Introducción
El estrés se define como una interacción dinámica entre el individuo y el medio ambiente que genera alteraciones a nivel cognitivo, emocional y conductual1. Esta experiencia emocional puede ser positiva en episodios cortos, cuando contribuye a implementar la autoeficacia, factor importante en la regulación del estrés y capacidad del individuo para desempeñarse adecuadamente ante situaciones difíciles2. Sin embargo, el estrés prolongado, puede ser negativo3, induciendo cambios bioquímicos y fisiológicos que repercuten sobre el comportamiento del individuo4.
En el ámbito académico, el estrés ha tomado relevancia por su relación con la presencia de frustración y el fracaso académico del estudiante5. Este estrés, surge por la interacción entre factores estresantes ambientales y las reacciones de los estudiantes6, que pueden ser fisiológicas, físicas, psicológicas y comportamentales7.
Los estudiantes de Ciencias de la Salud se exponen a condiciones que actúan como estresores adicionales en su formación académica, incluyendo tener que brindar atención a los pacientes con actitud empática, ejecutar procedimientos complejos que generan dolor, estrés y miedo en sus pacientes8. Actualmente se han identificado como estresores, la sobrecarga de tareas, fracasos, competiciones y malas relaciones entre estudiantes y profesores9. Una revisión sistemática reportó que los estudiantes de odontología experimentan cantidades significativas de estrés10, una posible explicación radica en que el plan de estudios11, requiere que los estudiantes adquieran competencias en el ámbito teórico y clínico; generando un estilo de vida agotador, que repercute en el bienestar físico y mental. Además, existen otros estresores como la exposición a exámenes, al paciente e incertidumbre ante una situación clínica, aumento de la carga de trabajo, falta de tiempo para realizar las actividades, que puede condicionar a futuro el rendimiento académico y salud del estudiante12-14. Así mismo, se ha documentado el efecto de la familia en el desempeño académico del estudiante y el efecto negativo en presencia de conflicto familiar y divorcio, por esto, los grupos de apoyo como los amigos, la tipología y función familiar, son otros factores a considerar15. En Colombia, en la Ciudad de Cartagena, una investigación en estudiantes de odontología reportó, cifras altas de estrés académico y mayor nivel de estrés en estudiantes con disfuncionalidad familiar16. Por lo anterior, el objetivo del presente estudio fue analizar el estrés académico, factores demográficos y familiares en estudiantes de Odontología de una Escuela privada en Cartagena (Colombia), durante el I periodo académico del año 2018.
Materiales y métodos
Tipo de estudio
Estudio descriptivo de corte transversal con 158 estudiantes de odontología, seleccionados mediante muestreo no probabilístico a conveniencia. Fueron excluidos seis estudiantes que omitieron información al diligenciar el instrumento o que fueron filtrados mediante ítem del inventario SISCO.
Para la recolección de información se diseñó un cuestionario para las variables sociodemográficas (edad, sexo, semestre, nivel socioeconómico y estado civil) y tipología familiar que fue validado mediante criterio de expertos valorando pertinencia y suficiencia de las categorías. Posteriormente, se realizó una prueba piloto en estudiantes con similares características de otra institución para identificar el grado de comprensión del cuestionario. Para obtener información respecto a la funcionalidad familiar y soporte de amigos, se aplicó el APGAR familiar que involucra funciones básicas de la familia (Adaptación, Participación, Gradiente de recurso personal, Afecto y Recursos), este instrumento propuesto originalmente por Smilkstein incluye los amigos, lo cual resulta útil para determinar si existe un recurso de soporte al cual acudir cuando la familia vive lejos o existe disfuncionalidad, siendo traducido y validado en castellano, mostrando buena consistencia interna (α de Cronbach=0,86)17.
Para obtener información referente a estrés académico, se aplicó el inventario SISCO, validado en México en 2007, con un valor de confiabilidad de 0,8718 y validado en Colombia en adultos jóvenes de la Universidad Industrial de Santander19. El inventario está conformado por 31 ítems distribuidos así: Un ítem filtro, planteado en términos dicotómicos (sí-no) que permite determinar si el encuestado es o no candidato para contestar. Un ítem tipo Likert de cinco valores numéricos (donde 1 es poco y 5 mucho) para determinar el nivel de intensidad del estrés académico. Ocho ítems tipo Likert (nunca, rara vez, algunas veces, casi siempre y siempre) que corresponde a la frecuencia en que las demandas del entorno son valoradas como estímulos estresores. Quince ítems concernientes a la presencia de síntomas o reacciones al estímulo estresor. Seis ítems referentes a la frecuencia de uso de estrategias de afrontamiento. Se realizó una estandarización del grupo de estudiantes, empleando un patrón de referencia en aplicación de instrumentos.
Análisis estadístico
Para el procesamiento y análisis estadístico, se realizó una tabulación en el software Excel versión 2016, posteriormente exportada al software IBM SPSS Statistics 19® versión para Windows®. Las frecuencias con que se presentan los síntomas o reacciones al estímulo estresor y de afrontamiento fueron dicotomizadas en categorías baja y alta frecuencia para su análisis e interpretación a partir de puntos de corte, de la siguiente manera: para síntomas o reacciones frente al estímulo estresor tipo “reacciones físicas”, “estrategias de afrontamiento” (baja frecuencia ≤24 puntos, alta frecuencia ≥25) y finalmente “reacciones psicológicas” y “comportamentales” (baja frecuencia ≤10 puntos, alta frecuencia ≥11). Se aplicó estadística descriptiva considerando frecuencias, porcentajes e intervalos de confianza del 95%. Para establecer asociación entre variables se aplicó la prueba X2 asumiendo un límite de decisión de 0,05.
Consideraciones éticas
El estudio consideró la Normativa Nacional vigente (Resolución 008430 de 1993)20 y las normas éticas estipuladas en la Declaración de Helsinki21. Se sometió ante Comité de Ética interno del programa (Acta 1082017). Previo a la recolección de información, todos los participantes firmaron consentimiento informado, a quienes se explicó los del estudio, los beneficios y la posibilidad de retiro del estudio cuando lo consideraran, finalmente se dio garantía de resguardo y confidencialidad de la información.
Resultados
El promedio de edad de los participantes fue 21 años (DS ±3,2), donde más de la mitad fueron mujeres y predominó el estrato socioeconómico medio, la distribución por semestre mostró diferencias cercanas al 4% entre semestres básico y clínico. La mayoría de los participantes eran solteros. Además, el 80% de los sujetos reportó tener una familia nuclear. Respecto al APGAR familiar, cerca de la mitad de los participantes presenta algún tipo de disfuncionalidad familiar y casi un tercio carece de soporte de amigos (Tabla 1).
En referencia a la frecuencia de los elementos de demandas del entorno como estímulo estresor , poco más del 40% de los estudiantes declaró que siempre, o casi siempre, se sintió estresado por “sobrecarga de trabajos” y “evaluación de los profesores”. Los estudiantes manifestaron sentirse estresados rara vez o algunas veces por no “entender temas en clase” (79,1%) y “Tiempo limitado para hacer el trabajo” (65,8%).
En las frecuencias de los elementos de la dimensión síntomas o reacciones frente al estímulo estresor, para las “reacciones físicas” se reportó con siempre o casi siempre, la presencia de “dolores de cabeza” y “somnolencia” en más del 30%, seguido de “trastornos del sueño”, “fatiga crónica”, en más del 20%. En tanto, para las “reacciones psicológicas” se reportó siempre o casi siempre presentar “inquietud” (24,1%), “sentimientos de opresión/tristeza” (22,1%), “ansiedad, angustia, desesperación” (21,4%) y cerca del 15% presentar “agresividad e irritabilidad” y “problemas de concentración”.
En la dimensión reacciones comportamentales, el 28,8% de los estudiantes perciben que siempre o casi siempre existe “Aumento o disminución en el consumo alimentos”, seguido por la “tendencia a discutir” y “aislamiento” (12%). En la dimensión estrategias de afrontamiento , se mostró que las estrategias más utilizadas por los estudiantes (en categoría siempre o casi siempre) para afrontar situaciones que inducen preocupación o nerviosismo fueron “elaborar un plan y ejecución de ideas”, “defender ideas o sentimientos sin dañar a otros”, seguido de “búsqueda de información” y finalmente, “religiosidad” (oraciones o asistir a misa) (Tabla 2).
En relación al inventario SISCO, se encontró que todos los estudiantes presentaron en algún momento situación de estrés con un promedio de 3,4 y nivel de preocupación entre moderado a mucho en más del 85% de los participantes. Se encontró alta frecuencia en que las demandas del entorno son valoradas como estímulos estresores, reacciones psicológicas y reacciones comportamentales (42,4%, 74,6%, 41% respectivamente) (Tabla 3).
Al establecer asociaciones entre las variables sexo, nivel socioeconómico, semestre, estado civil y las dimensiones del estrés, sólo se encontró significancia estadística para alta frecuencia de inquietud en situaciones cotidianas y pertenecer a los semestres básicos (p=0,01); así mismo ser mujer tuvo baja frecuencia de uso de estrategias de afrontamiento (p=0,009). Respecto a las variables tipo de familia, funcionalidad familiar, soporte de amigos y las dimensiones del estrés, se reportó asociación significativa para alta frecuencia de síntomas/reacciones comportamentales y presencia de disfuncionalidad familiar (p=0,001); aquellos estudiantes con buena funcionalidad familiar y soporte de amigos tuvieron alta frecuencia de uso de las estrategias de afrontamiento (p=0,008 y p=0,01, respectivamente) (Tabla 4).
*p valor con significancia estadística (p≤0,05)
Discusión
El presente estudio permitió la caracterización demográfica, familiar y su relación con estrés académico en estudiantes de odontología. La principal limitación corresponde al diseño transversal, pues el estrés es fluctuante en el tiempo, por ende, se sugiere un estudio longitudinal, para obtener información complementaria como identificación de los momentos del semestre en que se presentan picos de estrés y así realizar las intervenciones necesarias.
Por otro lado, se evidencia que todos los participantes presentaron estrés en las categorías más altas, semejante a los resultados reportados por Díaz et al.22) en Colombia, Evaristo y Chein23 en Perú, Parra24 en Chile, lo que quizás obedezca a similitudes existentes en el contexto de Latinoamérica y el modelo de educación superior25,26.
Dentro de los factores que pueden influir en la respuesta y comportamiento ante situaciones cotidianas generadoras de estrés, es importante reconocer la familia, pues en su interior se imparten valores, creencias y costumbres que ayudan a desarrollar habilidades y competencias sociales de beneficio físico y emocional, por lo cual una familia funcional, podría considerarse un factor protector27.
En el presente estudio se destacan cifras de disfuncionalidad familiar en casi la mitad de los estudiantes, resultado similar a lo previamente reportado por Díaz et al.22 y Madera et al.28 en Colombia. Adicionalmente, este estudio encontró asociación entre disfunción familiar y alta frecuencia de síntomas o reacciones comportamentales al estímulo estresor; lo cual quizás se debe a que en presencia de desequilibrios en la dinámica familiar, los jóvenes tienden a asumir reacciones negativas (elementos inmersos en las reacciones comportamentales) que podrían afectar sus relaciones interpersonales y provocar bajo rendimiento académico29.
En referencia a las dimensiones específicas de SISCO, las situaciones cotidianas que generaron estrés con alta frecuencia fueron la “sobrecarga de trabajos y tareas” y “evaluación de los profesores”. Resultados similares para estudiantes de ciencias de la salud fueron reportdas por Jerez y Oyarzo14 en Chile y para estudiantes de odontología Evaristo y Chein23 en Perú, Parra et al.24 en Chile, De la Llata y Lozano7 y Macbani et al.30 en México.
Para el caso de las tareas, aunque son herramientas complementarias de instrucción para el rendimiento académico, pueden ser una fuente de ansiedad cotidiana31. Debido a esto, es necesario realizar restructuraciones, buscando equilibrar la carga de actividades, disminuyendo el estrés por esta causa.
Para el caso de las evaluaciones, los estudiantes se mostraron inquietos por sus calificaciones, importantes para el promedio académico el cual es un determinante de eventos futuros como estudios de especialización o vinculación al mercado laboral32,33. Así mismo, existe alta frecuencia de inquietud en situaciones cotidianas en estudiantes de semestres básicos, quizás porque durante estos semestres se cursan asignaturas teóricas y existe incertidumbre respecto al futuro desarrollo de asignaturas que implican prácticas preclínicas, de laboratorio y finalmente prácticas de clínica. Respecto a esto, la evidencia señala que los niveles de estrés varían acorde al año de formación, siendo frecuente encontrar mayor nivel de estrés en los últimos años34, pero también, los aumentos significativos de estrés coinciden con transiciones entre las etapas didácticas, preclínicas y clínicas de la carrera10. En las reacciones físicas más frecuentes, los estudiantes reportaron “dolores de cabeza”, “somnolencia”, seguida por “trastornos en el sueño” y “fatiga crónica” resultado similar reportó Díaz et al.22, Evaristo y Chein23, Parra et al.24, aunque estos últimos con cifras superiores. Estas reacciones pueden obedecer a la compleja situación que vive el estudiante y los múltiples compromisos que debe cumplir. En las reacciones psicológicas presentes en menos de un tercio de los participantes, la más frecuente fue “inquietud”, seguida de “sentimientos de presión/tristeza”, “ansiedad, “desesperación”, resultados que difieren muy poco de lo reportado por Parra et al.35, estas reacciones ameritan precaución, al condicionar negativamente el desempeño académico de los estudiantes y la relación empática que deben forjar con sus pacientes.
En el presente estudio las estrategias de afrontamiento más frecuentes fueron “elaborar un plan y ejecución de ideas” seguido de “defender ideas o sentimientos sin dañar a otros” y “búsqueda de información sobre situación”, explicación que probablemente corresponde a que el modelo educativo institucional, promueve un aprendizaje autónomo y actitud reflexiva de sus estudiantes, tal como lo ha sugerido Parra et al24. Pertenecer al sexo femenino mostró asociación con baja frecuencia de uso de estrategias de afrontamiento, resultado similar reporta Anbumalar et al.36, esto sugiere para próximas investigaciones identificar diferencias acordes al sexo.
Finalmente, los estudiantes con buena funcionalidad familiar y buen soporte de amigos emplean con mayor frecuencia estrategias de afrontamiento, quizás porque en estos grupos de apoyo social se encuentra respaldo para responder ante situaciones estresantes37,38.
Conclusiones
Los principales factores identificados y de interés fueron pertenecer a semestres básicos, ser mujer y presencia de disfuncionalidad familiar. Ante la presencia de disfuncionalidad familiar y nivel de preocupación moderado, existen factores que requieren intervención inmediata por parte de bienestar universitario, pues son una señal de alerta para prevenir la progresión hacia estadios desfavorables en la salud y en el rendimiento académico del estudiante de odontología. Se recomienda el estudio longitudinal del estrés y sus factores relacionados en el área de la salud con rendimiento académico y empatía.