Introducción
El problema de investigación al cual se hace referencia en este escrito fue pensado desde la intención de articular dos campos académicos: el antropológico social y el ambiental, por considerar su pertinencia en el abordaje del problema de investigación. Por ello cuenta con una mirada interdisciplinar que se sustenta en la experiencia ganada por los grupos de investigación de tres universidades, dos de ellas públicas del orden nacional y distrital y una de ellas tecnológica.2
El artículo presenta tres pilares que se complementan entre sí y permiten acercarse a los objetivos de la investigación y a categorías emergentes e innovadoras para recuperar saberes ancestrales de los pobladores de estos dos municipios. El primero tiene en cuenta en el diseño a la fenomenología social que permite describir las experiencias significativas de los habitantes históricos, el segundo retoma el enfoque etnográfico que sustenta el acercamiento a la comunidad y en sus territorios para describir y comprender las prácticas ancestrales culturales que apoyados en la teoría fundamentada permite el análisis de la información lograda; y tres, el enfoque interdisciplinario como perspectiva de estudio que invita a superar las fronteras disciplinares en razón a la diversidad de disciplinas presentes en el proyecto de investigación.
Elementos que marcan una clara intencionalidad, si se quiere política, en tanto fomenta el dialogo de saberes e involucra activamente a las/os habitantes históricos de los territorios como sabedores/actores protagónicos de los mismos.
Los aspectos anteriormente descritos son transversalizados por el campo temático de la interculturalidad que explora e integra los procesos culturales alimentarios para reconocerlos e incluir los conocimientos tradicionales locales -CTL- en torno a la soberanía alimentaria. Esto con el fin de describir y trascender esos conocimientos ancestrales para ponerlos en diálogo con los conocimientos científicos académicos -CCA-.
Objeto de investigación y contextualización territorial de los municipios de Fómeque y Fosca
El objeto de esta investigación es el reconocimiento e inclusión de la diversidad y diferencia cultural mediante estrategias de innovación que dinamicen los conocimientos locales tradicionales (CLT) en dos comunidades educativas de origen rural del departamento de Cundinamarca, como son los municipios de Fosca y Fómeque.
En ese sentido, interesa identificar las características generales de las y los habitantes de los dos municipios y los conocimientos ecológicos tradicionales que ameritan ese diálogo propuesto en el proyecto para relacionar las prácticas ancestrales alimentarias con la soberanía y seguridad alimentaria (SoSea). De ahí la necesidad de ir tras las huellas de los saberes de la población -padres de familia, abuelos, sabedores, habitantes históricos- con el fin de recuperar esos saberes locales y tradicionales que con el correr del tiempo se han perdido y que hoy claman por una reivindicación; siendo necesario volver al territorio tanto en lo urbano como en las veredas en los dos municipios señalados.
Las nociones contempladas en la investigación como son la soberanía y seguridad alimentaria han cobrado importancia a nivel mundial en las agendas públicas y son diversos los abordajes y enfoques para su estudio. En los últimos años, el problema global del hambre se ha incrementado y con ello los esfuerzos de la academia para contribuir con investigaciones que impacten en el ámbito de las políticas públicas especialmente en torno a la SoSea; en los que se tienen en cuenta «aspectos de carácter técnico referido a la seguridad alimentaria, de carácter reivindicativo de derechos concerniente a la soberanía alimentaria y el de carácter jurídico relativo al derecho a la alimentación» (Medina Rey, 2021, s.p). A continuación, se describen algunas características generales de los dos municipios en los que se desarrolla la investigación.
Municipio de Fómeque
Es uno de los 116 municipios que conforman el departamento de Cundinamarca. Se encuentra ubicado en la Provincia de Oriente, a 56 km de Bogotá. Desde lo establecido en la Ley orgánica de ordenamiento territorial (ley 1454 de 2011) se encuentra en la categoría sexta (Escobar Pareja, 2019), su principal actividad económica es la agricultura, con productos como «papa, trigo, yuca y el tomate» (Garzón Ruiz, 2019, p. 61 ) y el sagú. Este último es un producto básico en la economía del municipio, según manifiestan sabedoras de la región.
Tiene una población de «5.677 habitantes distribuidos entre 2.866 hombres y 2.791 mujeres» (Garzón Ruiz, 2019, p. 56 ) que responden al gentilicio fomequeño(a). En un mapeo de literatura a nivel de estudios de grado en la ventana de los últimos cinco años se logró identificar la articulación intramunicipal con los municipios de Calvario y Fosca. Lo cual es una característica que se resalta en tanto existe una amenaza referida a la desarticulación económica y a los fenómenos de migración (Garzón Ruiz, 2019), provocados por vías de comunicación inadecuadas que lo tornan distante en los trayectos de desplazamiento entre el municipio y la ciudad de Bogotá (Escobar Pareja, 2019).
Una de las características más sobresalientes es su extensión territorial declarada como de conservación natural. En ese sentido cuenta con una amplia zona dentro del Parque Nacional Natural Chingaza:
cuenta con 55.565 hectáreas, de las cuales 27.148, corresponden al 49 % del territorio (Varela, Torres, Romero, & Hurtado, 1993) están declaradas como zona de conservación en el Parque Nacional Natural Chingaza. Por esta razón, el municipio es considerado como el más rico de Colombia en biodiversidad y capacidad hídrica, y uno de los cinco de América Latina, según entrevista con el director Carlos Arturo Lora, exdirector del Parque Nacional Natural Chingaza y actualmente funcionario de Parques Nacionales. (Escobar Pareja, 2019, p. 15 )
Su riqueza hídrica, flora, cultivos agrícolas, floricultura y actividad avícola se constituyen en algunas de las características más sobresalientes del municipio. Es una zona con riqueza cultural debido a la presencia de grupos de población de pueblos originarios (chibchas) que la convierten en un atractivo turístico internacional por lo que representa.
Al revisar el Plan operativo anual de inversiones -POAI- de Fómeque se aprecia el interés por involucrar aspectos relacionados con el ordenamiento «alrededor del agua y justicia ambiental; seguridad humana y justicia social; derecho humano a la alimentación; Internacionalización, transformación productiva para la vida y acción climática; y lo relacionado con la seguridad alimentaria» (Alcaldía Municipal de Fómeque, 2020 - 2023 ) temas que se articulan con los conocimientos ancestrales de sus pobladores y las prácticas locales-tradicionales, que transversalizan la investigación y se acercan a las bases agroecológicas de agricultura familiar y campesina que es lo que se pretende recuperar desde la investigación.
Municipio de Fosca
Este municipio se localiza al suroriente del departamento de Cundinamarca, en la cordillera oriental, lo cual lo hace un territorio de tierras quebradas en la región oriental. Se encuentra a 62 km, de Bogotá. Dentro de su interacción municipal establece comunicación con Villavicencio, Gutiérrez, Cáqueza, Puente Quetame, Une, Guayabetal y un poco más distante Fómeque.
El municipio de Fosca, acorde con la información suministrada en la ficha técnica de Planeación se ubica en la categoría seis. Tiene una superficie de 12.602 hectáreas. Es uno de los municipios más viejos del país, con vestigios de la cultura chibcha.
La población de Fosca es de 6.157 habitantes en el último censo realizado en el año 2005 según estadísticas del DANE, en zona rural hay un total de 4.971 habitantes que es el 81 % de la población y en la zona urbana 1.186 habitantes que son el 19 %. Con una tasa de crecimiento proyectado para 2000-2005 del 2 %. Hay 2.443 hombres y 3.714 mujeres. La mayoría de los habitantes son de bajos recursos, predomina la clase media baja. Existen propietarios de fincas de clase alta pero no viven en el municipio. (Cundinamarca). (Poveda Castiblanco & Hernández Riveros, 2017, p. 14)
La ubicación geográfica del municipio es estratégica, ya que colinda al norte con Cáqueza y Une, al oriente con Quetame, al sur con Guayabetal, y al occidente con Gutiérrez (Poveda Castiblanco & Hernández Riveros, 2017). Además, está dotado de varias fuentes hídricas que abastecen tanto el consumo humano como el agropecuario. Sin embargo, diversos estudios han resaltado que las quebradas del Cementerio y Nariño enfrentan problemas de contaminación debido al sistema de alcantarillado del municipio de Fosca (Poveda Castiblanco & Hernández Riveros, 2017), una situación que afecta significativamente los procesos relacionados con la soberanía y seguridad alimentaria.
En lo relacionado con la vegetación nativa, se destacan las siguientes especies: siete cueros, robles, encenillos, tibar, romero, aliso, arrayán, duraznillo, salbio, etc. Las praderas están cubiertas con pastos como el kikuyo, carretón, imperial y otras especies cultivadas en forma organizada para la alimentación de los animales. En cuanto a cultivos agrícolas, podemos encontrar papa, maíz, sagú (achira), arracacha, alverja, fríjol, etc. (Poveda Castiblanco & Hernández Riveros, 2017).
La economía del municipio se sustenta principalmente en el sector agropecuario, siendo esta la principal fuente de ingresos. Los cultivos predominantes abarcan maíz, papa y café. Además, se destaca su participación significativa en la producción artesanal, siendo los domingos especialmente notables como días de mercado, donde se comercializan los productos obtenidos de este sector, junto con la atracción de productos gastronómicos.
La gastronomía local ofrece una amplia variedad de platos que incluyen cuchuco de maíz, mazamorra, arepa de maíz, pan de sagú, almojábanas, sancocho de gallina, caldo de rubias, pelado de alverjas, cocido de chugua, además de preparaciones con ahuyama, carne de cerdo, habas, papa criolla, cubios, mantecadas, colaciones, buñuelos y la changua. Esta cocina diversa también se nutre de productos agrícolas como arracacha, guatila, coyo amarillo y morado, malanga, chonque, calabaza, batata de bejuco, frijol balui, sagú, níspero, arrayan, manguzán y caimito, característicos de la región.
La ubicación de los dos municipios los convierte no sólo en la despensa agrícola del departamento, sino que también posibilitan ese rescate de los saberes tradicionales y ancestrales de sus habitantes y multiplicar ese conocimiento en niños(as) y jóvenes de la región para rescatar formas de cultivo de la tierra y motivarlos a que se cualifiquen en disciplinas que enriquezcan el debate de las políticas públicas relacionadas con la SoSea (Poveda Castiblanco & Hernández Riveros, 2017).
Los aspectos descritos permiten apreciar que estos dos municipios cuentan con una ubicación geográfica estratégica para el cultivo de sus productos y su comercialización en el país, en los que además sus pobladores tienen un conocimiento de diversos usos que permiten ser estudiados desde el interés de la investigación para recobrar esos saberes ancestrales que se constituyen en objeto de investigación.
Esta provincia cuenta con un amplio conocimiento ancestral
el cual reposa en tradiciones que datan del siglo XVII y han sido transmitidas de forma oral al interior de las familias, sobreviviendo por medio de portadores de tradición. Partiendo de estos argumentos, se hace notoria la necesidad de recuperar las semillas de productos ancestrales y/o tradicionales endémicos de la región, incentivar su cultivo y producción; adicionalmente es el lugar que alberga una mayor cantidad de portadores de tradición. (Pérez Arteaga & Carrillo Rojas, 2020, p. 27 )
Los aspectos descritos suponen una manera de ser abordados; los cuales le significaron al equipo social antropológico en el desarrollo de la investigación asumir fundamentos provenientes de la fenomenología social, la etnografía y la interculturalidad; miradas que dada sus intencionalidades permiten comprender los saberes ancestrales emergentes que proporcionan material de insumo para el análisis y facilitan el ejercicio crítico desarrollado por el equipo de investigación.
Elementos de la fenomenología social Como enfoque de la investigación
La postura epistemológica de la fenomenología social de Alfred Schütz, fundamenta aspectos importantes para la investigación. Ello tiene que ver con la centralidad que se da a las experiencias y a los sujetos sociales.
Ellas y ellos no son «cosas» en la realidad, o simples agregados de individuos que conformarían tal o cual situación. Todo lo contrario, las y los sujetos son seres sociales que por cuenta de las relaciones intersubjetivas construidas a lo largo de la vida en el contexto social y cultural que comparten; viven una serie de experiencias que les son significativas y a partir de las cuales hombres y mujeres configuran su mundo. Lo que se hace presente en el contexto total de la experiencia vivida en el mundo de la vida cotidiana.
El punto arquimédico de esta cuestión, está colocado en que la y el sujeto son constituyentes del mundo de la vida, lo cual significa que esa realidad ya no estaría por encima de los sujetos, sino que se vería desde la perspectiva de la subjetividad. Ciertamente la fenomenología social arguye «una reducción del mundo del espíritu objetivo a la conducta de los individuos» (Schütz, 1993, p. 36 ).
Ahora bien, para captar esas experiencias significativas relacionadas con las prácticas sociales y culturales en torno a la soberanía y seguridad alimentaria que los habitantes de los municipios de Fómeque y Fosca han desarrollado históricamente se requiere de un esfuerzo de inmersión en la comunidad que permita entender y describir el significado de la relación que establecen las y los campesinos con la tierra y su contexto.
La fenomenología social aporta a la comprensión del fenómeno de investigación; en tanto su interés en uno de los ejes del proyecto se refiere a la comprensión de las diferencias que existen con cada uno de los grupos que se encuentra en la región pues estos organizan «(c) sus diferencias, teniendo en cuenta que el mundo de las significaciones abraza procesos, circulación y apropiación de la significación social» (proyecto aprobado por Minciencias, 2020, s. p.).
En ese sentido, la propuesta de Schütz, permite comprender la acción social como un acto intencionado entre las personas que en el contexto de significatividad e interacción social con otros y otras pone de manifiesto unos motivos que fundamentan sus relaciones.
La fenomenología social, al recuperar la experiencia vivida y los significados asignados por las y los actores sociales del territorio, en tanto las relaciones que históricamente han construido no solo con sus semejantes sino con la naturaleza -vale la pena mencionar los ríos, el clima, las semillas, los animales, los cultivos y las formas de cultivar y producir la tierra- permiten captar, describir e interpretar lo que es y está en el mundo de la vida cotidiana. Todo ello atravesado por unas prácticas culturales socialmente trasmitidas que son necesarias recuperar, en tanto se convierten en una riqueza que los y las sabedoras poseen y que intencionalmente manifiestan unas prácticas culturales importantes para rescatar y transmitir.
Este enfoque posibilita el dejar ver o poner en evidencia la construcción situada que hombres y mujeres a causa de las experiencias vividas en el mundo de la vida cotidiana van configurando; por ello les son significativas y le dan un sentido a partir de los cual configuran relaciones sociales subjetivas e intersubjetivas y por ello, van conformando la trama social y cultural de y en los territorios. Es así que se gestan unas prácticas ancestrales emotivas, cargadas de significados que se transmiten a los cultivos y a sus productos. Experiencias vividas necesarias de comprender e interpretar a partir de las redes sociales que reconstruyen por la confluencia, como ya se mencionó, de subjetividades e intersubjetividades en la cotidianidad de la ruralidad de estos dos municipios.
Esto es,
un ciudadano que construye, de-construye, co-construye y re-construye su vida y el mundo que comparte con otros, en cuanto territorio donde debemos conseguir configurar objetos/imágenes de la conciencia, del sentido común y del lenguaje, en tanto apercibimiento contingente de lo foráneo y lo singular, para poder encontrarnos a nosotros mismos. (Yáñez, en Falla, Gómez & Rodríguez, 2018, p. 10 )
De manera que el comprender e interpretar el sentido que los y las sabedores otorgan a las experiencias vividas; provee una interpretación que ellos y solo ellos y ellas pueden manifestar de las vivencias pasadas que se contemplan o rememoran. Como lo sustenta Schütz, «El sentido no es una cualidad inherente a ciertas experiencias que surgen dentro de nuestro flujo de consciencia, sino el resultado de una interpretación de una experiencia pasada contemplada desde el Ahora con una actitud reflexiva» (2003, p. 199). Rememoración que solo es posible mientras se es actor/a de sus propios actos u acciones y las dirige al acto de traer de un pasado a un presente que ahora es vívido y por lo tanto significativo. Ello es lo que permite rescatar todos los saberes y conocimientos ancestrales necesarios de transmitir a las nuevas generaciones de sabedores y sabedoras en los territorios de Fosca y Fomeque.
Consideraciones de la etnografía como enfoque para la investigación.
Los territorios se consideran espacios de riqueza social, cultural, y de prácticas agropecuarias generadoras de saberes ancestrales de los que se quiere develar su riqueza y aportes para la seguridad alimentaria. Por ello, es necesario adentrarse en los procesos de reconocimiento de la diversidad cultural y social. Es necesario hacer la inmersión en los territorios, porque ello favorece entenderlos como fuente de riqueza dada la biodiversidad y dinamismo de los procesos culturales de nuestros pueblos.
El enfoque etnográfico, como un ejercicio de inmersión en la comunidad y en sus territorios permite captar la variedad de prácticas culturales. Según Martínez, lo etnográfico se apoya:
En la convicción de que las tradiciones, roles, valores y normas del ambiente en que se vive se van internalizando poco a poco y generan regularidades que pueden explicar la conducta individual y de grupo en forma adecuada. En efecto, los miembros de un grupo étnico, cultural o situacional comparten una estructura lógica o de razonamiento que, por lo general, no es explícita, pero que se manifiesta en diferentes aspectos de su vida. (Martínez, 2005, p. 1 )
Permite recoger la dinámica de la participación de los diversos actores en la vida cotidiana de la comunidad; así como acumular no solo la participación ciudadana en el desarrollo de los procesos sino también las prácticas culturales, sociales e incluso la perspectiva histórica de la comunidad con una mirada multidimensional, visión que facilita captar la diversidad del medio ambiente y los factores multidiversos de los dos territorios.
Parafraseando a Rosana Guber (2001), la etnografía, se entiende desde su triple dimensión: enfoque, método y texto. Como enfoque la etnografía se entiende por su interés en el conocimiento que se quiere comprender: fenómenos sociales a partir de los habitantes de la región; como método, se entiende por el énfasis en la descripción de relatos, hechos, prácticas culturales, situaciones vividas, etc. Dimensiones que se logran a través del uso de diversas técnicas de recolección de información como las entrevistas a profundidad, los relatos biográficos o autobiográficos, la observación participante y no participante, las entrevistas a profundidad; entre otras técnicas logradas durante la inmersión en la comunidad y que se constituye en la esencia fundamental del trabajo de campo. Y como texto se define a partir de la capacidad narrativa para representar la cultura de la manera más fiel a las prácticas culturales, sociales, ambientales, políticas y que permiten o facilitan al lector tener una aproximación real a ese mundo social y cultural objeto del trabajo de campo. Por ello, es necesario enfatizar que la descripción en el trabajo etnográfico se constituye o se compone por niveles:
el nivel primario o «reporte» es lo que se informa que ha ocurrido (el «qué»); la «explicación» o comprensión secundaria alude a sus causas (el «por qué»); y la «descripción» o comprensión terciaria se ocupa de lo que ocurrió para sus agentes (el «cómo es» para ellos). (Guber, 2001, s. p .)
La caracterización, los relatos logrados mediante la «descripción densa» a la que se refieren Strauss & Corbin (2002) y que no malinterpreta; al contrario, constituye la base de los relatos que se logren y que permiten comprender el ethos epocal, que se relata. Por ello la importancia de la inmersión que se logre durante el trabajo de campo; que va a permitir conocer la dinámica e incluso a los agentes o actores/as sociales. De ello depende la calidad de la información que se logre; porque podrán expresar lo que piensan, saben y sienten. Información de calidad fundamental para lograr captar los saberes y prácticas ancestrales que en soberanía y seguridad alimentaria poseen, que favorezcan la integración de los conocimientos locales ancestrales con nuevos conocimientos y que trascienda al aporte de conocimientos científicos en las ciencias.
El equipo social antropológico optó por implementar durante la fase de trabajo de campo dos enfoques: el etnográfico que promueve la inmersión en la comunidad con el ánimo de lograr los relatos de forma natural y la estrategia metodológica de Strauss & Corbin (2002) denominada teoría fundamentada; para la fase de análisis de la información en tanto ello posibilita la relación entre las teorías formales y la teoría sustantiva construida a partir de los relatos logrados en la fase de inmersión.
La estrategia busca desarrollar los procedimientos analíticos propuestos por Strauss & Corbin (2002) y las consideraciones de orden cultural referente al enfoque etnográfico. Este tipo de procedimiento destaca el análisis y la interpretación durante todo el ejercicio de indagación, por tanto, se vinculan a los criterios de selección de datos, casos y a la selección de instrumentos. Esto implica considerar como insumo que pueda generar información: notas de campo, transcripciones de entrevistas y de grabaciones de interacciones espontáneas, documentos, fotografías, diarios de campo, cartas, archivos, expedientes, notas periodísticas, etc.
De la información seleccionada, recolectada se desarrollan unos procedimientos analíticos denominados codificación abierta, codificación axial y codificación selectiva; los cuales permiten distinguir-diferenciar y conceptualizar los datos, comparar de manera constante entre los casos y hacer un uso diferenciado del material.
Para finalizar; concordamos con Feyerabend quien sostiene que el método es una invención de los filósofos.
En la práctica real de la investigación, dice:
Al tratar de resolver un problema, los científicos utilizan indistintamente un procedimiento u otro; adaptan sus métodos y modelos al problema en cuestión en vez de considerarlos como condiciones rígidamente establecidas para cada solución. No hay una racionalidad científica que pueda considerarse como guía para cada investigación, pero hay normas obtenidas de experiencias anteriores, sugerencias heurísticas (procedimientos que pueden ser útiles), concepciones del mundo, disparates metafísicos, y de todos ellos hará uso el científico en su investigación. (Feyerabend, 1986, XV )
La investigación social es una obra de arte, donde los investigadore/as son los creadores y el mundo social y cultural constituye una dinámica que no restringe, limita o coarta; todo lo contrario, el proceso de investigación entendido así es emergente y cíclico. Ello quiere decir que se podrán hacer los ajustes necesarios; en tanto el mismo proceso dará las luces u orientaciones a las que haya lugar. Acá vale la pena recordar la importancia del trabajo en equipo interdisciplinario donde las discusiones, análisis e incluso la reflexividad lograda se constituirá en el eje articulador del proceso.
La interdisciplinariedad: una mirada holística en el abordaje del fenómeno investigativo
Hacer referencia a la interdisciplinariedad en un proyecto de investigación posibilita un acercamiento y comprensión del fenómeno de estudio, la capacidad para abordar preguntas que no es posible resolver desde una disciplina; así como la oportunidad para integrar diversas formas de conocimientos y saberes teóricos, prácticos, científicos y aquellos que se relacionan o articulan con los saberes que poseen los pobladores de las comunidades locales.
En el contexto de la investigación propuesta se requiere el diálogo y la comunicación abierta y multidireccional entre los equipos de investigación, la congruencia o concertación con los enfoques, metodologías y la manera en la que se desean integrar y socializar los resultados de investigación. En ese sentido, al realizar un acercamiento a la recuperación de saberes ancestrales, la interdisciplinariedad exige el diálogo y la colaboración con otras disciplinas y tener presente aspectos de la cultura, formas de conocimiento ancestral y maneras en las que se puede realizar el acercamiento a los sabedores en los dos municipios de estudio.
En ese contexto cobra relevancia el planteamiento de López (2012), quien explica la existencia de diversos niveles de la realidad que requieren ser explicados
Así pues, según el nivel de realidad en el cual nos encontremos se utilizarán las herramientas necesarias para las diferentes disciplinas que cooperan en ayuda mutua. La existencia de estos diferentes niveles de realidad hace necesaria la utilización de diferentes lógicas para abordar cada una de ellas. Con esto apreciamos como sistemas aparentemente simples se convierten en sistemas tremendamente complejos donde la interdisciplinariedad surge como un medio necesario para estudiar estos sistemas. (p. 372)
El abordaje del enfoque interdisciplinario permite un acercamiento a los campos temáticos que interesan para la investigación como son: interculturalidad, saberes científicos, locales y tradicionales; todos ellos en un diálogo permiten comprender la existencia de diferentes culturas y en consecuencia la recuperación de esos saberes locales tradicionales de la voz de sabedores locales que conocen sobre la producción de alimentos, la nutrición fundamental para asegurar la SoSea. En consecuencia, la interdisciplinariedad se presenta como un enfoque necesario y eficaz para abordar los múltiples factores que forman parte de la SoSea porque permite integrar saberes y perspectivas de diferentes disciplinas para abordar de manera más integral el problema de investigación y la integración de los investigadores (Fernández, Almendro & Romero, 2017).
La interdisciplinariedad se presenta como un enfoque que facilita el abordaje de campos temáticos como la seguridad alimentaria y la soberanía alimentaria; convoca a la colaboración y diálogo entre expertos de diferentes disciplinas para analizar aspectos técnicos, económicos, políticos y culturales que afectan estos temas, y facilita el desarrollo de estrategias efectivas para promover la justicia y la seguridad alimentaria.
Así, el enfoque interdisciplinario implica la colaboración entre distintas disciplinas para abordar un problema o tema complejo desde perspectivas diversas, y supone varios pasos clave para su implementación. En ese sentido; el Centro para la Investigación y la Innovación Educativa (1972), plantea los siguientes pasos:
Identificación del problema o tema de investigación: en este paso se define claramente el problema o tema a tratar y se establece el objetivo general de la investigación.
Selección de disciplinas y expertos: se identifican las disciplinas y expertos que aportarán conocimientos y perspectivas diferentes al problema o tema de investigación.
Integración de disciplinas y expertos: se busca integrar los conocimientos y perspectivas de cada disciplina y experto, para generar un enfoque más completo y holístico del problema o tema.
Desarrollo de metodología interdisciplinaria: se establece una metodología que permita la colaboración efectiva entre las disciplinas y expertos involucrados.
Análisis y síntesis de resultados: se realiza un análisis y síntesis de los resultados obtenidos, integrando las perspectivas y conocimientos de las distintas disciplinas y expertos involucrados.
Comunicación de resultados: se comunica de manera efectiva los resultados obtenidos y las conclusiones alcanzadas, tanto a la comunidad científica como al público general.
En resumen, el enfoque interdisciplinario requiere de un trabajo colaborativo y una integración efectiva de conocimientos y perspectivas de diferentes disciplinas para abordar los campos temáticos que interesan en la investigación de manera holística e integral. Aspectos que se analizan en un artículo posterior.
De los fundamentos del diseño a la lógica reconstituida del proceso
Se propone desarrollar el proceso de investigación a partir de fases que no son lineales o secuenciales; sino mejor cíclicas y flexibles que han permitido ir desarrollando el proceso a medida de sus propios avances fundamentados durante el análisis de la información que se ha ido obteniendo desde el inicio del ejercicio con el trabajo de campo.
Por ello concordamos con Salgado cuando plantea que
el término diseño en el marco de una investigación cualitativa se refiere al abordaje general que se utiliza en el proceso de investigación, es más flexible y abierto, y el curso de las acciones se rige por el campo (los participantes y la evolución de los acontecimientos), de este modo, el diseño se ha ido ajustando a las condiciones del escenario o ambiente. (2007, p. 72)
Las fases propuestas construidas desde aportes de Sandoval Casilimas (1996), Bonilla & Rodríguez (2013) entre otros autores, son y han sido llevados a ejecución, pero, por la dinámica del proceso han tenido algunas variaciones:
Formulación y diseño del proceso. Fase que implicó realizar ajustes al proyecto, la revisión de la lectura especializada y del proceso de inmersión en la comunidad, lo cual favorece realizar un mapeo de actores y reconocimiento de los territorios; así como la identificación de actores claves. Para ello durante todo el proceso se implementan estrategias relacionadas con la observación participante y no participante, el registro en cuadernos de notas y diarios de campo. Para captar los saberes orales se ha recurrido a la entrevista a sabedores y sabedoras, los grupos focales con mujeres que ancestralmente han conservado los saberes en el cultivo y producción de diversos alimentos a base del sagú.
Implementación y gestión del proceso de análisis de la información. Esta fase implica iniciar el ejercicio de recolección de la información que luego se traduce en los documentos primarios, los cuales, con el trabajo de reflexividad del equipo interdisciplinario son objeto de análisis mediante la codificación abierta y axial, para desembocar en la construcción de matrices, diagramas y corpus de categorías emergentes y familias de códigos, que, según lo propuesto por Strauss & Corbin (2002) permiten ir configurando los resultados de la investigación. En esta etapa por su complejidad metodológica requiere de un relato más detallado, el cual será objeto de otro artículo.
Redacción del informe final. Fase para dirimir la cuestión del problema de investigación y los objetivos de investigación que consiguen advertir el carácter descriptivo/comprensivo de la investigación que se plantea.
Las fases expuestas que se construyen en coherencia con el método descriptivo/comprensivo discernido con el apoyo de los enfoques mencionados: fenomenología social, etnografía e interdisciplinariedad; favorece la narrativa de las experiencias significativas vividas por los campesinos y campesinas de los municipios de Fosca y Fomeque; en torno al tema de la seguridad alimentaria de las comunidades en los territorios y en el contexto de la vida cotidiana. Sin duda el aspecto central, es y será el análisis de estos relatos que constituyen la etapa final de este trabajo. Por lo que, en consecuencia, al analizar los materiales provocados, se logre acceder a la subjetividad no solo de los equipos de investigación; sino captar en un diálogo intersubjetivo con los habitantes entrevistados sus vivencias y la comprensión del fenómeno que se aborda.
Conclusiones
Si bien es válido afirmar que el método propuesto no es de naturaleza científica, es, en cambio, empírico, ya que se basa en la observación de la realidad y las percepciones subjetivas de los individuos en relación con las acciones que llevan a cabo en el mundo. La comprensión de la realidad que se describe se logra a través del análisis que el equipo ha propuesto en la construcción de este corpus, lo cual permite generar un discurso en torno al tema de investigación.
Discurso que se logrará obtener a partir de diferentes relatos, obtenidos por medio de entrevistas a profundidad, entrevistas a grupos focales e incluso relatos biográficos o autobiográficos. De hecho, lo que se pretende en este caso, es hacer un análisis de esos relatos, para evitar construir categorías artificiales que no pudieran dar cuenta de lo que los sujetos históricamente han construido. Partir del descubrimiento de la subjetividad humana y la forma como opera en la realidad, constituye uno de los aportes más significativos de la fenomenología de Husserl y Schütz.