INTRODUCCIÓN
Recientemente, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en un informe titulado "La importancia estratégica de la inversión nacional en los profesionales de enfermería en la Región de las Américas", señaló que enfermería es la columna vertebral de los sistemas de atención sanitaria en todo el mundo 1; pues corresponde al grupo ocupacional más numeroso del sector de la salud, representando aproximadamente el 59 % de las profesiones sanitarias 2, cifras que asciende al 71,3 % en países como Chile 3.
En este mismo sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que ningún programa mundial de salud puede lograrse sin esfuerzos para potenciar al máximo las contribuciones del personal de enfermería 2; asimismo, se ha descrito que a través de los programas de salud puestos en marcha por dicho estamento se ofrece a las comunidades un trabajo de calidad, se reducen o se eliminan las barreras para la atención de la salud y muchos de ellos consiguen llegar a los lugares más recónditos 4.
Sin embargo, el panorama para enfermería no está exento de dificultades, pues corresponde a un estamento que no desarrolla su quehacer en ambientes óptimos, muchas veces tiene que desarrollarse con escaso apoyo de los gobiernos y no tiene el reconocimiento que se merece; en dicho escenario, la OPS hace un llamado a considerar la importancia de invertir en la formación, el empleo, el liderazgo y la práctica de la enfermería 5. En concordancia con lo manifestado por el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE), que señala que la recuperación de los países dependerá de la inversión en la enfermería para lograr una mejor salud en todo el mundo 6.
La distribución justa de los profesionales de la salud en zonas remotas y urbanas, sumado al aumento de los incentivos para la práctica profesional y la mejora de las condiciones de trabajo, constituyen requisitos necesarios para transformar la situación de salud de las poblaciones de la Región de las Américas en un corto espacio de tiempo 7.
Bajo lo expuesto anteriormente se gestó este documento, que responde al objetivo de relevar la importancia de enfermería en los sistemas de salud, y a su vez, exponer los principales desafíos pendientes para el fortalecimiento de la salud pública.
Enfermería y resultados en salud
Actualmente existe evidencia científica que apoya la relación paciente-enfermera y los resultados específicos relacionados con el personal 8. En una reciente revisión del estado del arte se identificaron pruebas contundentes de una asociación significativa entre los niveles de dotación del personal de enfermería y los resultados de los pacientes que son sensibles a la enfermería (NSPO, por sus siglas en inglés) 9; con fuertes evidencias que relacionaban una menor cantidad de enfermeras con mayor estancia hospitalaria, insatisfacción del paciente y la readmisión; asimismo, con evidencia moderada asociada al fracaso en el rescate, error de medicación y mortalidad.
Otros estudios señalan que los niveles más altos de dotación de personal de enfermería registrados reducen el riesgo de muerte del paciente en entornos de cuidados agudos 10, en sintonía con lo expuesto por Rae et al. 11, quienes afirman que una gran cantidad de estudios, incluidos varios con alta validez interna, brindan evidencia de que los niveles más altos de dotación de personal de enfermería de cuidados intensivos son beneficiosos para los pacientes, el personal y los servicios de salud. Asimismo, una mejor dotación de las enfermeras y la combinación de habilidades, las proporciones enfermera-paciente se asociaron con menos lesiones por presión adquiridas en el hospital, infecciones del tracto urinario asociadas a catéteres, infecciones del sitio quirúrgico, sepsis e insuficiencia cardíaca 12.
Lukewich et al. 13 proporcionan evidencia sobre la efectividad de los enfermeros registrados en los resultados de los pacientes en la atención primaria, específicamente con respecto a la satisfacción, la capacitación, la calidad de vida, la autoeficacia y las mejoras en los comportamientos de salud. Una revisión resumió la evidencia de la asociación entre los niveles de personal de enfermería y los resultados en los hospitales japoneses, y concluyen que algunos estudios indicaron que más personal de enfermería tuvo un mejor resultado en cuanto a la falla en el rescate, la duración de la estadía en el hospital, las complicaciones posoperatorias, las fracturas en el hospital, las lesiones por presión, la satisfacción laboral de las enfermeras, el entorno laboral y la moral de la sala 14.
Otro estudio que pretendía sintetizar los resultados de las intervenciones de gestión de casos dirigidas por enfermeras para mejorar el tratamiento del cáncer concluyó que, en comparación con el grupo de atención regular, el grupo de manejo de casos dirigido por enfermeras tuvo un tiempo más corto desde el diagnóstico hasta el tratamiento, mejores tasas de finalización del tratamiento y más pacientes recibieron terapia de hormonas 15. En cuanto al rol científico de enfermería, hallazgos indican que promueve el éxito del sistema de salud 16.
Por lo tanto, se puede afirmar que la atención de enfermería proporciona resultados positivos en los pacientes; si bien es cierto que se deben realizar mayores estudios y con propiedades metodológicas que permitan su generalización, por lo bajo constituyen sólidos indicios de una mejora en la salud de la población.
Enfermería y condiciones laborales
Las condiciones laborales constituyen la piedra angular de la salud de los trabajadores; dichas condiciones incluyen elementos sociales, físicos y organizaciones que influyen en el ambiente de trabajo; por consiguiente, los factores relacionados impactarán indirectamente en el producto o servicio que proporcionen; en el caso de enfermería, estudios han puesto de manifiesto que un entorno de práctica de enfermería favorable redujo la probabilidad de mortalidad en los hospitales de cuidados intensivos 17; asimismo, se ha descrito que disminuye el riesgo de eventos adversos para el paciente y aumenta la calidad de la atención 18.
La evidencia ha demostrado un impacto positivo en la atención al paciente y en los sistemas sanitarios cuando enfermería cuenta con habilidades, experiencia, combinación del pensamiento de diseño y un sistema de atención que lo apoye 19.
Por otro lado, cuando existen precarias condiciones laborales, por ejemplo asociada al exceso de horas de trabajo del estamento, se han identificado relaciones con los resultados adversos en los pacientes 20; lo que pone de relieve la importancia de instaurar condiciones óptimas de trabajo, no solo asociada con la salud de la población trabajadora, sino también con la salud de la población.
Enfermería de práctica avanzada
Los enfermeros de práctica avanzada son profesionales autorizados por los organismos reguladores de la enfermería de su jurisdicción, con formación de posgrado, que ejercen de forma autónoma e independiente; prestan atención directa a los pacientes para diagnosticar y gestionar las enfermedades, recetar medicamentos, ordenar/interpretar pruebas de laboratorio/diagnóstico e iniciar derivaciones a especialistas 21.
El papel del enfermero de práctica avanzada es pertinente para mejorar la práctica basada en la evidencia en entornos clínicos 22; asimismo, se ha descrito mejoras en los resultados en salud en diferentes contextos sanitarios; por ejemplo, en los servicios de urgencias, donde existe evidencia de rendimientos positivos en las métricas de calidad y en los resultados de los pacientes 23.
En este mismo sentido, se ha visibilizado que un número creciente de enfermeros de práctica avanzada en todo el mundo ha tributado a mejores efectos en la salud de la población; sin embargo, en muchos países sigue estando ausente o subdesarrollada 24, pese a que la evidencia actual sostiene que existen resultados en los pacientes que son comparables o mejores que las contrapartes médicas 25. En dicho escenario, la enfermería de práctica avanzada constituye un elemento clave para el logro de la equidad en salud, relevando la necesidad de utilizar sus habilidades de defensa y astucia política 26.
Principales desafíos para el fortalecimiento de la salud pública
En 2015, las Naciones Unidas establecieron la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con la finalidad de acabar con la pobreza y encauzar el mundo por el camino de la paz, prosperidad y oportunidades para todos en un planeta sano; lo que se traduce en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); para el logro de estos se requiere de una inmensa voluntad y compromiso político, no obstante, en un reciente informe se reconoce que los esfuerzos a la fecha han sido insuficientes 27.
En dicho escenario, la OMS señala que enfermería es crucial para el cumplimiento de dicho compromiso y otras metas nacionales y mundiales, tales como: la cobertura sanitaria universal, la salud mental y las enfermedades no transmisibles, la preparación y respuesta ante emergencias, la seguridad del paciente y la prestación de atención integrada centrada en la persona; asimismo, se requiere de políticas que permitan optimizar su quehacer y el liderazgo; a su vez, inversiones aceleradas para su formación, competencias y puestos de trabajo, contribuyendo al logro de las metas de los ODS relacionadas con la educación, la igualdad de género, el trabajo decente y el crecimiento económico 2.
Sumado a lo anterior, la OMS señala que existen riesgos que constituyen una de las prioridades de metas relacionadas con la salud de los ODS, incluyendo la desnutrición infantil, anemia, violencia de pareja, consumo de tabaco, consumo de alcohol, obesidad, inactividad, ácidos grasos trans, acceso variable al agua y saneamiento gestionados de forma segura, aire exterior, la contaminación del aire doméstico e hipertensión 28. Sin embargo, la pandemia por COVID-19 se presentó como una gran amenaza, debido a las restricciones sociales relacionadas con la misma, elevado número de pacientes, las infraestructuras de los centros de salud carentes de recursos y la escasez de equipos médicos, medicamentos, medios de diagnóstico y personal 29.
Enfermería se presenta como una oportunidad para los problemas expuestos, dicho estamento puede crear asociaciones comunitarias para promover la salud e influir en las políticas y la legislación; además, tiene el poder de ofrecer soluciones innovadoras a los problemas locales, educación al público, ayudar a mejorar la atención médica y abordar los desafíos de la fuerza laboral 30.
CONSIDERACIONES FINALES
Este documento dio respuestas al objetivo propuesto, poniendo de manifiesto la importancia de enfermería en los sistemas de salud, pues ha demostrado tributar al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, desempeñando un rol protagónico en el proceso; sin embargo, las políticas de los países deben impulsar estrategias para promover el desarrollo de enfermería, como lo es la enfermería de práctica avanzada, que pese a la evidencia que respalda su implementación, muchos países aún no la han incorporado.
Por otro lado, las enfermeras líderes deben concentrar los esfuerzos para estimular a los gobiernos y autoridades a trabajar de manera mancomunada en las mejoras de las condiciones laborales de enfermería, así como con los centros formadores, para mejorar la calidad de la educación e implementación de programas que promuevan la autonomía, independencia y juicio clínico de los futuros profesionales, contribuyendo en un futuro próximo al desarrollo de actividades de diagnóstico y prescripción.
Asimismo, los autores de nuestro tiempo destacan la necesidad de un trabajo colaborativo interdisciplinario para el logro de las necesidades de la población, en el que la enfermería de práctica avanzada se presenta como una oportunidad, una herramienta de apoyo al equipo de salud; sin embargo, los actuales paradigmas sobre enfermería limitan su implementación; es necesario ser receptivos, dispuestos a nuevos cambios y no percibirlos como una amenaza.