Cali, 23 de febrero del 2024
Doctora Mónica Bejarano Editora Revista Colombiana de Cirugía Bogotá, D.C., Colombia
Respetada doctora Bejarano:
Con respecto al artículo publicado por Botero-Mora y col. (2024) 1 sobre los polimorfismos de las enzimas CYP3A5 y MDR-1 y su relación con el rechazo agudo de trasplante de hígado, tenemos la siguiente consideración:
Estudios realizados en diversos países han demostrado que el rechazo agudo a trasplante de hígado es multifactorial 2 y los polimorfismos en más de un gen son esenciales para determinar el pronostico del trasplante. Polimorfismos en la interleucina-17 G-197A, tienen asociación directa con el rechazo agudo de trasplante de hígado al tener la IL-17 efectos directos sobre la expresión de CYP3A5 y CYP3A4, convirtiéndose esta en un biomarcador inmunológico fácilmente detectable en suero 3. Su efecto directo sobre la expresión de las enzimas citocromo C oxidasa lo vincula como un polimorfismo más efectivo de evaluar el pronóstico de éxito de un trasplante de hígado. La influencia de la IL-17 ha sido demostrado en estudios in vitro, y se ha descubierto que su concentración contribuye considerablemente a la expresión de enzimas como la CYP3A5 y CYP3A4 y han llevado al rechazo agudo del trasplante de higado por su efecto en el metabolismo de la ciclosporina y/o análogos 3.
Si bien el metabolismo basal es un elemento clave para entender la funcionalidad de la enzima, no podemos obviar que hay elementos epigenéticos como los microRNAs que tienen efectos sobre el metabolismo de tacrolimus. Estudios como el de Gu et al. (2021) demostraron que el miR-26b-5p regula de manera negativa el metabolismo de tacrolimus, al aumentar la expresión directa de CYP3A5 disminuyendo la concentración de fármacos 4 y teniendo un efecto directo sobre el rechazo agudo de trasplante, esta evidencia formula la idea de que el polimorfismos es una de las causas de las alteraciones en la funcionalidad de la enzima, pero que hay otros factores que deben ser considerados en la discusión del artículo, que influyen directamente en la función de la enzima CYP3A.
Para concluir, Botero-Mora y col. encontraron que los polimorfismos CYP3A5*1/*1 y CYP3A5*1/*3 están asociados con una mayor probabilidad de rechazo al trasplante. Sin embargo, consideramos, que si bien la anterior puede es una conclusión plausible, el estudio no enfatizó en otras explicaciones posibles.