Los suicidios son sucesos que habitualmente no son incorporados como noticia en los medios de comunicación (Olmo y García, 2015) y esta estrategia deliberada de guardar silencio sobre este tipo de sucesos no solo supone una ocultación de la realidad a la sociedad (Durán y Fernández-Beltrán, 2020), sino que puede producirle daño (Donovan y Boyd, 2021). Además, según el Instituto Nacional de Estadística de España, durante el periodo 2010-2020 (ambos años incluidos) los suicidios han sido la primera causa de mortalidad no natural en España (39.658 muertes), seguidos de caídas accidentales (30.826), ahogamientos (28.873) y accidentes de tráfico (20.960).
Por otro lado, los artículos periodísticos, donde se dan noticias sobre suicidios de manera impersonal y con un enfoque preventivo, parecen seguros y no tienen un impacto en los factores de riesgo de suicidio en muestras de la población general (Till et al., 2020). En esa misma línea se posicionan otros trabajos de investigación que instan a los medios de comunicación a ser un canal de orientación para las personas afectadas y los animan a promocionar campañas mediáticas de prevención del suicidio (Martínez et al., 2015; Garrido-Fabián et al., 2018; Pirkis et al., 2019).
Este silencio de los medios sobre las noticias de suicidios por miedo a su incitación (efecto Werther) ya ha sido estudiado previamente (Sánchez-Muros y Jiménez-Rodrigo, 2021; Müller, 2011). También existen investigaciones sobre el efecto contrario: un enfoque preventivo sobre el suicidio denominado efecto Papageno (Nock et al., 2008), que se suele relacionar con el incumplimiento de determinados códigos deontológicos y con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la redacción de este tipo de noticias (Garrido-Fabián et al., 2018).
En este estudio se sigue el concepto de "desinformación" en relación con la actividad periodística que desinforma -sin que exista intencionalidad por parte del periodista, bien sea por la ideología del informador, por factores culturales o por otros motivos (Fraguas, 1985)-, para indicar falta de verdad (Galdón, 2006). Pero también, como ocurre en investigaciones referidas al suicidio, a problemas de salud mental y a otros problemas de salud pública como el tabaco (Smith et al., 2011) o los trastornos alimentarios (DeBois y Chatfield, 2021), se emplea la palabra desinformación como equivalente a ocultación de noticias.
Esta desinformación, unida a las inexactitudes, exageraciones e información confusa en los medios de comunicación (Klin y Lemish, 2008), así como en las redes sociales (Allington et al., 2021; Scherer et al., 2021), demanda un cambio, dado el incremento del número de suicidios. El objetivo de esta investigación cualitativa se centra en obtener datos sobre la percepción de la opinión pública acerca de la información sobre los sucesos de suicidio.
Metodología
Para realizar el estudio cualitativo elaboró un cuestionario con afirmaciones relacionadas con los diferentes tipos de suceso para valorar la información que recibían los ciudadanos sobre el suicidio. Por otro lado, también realizó un grupo de discusión (focusgroup). Esta metodología mixta entre cuestionario y grupo de discusión ya se ha utilizado anteriormente en otros estudios cualitativos que pretenden obtener una visión más completa de la percepción sobre un tema concreto (Rodrigo-Cano et al., 2019; Arias y Matamala, 2020; Brzoska et al., 2022), incluso incorporando en el formulario una escala de Likert (Bernardes et al., 2022).
En lo relativo a este cuestionario, se compuso de nueve ítems. En los ocho primeros (preguntas 1-8) se utilizó la escala de Likert con una afirmación y cuatro opciones de valoración sobre la misma: muy de acuerdo; algo de acuerdo; algo en desacuerdo; muy en desacuerdo. Finalmente, se presentó una única pregunta abierta (9) donde la persona encuestada pudo expresar su opinión con mayor libertad. Al tratarse de una encuesta anónima, no se recogieron datos sociodemográficos. El cuestionario distribuido entre la muestra fue el siguiente:
El número de fallecidos por accidentes de tráfico en España es muy elevado.
El número de fallecidos por ahogamiento en España es muy elevado.
El número de fallecidos por caídas accidentales en España es muy elevado.
El número de fallecidos por suicidio en España es muy elevado.
Los medios de comunicación informan sobre los sucesos de suicidio.
Los medios de comunicación informan adecuadamente sobre los sucesos de suicidio.
Los medios de comunicación solo informan sobre los sucesos de suicidio cuando la víctima es famosa, o es un agresor por violencia de género o por motivos de cercanía.
Los medios de comunicación no informan adecuadamente sobre los sucesos de suicidio cuando la víctima es famosa, o es un agresor por violencia de género o por motivos de cercanía.
Por favor, exprese libremente su opinión sobre cómo cree que los medios tratan las noticias de sucesos.
La distribución de este cuestionario se hizo entre el 16 de febrero y el 2 de marzo de 2022 directamente mediante la aplicación "Formularios" de Google, compartiendo el enlace a través de Twitter, Facebook y varios grupos de chat afines a los investigadores, con retrinos e intercambios del formulario en nuevos foros. El cuestionario fue dirigido a la audiencia social sobre una muestra no probabilística por conveniencia que estuvo constituida por 232 participantes. Los investigadores emplean esta técnica de muestreo cuando existe una limitación de recursos, aunque reconocen su representatividad (Cortez, 2019). En el caso de la distribución por Facebook, se utilizó una página de anuncio de pago que configuró con una segmentación detallada del público objetivo (entretenimiento - periódicos - últimas noticias), donde se obtuvieron 116 "Me gusta".
En relación con el grupo de discusión, se eligió un grupo heterogéneo de ocho personas entre 20 y 68 años, todas ellas mayores de edad, residentes en la ciudad de Pamplona (Navarra, España) y con diversas ocupaciones, con el objetivo de conseguir una representatividad tanto de un arco de edad amplio como de diferente contexto vital, atendiendo a los criterios señalados por Hawranek et al. (2021). Estudios previos indican que una cifra menor a siete personas podría comprometer el contraste de opiniones y que la participación de más de diez personas podría suponer una fragmentación de los temas a debatir (Prieto y Cerdá, 2002; Krueger y Casey, 2002). Se procuró que en el grupo de discusión hubiera diferentes niveles de formación y paridad de género. Las personas seleccionadas según estos criterios se listan a continuación, tal y como se acordó con cada una de ellas (omitiendo sus apellidos y otros datos sensibles para su posible identificación, especialmente en el caso J62 y M52): J68: Jesús, 68 años, licenciado en filosofía y letras, protésico dentista jubilado; M64: Manuel, 64 años, médico de familia; J62: Javier, 62 años, ingeniero y empresario, persona que ha intentado suicidarse en dos ocasiones; A60: Ana, 60 años, funcionaria del Departamento de Turismo del Gobierno de Navarra; A57: Adriana, 57 años, psicóloga clínica; M52: María, 52 años, periodista de Diario de Navarra, cercana a un caso de suicidio; M29: María, 29 años, ADE Internacional y Marketing en Comunicación, dueña de negocio de moda en Pamplona; A20: Adrián, 20 años, estudiante de la Escuela de Marketing ESIC.
El grupo de discusión tuvo como propósito obtener datos de varias personas de manera simultánea, pero tratando de capitalizar la interacción grupal para proporcionar distintos tipos de dato (Kitzinger, 2006). Se basa en la pluralidad y variedad de las actitudes, experiencias e ideas de los participantes y se realiza en un breve espacio de tiempo (Martínez-Miguélez, 2004).
Para llevar a cabo este grupo de discusión se elaboró un guion flexible. El debate fue moderado por el autor principal de la investigación con el fin de obtener el máximo número de puntos de vista posible, tratando así de facilitar la comprensión de las sensaciones, sentimientos y pensamientos de las personas participantes (Krueger y Casey, 2014). El objetivo se encaminó a confrontar, con acuerdo o desacuerdo, opiniones, ideas o sentimientos y a lograr unas decisiones finales como conclusión del debate (Mucchielli, 1998). La realización del grupo de discusión tuvo lugar el martes 1 de marzo de 2022, a las 19:15 horas en una sala de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra.
Un miembro del equipo de este estudio moderó el grupo y comenzó saludando a las personas participantes agradeciéndoles su asistencia. A continuación, les explicó el desarrollo de la reunión y, adoptando medidas éticas de prevención, les solicitó la firma de su consentimiento informado para su participación en el grupo de discusión, para la grabación de audio y para la utilización de los datos resultantes del estudio. También se contó con la presencia de una persona como observadora del grupo de discusión. La reunión finalizó a las 20:10 horas, momento en el que el moderador agradeció la asistencia y participación entregando un libro de detalle a todas las personas participantes en el grupo de discusión.
La grabación del debate se realizó a través de la aplicación "unav_cloud_panopto", programa que tiene un asistente propio de transcripción literal. También, de manera complementaria, se utilizó la aplicación de iPhone "Notas de voz" y el transcriptor "Transcribe" para garantizar la recogida de esta información. Además de todo ello, el moderador tomó notas de forma manuscrita sobre las principales ideas expuestas. El guion utilizado en el grupo de discusión constó de dos partes: una donde se trataba de obtener información sobre la percepción que tiene la audiencia sobre este tipo de noticias y otra enfocada a recoger datos sobre el papel que desarrollan los medios de comunicación en el tratamiento de los sucesos.
Primera parte. Percepción social sobre los suicidios: ¿siente que hay desinformación sobre la realidad de los suicidios? En caso afirmativo, ¿cómo es esa desinformación?, ¿es algo puntual o crónico? Cuando es informado de un suceso de suicidio, ¿observa habitualmente rasgos sensacionalistas en la noticia o bien percibe un enfoque preventivo?
Segunda parte. Percepción social sobre los medios de comunicación: ¿Cree que es cierto que se tienda a publicar las noticias de sucesos con mayor rapidez y menos rigor? Si considera que prima el sensacionalismo, ¿afecta de la misma manera al tema de suicidio que a los demás sucesos?, ¿un tratamiento informativo adecuado podría tener como resultado la reducción de suicidios?, ¿hay una menor cobertura de las noticias de suicidios? Parece necesaria la movilización social, incluso la de los políticos, para prevenir el suicidio, ¿cree que los medios de comunicación deberían ser también parte de esa movilización?
Resultados
Encuesta en línea
El cuestionario fue dirigido a la audiencia social sobre una muestra no probabilística por conveniencia que estuvo constituida por 232 participantes que contestaron dicho cuestionario. De todos ellos, en 106 formularios se obtuvo información desarrollada sobre la pregunta abierta. Respecto a las preguntas realizadas según la escala de Likert, se observa la percepción de que el número de fallecimientos por accidente de tráfico en España es muy elevado, ya que "muy de acuerdo" y "algo de acuerdo" suman un 89,90% (Figura 1).
En el caso de la percepción del número de fallecimientos por ahogamiento, solo el 16,6% de las personas encuestadas opinó que es muy elevado, frente a un 14% que pensó que no es muy elevado (Figura 2).
Se recogen datos muy parecidos al gráfico anterior también en la percepción del número de fallecidos por caídas accidentales (Figura 3).
Se aprecia una mayoría de opinión sobre el elevado número de personas que se suicidan en España (82,5%), que, unida a las opiniones que están "algo de acuerdo", alcanza el 95,2%.
Se percibe, con 80,1% de opinión, que los medios de comunicación no informan sobre el suicidio (Figura 5).
Esta opinión se mantiene en relación con el tratamiento inadecuado que los medios de comunicación prestan a los casos de suicidios (Figura 6).
También es alta la percepción de que solo se informa de los casos de suicidio cuando la víctima es famosa o es un agresor por violencia de género (Figura 7).
Por último, la opinión sobre el tratamiento informativo adecuado o inadecuado en los casos en los que la víctima es famosa o cuando se trata de un agresor por violencia de género está muy fragmentada (Figura 8).
Sobre las respuestas obtenidas en la pregunta abierta, que animaba a expresar con mayor libertad una opinión sobre cómo creen los encuestados que los medios tratan las noticias de sucesos y, entre ellas, de suicidios, se recogieron 106 opiniones (Anexo), 69 de ellas referidas específicamente a noticias de suicidios.
Sobre los sucesos en general, se señaló de forma insistente que el tratamiento informativo es morboso y sensacionalista. Entre las características que comparten las noticias sobre suicidios se mencionó "morbo" diez veces, mientras que "sensacionalismo" se utilizó en cuatro ocasiones, en afirmaciones del tipo: "se prioriza el morbo y el periodismo amarillo frente al problema real de falta de planes de prevención del suicidio adecuados y falta de empatía ante estos sucesos". Hubo abundantes referencias a que el suicido es un tema tabú (en siete ocasiones) sobre el que no se informa (en nueve ocasiones), que se esconde (en cuatro ocasiones), se oculta (en cuatro ocasiones), se silencia (en una ocasión) o se tapa (en una ocasión) y que es necesario visibilizar (en cinco ocasiones).
Los motivos principales por los que no se informa sobre el suicidio, siguiendo las contestaciones recibidas, son tres: primero, porque es un tema tabú; en segundo lugar, por miedo al efecto llamada ("todavía permanece la idea de que informar sobre ello puede incrementar los casos. Sea como sea, apenas hay información y eso es perjudicial"); y un tercer motivo para no informar es "no dañar a la familia de la persona que se suicida".
Respecto a qué debería hacerse, hubo una cierta coincidencia en la necesidad de contar con expertos para informar de manera adecuada y lograr de este modo que se cree conciencia sobre este problema de salud pública. Así, se dijo que "los medios de comunicación deberían de ser asesorados por profesionales para mejorar la abrogación de un tema tan delicado como lo es el suicidio". También se mencionó con cierta insistencia (hasta en ocho ocasiones) la necesidad de un plan de prevención del suicidio. Este plan incluiría la formación de periodistas: "considero esenciales campañas de prevención y sensibilización sobre esta lacra social y ayuda terapéutica no sólo a las personas en riesgos, sino a los familiares una vez han perdido por esta causa a un ser querido". Fueron unas respuestas muy críticas con los medios de comunicación.
Grupo de discusión
Primera parte. Percepción social sobre los suicidios. Los resultados del grupo de discusión también apuntaron a un tratamiento sensacionalista de las noticias sobre suicidios por parte de los medios de comunicación; se amplió esta opinión hacia las redes sociales e incluso se indicó "que en redes sociales se tiende al clic fácil" (M29) también en este tema.
Ha habido muchos influences que, por desgracia por la presión social, se han suicidado. Antes han sido noticia y sí que considero que muchas veces se ha tratado como una noticia sensacionalista. ¿Sabes? Más buscando el morbo que no, a lo mejor, intentando prevenirlo o acatarlo. Entonces yo creo que lo más gordo está ahí, que es como sigue siendo. Un poco lo utilizan, por desgracia, bajo lo que yo veo de que la mayor parte es el clic fácil de decir, pues tenemos una noticia sensacionalista, vamos a conseguir el clic. (M29)
Sin embargo, se apuntó a un cierto cambio en las redes sociales: "pero debido a como se utiliza ahora la información, Instagram al final por los algoritmos te va sacando temas relacionados" (M29), y eso "ha permitido que psicólogos y psiquiatras especializados se hayan hecho perfiles como profesionales del tema en Instagram para dar consejos, abandonar el tono sensacionalista y fomentar la ayuda" (M29).
Se advertía de que la información y actitudes ante el suicidio no se limitan a los medios periodísticos y a las redes sociales. Se señaló la televisión y en concreto se hizo referencia la serie de Netflix Por trece razones (2017), con una trama centrada en saber las razones por las que una estudiante de instituto se ha suicidado:1 "en Netflix también creo que ahí hay un mundo donde hay muchas series (sobre el suicidio) ahora. Y es que, por ejemplo, me vi hace poco la serie de Por trece razones que habla un poco de esto, la protagonista se suicida" (M29).
Esta percepción se discutió argumentando que "la sociedad tiene derecho a saber, derecho a la información, aunque esta información pueda servir para dar ideas" (J68). En esta línea, también se destacó que:
... los más jóvenes lo que vemos realmente a la hora de ver noticias, sólo vamos a ver el top 10 de lo que está ocurriendo ahora mismo. Podemos ver Ucrania, podemos ver el PP, escogemos pocas porque no tenemos mucho tiempo o no queremos invertirlo. Entonces, el tema de suicidios yo creo que a nosotros nos llega más precisamente el sensacionalismo. No 'se ha suicidado,' sino 'alguien se ha prendido fuego', 'alguien se ha tirado', "alguien ha prevenido un suicidio". Nos llega como la versión más impresionante, [...] personalizado, con nombres y apellidos. No nos llegan estadísticas, nos llega un caso. (A20)
Se difirió parcialmente de esta opinión, ya que se reconocía una falta de información sobre aspectos muy importantes que están presentes en el suicidio, como son las causas que lo provocan:
Yo quizá en mi caso, estoy condicionado porque he sufrido una fuerte presión externa. La espoleta final (para haber intentado el suicidio) han sido presiones y agresiones externas. Sí que noto que ahí hay una desinformación. Sobre todo, tanto a la hora de enumerar suicidios como las causas de por qué se ha suicidado. Realmente es difícil entrar en ese terreno. Es espinoso, ¿no? Y entiendo que la prensa entra con precaución, en cierta forma para evitar el contagio. Puede encontrarse personas que están a punto [de cometer suicidio], entonces entiendo esa prevención, ¿sensacionalismo? Yo creo que según el medio. (J62)
Se realiza una precisión, indicando que no todos los medios son iguales: "no es lo mismo Sálvame [programa sensacionalista de Mediaset España] que Diario de Navarra [periódico regional líder], que tienen un tratamiento muy diferente en la comunicación de noticias sobre suicidios" (J62). Aunque se señaló también que los ciudadanos tienen parte de responsabilidad, en la medida en que son audiencias de determinados programas, cuando deberían ser más selectivos.
La sociedad debe tomar conciencia, porque es un problema que va creciendo y no se toman legislativamente las medidas suficientes. Yo he intentado por todos los medios parar las agresiones. He hablado con mi abogado, abogados, con jueces, amigos y familiares y me han dicho que no se puede hacer nada en mi caso. Y las agresiones siguen. Que, sin embargo, si fuera un caso de violencia de la mujer, que se podían tomar mil medidas. Separarían al agresor [...]. Entonces, si hace 30 años la violencia de género estaba tan desprotegida como [...] o no estaba tan protegida como está hoy, ¿cómo hacemos para que el legislador intervenga, para que por lo menos esas agresiones externas que en muchos casos son causas de suicidio [paren]? (J62)
De nuevo las opiniones se recondujeron hacia la necesidad de tener información para crear un contexto preventivo: "el problema es que, sin información, no podemos detectar estas situaciones, por ejemplo, el bullying en un niño de doce años" (M29). "Exacto, bullying" (J62).
La necesidad de detección rápida de una situación crítica hizo pensar en la información como prevención: "con un entorno previo que lo trabaje para detectarlo como un semáforo" (A60).
Si queremos prevenir el suicidio, que es el principal objetivo, tenemos que conocer la realidad. Y es una realidad que tenemos que divulgar, para los especialistas y para todos. Yo creo que los medios de comunicación se convierten en imprescindibles en este mundo de la prevención, de la intervención y de la convicción a todos los niveles. La prensa tradicional cada vez informa más y cada vez informa mejor, siempre y cuando no informemos de casos famosos, que es donde se mete la pata. Pero fuera de esto, cada vez que se informa de suicidio en medios que cuentan con su guía de estilo, a diferencia de lo que ocurría hace 10 años, que no se informaba, se tratan las noticias de suicidios con rigor, respeto y con responsabilidad. Además, todas estas informaciones van acompañadas de dónde buscar ayuda, de señales de alarma, de teléfonos en la comunidad en la que vives, del teléfono de la esperanza. (A57)
En la discusión quedó de manifiesto la presencia diversa del suicidio en redes sociales y en medios de comunicación tradicionales:
Ahora se consume información de maneras muy diferentes. Hay generaciones distintas. Los jóvenes se informan más en redes sociales, y aquí lo que más prima es lo que más impacto tiene. Si no eres el que más impacto produce no apareces en los buscadores para el consumidor. Aquí se utiliza la herramienta del clic fácil, y por eso, muchas veces los titulares no coinciden con el contenido de la noticia. Entonces yo creo que, en estos temas, que son más delicados, es donde se tiene que hacer una información más responsable. Porque yo nunca he buscado este tipo de información, sino que lo veo porque me va apareciendo. Por eso lo que me llega es lo que se ha hecho viral, lo que está viendo todo el mundo. Y eso suele ser un caso concreto con nombre y apellidos, este niño de Estados Unidos, esta influencer española. Te lo cuentan además con muchos detalles. Cuando yo no quiero que me cuenten cómo ha sido, sino que quiero más el previo. Por qué ha llegado a esa situación. Pero claro, lo consumimos. (M29)
También se enfatizó que lo que vende es "el morbo y [que] la información preventiva está muy escondida" (M64) y que esta expectación morbosa responde a una presión externa. Se creó además cierto debate respecto de la recomendación o lo desaconsejable de publicar noticias sobre suicidios concretos -y también se expuso el caso de los parricidios-, ante la posible creación de un efecto contagio "dando ideas suicidas como solución a un conflicto" (M64).
Al hilo de esta idea, se indicó que existe "información basura, con pérdida de valores" ( J62) y programas de violencia extrema, como "el Juego del Calamar, que tanto arrasa entre los jóvenes" (M64). Sobre este particular, un componente del grupo comentaba:
Yo solo pude ver un capítulo, un capítulo más que todo por estar actualizado, me resulta insoportable. Y eso que es de una violencia extrema y barata respecto al valor de la vida. Estaba arrasando entre adolescentes. Yo creo que precisamente el problema también está en que efectivamente se puede estar informando bien en periódicos y tal, pero los periódicos no es algo que alguien menor de 18 años vaya a llegar a leer. (M64)
Desde una perspectiva más joven, se señaló que los menores de 18 años no leen el periódico y que "no se ofrecen cursos de sensibilización" (A20). Los medios no aplican un filtro previo a la publicación de la noticia, algo que tecnológicamente pueden hacer, puesto que personalizan lo que llega a cada usuario de redes sociales y plataformas digitales: "no informan para evitarlo [el suicidio] sino para que la noticia se haga viral" (M29).
Otra percepción fue que falta pedagogía, falta educación: "No nos educan en el consumo de contenidos" (M29) y, a partir de la pandemia, se normalizaron las enfermedades psiquiátricas, la gestión emocional, y se recomendó poner "un psicólogo en su vida" (A57). En este sentido, se comentó:
Por supuesto, [los medios] tienen un papel súper importante, pero creo que también la educación, porque, como tú bien has dicho, yo voy a consumir ese contenido. Y si a mí no me han educado en cómo consumir determinados contenidos, da igual, yo voy a comerme lo que me echen. Creo que también hay una labor muy importante de educación. Ahora empiezo también a ver un cambio en la sociedad, por ejemplo, de normalizar como las enfermedades psiquiátricas o al menos desde la pandemia todo el mundo va a un psicólogo y no pasa nada. Es normal, se fomenta el ir a un psicólogo, que yo creo que también en ese punto algo puede ayudar si empezamos a poner nombre a las cosas y a normalizar la situación. (M29)
Otra percepción apuntó a que debería existir un tratamiento informativo preventivo, como ocurre con la violencia de género, donde se aportan "recursos que han reducido la mortalidad por esta causa y también por otras causas (desfibriladores, páginas web, información en autobuses „.)" (A57).
Segunda parte. Percepción social sobre los medios de comunicación. Un miembro del grupo de discusión abrió este nuevo apartado indicando que los periodistas son profesionales de las noticias y que "se debe diferenciar entre la prensa tradicional, el programa 'Sálvame'2 y las redes sociales" (M52). A este respecto, no se compartía la crítica de que los medios silencian este tipo de noticias, "porque los medios de comunicación no lo silencian [el suicidio] porque sea tabú. Tener cuidado a la hora de hablar del suicidio no significa que sea un tema tabú. No hay que informar ni siempre, ni de todo. Importa más que el qué, el cómo se informa" (M52).
Se aportó una visión retomando el símil del semáforo, planteado por A60, sobre: cuándo publicar este tipo de sucesos, con la luz verde para los personajes públicos; cuándo hacerlo con restricciones, con la luz amarilla en el caso de personas anónimas con repercusión pública, eventos de matoneo, menores bajo tutela, por lo que supone de denuncia a la institución que está tutelando, causa de accidente, etc.; y cuándo nunca informar: luz roja en los casos de una víctima anónima, si no es producto de un hecho social ni lo provoca, como en un accidente de carretera:
[Cuando] una persona se suicida, y más si es menor, si estamos teniendo tanto cuidado en el caso de las informaciones de menores, con más motivo hay que tener mucho cuidado. En los casos de suicidio es mucho mejor pecar por defecto que por exceso. Mejor informar tarde, que pronto y mal. En la medida en que se puede evitar sufrimiento de familia y entorno todavía me parece más importante lo de pecar por defecto que por exceso. Por respeto y también para no imponer a la familia y entorno cercano una pena de telediario. (M52)
En todo caso, se señaló que se debe informar incluyendo un enfoque preventivo y una guía de lugares a donde acudir en caso de necesidad, y hacerlo bien, es decir, redactando las noticias de acuerdo con las recomendaciones que marca la OMS : "se deben dar datos, pero sin detalles. Está en todos los manuales, pero se hace y se debería sancionar" (A57). Sobre la prevención, es de resaltar la primera opinión expuesta en esta segunda parte, donde se defendía la profesionalidad de los periodistas, aclarando que "el símil del semáforo iba más encaminado a detectar señales de alerta que a indicar los casos en los que se debe o no publicar una noticia de suicidio" (A60).
En este sentido, "los medios pueden establecer secciones específicas (enfermedades mentales, temas sociales ...) donde transmitir la realidad de este problema a la sociedad, pero no solo en el periódico o en los informativos, sino en todo tipo de programas" (A60).
Los participantes indicaron también que "se aprecia ahora muchas más campañas en el ámbito de la salud mental, 'pon un psicólogo en tu vida', 'no al bullying'... Hay mucho más bombardeo también de ese tipo de información que antes" (M29).
Conclusiones
En los resultados del grupo de discusión se detectaron diferentes visiones sobre el suicidio en los medios de comunicación por parte de los menores y los mayores de 40 años, con dos experiencias ligadas a la información acerca del suicidio absolutamente diferentes. En relación con ello, los más jóvenes del grupo de discusión fueron los que más insistieron en la necesidad de una educación para el consumo mediático, también para afrontar el tratamiento que se da al suicidio en redes sociales.
Por otro lado, y en línea con estudios previos (Durán y Fernández-Beltrán, 2020), hubo una percepción mayoritaria de que en los medios de comunicación tradicionales se oculta la información sobre el suicidio. Se recogieron también opiniones que apuntan a que visibilizar el suicidio sería una manera de romper con la desinformación sobre este problema de salud pública y que solo así, con una información veraz, se podrán proponer medidas preventivas que eviten estos índices de mortalidad tan elevados (Durán y Fernández-Beltrán, 2020).
El grupo de discusión llegó a conclusiones similares en cuanto al silencio, el tabú, el sensacionalismo y la desinformación general que llevan implícitas las noticias de suicidio, aunque se señalaron las redes sociales como un medio de información que habla de este tipo de sucesos e inclu so se plantearon movimientos preventivos con influenciadores que hablen abiertamente sobre el tema con un enfoque preventivo; por ejemplo, sobre la normalización de las visitas a los psicólogos con el eslogan "ponga un psicólogo en su vida".
Esta normalización en las redes sociales de la realidad del suicidio viene reforzada por estudios previos (Till et al, 2020), por el propio derecho a la información y por el convencimiento de que las medidas preventivas solo pueden llegar con el conocimiento de verdad, y para ello "los medios son imprescindibles".
Pese a todo, según las opiniones recibidas, también se percibe en los medios una mejora del tratamiento informativo de las noticias de suicidios, en donde se diferencia con claridad entre medios tradicionales, que habitualmente tratan con seriedad y profesionalidad este tipo de noticias, y medios sensacionalistas, que buscan rentabilizar el morbo de la noticia. En este sentido, llama la atención la insistencia en la necesidad de que se trabaje en la prevención del suicidio y que en ese plan de prevención se incluya, entre otros factores, a los periodistas (Sánchez-Muros y Jiménez-Rodrigo, 2021). También se aprecia que esta prevención del suicidio se alinea con otras políticas de salud pública, como salud mental, adicciones, etc. (Donovan y Boyd, 2021).
En general se aprecian con frecuencia rasgos sensacionalistas en la redacción de estas noticias y muy poca utilización del enfoque preventivo, razonamiento que se liga al argumento de que los medios utilizan la información sobre suicidios de manera "muy sesgada" y respondiendo a sus propias agendas e intereses. Sería interesante, por tanto, plantear nuevas líneas de investigación sobre la percepción del suicidio en otros ámbitos de comunicación, como las redes sociales, y realizar un análisis comparativo sobre los resultados obtenidos en este estudio. Dentro de las limitaciones de esta investigación, que se centra en los medios de comunicación y que también reconoce limitaciones en términos de interpretaciones causales, se puede concluir que la percepción de las personas que han participado en la encuesta o en el grupo de discusión es que se informa muy poco sobre la realidad del suicidio y se demanda conocer esta realidad para que de manera abierta se puedan poner en marcha medidas preventivas.