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Anuario de Historia Regional y de las Fronteras

Print version ISSN 0122-2066

Anu.hist.reg.front. vol.29 no.2 Bucaramanga July/Dec. 2024  Epub July 24, 2024

https://doi.org/10.18273/revanu.v29n2-2024008 

Artículos de investigación

De la hambruna de la marihuana al Premio Nobel de Literatura: bonanza marimbera y vallenato en el Caribe colombiano (19761985)

On marijuana famine to Nobel Prize in Literature: marijuana boom and vallenato Music in colombian Caribbean (1976-1985)

Da fome de maconha ao Prêmio Nobel de Literatura: O boom da maconha e a música vallenato no Caribe colombiano (1976-1985)

Franklin R. Bonivento van Grieken1 
http://orcid.org/0009-0000-2580-4409

1Antropólogo por la Universidad Nacional de Colombia. Magister en Historia por la Universidad Nacional de Colombia. Estudiante de Humanities interdisciplinary PhD en Concordia University (Montréal, Canadá). Research Assistant - Oralities Cluster Hemispheric Encounters Network. Código ORCID: 0009-0000-2580-4409. Correo electrónico: f_bonive@live.concordia.ca


Resumen

En las décadas de 1970 y 1980 el Caribe colombiano se convirtió en el mayor proveedor de marihuana hacia los Estados Unidos. El período conocido como Bonanza Marimbera, traería consigo el surgimiento de un grupo de hombres conocidos como marimberos quienes, surgidos de clases marginales, ganarían amplio renombre por ser los principales actores del tráfico de marihuana como resultado de las amplias sumas de dinero que obtenían. Además de hacerse notar por sus maneras extravagantes de gastar el dinero, se convertirían en mecenas de distintos artistas de vallenato lo que les permitiría ganar mayor prestigio. Este artículo explora la huella de los marimberos en el vallenato utilizando como fuente principal los saludos y animaciones en las canciones. Así, se expone cómo el vallenato se encumbró como el género más importante en Colombia más allá de los apoyos gubernamentales y estatales.

Palabras clave: Tesauro: Caribe; narcotráfico; música popular; historia oral; cannabis; Colombia

Abstract

In the 1970s and 1980s, the Colombian Caribbean became the largest supplier of marijuana to the United States. The business, which became known as the Bonanza Marimbera (Marijuana Boom), wouid bring with it the emergence of a group of men known as marimberos who, coming from the underciass, wouid gain widespread renown as the main piayers in the marijuana trade as a resuit of the iarge sums of money they made. In addition to becoming notorious for their extravagant spending, they wouid become patrons of different vaiienato artists, aiiowing them to gain greater prestige. This paper expiores the mark of the marimberos in vaiienato using the greetings and animations in the songs as a main source. Thus, it shows how vaiienato became the most important genre in Coiombia beyond governmentai and state support.

Keywords: Thesaurus: Caribbean; Drug trafficking; Popular music; Oral history; Cannabis; Colombia

Resumo

As décadas de 1970 e 1980, as Caraíbas colombianas tornaram-se um importante fornecedor de marijuana aos Estados Unidos. O negócio, que ficou conhecido como a Bonança Marimbera, traria consigo o aparecimento de um grupo de homens conhecidos como marimberos que, vindos da classe baixa, ganhariam fama generalizada como os principais actores do comércio da marijuana, devido às grandes somas de dinheiro que ganhavam. Para além de se tornarem notórios pelas suas formas extravagantes de gastar dinheiro, tornar-se-iam mecenas de vários artistas vallenatos, o que lhes permitiria ganhar maior prestígio. Este artigo explora a marca dos marimberos no vallenato usando como fonte principal as saudações e animações nas canções. Assim, mostra como o vallenato se tornou o género mais importante na Colômbia para além do apoio do governo e do Estado.

Palavras-chave: Tesauro: Caribe; Tráfico de drogas; Música popuiar; História orai; Cannabis; Coiômbia

A la memoria de Adaníes Amador Díaz Brito, como siempre

«Gabo te mandó de Estocolmo un poco de cosas muy lindas»

Tras el éxito comercial de su novela cien años de soledad (1967), también ganadora del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos en el año 1972, y como parte del movimiento literario de Ei Boom Latinoamericano, Gabriel García Márquez se había convertido en uno de los mayores referentes de la literatura de habla hispana en todo el mundo. Así, en 1982 sería galardonado con el Premio Nobel de Literatura «por sus novelas y cuentos, en los que lo fantástico y lo realista se combinan en un mundo de imaginación ricamente compuesto, que refleja la vida y los conflictos de un continente».1

El gobierno colombiano, encabezado en ese entonces por Belisario Betancur, dispuso a través del Ministerio de Cultura una comisión que acompañaría el recibimiento del premio Nobel de Literatura del afamado escritor colombiano.2 Era la oportunidad de mostrar una imagen del país más allá de las fuertes olas de violencia que atravesaba Colombia producto del conflicto armado y la emergencia de los carteles del narcotráfico.3

La delegación incluía bailarines, grupos artísticos indígenas, periodistas y músicos. De este último grupo se encontraban figuras como Totó la Momposina, una de las cantantes más reconocidas de bullerengue y cumbia, Rafael Escalona, compositor y precursor de la música vallenata, amigo de García Márquez, y Los Hermanos Zuleta, agrupación vallenata que para aquel entonces gozaba de amplia fama en Colombia. Cada uno de estos artistas realizaron presentaciones y eventos que fueron disfrutados por la realeza sueca y diversos asistentes. De aquel viaje saldrían diversas crónicas, documentales, y la memoria del discurso de aceptación del Nobel de «La soledad de América Latina».4

Tan solo un año después, en 1983, los Hermanos Zuleta publicaron el álbum El Vallenato Nobel, trabajo discográfico del que se destacaría la canción homónima: «El Vallenato Nobel». Compuesta por Rafael Escalona, la canción relata, entre referencias a cien años de soledad y un particular sentido del humor, el viaje a Estocolmo emprendido por Rafael Escalona. La portada del álbum es una fotografia en la que Alfonso 'Poncho' Zuleta y Emiliano 'Emilianito' Zuleta, cantante y acordeonero del grupo, respectivamente, aparecen rodeados de cactus y mariposas,5 y vestidos con liquiliqui, el mismo traje tipico con el que Garcia Márquez habia recibido el galardón.

Ahora bien, ¿cómo habia ocurrido esto?, ¿en qué momento el vallenato habia tomado tal protagonismo en la escena musical y cultural colombiana? El presente articulo pretende ofrecer luces sobre cómo este género musical se convirtió en el género musical colombiano por excelencia. Canónicamente se ha dicho que el vallenato recibió ayudas por parte de personalidades como el expresidente de Colombia Alfonso López Michelsen, asi como de la gestora cultural Consuelo Araújo Noguera 'La Cacica' durante la década de 1960 y 1970 en la consolidación del Festival de la Leyenda Vallenata y la identidad del departamento del Cesar. Sin embargo, estos apoyos hubieran sido insuficientes para el encumbramiento del vallenato, se deben sumar los patrocinios ofrecidos por parte de los marimberos, quienes fueron los principales actores del tráfico de marihuana en el Caribe colombiano a mediados de la década de 1970.

Con este fin, propongo la revisión de los saludos y animaciones realizados en las obras de los artistas de vallenato Diomedes Diaz, Los Hermanos Zuleta, El Binomio de Oro, Jorge Oñate, Adanies Diaz y Los Betos,6 en aras de hacer explicito el apoyo que los marimberos ofrecieron a los cantantes de vallenato y cómo estos patrocinios les permitieron a muchos de estos artistas pasar de ser aficionados a personas que Vivian de su música. Para su análisis, diseñé una base de datos en la que consignaba cada saludo y ciudad registrada en las canciones. Este ejercicio lo acompañaba de la escritura de un diario de campo en el que registraba reseñas de cada álbum. Paralelamente, realizaba entrevistas y revisaba documentos que me permitieran comprender la lógica del fenómeno.7

Este artículo es, a su manera, una pequeña parranda vallenata. Los hechos se presentan por medio de canciones de vallenato que ejemplifican los argumentos. La primera sección «"Campesino desamparado" - Juancho Polo 'Valencia' y su conjunto» exponen el contexto histórico bajo el cual surge la bonanza marimbera y la emergencia de los marimberos. En la segunda sección «" Tres canciones"» - Diomedes Díaz con Elberto López y su Conjunto» dan cuenta del análisis de los marimberos dentro del mundo del vallenato. En la sección subsiguiente, «El marimbero - Los Hermanos Meriño cantan Romualdo Brito» muestra el declive del negocio del tráfico de marihuana. Por último, se presentan las conclusiones.

Sin más, este articulo busca ser leído, pero también escuchado y, por qué no, bailado. Siéntase en confianza de detener la lectura para escuchar las canciones y dejarlas sentir. Esta parranda va por mi cuenta.

1. «Campesino desamparado» - Juancho Polo 'Valencia' y su conjunto

Durante la década de 1960, surgieron los movimientos jipis (hippies) en Estados Unidos, también conocidos como de contracultura. Además de enarbolar banderas en torno al pacifismo y la apertura sexual, tuvieron un amplio interés en el consumo de sustancias como el LSD y drogas psicotrópicas como la marihuana.

Este hecho quedaria documentado por el periodista estadounidense Barry Farrell en su articulo «The Marijuana Famine» [La Hambruna de la Marihuana] de agosto de 1969 en la revista Life.8 Alli se documentaba cómo tras las fuertes persecuciones que se habian comenzado a realizar por parte del gobierno estadounidense al tráfico de drogas se habia generado una escasez de marihuana en el mercado negro, lo que desembocaria en un aumento de los precios. Simultáneamente en el discurso del 17 de junio de 1972, el entonces presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, exclamaria en una rueda de prensa que: «America's public enemy number one in the United States is drug abuse. In order to fight and defeat this enemy, it is necessary to wage a new, all-out offensive»9 [El enemigo público número uno en Estados Unidos es el consumo de drogas. Para combatir y derrotar a este enemigo, es necesario emprender una nueva ofensiva sin cuartel]. Esta declaración es considerada como el comienzo de la Guerra contra las Drogas, lo que haria que eventos como el de la hambruna de la marihuana, documentado por Farrell, se tornaran más constantes o, dicho de otra manera, que los precios y mecanismos para obtener la hierba fueran más complejos y costosos.

Mientras ocurría todo ello en Estados Unidos, en la década de 1960 en el Caribe colombiano, la falta de una reforma agrícola integral generaba que el campesinado no tuviera un panorama claro en cuanto a su futuro. A su vez, tenía lugar la denominada «Bonanza Cafetera», fenómeno que consistía en el tráfico de café10 desde las costas guajiras (Puerto Estrella, Puerto López) hacia islas del corredor antillano como Aruba o Curazao, o a puertos comerciales como Panamá, en donde los bultos de café eran intercambiados por dinero, mercancias, electrodomésticos, artículos de lujo y casi cualquier cosa que pudiera ser comercializable.11 Dicha dinámica generada por la bonanza del café se correspondia con la larga tradición comercial de los pueblos wayuu del norte de La Guajira, quiénes históricamente habían tenido intercambios comerciales con comunidades neerlandesas desde los siglos XVII y XVIII.12 Estos dos factores, sumados a que ya se había comenzado a sembrar marihuana en las faldas de la Sierra Nevada de Santa Marta, dispusieron del Caribe colombiano como un lugar perfecto para poder traficar la marihuana hacia Estados Unidos.

Se suele afirmar que la marihuana llegó al Caribe colombiano por medio de los Cuerpos de Paz de la Alianza para el progreso en la década de 1960.13 Sin embargo, la historiadora y antropóloga Lina Britto problematiza este hecho y considera que «la llegada de semillas y tipos de marihuana [fue] por guaqueros interesados en el Tayrona tras su descubrimiento a mediados del siglo XX, así como jóvenes norteamericanos hippies que no pertenecían a los Cuerpos de Paz sumados, a la par con las conexiones comerciales de lugares como Riohacha y Santa Marta».14 Es decir, a comienzos de la década de 1970 ya se sembraba marihuana en las faldas de la Sierra Nevada de Santa Marta con fines comerciales.

La transición de tráfico de café a tráfico de marihuana fue sencilla. Las mismas rutas que antaño se habían usado para otros comercios fueron reestructuradas para llevar la marihuana desde la Sierra Nevada de Santa Marta a poblaciones como Codazzi, Becerril, Riohacha o Maicao, desde donde era transportada en avionetas hasta las costas de la península de Florida en Estados Unidos. Además, la marihuana colombiana tenía un valor agregado gracias a la creación de una nueva cepa denominada «Santa Marta Gold».15 Su nombre se debía a que sus hojas eran de un color amarilloso, a lo que se sumaba que tenía un mayor éxito comercial entre los consumidores dado que la catalogaban como una hierba de un sabor «suave».16

Estas ganancias harían que distintas personas de zonas rurales se volcaran a trabajar en la recolección y producción de la hierba. Así nace la canción «Campesino desamparado» (1977), interpretada por Juancho Polo 'Valencia' y su Conjunto, y compuesta por Rafael Machuca y Jorge Araque:

«Los agricultores tres veces prepararon las polvorientas llanuras de la Costa Mientras esperaban la llegada del agua, pero todo en vano las lluvias no llegaron Y llega entonces la tentación que los invita a sembrar la marihuana»

En el año de 1976, una serie de cosechas de marihuana coincidirían, lo que desembocaria en una ganancia inusitada. Esto generó flujos de dinero que ingresarían al Caribe colombiano, especialmente a La Guajira, dado que a la marihuana se le conocía de manera informal como «marimba» al negocio se le conoció como «Bonanza marimbera». Junto con este, nacerían los marimberos, hombres que surgidos de las zonas rurales y las periferias urbanas harían las veces de mediadores entre los productores y compradores de la marihuana:

Conocidos popularmente como marimberos, estos intermediarios coordinaban todas las partes y actividades implicadas en la puesta de un cargamento a disposición de los exportadores y compradores. Aseguraban las cosechas de los cultivadores gracias a su capacidad para conceder créditos y su poder para fijar los precios. Basaban sus precios en la calidad y la cantidad, así como en la proximidad de la explotación al punto de venta para la exportación, su propia posición en la cadena de intermediación, el tipo de pago requerido -en efectivo, en especie o a crédito- y el grado de confianza o parentesco entre ellos y los cultivadores. Actuaban como sommeiiers al conciliar las preferencias gustativas con las restricciones presupuestarias, y se ocupaban de otros aspectos logísticos como la coordinación de las extenuantes tareas de embalaje y transporte de las cargas desde las tierras altas a las bajas.17

Esta posición en la cadena de producción los encumbraría socialmente y posicionaría como los eslabones más importantes. A su vez, ganarían notoriedad por la manera extravagante y desaforada de gastar las altas sumas de dinero que obtenían por el negocio de la marihuana. Considerados como gentes ordinarias por parte de las altas élites caribeñas, los marimberos entrarían a ser parte primordial del entramado social. Estos «nuevos ricos» buscarían demostrar sus riquezas de todas las maneras posibles, una «venganza» contra esa sociedad exclusivista que históricamente les había tildado de «indios guajiros, sin ley, sin Dios y sin principios».18

2. «Tres canciones» - Diomedes Díaz con Elberto López y su conjunto

Para 1976, el Caribe colombiano se había convertido en el mayor proveedor de marihuana hacia los Estados Unidos. Asimismo, los marimberos comenzaban a ganar mayor notoriedad, personajes como Rafael 'Rafa' Freyle, Raúl Gómez Castrillón 'El Gavilán Mayor', Miguel Agustin Lucky Cotes, Alcibiades 'El Chijo' López, Samuel 'Samuelito' Alarcón, 'El Gabi' Salas, Rafael Aarón 'Maracas', 'Orejucho' Peñalvert, entre otros, comenzaban a ganarse un nombre en distintas poblaciones.19

Su popularidad, avenida por sus maneras de usar el dinero, también se hizo efectiva por el fuerte apoyo que brindaron a la música vallenata. Hijos de las mismas clases sociales que los cantantes, acordeoneros y compositores de vallenato, los marimberos habían encontrado en este género musical una manera de expresar sus propios sentires. Aunque el vallenato ya contaba con el impulso estatal y regional tras la creación del Festival de la Leyenda Vallenata en 1968, no gozaba de total legitimidad en todas las esferas. Para finales de la década de 1960 y comienzos de la década de 1970, el vallenato era considerado, dentro de algunos círculos, un género musical de personas ordinarias y del campo, tal como sucedía con los marimberos. Es más, muchos artistas de vallenato eran una suerte de artistas amateurs. Esto cambiaria con la presencia de los marimberos quienes se convertirían en los mayores promotores de la música vallenata. Para entender esto, propongo adentrarnos a la lógica de los saludos y animaciones en el vallenato.

Parte primordial y esencial del vallenato son las animaciones y saludos que componen las interpretaciones. Es decir, pequeñas acotaciones que se realizan, en la mayoría de las veces, fuera de la lírica misma. Estos suelen tener un carácter metatextual y paratextual dentro de las composiciones vallenatas como define el experto en vallenato, o como yo prefiero llamarlo vallenatólogo, Abel Medina Sierra. Los que son de carácter paratextual son aquellas frases «que complementan lo musical y que hacen parte de la producción como las dedicatorias, epigrafes, titulos, subtítulos, textos de presentación»,20 es decir, son aquellas intervenciones orales por parte del cantante que no están necesariamente relacionadas con la canción, pero que complementan su interpretación, allí se encuentran frases como «¡Uepa jé!», «¡Ay hombe!», «Oye los bajos de Miguel López», «Apa», o «¡Engancha!», etcétera.

Mientras que los de carácter metatextual «esencialmente complementan, valoran, comentan o extrapolan lo que dice el texto de la canción. El intérprete, sea o no el autor de la canción, no agota el discurso en las dos o tres estrofas del texto, sino que, con sus comentarios, saludos y animaciones, añade información textual al mensaje»,21 un ejemplo de esto lo podemos encontrar en la canción con la que comienza este texto («El Vallenato Nobel») en la que 'Poncho' Zuleta, en referencia al viaje a Estocolmo, dice entre estrofas: «Lo único que no me gustó de Estocolmo es que no me pude entender con las monas, ¡hombe! Hablan muy enredado».

Esta diferenciación por parte de Medina Sierra nos permite concluir que los saludos y animaciones que conforman una canción de vallenato, más allá de que son una especie de añadidura, nos ofrecen miradas más amplias sobre las composiciones mismas. Ya que, por medio de estos «el texto y el contexto se conectan, dialogan en un juego de adiciones, complementos valoraciones, comentarios y extrapolaciones».22 De manera tal que una manera de comprender la lógica de cómo los marimberos apoyaron el vallenato es por medio de los saludos. Ojeemos, mejor dicho, escuchemos un poco.

En el año de 1976 se publicó el álbum Tres canciones de Diomedes Diaz con Elberto López23 y su conjunto. La canción que da nombre al álbum «Tres canciones» fue compuesta por Diomedes Diaz y significaria su primer gran éxito musical. En ella relata el desamor de un hombre que, al hacerle serenata a su amada, no recibe respuesta de la misma pues ella no se asoma desde la ventana para aceptar dicho presente. La canción fue compuesta como una remembranza de los amores frustrados entre el cantante y Niviam Spadafora, hija de Fédor Spadafora, un importante terrateniente del sur de La Guajira.24 Por eso no debe extrañarnos que en una de las animaciones paratextuales de la canción Diomedes exclame: «¡Niviam Spadafora!».

Empero, el saludo a Spadafora no es el único, a la canción la acompañan otras dos salutaciones: «Compadres Lucky Cotes y 'Chijo' López en Riohacha» y «'Chijo' López, San Juan». Ambos, reconocidos marimberos, se ganaron el derecho a ser saludados en dicha canción dado que Alcibiades 'Chijo' López le pagó el costo de la grabación del álbum a Diomedes Diaz.25 De hecho, dentro del mismo álbum se encuentra la canción «Nuestra vida», en la que Diomedes exclama: «Compadre 'Chijo' López, el hombre de golpe y suspiro».

Con los años, esto comenzaría a hacerse más común, por ejemplo, canciones como «El gavilán mayor» (1978)26 o «Buena parranda»(1978) 27 gozarían de mayor popularidad al ser dedicadas completamente a los marimberos. Mientras la primera es una apología con tintes autobiográficos a Raúl Jacobo Gómez Castrillón 'El gavilán mayor',28 la segunda relata cómo 'Chijo' López le encargó a Carlos Huertas componer una canción para su amigo Lucky Cotes.

De esta manera, se generó una relación de reciprocidad entre los marimberos y los artistas de vallenato. Mientras los primeros ganaban reconocimiento, los segundos obtenían recursos que les permitían dedicarse enteramente al quehacer musical. Dicho más claramente, los marimberos se convirtieron en los mecenas de los cantantes de vallenato. Vale la pena aclarar que el apoyo de los marimberos se correspondia más a su amor a la parranda y al vallenato que por una ganancia monetaria. Es decir, el vallenato en si mismo era un fin.

Para comprender este fenómeno en detalle revisé, 751 canciones contenidas en un corpus de 70 álbumes.29 Así, recolecté todos los saludos y animaciones realizadas en las canciones de los siguientes álbumes de vallenato: de Diomedes Díaz (Herencia Vallenata (1976), Tres canciones (1977), De frente (1977), La locura (1978), Dos grandes (1978), Los profesionales (1979), Tu serenata (1980), Para mi fanaticada (1980), Con mucho estilo (1981), Todo es para ti Cantando (1982), Ei mundo (1983) y Vallenato (1984)), Los Hermanos Zuleta ( Una voz y un acordeón (1975), Ei reencuentro (1975), Los maestros (1976), Ídolos (1976), Dos estrellas (1977), Ei cóndor legendario (1977) , Tierra de cantores (1978), Dinastía y folclor (1979), Volumen 12 (1979), Pa toda la vida (1980), Volumen 15 (1981), Por ella (1982), Ei vallenato nobel (1983), 039 (1984) y Mi acordeón (1985)), Los betos30(Recordaciones (1977), La ley del embudo (1978) , Lo máximo (1978), Cantor triunfante (1979), Triunfadores (1979), Orgullo guajiro (1980), Hasta aquí llegamos (1981), Para todos (1982), Déjenme quereria (1982), Regalo mis canciones (1983), Por quererte tanto (1984) y Parrandas inolvidables (1985)), Jorge Oñate (Canto a mi tierra (1975), La parranda y la mujer (1975), Los dos amigos (1975), Campesino parrandero (1976), Únicos (1976), Silencio (1977), En la cumbre (1977), Ei cambio de mi vida (1978), Siempre unidos (1979), Noche de estrellas (1980), Ei cantante (1981), Ruiseñor de mi valle (1981), Paisaje de soi (1982), 13 Aniversario (1983), Canto y tradición (1984) y Ei cariño de mi pueblo (1985)), El Binomio de Oro (Ei Binomio de Oro (1976), Por lo alto (1976), Los elegidos (1977), Enamorado como siempre (1978), Supervallenato (1979), De caché (1980), Ciase aparte (1980), 5 años de oro (1981), Festival Vallenato (1982), Fuera de serie (1983), Mucha calidad (1983), Somos el vallenato (1984) y Superior (1985)) y Adanies Díaz (De Competencia (1977), Violento (1978), Como siempre (1979), Sensacionales (1980), Pico y espuela (1981) y Nuevamente sensacionales (1982).31

Como resultado de dicha pesquisa encontré que, entre 1976 y 1978, siempre hay por lo menos un saludo a un marimbero en cada uno de los álbumes discográficos, amén de familiares de los marimberos, colaboradores o personas cercanas al negocio. Entre 1979 y 1983, algunos artistas comienzan a dejar de saludar a los marimberos, a su vez de cambiar sus repertorios. Las liricas, que antaño eran dedicadas a temas más rurales y regionales, comienzan a centrarse en las historias de las ciudades y, en consonancia, a integrar nuevos sonidos. Esto coincidiría con la fuerte persecución estatal al negocio de la marihuana por parte del gobierno de Julio César Turbay (1978-1982) que, via el estatuto de seguridad, se alineó con los preceptos de la Guerra contra las Drogas. En términos prácticos, esto significaría menores ganancias monetarias para los marimberos dada la caída de embarques y pérdida de cosechas a finales de la década de 1970.32

Para entender mejor estos datos hay que poner algo más de contexto. En promedio, para aquel entonces, una agrupación de vallenato estrenaba un álbum por año, trabajo que se encontraba compuesto por entre 10 y 12 canciones. De ese grupo, al menos una o dos canciones, en ocasiones más, contienen saludos explícitos a los marimberos. Es decir, más de 35 canciones de todo el corpus están relacionadas de manera directa con la bonanza marimbera.33 Adicionalmente, por lo menos unas 30 más permiten entender el contexto de estos hechos o dan pistas de formas indirectas sobre el fenómeno en cuestión.34Dicho de otra manera, más de 60 canciones se relacionan con los marimberos.

Los saludos, además, ejemplifican un entramado de favores, parentescos y complicidades entre marimberos y cantantes. Desde saludos en que se hacen chistes, o jocosamente se invita a parrandas o rememoran anécdotas de carácter familiar, se hace explicita la cercania entre compositores y artistas con marimberos, lo que convertiría a cada una de estas partes en protagonistas de su tiempo. Aunque son muchas las canciones que pueden ejemplificar esto, una que lo hace de una manera clara es «Buena parranda» del compositor Carlos Huertas, y que hace parte del álbum Silencio (1978) de Jorge Oñate y 'Colacho' Mendoza y su conjunto.

En mi parranda nombré al ‘Chijo’ Lopez que es un gran amigo, tal vez como nadie Que me contara de las cualidades y finos modales de un tal Lucky Cotes ¡Ay, me dijo! Él vive en Barranquilla él es un excelente amigo y entre los guajiros él es de maravilla y entre los guajiros él es de maravilla

Uno de los hechos interesantes en este vallenato es que, a diferencia de otros, en este, el saludo hace parte de la lírica misma de la canción. Es decir, no da lugar a otras interpretaciones. Y nos recuerda eso que tanto Rito Llerena y Jacques Gillard analizaban del vallenato como un género musical que desde sus letras da(ba) cuenta de su realidad inmediata, dada su asociación directa con el mundo oral que le rodea.35 En esa misma línea, hay detalles no menores en esta parte de la canción. Nos encontramos con que Huertas habla de 'Chijo' López como un amigo a lo que le siguen que Lucky Cotes vivía en Barranquilla. Sobre este detalle la canción continúa:

En Barranquilla cualquiera nos dice si alguien pregunta por ese muchacho es elegante es noble de trato y por excelencia nunca se haya triste ¡Ay, lo puede distinguir cualquiera! Él es muy gentil con las damas y hablando de parrandas canta bien las rancheras y hablando de parrandas canta bien las rancheras

Para muchos marimberos vivir en Barranquilla o Santa Marta se convirtió en un marcador de clase: tener dinero era vivir fuera de La Guajira. La canción recalca que Cotes es guajiro, al igual que Huertas, de quien no debemos perder de vista es el compositor del clásico: «El cantor de Fonseca».36 Quisiera agregar que, con la irrupción de los marimberos en la vida pública barranquillera y samaria, se generó un estereotipo de las personas guajiras como conflictivas y problemáticas, por lo que era importante resaltar que eran gente «buena» o «de maravilla». Distintos marimberos, al igual que muchas personas de las décadas de 1970 y 1980 en el Caribe colombiano, habian visto en el cine de oro mexicano una expresión artistica de su agrado.37 Ahora vayamos a las estrofas finales:

Me comentaba a mí un día Jorge Oñate lo mismo mi compadre Poncho Zuleta Ellos me dicen: ‘Oye Carlos Huertas ese hombre es completo no solo en parranda’ Ay es orgullo de sus amigos a todos extiende la mano y se haya muy ufano de ser un buen guajiro y se haya muy ufano de ser un buen guajiro Compa Lucky Cotes óigame bien y escuche mi forma de tocar que lo que yo acabo de cantar esto es para usted.

Acá estamos ante el panorama completo: marimberos, cantantes y compositores. 'Chijo' López (marimbero) solicita a Carlos Huertas (compositor) que haga una canción para Lucky Cotes (también marimbero). Al final, Huertas comenta que también ha escuchado de Cotes gracias a Jorge Oñate (cantante de vallenato) y Alfonso 'Poncho' Zuleta38 (cantante de la agrupación Los Hermanos Zuleta). Así está completo el entramado: toda una red de ayudas y favores, de compadrazgos y de amistades. Los apoyos económicos que los marimberos ofrecieron a los artistas de vallenato les permitió profesionalizarse,39 es decir, dedicarse enteramente a la producción musical. A la par, logró que las producciones mejoraran en calidad sonora y de composición, por medio de la compra de mejores equipos de sonido. A su vez, los apoyos, que eran agradecidos en los saludos, también significaron dineros para los artistas en el patrocinio de giras regionales o compra de mejores instrumentos.

En este sentido, es importante recalcar que, aunque el ser saludado en estas canciones era para los marimberos una manera de demostrar su poderío y ganar prestigio, también era en esencia una búsqueda artística. Para los marimberos el vallenato y la parranda eran los fines de la vida. Dicho de otra manera, para ellos el vallenato no solo era un vehículo útil, era también el género musical que más les gustaba, disfrutaban de él.

3. «El marimbero» - Los Hermanos Meriño canta Romualdo Brito

El 6 de septiembre de 1978 fue promulgado el decreto 1923 por parte del gobierno nacional de Colombia. Conocido popularmente como el Estatuto de Seguridad o el Estatuto de Turbay,40 fue un decreto presidencial que permitió um estado de excepción que tenia por objetivo mejorar el orden público del pais, asi, entre sus propósitos, persiguió toda actividad que reflejara un intento de insurgencia guerrillera, además de poner bajo control todo tipo de actividad ilicita.

En lugares como La Guajira, el Estatuto de Seguridad significó una militarización del territorio en aras de acabar con el negocio del tráfico de marihuana que, aunque tenia visos de legitimidad dentro de la comunidad, era considerado ilegal para el gobierno central. El interés por parte del gobierno de Turbay se encontraba en poder pacificar el territorio guajiro con la finalidad de dar cumplimiento a los contratos que se habian firmado para comenzar la explotación de la mina de El Cerrejón en el año 1977 como se habia acordado con Intercor, la empresa extranjera que se encargaria de dicha labor.41

Todo esto alineado a la operación denominada The Two Peninsunias Campaign42 [La Campaña de las dos peninsulas], una operación cuyo cometido era detener el flujo de marihuana desde la peninsula de La Guajira hacia la peninsula de Florida. Bajo este entramado se daria la entrada de Colombia a la guerra contra las drogas y comenzaria a poner fin al tráfico de marihuana. Entonces, los marimberos que otrora se habian convertido en héroes del pueblo, pasaron a ser objetivos militares.

Como principales patrocinadores de los artistas de vallenato, distintas canciones buscaron generar oposición a las medidas del gobierno de Turbay. Composiciones como «Riohacha»43 de Los Hermanos Zuleta, en la que describen el progreso que se puede ver en las calles de La Guajira y acusa al gobierno de mentir por medio de la prensa sobre la violencia en La Guajira. «Yo soy el indio»44 de Diomedes Diaz junto a Nicolás Elias 'Colacho' Mendoza, en la que se critica el hecho de que La Guajira produzca tantas riquezas, pero estas no sean vistas por sus habitantes. Sin embargo, tal vez la canción más insigne en este sentido fue «El marimbero».45

La canción «El marimbero» hace parte del álbum Aima de mi aima del año 1979 de Los Hermanos Meriño con la voz de Romualdo Brito. En esta canción además de incluir saludos a Lucky Cotes, 'Chijo' López, 'El Gavilán Mayor', 'Rafa' Freyle, entre otros, dice:

Hoy me llaman marimbero por cambiar de situación y no piensan si primero fui gamín o pordiosero sin ninguna educación

Hoy porque tengo dinero hoy me persigue el gobierno hoy quieren saber quién soy Mucho trabajo pasé pa’ poderme superar ya no recuerdo el ayer hoy vivo para triunfar

Y si con eso hago males a otros que por ser cobardes no aman la superación De nada he de avergonzarme pueden con gusto llamarme marimbero de mi nación Cuantos campesinos lloran cuantos niños mueren diario cuantos obreros zozobran porque en mi bella Colombia no se gana ni el salario

Y yo que bien sé de sobra lo que se sufre y se llora mejor sigo marimbeando Mucho trabajo pasé pa’ poderme superar…

La canción, que critica al gobierno de Turbay, se convirtió en una especie de himno de los marimberos. Además de expresar el descontento ante las medidas que buscaban poner fin al tráfico de marihuana, demuestra un apoyo que tenia lugar desde las entrañas del vallenato. Sin embargo, con las persecuciones estatales hacia los marimberos sus relaciones con el mundo del vallenato se fueron erosionando.

Primero, porque aunque habían sido impulsores de las carreras de varios artistas,46 cada vez menos los artistas de vallenato requerían de estas ayudas de los marimberos, este género musical había escalado y ganado adeptos suficientes que le permitían tener apoyos de distintas casas discográficas, emisoras de radio, promotores culturales y/o entidades gubernamentales y privadas. Segundo, porque aunque los marimberos eran personajes recurrentes en las parrandas de vallenato gracias a sus apoyos económicos y su gusto por la parranda, se habían convertido en objetivos militares, lo que había enrarecido el ambiente e hizo que muchos artistas de vallenato prefirieran alejarse de los marimberos. Las parrandas ya no terminaban en eternas resacas, sino en batidas policiales, por ejemplo.

Para principios de la década de 1980, muchos marimberos habían comenzado a perder todo el dinero que habían obtenido con la ganancia del tráfico de marihuana, con lo que también perderían su poderío y prestigio. Entre controles estatales y caídas del precio de la marihuana el negocio fue siendo cada vez menos rentable. Eso si, el vallenato ya se había encumbrado. Verbigracia, los artículos de Daniel Samper Pizano en el periódico El Tiempo alabando las creaciones artísticas del vallenato en contraste con el bambuco47, las presentaciones de las agrupaciones de vallenato en programas televisivos como El Show de las Estrellas, apariciones públicas en distintos periódicos en ciudades como Medellín o Bogotá, tener mayor presencia en las emisoras musicales de distintas regiones de Colombia e inclusive de Venezuela y México o el simplemente hecho de poder grabar sin ningún problema su música en los estudios de distintas casas discográficas. En conclusión, mientras en años anteriores Los Hermanos Zuleta cantaban sobre la muerte de Rafael Aarón 'Maracas'48 para 1982 cantaban para el rey de Suecia. En 1983, cantaban para homenajear a su nuevo amigo, el Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez.49

Para 1985, nadie quería ya acordarse de los marimberos. El vallenato era exitoso y podía desestimar esas ayudas. Mientras algunos marimberos lograron reinvertir algunas de sus ganancias en la industria hotelera, otros intentaron migrar al negocio del tráfico de cocaína con carteles antioqueños sin mucho éxito, otros, en cambio, tuvieron acercamientos hacia la ganadería, lo que en años posteriores los llevaría a tener cercanías con el mundo del paramilitarismo en Colombia.50 Sin embargo, la mayoría quedarían en la ignominia o perderían su dinero en medio de vendettas familiares.51

4. Conclusiones (y un Premio Nobel)

En 1982, la obtención del Premio Nobel de Literatura por parte de Gabriel García Márquez puso en el mapa mundial al Caribe colombiano. En paralelo, el negocio del tráfico de marihuana que, a su manera, había llevado cierto aire de bienestar a distintos lugares de La Guajira, comenzaba a tener sus últimos alientos.

De las conexiones entre marimberos y artistas vallenatos podemos concluir que, aunque el apoyo por parte de personalidades como López Michelsen y Araújo Noguera fue determinante para posicionarlo este no fue suficiente. Así, el vallenato como lo conocemos hoy en dia es también heredero de los apoyos que fueron ofrecidos por parte de los marimberos. Ahora bien, el vallenato siguió siendo utilizado y apoyado por distintas partes, desde el gobierno nacional a manera de promoción cultural a políticos de todas las vertientes de izquierda y derecha.52 Ahora bien, esto va en dos vías, así como el vallenato no puede ser entendido sin estas relaciones, el tráfico de marihuana en las décadas de 1970 y 1980 desde el Caribe colombiano hacia Estados Unidos no puede ser comprendido sin estudiar el vallenato porque en buena medida en él habita parte de la memoria histórica de estos hechos y porque fueron fenómenos que se afectaron mutuamente.

El vallenato estuvo en la presidencia de la música colombiana durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX y principios del siglo XXI. De su gobernanza surgirían fenómenos como el vallenato romántico y una emergencia de distintas agrupaciones como Los Diablitos, Los Inquietos o Los Chiches en las décadas de 1980 y 1990, de ello se desprenderia el éxito comercial de Carlos Vives y La Provincia, el resurgimiento de clásicos de la cumbia reversionados por orquestas como Los 50 de Joselito y Los Tupamaros en la década de 1990, lo que devendría en versiones más pop del vallenato y de la música tropical del Caribe colombiano, propias de entornos más urbanos y andinos, como el fenómeno del Tropipop a comienzos de los 2000 (véanse artistas como Bonka, Sin Ánimo de Lucro, Bacilos, Fonseca, Lucas Arnau, entre otros).53 Ahora bien, tal vez ese lugar de presidencia le corresponda hoy en dia al reguetón,54 sumado a una mayor atención a la música del Pacifico colombiano.55

Empero, ser saludado en una canción de vallenato sigue siendo un medidor de cierto nivel de prestigio en determinados círculos de las élites colombianas. Hay que agregar que la identidad nacional de Colombia hacia el exterior está permeada por géneros musicales como el vallenato y la cumbia. Eso no hubiera sido posible sin géneros que contaran con artistas locales que hubieran podido expandir sus sonidos y exploraciones artísticas en el territorio colombiano. Expansión que le adeuda, en buena medida, al apoyo de los marimberos.

Por último, y no descubro nada, la imagen de Colombia en otros países también ha estado vinculada a actividades como el narcotráfico. En este sentido, analizar conexiones como las que se plantean en el presente texto pone en tensión esos dos grandes relatos de la colombianidad: el vallenato y el narcotráfico. Revisitar estos eventos es también reconsiderar las maneras en cómo hemos decidido leernos como país.

Sin más, este texto no pretende ser una crítica al vallenato. Por el contrario, plantea la discusión de dejar de verle como un género musical desprovisto de contradicciones y más bien abrir la puerta a cuestionarnos el mismo. Y si, lo digo, si me permiten la infidencia, como alguien que ha llegado a llorar al clamor de un acordeón. ¿Qué más podrían pedirle a un guajiro como yo? No me puedo despedir, entonces, sin enviar un saludo a San José de Maicao, hermosa tierra a la cual también van dedicadas estas letras.

5. Referencias

Fuentes secundarias

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1 «For his novels and short stories, in which the fantastic and the realistic are combined in a richly composed world of imagination, reflecting a continent's life and conflicts». »The Nobel Prize in Literature 1982». NobelPrize.org. Consultado el 5 de febrero de 2024. https://www.nobelprize.org/prizes/literature/1982/summary/.

2Véase: Cuando Colombia se volvió Macondo, dirigida por Triana Gloria y Perea Álvaro, 2018. https://www.rtvcplay.co/peliculas-documentales/cuando-colombia-se-volvio-macondo.

3Cuatro grupos guerrilleros activos de distintas vertientes de izquierda (Ejército de Liberación Nacional (ELN), Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC-EP), Movimiento 19 de Abril (M-19) y Ejército Popular de Liberación (EPL)), y el germen de los carteles de Medellín y Cali, con personajes como Pablo Escobar, Griselda Blanco, Carlos Lehder, los hermanos Rodriguez Orejuela, José Santacruz Londoño, entre otros.

4Garcia Márquez, Gabriel. «La soledad de América Latina», en Yo no vengo a decir un discurso (Bogotá, Colombia: Random House Mondadori, 2010), pp.21-29.

5En referencia al personaje Mauricio Babilonia de Cien Años de Soiedad.

6Aunque para la década de 1970 y 1980 hubo decenas de artistas en el mundo vallenato, escogi a estos luego de consultar con coleccionistas, vallenatólogos y personas que habitaron La Guajira durante la Bonanza Marimbera. Igualmente, prioricé aquellos artistas de cuya obra tenia mayor acceso y que cumplieran con la condición de haber publicado por lo menos un álbum por año entre 1976 y 1985, exceptuando a Adanies Diaz quien muere en 1983. Y, algo que no considero un dato menor, eran también las agrupaciones cuyo repertorio me llamaba más la atención, o dicho más claramente, las que más me gustaban.

7Para mayor información al respecto véase: «Mosaico Teórico-Metodológico, o recorrido en el bar Tuqui-Tuqui» en Bonivento van Grieken, Franklin Reynel. Marimberos de mi nación: Historia(s) de una bonanza cantada (1976-1985), (tesis de maestria) Universidad Nacional, 2022, pp. 27-31.

8Farrell, Barry. «The Marijuana Famine», Life Magazine, vol.67, núm.8, 1969, p.20; Britto, Lina. Marijuana boom. The rise and fail of Colombia's First drug paradise (Estados Unidos: University of California Press, 2020), p.97.

9Nixon, Richard. 202 - Remarks About an Intensified Program for Drug Abuse Prevention and Control. Washington D.C.: https://prhome.defense.gov/Portals/52/Documents/RFM/Readiness/DDRP/docs/41%20Nixon%20Remarks%20Intensified%20Program%20for%20Drug%20Abuse.pdf

10Tráfico o contrabando según se lo considere. Muchos de estos corredores comerciales son mucho más antiguos que las fronteras nacionales. Si por contrabando, consideramos el comercio que se realiza por encima de los controles estatales, lo es.

11Orsini Aarón, Giangini. Poligamia y Contrabando: Nociones de legalidad y legitimidad en la frontera guajira Siglo XX (Bogotá, Colombia: Univesidad de Los Andes, 2007); Britto, Marijuana Boom…, 2020.

12Carabali Angola, Alexis. «La Guajira colombiana: una economia de bonanza», en Jangwa Pana, núm.6, 2008, pp.50-57; Arredondo Mejia, José Luis. Economía y contrabando en La Guajira. Dos historias paralelas. (Riohacha, Colombia: Fondo Mixto para la promoción de la Cultura y las Artes de La Guajira, 2015).

13Molano, Alfredo. «Fragmentos de la historia del conflicto armado (1920-2010)», en Contribución al entendimiento del conflicto armado en Colombia (Colombia: Comisión Histórica del Conflicto y sus Victimas, 2015), pp.586-587.

14Bonivento van Grieken, Franklin R.. Reseña «Lina Britto, Marijuana Boom: The Rise and Fall of Colombia's First Drug Paradise», en Maguaré, vol.35, núm.1, p.242.

15La creación de dicha cepa de marihuana es un completo misterio. Para ahondar más en el tema véase: Alejandro Mazuera Navarro. «Una charla con el gurú de la Santa Marta Golden, la marihuana colombiana por excelencia» Cartel Urbano, 28 de septiembre de 2017, https://cartelurbano.com/420/una-charla-con-el-guru-de-la-santa-marta-golden-la-marihuana-colombiana-por-excelencia

16Respecto a este dato tuve la oportunidad de conversar sobre el tema con algunas personas consumidoras de marihuana que Vivian en La Guajira en la época de La Bonanza Marimbera, me reservo sus identidades por petición de las mismas.

17Britto, Lina. Marijuana boom: the rise and fail of Colombia s first drug paradise (Oakland: University of California Press, 2020), p.105. Traducción propia del investigador.

18Cervantes Angulo, José. La noche de ias iuciérnagas (Bogotá, Colombia: Plaza & Janes, 1980), p.285.

19Cervantes Angulo, p.285; Gossain, Juan. La Maia Hierba (Bogotá, Colombia: Editorial Planeta, 2019 [1981]).

20Medina Sierra, Abel. «El otro discurso de nuestra música emblemática. Paratextos y Metatextos en la canción vallenata», en Primer Encuentro Nacional de Investigadores de Música Vallenato. (Valledupar: Universidad Popular del Cesar; La Piedra en el Zapato, 2012), p.4.

21Medina Sierra, «El otro discurso de nuestra música emblemática...», p. 5.

22Medina Sierra, «El otro discurso de nuestra música emblemática...», p. 2.

23También conocido como Elberto 'El Debe' López.

24Fernando Meza, Fabio. «Niviam Spadafora, la profecía de Diomedes Díaz», en Panorama Cultural (6 de junio de 2022). https://panoramacultural.com.co/musica-y-folclor/2527/niviam-spadafora-la-profecia-de-diomedes-diaz.

25Sobre estos hechos en particular, véase: Britto, Lina. «Hurricane Winds: Vallenato Music and Marijuana Traffic in Colombia's First Illegal Drugs Boom», en Hispanic American Historicai Review, vol.95, núm.1, 2015, pp.71-102; Ardila Arrieta, Laura. «La banda sonora de los mandamases versión vallenato», La Silla Vacía, Bogotá, 3 de noviembre de 2013. Adicionalmente, se debe agregar que para las discográficas grabar un álbum de vallenato podía ser un riesgo económico alto. Así, una manera de amortizar costos era que el mismo artista pagara la producción, en este caso, y como ocurrió en muchos casos posteriores, los marimberos ofrecían dicho dinero. Además del dinero para transporte, equipos de sonido para dirigirse a conciertos, vestimentas, etcétera.

26Compuesta por Hernando Marín y publicada en el álbum Dos Grandes, en el año 1978 por Diomedes Díaz en conjunto con Nicolás Elias 'Colacho' Mendoza.

27Compuesta por Carlos Huertas y publicada en el álbum Siiencio, en el año 1978 por Jorge Oñate en conjunto con Nicolás Elias 'Colacho' Mendoza.

28«El Gavilán Mayor le regaló al músico vallenato Diomedes Diaz una camioneta Ranger, porque éste en una noche de parranda cantó más de cien veces una canción cuya letra está dedicada al prestigioso y vanidoso marimbero», dice Cervantes, La noche de ias iuciérnagas, pp.71-72. En el último tiempo se ha establecido una polémica entre si Hernando Marin si compuso esta canción para Raúl Jacobo Gómez Castrillón o no, no entraré en dicha discusión que amerita otro ensayo, pero si diré que creo que se debe al deseo de negar la intervención del tráfico de marihuana en la música vallenata.

29Sobre la escogencia de estos álbumes véase el pie de página número 6.

30Los tres primeros álbumes Recordaciones (1977), ¡Lo máximo! (1978) y La ley dei embudo (1978) se grabaron bajo el nombre de Emilio Oviedo y su Conjunto canta Alberto 'Beto' Zabaleta. Lo que cambiaria en 1979 cuando 'Beto' Zabaleta comenzó a trabajar con el acordeonero Alberto 'Beto' Villa y comenzarían a firmar como Los Betos.

31Para ver en detalle cada una de las canciones de estos discos revisar el anexo Discografía Consultada de la tesis de grado Marimberos de mi Nación: Historia(s) de una bonanza cantada (1976-1985).

32Véase: «Reign of Terror» en Britto, Marijuana Boom..., 2020, 183-209.

33Prácticamente cada marimbero tiene una o dos canciones insignia. «Soy parrandero y qué» de Los Hermanos Zuleta es un homenaje a Lucky Cotes, o en «El Borracho» Adanies Diaz bromea con la manera de tomar de Rafael Freyle.

34Este último dato puede ser mucho mayor según como se consideren ciertas conexiones de parentesco, política, y cercanía con el negocio. Igualmente, con la certeza de dichos encuentros y desencuentros del negocio de la marihuana con el vallenato.

35Véase: Llerena Villalobos, Rito. Memoria Cultural en el Vallenato (Medellín: Impresiones Quirama); Gillard, Jacques. «Vallenato, ¿cuál tradición narrativa?», en Huellas, Revista de la Universidad dei Norte, vol.19, 1987, pp.59-68.

36Composición clásica del cancionero vallenato que con el tiempo se ha convertido en una especie de canto del orgullo de ser guajiro(a). Y no es para menos, algunos de sus versos dicen: «Allá en Barrancas me bautizaron/ Y en toda La Guajira me hice libre» o «Ya me despido soy Carlos Huertas/ Doy mi apellido y nombre de pila/ Yo soy aquel cantor de Fonseca/ Y soy nativo de la Guajira».

37Se sabe que Lucky Cotes llegó a viajar a México para grabar un disco cantando rancheras. Sobre este tema escúchese: «Ahora si se nos compuso la cuchara», en Bonivento, Marimberos de mi Nación., 2022.

38También amigo de Cotes y quien cantaria la canción «Soy parrandero y qué» del año 1976, tema que hizo parte del álbum Dos Estreiias de Los Hermanos Zuleta. Compuesta por Lenin Bueno Suáres 'Leabus' dice en el coro: «Yo soy parrandero y qué, a nadie le importa/ Yo soy Lucky Cotes oiga, a nadie le importa».

39No es fortuito que en 1979 Diomedes Diaz en conjunto con 'Colacho' Mendoza publicara el álbum Los Profesionaies. Trabajo discográfico que abre con la canción «El Profesional», compuesta por el mismo Diomedes Diaz y que en uno de sus versos dice: «No fueron completos mis estudios/ Pero soy un buen profesional».

40Dado que fue promulgado por el entonces presidente Julio César Turbay Ayala. Véase: https://www.suin-juriscol.gov.co/viewDocument.asp?ruta=Decretos/1870140.

41Acosta Medina, Amylkar. Giosas ai contrato de Ei Cerrejón (Bogotá: Editorial Lealon, 1982 [1981]); Aviva, Chomsky, Leech, Garry y Striffer, Steeve (ed.). Bajo ei manto dei carbón (Bogotá: Editorial Pisando Callos, 2007); Bonivento van Grieken, Franklin R., «La herida a cielo abierto más grande del mundo» en La Enramada: historias de arena y viento, UN Radio [Radio UNAL], Universidad Nacional de Colombia, febrero - abril de 2020.

42Britto, Marijuana Boom..., 147-182.; Britto, Lina «'Legalización o represión': How a Debate in Colombia Steered the Fate of the 'War on Drugs.'», en Sociai History of Aicohoi and Drugs, vol.33, núm.1, 2019, pp.88-112.

43Compuesta por Armando Zabaleta y publicada en el álbum Dinastía y Folclor, en el año 1979 por Los Hermanos Zuleta.

44Compuesta por Romualdo Brito y publicada en el álbum Los Profesionales, en el año 1978 por Diomedes Diaz en conjunto con Nicolás Elias 'Colacho' Mendoza.

45Compuesta por Romualdo Brito y publicada en el álbum Alma de mi alma, en el año 1979 por Los Hermanos Meriño en conjunto con Romualdo Brito. La canción contó, además, con un éxito internacional gracias a la versión grabada por Daniel Santos y su Charanga Vallenata en el álbum Ei Marimbero de 1981, bajo el sello discográfico de La Fania Récords. El trabajo discográfico de Santos cuenta, además, con versiones de «El cóndor Herido», «El rio Badillo», «La Creciente», entre otros éxitos.

46Al punto tal de ser considerados como folkloristas en varios círculos del mundo del vallenato.

47«Bambuco hechicero de mis cuitas», en A mí que me esculquen (Bogotá, Colombia: Oveja Negra, 1980), p.79.

48La canción «Adiós a un amigo», compuesta por Euclides Enrique Coronado, y publicada en el álbum Dinastía y Folclor (1979) de Los Hermanos Zuleta, es un homenaje al marimbero Rafael Aarón 'Maracas' quién fuera asesinado frente a su casa en épocas de carnaval.

49Esto es cuando menos bastante paradójico si consideramos que casi una década atrás había sido fuertemente criticado por parte del compositor Alberto Zabaleta en la canción «Aracataca Espera» (1974), interpretada por Los Hermanos López en conjunto con Jorge Oñate, la canción vería la luz en 1974 en el álbum Fuera de Concurso. En ella, se critica a Garcia Márquez por no utilizar el dinero que obtuvo en los premios Rómulo Gallegos y Neustandt en Aracataca, en contraste con Antonio Cervantes Reyes Kid Pambelé quien utilizó sus influencias para llevar electricidad a San Basilio de Palenque. Véanse «Yo fui campeón con el doctor Pastrana», El Tiempo, Bogotá, 23 de agosto de 1997 y «Gabriel Garcia Márquez y Teodoro Petkoff: una amistad sin fronteras», Ei Tiempo, Bogotá, 9 de enero de 2019. Otro ejemplo, si se quiere, del vallenato y su realidad oral que lo circunda.

50Por cuestiones de seguridad prefiero no referirme con nombre propio a los descubrimientos que hice a este respecto. Todavia me aferro a la vida. Y el hecho de que yo tenga que advertir esto en un pie de página a tantos años de estos hechos demuestra el poder de los saludos vallenatos y de dichos grupos familiares.

51Como fue el caso de marimberos como Gervasio Valdeblánquez, implicado en la guerra entre la familia Cárdenas y Valdeblánquez. Véase: Simón Uribe y Nicolás Cárdenas. La guerra de los Cárdenas y ios Valdebiánquez Estudio de un conflicto mestizo en La Guajira (Bogotá, Colombia: Universidad Nacional de Colombia, 2007).

52Este tema amerita una discusión mucho más amplia. Me contentaré con agregar que también recibió apoyos del paramilitarismo, que también se utilizó y se le vinculó como género con movimientos guerrilleros como el M-19 y las FARC-EP. Sobre varios de estos temas pudiera expandirme un poco más, pero aún me aferro a la vida, y que yo haga esta advertencia debiera servir como el mayor ejemplo de la importancia que todavía pueden llegar a tener el vallenato y sus saludos.

53Véase Cataño Arango, Carlos Eduardo et al. Travesías por la Tierra dei Olvido. Modernidad y Colombianidad en la Música de Carios Vives y La Provincia (Bogotá, Colombia: Pontificia Universidad Javeriana, 2014).

54J Balvin, Maluma, Karol G, Ryan Castro, entre otros.

55ChocQuibTown, Herencia de Timbiqui, Dawer X Damper, Plú con Plá, entre otros.

Referencia bibliográfica para citar este artículo: Bonivento van Grieken, Franklin R. «De la hambruna de la marihuana al Premio Nobel de Literatura: bonanza marimbera y vallenato en el Caribe colombiano (1976-1985)». Anuario de Historia Regional y de ias Fronteras, 29.2 (2024): pp.179-198. DOI:https://doi.org/10.18273/revanu.v29n2-2024008

Recibido: 06 de Marzo de 2024; Aprobado: 11 de Junio de 2024

El artículo presentado es producto de la tesis de maestría «Marimberos de mi nación: Historia(s) de una bonanza cantada (1976-1985)», trabajo que recibió mención laureada en el año 2022.

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