El Departamento de Trabajo Social se instituyó en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia por Acuerdo 75 del 28 de agosto de 1985 del Consejo Superior Universitario para cumplir fun ciones de docencia, investigación y extensión en las secciones de política y bienestar social, metodología de intervención y proyectos de desarrollo social. Desde entonces, un colectivo docente materializa su misión1.
Según nuestras memorias -plasmadas en audiovisuales y editoriales de la revista TRABAJO SOCIAL- en los despliegues de dicho colectivo se volvió imperativo activar un proceso editorial tendiente al desenvolvi miento del Trabajo Social; un dispositivo proclive a visibilizar los co nocimientos generados en ese campo; un medio orientado a sostener diálogos con colegas ubicados en distintos territorios; un espacio de con versaciones con pares de las Ciencias Sociales y Humanas acerca de los referentes, los objetivos, los métodos, los resultados y las limitaciones de la investigación y la intervención en temas de interés compartidos.
Como fruto de sus esfuerzos, en un singular, extenso y abrupto de venir acaecido entre condiciones estructurales y coyunturales que pro fundizaron las precarias condiciones de la vida humana y no humana en Colombia, ese colectivo presentó el primer número de TRABAJO SO CIAL el 15 de abril de 1998 en el auditorio Alfonso López Pumarejo de la Universidad Nacional de Colombia, cuya configuración inició en 19952. Es decir, el citado colectivo, durante tres años, caracterizó la revista en contextos exacerbados por genocidios, ecocidios y epistemicidios, donde se intensificó la concentración de las riquezas de algunos y las dificul tades de muchos; pero, simultáneamente, se revitalizaron las coopera ciones de otros, con insoslayables decisiones de reconstruir mundos posibles en paz consigo mismos y con la naturaleza.
A partir de la fecha, con la revista TRABAJO SOCIAL contribuimos a robustecer nuestra comunidad al circular conocimientos producidos por colegas sobre contextos desafiantes en los cuales el desarrollo mo derno, entre otros ámbitos, se plasma en instrumentos planificadores neoliberales que aumentan los problemas sociales y las crisis de los paradigmas que les explican; se promulgan reformas constitucionales e institucionales con tendencias adversativas; se interpelan utopías y he gemonías; mutan las relaciones entre las familias, los sexos, los géne ros, las generaciones, las etnias y las clases; y no cesan las peticiones, las demandas, las movilizaciones y los estallidos de la sociedad ante los deficientes cubrimientos de sus necesidades vitales.
Ciertamente, las causas y las consecuencias de los problemas vigentes en esas complejas dinámicas le exigen al Trabajo Social investigar e in tervenir, así como eco-crear y divulgar alternativas de solución con sa beres, sentires, quereres y pensares convencionales y no convencionales. Específicamente al Trabajo Social le corresponde estudiar las vertientes, los nudos, las controversias, los desenlaces, los vacíos, los interrogan tes y los retos de los temas que le ocupan, para potenciar horizontes y medidas colaborativas.
Por consiguiente, en estos 25 años, el equipo encargado de producir y difundir TRABAJO SOCIAL, compuesto por editores, autores, evaluado res, coordinadores, correctores, diseñadores, diagramadores, ilustrado res, fotógrafos, asistentes, auxiliares, financiadores, administradores de portales y distribuidores, ha transitado por incontables senderos hasta llegar a la comunidad lectora, conformada por hombres y mujeres, expertxs y legos con diversos atributos, de quienes recibe constantes retroalimentaciones. Son nuestra razón de ser, al igual que la sociedad y la naturaleza inscritas en las investigaciones y en las intervenciones publicadas, las cuales nos permiten aprender. A todxs les reconocemos sus participaciones.
Gracias a ellxs, en dominios (in)disciplinares, así como en ámbitos multi, ínter y transdisciplinares, con la revista logramos interpretar asuntos de la sociedad a escala; valorar los parámetros y los artilugios estatales -políticas, planes, programas, proyectos, actividades- utili zados para resolver esas cuestiones; fortalecer la justicia sociocognitiva, la diversidad, el pluralismo, la equidad, la interculturalidad, la dignidad y la reflexividad; actualizar lineamientos de formación, investigación, intervención y transformación del Trabajo Social; recuperar historias de esta (in)disciplina-profesión; reconocer los roles y los aportes de sus docentes, estudiantes y egresadxs a la sociedad, la naturaleza, el Estado y el mercado circundantes y promover textos inéditos, reseñas de libros, añejos documentos, entrevistas a colegas, eventos académicos e imáge nes relevantes para el Trabajo Social y otras esferas de conocimientos.
Explícitamente, los temas tratados en la revista han sido componen tes de materias sociales, ambientales, económicas, políticas y culturales presentes en la docencia, la investigación y la extensión de las profesio nes y las disciplinas contemporáneas3. En esta ocasión, proseguimos con la tarea. Por lo tanto, para nosotras es un gusto presentar este número 26.1 de TRABAJO SOCIAL, el cual contiene investigaciones relativas a las cristalizaciones de los referentes bioéticos, políticos, epistemológicos, teóricos y metodológicos de la dimensión pedagógica en el Trabajo So cial latinoamericano. Analizar esa dimensión, asumiendo que nuestros conocimientos proceden de las interpretaciones crítico-propositivas efec tuadas en los procesos de investigación e intervención que agenciamos, nos permite obtener aprendizajes susceptibles de aportar como saberes y prácticas a la constitución de subjetividades.
En particular, los abordajes pedagógicos del Trabajo Social nos po sibilitan fortalecer las comprensiones de los contextos, las personas intervinientes, las intenciones, los métodos, los resultados y las lecciones de nuestras actuaciones. En este sentido, la dimensión pedagógica del Trabajo Social nos genera incalculables cuestionamientos. Por ejemplo, nos convoca a preguntarnos qué implica abordar esta dimensión en nuestra (in)disciplina-profesión; cuáles son los orígenes y las trayecto rias bioéticas, políticas, ontológicas, epistemológicas, teóricas, contex tuales y metodológicas de esa dimensión; qué corrientes pedagógicas coexisten en nuestras investigaciones e intervenciones; qué principios, valores, conceptos, saberes, prácticas y debates promueven tales corrien tes y de qué modo la dimensión pedagógica fortalece la construcción de conocimiento en Trabajo Social y en las Ciencias Sociales y Humanas.
Ahora bien, la dimensión pedagógica es una constante en el Trabajo Social, pero los estudios gestados al respecto son recientes y se concen tran en los análisis de los ejercicios docentes, las prácticas profesionales y los escenarios de proyección social, al tiempo que se orientan a solidi ficar las exploraciones y las reflexiones pedagógicas del Trabajo Social en sus múltiples áreas. Por lo tanto, este número contiene pesquisas sobre el sentido pedagógico del Trabajo Social, con encuadres multi, ínter y transdisciplinares elaborados por docentes, estudiantes y egresados de Trabajo Social situados en Latinoamérica. A nuestro juicio, esas lecturas son fuentes inspiradoras que fortalecen las construcciones de conoci mientos referidos al tema. En concreto, TRABAJO SOCIAL entrega nueve artículos de colegas ubicados en Argentina, Colombia y Chile, los cuales podemos agrupar en tres ejes temáticos.
En el primer eje, Análisis propositivos de experiencias relativas a la formación en Trabajo Social, incorporamos los análisis de las prácticas formativas en Trabajo Social que las desentrañan revelando sus contex tos, participantes, propósitos, medios, contenidos y ejercicios, junto a las creaciones relacionales, teóricas, metodológicas y didácticas que las gestan en cada escenario. En el segundo eje, Miradas pedagógicas con arte y construcción de paz, posicionamos las exploraciones interdisci plinarias que fusionan lenguajes artísticos en las acciones de formación académica y comunitaria, fomentando las intersecciones de conoci mientos con los desafíos existentes en sus contextos de actuación. En el tercer eje, Relaciones del Trabajo Social y la Pedagogía, localizamos las interpretaciones que describen y analizan dichas relaciones interdisci plinarias hasta delinear recomendaciones para sus afianzamientos. A continuación, precisamos los artículos dispuestos en cada eje.
Eje 1: Análisis propositivos de experiencias relativas a la formación en Trabajo Social
En primer lugar, incluimos el artículo "El trabajo de portafolios en la formación profesional. Experiencia de estudiantes y docentes en la carrera de Trabajo Social, Universidad Autónoma de Chile, sede Talca", preparado por Víctor Rodrigo Yáñez Pereira y Álex José Antonio Re tamal. Este documento, derivado de una pesquisa realizada con estu diantes y docentes de Trabajo Social en la Universidad Autónoma de Chile (sede Talca) explicita las condiciones didáctico-pedagógicas en las cuales se inscribe el trabajo de portafolios en cada ciclo formativo de dicha carrera.
En segundo lugar, integramos el artículo "Itinerarios pedagógicos interpelados: instituyentes que reconfiguran la enseñanza en Trabajo Social. Reconfiguración de la enseñanza en Trabajo Social en el marco de la sindemia por COVID-19.", forjado por María Pilar Fuentes, Clara Weber Suardiaz y Laura Zucherino a partir de una experiencia formativa obtenida con la Licenciatura en Trabajo Social de la Universidad Na cional de La Plata. Este escrito contiene un estudio sobre la enseñanza-aprendizaje del Trabajo Social en contextos sindémicos y se estructura alrededor de tres polos: las transformaciones de las formas de lectura y escritura en la virtualización de la enseñanza, las estrategias de lxs es tudiantes que articulan factores propios de aquel espacio-tiempo y las conjugaciones de bases feministas, cual matriz epistemológica que per miten cuestionar y ofrecer elementos innovadores para la formación.
En tercer lugar, publicamos el artículo "Discursos pedagógicos de interculturalidad en la formación del Trabajo Social", elaborado por Myriam Fernanda Torres Gómez, quien estudia la interculturalidad en dos escuelas de Trabajo Social como marco referencial de diálogos y resignificaciones del otro/a en la investigación y en la intervención so cial. Por esta vía, se acentúan las comprensiones y las prácticas en ese terreno del Trabajo Social.
En cuarto lugar, ingresamos el artículo "Ampliación genealógica de la formación en Trabajo Social en relación con la noción de comunidad. Un estado del arte", producido por Gerardo Vélez Villafañe y Clara Inés Carreño Manosalva, quienes destacan el concepto de comunidad en el saber-hacer del Trabajo Social, al igual que su incorporación en los pla nes, los contenidos y las prácticas educativas. Así, exploran los contextos y los campos de saber en los cuales se aborda la categoría comunidad y, simultáneamente, resaltan desafíos en las problematizaciones latinoa mericanas de la misma.
En quinto lugar, establecimos el artículo "Reflexiones sobre lineamientos formativos en Trabajo Social en la Corporación Universita ria Rafael Núñez", creado por Rocío Margarita González Navarro y Rafael Alberto Zambrano Vanegas, en el que presentan los resulta dos del proceso participativo impulsado con docentes, estudiantes y egresados de la citada universidad, para construir los lineamientos de formación del Trabajo Social considerando el transcurso del Consejo Nacional para la Educación en Trabajo Social (Conets), al igual que los referentes y las tendencias latinoamericanas que sustentan el plu ralismo en dicha formación.
Eje 2: Miradas pedagógicas con arte y construcción de paz
En sexto lugar, instalamos el artículo "El circo social: una mirada pedagógica, con perspectiva crítica e indisciplinada" escrito por Sergio Andrés Infante Pava, quien sustenta el carácter pedagógico y ar tístico del circo social, sus antecedentes y su trayectoria en el trabajo popular. Con una visión "indisciplinada" de las Artes Escénicas y las Ciencias Sociales, el autor determina el circo social como una potente herramienta en la intervención sociocomunitaria, la transformación de realidades sociales indeseables, el empoderamiento social y la cons trucción de paz.
En séptimo lugar, traemos el artículo "Construcción de paz a través de la música: retos, debates, elecciones y aprendizajes", donde Andrea del Pilar Rodríguez Sánchez y Rubén Darío Guzmán Rosero resaltan los debates y los retos superados al poner en marcha una propuesta de formación para la construcción de paz mediante la música en la Uni versidad Nacional de Colombia. Destacan cómo el doble propósito de la formación origina un fondo que entreteje tópicos de los estudios de paz, los enfoques psicosociales, la acción comunitaria y el análisis crí tico de la praxis musical, con lo cual, en esta dirección, se fortalece el corpus teórico-práctico del Trabajo Social.
Eje 3: Relaciones del Trabajo Social y la Pedagogía
En octavo lugar, incorporamos el artículo de Marcela Rodríguez Urrego "Trabajo Social, pedagogía y conocimiento relacional", que ana liza las tensiones presentes en las prácticas pedagógicas de Trabajo So cial; indaga por el conocimiento relacional, como elemento central en las prácticas reflexivas del trabajador social y profundiza en las estra tegias formativas para trabajadores sociales con educación biocéntrica.
En noveno lugar, presentamos el artículo "Intervenir es interpelar: convergencias entre la pedagogía social y el Trabajo Social", de Óscar Eduardo Camelo Romero, donde, a partir de un diálogo interdisciplinar, explora la manera en que la pedagogía social en cuanto disciplina se da como dimensión pedagógica de la intervención social, de modo que orienta el accionar del trabajador o la trabajadora social teniendo en cuenta sus preguntas y capacidades para producir cambios en su realidad.
En este número 26.1 de TRABAJO SOCIAL incluimos dos entrevistas centradas en las reconstrucciones de las experiencias de vida y las tra yectorias docentes de dos maestras: Claudia Bermúdez y Patricia Sierra, cuyas contribuciones fortalecen la comprensión y la consolidación de la dimensión pedagógica del Trabajo Social y evidencian cómo, a través de sus motivaciones -inspiradas en la transformación y en la búsqueda de justicia social y expuestas en sus trabajos populares, barriales, gre miales y educativos- generan conocimientos y aportan a las lecturas pedagógicas del Trabajo Social.
Además, en el número articulamos dos reseñas. En la primera, Maira Judith Contreras Santos hace una rigurosa y reflexiva síntesis sobre el libro Lineamientos para la formación del Trabajo Social en Colombia. En la segunda, Yennifer Dayanna Verano Isaza y Luisa Katherine Pulido Niño nos acercan al libro Rutas de formación para la protección integral de defensores/as y líderes/as sociales con enfoque psicosocial y jurídico, explicando la ruta y los aprendizajes obtenidos al culminar la forma ción, inspirada en la educación popular, con organizaciones sociales de Honduras, Colombia y Perú.
A su vez, como documento histórico, vinculamos la Memoria del II Congreso Nacional de Servicio Social que se adelantó en Medellín del 13 al 17 de abril de 1962. En el escrito se destacan la relevancia, la ubicación y las funciones del Trabajo Social en los ámbitos laboral, médico, fami liar, así como en los programas de bienestar infantil, vivienda, desarrollo y organización de la comunidad. Paralelamente, se trazan conclusiones y recomendaciones para su fortalecimiento en las cuales se intensifica su talante pedagógico. En concreto, se proyectan diversas actividades orientadas a potenciar la formación en el Trabajo Social. Por ejemplo (i) elaborar un nuevo pénsum incrementando la participación en admi nistración, relaciones interpersonales y métodos de investigación, entre otros; (ii) solicitar a las facultades de medicina y enfermería que se dicte una cátedra de Servicio Social y cursos al personal médico, (iii) presen tar un plan de entrenamiento en servicio social familiar, (iv) conceder al método de organización comunitaria la misma trascendencia que a las enseñanzas de caso y grupo, (v) impulsar campañas de divulgación dedicadas a estimular el interés de más estudiantes, (vi) aumentar los recursos económicos para suministrar más matrículas y (vii) promover la concesión de becas para zonas rurales.
Igualmente, entrelazamos las ilustraciones de Alisson Astrid Vargas Puerto, Geraldine Gómez Garzón, Jhon Fredy Sanabria Aguirre y Valentina Sandino Saavedra, quienes han recreado con esos lenguajes los artículos mencionados.
Extendemos agradecimientos especiales a cada persona que colaboró para convertir nuestra convocatoria en obra reconocedora de la dimen sión pedagógica del Trabajo Social. Anhelamos que esta construcción promueva reflexiones mayores en las prácticas (in)disciplinares-profesionales sobre tal aspecto cuyos estudios, como se constata al escrutar los apartados, avanzan y, en sincronía, nos motivan a incrementar sus profundizaciones, extensiones y escrituras.