hasta un buen artículo en una revista de alto impacto, lo cual dependerá del conocimiento que se requiera para cada publicación. Los estudios retrospectivos constituyen un nivel superior, y los estudios prospectivos aleatorizados requieren de un escenario académico o de colaboración internacional adecuados.
El número de protocolos registrados en instituciones que una vez finalizados se presentan en actividades académicas en formato oral o poster es importante, pero existe una desproporción al constatar cuántos de aquellos protocolos culminan en publicación. El principal factor limitante es la no realización del documento final, o su realización de un modo deficiente, que resulta inaceptable por los comités editoriales.
El acto de escribir requiere de una serie de conocimientos y habilidades para que la idea que se quiere presentar pueda ser difundida y tenga impacto. La producción de un artículo científico es la vía de comunicación de la ciencia, por lo que los resultados de las investigaciones que aportan nuevos conocimientos deben ser publicados. Es importante reconocer que la calidad de la investigación va de la mano con la redacción del manuscrito; una buena investigación debe ir acompañada de una buena redacción, caso contrario, obtendrá el mismo resultado que una mala investigación sin difusión. Debido a ello, para que los resultados de las investigaciones de calidad puedan ser difundidas y tengan impacto, su redacción debe ser también de buena calidad.
Impacto de la investigación
La palabra impacto tiene mucha relevancia en investigación. El impacto per se se define como una impresión o efecto que produce un hecho sobre los sentidos. En la literatura científica el término utilizado es “factor de impacto” (FI), el cual contabiliza la frecuencia promedio con la que un artículo es citado durante un período determinado. El FI de una revista se calcula dividiendo el número de citaciones de un año entre el número de publicaciones de esa revista en los dos años previos 3. Fue inventado por Eugene Garfield (1925-2017), fundador del Institute for Scientic Information y creador del Web of Science a comienzos de los años 60s, una organización dirigida originalmente a los bibliotecarios con el propósito de estimar los análisis de coste beneficio de una revista científica. Actualmente se lo emplea como una medida cuantitativa de calidad de una revista, de sus artículos y de los autores.
Partiendo de la premisa de la necesidad de evaluar la calidad de la investigación, así mismo se han generado una serie de índices. Hoy en día uno de los más utilizados es el índice h, que fue diseñado por el físico argentino Jorge Hirsch, e intenta demostrar la calidad del investigador 4,5, combinando el número de publicaciones con su impacto medido por el número de citas. En otras palabras, mientras que el FI evalúa predominantemente a las revistas, el índice h muestra la calidad del investigador.
Consideraciones finales
Los editores de la Revista Colombiana de Cirugía deseamos facilitar esta tarea y por ese motivo hemos tomado la decisión de iniciar una nueva sección en la cual incluiremos temas sobre investigación, desde el punto de vista de los cirujanos que hemos recorrido el camino, compartiendo el aprendizaje obtenido en el ejercicio, buscando a partir de la experiencia evitar la repetición de errores o la inclusión de sesgos que afecten el resultado de la investigación. Esperamos sea de su agrado y la encuentren útil.