INTRODUCCIÓN
La frontera entre Colombia y Venezuela comprende 2.219 kilómetros de proximidad geográfica y humana. El territorio de Norte de Santander se destaca como la parte más dinámica y compleja, especialmente la ciudad capital de San José de Cúcuta, dada sus características poblacionales y el crecimiento urbano. En este contexto, es importante comprender las implicaciones de la actual crisis de la República Bolivariana de Venezuela, la movilidad humana de venezolanos y las condiciones en las que llegan al territorio colombiano.
Actualmente Venezuela atraviesa una profunda crisis económica que se refleja en un crecimiento económico negativo. Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) el crecimiento fue -19,5 % para el año 2019 sin expectativas alentadoras, acompañada de una revaluación del dólar; lo anterior tuvo un efecto tanto en la capacidad fiscal del gobierno central, como en el encarecimiento de las importaciones de bienes de consumo. Aunado a lo anterior, una inflación incontrolable que profundiza la crisis económica y, paralelamente, "la creciente ola migratoria coincide con el crecimiento del desempleo en Colombia" (Morales-Zurita et al., 2020, p. 4).
Más que cuantificar el flujo de población proveniente del vecino país, se pretende llenar los vacíos que proporcionan los análisis descriptivos que se han realizado hasta el momento, debido a que las cifras disienten y las explicaciones aparentemente obvias son mediadas por la intensiva información que producen los medios de comunicación, es importante indagar sobre las condiciones de vida, satisfacción y bienestar de la población venezolana que se moviliza hacia Cúcuta y Villa del Rosario.
Teóricamente la movilidad humana es por un lado un derecho humano como expresión social del derecho a la libre circulación, por otro, como actor del proceso de movimiento o circulación que genera decisiones públicas o privadas. La movilidad humana es multicausal y con propósitos de corto y largo plazo, implicando el desplazamiento entre límites o divisiones geográficas o políticas. Para el caso colombo-venezolano, "estos territorios son distantes de ser separaciones absolutas, en la medida que son habitados por personas que en ambos lados se mantienen en constantes interacciones para un beneficio mutuo" (Contreras, 2017, p. 5).
Esta dinámica se recrudece en los dos últimos años, y la frontera colombo-venezolana se ve afectada por varias decisiones, en especial el cierre fronterizo en agosto del 2015, motivado por las medidas de seguridad del gobierno venezolano, provocando efectos concretos en términos económicos, sociales y humanitarios. Según Reina, Mesa y Ramírez (2018):
La cantidad de inmigrantes del vecino país no sólo es grande, sino que se está acelerando. A fines de 2017 había en el territorio nacional alrededor de 415.000 venezolanos con vocación de permanencia, una cifra que dos años antes era de apenas 109.000. De hecho, hasta fines del año pasado la cantidad de venezolanos en Colombia se estaba duplicando anualmente; sin embargo, en 2018 el flujo migratorio se ha acelerado y tan solo en el primer semestre del año esa cantidad se multiplicó por dos para llegar a 865.000. (p. 6)
La ciudad de Cúcuta es epicentro de estas consecuencias. En julio del 2017 la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) presentó un diagnóstico sobre la movilidad humana en la frontera colombo-venezolana, según este informe el 67 % son colombo-venezolanos y un 33 % venezolanos, además 153.443 venezolanos ingresaron al país, pero no han salido. En Norte de Santander y Arauca hay 5.378 personas y 47 asentamientos humanos, lo anterior implica una atención humanitaria difícil dada la baja capacidad institucional de las ciudades de frontera y la limitada infraestructura social, como el caso de Cúcuta y Villa del Rosario. Sumado a lo anterior, la carencia de oportunidades que caracterizan esta región se expresa en indicadores sociales como el desempleo, la informalidad y la pobreza. "Mientras se evidencia una presión importante sobre el mercado laboral en Cúcuta, Riohacha y Bogotá, así como un incremento en la pobreza monetaria en estas ciudades, casos como los de Barranquilla y Medellín muestran mayor resiliencia para asimilar el fenómeno migratorio" (Reina et al., 2018, p. 109).
Ante la pertinencia del estudio, es importante aclarar que frente a la problemática existente por la alta movilidad de venezolanos en todos los espacios de la extensa frontera colombo-venezolana, se considera que la información sobre las características, motivos y satisfacción de la población objeto de estudio, podrá ser utilizada por organismos de nivel local, regional, nacional e internacional como base para la formulación e implementación de políticas públicas integrales.
El propósito del trabajo es analizar la satisfacción del migrante venezolano en Cúcuta y Villa del Rosario. El artículo está organizado de la siguiente manera: primero esta introducción; en segunda medida los antecedentes que presentan una trasegar histórico del concepto de migración; posteriormente se describe la metodología con un enfoque paramétrico y analítico, en relación con las condiciones de la población venezolana que se encuentra en Cúcuta y Villa del Rosario (Norte de Santander), para lo cual se hace uso de un modelo econométrico de respuesta cualitativa que indica la probabilidad de que los movilizados encuestados se encuentren satisfechos; posteriormente los resultados, donde se halla que estar empelado aumenta la probabilidad de satisfacción, siendo mayor en hombres que en mujeres, por otro lado la ayuda humanitaria genera una menor satisfacción, las mujeres en general son las más satisfechas, en especial las jefes de hogar; además, la jefatura del hogar y las horas trabajadas son variables más influyentes en la satisfacción de los migrantes; finalmente, se presentan las conclusiones.
1. REVISIÓN DE LITERATURA
La palabra migración según el diccionario de la real academia proviene del latín "migratio" y designa todo desplazamiento de individuos de un lugar a otro; se estima que las migraciones se remontan a los propios orígenes del Homo Sapiens y es desde entonces que se viene fraguando el hecho migratorio (Cabezón y Sempere, 2019). Como consecuencia de esta, Europa, que desde el siglo XVI está ya muy presente en el resto del mundo, consolida y amplía su dominación. Los occidentales y el sistema económico que imponen se hallan en el corazón de la gran mayoría de los movimientos migratorios, sea por que participan directamente o por que los provocan. Las causas indirectas de las migraciones se derivan del contexto de los impactos de la industrialización: revolución tecnológica (transportes y comunicaciones), proletarización de la sociedad, desequilibrios entre regiones y transición demográfica:
En la primera fase, los individuos de diversos orígenes, principalmente rurales, son trasplantados de las aldeas en un proceso de urbanización desencadenado por la industrialización. En la segunda fase, la estabilización y luego la disminución de la proporción de "no nativos" representa la creciente cohesión de los nativos y los inmigrantes recientes que forma un nuevo proletariado industrial de población. (Oris, 1996, p. 181)
Así las cosas, las primeras elaboraciones teóricas y científicas realizadas sobre el fenómeno de las migraciones aparecieron a finales del siglo XIX, y se fueron desarrollando durante la primera mitad del siglo XX bajo una fuerte influencia de las teorías económicas fundamentadas en modelos macro analíticos y macroestructurales. Según Bade (2015):
La investigación histórica de la migración tiene tres tareas principales. El primero es investigar los movimientos migratorios en términos de volumen, cursos, y estructuras. La segunda tarea es estudiar el comportamiento, patrones de migrantes con respecto a, por ejemplo, región, clase, grupo y género. La tercera tarea es integrar la migración, movimientos y los patrones de comportamiento de los migrantes en el marco de población, economía, sociedad y cultura de ambas zonas de emigración e inmigración. (p. 447)
E. G. Ravenstein es el punto de inicio del corpus teórico de las migraciones, y de referencia de todas las posteriores formulaciones. Con él se establece el marco de la teoría clásica de las migraciones, cuya influencia perdura hasta la actualidad. Sus famosas \2 leyes de las migraciones, expuestas en 1885, representan el primer intento de generalizar y predecir una serie de regularidades empíricas en las migraciones. Según Arango "estudios clásicos como los de Ravenstein (1885-89), Adna Ferrin Weber (1899), Reford (1926), Jerome (1926) y Thomas y Znaniecki (1927) conservan su interés y siguen contándose entre las principales y más influyentes aportaciones a la investigación de los movimientos migratorios" (1985, p. 12).
Ravenstein estableció un marco explicativo completo del fenómeno migratorio, entendiendo las migraciones como movimientos forzados por el sistema capitalista de mercado y las leyes de la oferta y la demanda. En el siglo siguiente, entrarían al debate las migraciones clásicas, producidas por las guerras mundiales y los periodos de entreguerras y auges económicos que marcaban tendencias de migraciones masculinas u obreras en el marco de la producción fordista.
Asimismo, García (2003) puntualiza que a lo largo de las décadas setenta y ochenta del siglo XX se dio una crisis generalizada de los grandes corpus teóricos y paradigmas explicativos, que ya no resultaban del todo satisfactorios. Surgen entonces los análisis micro, en parte como reacción a las teorías macro, para intentar paliar las deficiencias y limitaciones de estas.
Los nuevos enfoques, tanto teóricos como metodológicos, van a plantear el estudio de las migraciones desde nuevas claves, que podríamos sintetizar en: el microanálisis, para completar así la visión general del análisis macroestructural y descubrir las dinámicas locales y las variaciones regionales; el análisis longitudinal o las historias de vida; el análisis del individuo desde la perspectiva de la familia; y la importancia de los factores intermedios. "Buena parte de la literatura se enfoca en la migración voluntaria motivada por un proceso de búsqueda de bienestar" (Reina et al., 2018, p. 56). Según estos nuevos enfoques el individuo deja de ser un sujeto pasivo y pasa a ser protagonista de su propia historia.
Desde estos supuestos teóricos se presta especial atención a los procesos de selección de los emigrantes en los lugares de origen, y se amplía el abanico de factores migratorios, añadiendo a las causas económicas, las causas sociales -condiciones de vida, nivel de bienestar, vivienda, educación, huida del servicio militar-, los factores políticos -legislación, problemas políticos, persecuciones, beneficios fiscales-, los factores físicos -clima, medioambiente, situación geográfica, calamidades-, los transportes, la religión, cuestiones históricas, redes de información, contactos previos, mercado de trabajo, alfabetización, percepciones subjetivas, etc. Según Rodríguez y Berlepsch (2020):
La teoría tradicional de la migración ha tenido como objetivo explicar por qué los migrantes acuden a áreas particulares utilizando características económicas y socio-demográficas, así como aspectos naturales y culturales, ya que más recientemente, el enfoque ha estado en la presencia de parentesco y redes de migrantes en el destino. La presencia de una gran red de migrantes, un origen geográfico compartido, una conexión étnica o un entorno común entre los migrantes ya establecidos y los recién llegados en un lugar en particular se ha identificado como un factor de atracción crucial para los recién llegados. (p.10)
Ante estas nuevas tendencias, el estudio de la migración se nutrió de diferentes enfoques, como también sucedió con otras disciplinas. Los estudios de género, desarrollo humano, necesidades básicas, llegaron para ser eje de muchas investigaciones. Un ejemplo lo expone Pérez (2002):
Se adopte la perspectiva que se adopte, parece claro, y en palabras de la Unión Europea, que el colectivo de mujeres es uno de los grupos de riesgo susceptibles de padecer situaciones de exclusión social y procesos de empobrecimiento. Como lo es también el colectivo de inmigrantes. (p. 103)
Lo anterior, pretende esclarecer cómo diversos grupos demográficos incrementan sus probabilidades de empobrecimiento o, dificultan más su desarrollo por su edad.
De forma general "los otros", los inmigrantes "económicos" son a los que habitualmente se excluye, vengan este "otro" del Norte de África, de África Subsahariana, de Latinoamérica, de China, de la India, de Rusia, de Rumanía, etc. Evidentemente hay muchas otras personas migradas que no son consideradas como tales pese a: su edad, su género, su pigmentación, su etnicidad y su origen nacional. (Blanco, 2015, p. 93)
Esta realidad condiciona la circulación de las mujeres migrantes, quienes ven como sus intentos son presentados desde una perspectiva que niega toda capacidad de agencia social a sus estrategias migratorias. "Mientras que una extensa investigación aborda los determinantes de la migración tales como el ingreso familiar, la educación y las redes sociales, a menudo se ha ignorado la dimensión de género de las decisiones de migración" (Smith y Floro, 2020, p. 11). Al menos hasta hoy se tiene entendido que las mujeres juegan un papel importante en las decisiones de migrar internacionalmente y también, tienen un mayor compromiso de participación que los hombres en asociaciones de carácter social y organizaciones de ayuda al inmigrante (Prieto Lacaci, 1993).
Siguiendo este enfoque, se hace preciso mencionar el concepto de desarrollo como un cambio cualitativo de las condiciones de los individuos, la expansión de sus capacidades o agencia social, tal como lo planteó Sen (1999) señalando que "su concepto de capacidad se asemeja a la palabra griega dunamin que Aristóteles empleó para analizar algunos aspectos del ser humano y que puede traducirse como 'potencialidad' o 'capacidad para existir o actuar'" (London y Formichella, 2006, p. 20). Siendo estas capacidades limitadas para los migrantes, desde su estatus y las condiciones en las que se encuentran, en comparación con la población receptora, como menciona (Blanco, 2015) las reglamentaciones de la migración hacen más rudas las condiciones de las personas que tienden a movilizarse, y como lo demuestra en su trabajo, se relacionan las diferentes desigualdades para conformar la situación de las personas jóvenes y las migraciones.
Así las cosas, el empobrecimiento del migrante es muy probable, entendiendo la pobreza como la insatisfacción involuntaria de las necesidades en un tiempo prolongado. De esta manera la definición de pobreza cambia su significado tradicional y economicista, y entra en juego la definición de necesidades desde campos como la sociología, la economía y el desarrollo. Según Pérez (2002) las necesidades desde la sociología se han estudiado desde significados distintos:
Marcuse (1969: 35 y s.) señala dos tipos de necesidades: las falsas o artificiales (impuestas por determinados intereses sociales y cuya satisfacción se realiza a través del mercado) y las verdaderas, cuya satisfacción no se produce en el mercado. Las primeras se identifican con los términos deseo y consumo y son las que dominan en las sociedades capitalistas. Sin embargo, las segundas forman parte de lo que él llama "espacio residual". (p. 96)
Desde la disciplina del desarrollo humano, autores como Manfred Max Neef (1993) define las necesidades falsas como satisfactores, es decir, las necesidades son siempre las mismas en toda cultura y tiempo, pero los satisfactores cambian durante la historia y los avances tecnológicos. Por otra parte, Sen (1999) percibe las necesidades como coartadoras de las libertades y, en últimas, de las capacidades del individuo. Dados los diferentes enfoques y usos de esta definición del desarrollo entendido como "un proceso de expansión de las libertades de las personas para llevar una vida prolongada, saludable y creativa" (Tezanos et al., 2013, p. 11), resulta la más idónea en una identificación a grandes rasgos de las libertades y potencialidades de los migrantes en este caso, partiendo así, de una caracterización que nos puede brindar una mirada general de la falta de libertades o las potencialidades de estos grupos estudiados.
A nivel local, los estudios sobre condiciones de vida en migrantes han sido pocos, (Botello, Ramírez y Flores, 2019) desde el enfoque del desarrollo a escala humana de Max-Neef analizan las necesidades de la población migrante venezolana en la ciudad de Cúcuta, llegando a la conclusión de que no se satisfacían en su llegada al país receptor. Por otro lado, ante la feminización de las migraciones, se han hecho estudios para convalidar y determinar las condiciones del género frente a la decisión de migrar como lo hace Tijoux y Palominos (2015) con "Aproximaciones teóricas para el estudio de procesos de racialización y sexualización en los fenómenos migratorios de Chile".
De igual forma, Martín Díaz (2008) hace el ejercicio en España, argumentando que la realidad condiciona la circulación de las mujeres migrantes, y que se niega toda capacidad de agencia social a sus estrategias migratorias. Pese a todo, la realidad actual presenta una serie de claroscuros donde las situaciones de explotación conviven con la capacidad de las inmigrantes para invertir su posición en el proceso de toma de decisiones en el seno del grupo doméstico y en los ámbitos del parentesco y las relaciones de género. Añadido a esto, también se presentan estudios para conocer las condiciones de los jóvenes migrantes como es el caso de Blanco (2015) al realizar un análisis etnográfico en profundidad de la situación de las personas jóvenes y su relación con las migraciones. Por otro lado, López y Oso (2015) tienen en cuenta los efectos de la crisis en España sobre las dinámicas laborales de los migrantes, las estrategias adaptativas en el territorio, que combinan tanto iniciativas como motivaciones.
Por otro lado, dada las condiciones etarias y de empobrecimiento de los migrantes, es importante analizar su condición más allá de la renta. Para evaluar el bienestar individual, como cita Cejudo (2007, p. 11), Sen (1982) considera que los recursos disponibles no proporcionan suficiente información porque su aprovechamiento varía según circunstancias personales como la edad o la salud, y socioculturales como la educación o el capital social. Por ejemplo, un anciano necesitará seguramente más recursos que un joven para que ambos sean igualmente capaces de estar sanos; una persona con conocimientos básicos sobre salud e higiene será más capaz de estar saludable, con los mismos recursos, que quien carezca de tales conocimientos.
Este trabajo tiene como enfoque la perspectiva clásica de Ravenstein (1989) sobre migraciones, que sirve como esquema conceptual y heurístico, ya que permite dar razón de la migración venezolana y su satisfacción en Cúcuta y Villa del Rosario. Es importante tener en cuenta el conjunto de proposiciones empíricas generales desarrolladas por Ravenstein, esas características relativas del fenómeno migratorio que expresó como "leyes" ayudan a entender la movilidad humana; en especial las siguientes: las disparidades económicas son el principal móvil, la mayoría de las migraciones son de corta distancia, los que se desplazan de larga distancia tiene preferencias a los mayores centros urbanos comerciales e industriales, y en las migraciones de corta distancia predominan las mujeres. Además de lo anterior, este autor desarrolla dos conceptos ilustrativos como los Push Factor que son factores negativos del lugar de origen, y los Pull Factor del lugar escogido como destino, que tiene aspectos positivos que incentivan la migración. Los factores de expulsión están determinados por condiciones estructurales que afectan la capacidad del territorio para satisfacer las necesidades humanas, y privan a los individuos del ejercicio pleno de sus libertades y el desarrollo colectivo. Para el caso de los migrantes venezolanos, la crisis política, económica y social, se ha traducido en desabastecimiento, pobreza, hiperinflación y una presión política fuerte (Rodríguez y Miranda, 2017, p. 83). Por el lado de los factores de atracción, ofrecen al migrante potenciar la esperanza de hallar en el lugar de destino un mayor grado de satisfacción a sus insatisfechas necesidades y aspiraciones (Arango, 1985, p 15), por ende, los individuos hacen una valoración entre las ventajas y desventajas de movilizarse. Cabe señalar que Ravenstein otorga a la dimensión económica un lugar importante en las razones explicativas de la migración, aunque no de manera determinística, para el caso de este trabajo la satisfacción en el territorio de atracción, está expresada en esa dimensión: el empleo (Vallejo-Martin, 2018, p. 72), las horas trabajadas y la búsqueda de satisfacer las necesidades vitales. Es importante tener claro que quienes toman la decisión de migrar, no son un epifenómeno, sino que hay una relación entre esas condiciones estructurales y las individuales, mediadas para el caso de estudio por el espacio transfronterizo donde se desarrolla esta dinámica.
2. METODOLOGÍA
Para cumplir con los objetivos propuestos, la presente investigación se abordó desde un enfoque paramétrico y analítico. Se realizaron mediciones cuantitativas para describir la situación de la población venezolana que se encuentra en movilidad en Cúcuta y Villa del Rosario (Norte de Santander) y analizar las razones que fundamentan la decisión de diversos grupos poblacionales de venezolanos que se observan en diferentes espacios de la ciudad de Cúcuta y su área metropolitana.
El diseño de la investigación fue abordado desde dos enfoques, uno descriptivo que permite decir cómo es y cómo se manifiesta determinado fenómeno. Por otra parte, se hace uso del enfoque inferencial, que consta de analizar las hipótesis y verificar su aplicabilidad para toda la población. Para lograr lo anterior se hace uso de un modelo econométrico de respuesta cualitativa, que indica la probabilidad de que los movilizados encuestados se encuentren satisfechos. Así las cosas, a partir del enfoque analítico de la investigación se busca describir la movilidad humana de los venezolanos migrantes en Cúcuta y de los que acuden a la casa de paso Divina Providencia de Villa del Rosario.
Para la dimensión cuantitativa de la investigación, la población estuvo representada por venezolanos que realizan movilidad, migrantes venezolanos en la ciudad de Cúcuta; sabiendo de antemano, que no se cuenta con una lista (marco muestral) de venezolanos con movilidad en la ciudad, se decidió realizar un muestreo no probabilístico por conveniencia, ya que al no tener acceso a la lista de los sujetos que conforman la población es imposible conocer la probabilidad de que cada individuo sea seleccionado para la muestra. Los criterios de selección de los sujetos que conformaron la muestra fueron: venezolanos que habían realizado movilidad a la ciudad de Cúcuta o que recibían ayuda en la casa de paso en el sector de La Parada, que se encontraban ya asentados, en tránsito por la ciudad o buscaban ayuda temporal. Se aplicaron 460 encuestas en el año 2017, el instrumento de recolección de información usado fue una encuesta socioeconómica, que permitió conocer las características de los grupos de venezolanos que se observan en diferentes espacios de la ciudad de Cúcuta y los que acuden a la casa de paso Divina Providencia, Sector "La Parada" (Villa del Rosario), Departamento Norte de Santander, Colombia.
Con base en Tibajev (2019) y en lo presentado a lo largo de todo el documento, se tiene que los diversos autores que han tratado la movilidad permanente, han concordado que la misma es un fenómeno multicausal; dado lo anterior, el modelo econométrico que se realizó para la obtención de resultados dirigidos al objeto de este estudio es:
3. RESULTADOS
A continuación, se presentan los resultados cuantitativos de la encuesta aplicada a los migrantes venezolanos identificando las siguientes variables: el sexo de los individuos es un aspecto clave de la dinámica demográfica, y componente de la estructura poblacional, dado que involucra características que permiten cualificar una población. Es así como, a partir de la base informacional de un grupo poblacional de 460 migrantes provenientes de Venezuela, se estimó la participación de mujeres y hombres en la migración, siendo las mujeres las de mayor participación con un 54 % y los hombres con un 46 %.
Para obtener una idea de la composición de la población migrante, se presentó a 460 individuos tres opciones de respuesta, vinculadas en efecto a la nacionalidad, que se consideraron pertinentes para el estudio. Se destaca de los resultados que el número de personas de nacionalidad venezolana presentes en la muestra fue el mayor, dado que representaron el 87 % de la mencionada población, mientras que los colombo-venezolanos constituyeron el 8 % y los colombianos retornados el 5 %.
Al igual que el sexo, la edad es importante en la dinámica demográfica y, por consiguiente, parte de la estructura poblacional. El conocimiento de la composición por edad de un grupo poblacional ofrece un panorama sobre las necesidades presentes en dicha población en un territorio y momento dado, que admite definir requerimientos de salud, educación, vivienda y empleo, lo que varía en efecto con la edad. Es así que por medio del establecimiento de rangos de edad, se estructuró la población y se estimó que un 42 % de la población encuestada se encuentra concentrada en el rango de edad de 20-29 años, es decir que un poco menos de la mitad del grupo está compuesto por jóvenes, un 26 % se ubica en el rango de edad de 30-39 años, un 13 % en el rango de 40-49 años, un 10 % lo constituyen personas de 50 años o más, tipificadas como de la tercera edad, y un 9 % lo componen individuos que se encuentran en el rango de edad de 12-19 años, lo que implica que la participación de población adolescente en la migración es baja si se compara con el resto, como puede observarse en la Figura 1.
Con base en la información que presenta la Tabla 1 al analizar la prueba de Phi y V de Cramer se puede identificar una alta asociación entre la condición de jefe de hogar en los migrantes venezolanos y la satisfacción de los mismos con respecto al territorio colombiano como fuente de oportunidades personales y familiares. De acuerdo con un nivel de significancia del 95 % y bajo la distribución Chi2 se puede afirmar que las dos variables son estadísticamente dependientes, por lo cual se puede decir que la condición de jefe, a la luz de la evidencia empírica, es un determinante de la satisfacción de los migrantes venezolanos encuestados, o en palabras simples, la condición de jefe de hogar influye en la movilización de los sujetos analizados.
Asimismo, al analizar la asociación entre el empleo y la satisfacción de los migrantes evaluados que se resume en la Tabla 2, se pudo identificar una relación moderada de correspondencia entre la situación laboral y la satisfacción, la cual es levemente menor que la relación expuesta anteriormente, pero significativa desde la perspectiva estadística en el 95 % de los casos, lo cual indica que, la condición de empleo es un factor estadísticamente significativo para que los venezolanos que se movilizan al país cuenten con las garantías que los satisfagan en términos individuales y sociales.
De manera sincrónica, la asociación entre el apoyo al migrante y la satisfacción de los encuestados en la Tabla 3 expuso de manera similar una relación moderada de correspondencia, lo cual sugiere que, como en el caso anterior, la aplicabilidad de la relación es para 95 de cada 100 casos en la población en donde se tiene que recibir un apoyo (como proxy de institucionalidad por parte del país receptor), surge como medida que interviene en la satisfacción de los evaluados; todo lo anterior con base en el estadístico de Phi y V de Cramer, lo que quiere decir que, el apoyo institucional influye significativamente.
Asimismo, derivado del análisis de asociación presentado en la figura 2 y teniendo en cuenta los postulados aplicativos de la teoría de la gestión, se puede inferir entonces que, al trazar gráficamente el principio de pareto, se identifican los principales motivantes a la insatisfacción por parte de los migrantes venezolanos, en donde las ayudas humanitarias son una característica común en los encuestados que no se encuentran satisfechos con el país, esto con una aplicabilidad al 95 % de la población. Lo anterior sugiere que, si bien existe una correspondencia estadísticamente significativa entre estas variables, esta condición debe ir acompañada de la interacción simultánea de otras condiciones para incrementar de manera importante la satisfacción entre los migrantes venezolanos. Estudios como el de Ma y Tang (2020), para el caso de la migracion interna en China hacia los centros de acopio económico, y Moraga et al. (2019), para la inusitada migracion de latinos a España, demuestran cómo en la actualidad las "leyes" de Ravestein se siguen cumpliendo. El migrante, prioriza el bienestar económico entendido como una mejora de su bienestar.
En cuanto a la estimación realizada, se obtuvo el modelo econométrico que se presenta a continuación, el cual considera que la probabilidad de que el migrante se encuentre satisfecho (como proxy de movilidad de acuerdo con los argumentos de Ravenstein (1989) tiene un comportamiento sigmoidal (en forma de "s") bajo distribución logística, los resultados lo resume la tabla 4.
Al analizar la significancia conjunta, con base en la prueba de Wald, se identificó que la estimación especificada presenta una consistencia estadística en la determinación de la satisfacción de los migrantes venezolanos, es decir, los resultados obtenidos al ejecutar el test afirman que, cada una de las variables incluídas afectan el comportamiento promedio de la satisfacción en el 95 % de los casos mientras se analicen conjuntamente; de lo cual, se indica que la función de regresión estimada es una aproximación adecuada para la explicación del fenómeno en el 95 % de los migrantes que se radicaron en Cúcuta Área Metropolitana.
En cuanto a la significancia individual, la evidencia empírica expone que, con un 95 % de confiabilidad, no todos los coeficientes estimados presuponen una significancia tan importante como para explicar por sí solos la probabilidad de que un migrante venezolano decida asentarse en Cúcuta A.M, por lo cual, en contraposición se puede afirmar que de las variables no multiplicativas, solamente Empleo, Jefe, Sexo y Horas, afectan por sí mismas de forma estadísticamente significativa. En cuanto a las variables multiplicativas (Diferenciales) se establece que la condición de jefe de hogar, el apoyo al migrante y el género, son altamente significativas cuando participa el número de horas laboradas a la semana; en los casos no mencionados anteriormente, se tiene que la influencia no es nula, siempre y cuando se incluyan de manera complementaria o diferencial en el análisis.
Al analizar la Tabla 5 se puede identificar que, la razón de cambio en la probabilidad es un 2,6 % menor cuando el sujeto analizado recibe algún tipo de apoyo en el país (sea humanitario, jurídico o económico); la variación que tiene la probabilidad cuando se presenta un incremento en el número de horas que dedican los migrantes venezolanos a la generación de ingresos es de -0,8 %, lo que indica que inicialmente, cuando el encuestado trabaja solo una hora, la probabilidad de estar satisfecho con el territorio se reduce en 0,8 %, sin embargo, esta reducción decrece progresivamente hasta que el encuestado alcanza las 40 horas semanales, en donde a partir de ese punto, la función deja de presentar rendimientos marginales decrecientes y aumenta considerablemente la probabilidad por cada año adicional.
Al vincular el género en la disyuntiva se tiene que, la condición de mujer en escenarios similares provoca un crecimiento 12,5 % mayor que en los hombres y, en concreto, cuando se presenta la presencia de apoyo en estos casos, las posibilidades de estar satisfechos se vuelven ocho veces mayores para ambos sexos. Al analizar el caso de la experiencia, el modelo expone que ante un aumento en los años de experiencia la probabilidad aumenta en 0,17 % en promedio.
En relación con el empleo, se tiene que la condición de empleo aumenta las probabilidades medias de estar satisfecho en un 47,2 % para cada uno de los migrantes venezolanos. En contraposición, tanto el género como la condición de jefe reducen por sí solas las probabilidades de movilizarse (estar satisfecho con el territorio) en un 21,0 % y 23,3 % respectivamente, lo que indica que, si se analiza el efecto de las dos variables de manera simultánea se puede identificar que se amplifican sus efectos en un 2,3 y 2,1 puntos porcentuales para cada variable, es decir, cuando los evaluados son hombres y jefes de hogar, en otras palabras, se tiene que el empleo masifica el efecto del género en 2,3 puntos porcentuales y en 2,1 puntos porcentuales la condición de jefe en cuanto a probabilidad de movilizarse (estar satisfecho con el territorio).
Al analizar la información presentada en la figura 3 se puede identificar de manera preliminar que si bien el apoyo institucional da una mayor probabilidad cuando la experiencia laboral es nula, a medida que se incrementan los años de experiencia se puede vislumbrar que la satisfacción de los migrantes venezolanos encuestados crece a una tasa 2,35 veces mayor que de aquellos que han recibido un apoyo por parte de una entidad gubernamental, lo cual propone que, a la luz de la evidencia empírica, las ayudas son una condición que hace atractivo el país en el corto plazo, pero no puede sostener dicha satisfacción en los migrantes venezolanos, esto principalmente porque se requieren garantías en la generación de ingresos, tales como empleo o emprendimiento, los cuales no se han contemplado en las ayudas que principalmente reciben los provenientes del vecino país.
La evidencia empírica sustenta con un nivel de confianza del 95 % que los migrantes venezolanos empleados tienen mayores niveles de satisfacción, esto en concordancia con los referentes teóricos presentados se sustenta en la medida que corrobora que la generación de ingresos es uno de los principales motivantes para la movilidad, en donde el efecto bola de nieve entra a participar a través de la satisfacción; no obstante, como se expone en la Figura 4, el modelo estimado confirma que a medida que aumenta la experiencia para ambos casos la satisfacción para con el territorio receptor es mayor, pero con la salvedad de que los migrantes venezolanos no empleados tienen un mayor crecimiento en la probabilidad, esto debido a que como afirma Ravenstein (1989) su alta cualificación para el trabajo les permite tomar una posición optimista que los hace más propensos a migrar para mejorar sus condiciones materiales individuales.
De acuerdo con la información presentada en la figura 5 se pueden identificar 2 tipos de situaciones, inicialmente, se tiene que al comparar respecto al género se presentan mayores probabilidades de movilizarse para el caso de las mujeres, esto independientemente de si el individuo es jefe de hogar o no lo es. Por otra parte, se tiene que, los evaluados en condición de jefe tienen menores probabilidades de movilizarse cuando no hay experiencia laboral, pero cuando esta entra a interactuar en la disyuntiva, sus probabilidades crecen más vertiginosamente que para los no jefes de hogar, esto sin importar el género del migrante venezolano encuestado. En síntesis, la condición de jefatura actúa más concretamente cuando hay activos personales para superar la vulnerabilidad, tales como las posibilidades de trabajar (experiencia laboral).
Para el caso de los no jefes de hogar se puede analizar que presentan rendimientos marginales, los cuales hacen que sus probabilidades comiencen a incrementar vertiginosamente cuando hay experiencia de por medio, en donde las mujeres (7 años) requieren 2,14 veces menos años de experiencia que los hombres (15,3 años) para cruzar el umbral, es decir 8 años menos de experiencia laboral.
De acuerdo con la figura 6, se tiene que, en el comportamiento esperado de los encuestados cuando no reciben ningún tipo de apoyo institucional, se vislumbra que las probabilidades son más altas para las mujeres sin importar el número de horas que labora a la semana; sin embargo, mientras el hombre que no recibe apoyo tiene una fluctuación más marcada y con crecimiento en la probabilidad desde el inicio, la migrante venezolana que no recibe apoyo tiene una probabilidad de permanecer en el territorio receptor más aplanado y con forma senoidal.
En cuanto a los evaluados que si han obtenido algún tipo de ayuda por parte de una organización sin ánimo de lucro se tiene que, el comportamiento del vector sistemático estimado presenta un diferencial disímbolo, en donde la diferencia en las pendientes del grupo tiende a convergir, y si bien, inicialmente existía una brecha en las probabilidades, esta tiende a reducirse conforme aumentan las horas laboradas a la semana. En adición a lo anterior, cabe recalcar que si bien estas series analizadas convergen rápidamente; crecen a una menor tasa que los hombres que no han recibido ningún tipo de ayuda. Por lo cual se puede concluir que, el apoyo es más provechoso para los hombres que para las mujeres en condición de migrante, puesto que recibir este tipo de incentivos promueven la permanencia de manera más significativa en el género masculino que en el femenino.
Al analizar el cambio en la probabilidad derivado de las variaciones en el género, la condición de jefe de hogar y el número de horas que laboran los migrantes venezolanos encuestados, se identifica que el sexo es inicialmente una condición más significativa a la hora de movilizarse que el ser jefe de hogar; sin embargo, la Figura 7 expone también que, los rendimientos marginales para los hombres jefe de hogar se superan en un 50 % frente a los hombres no jefes de hogar; para el caso de las mujeres, la relación es 1,32, lo que indica que los jefes de hogar requieren un 50 % y 32 % más en el número de horas semanales laboradas (10 y 8 horas semanales) respectivamente para poder incrementar sus probabilidades de movilizarse y radicarse a largo plazo en Cúcuta A.M.
4. CONCLUSIONES
Según la caracterización aplicada, las mujeres y jóvenes representan la mayoría de población estudiada. Su estado actual permite indagar sobre la privación de sus libertades en cuanto a los servicios económicos y las oportunidades sociales, siendo estas las priorizadas para migrar. Primeramente, son el grupo que más trabaja y el que menos ingreso posee, ya que reciben menos de un salario mínimo. Cabe resaltar que el grupo femenino en comparación con los demás ha recibido más ayudas humanitarias, sin embargo, no hay una política integral de largo plazo para el desarrollo futuro de esta población. Esto se evidenció al ver que la probabilidad de satisfacción con el territorio disminuye al solo recibir una ayuda humanitaria momentánea y no una política integral permanente que permita el pleno desarrollo de sus capacidades. Así las cosas, los migrantes con más horas laborales que recibieron ayuda humanitaria, se mostraron más propensos a estar satisfechos en el territorio.
Finalmente, se puede concluir que para el caso de la migración venezolana en la frontera con Norte de Santander se siguen presentando algunas de las características de las migraciones a nivel mundial. La motivación económica está vigente en el propósito de la movilidad, el bienestar, entendido como situación económica, determina en mayor medida la posibilidad de quedarse en el territorio de destino y permitir la migración escalonada. De igual manera, al ser relativamente corto el trayecto del movimiento migratorio, las mujeres tienden a desempeñar un papel importante en la movilidad como en la migración pendular. La política de atención debe ser integral con un enfoque de derechos, diferencial y de género, con dos componentes fuertes de emprendimiento e inserción laboral, que satisfaga en mayor medida las necesidades de los migrante, y que vaya mas allá de la ayuda humanitaria, sino que tenga una perspectiva de desarrollo que amplíe las libertades, supere las privaciones y pueda suplir las necesidades humanas, lo que implica un trabajo articulado, coordinado y cooperativo de varios actores (gobernanza).