INTRODUCCIÓN
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió la salud en 1946 como el "completo estado de bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades", percibiéndola, así, como un medio que permite alcanzar un bienestar pleno 1,2.
Así mismo, hay mediciones que en el campo de la salud pública han tomado relevancia en los últimos años debido a su capacidad de percibir el estado de salud global. Es el caso de la autopercepción en salud, que se define como la apreciación que hace una persona sobre su propio estado de salud, la cual influye directamente sobre la percepción de bienestar que se tiene 3,4.
Es así como la autopercepción en salud se ha convertido en una herramienta valiosa, en la medida en que la persona se autocalifica dependiendo de su percepción de bienestar pleno, más allá de sus patologías físicas o mentales 5. En ella actúan diversas variables, como la salud psicológica, el capital social y algunos factores sociodemográficos, como el sexo, la edad, el estado civil, el nivel educativo, el nivel de ingresos económicos, las enfermedades crónicas y la capacidad funcional 6,7,8.
Con respecto al sexo, estudios como el de Bustos-Vázquez et al. sugieren que dicha asociación no es directa, sino mediada por factores como la depresión 8; investigaciones como la de Lahelma et al. y la de Emslie et al. han encontrado que la inequidad laboral empeora la autopercepción en salud de las mujeres y que esta se califica de manera similar si las diferencias disminuyen en ambos sexos 9,10.
Al respecto, Bustos-Vázquez et al. y Damián et al. consideran que la presencia de enfermedades tiene una gran relevancia en la calificación de la autopercepción en salud, e incluso que esta empeora a medida que aumenta el número de comorbilidades 8,11.
Asimismo, Vladislavovna-Doubova et al. y Jewell et al. han encontrado que a mayor nivel educativo, es más probable que se califique la autopercepción en salud como buena o muy buena12,13; en cuanto a la ubicación de la vivienda, Arévalo-Avecillas et al., concuerdan en que no tiene una relevancia directa, sino que se ve afectada por la situación económica, las redes familiares y los recursos percibidos relacionados con la alimentación 14.
Por otro lado, Gallegos-Carrillo et al. consideran que la autopercepción en salud se ve afectada por la limitación funcional y factores como la discapacidad; sin embargo, su estudio no es concluyen-te sobre si existe una asociación directa con el estado de salud 15. Investigaciones como la de Gunasekara et al. y Kondo et al. muestran una pequeña asociación entre los ingresos económicos y la autopercepción en salud; sin embargo, se requieren más estudios para saber la asociación real de esta variable16,17.
En cuanto a capital social, Nieminen et al. 6 sugieren que los altos niveles de capital social se correlacionan con un mayor bienestar psicológico y, así mismo, con un alto nivel de autopercepción en salud. Estudios como el de Molina y Salazar 18 mencionan que el capital social ejerce un efecto positivo en la salud, debido a que genera un apoyo social que permite mejorar las técnicas de afrontamiento de los individuos. Así mismo, la investigación de Ortiz-Hernández et al. 19 destaca que el capital social se ha relacionado con una menor morbilidad global y una mayor expectativa de vida, elementos que pueden ayudar a mejorar la salud autopercibida.
De esta manera, aunque la autopercepción en salud es una medición individual, se ha convertido en una de las métricas más utilizadas, debido a que genera una aproximación al estado de salud global de las poblaciones, que puede predecir indicadores como morbilidad, mortalidad, uso de servicios sanitarios y ayuda a medir la efectividad de las intervenciones realizadas en problemas de salud específicos 3,20.
Por lo tanto, su medición y la de los factores que se asocian resulta importante para los tomadores de decisiones, pues su inclusión dentro de los programas de gobierno puede ayudar a intervenir las variables que más estén afectando el estado de salud, con el objetivo de aumentar el bienestar de la comunidad 21.
Por lo anterior, este estudio tuvo como objetivo realizar una medición de la salud psicológica, el capital social y diversos factores sociodemográficos en un grupo de adultos de una población rural y urbana de un municipio de Colombia y establecer su probable asociación con la autopercepción en salud.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un estudio transversal en una población de adultos de un municipio de Colombia, durante septiembre y octubre de 2021.
La muestra fue seleccionada de la población de adultos de la zona rural y urbana del municipio de Guachetá (Cundinamarca), Colombia. Se tomó una muestra por conveniencia de 65 participantes a través de un barrido en el casco urbano y en el área rural por encuestadoras entrenadas, procurando incluir personas de todas las zonas del municipio. Se realizó la encuesta a una persona por hogar, usando como criterio de azar el cumpleaños más próximo. Se incluyó a la población que hubiera vivido mínimo 6 meses en el municipio de Guachetá. Se excluyó de la muestra a las personas que tuvieran algún tipo de discapacidad.
Se aplicó un instrumento tipo encuesta, con un total de 52 preguntas, que incluyó la pregunta de autopercepción en salud 6 mediante una escala de tipo Likert; 12 ítems de salud psicológica, aplicando el formulario GHQ12 6,22; 31 preguntas sobre capital social, que se dividieron en 3 subgrupos: el componente cognitivo, con 13 preguntas, el componente estructural, con 14, y el componente de representación social del capital social, con 4 23. Por último, se realizaron 8 preguntas de datos sociodemográficos 6,7.
Las encuestas fueron realizadas por 6 encuestadoras previamente capacitadas. Se realizaron de manera presencial en formato físico, siendo posteriormente tabuladas en una máscara de captura en el programa Epidata en donde se realizó una verificación por doble entrada 24.
Con el módulo descriptivo de la aplicación Epidata 4.2 se realizó el análisis de frecuencias y el análisis por subgrupos 25. Para explorar los factores asociados con la autopercepción de salud, se realizó un análisis bivariado y un análisis multivariado con el programa CietMap 2.2.18 (con base en R) 26. Como variable de ocurrencia se tuvo la autopercepción en salud, y como variables de exposición se tuvo el nivel de bienestar psicológico, el capital social y las características sociodemográficas.
RESULTADOS
Se entrevistó a un total de 65 personas. El 64,6 % (42/65) correspondió a mujeres y el 35,3 % (23/65) a hombres. En cuanto a la edad de las personas entrevistadas, la media fue de 42,7, la mediana de 42 y la moda de 48 años, con un rango entre 18 y 67 años.
En cuanto a la pregunta de autopercepción en salud, 20 % (13/65) respondió que percibía su estado de salud como "muy bueno", 60 % (39/65) como "bueno", 16,9 % (11/65) como "regular" y 2 (3,08 %) no respondió a la pregunta.
Los resultados de las características sociodemográficas, el bienestar psicológico y el capital social en la población estudiada se presentan en la tabla 1.
Femenino | Masculino | Total | |
---|---|---|---|
Edad | |||
Juventud (18 a 26 años) | 4 | 0 | 4 |
Adultez (27 a 59 años) | 35 | 22 | 57 |
Adulto mayor (60 años o más) | 3 | 1 | 4 |
Nivel educativo | |||
Primaria incompleta | 2 | 11 | 13 |
Primaria completa | 9 | 5 | 14 |
Secundaria incompleta | 13 | 4 | 17 |
Secundaria completa | 10 | 2 | 12 |
Educación superior incompleta | 2 | 0 | 2 |
Educación superior completa | 6 | 1 | 7 |
Tipo de hogar | |||
Pareja e hijos | 7 | 12 | 19 |
Solo con pareja | 7 | 7 | 14 |
Solo con hijos | 18 | 1 | 19 |
Solo | 2 | 1 | 3 |
Con otras personas | 7 | 2 | 9 |
No responde | 1 | 0 | 1 |
Ubicación de la vivienda | |||
Cabecera municipal | 5 | 1 | 6 |
Centro poblado | 4 | 2 | 6 |
Área rural dispersa | 33 | 20 | 53 |
Capacidad funcional | |||
Sí | 28 | 16 | 44 |
No | 13 | 6 | 19 |
No sabe | 1 | 1 | 2 |
Ingresos mensuales familiares | |||
Gran dificultad | 18 | 12 | 30 |
Alguna dificultad | 9 | 5 | 14 |
Cierta facilidad | 14 | 5 | 19 |
No sabe | 0 | 1 | 1 |
No responde | 1 | 0 | 1 |
Enfermedad crónica | |||
Sí | 5 | 1 | 6 |
No | 33 | 21 | 54 |
No sabe | 4 | 1 | 5 |
Bienestar psicológico | |||
Bajo riesgo | 34 | 20 | 54 |
Alto riesgo | 8 | 3 | 11 |
Capital Social | |||
Media | 0,42 | ||
Mediana | 0,40 | ||
Moda | 0,62 |
Fuente: tabla elaborada por los autores.
Con respecto al cuestionario del bienestar psicológico, el 83 % (54/65) tuvo una puntuación menor o igual a 11, considerada como bajo riesgo de sufrir un trastorno emocional, mientras que el 16,9 % (11/65) tuvo una puntuación mayor a 12, considerada como con alto riesgo de sufrir un trastorno emocional 22.
En cuanto a la encuesta de capital social, en el componente cognitivo se obtuvo una media de 0,43, una mediana de 0,42 y una moda de 0,48; en el componente estructural se obtuvo una media de 0,45, una mediana de 0,42 y una moda de 0,39; en el componente de representación social se obtuvo una media de 0,38, una mediana de 0,31 y una moda de 0,31; y por último, en el índice de capital social se obtuvo una media de 0,42, una mediana de 0,40 y una moda de 0,62 (ver tabla 2).
CS Cognitivo | CS estructural | CS representación social | índice capital social | |
---|---|---|---|---|
N | 65 | 65 | 65 | 65 |
Media | 0,43 | 0,453 | 0,383 | 0,422 |
Mediana | 0,424 | 0,429 | 0,318 | 0,408 |
Moda | {0,485} | {0,393} | {0,318} | {0,629} |
Desviación estándar | 0,143 | 0,12 | 0,212 | 0,101 |
Varianza | 0,021 | 0,014 | 0,045 | 0,01 |
Mínimo | 0,197 | 0,25 | 0,091 | 0,252 |
Máximo | 0,727 | 0,75 | 0,909 | 0,775 |
Cuartiles | ||||
P25 | 0,295 | 0,357 | 0,227 | 0,364 |
P50 | 0,424 | 0,429 | 0,318 | 0,408 |
P75 | 0,538 | 0,536 | 0,455 | 0,459 |
Fuente: tabla elaborada por los autores.
Mediante un análisis bivariado se encontró que vivir sin pareja, la presencia de enfermedades crónicas, la edad mayor de 60 años y el alto riesgo de trastornos emocionales tienen asociación significativa con la autopercepción en salud, como se muestra en la tabla 3.
Exposiciones | OR | IC 95% |
---|---|---|
Sexo masculino | 0,15 | 0,02 - 1,00 |
Educación baja | 0,85 | 0,22 - 3,34 |
Vivir sin pareja | 5,9 | 1,28 - 27,16 |
Ubicación rural de la vivienda | 1,06 | 0,11 - 10,30 |
Capacidad funcional reducida | 1,76 | 0,43 - 7,19 |
Dificultad económica para llegar a fin de mes | 2,32 | 0,46 - 11,71 |
Presencia de enfermedades crónicas | 8,44 | 1,51 - 47,22 |
Edad mayor de 60 años | 11,33 | 1,41 - 91,18 |
Alto riesgo de trastornos emocionales | 5,37 | 1,27 - 22,72 |
Bajo índice de capital social | 1,77 | 0,48 - 6,57 |
Fuente: tabla elaborada por los autores.
Al hacer el análisis multivariado con las cuatro variables que tuvieron significancia estadística en el análisis bivariado, la variable "presencia de enfermedades crónicas" se excluyó por tener un M-H chi2 mayor a 3,84 27, por lo que finalmente tres variables mantuvieron su independencia estadística: vivir sin pareja, edad mayor de 60 años y alto riesgo de trastornos emocionales, como se muestra en la tabla 4.
DISCUSIÓN
La autopercepción en salud se ha convertido en uno de los indicadores más usados en el campo de la salud pública para identificar los problemas y necesidades de la población mediante la exploración del bienestar de los individuos y las comunidades 8. De esta manera, los hallazgos de este estudio reportan que del total de la muestra, el 80 % percibe su estado de salud como alto y el 17 % como bajo. Estos datos concuerdan con la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) de Colombia de 2015, en la que se reporta que en el departamento de estudio, el 17,6 % de las mujeres y el 10,8 % de los hombres calificó su estado de salud como regular o malo 28.
En este estudio, vivir sin pareja fue una de las variables que se asoció con una mala autopercepción en salud. Este hallazgo sugiere la importancia de profundizar en el conocimiento del impacto que tiene la convivencia en pareja para la autopercepción en salud y la salud misma de los individuos. Es poco lo que se encuentra en la literatura. Estudios como el de Gumà et al. y Koball et al. corroboran que vivir en pareja ha mostrado una asociación positiva con un mejor perfil de salud con respecto a las personas que no viven en pareja 29-31; sin embargo, Franke y Kulu 32, refieren que esta diferencia en la autopercepción en salud entre los 2 grupos se debe a la optimización de los recursos económicos y a la creación y mantenimiento de una red social de apoyo, elementos que son mayores en el contexto de pareja.
Así mismo, la edad mayor a 60 años también estuvo asociada con una peor autopercepción en salud. Sin embargo, debido a que la muestra no cuenta con una población significativa mayor de 60 años, se considera limitada esta inferencia estadística. Investigaciones como la de Cerquera -Córdoba 2 muestran que la autopercepción en salud empeora en personas mayores de 60 años, debido al deterioro en la salud observado después de esta edad; así mismo, Gallegos-Carrillo 15 han demostrado una relación directa entre el aumento de la edad y la mala autopercepción en salud, aunque esta conclusión está acompañada de variables como las enfermedades crónicas y agudas, y la funcionalidad del adulto mayor.
En este estudio también el bienestar psicológico mostró relación con la autopercepción en salud, en particular el alto riesgo de trastornos emocionales Bustos-Vázquez et al. y Knäuper y Turner afirman que la salud mental es una variable independiente en cuanto a la autopercepción en salud 12,15, y en otro estudio Han sostiene que los síntomas depresivos empeoran la percepción individual del estado de salud, sobre todo en la población adulta mayor 34.
Para finalizar, este estudio presenta dos importantes limitaciones. Por un lado, la muestra por conveniencia, teniendo en cuenta la dificultad de aleatorización por las dificultades político-administrativas en el municipio, lo que limita la representatividad y la validez externa, aunque permite mantener su validez interna con la población estudiada. Y por el otro, el bajo tamaño de muestra, por debajo del calculado, debido a inconvenientes administrativos del municipio para la ejecución de la investigación, lo que disminuye el poder estadístico del estudio y hace que la evidencia científica sea de baja calidad.
CONCLUSIONES
Este estudio confirma que el reporte de la autopercepción en salud en un grupo de población adulta de un municipio de Colombia es similar al de la población nacional. El alto riesgo de trastorno psicológico y la edad mayor de 60 años fueron variables asociadas a la autopercepción en salud, lo cual coincide con la información de la literatura sobre el tema.
Por último, vivir sin pareja resultó ser la otra variable asociada con una mala autopercepción en salud, información que ha sido poco estudiada, por lo que este resultado invita a profundizar en la importancia de la convivencia en pareja para la autopercepción en salud y la condición de salud de los individuos.