La lactancia materna es saludable, deseable y placentera tanto para las madres como para sus bebés. Asimismo, los beneficios que esta trae consigo para la madre y el infante han sido ampliamente demostrados. A pesar de ello, en este momento histórico, el término lactancia materna y todo lo que conlleva es un paradigma que debe reorientarse 1, y, para ello, es importante interrogarse sobre las razones socioculturales detrás de la lactancia materna más allá de las puramente biomédicas 2. Históricamente, la lactancia materna ha sido considerada como una elección exclusiva de la madre, una decisión que ella tomaba no en nombre de la naturaleza o la razón, sino para establecer un vínculo afectivo más estrecho con su hijo 3. Sin embargo, ¿en qué medida esta elección es verdaderamente propia, considerando que la política, las religiones, las culturas y otros aspectos contextuales afectan directamente las decisiones de las madres, que han sido influenciadas por su entorno 4? Es por esta razón que a continuación se explorará brevemente la lactancia materna no solo como una práctica beneficiosa para los bebés, sino como una práctica actual que empodera y reconoce el valor de las mujeres y las madres.
Para empezar, la lactancia materna es un derecho reproductivo 5 que debería ser ejercido por las mujeres de una manera informada. Es por eso que, desde 1980, en la Convención sobre los Derechos del Niño, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció en el artículo 24 que la lactancia materna debe ser conocida por todos los sectores de la sociedad, incluyendo los padres, madres, niños y niñas 5. Asimismo, en 2016, la misma organización reconoció la lactancia materna como un derecho humano que debe ser protegido 6. Además, en el país, en el Plan Decenal de Lactancia Materna 2021-2030, según la Declaración Conjunta de los Relatores Especiales sobre el Derecho a la Alimentación, el Derecho a la Salud, el Grupo de Trabajo sobre la Discriminación contra la Mujer y el Comité sobre los Derechos del Niño, se establece que la lactancia materna debe considerarse como un asunto de derechos humanos para las mujeres gestantes y lactantes, las madres, las niñas y los niños, siendo exclusiva hasta los seis meses y manteniéndose como mínimo hasta los dos años. Por lo tanto, debe ser protegida y promovida en beneficio de todos 7. La decisión de amamantar o no y durante cuánto tiempo es, en última instancia, de la mujer, un derecho plasmado en el artículo 12 de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), donde se establece que los Estados deben garantizar a las mujeres los servicios apropiados durante su embarazo y lactancia, con el fin de eliminar la discriminación contra las mujeres gestantes y lactantes 8.
Sin embargo, a pesar del aumento de los derechos en esta área, sigue habiendo insuficiencia en proporcionar a todas las mujeres, independientemente de su condición socioeconómica, nivel educativo, oportunidades, sistema de salud y condiciones sociopolíticas, el apoyo y control necesarios sobre sus cuerpos y vidas para tomar decisiones responsables que respeten su dignidad y la de sus hijos 5. Existe la necesidad de una intervención multinivel e intersectorial de comunicación y sensibilización sobre la lactancia materna, con un enfoque en los derechos de las mujeres lactantes, la no discriminación hacia las mujeres gestantes y lactantes, y el derecho a una nutrición óptima para los niños 5. Esta intervención debe ser realista y abordar tanto los inmensos beneficios de la lactancia materna como las dificultades emocionales y económicas que implica para las mujeres que deciden amamantar de manera autónoma. Además de considerar los determinantes sociales de la salud, un enfoque interseccional sería beneficioso para abordar las condiciones que favorecen la lactancia materna.
La promoción de la lactancia materna debe incluir el trabajo en políticas que promuevan el bienestar físico, social y económico tanto de las madres como de los niños, y evitar cualquier efecto negativo para las mujeres que eligen amamantar 1. De esta manera, se garantizará que las decisiones de las mujeres de amamantar no resulten en la pérdida de su seguridad económica o de cualquier derecho o privilegio que les corresponda 9. Por lo tanto, es fundamental entablar diálogos con diferentes culturas, estratos socioeconómicos y contextos diversos para comprender a las mujeres en todo el país y poder formular políticas más efectivas a nivel nacional y departamental.
Por otro lado, no solo se necesitan más y mejores políticas; también es fundamental encontrar diferentes herramientas que brinden información imparcial sobre los costos y beneficios de la lactancia materna y sobre los costos y riesgos de la alimentación alternativa a la población 9. Todas las personas, no solamente las mujeres, deben tener conocimientos sobre lactancia materna y los beneficios de la leche humana, así como sobre los costos humanos y económicos que significa lactar no solo para la familia lactante, sino para la sociedad incluidos los sitios de trabajo. Por ejemplo, se ha demostrado que la lactancia materna tiene innumerables beneficios para los bebés, y es importante resaltar los significativos beneficios que también ofrece a las madres, como la reducción del riesgo de cáncer de mama, cáncer de ovario, hipertensión y enfermedades cardiovasculares 10,11. Además, durante la lactancia materna, se produce un aumento en los niveles de oxitocina, que no solo contribuye al vínculo afectivo entre madre e hijo, sino que también desempeña un papel en la regulación del estrés, la depresión y la ansiedad materna a lo largo del tiempo 12. Sin embargo, es crucial difundir ampliamente esta información para no pasar por alto aspectos fundamentales de esta práctica.
De no informar debidamente a la población y de no mejorar las políticas, seguirán existiendo diversos argumentos en contra de la lactancia materna y la toma de decisiones estará sesgada por la desinformación. Por ejemplo, se ha expuesto que la promoción de la lactancia materna ha impuesto la culpa materna de manera inapropiada, enfatizando el papel de la culpa en la restricción de la autonomía de las mujeres e imponiendo la regulación del cuerpo materno. Se ha establecido también que en una cultura heteronormativa que pone tanto énfasis en los senos como objetos sexuales, una mujer que amamanta a su bebé constantemente se ve como desexualizada en el acto desinteresado de nutrir a su bebé 12. No obstante, para que estos argumentos pierdan valor, y para que la lactancia materna sea un proceso social y biológico en el que la mujer tenga verdaderamente el derecho a la libre determinación, es necesario que sea correctamente conocida y defendida. De esta forma, las mujeres se empoderarán cuando se reconozca el valor tanto de su trabajo productivo como reproductivo 10. Con un cambio en los derechos y las políticas, las mujeres podrán amamantar con orgullo en público y la sociedad comprenderá que cualquier violación de su derecho a amamantar es una violación de sus derechos como mujer.
No obstante, esta no es una responsabilidad exclusiva del Estado ni del Gobierno colombiano. Es una labor en la que la corresponsabilidad de la sociedad, las comunidades, las familias, los sectores públicos y privados, la industria y los medios de comunicación es fundamental. Todos debemos contribuir para que no sea necesario que las mujeres que amamantan tengan que luchar por su derecho a hacerlo, sino que sea una tarea conjunta donde cada persona, desde su rol y función, trabaje para que cada mujer pueda tomar decisiones autónomas sobre la forma de alimentar a sus bebés. Esta elección debe basarse en los beneficios y desventajas de los diferentes métodos de alimentación, siempre respetando la decisión de la mujer de manera libre de prejuicios 13. La lactancia materna es beneficiosa tanto para la mujer como para el bebé, así como para las familias, las comunidades y los gobiernos, y también contribuye al cuidado del medio ambiente 11.
Al reconocer esto, se podrán desarrollar políticas que protejan a las mujeres gestantes y lactantes no solo como madres, sino como mujeres en su totalidad ♣