Introducción
La prensa local y regional ha sido un medio de comunicación que se ha caracterizado por su capacidad de cercanía y especialización en el día a día de la ciudadanía. En España, frente a los grandes diarios nacionales, y a excepción de ABC (1905), todos los demás poseen en su mayoría menos longevidad que parte de la prensa andaluza de referencia.
El caso de Andalucía es relevante porque a pesar de ser una de las regiones más grandes y pobladas del país, jamás ha contado con una cabecera completamente regional. Apenas ABC (Andalucía occidental1) e Ideal (Andalucía oriental), han conseguido una relativa implantación más allá de sus provincias originarias. Todas las iniciativas por crear cabeceras regionales (numerosas en los años setenta y ochenta con el despertar de una conciencia regional) fueron efímeras.
Este estudio propone una unión entre la Historia de la Comunicación y la Estructura de la Información para un análisis de los medios de comunicación desde la empresa a la que pertenece, así como el contexto de ésta en sus relaciones con el poder. Si el estudio de la Historia de la Comunicación para la etapa estudiada es de gran interés, observar la propiedad de los medios de comunicación permite comprender mejor la identidad de la publicación y la evolución de las empresas.
El final de la dictadura franquista y la llegada de la democracia liberal a partir de 1975 produjo cambios en España. Además de la libertad de expresión y la estabilidad política, se consolidó la economía de mercado, que se caracterizó por la concentración empresarial, sector periodístico incluido. Política, economía y medios son fundamentales para la comprensión del periodo.
Este artículo se plantea como objetivo observar la estructura de propiedad de algunas de las cabeceras diarias de referencia en Andalucía. La pregunta de investigación es la siguiente: ¿posee la prensa local y regional un esquema de propiedad distinto al de la prensa de ámbito nacional? La hipótesis de partida es que la prensa andaluza de referencia pasó de una propiedad local o regional a pertenecer a estructuras periodísticas nacionales, también en sus relaciones con el poder.
1. Bases teóricas: prensa y poder
Si bien al periodismo se le ha atribuido el rol de cuarto poder, este concepto ha tenido dificultad práctica en la Historia del Periodismo. Sinova situaba a la prensa dominada por el poder desde su nacimiento: desde reyes y señores a los gobiernos surgidos siglos posteriores2.
Las relaciones entre poder y prensa dan cuenta de la complejidad del devenir histórico. Aunque estas relaciones son de larga trayectoria (monarquías absolutistas o prensa política decimonónica, por ejemplo), este artículo se centra en la prensa de empresa surgida paulatinamente de la saturación de la prensa política y de las posibilidades del desarrollo capitalista y las revoluciones industriales.
La concepción del periódico cambia: está hecho para vender, ser un negocio rentable y convertirse en industria. Es el New Journalism3. Es atractiva visualmente y noticiosa. Autocalificada como independiente, funcionará como un sector productivo en el que entran grandes inversores que constituyen las primeras grandes empresas periodísticas. El proceso no es lineal, pero la dinámica llega hasta los actuales grandes conglomerados mediáticos.
Hay otro factor fundamental para comprender la relación entre el poder y la prensa: el concepto de opinión pública. El origen del concepto se sitúa entre 1790 y 18104, periodo de revoluciones burguesas y en el que la cosa pública es un elemento en consideración. Los medios son el actor más determinante a la hora de influir en ella5.
González García y Pérez Yglesias, en referencia a la prensa como fuente, establecían la necesidad de mantener precauciones al acudir al discurso periodístico6. Estas precauciones debemos asumirlas en tanto que los medios de comunicación no son entes abstractos, sino que pertenecen a un entramado con intereses. La posición de una publicación frente a los acontecimientos no son cuestiones ajenas a la empresa periodística ni a los
"propósitos e intereses de cuantas personas se integran" en ella7. En definitiva, la fuente periodística requiere un trabajo previo acerca del contexto que la determina: sus propietarios, su condición de hegemónica o alternativa, qué intereses posee, en qué contexto temporal se produce8.
La Economía Política de la Comunicación (EPC) mantiene una actitud crítica en torno al universo de los medios de comunicación. Mosco considera que la EPC establece que "la comprensión del cómo requiere más de quién hace qué a quién"9. Centra la cuestión en la figura del emisor. Este, en las relaciones entre prensa y poder, es el propietario, que en última instancia dota de personalidad a la publicación. Para Reig, la propiedad es uno de los seis condicionantes del periodismo10. Se trata, en definitiva, de atender no sólo a la organización empresarial, sino a la razón de existir, el fin último de la publicación11.
Desde la Historia del Tiempo Presente se da un valor destacado a los medios, y se advierte de la necesidad de superar la visión de que los acontecimientos sólo pudieron ocurrir de una manera determinada, sin alternativas, favorecido por los propios efectos de la prensa12. Centrar la mirada en la propiedad de los medios resulta beneficiosa en el estudio de la Historia. Los medios son fuentes de actualidad que "discuten en un momento histórico y espacio determinados y que buscan legitimar un sistema (o en el caso de cierto periodismo informativo, contrarrestarlo)"13. A partir de sus propietarios se configura un sistema de medios de comunicación, una estructura mediática, en interacción con otras estructuras o superestructuras del sistema socioeconómico14. La mirada, pues, ha de ser global.
2. Contexto histórico: consolidación de la economía de mercado y captura de la prensa local
Al contrario que la prensa oficial u oficiosa de las monarquías absolutistas y de la prensa política decimonónica, representante de las facciones políticas que entran en el juego político tras la caída del Antiguo Régimen, la empresa de prensa posee una estructura de propiedad menos visible y más compleja en su relación con el poder.
Hacer un periódico de empresa, que sea atractivo y noticioso, requiere una inversión importante. Quienes tienen liquidez para acometer la aventura empresarial periodística son empresarios y políticos, figuras poco discernibles en el liberalismo decimonónico e inicios del siglo XX. William R. Hearst, por ejemplo, unía a su imperio mediático su acta en la Cámara de Representantes de Estados Unidos entre 1903 y 1907 por el partido republicano. En España, los primeros grandes empresarios de la prensa serán Manuel María de Santa Ana y Francisco Peris Mencheta, muy ligados a la monarquía de la Restauración15. Por tanto, aunque estos periódicos poseen una apariencia de independencia, mantienen una relación cercana con las esferas de poder como la clase política y algo no menos importante, las empresas de otros sectores productivos de sus propietarios.
Esta prensa de empresa, que nace en la segunda mitad del siglo XIX y se consolida ya en el siglo XX, inicia un modelo periodístico que ha crecido hasta hoy. Ha sumado al modelo los nuevos soportes que han aparecido: la radio, la televisión y, también, internet. Los periódicos consolidarán grandes trayectorias, centenaria en varios casos. Si bien la Estructura de la Información, como campo de estudio, aparece en la segunda mitad del siglo XX, algunos conceptos son aplicables, con prudencia, a tiempos pretéritos.
La definición de conglomerado mediático lleva al grupo de comunicación que "comienza a diversificar su capital hacia otras actividades ajenas a la comunicación y, al revés, cuando permite que otros sectores extraños a la comunicación estén presentes en su consejo de administración"16. Sectores extraños que proceden de la banca, del petróleo, de la promoción inmobiliaria. Esta diversificación de capital es frecuente en la segunda mitad del siglo XX, pero no un fenómeno singular en tiempos anteriores. De hecho, tal y como se ha expuesto, son empresarios y políticos los que diversifican su capital para invertir en el pujante negocio de la prensa de empresa. Familias de empresarios como los Godó y los Luca de Tena unirán a sus negocios originarios, como el textil o el de los perfumes, el de los periódicos. Se constituirán las primeras grandes empresas periodísticas. En España destacan, entre otros, la Sociedad Editorial de España (luego Sociedad Editora Universal) o la Editorial Católica. La primera de ellas ligada a la Standard Oil17. La segunda a la banca, que suscribe parte del capital inicial18. Ambas poseerán varios periódicos de masas en su organigrama empresarial.
Por ejemplo, la Sociedad Editorial de España ya recibió el apodo del "trust", figura empresarial equiparable al de conglomerado mediático: grupo de comunicación con varios medios al que puede añadirse su conexión con otros sectores productivos ajenos. En todo caso, sea de carácter progresista o conservador, la prensa de masas es burguesa, por lo que su personalidad última no es contraria al poder capitalista, aunque en la época aún cobijaba notables divergencias ideológicas.
Este artículo centra su temporalidad a finales del siglo XX, en el proceso de democratización que España inicia a partir de 1975 tras la muerte del dictador Francisco Franco. No obstante, el franquismo ya inició sus primeras grietas en la década de los sesenta, etapa de liberalización económica que contrasta con la falta de libertad política. El modelo periodístico transcurre en consonancia al desarrollo de la economía de mercado. Durante la Transición Española se vive una gran explosión de títulos fomentada por el fulgor del nuevo tiempo político. Algunos de ellos, hitos de la Historia del Periodismo español como El País (1976) o Diario 16 (1976) en el caso de los diarios. Surgen nuevas empresas periodísticas como el Grupo PRISA, el Grupo 16 (que hunde sus raíces en el semanario Cambio 16, nacido en 1971) o el Grupo Zeta, cuyo diario insignia es local (El Periódico de Cataluña). En contraposición, la Cadena de Prensa del Movimiento19, que surge en la dictadura franquista y que acoge el aparato periodístico de Falange, es reconvertida a los Medios de Comunicación Social del Estado (MCSE), de titularidad estatal, y que acabarán siendo privatizados en 1984 (algunos de ellos desaparecieron antes y otros no encontraron comprador). En el caso de Andalucía, el 25% de los periódicos pertenecientes a la cadena serán andaluces, muestra del importante peso que tendrá la región en el aparato franquista.
El desarrollo de la economía de mercado trae la fuerte penetración de capital extranjero en casi todos los sectores productivos de España20. Se observa, asimismo, una importante concentración empresarial, incluido el sector mediático. En 198621 el 70% de la difusión diaria pertenecía a los once primeros grupos de comunicación, el 60% de la difusión radiofónica estaba en manos de tres emisoras privadas y los grandes grupos ya convergían juntos en las candidaturas para obtener las licencias de televisión privada.
Precisamente ésta era el gran nicho de mercado del momento, a lo que se une la prensa local y regional como industria periodística rentable. La prensa local juega un papel fundamental: es la más cercana a la ciudadanía, la que da mayor cobertura a los sucesos que tienen una mayor afectación a los lectores, e incluye firmas de opinión que tratan los asuntos de mayor preocupación para los habitantes locales.
Entre los ochenta y los noventa, habrá dos grandes grupos de comunicación que absorberán varias cabeceras locales. En primer lugar, el Grupo Correo unirá a sus diarios vascos otros locales y regionales como El Diario Montañés (1984), Ideal (1988), Hoy (1988), La Verdad (1988), Sur (1990), La Rioja (1993), El Norte de Castilla (1993), y más adelante El Comercio y Las Provincias. En 2001 se fusionará con Prensa Española, por lo que dos grandes empresas periodísticas pasaban a ser una.
El segundo grupo es el de Prensa Ibérica, originalmente Prensa Canaria, puesto que su origen se encuentra en dos publicaciones: La Provincia, de Santa Cruz de Tenerife, y Diario de Las Palmas, de Las Palmas de Gran Canaria. La empresa aprovechó la privatización de los MCSE en 1984 para comenzar una fuerte expansión. Adquirió los locales La Nueva España, Levante-El Mercantil Valenciano e Información. Serían las bases de un grupo que mantendría su capacidad de concentrar cabeceras: en 1986 compra El Faro de Vigo, en 1988 crea La Opinión de Murcia, seguida de La Opinión de Zamora (La Opinión-El Correo de Zamora tras una fusión posterior), La Opinión de Málaga, La Opinión de Tenerife, La Opinión de A Coruña, y los deportivos Mallorca Zeitung y Superdeporte. Entre medio también adquirió el Diario de Mallorca, el Diario de Ibi%a, el Diari de Gerona, y ya en el siglo XXI Empordà y Regió 7.
Prensa Ibérica absorberá en 2019 al Grupo Zeta (surgido en la Transición) y con dicha adquisición sumará su prensa local y regional: El Periódico de Cataluña (1978), Córdoba (1997), El Día de Santa Cruz de Tenerife, El Periódico de Aragón (1990), El Periódico de Extremadura (1988, Extremadura hasta los ochenta), Mediterráneo de Castellón (1992), La Crónica de Badajoz (2002), y el deportivo Sport (1992).
3. Metodología
La unión entre la Estructura de la Información y la Historia del Periodismo traza una metodología simbiótica22que destaca, en primer lugar, por su carácter interdisciplinar, rasgo que permite una mayor comprensión del conocimiento23.
La Comunicación y la Historia son disciplinas entre las que pueden establecerse importantes sinergias, cristalizadas en la Historia de la Comunicación y, específicamente en el campo de los medios de comunicación, en la Historia del Periodismo. Con el paso de los años, la Historia ha renovado sus perspectivas y ha integrado la interdisciplinariedad de las Ciencias Sociales. La aplicación del enfoque estructural a la Historia en general y la Historia del Periodismo en particular abre numerosas posibilidades, que este artículo aplica en la estructura de propiedad de la prensa local andaluza para la comprensión de los medios de comunicación desde esa esfera.
Al historiador le son visibles dos caminos: el primero, la recuperación de los silencios de aquellos hechos no observados aún; el segundo, la comparación de perspectivas ya públicas con el objetivo de interpretar el poliedro que constituye la realidad24. La realidad es poliédrica, y el enfoque estructural, base de esta metodología, permite observar diversas caras del poliedro. Almiron considera que la observación de la estructura debe hacerse a través del estudio de varias coyunturas25. Pero la meta debe ser la concatenación de esas coyunturas para llegar a la estructura. La mirada de larga duración puede ser muy enriquecedora pues, como expone Mancinas-Chávez, "la estructura es el resultado de una evolución histórica"26.
En base a estas premisas, este artículo realiza un estudio de caso acerca de los cambios de propiedad vividos en las principales cabeceras diarias andaluzas en su historia. Pero, siguiendo a lo que establecía Almiron, el estudio de las conexiones más concretas se ha centrado en el periodo que engloba la Transición Española y década de los ochenta, periodo que establece algunas de las bases del sistema de medios de comunicación que estará por venir más tarde.
A través del enfoque estructural, se presta atención a diversos factores que intervienen en el objeto de estudio analizado. En el caso que ocupa a este artículo, la metodología tiene como objetivo observar la estructura de propiedad de los medios de comunicación y sus conexiones con otros elementos del poder, observando también su evolución histórica dentro de un esquema que observa la pertenencia a estructuras periodísticas locales, regionales o nacionales. Así, el método a usar no sólo se atiene a quiénes son los propietarios, sino a las conexiones externas que pueden trazarse a través de estos y la interpretación que puede derivarse por contexto histórico.
El objeto de estudio de este artículo está constituido por los propietarios de las empresas periodísticas concretas a analizar, que son ABC de Sevilla, Ideal, El Correo de Andalucía, Sur y Diario de Cádiz, los principales diarios de capitales de provincia en Andalucía en base a trayectoria histórica y número de lectores27. La propiedad de una empresa equivale a la composición de su accionariado, tanto individual como institucional. Además, puede añadirse el estudio de los consejos de administración, información que suele ser algo más accesible y que también, como afirma Almiron, revela las relaciones de poder28.
Las conexiones analizadas llevan a distintas parcelas dentro de la estructura de poder. Especialmente tres: conexiones económicas, políticas y mediáticas. Pueden incluirse, además, conexiones históricas en el pasado para evaluar la trayectoria de los propietarios. Las conexiones son relevantes aunque no sean simultáneas, puesto que la estructura de poder es un elemento dinámico, por lo que las conexiones deben ser tenidas en cuenta aunque no sean paralelas al periodo estricto de su vinculación con la empresa periodística. También se consideran vinculaciones indirectas, esto es, a través de vínculos familiares.
4. Casos concretos29
4.1. ABC de Sevilla
En su larga vida ABC ha pertenecido a la empresa Prensa Española y hoy a Vocento. ABC de Sevilla nacía el 12 de octubre de 1929. El fundador y dueño de Blanco y Negro (1891) y ABC (1903 como semanario y 1905 como diario), Torcuato Luca de Tena y Álvarez-Ossorio, quiso que su ciudad natal tuviese un periódico representativo en plena Exposición Iberoamericana. ABC de Sevilla formó parte de la empresa Prensa Española, constituida como sociedad anónima en 1909 y buen ejemplo del periodismo de empresa, aunque bajo el control de la familia Luca de Tena. No debe olvidarse que el negocio original de los Luca de Tena procede de sus fábricas de perfumes. La fortuna obtenida permite a Torcuato Luca de Tena dedicarse al periodismo.
Hasta julio de 1936 ABC de Sevilla era una edición para Andalucía del periódico madrileño, enviándose algunas partes del periódico desde Madrid. Al iniciarse la guerra civil a causa del golpe de Estado del 18 de julio de 1936 y quedar las ediciones en bandos opuestos, tras la incautación de la sede madrileña, la sevillana pasó a ocupar el lugar del diario monárquico. Tras el conflicto ABC de Sevilla mantuvo y acrecentó su personalidad, a pesar de las numerosas dificultades que Prensa Española tuvo con el régimen (por su poca disimulada ideología monárquica). El final del franquismo y la Transición fueron una etapa de enorme crecimiento, sin apenas competencia de los diarios locales en Sevilla. Bajo la dirección de Nicolás Salas (1976-1984) tomó una postura más templada y apoyó un regionalismo moderado, con una línea editorial propia más rentable que la del otro ABC30, al que le costó más adaptarse y apostar claramente por la nueva democracia, por lo que perdió lectores (que recupera en la etapa de Ansón, 1983-1997).
En estos años la empresa fracasó en algunos proyectos como el de ABC de las Américas (1975) y el sensacionalista Claro (1991) (en alianza con el conglomerado alemán Axel Springer). Además, en la década de los setenta y de los ochenta, Prensa Española entró en alianza con otras grandes empresas periodísticas nacionales: adquirió el 25% de Prensa Castellana, que editaba Informaciones, tras la salida del Banco Santander31, y entró en la creación de Antena 3 Radio junto al Grupo Godó (propietario mayoritario), al Grupo Zeta (que vendió sus acciones al poco tiempo) y Europa Press, principalmente. La primera de ellas le llevaría a una nueva inversión en Andalucía, la del vespertino sevillano Informaciones de Andalucía, en circulación en 1976-1977. Los noventa fueron una década para la modernización tecnológica del periódico32 y, en el caso de la edición sevillana, el cambio de sede.
El gran cambio empresarial estaba por llegar. Fue en 2001, cuando el pujante Grupo Correo compró el 80% de Prensa Española y se produjo una fusión que dio lugar en 2003 a Vocento. Prensa Española aún era en 1998 el tercer grupo español en tirada diaria total (tras PRISA y el propio Grupo Correo)33, pero estaba muy endeudada. Eso permitió al Grupo Correo hacerse con la empresa y con un diario de gran prestigio en Madrid34.
En la fusión se hicieron algunas cesiones a Prensa Española: la sede del nuevo grupo estaría en Madrid y no en el País Vasco. El grupo se convertía en el primero en el mercado de prensa en España con 18 periódicos e intereses también en radio y televisión. Los Luca de Tena mantuvieron el control sobre las dos ediciones de ABC bajo un estatuto especial por el que hasta 2011 estarían controlados por su propia Junta de Fundadores, encargada de "vigilar y controlar su línea editorial, además de la responsable de nombrar y destituir directores"35. La figura clave, como presidenta-editora de ABC, era Catalina Luca de Tena García-Conde, hija de Guillermo Luca de Tena Brunet y biznieta del fundador del periódico. En 2020 Catalina Luca de Tena dimitía en protesta por la sustitución de Bieito Rubido como director de ABC de Madrid36.
La integración de la marca ABC dentro de la nueva estructura no ha sido sencilla. En estos últimos años ha sido frecuente que antiguas plumas de ABC se refieran al diario como "el antiguo ABC" o el ABC auténtico, para diferenciarlo del de Vocento. No obstante, Toribio demuestra en su tesis que el periódico ha mantenido su línea editorial, con una vuelta a modelos de la etapa de Prensa Española para recuperar lectores37.
Vocento ha continuado creciendo como conglomerado mediático, entrando en Globomedia, en la sociedad productora de películas, Esicma S.L., participando en el lanzamiento del canal de televisión Factoría de Ficción (FDF), lanzando la emisora Punto Radio y participando en la cadena digital Net TV, además de lanzar ediciones digitales de todos sus periódicos38.
Por su parte, ABC de Sevilla, que durante décadas fue el primer diario de Sevilla (y su provincia, además de tener una relevante presencia en toda Andalucía occidental) y una institución en la ciudad, ha sufrido un retroceso y se ha resentido de la competencia de Diario de Sevilla. La cuota de mercado de 1995 del 77% quedaba reducida en 2008 al 40% y su posición competitiva relativa pasaba de un valor de 5.12 en 1995 (en esa época su principal competidor era El Correo de Andalucía) a tan sólo 2 en 200839.
El estudio de las conexiones con la estructura de poder muestra el carácter monárquico de ABC. La familia Luca de Tena pertenece a la aristocracia ennoblecida por la monarquía alfonsina de la Restauración. En 1929 Alfonso XIII concedía el título de Marqués de Luca de Tena al fundador, Torcuato Luca de Tena Álvarez-Ossorio (que había sido senador regio desde 1909). En un gran salto temporal, Juan Carlos I, concedería a la familia el título de Marqués de Valle del Tena en 2003. Guillermo Luca de Tena Brunet fue designado senador real en 1977 en plena Transición Española en unas Cortes que aprobarían la Constitución de 1978.
Iglesias muestra un listado de 87 accionistas a fecha de 197840. El análisis de las conexiones de ese accionariado confirma la identidad monárquica de la empresa. Casi una veintena de ellos posee un título nobiliario directamente (número que se ampliaría con cónyuges, hijos o padres). Destacan algunos nombres insignes: María del Rosario Cayetana Stuart Silva, duquesa de Alba, Juan Antonio Gamazo Arnús, conde de Gamazo, María del Pilar Rodríguez Martínez-Campos, duquesa de Seo de Urgel y marquesa de Martínez-Campos (familia heredera de Arsenio Martínez-Campos, cuyo alzamiento en 1874 restauró la monarquía) o Rafael Atienza Medina, marqués de Salvatierra. En 1979 se produce una ampliación de capital que disminuye algo el carácter familiar de la empresa41 que se difuminará más con la citada creación de Vocento.
Además de su presencia en Prensa Castellana y Antena 3 Radio (y Antena 3 Televisión desde 1989), algunos accionistas de la empresa han tenido relación con otras grandes empresas periodísticas. Es el caso de Rafael Atienza Medina o Rafael Pérez Escolar, con acciones en el nacido Grupo PRISA, editor de El País, con quien el ABC de Luis María Ansón mantuvo una fuerte disputa. En dicho periodo, también se producen conexiones con fuerzas políticas. Algunas llevan a Alianza Popular y la Unión de Centro Democrático (UCD), en el gobierno entre 1977 y 1982.
En sus conexiones económicas, destacan empresas a las que están vinculados algunos de sus accionistas: Liga Financiera, Banco Exterior de España, Petronor, Banco de España, Compañía Telefónica Nacional de España, Campsa, Banco Popular, Banco Español de Crédito o Tabacos de Filipinas, entre otras.
4.2. Ideal
Ideal, de Granada, nace en el año 1932 dentro de la Editorial Católica (EDICA), empresa periodística de ámbito nacional surgida en 1913 a raíz del nacimiento de El Debate (1910-1936). EDICA, cuya constitución posee una gran presencia de la banca y está ligada a la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNP), se caracterizó por su gran pragmatismo en periodos históricos muy distintos: Restauración Borbónica, II República o franquismo. En el periodo republicano, Ideal apoyó a la CEDA42 tal y como hizo también la Editorial Católica43.
El nacimiento de Ideal concuerda con la política de EDICA, que además de tener El Debate (y luego Ya, que le sobreviviría tras la Guerra Civil), hizo énfasis en la prensa local y regional. Además del diario granadino poseía La Verdad (Murcia), Hoy (Badajoz) o El Ideal Gallego (A Coruña, vendido a la Editorial Celta ya en la Transición). En Andalucía haría otras inversiones como las de El Correo de Andalucía y Nueva Andalucía (Sevilla).
En 1975 Ideal mantiene una historia solvente y estable dentro de la Editorial Católica. A partir de la Transición, el periódico granadino inicia una expansión para ser un periódico de cierta implantación regional. Estableció ediciones en las provincias limítrofes de Jaén y Almería con éxito, pero fracasó en su entrada en Málaga44. Su subtítulo cambió por su vocación regional: "Diario regional de Andalucía"45. Al igual que ABC de Sevilla, defendió el autonomismo andaluz dentro del conjunto de España.
La Editorial Católica será una empresa periodística de notables relaciones con esferas del poder. Varios ministros de UCD de origen demo-cratacristiano serían accionistas: Landelino Lavilla Alsina (presidente de la empresa), Marcelino Oreja Aguirre, José Manuel Otero Novas, Juan Antonio Ortega Díaz-Ambrona, Ignacio Bayón Mariné y Eduardo Carriles Galarraga. Tan sólo el último no fue ministro con UCD en el Gobierno, aunque sí con Adolfo Suárez como presidente46. Pueden sumarse otros nombres como el de Manuel Fraga Iribarne, que fue accionista hasta 197947 (también lo era de PRISA). La empresa apoyó a la UCD48, que estuvo en el gobierno hasta 1982, y luego inició el declive al igual que el partido, éste último de manera mucho más abrupta.
Las conexiones con grandes empresas a través de sus accionistas y consejeros también fueron habituales: Banco de España, Confederación Española de Cajas de Ahorros, Banco Central, Eléctricas Reunidas de Zaragoza, Cristalería Española, Banco Español de Crédito, Petromed, Campsa, Banco Exterior de España, Tabacos de Filipinas, Compañía Telefónica Nacional de España, Banco Hispano Americano, Banco de Bilbao, Renfe, entre otras.
Varios de ellos también estarán presentes en el consejo o serán altos cargos de la Cadena COPE, la emisora radiofónica de la Iglesia (no integrada en EDICA): Eduardo Carriles Galarraga, Bernardo Herraez Rubio, José Andrés Hernández Vicente, Eugenio Galdón Brugarolas y Pedro Antonio Martín Marín. También hay conexiones con el Grupo PRISA en las figuras de Marcelino Oreja Aguirre y Miguel Allué Escudero; y con Prensa Española, puesto que Eduardo Carriles Galarraga y Juan Herrera Fernández estaban casados con Carolina Díaz de Bustamante y María Dolores Rodríguez Martínez-Campos, respectivamente, ambas accionistas de la empresa editora de ABC de Sevilla.
Una ampliación de capital a mediados de los ochenta modificó la composición accionarial de la empresa: la Conferencia Episcopal poseería el 51%, y la Caja de Ahorros de Madrid un 48%49. La empresa volvió a cambiar su composición accionarial al poco tiempo. Se constituía Prensa Unida S.A., ligada a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que adquiría el 51% de la Editorial Católica, mientras que la Iglesia Católica se quedaba con un 28%, la Caja de Ahorros de Madrid, la Caja de Ahorros de Zaragoza, y la Confederación Española de Cajas de Ahorros aglutinaban un 10%, y un 9% quedaba en accionistas individuales50.
La Editorial Católica no consiguió adaptarse a los nuevos tiempos. Le faltó capacidad de modernización en lo tecnológico y su línea editorial viró en exceso hacia la derecha51. En 1988, la Editorial Católica desaparecerá y sus retales, entre ellos Ideal, pasarán al Grupo Correo, el mismo que luego dará lugar a Vocento tras la fusión con Prensa Española.
El cambio de propiedad asentó a Ideal, cuya implantación en Granada, Almería y Jaén le ha hecho ser uno de los diarios de referencia en Andalucía. En 2009 era el diario con más lectores en Andalucía sólo por detrás del malagueño Sur, también perteneciente a Vocento52.
4.3. El Correo de Andalucía
Aparece en 1899 como "diario católico de noticias" fundado por el cardenal Marcelo Spínola y órgano poco después de la Liga Católica. Se materializaba así en la ciudad los postulados de la "Buena Prensa" del papa León XIII53. El periódico, muy doctrinal y conservador, vivió una importante remodelación en los años veinte gracias a su vinculación con la Liga Católica, de la que pasó a depender, y de ésta con la Acción Católica Nacional de Propagandistas (ACNP)54. Ello permitió que El Correo de Andalucía mantuviera una buena relación con El Debate (EDICA) a través del director del diario, José Medina y Togores. El periódico fue cercano a la Dictadura de Primo de Rivera y apoyó a las derechas de la CEDA en la Segunda República, en consonancia a otros diarios de la Editorial Católica como el citado Ideal. No es de extrañar pues, que mostrase su respaldo a los sublevados el 18 de julio.
Tras una época larga y oscura bajo la dirección de José Montoto y González de Hoyuela, con tiradas bajas y un carácter integrista, de naturaleza católica y muy conservadora55, los años sesenta marcaron un giro en la historia del diario. Por un lado, el Concilio Vaticano II le hizo retomar su compromiso con la doctrina social de la Iglesia. Por otro, la llegada al arzobispado de Bueno Monreal influyó para que la empresa iniciase un acercamiento con EDICA. Según Sáez Alba, dentro del periódico se produjo una escisión en dos grupos. El clerical, formado por el Cardenal, EDICA y la ACNP sevillana, que querían la entrada del periódico en la Editorial Católica, y el regionalista, formado por accionistas sevillanos que querían mantener la independencia del diario. Los regionalistas a su vez estaban divididos en los más conservadores, de buenas familias, y el progresista, que se hicieron con el periódico (con Rafael González y José María Javierre como directores)56.
En 1972 EDICA adquirió la mayoría del capital de la empresa. Terminaba la fase progresista y antifranquista. El periódico entró de nuevo en la órbita de la jerarquía eclesiástica y de la ACNP, cercanas a posiciones de la Democracia cristiana. El diario perdió lectores y sufrió el rechazo de la Sevilla antifranquista y de su propia redacción, que se enfrentó al nuevo director. EDICA cedió en menos de un año, si bien mantuvo su porcentaje accionarial. La jerarquía sevillana y antiguos socios de la Editorial Sevillana regentaron otra vez el periódico. Volvió la información a ser más progresista y parte de la combatividad anterior57. Su director entonces, Federico Villagrán, llegó a ser encarcelado por estos escándalos, que incluía la publicación en portada del desembarco de marines estadounidenses en la base naval de Rota en plena revolución de los claveles58.
En esta etapa, el accionariado quedaba compuesto por distintas organizaciones católicas: principalmente el Arzobispado de Sevilla, el Obispado de Córdoba y la citada EDICA, ésta con un 28%59. Con la misma configuración accionarial daría a luz a Nueva Andalucía, un vespertino, que cerraría en 1984. Se caracterizó por una defensa del regionalismo andaluz y fue cercano al PSOE, regionalismo compartido por algunas de las revistas de la época como La Ilustración Regional, cuyo consejo estaría compuesto por figuras que ocuparían cargos políticos autonómicos durante la Transición60. O el caso de Andalucía Libre, revista regionalista, vinculada al nacimiento del Partido Socialista de Andalucía61. También destaca la aparición de Radio Andalucía en 198262. La vuelta de José María Javierre a la dirección cerró ambas63. Las conexiones de EDICA pueden observarse en el subepígrafe de Ideal.
Frente a los otros diarios analizados, El Correo de Andalucía se caracterizará por vaivenes empresariales. En 1986 el capital católico se reduciría al 33% tras la entrada de Arturo Moya Moreno, nuevo presidente del consejo de administración, cercano al Grupo Fierro, y de Emilio Martín, de la empresa Mundicom, próxima al PSOE64, compañía que se había hecho con otras publicaciones procedentes de los MCSE65.
Arturo Moya Moreno había sido diputado con la UCD entre 1977 y 1982, y presidirá Papelera del Mediterráneo, además de sentarse en el consejo del Banco de Granada, y ser vicepresidente de Partecsa, gestionaria del parque temático situado en el recinto de la Exposición Universal de Sevilla de 199266. El Grupo Fierro, al que también estaba vinculado, está ligado al nacimiento de El País y el Grupo PRISA a partir de Arturo Fierro Viña67.
En 1988 acontece un nuevo cambio: Emilio Martín García, que representa a la sociedad Prensa Sur, se hizo con la mayoría de la propiedad. Como se ha expuesto, estaba ligado al PSOE68. Precisamente el PSOE vendería su participación a Emilio Martín en 1998, lo que incluía vender también su parte accionarial en otros títulos andaluces como Córdoba (23'5%), Jaén (22%) y La Vo Z de Almería (33%)69.
El vaivén empresarial llevaría a PRISA, conglomerado mediático líder en español, a comprar El Correo de Andalucía, pero en 2007 el diario sevillano volvió a cambiar de propiedad al siderúrgico Grupo Gallardo, originario de Extremadura, que además había entrado en otros periódicos andaluces como Odiel, de Huelva, y Jaén. La cercanía con el PSOE se mantendría en la figura de José Rodríguez de la Borbolla, ex presidente de la Junta de Andalucía y al frente del consejo editorial.
Sin levantar cabeza, el Grupo Morera & Vallejo, de negocios diversos como el de los seguros o el inmobiliario, comprará el periódico, lanzará un deportivo, El Decano Deportivo, y un canal de televisión, El Correo TV, pero nada de ello pudo evitar el declive la empresa, que clausuró todos sus medios, incluido El Correo de Andalucía en el soporte papel, para quedarse desde 2018 con la versión digital. Finalmente, y a pocos días antes del cierre del número, Prensa Ibérica compró el periódico sevillano en diciembre de 2023. El Correo de Andalucía se une así a una empresa nacional que posee en Andalucía otros diarios como Córdoba o La Opinión de Málaga.
4.4. Sur
Sur fue fundado en febrero de 1937, apenas conquistada Málaga por los sublevados. Surgía de la incautación del diario El Popular y como medio de Falange, que contó también con el vespertino La Tarde. Posteriormente, como otros periódicos falangistas surgidos en las mismas circunstancias, pasó a formar parte de la Cadena de Prensa del Movimiento, organismo oficial de Falange. Pero a diferencia de la mayoría de las cabeceras de la Cadena, Sur fue un periódico con lectores (20.000 ejemplares diarios en los años sesenta) y una saneada economía.
Como el resto de periódicos del grupo, el 22 de abril de 1977 el diario pasó a depender de los MCSE. En 1979 se decretaba el cierre de todos estos medios, aunque la mayoría fueron vendidos en subasta pública en 1984 (con poco éxito por su escasa tirada, cerrando muchos). Sur fue una excepción.
Lo fue porque el diario malagueño se había adelantado al resto de cabeceras de la Cadena con pasos para desvincularse de Falange (retira de su cabecera el yugo y las flechas de Falange el día después de la muerte de Franco). Su tirada subió y se hizo rentable. Fábregas añade que había diversificado su línea editorial y que no puede ser considerado un periódico oficial durante su estancia en los MCSE70. Así, en 1984, Sur se convierte en un caso único: fue el único periódico adquirido por sus trabajadores.
Concretamente, los trabajadores se hicieron con el 35% al que tenían acceso por ley, mientras que la suscripción ciudadana contó con más de 800 pequeños accionistas, aunque no se cubrió el 100% del acciona-riado71. Quedaba organizada la cooperativa Prensa Malagueña. En los ochenta, bajo la dirección de Joaquín Marín, el diario se reafirmó en el mercado periodístico malagueño subiendo sus beneficios y su tirada (28.115 en 1985). Convertido en uno de los principales periódicos de Andalucía, se lanzó a conquistar otras zonas como Melilla o el Campo de Gibraltar y a lanzar el diario Granada 2000 para la capital granadina72.
Los resultados económicos no fueron los esperados y en 1990 la cooperativa tuvo que poner en venta el periódico. Será el Grupo Correo el que lo adquiera dentro de su política de crecimiento local y regional tras haberse hecho con gran parte de los activos de la Editorial Católica. Se impuso a las ofertas presentadas, entre ellas las del Grupo PRISA y Prensa Ibérica.
Desde los años ochenta, paralelo al gran crecimiento del turismo en la provincia malagueña, el diario lanza ediciones en otros idiomas: SUR in English (edición inglesa desde 1984 en papel y desde 1996 en digital) o SUR Deutsche Ausgabe (edición alemana) y, la más reciente edición, SUR en ruso y en árabe magrebí. También se publica Costa del Golf, un periódico mensual dedicado a noticias del mundo del golf fundado en 1983. En 2002 Sur puso en funcionamiento su propio canal de televisión, Canal Málaga.
El Grupo Correo73 tiene su origen en la fundación de El Pueblo Vasco en el año 1910, fusionado con El Correo Español en 1938 durante la Guerra Civil. La empresa periodística ha tenido en el accionariado a la familia Ybarra, principalmente, además de las familias Bergareche y Echevarría. En 1945 se conforma Bilbao Editorial tras la compra de El Noticiero Bilbaíno. Apenas tres años más tarde, Bilbao Editorial se hará con la Sociedad Vascongada de Publicaciones, editora de El Diario Vasco, que había sido adquirido por Prensa Española, editora de ABC. Esa compraventa mantuvo relaciones entre ambas empresas (fusionadas en 2001) a través de Benito Pico, presente en ambas.
El crecimiento de la empresa vasca daría lugar a la creación de dos agencias de noticias, Sapisa y Colpisa. En la década de los ochenta dio el primer salto fuera del País Vasco con la compra de El Diario Montañés cántabro74. El objetivo era comprar periódicos líderes de sus provincias antes que fundar uno nuevo. La empresa también entraría en el negocio de la televisión privada, primero dentro de Antena 3 Televisión, luego dentro de Telecinco. En 1995, el Grupo Correo ya contaba con diez diarios regionales (puede verse en el epígrafe 2), facturaba 31.400 millones de pesetas y daba empleo a 1.560 personas en toda España.
Históricamente, el Grupo Correo estaba ligado por la familia Ybarra a las dos entidades financieras vascas por excelencia: Banco de Bilbao y Banco de Vizcaya, que se fusionan para formar el BBV en 1989 y cuyo presidente será Emilio Ybarra Churruca. Además, José María Aguirre Gonzalo, presidente de la Sociedad Vascongada de Publicaciones, integrada en el Grupo Correo, presidía el Banco Español de Crédito. Por ejemplo, Fernando Ybarra López-Dóriga conecta con otras grandes empresas como Sevillana de Electricidad, Hidroeléctrica Española, Iber-duero o Altos Hornos de Vizcaya. Otras empresas que aparecen a través de otros accionistas y consejeros son Minas de Somorrostro, Babcock and Wilcox, Entrecanales y Távora, Renfe, Agromán o Acerinox.
Se trata de un grupo que representa a la oligarquía vasca de Neguri, el barrio acaudalado de Bilbao. El Grupo Correo también conecta con otras empresas periodísticas. De hecho, su presencia en Antena 3 Televisión le lleva a estar junto con el Grupo Godó, Prensa Española y otras cabeceras locales y regionales. Poseerá, asimismo, acciones en Marca y Expansión, dos periódicos especializados del grupo Recoletos. Jaime Castellanos Borrego, que estaría en Expansión, también ligaba al Grupo Correo. Indirectamente también se alcanza a Prensa Española, pues Ignacio Villalonga Lacave, del Grupo Correo, estaba casado con María del Pilar Rodríguez Martínez-Campos, accionista de Prensa Española.
A reseñar, también, el hecho de que la familia Ybarra es una familia ennoblecida por la monarquía alfonsina en la restauración, al igual que ocurre con los Luca de Tena en el caso de Prensa Española.
4.5. Diario de Cádiz
Diario de Cádiz es, de todas, la cabecera más longeva y la que da lugar al único grupo de comunicación regional, el Grupo Joly. Diario de Cádiz es fundado el 16 de junio de 1867 por Federico Joly Velasco74. Una de las características del diario y del grupo es que se ha mantenido en manos de la familia desde su fundación. Después de un siglo, en los años setenta se crea Ingrasa como empresa auxiliar de artes gráficas en la que, hasta hoy, se elaboran la mayor parte de los periódicos del grupo.
Será en los años ochenta, con la llegada a la dirección de los hermanos Federico y José Joly Horn, cuando comience la expansión del Grupo que se consolida en los noventa. En 1984 se funda Diario de Jerez y en 1989 Europa Sur en la zona del Campo de Gibraltar. Se amplía Ingrasa y se trasladan las rotativas a Puerto Real donde también se instalan los nuevos almacenes de Joldis, empresa distribuidora del Grupo.
En 1996 José Joly Martínez de Salazar, quinta generación familiar, accede a la presidencia y se consolida la expansión del grupo. En 1999 inician la propagación fuera de Cádiz con la fundación de Diario de Sevilla y en 2000 lanzan El Día de Córdoba y adquieren Huelva Información en 200275. Un año después crearán Granada Hoy, y en 2004 Málaga hoy. La expansión por la región se consolida con la fundación de Diario de Almería en noviembre de 2007. Nueve periódicos que cubren casi toda la geografía andaluza. Esta expansión se complementa con la modernización que supuso la creación de Joly Digital, proyecto del grupo en Internet. Como indica su página web: "los diarios digitales del Grupo se caracterizan por su información actualizada: noticias al minuto, suplementos especiales on-line y un enfoque 100% andaluz"76.
Al igual que el resto de la prensa española, el grupo ha sufrido un retroceso de ventas en la década 2008-2019, con una reducción media de los ejemplares vendidos de un 52,21% entre 2008 y 2019, siendo mejores los resultados de Málaga Hoy y peores los de Diario de Córdoba. Diario de Sevilla, que está a la cabeza en el periodo analizado con 19.323 ejemplares de tirada y 15.534 de difusión, dibuja también una línea de tendencia a la baja que, teniendo en cuenta el coeficiente de determinación de 0,98, llegará, en 2024, a colocarse alrededor de los 7.500 ejemplares77
Análisis y conclusiones
Hemos comprobado cómo los acontecimientos históricos, con la guerra, la dictadura y la llegada de la democracia, tuvieron gran impacto en buena parte de la prensa. No solo desaparece la Cadena de Prensa del Movimiento surgida con los diarios de izquierda incautados y puestos en manos de Falange, la libertad de prensa permitirá que surjan gran cantidad de cabeceras llegada la democracia. De los periódicos que vienen de la etapa anterior observamos que los conservadores se adaptaron mejor (caso de Diario de Cádiz o Sur) o peor (caso de la prensa católica, como El Correo de Andalucía). Si algunos mantuvieron sus conexiones con el pasado cercano o remoto (caso de la monarquía recuperada en ABC) otros pasaron del mayor conservadurismo a la lucha antifranquista, caso de El Correo o del falangismo a la apertura editorial con éxito (caso de Sur).
La prensa local experimenta la lógica mercantil que se produce a gran escala. Si el capital extranjero entra con facilidad en las industrias nacionales, el proceso globalizador también conlleva que las grandes empresas nacionales absorban lo local. Todo se agrupa en grandes estructuras, las más pequeñas desaparecen o se mantienen en un papel residual, como el caso de El Correo de Andalucía. Sólo algunos casos como Jaén o La Voz de Almería (no analizados en profundidad en este artículo) permanecen fuera de grandes grupos de comunicación en la actualidad, aunque sí han pertenecido a grandes conglomerados anteriormente (Grupo PRISA). Intentos cooperativos como el de Sur entre 1984-1990 no pueden competir y son comprados por grandes conglomerados mediáticos.
La evolución de 1975 hasta hoy, bien entrado el siglo XXI, lleva a que la prensa de papel diaria en Andalucía tenga claramente dos dominadores: Grupo Joly y Vocento. Prensa Ibérica, otra de las grandes empresas periodísticas con gran implantación regional, ha entrado recientemente en Andalucía a través de su adquisición del Grupo Zeta, originario de Cataluña, en 2019, además de adquirir recientemente El Correo de Andalucía. Prensa Ibérica es propiedad de la familia Moll, procedente de Aragón, pero sus primeras inversiones periodísticas fueron en las Islas Canarias.
En comparación, las cuatro nacionalidades históricas de España (Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía) muestran situaciones distintas, aunque con alguna similitud. Para el caso andaluz, existe en el Grupo Joly un grupo de comunicación regional, aunque se basa en diarios locales en varias capitales de provincia. Era una situación similar a la del País Vasco, cuando el Grupo Correo poseía El Correo y El Diario Vasco, aunque como líderes en sus provincias. Joly no alcanza el liderazgo en todas las provincias en las que está presente. Además, el Grupo Correo acabó formando Vocento, empresa periodística que traspasó los límites del País Vasco para tener cobertura por toda España, incluyendo algunos diarios andaluces de referencia.
En cuanto a Cataluña y Galicia, ambas poseen cabeceras regionales como La Vanguardia o La Voz de Galicia. La Vanguardia pertenece al Grupo Godó, de origen catalán, pero con cobertura por todo el territorio español; La Voz de Galicia pertenece al Grupo La Voz, gallego. Cataluña, además, tiene otro periódico relevante, El Periódico de Cataluña, desde 2019 integrado en Prensa Ibérica, con presencia también en Andalucía. De las cuatro, Andalucía es la que tiene un tejido periodístico puramente regional más endeble.
No sólo algunos de los diarios más importantes en Andalucía pertenecen a estructuras nacionales, sino que además están dentro de la estructura mediática, del sistema de medios de comunicación, puesto que estas grandes empresas están conectadas entre sí, de manera directa o indirecta.
Pero además debe tenerse en cuenta que estas grandes estructuras nacionales no son simplemente empresas periodísticas, sino que conectan con diversas esferas de poder de importancia, como las principales empresas del país o algunas de las principales fuerzas políticas, en muchos casos con aquellas que están en el gobierno (casos de UCD o PSOE). Las principales cabeceras andaluzas están cercanas a grandes fuerzas de poder a nivel nacional.
Las conexiones con grandes empresas van en consonancia a la influencia de la economía de mercado sobre el sector de los medios de comunicación: concentración y absorción de los más grandes. A nivel histórico, la liberalización de la economía en los sesenta inició el desgaste de la dictadura franquista por su contraste con la falta de libertad política. Algo similar ocurre con las fuerzas políticas, puesto que su conexión con partidos presentes en el gobierno, permite observar una sinergia con el poder político, en un proceso de cambios y la consolidación de los mismos como los que se viven a partir de la Transición Española.
Estas conexiones, además, suelen repetirse: es frecuente ver las mismas grandes empresas, los mismos grandes medios, y las mismas fuerzas políticas, por lo que, en realidad, en lo que aparenta ser un sistema de varias empresas, marcas y opciones, los círculos que se conectan a partir de la propiedad de cada uno, son más estrechos y, en el caso andaluz, desligados de su ámbito regional.
Se constata que en el poliedro complejo de la estructura de propiedad de los principales medios locales en Andalucía, convergen diversas esferas del poder, más allá del territorio andaluz. La prensa diaria andaluza está ligada al mercado, a la clase política (procedente del franquismo y no) o a la monarquía. Y conforma, además, un sistema de medios corporativos, puesto que se encuentran conectados entre sí, ya sea indirectamente a través de esas empresas, de esos partidos, por la corona, o por fusiones y medios de comunicación compartidos.
La democratización liberal y la consolidación de la economía de mercado ha acentuado estos fenómenos, pero la sincronía abarcada por este artículo muestra que no es un hecho exclusivo de las últimas décadas. Y en ello se encuentra una prensa local que, en el caso de la andaluza, está integrada en estructuras más grandes a nivel nacional.