Introducción
El proceso de transición demográfica que ha experimentado la sociedad colombiana a lo largo del siglo XX y principios del siglo XXI, se refiere fundamentalmente a un proceso de reducción de la fecundidad y la mortalidad de la población. En el clásico libro Las transformaciones sociodemográficas en Colombia en el siglo XX, Carmen Eliza Flórez (2000) pone en evidencia -a partir de distintas fuentes estadísticas como censos y encuestas especializadas- que existen diferencias notables de los tamaños y la composición por edades de la población entre las regiones del país y que, también, las diferencias son relevantes al comparar los centros urbanos con las áreas rurales.
En esa misma línea, en una investigación reciente -que utiliza como fuentes de información principales los micro-datos de los censos de 1993 y 2005-, Urrea (2010) realiza una caracterización y un análisis estructural de las condiciones sociodemográficas y socioeconómicas de la región norte del Cauca y sur del Valle, desde una perspectiva de análisis diferenciado de las poblaciones, a partir de su composición étnica y racial. Dentro del grupo de los municipios que el autor denomina de población predominantemente indígena, se encuentra Toribío, el cual es caracterizado como un municipio que presenta un rezago en el proceso de transición demográfica.
Este artículo retoma la perspectiva clásica de la transición demográfica que desarrolla Flórez (2000) y la contextualización regional y perspectiva étnica-racial de Urrea (2010), para presentar los principales cambios sociodemográficos que han atravesado los hogares del municipio de Toribío -en sus tres resguardos- en los últimos veintiún años, y su relación con el acceso a la tierra. Para ello, se utilizan los procesamientos del equipo CIDSE1 de los censos de 1993 y 2005 para el total del municipio, y los procesamientos de la Encuesta Nasa 2014 para el total municipal y los tres resguardos en los siguientes indicadores: pirámides de población, tasas de fecundidad por grupos de edad, tasas de dependencia juvenil y senil, índices de masculinidad, razón de niños menores de cinco años por mujer en edad fértil, índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), tamaño promedio de los hogares, jefaturas en el hogar y, finalmente, porcentajes de acceso a la tierra, tamaño promedio de los predios y su relación con el tamaño de los hogares en los tres resguardos.
La información de los procesamientos del equipo CIDSE de los microdatos de los censos del DANE y de la base de datos de la Encuesta Nasa 2014 aplicada en el municipio de Toribío, permiten ahondar en el fenómeno de la diversidad demográfica regional y de los grupos étnicos en el país. Asimismo, la Encuesta Nasa 2014 no se limita a la territorialidad municipal, sino que incorpora las particularidades sociodemográficas, socioeconómicas y socioculturales de los grupos familiares que habitan en los territorios de los tres resguardos indígenas en los que está dividido el Municipio.
La hipótesis central de este ejercicio es que el municipio de Toribío ha avanzado en el proceso de transición demográfica y que puede ser caracterizado como un municipio de "transición demográfica intermedia". Sin embargo, existen claras desventajas para el resguardo de Toribío, relacionadas con menores avances en el proceso de transición demográfica y una mayor presión demográfica sobre la tierra disponible.
Algunos elementos conceptuales
Uno de los enfoques fundamentales que orientó al equipo de investigación para el diseño del formulario de la Encuesta Nasa 2014, y que retomo en este artículo, es el de Alexander Chayanov (1985) sobre las particularidades en la forma de organización de la producción campesina como una forma de producción no capitalista. Este enfoque se basa en sus investigaciones sobre el campesinado ruso aplicando novedosas técnicas de investigación cuantitativa de corte marginalista (Millar, 1970; Donham, 1981; Findji y Rojas, 1985).
Desde el punto de vista de Chayanov, la característica distintiva de la producción campesina es que las relaciones de parentesco estructuran las relaciones de producción y de consumo de las unidades domésticas, y no la lógica de la acumulación. En este sentido, la economía campesina es un proceso dinámico en el que el éxito de la reproducción de las unidades domésticas -satisfacción de las necesidades de consumo de sus miembros- depende tanto de la posesión de tierra y de capital, como de la composición demográfica a lo largo del ciclo vital. Este hecho es central, ya que significa que el aumento de la producción de cualquier unidad doméstica proviene de la intensificación del trabajo -prolongación de la jornada laboral, aumento del esfuerzo- de sus miembros y fundamentalmente de los/as jefes/as de hogar y sus cónyuges.
Aunque el concepto de unidad doméstica campesina de Chayanov es retomado en este artículo, se hace necesaria una adaptación que atienda a las particularidades de las Unidades Domésticas Nasa (UDN) y las distinga de una unidad clásica de producción campesina. La diferencia principal es que las Unidades Domésticas y de Producción Nasa (UDPN) trabajan la tierra por fuera de un sistema de propiedad privada o un mercado de tierras; sus parcelas forman parte de un territorio comunitario de resguardo2 y el cabildo ejerce regulación y control sobre la distribución de la tierra, entre otros temas. En segundo lugar, una parte importante del trabajo que realizan los miembros de las familias tiene que ver con asegurar el control del territorio, participar en prácticas y rituales tradicionales de la cosmovisión o apoyar y/o participar en los distintos eventos convocados por la institucionalidad nasa. Estas dos características diferencian las UDN de las unidades campesinas clásicas.
Aclaraciones metodológicas3
Para la selección de los hogares que integran la muestra, se definieron como unidades de muestreo las viviendas. Debido a que no se disponía del listado de hogares en las viviendas que conforman los bloques veredales4 del Municipio de Toribio, el equipo técnico realizó la construcción del marco muestral a partir de la elaboración de mapas de las 62 veredas, la cabecera y los 2 centros poblados del resguardo de Tacueyó y San Francisco, para un total de 65 mapas de los 15 bloques veredales. Se disponía, así, de un censo completo de viviendas con hogares o UDN, actualizado a marzo 30 del 2013; vale la pena destacar que los mapas sociales también fueron elaborados por los comuneros y las Juntas de Acción Comunal de cada vereda, y se listaron 6.832 viviendas en todas las veredas y cascos urbanos.
Igualmente, los mapas posibilitaron la orientación del personal de trabajo de campo y están organizados de manera sistemática, a través de la enumeración o asignación de un código a cada vivienda que va desde 1 hasta N -número de viviendas por cada vereda-. Como método de muestreo, se aplicó un muestreo aleatorio simple, de manera que se garantizó la representatividad sobre el total de viviendas del municipio. En este caso no se tuvieron en cuenta criterios socioeconómicos, pero sí la aleatoriedad, ya que cualquier unidad muestral tuvo la oportunidad de quedar representada en la muestra, independientemente de la vereda a la cual pertenecía o sus características. De esta manera, se evitó el sesgo de selección, pues las viviendas no se concentraron en una sola zona.
Una vez estimado el número de viviendas por bloque veredal, se seleccionaron -con base en los marcos muestrales (mapas sociales) de cada bloque- las viviendas que fueron objeto de visita en forma sistemática, para lo cual se dispuso del listado de viviendas con su respectiva ubicación en el territorio. La forma sistemática permitió que, después de seleccionar, en forma aleatoria, la primera vivienda de la lista dentro del rango (1, k=N/n), se pudieran seleccionar las restantes a saltos de longitud constante igual a k. Este método de selección permitió orientar el desplazamiento del personal de trabajo de campo y realizar los cambios cuando, por situaciones ajenas -como el conflicto armado-, fue necesario seleccionar otras viviendas a encuestar.
La muestra para la encuesta piloto experimental indígena fue de 961 hogares, que representan el 14,08 % del total de viviendas. Esta muestra es representativa para los tres resguardos y el municipio, y tuvo un error de muestreo inferior al 3 %. Como la encuesta se hace a las UDPN, se incluyó también una sección completa para 961 Unidades de Producción Nasa (UPN), correspondiente a los 961 hogares.
El formulario de la encuesta combina dos tipos de formularios: uno para la UPN y otro para la UDN. La UPN está constituida por el conjunto de los recursos humanos, técnicos, materiales y financieros disponibles en el hogar, mediante los cuales se producen los bienes y se generan los ingresos para el consumo familiar. La UDN es el hogar que, en un sentido ampliado, integra tanto a los miembros que residen en ese momento en la vivienda como a los que son reconocidos como miembros, pero que residen transitoriamente en otro lugar y que tienen vinculo de parentesco con el jefe del hogar (ausentes).
El trabajo de campo contó con la dirección y asesoría técnica del Centro Nacional de Consultoría (CNC) y el CIDSE de la Universidad del Valle. Todo el personal que hizo el levantamiento de la información en terreno fueron indígenas nasa de los tres resguardos. Los procesos de precrítica, crítica, codificación y construcción de las bases de datos fueron realizados con altos estándares de calidad en las instalaciones del CNC, en Bogotá.
En todos los procesamientos, exceptuando la información sobre predios, fue aplicado un factor de expansión. Este factor fue construido teniendo en cuenta la distribución de la muestra según bloques de veredas, los censos de los resguardos de familias indígenas y, además, una corrección o postestratificación, de acuerdo con la distribución por edades y género en los tres resguardos de Toribío, Tacueyó y San Francisco.
La transición demográfica del municipio de Toribío
La figura 1 compara las pirámides de población para el total del municipio de Toribío a partir de dos fuentes de información: el Censo de población y vivienda del DANE del 2005 y la Encuesta Nasa con datos para el 2014. El proceso de transición demográfica en Toribío se observa en la fuerte reducción de la base de la pirámide, comprendida por los grupos de edad de 0 a 4 años. En el 2005, este grupo representaba el 13,6 % de la población total, mientras que, para el 2014, el porcentaje bajó al 8,6 %. Lo mismo sucede en los grupos de edad de 5 a 9 años y de 10 a 14; tenemos entonces que, la distribución por edades observada en las pirámides para el 2005, es más joven que la observada en el 2014: el 41 % de la población menor de 15 años frente al 32 % en el 2014.
La figura 2 es contundente a la hora de mostrar el proceso de reducción de la fecundidad y la reducción previamente descrita de la base de la pirámide. En el grupo de edad de mujeres entre los 15 a 19 años, tenemos que en el 2005 nacían 19,5 niños por cada 1.000 mujeres, mientras que para el 2014 la caída fue de 12 puntos, ubicándose en 7,3 hijos. En todos los grupos de edad se observa una reducción constante de los nacimientos.
Uno de los presupuestos centrales en la teoría demográfica clásica retomado por Flórez (2000) tiene que ver con que, a medida que la fecundidad baja, se espera que la población envejezca y la estructura por edad se transforme en un perfil más constrictivo, en el que se reduce el porcentaje de jóvenes y se incrementa la población de adultos y personas mayores. Este fenómeno también se observa en el municipio de Toribío, ya que la población de la tercera edad -mayores de 65 años-, que representaba el 4,2 % de la población total en el 2005, registran un leve incremento hasta llegar al 4,7 % de la población en el 2014.
No obstante lo anterior, la figura 1 también muestra que, aunque hay una reducción de la base de la pirámide, también se presentó un incremento de la población en los grupos de edad de 15 a 29 años en el 2014, con respecto al 2005; este grupo de población representa una demanda real de tierra en los tres resguardos. Esta presión demográfica sobre la tierra también se ve expresada en las tasas de crecimiento de la población. Según el DANE, en 1993 la población total de Toribío era de 23.665 personas y en el 2005 de 26.512, lo cual da una tasa de crecimiento del 12,03 %. En el caso de la Encuesta Nasa, el total de población conciliada -aplicando el factor de expansión y utilizando como control los Censos de los 3 resguardos a marzo de 2014- es de 32.900 personas; en el periodo 2005-2014 la tasa de crecimiento de la población es del 24,09 %.
La transición demográfica en la territorialidad de los tres resguardos
La figura 3 permite observar importantes y muy interesantes diferencias entre los tres resguardos del municipio. En primer lugar, tenemos que el resguardo de Toribío concentra el porcentaje de población joven -menores de 15 años- más alto con el 35,2 % en estos grupos de edad, luego sigue el resguardo de Tacueyó con el 30,8 % y San Francisco, cuya transición demográfica es más acentuada con el 29,3 % de su población en las edades más jóvenes. Llama la atención que el proceso de envejecimiento de la población tiene una característica más acentuada en el resguardo de San Francisco, con el 5,5 % de la población mayor de 65 años, mientras que en Tacueyó este porcentaje es del 4,7 % y, en Toribío, apenas del 4,1 %.
Los diferenciales en los pesos de las poblaciones más jóvenes y de la tercera edad muestran un leve rezago en la transición demográfica del resguardo de Toribío y una situación más avanzada en el caso del resguardo de San Francisco. Tacueyó se sitúa en un lugar intermedio, pero su tendencia general lo pone más cercano a una situación de transición demográfica avanzada.
Infortunadamente, no fue posible encontrar registros estadísticos de la población de los tres resguardos para los años 1993 y 2005 que permitieran una perspectiva comparativa sobre el proceso de transición demográfica. Sin embargo, con los datos de la Encuesta Nasa se ha podido hacer una caracterización de la estructura de la población de los tres resguardos en la actualidad. Llama mucho la atención el fuerte peso de la población en edades entre los 15 y 29 años -potenciales demandantes de tierra- en los tres resguardos: en San Francisco representan el 30,3 %, en Tacueyó el 33,6 % y, en Toribío, el 36,3 % del total de la población.
Comportamiento de los indicadores sociodemográficos en el municipio de Toribío y en los tres resguardos
La tabla 1 presenta los principales indicadores sociodemográficos y el porcentaje de población con NBI del municipio de Toribío para los años 1993, 2005 y 2014. Los datos evidencian, claramente, varias transformaciones que sitúan este municipio en un punto intermedio de la transición demográfica, sobre todo por la reducción de cerca de 30 puntos porcentuales en la dependencia juvenil entre los años 1993 y 2014 -del 94,8 % al 52,6 %- y el impresionante descenso de la razón de niños menores de 5 años por mujer en edad fértil -del 80,0 % en 1993 al 34,9 % en el 2014-. También es importante destacar un aumento de la tasa de dependencia senil y que el índice de masculinidad muestra una proporción equilibrada de hombres y mujeres en el municipio.
El caso del indicador de población con NBI estaría mostrando un proceso de mejoramiento de las condiciones de vida del municipio: en 1993, prácticamente, todo el municipio presentaba algún factor de NBI, mientras que, para el 2014, observamos que solo afecta al 20,2 % de los hogares. Este hecho se explica por la llegada de líderes del movimiento indígena a instancias como la Alcaldía y el Consejo Municipal después de un proceso que inició en 1988 con la elección popular de alcaldes, y llegó a buen término cuando, por primera vez en Toribío, se eligió un alcalde indígena avalado por los cabildos y la asamblea comunitaria en 1994. Esta participación de líderes indígenas en las instancias de gobierno local del Estado ha configurado un nuevo estilo de gobierno y una forma particular de hacer política en la región norte del Cauca (Hernández, 2010; Guzmán y Rodríguez, 2014). En términos generales, los resultados de estos indicadores y las pirámides muestran que el municipio de Toribío se caracteriza por tener una población en un estado de transición demográfica intermedia, de acuerdo con la caracterización de Urrea (2010, p. 38).
La tabla 2 permite observar las diferencias al nivel micro-territorial de los tres resguardos y muestra una enorme consistencia con los resultados de las pirámides presentadas previamente. Tenemos que el resguardo de Toribío presenta las mayores condiciones de vulnerabilidad sociodemográfica con una tasa de dependencia juvenil 10 puntos por encima de los resultados en los otros dos resguardos: el 59,9 % versus el 48,1 % y el 48,3 % en Tacueyó y San Francisco. Igualmente, en Toribío se presenta una razón de hijos por mujer en edad fértil de 37,1 frente a 29,0 en los otros dos resguardos y una tasa global de fecundidad de 3,5 hijos por cada mil mujeres frente al 2,8 y 2,9 en Tacueyó y San Francisco.
La tabla 3 muestra, como era de esperar, que el resguardo de Toribío presenta el promedio de personas por hogar más alto con 5,1 miembros, mientras, en Tacueyó y San Francisco, es de 4,4; para el total de la población es de 4,6. Al mismo tiempo, de acuerdo con los resultados de la tabla 4, tenemos el porcentaje más alto de hogares con jefatura femenina en el resguardo de Toribío, con el 21,5 % de unidades domésticas con jefa de hogar. Según esta información, los hogares de Toribío son los más grandes, con alta vulnerabilidad sociodemográfica y con un alto porcentaje de mujeres jefas de hogar.
El acceso a la tierra en el municipio de Toribío y el carácter invariante del territorio
El Plan de desarrollo de Toribío, para el 2012 presenta, algunos resultados interesantes de un estudio sobre tierras realizado por la Alcaldía para el Plan Económico Ambiental. Uno de los resultados está relacionado con el hecho de que la tierra que puede ser considerada plenamente apta para las labores agropecuarias solo equivale al 13 % de las 49.143 hectáreas del municipio (Alcaldía Municipal de Toribío, 2012, p. 30).
En este mismo documento se señala que la tierra para asignación del cabildo prácticamente es inexistente, por lo que se hace apremiante la ampliación de los resguardos. Esta situación de escasez de tierras para asignar a UDN tiene que ver con que Toribío es un municipio que ha experimentado un crecimiento demográfico sostenido6, lo cual hace insostenibles los procesos internos indígenas de asignación de la tierra entre las nuevas unidades domésticas que se constituyen.
Esta situación se ve claramente expresada en los resultados de la figura 4, que muestran un porcentaje alto de población (85 %) que tiene acceso a tierra, lo cual indica que, tanto el cabildo como los mismos comuneros nasa, han realizado un proceso democrático de distribución de la tierra después de su recuperación. Sin embargo, por factores demográficos, el 15 % de la población no tiene acceso. Esta situación es más grave en el caso del resguardo de Toribío, donde el porcentaje de unidades domésticas sin acceso a tierra asciende al 16,8 %.
La tabla 5 muestra que la gran mayoría de los hogares del municipio que tienen acceso a tierra solamente tienen acceso a 1 predio (77,8 %), en el caso de los resguardos de Tacueyó y Toribío estos porcentajes son más altos (79,7 % y 77,2 % respectivamente) y, si se suman el acceso a dos predios, tenemos que más del 95 % de las unidades domésticas tienen acceso a uno o dos predios. En el resguardo de San Francisco, las unidades domésticas estarían en una "mejor situación" con el 13,4 % con acceso a tres o más predios.
La tabla 6 muestra el tamaño promedio de los predios en el caso de las unidades domésticas que solamente tienen acceso a un predio -la mayoría-. Aquí se puede apreciar que la situación del resguardo de Toribío es la más preocupante, puesto que, en promedio, las unidades domésticas solamente tienen 1,7 plazas (1 hectárea) para sembrar alimentos o criar animales para el autoconsumo o la venta. Esto tiene que ver con un fenómeno de fraccionamiento de los predios ante la imposibilidad de nuevas asignaciones.
Ahora bien, en la figura 4 se observa que un alto porcentaje de las unidades domésticas tiene acceso a tierra; sin embargo, las tablas 5 y 6 muestran que la mayoría solo cuenta con 1 predio, cuya extensión va de 1,7 a 3,2 plazas, un área insuficiente para que cualquier unidad doméstica de producción agropecuaria pueda generar los ingresos necesarios para su reproducción7.
Lo que agrava aún más el panorama de presión demográfica sobre la tierra son los resultados de la tabla 7 sobre la relación del tamaño de los predios y el número de personas para el total municipal y los tres resguardos. Este indicador se calcula sumando el área total -en plazas- de todos los predios informados, y se divide por el número total de personas encuestadas y según resguardos.
De esta forma, el resguardo de Toribío presenta la más alta relación de personas por plaza, con 9,5 personas, mientras que en Tacueyó esta relación es de 4,8 y en San Francisco es la más baja -como era de esperar- con 3,7 personas por plaza. Esta última tabla tiene consistencia con todos los resultados sociodemográficos que se han presentado para los tres resguardos y estaría expresando el fenómeno del estrangulamiento de la tierra, sobre todo en los resguardos de Toribío y Tacueyó.
Conclusiones
En términos generales, cuando se comparan los datos de los censos del DANE de 1993 y 2005 con la Encuesta Nasa 2014, se puede afirmar que el municipio de Toribío ha experimentado un proceso de transición demográfica que lo ubica en una posición intermedia con avances y rezagos: la base de la pirámide se redujo y han disminuido los nacimientos, pero sigue teniendo unas tasas de dependencia juvenil y razón de hijos por mujer en edad fértil relativamente altas. Vale la pena destacar que los datos comparados de los censos del DANE y la Encuesta Nasa, muestran que el municipio de Toribío ha experimentado un proceso de reducción del índice de NBI y esto está asociado con la gestión de las alcaldías indígenas, en una lógica de subordinación a los intereses de los cabildos -que también manejan recursos de transferencias- en los últimos veinte años.
Al nivel de los tres resguardos, encontramos que el mayor rezago en el proceso de transición demográfica se presenta en el resguardo de Toribío, ya que tiene un porcentaje de población menor de 15 años alto, un mayor promedio de personas por hogar y la mayor tasa de dependencia juvenil. Igualmente, la razón de hijos por mujer y la tasa de fecundidad son considerablemente más altas que en los otros dos resguardos. Los datos muestran que los resguardos de San Francisco y Tacueyó representan los mayores avances en el proceso de transición demográfica con tasas de dependencia juvenil moderadas, menores tasas de fecundidad y razón de hijos por mujer en edad fértil. Estos dos resguardos pueden ser caracterizados como poblaciones que presentan un patrón moderno de transición demográfica.
En términos del acceso a la tierra, veíamos que el carácter invariante del territorio está conduciendo a un fraccionamiento y una reducción del tamaño de los predios, con lo cual se hace cada vez más difícil que, durante todo el ciclo demográfico de las unidades domésticas, se pueda restablecer un equilibrio entre la satisfacción de las necesidades y la intensificación del trabajo familiar. Es apremiante la ampliación de los resguardos para garantizar la formación y el buen vivir de la nuevas UDPN.