INTRODUCCIÓN
En diciembre de 2019, un nuevo virus fue identificado en Wuhan (China), el cual generaba un síndrome respiratorio agudo severo por coronavirus (SARS-CoV-2), un betacoronavirus transmitido principalmente por microgotas. La infección por este agente lleva al síndrome de enfermedad por coronavirus 2019 (Covid-19) 1. Rápidamente, el 30 de enero del 2020, la epidemia por Covid-19 fue declarada como emergencia de salud pública por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y el 11 de marzo de 2020 esta misma organización declaró el origen de la pandemia, la cual se extendió por 3 años, 2 meses y 19 días, y no fue sino hasta el 5 de mayo de 2023 cuando se declaró el fin de la misma, con consecuencias devastadoras para la población mundial. Se estima que se presentaron alrededor de 7 millones de muertes, según datos registrados al 1 de junio de 2023. Según cifras del 31 de mayo de 2023, en Colombia se registró un total de 6 367 600 personas fallecidas a causa de esta infección, lo cual equivale a 2 765 95 muertes por cada millón de habitantes 2.
Múltiples manifestaciones clínicas se han registrado por esta enfermedad en la población infantil, y el sistema hematológico no fue ajeno a ello. Diversos trastornos autoinmunes en niños, incluida la enfermedad similar a Kawasaki secundaria a Covid-19, la púrpura trombocitopénica inmune (PTI) y la anemia hemolítica autoinmune (AIHA) 3. La AIHA es una forma adquirida de anemia hemolítica en la que los autoanticuerpos se dirigen a los receptores de la membrana de los glóbulos rojos (GR), lo que induce la ruptura celular (lisis) de los mismos a través del sistema mononuclear, fagocítico o del complemento. Es raro en niños, con un estimado de 0.4 por cada 100 000 años-persona 4.
Hay varios casos de AIHA reportados en adultos 5, pero pocos en la población pediátrica, por lo que el objetivo del presente trabajo es dar a conocer un caso de anemia hemolítica autoinmune desencadenada por la infección por SARSCoV2 en un adolescente sin comorbilidades.
CASO CLÍNICO
Se presenta el caso de un paciente varón de 15 años sin antecedentes médicos conocidos ni antecedentes familiares de autoinmunidad. Reside en la Ciudad de Medellín, con buenas condiciones socioeconómicas y cuenta con todos los servicios públicos. Acude al servicio de urgencias con cuadro clínico de 8 días de evolución de fiebre, cefalea, artralgias, tos, rinorrea, diarrea e ictericia; al ingreso con temperatura de 38,1°C, taquicardia, con frecuencia cardíaca de 130 latidos por minuto (lpm), signos de deshidratación dados por mucosa oral seca y signo de hipoperfusión con llenado capilar prolongado.
Los paraclínicos al ingreso se resumen en la tabla 1. Ante estos hallazgos, se iniciaron líquidos intravenosos, inicialmente con bolo de solución salina al 0.9 % de 20 cc/kg y posteriormente se dejó con líquidos de mantenimiento a 150 cc/h, se le transfundió 1 unidad de GR tipo O negativo por anemia sintomática y se trasladó a la unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCIP). La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para SARSCoV2 fue positiva.
Laboratorio | Interpretación |
---|---|
Hb 7.1 g/dL (Referencia 11 - 16 g/dL) | Disminuida |
Hematocrito 19% (Referencia 36 - 45%) | Disminuido |
Reticulocitos 1.3% | Normal |
Bilirrubina total 3.25 mg/dL, Bilirubina indirecta 2.7 mg/dL | Aumentadas |
Coombs directo | Positivo |
LDH 401 UI/L | Aumentada |
Lactato venoso 4.1 mmol/L | Normal |
Gota gruesa | Negativo |
Anticuerpos IgG CMV | Reactivo |
Anticuerpos IgM CMV | No reactivo |
Anticuerpos IgG EBV | Reactivo |
Anticuerpos IgM EBV | No reactivo |
VIH | No reactivo |
ns1 y anticuerpos IgM e IgG para Dengue | Negativo |
Anticuerpos IgM e IgG para leptospirosis | Negativo |
pcr para Parvovirus | Negativo |
Hemocultivo y urocultivo | Negativo |
anas | Negativo |
Complemento C3 y C4 | Normal |
ppd 0 mm | Negativa |
Abreviaciones: CMV: Citomegalovirus; EBV: virus Epstein-Barr; ANAS: Anticuerpos antinucleares, LDH: Lactato deshidrogenasa, IgG: inmunoglobulina G, IgM: Inmunoglobulina M; VIH: Virus de la inmuno-deficiencia humana; NS1: Antígeno de detención del Dengue; PCR: reacción en cadena polimerasa; PPD: Tuberculina.
Fuente: elaboración propia.
Fue tratado inicialmente con metilprednisolona 1 mg/kg por día en asociación con suplementos de ácido fólico y vitamina B12. Como se muestra en la figura 1, a pesar de recibir múltiples unidades de GR, hubo aumentos mínimos en la hemoglobina (Hb) y los valores no se mantuvieron estables; por ello, se le administró inmunoglobulina 1 gr/kg/día por 2 dosis y ciclosporina 1,3 mg/kg cada 12 horas, sin embargo, continuó con hemólisis persistente, por lo que se realizó aspirado y biopsia de médula ósea (MO). El motivo por el cual se realizó el aspirado luego del manejo con esteroides fue la presencia de insuficiencia medular, ya que en un inicio sólo se trataba de anemia hemolítica, pero posteriormente se agregó insuficiencia medular. El reporte fue negativo para malignidad y hematopoyesis normal con 30 % de celularidad de la MO, se rechazó la impresión de insuficiencia medular con aplasia roja pura y anemia arregenerativa, no hubo tampoco hemofagocitosis.
Abreviaciones: Hb: hemoglobina; GR: glóbulos rojos; EPO: eritropoyetina; IGIV: inmunoglobina intravenosa.
Fuente: elaboración propia.
El día 18 de hospitalización se inició Rituximab 375 mg/m2 semanales en 4 dosis. En ese momento, la hemólisis cesó y las unidades de glóbulos rojos ahora se informaron compatibles, pero los niveles de Hb continuaron por debajo de 6 g/dL. Por lo tanto, se realizó un segundo aspirado de MO con una evaluación normal y un 29 % de celularidad de la médula y sin malignidad. Se inició tratamiento con eritropoyetina 4000 UI 3 veces por semana y factor estimulante de colonias de granulocitos (Filgrastim) diario con recuperación de los valores de Hb, recuento de neutrófilos y aspecto general. En total recibió 62 unidades de GR.
Un mes después del ingreso a hospitalización presentó trombosis en ambos miembros inferiores: en el lado derecho, con compromiso de la vena femoral común, la safena mayor en todo su trayecto, desde la unión con la femoral hasta el tobillo, venas poplítea, soleares, peroneas, tibiales posteriores; en el miembro inferior izquierdo, el compromiso es en las venas soleares, peroneas y tibiales posteriores, por lo que se inició manejo con enoxaparina, a dosis de anticoagulación, con posterior desmonte de forma ambulatoria y mejoría de los síntomas.
Una semana después del alta, su Hb era de 6 g/dL; los niveles han ido aumentando, y actualmente es de 13 g/dL, sin presencia de autoinmunidad.
DISCUSIÓN
La capacidad de MO para generar grandes cantidades de células sanguíneas necesarias diariamente depende del proceso de proliferación y diferenciación de las células madre y progenitoras hematopoyéticas. Este proceso se puede adaptar rápidamente en condiciones de estrés (como infecciones), para satisfacer las necesidades celulares específicas de la respuesta inmunitaria y los cambios fisiológicos resultantes 6-9.
La infección por el Covid-19 no es ajena a esto. A nivel sanguíneo se ha relacionado con la presencia de linfopenia, trombocitopenia y anemia. También puede presentarse con trombocitopenia sintomática, incluida PTI, y púrpura trombocitopénica trombótica (PTT) 10. Recientemente se reportó el caso de un paciente de 9 años que presentó microangiopatía trombótica con manifestaciones dérmicas, y con compromiso hematológico, renal y neurológico secundario a infección por este virus 11.
Si bien la AIHA es un diagnóstico descrito principalmente en personas adultas, más puntualmente, en mayores de 50 años, que presentan Hb inferior a 8 g/L y síntomas que aparecen durante la primera o segunda semana de la infección por Covid-19 10, también se han reportado casos en la población pediátrica. La mayoría de estos han sido en niños sanos 12-14; sin embargo, hay 2 casos reportados en pacientes con antecedentes patológicos, uno de ellos con PTI refractaria y otra con antecedente de beta talasemia mayor y trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos (TPH); ambos mejoraron con la administración de esteroide sistémico y transfusión de GR 11,12. En nuestro paciente se obtuvo una respuesta similar a la encontrada en pacientes previamente sanos, en los cuales en ocasiones no tienen una buena respuesta al manejo con glucocorticoides y requieren terapia adicional con anticuerpos monoclonales tipo Rituximab (an-ti-CD20), con el cual se han encontrado respuestas en el 80 a 90 % de los casos. La mediana del tiempo de respuesta es de 4 a 6 semanas después de la primera dosis, aunque no son infrecuentes las respuestas después de 3 a 4 meses; en nuestro paciente se encontró una respuesta a las 4 semanas, después de las 4 dosis administradas semanalmente. Los fármacos inmunosupresores convencionales (como azatioprina, ciclofosfamida, ciclosporina), aunque ampliamente utilizados en la práctica clínica, principalmente como agentes ahorradores de esteroides, están pasando a una tercera línea. Las tasas de respuesta (en su mayoría respuestas parciales) se informan en 40 a 60 %, pero se atribuyen parcialmente a la administración concomitante de esteroides. Las gam-maglobulinas intravenosas se han utilizado para AIHA secundarias a infección, con una respuesta global en el 40 % de los pacientes, mejor en un entorno pediátrico (60 %), y la EPO se ha utilizado con éxito en pacientes con AIHA multirrefractaria, y puede estar indicada particularmente en la presencia de reticulocitopenia 9.
El tiempo medio de los síntomas en los casos pediátricos reportados es de 7 días 12, mientras que Lazarian y colaboradores describen 7 casos de AIHA en relación con SARSCoV2 en pacientes adultos, en los que encontraron que el tiempo medio de los síntomas fue de 9 días (4-13 días) y el valor de Hb al momento del diagnóstico fue de 7 g/dL (3.8 - 10.8 g/dL) 16. En nuestro paciente, transcurrieron 8 días desde el inicio de los síntomas y el diagnóstico y la Hb inicial fue de 7.1 g/ dL. Similar a lo reportado en la literatura.
Múltiples infecciones se han descrito en la literatura como causantes de AIHA, tales como Parvovirus B19, virus hepatotrópico, Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), neumonía por Mycoplasma pneumoniae, Mycobacterium tuberculosis, brucella, sífilis 9,17. Así como también la AIHA puede ser secundaria a síndromes linfoproliferativos e inmunodeficiencia. Es por esto que las serologías para descartar dichas infecciones son recomendables dentro del enfoque del paciente. En nuestro caso, descartamos la mayoría de estos gérmenes y se realizó aspirado de MO en búsqueda de patología tumoral.
Entre las complicaciones que presentó nuestro paciente se describió la presencia de trombosis venosa profunda en ambos miembros inferiores. En la literatura está descrita la asociación entre anemia hemolítica y trombosis; su fisiopatología no está bien descrita, pero se cree que es secundaria al efecto del hem plasmático libre o Hb, depleción de óxido nítrico, anticuerpos antifosfolípidos en algunos pacientes con hemólisis autoinmune y cambios protrombóticos en la superficie de los eritrocitos, lo que provoca un estado de hipercoagulabilidad 18.
CONCLUSIÓN
Se reporta el caso de un paciente adolescente con diagnóstico de anemia hemolítica autoinmune secundaria a infección por el virus SARSCoV2. Hasta el momento, la relación entre Covid-19 y la citopenia inmunomediada sigue sin estar clara. Al igual que lo encontrado en otras infecciones virales, el SARSCoV2 puede actuar como desencadenante y debe considerarse entre las causas virales de AIHA de nueva aparición. En un entorno pediátrico, el manejo clínico puede ser un desafío, particularmente en pacientes con un trastorno innato o adquirido de la regulación inmunitaria.