Introducción
Según la Tabla de Clasificación de Actividades Económicas para el Sistema General de Riesgos Profesionales descrita en el decreto 1607 de 2002, la práctica odontológica es considerada una actividad económica de bajo riesgo ocupacional, nivel 1 sobre 5, para riesgos laborales en Colombia 1; sin embargo, una variedad de factores contribuye a la presencia de trastornos musculoesqueléticos (TME) entre los odontólogos, incluidos los factores de riesgo biomecánico, los cuales son un conjunto de atributos o elementos que aumentan la posibilidad de que los odontólogos expuestos desarrollen una lesión 2,3.
Dentro de los factores de riesgo biomecánico podemos encontrar los relacionados con las posturas, tales como: mantenidas, cuando se adopta una postura biomecánicamente correcta por 2 horas o más o biomecánicamente incorrecta cuando se mantienen por 20 minutos o más; forzadas, la cual se considera cuando se sobrepasa el 50% del rango articular; prolongadas, cuando se adopta la misma postura por el 75% o más de la jornada laboral y anti gravitacionales donde se posiciona un segmento del cuerpo en contra de la gravedad 4.
Teniendo en cuenta la actividad práctica del odontólogo se decide enfatizar en la sobrecarga estática, la cual está determinada por las posturas y se relaciona con las contracciones musculares mantenidas, otra causa es la sobrecarga dinámica, la cual está determinada por el esfuerzo muscular, los desplazamientos, el manejo de cargas y los movimientos repetitivos 4, sin embargo, en esta revisión no profundizaremos en este tipo de carga física.
Mantener una posición estática mientras se realizan procedimientos extremadamente precisos en un espacio de trabajo pequeño, durante largos períodos de tiempo son algunas de las causas de los TME 5. La prevalencia de los TME en el personal dental sugiere que las regiones más prevalentes incluyen el cuello (58,5%), espalda baja (56,4%), hombro (43,1%) y parte superior de la espalda (41,1%), además se pueden presentar en menor porcentaje en muñecas y manos 6-8.
Los TME son lesiones que afectan el movimiento corporal humano, esto incluye, músculos, tendones, ligamentos, nervios, discos y vasos sanguíneos, ocasionados en su mayoría por sobrecarga estática relacionadas con la adopción de posturas mantenidas y/o forzadas tanto en posición bípedo como en sedente en la práctica odontológica rutinaria 9.
Este artículo de revisión pretende narrar, con base en la literatura existente, la relación encontrada entre el riesgo biomecánico por sobrecarga estática y la presencia de trastornos musculoesqueléticos en odontólogos durante su práctica clínica asistencial.
Materiales y métodos
La búsqueda de la literatura incluyó investigaciones originales, artículos de revisión y revisiones sistemáticas en los idiomas inglés y español en revistas indexadas incluidas en las bases de datos de Scopus, Pubmed, Medline, y Google Académico publicados entre los años 2010 y 2020. Las palabras claves incluidas fueron riesgo biomecánico, riesgo ergonómico, ergonomía, trastornos musculoesqueléticos y odontólogos, utilizando para ello los indicadores AND. Se excluyeron artículos repetidos y artículos que no se encontraron disponibles en texto completo.
En el gráfico 1 se ilustra el número de artículos incluidos. Del total de 192 estudios encontrados con la estrategia de búsqueda descrita, fueron seleccionados 57 para lectura completa de los cuales 50 forman parte de esta revisión, debido a su calidad metodológica y a la relevancia de sus resultados.
Trastornos Musculoesqueléticos
Los TME están caracterizados por disconfort, hormigueo, entumecimiento, hinchazón, movimiento limitado o dolor en articulaciones, músculos, tendones y otros tejidos blandos 5,7,10. Otros síntomas pueden manifestarse como disminución de la función muscular, alteración de la conducción nerviosa, distensiones, roturas de músculos, tendones y ligamentos, y microfractura de los huesos. Algunos TME específicos se han identificado como síndrome del túnel carpiano, tendinitis y tenosinovitis de Quervain 11-13.
La práctica odontológica implica actividades precisas y controladas que requieren especial atención, concentración y paciencia del odontólogo 14,15. Es fácil inferir que debido a que los odontólogos deben desempeñar sus labores en una parte del cuerpo tan específica y pequeña como la cavidad oral hace que adopten posturas mantenidas que pueden causar molestias musculoesqueléticas paulatinas 16,17.
El cincuenta por ciento de los músculos del cuerpo se contraen para mantener estas posturas estáticas mientras resisten la gravedad 18,19. Diferentes estudios indican que más del 90% de los odontólogos han sufrido alguna vez de malestar o dolor en al menos una región del cuerpo 10,17, especialmente los dolores de espalda baja (región lumbar), espalda alta (región torácica) y cuello (región cervical), que son frecuentes y fuertemente asociados con su práctica clínica 20,21.
Las posturas incómodas identificadas con más frecuencia entre los profesionales de la odontología son: flexión del cuello; inclinación y rotación del tronco; elevación de hombros; aumento de las curvaturas de la columna vertebral y posicionamiento incorrecto de las extremidades inferiores 17,20-22. Incluso muchos de estos trastornos pueden empezar su aparición desde la etapa estudiantil sin variar de manera significativa los resultados respecto a la etapa profesional 23,24.
Los estudios han demostrado que los odontólogos tienen una alta frecuencia de TME desde hace décadas 25. Una revisión reciente de la literatura examinó la prevalencia y los factores de riesgo de TME en odontólogos y sugirió que la prevalencia del dolor musculoesquelético general entre los profesionales dentales varía entre 64% y 93% 26,27.
Los TME se consideran de origen multifactorial 28. Posturas estáticas prolongadas e inadecuadas, repetitividad, contracciones mantenidas, iluminación deficiente, posicionamiento inapropiado tanto del paciente como del profesional dental, falta de asistente dental, las demandas visuales para abarcar toda la cavidad oral y sus componentes y el estrés conducen y/o incrementan de manera significativa el desarrollo de TME 7,29-31. Las mujeres muestran una mayor frecuencia de dolor en la zona cervical, lumbar, dorsal y en las muñecas, exponiéndolas a un mayor riesgo de lesión 32,33.
Otros factores de riesgo que aumentan significativamente estas probabilidades son la edad, la duración de la cita, los años de experiencia laboral y la especialidad. En este sentido los periodoncistas son más propensos a informar TME (dolor en hombros) relacionados con el trabajo, seguidos por los endodoncistas. En contraste, los cirujanos maxilofaciales y ortodoncistas tienen menores probabilidades de desarrollar TME de este tipo en comparación con los odontólogos generales 34.
Factores ergonómicos y su asociación con los TME en odontólogos
Para una práctica odontológica óptima debe haber un equipo y un entorno ergonómico 14. La ergonomía es una ciencia que se ocupa de cómo adaptar el carácter anatómico, fisiológico y psicológico de un trabajo de tal manera que mejore la eficiencia y el bienestar humano 20. Esta disciplina permite además el control de accidentes y enfermedades laborales mediante la reducción de riesgos 35.
Se ha prestado una atención insignificante al entorno dental, incluido el diseño espacial, el espacio libre y el alcance de herramientas y equipos, las ubicaciones de almacenamiento, el acceso, el movimiento del usuario y el flujo de trabajo 36. Una de las principales causas para desarrollar TME es la inconsciencia para adoptar posturas seguras durante las tareas laborales 17. En este sentido para el campo de la ergonomía aplicada en odontología la postura de trabajo ideal resulta ser uno de los temas más discutidos 14.
Estas condiciones del entorno y la forma de trabajo de los odontólogos que pueden constituirse en factores de riesgo para la salud y la seguridad de los profesionales, logran ser analizadas en el marco de diferentes tipos de ergonomía. Así la ergonomía física tiene en cuenta los aspectos relacionados con las posturas adoptadas, el posicionamiento la silla y la de los pacientes, así como el manejo de los instrumentos de trabajo, entre otros. La ergonomía cognitiva identifica factores derivados de la carga mental o la falta de habilidades eficientes; mientras que la ergonomía organizacional da cuenta de los factores que tienen relación con la estructura, las políticas, los procesos laborales y administrativos asociados con horarios, intervenciones estipuladas por hora o por día, entre otros 11,37.
En este sentido, diferentes estudios han demostrado que los odontólogos reportan problemas de salud más frecuentes y peores que otros profesionales médicos. Así, las posiciones incómodas asumidas durante el trabajo odontológico tienen efectos nocivos en el sistema musculoesquelético. Por ejemplo, las posiciones estáticas mantenidas en bípedo o sedente con rotación espinal pueden conducir a un aumento en la presión del disco intervertebral y originar espasmos musculares 38.
La postura ideal de un odontólogo le confiere, por un lado, unas condiciones de trabajo óptimas como lo es un adecuado acceso, visibilidad y control en la boca y, por otro lado, comodidad física y psicológica durante la ejecución de los actos clínicos. Proporcionando más energía de trabajo, un menor nivel de estrés, mayor confort, ausencia de dolor y tensión muscular y un menor riesgo de errores terapéuticos. Una postura incorrecta induce fatiga prematura, dolor, estrés y una actitud negativa para trabajar, un alto riesgo de TME y mala calidad del trabajo 14.
La actividad profesional en odontología es influenciada por la ergonomía, ya que es dependiente de factores físicos y mecánicos como fuerza, precisión y vibración. Una serie de características de los instrumentos dentales, como la forma, diámetro, tamaño, peso, textura del mango, herramientas dinámicas o estáticas también pueden representar factores importantes que influyen en TME relacionados con el trabajo en odontología 39,40.
En general, uno de los principales problemas que no permiten la adopción de posturas ergonómicas entre los odontólogos es la formación insuficiente en ergonomía, las unidades dentales que funcionan de manera inadecuada y la falta de personal auxiliar 41. La información ergonómica suficiente y la capacitación en prevención no están adecuadamente integradas en los programas de formación dental; los estudios apoyan la idea de que la intervención ergonómica durante la educación es necesaria antes de que los estudiantes se embarquen en sus carreras profesionales 42.
Cuando las posturas habituales se desarrollan a partir del trabajo en entornos clínicos desafiantes, se vuelve más difícil modificar esos hábitos con el tiempo. Sin embargo, el uso periódico de la toma de fotografías de las posturas de trabajo para autoevaluaciones de ergonomía puede ayudar a mitigar esas posturas 43. Es importante considerar también el uso de nuevas herramientas para el mejoramiento de las posturas durante el trabajo, el uso de dispositivos ópticos para facilitar la agudeza visual, agarres ergonómicos para herramientas dentales para reducir los dolores en mano y muñeca; y cambio de posición del paciente para permitir que los odontólogos adopten una postura neutral en el trabajo 36.
La prevención y el tratamiento relacionados con la odontología y el dolor musculoesquelético se enfocan en adoptar posturas adecuadas para sentarse y realizar estiramientos y pausas periódicas 44. Además, se ha demostrado en estudios previos que el uso de lupas mejora la postura, y también se observó un efecto protector para aquellos que informaron haber recibido educación ergonómica con respecto a la posición del operador y la silla del paciente 12.
En un estudio se menciona que la ubicación del dolor entre los encuestados parecía estar relacionado con el tipo de sillas que utilizaban. Los encuestados que usaban silla giratoria tenían mayor prevalencia de trastornos musculoesqueléticos relacionados con el trabajo, un 54% de ellos refirió dolor en la región del cuello, y un 61% en la espalda baja 45. Generalmente, estos problemas se encuentran relacionados con un mal diseño del puesto de trabajo 46.
Otro estudio proporcionó algunos puntos para trabajar con una buena postura, que incluye el uso de silla ajustable con soporte lumbar, torácico y de antebrazos, mantenimiento de una postura erguida, colocación de los pies apoyados en el piso con la silla cerca del paciente y posiciones de trabajo alternas entre sedente y bípedo; los encuestados que siguieron estas recomendaciones refirieron disminución del dolor y de incomodidad musculoesquelética 47.
A pesar de los numerosos avances técnicos de los últimos años, existe una creciente evidencia de que los profesionales de la odontología todavía están predispuestos a una serie de riesgos laborales. Estos incluyen exposición a infecciones, lesiones oculares, vibraciones, exposición a radiaciones, materiales dentales, ruido, afecciones psicológicas y TME 48.
A pesar de las mejoras en la ergonomía, como el lugar de trabajo y el diseño de herramientas, los TME relacionados con el trabajo todavía representan un importante problema de salud ocupacional en la odontología moderna 49,50,30. Estas lesiones podrían comenzar a aparecer al inicio de su práctica clínica y acompañarlos por el resto de su vida profesional, adquiriendo un estilo de vida poco saludable en su entorno laboral 35.
Discusión
Diferentes estudios dan por sentado que las características sociodemográficas como la edad, género, peso, altura, entre otros, tienen poca o ninguna relevancia o influencia estadísticamente significativa relacionado con los TME 17,50. En contraste, en los últimos años se ha dado una mayor importancia a la relación que tienen dichas características con el desarrollo de los TME y que si pueden impactar de manera significativa, aunque esta situación no tendría tanta relevancia si no se acompañan por los demás factores de riesgo físico presentes en la odontología, por lo tanto, el origen de los TME es multifactorial y biopsicosocial.
Un aspecto controversial con lo que previamente considerábamos es que dos de los estudios revisados mencionan que la aparición de sintomatología se puede dar desde la etapa estudiantil, sin embargo, consideramos que el tiempo de exposición (factor al que le dan sobrevalor en los estudios) no es suficiente comparado con los de la etapa profesional para generar los TME.
Aunque un gran porcentaje de odontólogos presentan algún tipo de TME, los cuales son responsables del ausentismo laboral, la mala salud y la jubilación anticipada 36,51; muy pocos recurren a la ayuda de otros profesionales de la salud como médicos, fisioterapeutas, entre otros 29, esto puede suceder al no querer disminuir el tiempo de exposición representado en pacientes atendidos por día, ya que puede implicar disminución en los ingresos económicos.
En este sentido, un número estadísticamente significativo de odontólogos que habían experimentado molestias musculoesqueléticas de intensidad moderada o mayor, utilizaron el ejercicio como terapia o se automedicaron con más frecuencia que aquellos con dificultades leves o nulas 48,52 teniendo en cuenta que no se toman medidas correctivas de manera precoz, incurriendo en el constante trauma acumulativo que se agrava con el tiempo volviéndose de difícil manejo; es ahí que se tornan imprescindibles las ayudas tomadas, ya sean autoimpuestas o por parte de otro profesional. Los TME son una causa común de discapacidad relacionada con el trabajo, con consecuencias financieras sustanciales debido a la compensación de los trabajadores y los gastos médicos 38. Debido a la alta prevalencia y su impacto en la vida, la salud y la productividad, TME representan una condición de salud negativa importante 53.
Las limitaciones de la mayoría de la literatura revisada se centran en el tamaño de la muestra, la especialidad odontológica estudiada, el tipo de instrumentos utilizados por los profesionales, la posición adoptada al trabajar y el tiempo de exposición, por lo cual los resultados no pueden ser generalizados o extrapolados a toda la población de odontólogos.
Conclusiones
Es evidente la existencia de la relación entre los factores de riesgo biomecánicos y ergonómicos con la presencia de TME, sin embargo, aunque las tareas laborales realizadas por los odontólogos son similares, la forma de realizarlas, el conocimiento previo de ergonomía, las medidas tomadas para la prevención y promoción pueden ser diferentes en cada población y en cada especialidad odontológica.
Adoptar posturas adecuadas en la práctica clínica y tener un ambiente de trabajo favorable podría reducir la frecuencia de lesiones del sistema musculoesquelético evitando una jubilación anticipada de la profesión; por esto es de vital importancia promover programas de formación y prevención en salud ocupacional en cuanto a posturas ergonómicas que deben adquirir los profesionales en odontología durante sus prácticas clínicas, originando así estilos de vida saludables.
Según artículos revisados, se menciona que las mejoras ergonómicas en el lugar de trabajo, por ejemplo, ajustes de la silla y ubicación de esta con respecto al paciente, correcciones posturales, practicar ejercicios físicos y la reducción del estrés ocupacional son efectivos y necesarios en la reducción de los TME entre los odontólogos, además es preciso consultar a un profesional a tiempo para evitar a futuro el ausentismo laboral.