INTRODUCCIÓN
Colombia cuenta con 51.330 especies de fauna y flora registradas de las cuales 1.954 especies son aves, referencia que ubica al país en el primer lugar a nivel mundial en avifauna 1,2,3. De esta cifra, alrededor de 79 aves son consideradas endémicas, 193 casi endémicas, 140 con la estimación de amenaza o en peligro de extinción y 275 migratorias 4,5.
Esta diversidad se está viendo afectada por la ampliación de las fronteras agrícolas, la deforestación, contaminación ambiental, entre otros aspectos 6,7. De ahí, surge el interés por conocer la diversidad local y su relación con el entorno, sobre todo en lugares de gran riqueza de fauna. Ha sido frecuentemente planteada una estrecha relación entre la fauna y los sistemas agrícolas. Por ejemplo Rivera et al 8, en la cuenca del río la Vieja ubicado entre los departamentos del Valle del Cauca y Quindío, analizó la relación de la cobertura arbórea y la diversidad y composición de especies de hormigas en diferentes parcelas con uso de suelo variado, encontrando una relación positiva entre la diversidad de especies de hormigas y la presencia de vegetación leñosa, resultado que sugiere la importancia de generar acciones de conservación de los bosques y sus fragmentos, dado que estas áreas son vitales para brindar refugio a la fauna de hormigas y probablemente a otras especies de importancia regional.
De acuerdo con Peñuela et al 9, Colombia es uno de los países megadiversos, al ocupar el primer lugar en diversidad de aves, el segundo en plantas, y el tercero en mariposas, e incluso se plantea a la Orinoquia como una de las ecorregiones más diversa en ecosistemas. Sin embargo, Stiles & Beckers 10, Garcia & botero Delgadillo 11 y los mapas de distribución de especies de aves en Hilty & Brown 12 "ilustran en buena medida vacíos en el conocimiento de las especies: con espacios en blanco entre el piedemonte de la cordillera Oriental, el borde norte de Colombia en Arauca y los Llanos Orientales del Meta".
A pesar de los recientes e importantes aportes de Ayerbe-quiñones 13 y otros autores de forma local, se desconocen diversos aspectos de la ecología y distribución de la avifauna de la Orinoquia, grupo taxonómico que ha sido sugerido como importante herramienta de formación en procesos de educación ambiental. En este sentido, la observación de aves puede fácilmente convertirse en una estrategia de educación ambiental en niños en edad escolar 14), siendo propuestos incluso diferentes modelos de metodología, aplicabilidad, recolección de información para este fin, ya que "la observación o avistamiento de aves genera en los niños actitudes favorables al ambiente, porque permite acercamiento, conocimiento, formación, participación, sensibilización y percepción hacia las especies naturales que hay a su alrededor. Por consiguiente, este proceso pedagógico en aula y al aire libre propicia valores, destrezas y actitudes pro-ambientales luego de conocer, sentir y actuar con el ambiente de manera positiva".
Por lo tanto, el objetivo de la presente investigación consistió en caracterizar la avifauna presente en la granja agroecológica Ekonukos de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, como fuente de información base para la descripción y/o desarrollo de futuros modelos de aviturismo, educación ambiental, conservación, mantenimiento y restauración ecológica en el departamento del Meta.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de estudio. El estudio se adelantó entre septiembre de 2017 y junio de 2019, en la Granja Agroecológica Ekonuco de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, ubicada en el piedemonte de la Cordillera Oriental, al noroccidente del Departamento del Meta, en la vereda Barcelona, cerca de Villavicencio. (4°04'13N 73°35'07W; 780 m.s.n.m). La granja tiene un área aproximada de 5 hectáreas de las cuales el 8% cuenta con edificaciones, el 14% corresponde a remanente de bosque o bosque secundario, el 36% a zonas de cultivo (Cítricos, café, plátano, cacao, aguacate, entre otros) y el 42% a zonas abiertas o de pastizales. La humedad relativa se encuentra entre 4775%, una temperatura promedio de 26°C, y una precipitación anual unimodal de 4500 mm caracterizada por una estación lluviosa que va de abril a noviembre 15.
Muestreo. Dentro de la granja se definieron cuatro zonas de acuerdo con su cobertura vegetal y/o uso del suelo, las cuales corresponden a: Zona de edificaciones o habitables (ZE), Bosque secundario (BS), Zona de cultivos (ZC) y Pastizales o zona abierta (Pza). En cada una se estableció un punto de observación con radio fijo de 25m, donde se realizaron observaciones durante 15 minutos utilizando binoculares 8x40. Adicionalmente, se realizaron recorridos mediante transectos lineales, a velocidad constante para evitar reconteo de individuos 16. En cada uno de ellos se registró fecha, nombre del sitio, hábitat principal, coordenadas, hora de inicio y final del recorrido, especies (nombre científico), tipo de registro (visual o auditivo), número de individuos y comportamiento del ave.
La identificación de las especies se realizó siguiendo las guías de Hilty & Brown 12 y Ayerbe- Quiñones 13. Para los registros auditivos se empleó la guía sonora de la base de datos de la Fundación Xeno-canto: http://www.xeno-canto.org. La taxonomía adoptada y descrita en el listado de especies es la propuesta por Remsen et al 17).
Las especies fueron categorizadas por tipo de hábitat (ZE, BS, ZC o Pza), alimentación (bibliografía y observaciones), frecuencia de registros y estado de amenaza o conservación. La frecuencia se definió como "muy común" (90% de días de observación o evento de muestreo), "común" (50-90% de días), "poco común" (10-50% de días), "rara" (<10% de días) 15. El estado de amenaza de las especies se realizó con base al análisis del estado de conservación según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y el libro rojo de aves de Colombia 18. Por último, se describió el estado de cada una de las especies en Colombia de acuerdo con Avendaño et al 1 y la Asociación colombiana de Ornitología 2, como R=residente; Mb=migratorio boreal; Ma = migratorio austral.
RESULTADOS
En total se realizaron 45 eventos de muestreo entre las 06:00 y 10:00 horas, con un esfuerzo de 390 horas/hombre. Lo cual permitió la obtención de un total de 1083 registros individuales correspondientes a 84 especies de aves, distribuidas en 18 órdenes, 34 familias y 74 géneros. El orden Passeriformes presentó la mayor riqueza de especies, luego Pelecaniformes y Piciformes. Las familias más representativas fueron: Tyrannidae y Thraupidae, seguidas de Ardeidae, Threskiornithidae y Picidae (Tabla 1).
Frecuencia de registro: MC: Muy común, C: Común, PC: poco común, RA: rara. Hábitat: ZE: zona de edificaciones o habitables, BS: Bosque secundario, ZC: Zona de cultivos, Pza: Pastizales o zona abierta (Pza). Estado de Conservaciòn: LC: Poca preocupación, especie muy conocida o muy visible, no le aplica criterio alguno. NT: Casi amenazado, poblaciones en alta presión, y amenazas que la pueden impactar. Estado de la especie en Colombia: R=residente; Mb=migratorio boreal; Ma=migratorio austral. Registro: OB:observación, FO: fotográfico, AU: auditivo.
En términos de frecuencia se tiene que el 51.2% de las especies observadas en la granja fue catalogada como común, el 23.8% poco común, 13.1% muy común y el 11.9% fue rara (Figura 1). Esta última categoría incluye a las siguientes especies: Columbina minuta, Coccyzus americanus, Aramus guarauna, Aramides cajaneus, Setophaga fusca, Setophaga ruticilla, Butorides striata, Egretta thula, Eudocimus albus y Mesembrinibis cayennensis, las cuales presentaron un único registro.
Del total de especies, 79 corresponden a poblaciones residentes, cuatro a migratorias boreales (Coccyzus americanus, Piranga rubra, Setophaga fusca, Setophaga ruticilla) y una catalogada como migratoria austral (Tyrannus savana), aunque se ha reportado que en el país cuenta con poblaciones residentes, en el departamento del Meta, se pueden ver individuos de migración austral principalmente en los meses de noviembre y junio 19, de esta especie se obtuvieron 52 registros. Por otro lado, en estado de amenaza de las especies, según la UICN, se encontró que 83 de ellas están en la categoría LC, sin amenaza. Sin embargo, la especie Amazona farinosa se encuentra en la categoría NT, es decir, casi amenazada, con poblaciones en alta presión, y amenazas que la pueden impactar, se convierte entonces en especie de interés y resulta relevante su observación en el sitio de estudio.
En cuanto al uso del hábitat o el registro en una de las cuatro zonas en que se dividió la granja agroecológica Ekonuco, se observó que 60 especies fueron registradas en la zona de cultivos (ZC), de estas Coccyzus americanus fue registrada únicamente en esta área, perchada sobre un árbol de guamo (Inga spectabilis) a un extremo de los cultivos muy cercano a un área abierta, situación normal o propia del comportamiento de la especie en mención debido a habito alimenticio 20. En la zona de bosque (ZB) se observaron 50 especies de las cuales, Phaethornis hispidus, Nyctidromus albicollis, Columbina minuta, Momotus momota, Aramides cajaneus, Arremonops conirostris, Manacus manacus, Thamnophilus doliatus, Tachyphonus Rufus, Thryophilus rufalbus y Cyclarhis gujanensis se registraron exclusivamente en los puntos de observación y al interior del bosque secundario.
De igual forma, se encontró que en la zona de pastizal o área abierta (Zpa) se registraron 32 especies de las cuales Dendrocygna viduata, Butorides striata, Egretta thula, Syrigma sibilatrix, Eudocimus albus, Eudocimus ruber, Mesembrinibis cayennensis, Platalea ajaja, hicieron uso exclusivo de la zona en mención, los registros de estas ocho especies se obtuvieron en época de lluvias, en las que se presentaron inundaciones de gran parte del terreno y llenado de un reservorio de agua ubicado en el área, situación que favoreció o generó las condiciones propicias para la alimentación estas 12.
Por último, en la zona de edificaciones o habitable (ZE) se registraron 48 especies, las cuales presentaron uso de al menos una zona adicional de las otras tres en que se dividió la granja. Lo hallado, sugiere que dichas especies utilizaban el área como zona de paso, percha o alimentación. Ya que entre las edificaciones y caminos que existen entre ellas se cuenta con gran número de árboles frutales o plantas ornamentales. Entre estos se puede nombrar el mango (Manguifera indica), Guamo (Inga spectabilis) aguacate ( Persea americana), pomarroso (Syzygium malaccensis) y palo cruz (Brownea ariza), plantas sobre las cuales se optuvieron la mayoria de los registros de especies como Coereba flaveola, Dacnis cayana, Thraupis episcopus, Thraupis palmarum, Dendrocygna viduata, Amazilia fimbriata, Amazilia versicolor, y Anthracothorax nigricollis.
DISCUSIÓN
Las 84 especies de aves observadas constituyen un registro representativo e importante sobre la avifauna del municipio de Villavicencio. Ya que, en una extensión relativamente pequeña, de 5 hectáreas, se logró encontrar cerca 37% de las especies reportadas para el municipio en un listado preliminar realizado por miembros de la Universidad de los Llanos 21, cabe resaltar que en este trabajo se encuentran especies listadas en sitios de muestreo con una mayor diversidad vegetal y menos intervención antrópica.
De igual forma, si se compara con el estudio realizado por Avendaño et al 16 en las instalaciones de la Universidad de los Llanos en el Campus principal ubicado en la vereda Barcelona, lo hallado se aproxima al 40% de lo reportado por estos investigadores. Las 210 especies que ellos reportan corresponden a un trabajo realizado durante un periodo de tiempo mayor al que fue utilizado en este estudio. Además, de los muestreos realizados en el año 2018, estos autores realizaron una recopilación histórica de lo visto desde el año 2013. Así mismo, la extensión del área muestreada corresponde a 45 hectáreas en las que, a aparte de Zonas de cultivo, habitables o de edificaciones (para ellos denominadas urbanas), pastizales y bosque secundario, cuentan con un lago artificial y un bosque ripario, zonas que aportan notablemente condiciones de hábitat y alimenticias que contribuyen a la presencia de mayor número de especies. Sobre todo, en los bosques riparios o de galera, los cuales cuentan con una gran importancia ecológica y funcional, adicionalmente suelen presentar una composición florística y de fauna diversa 22.
Por otra parte, se tiene que nuestra investigación a pesar de tener un menor número de especies presenta una estructura similar a lo hallado por Peña-nuñez et al 23, ya que, en una extensión de 14 hectáreas reportaron 124 especies distribuidas en 16 ordenes (2 órdenes menos que la presente investigación) y 38 familias (4 familias más). El orden Passeriformes y las familias Tyrannidae y Thraupidae también fueron las de mayor riqueza. Lo anterior, ha sido documentado por otros autores y relacionado con la fragmentación del hábitat, y la capacidad que tienen estos grupos para adaptarse a estas condiciones.
En el registro de especies por hábitat, el mayor número de especies se encontró en la Zona de cultivos (ZC), seguida por el Bosque secundario (BS), Zona de edificaciones (ZE) y por último zona de pastizal o abierta (Zpa) (Ver Tabla 1). Este hecho está relacionado con la calidad del hábitat y la oferta alimenticia. Además, las aves poseen atributos que le otorgan una gran sensibilidad con respecto a la oferta de recursos del hábitat, como disponibilidad de alimentos, percha, sitios o tipos de plantas para la anidación, entre otros; en muchos casos pueden ser utilizadas como evidencia de la calidad de un hábitat y hacer evidentes procesos de degeneración 23. Tal como, en el caso de la granja agroecológica Ekonukos, solo cerca del 14% corresponde a remanente de bosque o bosque secundario y el 42% a zonas abiertas o de pastizales, lo que pone de manifiesto una gran intervención antrópica y la necesidad de generar estrategias de manejo amigables con la naturaleza.
Lo anterior, también puede haber afectado el registro de especies migratorias, pues solo se detectaron cuatro especies migratorias boreales y una migratoria austral. Los registros hallados son consecuentes con lo reportado en la literatura ya que la Orinoquia históricamente, no ha sido reconocida como uno de los sitios de congregación de aves migratorias 24,25,26 a pesar de ser una región especial y diversa en cuanto a los ecosistemas que posee 9.
Cabe resaltar, que la granja agroecológica es un sito en transformación y desde finales del desarrollo del muestreo se están realizando siembras de plantas ornamentales, frutales o de consumo para mejorar las condiciones del hábitat y atraer mayor avifauna al sitio. Pues, el piedemonte llanero ha sido descrito como un territorio con una alta biodiversidad de aves, en la que se han registrado al menos 542 especies 15. Adicionalmente, en recorridos aleatorios a una distancia entre 0.5 a 1 kilometro, se encuentran especies que no han sido reportadas en las instalaciones de la granja, como: Crotophaga major, Nyctibius griseus, Nyctibius grandis, Molothrus bonariensis, Cacicus cela, entre otros. Por esta razón, se genera un panorama alentador y de compromiso con el seguimiento del estado de la avifauna en el lugar.
En conclusión, los resultados del estudio son un aporte importante para el conocimiento de la avifauna local, sobre todo de la zona de transición entre el piedemonte y la llanura e invita a realizar acciones de restauración y manejo de la flora del sitio de estudio, con el fin de generar una mejor conectividad entre el parche de bosque secundario existente y las áreas cercanas. De igual forma, demuestra el alto valor ecológico que pueden representar las instalaciones de la granja para la conservación de avifauna, por lo que se hace necesario tomar acciones de conservación y reforestación, encaminadas a la mejora del hábitat y la oferta alimenticia para las especies encontradas.
Por último, la información obtenida es una línea base para el desarrollo de políticas de salud ocupacional y ambientales institucionales, la promoción de la interacción social al aire libre, el fomento de una educación y cultura ecológica. Dado que los resultados encontrados permiten resaltar la importancia del área de estudio como sitio de conservación de la avifauna, que merece la generación de acciones de concretas que conlleven a una mejora del paisaje y las relaciones de los organismos que usan el espacio, entre ellas los seres humanos.