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Acta Medica Colombiana
Print version ISSN 0120-2448
Acta Med Colomb vol.32 no.3 Bogotá July/Sept. 2007
Dr. Néstor Sosa: Jefe de Servicio Enfermedades Infecciosas, Hospital Caja del Seguro Social. Director Medical and Research Center. Panamá.
Correspondencia: e-mail: nrsosa@cable.net.co
Recibido: 18/VII/07 Aceptado: 25/VII/07
Introducción
Si pudiéramos dar una respuesta sencilla a la pregunta que sirve de título a este resumen sería: casi no. Como dijera Joseph Dalovisio MD, presidente de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas en el año 2004 "simplemente no hay suficientes nuevas drogas en el horizonte farmacéutico para mantener el paso con la evolución de las bacterias resistentes". "De las 506 drogas en desarrollo sólo cinco son antibióticos", y de las últimas 89 que han surgido, ninguna es un antibiótico". (Discurso titulado: Bad Bugs, No Drugs: As Antibiotic Discovery Stagnates... A Public Health Crisis Brews". Washington DC, julio 2004).
Los últimos antibióticos en salir al mercado han sido dirigidos, primordialmente, al tratamiento de infecciones por gérmenes gram positivos resistentes como el Staphylococcus aureus meticilinorresistente (MRSA), el Enterococcus faecalis o faecium vancomicinorresistente (VRE). Igualmente algunos de estos nuevos antibióticos pudieran emplearse para los Staphylococcus aureus con susceptibilidad intermedia a vancomicina o vacomicinorresistentes (VISA o VRSA respectivamente).
La situación es mucho peor en cuanto a la disponibilidad de nuevos antibióticos contra los gram-negativos multirresistentes.
A continuación mencionamos algunos de los antibióticos nuevos, que se pudieran emplear en infecciones por este tipo de microorganismos con resistencia antibacteriana.
Antibióticos para el tratamiento de microorganismos gram positivos resistentes
Quinupristina/Dalfopristina
Una relativamente nueva familia de antibióticos, que actúan interfiriendo con la síntesis de las proteínas bacterianas a nivel del ribosoma. El primer antibiótico que salió al mercado de esta familia fue Quinupristina/Dalfopristina. Estos dos compuestos actúan sinergísticamente sobre la síntesis proteica. Sin embargo, la Quinupristina/Dalfopristina tiene un limitante importante: requiere una infusión lenta, generalmente a través de un catéter venoso central. Igualmente se reportaron casos de miopatíás con su uso. Estas desventajas han influido en su poca popularidad.
Daptomicina
Este es un lipopéptido cíclico. Su mecanismo de acción es a través de la unión a la membrana celular con un mecanismo dependiente del calcio. Tiene actividad concentración dependiente, es bactericida contra gérmenes gram positivos. Inhibe la síntesis protéica y la síntesis del ADN y ARN bacteriano. Es activa contra MRSA, MRSE (Staph. epidermidis meticilinorresistente), VRE, PRSP (Strep. pneumoniae penicilinorresistente). Fue aprobada por la FDA en 2003, para el tratamiento de infecciones de piel y tejidos blandos. Otras indicaciones como bacteremia y endocarditis están bajo estudio en la actualidad.
Tigeciclina
Este antibiótico pertenece al grupo de las glicilciclinas (similares a las tetraciclinas). Tiene un espectro amplio, es bacteriostático contra gram positivos, gram negativos, anaerobios, gérmenes atípicos (clamidia, micoplasma), y gérmenes multirresistentes como MRSA, VRE, PRSP. Se une a los ribosomas inhibiendo la síntesis proteica. Está aprobada para infecciones complicadas de piel y tejidos blandos, infecciones intraabdominales adquiridas en la comunidad o en el hospital. Por su metabolismo hepático, debe usarse con cautela en pacientes que reciben otros fármacos como warfarina o anticonceptivos orales. Comparte su perfil de efectos adversos con las tetraciclinas.
Linezolid
El Linezolid es una oxazolidinona, con actividad contra organismos gram positivos. Se encuentra disponible en presentación oral y parenteral. Ha sido aprobado para su uso en infecciones de piel y tejido blandos, neumonía por neumococos resistentes y en infecciones de pie diabético. En algunos estudios ha demostrado ser superior a la vancomicina en el tratamiento neumonía causada por de MRSA; sin embargo, más recientemente se han publicado reportes de falla y resistencia bacteriana. Se ha asociado a mielosupresión (especialmente trombocitopenia) y acidosis láctica. Recientemente la FDA advirtió de los resultados de un estudio del uso de linezolid en infecciones asociadas a catéteres (indicación no aprobada) en el que se observó una mayor mortalidad entre los pacientes que recibían este antibiótico con respecto a los comparadores (vancomicina, oxacilina, dicloxacilina).
Glicopéptidos de segunda generación
Tres nuevos productos: oritavancin, dalbavancin y telavancin están en fase de investigación. Son estructuralmente similares a la vancomicina. Estos compuestos han demostrado actividad contra MRSA, VRSA, VRE, PRSP.
Dalbavancin tiene una vida media larga, lo que puede permitir su dosificación una vez por semana. Ha demostrado eficacia en infecciones por MRSA y en cepas de S.A. resistentes a Teicoplanina.
Oritavancin también tiene una vida media extensa. Se ha estudiado en infecciones de piel y tejidos blandos. Tiene actividad contra VRSA y VRE.
Cuando estos nuevos glicopéptidos se encuentren disponibles, deben reservarse para infecciones por organismos resistentes a los antibióticos que disponemos actualmente.
Pristinamicina
Una nueva estreptogramina para adminstración por vía oral, pristinamicina, se ha empleado en estudios clínicos en Europa, y en combinación con doxiciclina para tratar infección por estafilococos meticilinorresistentes.
Iclaprim
Este compuesto es un inhibidor selectivo del dihidrofolato. Ha demostrado actividad contra MRSA y está siendo evaluado en estudios fase III.
Ceftobiprole
Este antibiótico es una cefalosporina en investigación. Tiene actividad contra MRSA debido a una mayor afinidad por las proteínas fijadoras de penicilina 2a, a pesar de ser un betalactámico. Se está estudiando en diversas indicaciones como infecciones de piel y tejidos blandos, neumonía nosocomial causada por MRSA, y neumococos resistentes.
Antibióticos contra microorganismos gram negativos resistentes
Pseudomonas aeruginosa y Acinetobacter baumanii se han constituido en los dos microorganismos con la mayor resistencia a los antibióticos, especialmente en los pacientes admitidos a las unidades de cuidados intensivos. Cuando estos microorganismos desarrollan resistencia a las cefalosporinas de tercera y cuarta generación y a los carbapenémicos, existen pocas alternativas terapéuticas a disposición de los clínicos.
Tigeciclina
Mencionada anteriormente, aunque no es activa contra Pseudomonas aeruginosa, ha demostrado eficacia in vitro contra Acinetobacter baumanii. Sin embargo aún no se tiene suficiente experiencia clínica con el uso de tigeciclina en infecciones por Acinetobacter baumanii.
Doripenem
Un nuevo carbapenémico en investigación, ha demostrado tener una mayor actividad contra Pseudomonas que meropenem e imipenem. Infortunadamente, no es activo contra las cepas de Acinetobacter resistentes a carbapenémicos.
Polimixinas [Polimixina B y colistina (Polimixina E)]
Aunque antibióticos que han estado disponibles por muchos años (descubiertas en 1947) se están empleando recientemente en el manejo de las infecciones por Pseudomonas y Acinetobacter, especialmente contra las denominadas cepas pandrogorresistentes, es decir, resistentes a todos los antibióticos disponibles.
Las polimixinas actúan sobre la membrana celular, uniéndose electrostáticamente al lipopolisacárido y afectando la función de la misma, alterando la permeabilidad y conduciendo a la muerte celular. Se pueden emplear por vía intravenosa, intramuscular, intratecal, inhaladas o en preparaciones tópicas y oftálmicas. Esta familia de antibióticos peptídicos se ha asociado a nefrotoxicidad (necrosis tubular aguda) y neurotoxicidad (mareos, debilidad, parestesias faciales y periféricas, vértigo, confusión, síntomas visuales, ataxia, bloqueo neuromuscular), pero estudios recientes parecen demostrar que estos efectos adversos no son tan frecuentes como se pensaba. Existen pocas diferencias entre la polimixina B y la colistina. Sin embargo, algunos reportes afirman que la polimixina B es más tóxica que la colistina.
En la actualidad existen pocos antibióticos en investigación con actividad demostrada contra las cepas pandrogorresistentes de Acinetobacter y Pseudomonas.
Bibliografía
1. Drew RH. Emerging options for treatment of invasive, multidrug-resistant Staphylococcus aureus infections. Pharmacotherapy 2007; 27: 227-49.
2. Adebayo S, Johnson L. Newer antistaphylococcal agents: In-vitro studies and emerging trends in Staphylococcus aureus resistance. Wounds 2006; 18: 129- 46.
3. Rice LB. Challenges in identifying new antimicrobial agents effective for treating infections with Acinetobacter baumannii and Pseudomonas aeruginosa. Clin Infect Dis 2006; 43 (Suppl 2): S100-5.
4. Falagas ME, Kasiakou SK. Colistin: The revival of polymyxins for the management of multidrug-resistant gram-negative bacterial infections. Clin Infect Dis 2005; 40: 1333-41.