Introducción
En la actualidad, la producción intensiva de aves de engorde está determinada por factores genéticos, nutricionales y de optimización del sistema de producción (Romero & Vásquez, 2007), exigiendo un equilibrio y una mejora de éstos (Blajman et al., 2015; Parra et al., 2017). En el aspecto nutricional, las materias primas destinadas a la elaboración de alimentos balanceados tienen su origen principalmente de las importaciones, incrementando su precio y por ende los costos totales de producción (Ubaque et al., 2015). A nivel de costos de producción, los alimentos balanceados comerciales son el insumo más destacado en la industria avícola, abarcando hasta el 75 % de los costos totales por unidad de producción (González et al., 2020).
Gran parte de las investigaciones en el sistema de producción avícola, apuntan a mejorar los aspectos nutricionales y digestivos (Torres, 2018), en el uso de los nutrientes de una manera más eficaz y en la búsqueda de alternativas alimenticias ricas nutricionalmente y a bajo costo (Medina et al., 2014). En este sentido, las investigaciones se centran en el empleo de materias primas locales no tradicionales, entre las que se destaca la Cucurbita moschata Duchesne (Cucurbitaceae), hortaliza de gran importancia en Colombia por su alto consumo, fácil producción, calidad nutricional destacada (Medina et al., 2019) y fuente de pigmentos (Alemán et al., 2017). Para el año 2019, en Colombia se reportaron cerca de 13.789 hectáreas sembradas de C. moschata con una producción media de 10,08 t/ha, siendo cultivada especialmente por pequeños y medianos productores a bajo costo y con disponibilidad a lo largo del año (Departamento Administrativo Nacional de Estadística [DANE], 2019a).
Este fruto tiene como característica especial el gran aporte de carotenoides (Rodríguez et al., 2014), principalmente los carotenoides α-caroteno, β-caroteno y Luteína (Mendoza et al., 2020). Por su parte, Rodríguez et al. (2018) resaltaron que la harina de C. moschata presenta gran contenido de fibra, almidón y carbohidratos lo que la convierte en una alternativa viable para la alimentación animal. Ante esta situación, surge la necesidad de investigar e incorporar alternativas alimenticias y nutricionales en la dieta de aves de engorde (Flórez & Romero, 2018), especialmente aquellas que se desperdician o se emplean de manera ineficaz (Hidalgo & Rodríguez, 2015).
Materiales y métodos
El estudio se realizó en la ciudad de Cúcuta, Norte de Santander, Colombia, en el predio San Gerardo ubicado en las coordenadas 07°56′38″N y 72°29′19″W. La zona se encuentra a una altitud de 320 m s.n.m., temperatura promedio de 28 °C y precipitaciones acumuladas anuales de 1041 mm.
Para la elaboración de la harina, se inició con la cosecha de la C. moschata eliminando la cáscara y semilla (Carvajal et al., 2017), efectuando cortes en rodajas pequeñas para su posterior molienda y tamizado a un tamaño de partícula de 0,5 mm (Mendoza et al., 2019). A continuación, se obtuvo el fruto en porciones diminutas con humedad de 88,1 % los cuales se llevaron a un proceso de deshidratación natural en una marquesina hasta obtener harina con el 12,5 % de humedad. En la tabla 1 se presenta la composición final de la ración en cada uno de los tratamientos.
La población animal en estudio estuvo conformada por 40 pollos divididos en 4 grupos de 10 individuos de la línea Cobb 500 sin sexar, considerando a cada uno como una unidad experimental. Los animales se adquirieron de 1 día de nacidos y recibieron alimento balanceado de preinicio durante la primera semana de vida. A partir del día 8 y hasta el día 22 recibieron alimento de inicio y hasta el sacrificio se les suministró alimento balanceado de engorde, incluyendo la C. moschata. La alimentación fue proporcionada en dos raciones a las 7:00 a.m. y 5:00 p.m. de acuerdo con los requerimientos diarios de las aves. Para cada tratamiento se adecuó un espacio de 1,5 m2 dotado con comedero y bebedero considerando una densidad de 7 aves por m2 . Durante el período de evaluación se evaluaron los siguientes parámetros zootécnicos:
Consumo de alimento (g/ave): Se determinó sumando el total de alimento consumido por cada ave hasta el momento del sacrificio (Alvarado et al., 2018).
Peso corporal (g): Se determinó por pesaje individual de cada una de las aves en ayunas con una periodicidad de siete días y el uso de una balanza digital. Se expresó como peso semanal (Castro, 2016).
Conversión alimenticia (g de alimento/g de peso ganado): Expresada tanto como un promedio semanal, calculado utilizando la información de los dos parámetros anteriormente descritos (Flórez & Romero, 2018).
Ganancia de peso (g/semana): Se determinó como la diferencia entre el peso inicial y el final en cada periodo de evaluación. Esta variable fue medida con una periodicidad semanal (López et al., 2012).
Eficiencia alimenticia: Se determinó al finalizar el periodo de evaluación dividiendo el peso corporal promedio entre la conversión alimenticia (Rodríguez et al., 2014).
Rendimiento en canal (%): Se determinó como la relación del peso de las piezas nobles de la canal sobre el peso vivo multiplicado por 100. Se determinó el peso de la menudencia en cada tratamiento (Rodríguez et al., 2014).
En cada uno de los tratamientos se estimaron los costos de alimentación con base en los precios de los ingredientes que conformaron la dieta, así como el consumo de alimento observado. La rentabilidad fue determinada por tratamiento evaluando los costos del alimento por ave y el costo de producción por kg de carne de pollo, empleando las siguientes fórmulas como lo expresan (Andrade et al., 2017):
Se tuvo en cuenta el precio de venta de kg de carne de pollo en el mercado ($6.550), suministrado por Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE, 2019b).
Diseño experimental
Se realizaron cuatro tratamientos con diferentes niveles de sustitución de alimento balanceado comercial por harina de C. moschata, y un grupo control totalmente al azar. En la tabla 2 se muestran los valores de inclusión de alimento balanceado comercial y harina de C. moschata para cada uno de los tratamientos.
Se siguió el siguiente modelo matemático:
Donde 𝑌𝑖𝑗: respuesta productiva del pollo de engorde al tratamiento; 𝜏𝑖: efecto debido al tratamiento, 𝜀𝑖𝑗: error experimental y Cov: peso inicial del ave. Se realizó un análisis de varianza del factor C. moschata en sus niveles de inclusión con una significancia del 5 %. La captura de datos se realizó una vez por semana, a partir del día 22 en cada tratamiento se evaluó: el peso vivo final, el consumo de alimento, la conversión alimenticia, la eficiencia alimenticia, la ganancia de peso y el rendimiento en canal. Se aplicaron supuestos de normalidad y homogeneidad de varianzas para evaluar el efecto de los tratamientos sobre estas variables productivas. La regresión polinomial (Little & Hills, 1985) y la derivada de una función cuadrática fueron empleadas para obtener el nivel óptimo de C. moschata en cada variable.
Resultados y discusión
Los niveles de harina de C. moschata usados en la dieta no influyeron en el comportamiento de los parámetros productivos en las aves de engorde (p > 0,05). En la tabla 3 se muestran los resultados del ANOVA realizado para evaluar el efecto de la inclusión de harina de C. moschata como reemplazo parcial del alimento balanceado en pollos de engorde sobre los parámetros productivos.
Nota:GP: ganancia peso semanal; CA: conversión alimenticia; EA: eficiencia alimenticia; RC: rendimiento en canal. *No significancia.
Fuente: Elaboración propia
En la tabla 4 se presenta el ajuste del modelo cuadrático que permitió determinar el nivel óptimo de C. moschata en la dieta para cada una de las variables de ganancia de peso 3,5 %, conversión alimenticia 3,2 % y consumo 6,5 %.
El consumo acumulado fue mayor en el T3, seguido por T2 y T1, hasta el menor tenor en el grupo control. Al comparar el consumo de los tratamientos, con lo obtenido para esta línea genética, el consumo acumulado esperado es de 4.517 g (Cobb-Vantress, 2009), siendo el obtenido en esta investigación mayor en todos los tratamientos, hecho que se puede asociar como resultado de la presentación de la ración. En este sentido, la granulometría de la ración es uno de los factores de mayor influencia en la actividad digestiva de las aves, ya que las funciones de aprehensión e ingestión voluntaria se ven afectadas por el tamaño y la textura del alimento (Ferket & Gernat, 2006).
En las variables de peso vivo final y rendimiento en canal, el grupo control obtuvo las mejores medias en relación con los demás tratamientos. De acuerdo con lo expresado por Hidalgo y Rodríguez (2015) y Savón (2002), esto se debe al contenido de fibra en la dieta que reduce la absorción de lípidos y colesterol en el intestino. El rendimiento en canal tuvo promedio del 80 % y la menudencia del 13,5 % de la canal. El desperdicio entendido como plumas, vísceras y sangre representó un 10 % aproximadamente. El rendimiento en canal presentado en esta investigación fue superior a lo reportado por Gutiérrez et al. (2015) quienes obtuvieron un rendimiento en canal que osciló entre 64 % y 69 %.
La ganancia de peso no presentó diferencia estadísticamente significativa. Se resalta que el grupo control presentó la mejor media con 477,23 g. Estos resultados difieren de lo expresado por Ubaque et al. (2015), quienes incluyeron el 28,06 % y 43,5 % de harina de zapallo integral en alimentación de aves de engorde, encontrando diferencias estadísticamente significativas que concuerdan por lo hallado por Martínez et al. (2010) en cuyo estudio la inclusión de semilla de C. moschata no afectó el comportamiento productivo de los pollos de engorde.
La conversión y eficiencia alimenticia presentaron los mejores tenores en el grupo control con una media de 1,67 y 0,66 respectivamente, al final de la investigación. Estos resultados son similares a los encontrados por Carvajal et al. (2017) quienes reportaron conversiones alimenticias en un rango de 1,9 y 3 al incluir el 15 % de harina de zapallo en la dieta de pollos de engorde. Es necesario, analizar el desempeño de este parámetro productivo, respecto al valor ideal en esta especie, estando en 1,7 en etapa de finalización (Ardila et al., 2013), siendo difícil alcanzarlo cuando se elabora alimento balanceado de manera artesanal con materias primas no convencionales (Shang et al., 2014). García et al. (2011) señalaron que la inclusión de harinas en dietas para las aves de engorde afecta la motilidad del tracto digestivo incrementando su pH, reduciendo el contacto entre las enzimas y los nutrientes de la ración debido al aumento de la motilidad digestiva, desmejorando de esta manera los índices de conversión y eficiencia alimenticia y, por ende, aumentando la incidencia de procesos entéricos, mientras que, los pH altos disminuyen la solubilidad y la digestibilidad de los nutrientes. La conversión alimenticia es determinante en el momento de evaluar el desempeño productivo de una especie pecuaria, y se transforma en una medida de eficiencia alimenticia.
Con respecto a los costos de alimentación, el T3 presentó el mejor precio por kilogramo de carne producido con una media de $2.431,68 siendo más económico en relación con el testigo, T1 y T2 en $480,01; $445,41 y $364,88, respectivamente (tabla 5).
*Precio de venta de un kilogramo de carne de pollo: $6.550 (tomado de DANE, 2019b).
Fuente: Elaboración propia
En cuanto a la comercialización de las canales, el testigo presentó el valor de venta más alto respecto a los tratamientos. De esta manera, el beneficio en la producción y comercialización de carne de pollo, no está sujeta únicamente a un mejor costo de alimentación sino a obtener buenos indicadores zootécnicos y precio de venta por unidad de producto (Medina et al., 2014).
Conclusiones
La inclusión de C. moschata en aves de engorde permite obtener los mismos rendimientos productivos a los obtenidos con alimentación convencional con productos balanceados comerciales. A nivel económico, se reducen sustancialmente los costos por concepto de alimentación, al incluir esta alternativa alimenticia y nutricional no convencional en la dieta de las aves para sistemas de producción campesinos en busca de su sostenibilidad.