Introducción
Las aulas hospitalarias se pueden considerar como una estrategia diseñada y adaptada para las y los estudiantes pacientes, quienes enfrentan una situación de enfermedad transitoria o definitiva, propician la continuidad educativa, desde un currículo flexible y adaptado frente a las aulas regulares, entendidas como los espacios en donde se imparte el conocimiento en escuelas, liceos y colegios.
Al ser escenarios educativos, las dos modalidades (hospitalaria y regular) imparten los conocimientos dados por las normativas y estándares, emitidos por los Ministerios de Educación y las Secretarías de Educación, en cada país. Evidentemente los contextos educativos cambian, en el caso de las clínicas, hospitales o domicilios, en donde los estudiantes deben habitar de forma temporal, recurrente o en algunos casos de forma definitiva, tendrán restricciones generadas por las distintas situaciones de salud y asociadas a sus diagnósticos médicos.
En cada país, las aulas hospitalarias han surgido a raíz de las situaciones de enfermedad que, en su mayoría, generan largos periodos de hospitalización en los servicios de pediatría. Uno de los antecedentes más conocidos surge en la década de 1960, a causa de la epidemia de poliomielitis, la cual generó repercusiones y ausentismo escolar en las escuelas, razón por la cual en España se abren diferentes aulas hospitalarias destinadas a la atención educativa, bajo el título de unidades de enseñanza especial [1]. Otro antecedente se da luego de las guerras mundiales, por la necesidad de generar cuidados en la salud física y psicológica de la niñez y juventud víctimas del conflicto, encontrando en la educación un mecanismo de apoyo en la recuperación de los pacientes pediátricos.
Entre los tratamientos y procedimientos médicos, existen unos tiempos libres para la niñez y juventud hospitalizada, los cuales son propicios para continuar sus procesos educativos, es allí donde toma significado y relevancia la pedagogía hospitalaria, tal y como lo proponen José Luis Simancas y Aquilino Polaino:
Entendemos por pedagogía hospitalaria, aquella nueva rama de la pedagogía, cuyo objeto de estudio, investigación y dedicación es el educando hospitalizado ... con el fin de que continúe progresando en el aprendizaje cultural y formativo, y muy especialmente en el modo de saber hacer frente a su enfermedad, en el autocuidado personal y en la prevención de otras posibles alteraciones de su salud. [2]
Toma mayor relevancia investigar y dedicar atención al proceso de aprendizaje del educando hospitalario, la importancia del autocuidado y relacionarlo con su entorno cultural y socioemocional. Por su parte, Violant et al,, mencionan que:
La Pedagogía Hospitalaria, tal como se concibe en la actualidad se desarrolla mediante la acción de profesionales de diferentes disciplinas, cuyas funciones se articulan para alcanzar un objetivo común que es el bienestar y la calidad de vida de las personas hospitalizadas, dicha acción profesional debe planificarse teniendo en cuenta los cambios actuales respecto al modelo asistencial, la realidad social, a las necesidades de la persona con enfermedad y al modelo educativo [3].
Al ser un campo de acción y de estudio interdisciplinarios, promueven el bienestar de los educandos hospitalarios, así como las nuevas relaciones sociales transitorias, que se dan en el ámbito clínico y que priman por la recuperación de la salud del paciente estudiante, siendo la educación un pilar importante del desarrollo cognitivo, basado en intereses y motivaciones de cada paciente.
Se puede evidenciar la sincronía y la importancia que tiene la niñez y juventud en situación de enfermedad, en todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, mediado no solo por el docente, sino por todo el ecosistema educativo temporal, que representan tanto los hospitales como los domicilios, en pro de la recuperación del paciente, sin dejar de ser un sujeto de derechos y garantizando su continuidad escolar.
En el contexto colombiano, el Ministerio de Educación Nacional define a las aulas hospitalarias como:
Un espacio específico, adecuado, preparado en el Hospital, con las condiciones propias de bioseguridad y normas técnicas establecidas por el sector de la salud, para atender a la población en la promoción del equilibrio emocional y afectivo, el desarrollo de la resiliencia y el apoyo académico especial, mientras se encuentra en este centro médico [4].
Las aulas hospitalarias son entornos físicos que se ubican en los hospitales para atender pedagógicamente a niños, niñas y adolescentes que ingresan y permanecen por continuos períodos de tiempo [5]. Aun así, las aulas hospitalarias también se pueden entender como el grupo de docentes que transitan entre los diferentes servicios de pediatría en las clínicas y hospitales, hogares de paso (para los educandos hospitalarios y sus familias, cuando provienen de otras ciudades o regiones), domicilios de los pacientes o desde la virtualidad.
Los educandos hospitalarios cuando están hospitalizados se les atiende en el entorno físico, al interior del hospital, el cual puede ser el aula hospitalaria o la habitación (sala-cama), el siguiente cuadro permite evidenciar los aspectos comparativos entre el Aula Hospitalaria Fija y el Aula Hospitalaria Móvil:
Aula hospitalaria fija | Aula hospitalaria móvil |
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Trabajo en el espacio destinado al aula fija con todo el equipamiento y mobiliario en la planta de pediatría | Trabajo en la habitación con el paciente estudiante, en la medida de las posibilidades de salud y estado de ánimo |
Atención grupal e individualizada | Atención individualizada |
Flexibilidad a la hora de programar las actividades tanto académicas como recreativas | Flexibilidad a la hora de programar las actividades tanto académicas como recreativas |
Se facilitan los equipos del aula según la edad del paciente-estudiante para realizar las actividades académicas y recreativas | Se facilita el uso de la laptop y dispositivos móviles del aula móvil para realizar las actividades académicas y recreativas |
Integración de los padres al proyecto de aprendizaje | Integración de los padres en la actividad académica o recreativa a través del diálogo y uso de la laptop juntamente con el paciente-estudiante |
Las actividades son socializadas con los pacientes-estudiantes, sus padres y el docente del aula | Las actividades se comparten con el paciente estudiante, el padre y docente, durante la visita y la atención individualizada en la sala de hospitalización o en las áreas restringidas |
Fuente: Adaptado del libro REDLACEH: diez años de trayectoria (2019)1
Se podría concluir previamente, tal como lo menciona Molina, que la pedagogía de la hospitalidad tiene como foco a las y los estudiantes en situación de enfermedad, con el objetivo de garantizar el derecho y acceso a la educación, generar su bienestar desde las dimensiones socioemocionales, artísticas, culturales y cognitivas, basadas y adaptadas a los intereses y motivaciones, llegando a la aproximación de un modelo educativo flexible particular [6].
Planeando las Rutas
Las Rutas de la Hospitalidad, fueron proyectadas durante el año 2021, en medio de los confinamientos establecidos por las naciones a raíz de la pandemia por COVID-19, con la intención de conocer y visitar Aulas Hospitalarias en los países de Chile y Argentina. A finales del año 2021, se fueron abriendo las fronteras y con ello la posibilidad de hacer realidad las rutas de la hospitalidad, viajando durante todo el mes de abril de 2022 y generando redes con colegas en el ámbito de la pedagogía hospitalaria.
Este proyecto surge del interés y la motivación de conocer más de cerca la cotidianidad de las Aulas Hospitalarias, sus transformaciones, luego del confinamiento y las estrategias de acción basadas en los intereses y motivaciones de los educandos hospitalarios y aquellas estrategias implementadas por los docentes para desarrollar procesos de aprendizaje, como parte integral de los estudiantes pacientes. Al respecto, García propone:
Los seres humanos aprendemos, no se nos enseña. Así, en la medida que cada vez se nos estimule más el autoapren- dizaje podemos desarrollar mayores capacidades para vivir, sobrevivir y subsistir de maneras más autónomas y por lo tanto menos dependientes [7].
Las rutas de la hospitalidad fueron autofinanciadas y contaron con el apoyo de colegas de los tres países visitados, quienes fueron guías y anfitriones, tomando mayor relevancia la definición de hospitalidad.
Rutas por Chile
El primer país de la Ruta fue Chile, allí la primera ciudad visitada fue Santiago, su capital, teniendo una reunión presencial con la Doctora Sylvia Riquelme, presidenta de la REDLACEH y con Camila Scarabello, directora de la Fundación Educación Inclusiva. Chile es un país que se caracteriza por tener una política clara y de impacto en todo su territorio, respecto a la modalidad educativa hospitalaria y domiciliaria, tal como lo menciona la Ley General de Educación, específicamente el artículo 23, inciso 4:
Se efectuarán adecuaciones curriculares para necesidades educativas educacionales específicas, tales como las que se creen en el marco de la interculturalidad, de las escuelas cárceles y de las aulas hospitalarias, entre otras [8].
Otras leyes se han venido estableciendo, respecto a los lineamientos curriculares, la atención domiciliaria, el funcionamiento de Escuelas y Aulas Hospitalarias.
Desafortunadamente la pandemia puso en riesgo el funcionamiento y desarrollo de esta modalidad educativa y el panorama ha ido mejorando, gracias al final del confinamiento y los procesos de promoción y prevención en salud, para afrontar el COVID-19 por parte de este país.
Según publicación del diario edición 0, del 10 de mayo de 2021, en Chile existen 57 Aulas Hospitalarias, beneficiando anualmente a más de 25.000 niñas, niños y jóvenes en situación de enfermedad.
La primer ciudad fue muy importante para definir la ruta en Chile, gracias a Camila Scarabello. La Fundación Inclusiva tiene a su cargo tres Aulas Hospitalarias: Aula Clínica Santa María en Santiago, desde el año 2013 una de las Aulas más grandes de Chile; Aula del Hospital Regional en Rancagua en la región de O'Higgins y el del Aula del Hospital Clínico de Magallanes en Punta Arenas, desde el año 2020, siendo esta el Aula Hospitalaria más austral y la primera por visitar en las Rutas de la Hospitalidad.
Las docentes se desplazan por las unidades de pediatría del Hospital, realizan intervenciones a estudiantes pacientes en tratamiento ambulatorio y se movilizan por la ciudad, para impartir clases domiciliarias con estudiantes.
El Aula Hospitalaria se ha venido reactivando luego del confinamiento y algunos procesos escolares son mediados por la tecnología, lo cual es una ganancia en términos de cobertura y accesibilidad para la población infantojuvenil, habitantes de la Patagonia Chilena y el estrecho de Magallanes.
También se contó con un conversatorio dirigido al estudiantado de pedagogía en la Universidad de Magallanes, quienes expresaron un gran interés por investigar y explorar la pedagogía hospitalaria, una de las modalidades de atención que viene en crecimiento, no solo en la esta región de Chile, sino en todo su territorio nacional.
La segunda ciudad visitada en Chile fue Puerto Montt. El director del Aula Hospitalaria, Felipe Ramírez, cuenta con dieciocho funcionarios, de ellos son cuatro educadoras diferenciales, una fonoaudió- loga, un técnico en educación especial, dos educadoras de párvulos, una trabajadora social y 9 docentes de diferentes especialidades y niveles. Del equipo, 16 personas hacen horas de atención domiciliaria dentro de su jornada.
La matrícula de alumnos de larga estadía que se encuentran actualmente cursando el año escolar en el establecimiento de forma exclusiva es de 75 entre prekínder y cuarto año medio, de ellos 35 son atendidos en sus domicilios. El promedio mensual de atención de hospitalizados en aula o sala cama es de 60 estudiantes este año, normalmente son alrededor de 100 estudiantes, con un promedio de permanencia de tres días. Esta es una de las pocas Aulas Hospitalarias públicas, es decir, depende de la municipalidad de la ciudad. Se ubica dentro del Hospital de Puerto Montt, el cual tiene una infraestructura amplia y el servicio de pediatría se ubica en el séptimo piso, al igual que el AH, es emocionante atravesar los pasillos y encontrar una galería de arte, además de varios murales, algunos intervenidos por estudiantes y docentes del Aula Hospitalaria, otros por funcionarios del hospital, un proyecto que genera unos espacios hospitalarios más cercanos a los pacientes pediátricos.
Los docentes se distribuyen entre los servicios de pediatría y el acompañamiento con los estudiantes ambulatorios, ya que allí cuentan con un aula física.
Posteriormente, con Felipe se emprende el viaje hacia la Isla grande de Chiloé, esta hermosa región se compone de 3 ciudades, de las cuales se visitaron Castro y Ancud, en donde se cuenta con Aulas Hospitalarias, la primera pertenece a la fundación Escuela Hospitalaria, la cual es dirigida por el docente Fabian Santibáñez, junto con el Aula del Hospital del Carmen de Maipú, ubicada en la región metropolitana de Santiago. La segunda aula es del hospital de Ancud, administrada por la municipalidad de Ancud.
La Escuela Hospitalaria de Castro se ubica en un espacio exterior al hospital, por contingencia generada por la pandemia. Surge en el año 2021, beneficiando a 149 estudiantes-pacientes y al corte del primer semestre de 2022 han sido atendidos 89.
De estas dos regiones visitadas en Chile y en total 4 Aulas Hospitalarias, se evidencia la creatividad, dedicación y esmero de los colegas hospitalarios, así como el impacto positivo de la niñez y juventud beneficiada.
Rutas por Argentina
El segundo país de las rutas de la hospitalidad fue Argentina, en donde se visitaron dos ciudades, la Ciudad de Córdoba y Salta Capital. Argentina tiene un desarrollo e impacto muy importante en Latinoamérica, debido a que ha sido el primer país en tener un antecedente de la pedagogía hospitalaria, con un carácter voluntario y asistencial con el que se produjo este tipo de escuela hospitalaria [9]. Gracias al doctor Ricardo Gutiérrez, quien además de ser médico, también era docente y fue director del hospital de niños, en los años 1920. En dicho hospital se evidenciaron las largas estancias hospitalarias de los pacientes internados en las unidades de traumatología, razón por la cual un médico solicitó maestras o voluntarios para compartir el tiempo libre de los pacientes ingresados. En el año 1946, se crea oficialmente la primer Aula Hospitalaria en el Hospital de Niños, orígenes que conectan perfectamente con la transformación de los servicios pediátricos, con cambios en los modelos de atención en salud pública, con saberes más globales y sociales en la medicina, entendiendo que el tratamiento no es única y exclusivamente farmacológico.
En Argentina existen alrededor de 34 Escuelas Hospitalarias y Domiciliarias [10]. La Ley de Educación Nacional Argentina del año 2006 [11], incluye la educación hospitalaria y domiciliaria como una modalidad de los niveles Inicial, Primario y Secundario de la educación regular, siendo un hito normativo, ya que es la primera vez en que se designa este tipo de educación, desde un régimen de educación especial y reconociendo así su especificidad [12].
Argentina tiene la particularidad de tener delegaciones del Ministerio de Educación en cada provincia, por lo cual genera autonomía legislativa y operativa, cumpliendo desde luego los estándares de la Ley de Educación Nacional, además de la extensión territorial de la nación y la diversidad cultural.
La primera ciudad visitada fue Córdoba Capital, allí se realizó la visita a la escuela hospitalaria Semillas del Corazón, quienes tienen su espacio físico dentro del Hospital Pediátrico del Niño Jesús.
Un equipo conformado por más de 10 maestros, quienes principalmente realizan su labor en el ámbito domiciliario, aunque también transitan por diferentes hospitales de la ciudad, en donde se encuentran hospitalizados sus estudiantes pacientes. La especialidad de esta Escuela Hospitalaria son los estudiantes de educación inicial y primaria. Dicha escuela es pública y su gestión privada, por lo cual es un servicio gratuito para cualquier estudiante en situación de enfermedad que requiera sus servicios.
En el marco de la visita de Córdoba, se visitaron la Universidad Blas Pascal y el Instituto Superior Nuestra Señora de Fátima, gracias al Licenciado Cruz Sebastián Álvarez, quien es el coordinador de la carrera Ciclo de Lic. en Gestión de la Educación en contextos de encierro y Lic. en Psicopedagogía de la Universidad, además de cumplir el rol de anfitrión en esta ciudad.
En la Universidad Blas Pascal, se dictó la conferencia: Pedagogía de la Hospitalidad, un contexto educativo alternativo, contando con la participación de estudiantes y profesionales del ámbito educativo, de Argentina y otros países de la región, compartiendo las experiencias de la asignatura homóloga [13].
Igualmente, se realizó un conversatorio con las estudiantes para profesoras de los institutos superiores, Nuestra Señora de Fátima y Nuestra Señora del Valle, compartiendo experiencias de la pedagogía hospitalaria y los ejes temáticos de hospitalidad, empatía, normas de bioseguridad y abordaje pedagógico para estudiantes en situación de enfermedad, evidenciando la importancia de la modalidad, ya que contribuye a bajar los índices de ansiedad que puede generar el ámbito clínico [14].
Finalmente se realizó una capacitación al equipo técnico de la Secretaría de Educación de la Municipalidad de Córdoba, para compartir estrategias en el ámbito de la pedagogía hospitalaria, dada la importancia de esta modalidad en el país, y se impartió la primera parte del curso de Pedagogía Hospitalaria para docentes del sistema educativo, en donde se narraron algunos de los antecedentes de esta pedagogía, las políticas y prácticas desde la experiencia pedagógica en el Aula Hospitalaria.
El último destino trazado en la ruta fue la ciudad de Salta Capital, compartiendo con los docentes del Instituto Especial Secundario Domiciliario y Hospitalario 7215. Visita en el marco de los 9 años de servicio, con un equipo de más de 20 docentes, a cargo del director Fabio Cruz Antúnez. Con parte del equipo docente, se realizaron algunos acompañamientos pedagógicos domiciliarios en Salta y la ciudad de Cafayate. Es uno de los únicos institutos especializados en la educación secundaria para estudiantes en situación de enfermedad, en Argentina. Cuentan con docentes de todas las áreas, además de potencializar la enseñanza de programación y robótica. Tienen una impresora 3D, una aplicación móvil diseñada por docentes del Instituto. Por medio de la virtualidad, imparten sus clases a varios estudiantes de la región, cuyas distancias son superiores al territorio capital. Su trabajo domiciliario lo realizan generalmente en el horario de la mañana, divididos en cuatro equipos, uno por cada punto cardinal de la ciudad, y en la tarde asisten a los hospitales, Público Materno Infantil y el de San Bernardo.
Durante la visita a Salta, se realizó un conversatorio con los estudiantes para profesor, de la Universidad Católica de Salta, haciendo un acercamiento a la modalidad hospitalaria y domiciliaria. En la misma Universidad, se dictó el curso de postgrado en Inclusión Educativa, contando con la participación de más de 119 docentes en ejercicio y formación, en modalidad híbrida, definitivamente una gran experiencia.
Resultados
Frente a los resultados obtenidos con las Rutas de la Hospitalidad, se puede evidenciar la gran diversidad de Aulas Hospitalarias que se constituyen en las cuatro regiones/provincias visitadas en estos dos países y desde luego el paralelo con las Aulas Hospitalarias en Colombia.
Particularmente, en Chile la mayoría de las Aulas Hospitalarias están a cargo de fundaciones, en total 51, de las cuales 5 son públicas.
En Argentina, la gran mayoría de Aulas Hospitalarias son del Estado; sin embargo, los pacientes con diagnósticos mentales aún no están integrados al sistema educativo, proceso que será progresivo y que requiere de marco legal.
Se deben ampliar las miradas respecto a los procesos pedagógicos que se desarrollan con estudiantes en situación de enfermedad [15].
Las Rutas de la Hospitalidad contribuirán a la actualización y fortalecimiento de redes de pedagogía hospitalaria.
El uso de herramientas tecnológicas y clases virtuales asegura el acceso y permanencia de las y los educandos hospitalarios.
Los estrategias pedagógicas deben integrar ejes con el abordaje hospitalario, cumpliendo con las normas de bioseguridad y basados, no solo en los currículos, sino especialmente en las motivaciones e intereses de la población escolar.
A partir de estos resultados, también es interesante considerar cada conversación y conocer las respuestas individuales, esto con el fin de analizar posteriormente, las dinámicas de los nuevos países por visitar, ampliar las miradas en la Universidad y fortalecer las redes de docentes hospitalarios, así como los procesos de formación para quienes se dedicarán a este ámbito pedagógico no convencional [16].
Otro punto importante para mencionar es la trascendencia de la normativa colombiana, en términos de la atención a población menor de dieciocho años, con diagnóstico oncológico [17], iniciando en el año 2010 y que se han actualizado hasta el 2017 [18], mientras que en Argentina el primer antecedente de una escuela hospitalaria es del año 1946 [19] y en Chile en el año 1960 [20], los cuales han sido referentes no solo para Colombia, sino para Latinoamérica y el Caribe.
Finalmente, tanto en Argentina y Chile, en comparación a Colombia, se realizan diferentes estrategias de aprendizaje. Una constante identificada es precisamente el aprendizaje por proyectos, siendo las aulas hospitalarias la estrategia adecuada para el desarrollo formativo y afectivo de la niñez y juventud hospitalizada [21].