SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.7 issue64History of mountainside farming downfall: cotton in the Suarez river valleyClimate by-products analytical model for specific risk events in Colombian agriculture author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Cuadernos de Desarrollo Rural

Print version ISSN 0122-1450

Cuad. Desarro. Rural vol.7 no.64 Bogotá Jan./June 2010

 

La expansión de la agricultura industrial en Argentina Central. Su impacto en las estrategias campesinas*

Expansion of industrial agriculture in Central Argentina. Its impact on peasants' strategies

Expansion de l'agriculture industrielle dans le Centre de l'Argentine. Impact sur les stratégies paysannes.

Daniel M. Cáceres**, Gustavo Soto**, Guillermo Ferrer**, Felicitas Silvetti** y Catalina Bisio**


*Este artículo hace parte del proyecto de investigación: Impacto de la Expansión Capitalista en las Estrategias de Reproducción Social de los Pequeños Productores Familiares del Norte de Córdoba, desarrollado por la Universidad Nacional de Córdoba y CONICET, Argentina.
**Doctor en Ciencias Agropecuarias. Investigador del Departamento de Desarrollo Rural de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba y del CONICET. Correo electrónico: dcaceres@agro.unc.edu.ar
**Máster en Desarrollo Rural. Investigador del Departamento de Desarrollo Rural de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba. Correo electrónico: gsoto@agro.unc.edu.ar
**Doctor en Ciencias Agropecuarias. Investigador del Departamento de Desarrollo Rural de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba. Correo electrónico: gferrer@agro.unc.edu.ar
**Máster en Investigación Educativa con Orientación Socioantropológica. Investigadora del Departamento de Desarrollo Rural de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba. Correo electrónico: fsilveti@agro.unc.edu.ar
**Máster en Desarrollo Rural. Investigadora del Departamento de Desarrollo Rural de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba. Correo electrónico: calibisio@agro.unc.edu.ar
Cómo citar este artículo: Cáceres, D.M.; Soto, G; Ferrer, G.; Silvetti, F. y Bisio, C. (2010). La expansión de la agricultura industrial en Argentina Central. Su impacto en las estrategias campesinas. En Cuadernos Des. rural. 7 (64): 91-119.

Recibido: 2009-10-16 Aceptado: 2010-03-10 Publicado: 2010-06-03



Resumen

En regiones ecológicamente marginales de Argentina, se observa un marcado avance del capitalismo agrario a través de la expansión de la agricultura industrial, en áreas anteriormente ocupadas por la ganadería bovina y caprina. Este proceso es particularmente importante en el Norte y Oeste de la provincia de Córdoba, donde predominaban las actividades productivas desarrolladas por campesinos. Partiendo de un estudio de caso realizado en el departamento de Río Seco Córdoba, Argentina, se analizó el impacto de la expansión de la agricultura industrial en las estrategias campesinas. Los resultados muestran una fuerte intensificación en el uso del suelo. La agriculturización afecta la biodiversidad, genera concentración económica, modifica y debilita las estrategias campesinas y favorece la descampesinización. A expensas de los ecosistemas nativos y de las comunidades campesinas, se está consumando una de las mayores transformaciones de capital natural a capital económico en la historia de la región.

Palabras clave: Agricultura Industrial, Agriculturización, Sojización, Estrategias Campesinas, Descampesinización.


Abstract

In environmentally marginal areas of Argentina, is taking place a remarkable expansion of agrarian capitalism. The expansion of industrial agriculture is taking over areas formerly devoted to livestock and goat rearing. This process is particularly important in Northern and Western Córdoba, where peasant farming used to be widespread. Drawing upon a case study from Department Río Seco (Province of Córdoba, Argentina), we analyzed the impact of the expansion of industrial agriculture on peasant strategies. Results show that it is occurring a significant process of land-use intensification. Agriculturization negatively affects biodiversity, fosters economic inequality, and modifies and weakens peasants' strategies. At the expenses of both natural ecosystems and peasant communities, it is occurring one of the biggest transformations of natural capital into economic capital in the whole history of this region.

Key words: Industrial Agriculture, Agriculturization, Soy Expansion, Peasant Strategies, Depeasantization.


Résumé

Dans des régions écologiquement marginales de l'Argentine, on observe une remarquable avance du capitalisme agraire à travers l'expansion de l'agriculture industrielle dans des ares auparavant occupées par la production de bétail bovin et caprin. Ce procès est particulièrement important dans le Nord et l'Ouest de la province de Córdoba où prédominent les activités productives développées par les paysans. A partir d'une étude de cas réalisée dans le Département Río Seco, Córdoba, Argentine, on a analysé l'impact de l'expansion de l'agriculture industrielle dans les stratégies paysannes. Les résultats montrent qu'il est en train de se produire une forte intensification de l'usage du sol. L'expansion de la frontière agricole affecte la biodiversité, engendre la concentration économique, modifie et affaiblit des stratégies paysannes et favorise la réduction des paysans à la campagne. Aux dépens des écosystèmes natifs et des communautés paysannes, il est en train de se consommer une des majeures transformations du capital naturel en capital économique de l'histoire de la région.

Mots-clé: Agriculture Industrielle, Expansion De L'agriculture, Expansion Du Soja, Stratégies Paysannes, Réduction Des Paysans À La Campagne.


Introducción

La provincia de Córdoba, Argentina, muestra un avance del capitalismo agrario sobre regiones históricamente postergadas. Este proceso es particularmente notorio en el Norte y Oeste de la provincia, donde tradicionalmente predominaba la producción campesina centrada en la cría extensiva de caprinos y bovinos sobre monte (Silvetti y Cáceres, 1998). Durante las últimas dos décadas se observa el avance de la agricultura industrial (Kimbrell, 2002), principalmente asociado al cultivo de soja y a una creciente intensificación de la ganadería, ligada a explotaciones empresariales que han incorporado mejoras en pasturas e infraestructuras. La transformación productiva ha sido más intensa en la llanura ubicada al Este de las Sierras Chicas, donde existen mejores suelos (Cabido, et al, 2006). Río Seco es precisamente uno de los departamentos en que se ha observado con mayor fuerza la emergencia y consolidación de este proceso (CNA, 1988 y 2002).

Estas transformaciones han modificado el perfil productivo de la región y han generado cambios importantes, tanto en el plano ambiental como social (Cabido, 2006 y Zak et al., 2008). Si bien, el valor bruto de la producción regional se ha incrementado (CNA, 2002), esto se está logrando a expensas de la dilapidación del capital natural (Cabido, 2006) y el desplazamiento de los campesinos. La tecnificación productiva y la alta rentabilidad de la soja han favorecido la concentración económica y productiva en manos de empresarios, mayoritariamente, extra-regionales. Esto ha impactado negativamente al sector campesino, el cual, en contraste, incrementó su vulnerabilidad social. El proceso de concentración de la tierra que se observa en toda la región (CNA, 1988 y 2002) constituye el elemento que permite visualizar con mayor claridad el proceso de concentración económica aquí citado.

Aunque con un foco fundamentalmente ecológico, Cabido (2006) y Zak (2008) constituyen los principales antecedentes del presente trabajo. No obstante, existen otras publicaciones que se ocupan del problema de la expansión de la agricultura industrial, sobre el bosque chaqueño argentino y la instauración de nuevas condiciones socioproductivas en la región se puede consultar a: Van Dam (2003), Cardona (2006), Román y González (2006), González (2007), Hocsman y Preda (2007), Manuel-Navarrete y Gallopín (2007), Britos y Barchuk (2008), Ensabella (2008), Pérez-Carrera (2008) y Aizen (2009).

1. Estrategias campesinas, persistencia y descampesinización

En el marco de estas profundas transformaciones, resulta relevante analizar cómo estos cambios están impactando a las explotaciones campesinas y si estos podrán readecuar sus estrategias de reproducción social, a fin de acomodarse a las nuevas condiciones que impone la nueva realidad imperante en la región. Asimismo, la reconfiguración del campo social en la que los campesinos desarrollaban sus actividades, implica la emergencia de conflictos entre actores sociales con intereses distintos o contrapuestos.

Siguiendo un enfoque bourdiano, las estrategias son entendidas como producto del sentido práctico de los campesinos, es decir, de su aptitud para moverse, para actuar y para orientarse según: (i) la posición que ocupen en el espacio social, (ii) la lógica del campo y (iii) las situaciones particulares en las cuales se encuentran comprometidos (Gutiérrez, 2004). Incluyen un conjunto de conductas, actitudes, acciones y situaciones conscientes e inconscientes vinculadas no solo a la esfera productiva, sino también a ámbitos más globales de los que también depende su reproducción (Cáceres, 2003).

Es abundante la bibliografía que refleja la gran capacidad que muestran los campesinos para reformular sus estrategias a fin de adecuarse a los cambios que ocurren en sus explotaciones y en el contexto (Shanin, 1973). Esto ha dado lugar a debates acerca de la perpetuación del campesinado, independientemente del tipo y magnitud de cambios que enfrenten i.e., la idea de "persistencia"; o a la inexorable descomposición de las unidades campesinas como consecuencia de las fuerzas de expansión y subordinación que ejerce el capitalismo en su proceso de penetración en el medio rural i.e., la idea de "descampesinización" (Murmis, 1991).

A menudo, la persistencia campesina se vincula con la flexibilidad de su producción y su capacidad para hacer frente a los embates del mercado y a las condiciones que imponen las relaciones de producción capitalistas. El uso de mano de obra familiar constituye el aspecto central en torno al cual gira la idea de flexibilidad campesina (Mora, D., 2008). En su concepción más general la descampesinización podría ser definida como la erosión o pérdida de un estilo de vida rural, que combina la producción para la subsistencia y para el mercado y que se asienta sobre una organización social basada en la mano de obra familiar y las relaciones sociales comunitarias (Johnson, 2004). Durante las décadas de 1970 y 1980 tuvo lugar en Latinoamérica un acalorado debate acerca del futuro del campesinado. Los "campesinistas" apoyados en las ideas de Chayanov (1966) y los "descampesinistas" defendiendo las ideas de Lenin (1967), fueron los dos contendientes de un debate inconcluso. Analizando esta misma problemática pero poniendo el foco en la escala regional que aborda este estudio, Ferrer (2004) identifica a ambas corrientes en la provincia de Córdoba.

Incluso, observa variantes que permiten discriminar posiciones más moderadas o radicales. Resulta relevante destacar, que estas posturas no responden a un análisis teórico-académico, sino que forman parte de las posiciones que asumen los actores sociales como parte del debate sobre la conveniencia o no de expandir el modelo de agricultura industrial por sobre la agricultura tradicional y el modo de vida campesino.

1.2. Conflicto social

El nuevo escenario emergente, en el Norte de Córdoba, se presenta como un campo propicio para la expresión de nuevos conflictos sociales. Desde una perspectiva general, se entiende aquí por conflicto a la manifestación de valoraciones o intereses encontrados en torno a distintas situaciones culturales, sociales, económicas o políticas. Si bien, es cierto que los conflictos son moldeados por cuestiones sociales y políticas y por lo tanto requieren un análisis contextual, es preciso no perder de vista la base física-ambiental sobre la que se basan los conflictos (Martínez, A., 2004). En el caso que aquí se analiza, el conflicto es conceptualizado como "social" porque su manifestación trasciende la esfera individual de los sujetos para situarse en el campo más general de los actores sociales. Así, las comunidades campesinas, los productores empresariales, los habitantes de centros urbanos, los organismos gubernamentales de regulación ambiental, las organizaciones sociales, las estructuras y programas gubernamentales, constituyen los principales actores que participan en los conflictos aquí considerados. La lucha por la tierra y el agua, la puja por la apropiación social y económica de los servicios ecosistémicos, la defensa del estilo de vida campesino, la protección del medio ambiente y el reclamo de las comunidades urbanas por vivir en un ambiente sano, constituyen algunos de los ejes en torno a los cuales se articulan los nuevos conflictos sociales en el territorio estudiado.

Los conflictos que aquí se analizan, se enmarcan en lo que Martínez Alier (2004) conceptualiza como "conflictos ecológicos distributivos". Es decir, conflictos sobre derechos o títulos ambientales, sobre la pérdida del acceso a los recursos y servicios ecosistémicos, sobre las cargas que genera la contaminación y sobre el reparto de los peligros ambientales. Cabe destacar que, aunque los conflictos tienen una expresión territorial de escala local el Norte de Córdoba, se articulan con cuestiones más globales que trascienden largamente la escala regional y que están vinculadas con la naturaleza y la lógica del modelo agropecuario dominante en Argentina.

Este trabajo propone analizar el avance del capitalismo agrario sobre un territorio que históricamente ha tenido una importante presencia campesina. El análisis se centrará en las transformaciones que están generando la expansión de la agricultura industrial y cómo esto está modificando la dinámica productiva y social de las sociedades campesinas del Norte de Córdoba. Estas son algunas de las preguntas que pretende responder este artículo: (i) ¿cómo han rediseñado los campesinos sus estrategias individuales de reproducción social para hacer frente a los cambios descriptos más arriba?, (ii) ¿cuáles son las principales transformaciones socioproductivas observadas?, (iii) ¿qué nuevos conflictos sociales están emergiendo y cuáles son los principales actores involucrados? y (iv) ¿cómo esto impacta los procesos de persistencia/descampesinización? Cabe destacar que, el énfasis estará colocado en la esfera microsocial. Es decir, las estrategias individuales que están desarrollando los campesinos a fin de alcanzar su reproducción social. El análisis de las estrategias colectivas y la lucha campesina, a través de sus organizaciones, forma parte de otra investigación, actualmente en curso.

2. Metodología

El trabajo se focalizó en las áreas rurales, urbanas y periurbanas del departamento Río Seco, provincia de Córdoba, Argentina. La investigación utilizó dos herramientas principales: (i) fuentes documentales y (ii) entrevistas en profundidad a los actores sociales. Se puso énfasis en la realización de un intenso trabajo de campo que posibilitara tomar contacto directo con la realidad estudiada.

Entre los actores sociales entrevistados se destacan: (i) campesinos que mantienen su actividad productiva, (ii) campesinos expulsados por el proceso y que hoy tienen residencia urbana, (iii) referentes políticos de la zona e.g., intendentes y delegados comunales y (iv) técnicos que trabajan en programas u organizaciones vinculadas a los campesinos. Para cada uno de estos actores sociales se elaboró un guión de entrevista específico. En total se realizaron 41 entrevistas en profundidad, las cuales fueron grabadas con el consentimiento de los entrevistados. Las entrevistas fueron digitalizadas y transformadas en archivos de textos individuales. La información fue sistematizada en cuatro matrices por tipo de actor social. Para cada matriz se seleccionaron variables relevantes que permitieron organizar la información de campo en función de los objetivos propuestos en la investigación. El análisis procuró comprender los principales hechos y procesos propios del problema en estudio, describir y analizar las principales estrategias elaboradas por los campesinos en relación al problema estudiado.

3. Las principales características del proceso

El progresivo avance de la actividad agropecuaria empresarial en territorios tradicionalmente ocupados por campesinos ganaderos, se debe a la convergencia de un complejo conjunto de factores climáticos, tecnológicos, económicos y de mercado (Cabido, 2006 y Zak, 2008).

Zak (2008), analizando los cambios ecológicos ocurridos en Córdoba entre 1969 y 1999, señala que el bosque chaqueño ha sido la vegetación más afectada, ya que desaparecieron 1,2 millones de hectáreas. En las planicies, este proceso ha sido particularmente intenso, ya que allí se perdieron 985.000 hectáreas de bosques, pasando de cubrir el 44,1% al 7,7% del territorio provincial. Cabe destacar que este estudio no incluye los últimos 10 años, periodo en el cual el reemplazo de la vegetación natural se ha producido a una tasa mayor. Así, en el departamento Río Seco, el cultivo de oleaginosas anuales en especial la soja observa un crecimiento notable, pasando de ocupar sólo 745 hectáreas en 1988, a 43.699 hectáreas en 2002 (CNA, 1988 y 2002). La transformación descrita se acompaña de un proceso de concentración económica, que impacta en el número y tamaño de las explotaciones agropecuarias del departamento. Entre 1988 y 2002, las explotaciones de menos de 1.000 hectáreas acusan una caída del 26%, y se registra un incremento de la superficie promedio de los campos del 23%. La mayor pérdida se manifiesta entre las explotaciones de entre 10 y 200 hectáreas, con un pico entre 25 y 100 hectáreas. En contraste, el número de campos de más de 1.000 hectáreas aumentó más del 10%.

Si bien, este proceso ha estado ocurriendo desde la década de los años noventa, se ha intensificado durante los últimos años, favorecido por el incremento de las precipitaciones y la consolidación del paquete tecnológico asociado a la siembra directa (Cabido, 2006 y Zak, 2008). La rápida transformación socioproductiva se vincula fundamentalmente con el notable aumento de la renta de la tierra. El cambio de la paridad cambiaria, la pesificación de las deudas de los productores, luego de la devaluación de 2002, los altos precios internacionales de los granos en especial la soja, el incremento del precio de la tierra en la región pampeana y la inexistencia de marcos normativos claros sobre la conservación de los ambientes naturales o el escaso rigor en la aplicación de las normas vigentes, fueron los principales factores que alimentaron el proceso.

En resumidas cuentas, durante las últimas décadas se ha producido una importante remoción de la vegetación nativa del Norte de la provincia de Córdoba. Así, una porción significativa del capital natural de la región fue transformada en leña, carbón, granos y carne, o simplemente quemado como consecuencia de los desmontes o los incendios de bosques. Este proceso se ha intensificado notablemente durante los últimos años, como consecuencia de la expansión de la frontera agrícola. La agriculturización compromete la conservación de la flora y fauna autóctonas y promueve el rápido agotamiento de la fertilidad del suelo, la cual se exporta de los sistemas en forma de granos y carne vacuna. Desde el punto de vista social, este proceso está afectando a los actores sociales más vulnerables del territorio y generando conflictos de distinta naturaleza.

4. Transformaciones productivas

La agriculturización está afectando el diseño y la dinámica de los sistemas campesinos. A continuación se presenta una descripción de las principales transformaciones productivas.

4.1 El cerramiento de campos

La radicación en la zona de explotaciones de perfil empresarial, en muchos casos manejadas por productores provenientes de regiones pampeanas, ha impuesto en la región una serie de prácticas tecnológicas que, hasta hace poco, no estaban muy difundidas. Una de ellas es el uso masivo de alambrados perimetrales. En las explotaciones ganaderas, se observa también la utilización de alambrados internos que, al delimitar potreros, facilitan el manejo de los animales y mejoran la producción de forraje.

La masificación del uso de los alambrados constituye el hecho tecnológico que más fuertemente impacta las estrategias productivas campesinas. Esto se debe a que históricamente no pastoreaban solamente sus tierras, sino que sus animales se movían con bastante libertad en el territorio, buscando las pasturas y el agua que necesitaban para su subsistencia. Este manejo estaba acordado entre campesinos y era tolerado por los productores grandes de origen local. Incluso, muchos campesinos no tenían precisiones acerca de las dimensiones de sus campos, ni tampoco de sus límites exactos. Evidentemente, en aquel periodo, la propiedad de la tierra no se regía para ellos por las reglas que impone el derecho jurídico, sino más bien por los acuerdos alcanzados entre familias y las normas de uso transmitidas de generación en generación. Esto no significa que no existieran conflictos vinculados al uso de la tierra. Por el contrario, existían, pero eran negociados en función de acuerdos y normas tradicionales que, generalmente, evitaban la ocurrencia de conflictos de alto nivel de tensión entre las partes involucradas.

Actualmente, en cambio, los alambrados instalados por los empresarios y su escasa o nula tolerancia para que animales de terceros ingresen a sus campos, está generado un fuerte impacto en las estrategias productivas campesinas. En consecuencia, disponen ahora de menos áreas de pastoreo lo que implica que, en la práctica, sus campos se hayan "achicado". Dos testimonios ilustran este problema:

    (...) los campos que han cerrado, es un desastre para nosotros que tenemos animales. Se empieza a achicar todo [el campo] y hay problemas con los alambrados porque ellos hacen los alambrados de 7 hebras pero lo hacen alto y las cabras se pasan por abajo y eso ellos a veces ellos no lo entienden. Acá al frente por suerte todavía no han sembrado así que nosotros estamos salvados. Pero ya sembrarán y no sé... yo no quiero vender las cabras. Nosotros tenemos 45 hectáreas, 40 cabras, 20 ovejas y 25 vacas... Antes todos los vecinos tenían los campos abiertos y estaban todos los animales juntos, pero ahora no... (Campesina de Las Encrucijadas, 2007).

    (...) antes se podía criar porque era campo abierto pero ahora no porque han cerrado todo y ya no se puede, si [las cabras] entran las matan... hay que andar cuidando pero es imposible que no entre alguna. Entonces la gente que tiene poquito campo se va... (Campesina de Sebastián El Cano, 2007).

Las productoras citadas reconocen los conflictos que tienen los campesinos con los productores empresariales. En especial, con aquéllos que se dedican a la agricultura, sobre todo si estos campos no disponen de un buen alambrado perimetral.1 El hecho de que los animales de los campesinos utilizan campos pertenecientes a terceros, queda claramente expuesto en la primera cita cuando la entrevistada señala que a pesar de tener sólo 45 hectáreas, cría 40 cabras, 20 ovejas y 25 vacas.

Resulta paradójico, pero, a pesar de los inconvenientes que los nuevos alambrados ocasionan a los campesinos, algunos de ellos han comenzado a alambrar sus campos. A diferencia de los productores empresariales, no buscan evitar las incursiones de ganados ajenos. Constituye más bien una estrategia utilizada para dejar constancia de que son propietarios de la tierra que ocupan. Desde su punto de vista, esta medida es muy importante, sobre todo si se tiene en cuenta que la mayoría de los campesinos no pueden acreditar la tenencia de la tierra con títulos jurídicamente válidos.

4.2 Cambios en el diseño productivo

El cerramiento de los campos, en el área de estudio, está incidiendo en el diseño de las explotaciones campesinas y modifica el manejo tradicional del ganado. El cambio en la composición de rubros ganaderos y en el tamaño de rodeos o majadas, constituye el cambio más importante que observa el diseño productivo de sus explotaciones. Respecto a la cantidad de animales, muchos de los campesinos entrevistados reportan una disminución en el número de animales disponibles, lo que representa una respuesta directa al menor acceso a tierras de pastoreo y a los conflictos con los productores empresariales. En relación al tipo de ganado, son las cabras las que están siendo afectadas en mayor medida, ya que, como bien señalaban los productores citados, son difíciles de contener dentro de los límites de sus explotaciones. Así se refiere a este tema una de las productoras.

    (...) sí, [antes] teníamos más cabras y ovejas. Pero en esta zona la cabra se va acabando, no hay como cuidarlas son muy trabajosas. Se cruzan a la soja y al trigo. Es muy difícil sujetarla a la cabra... Donde no hay alambre los animales se pasan y a veces las matan a tiros, o los llevan por delante con los vehículos... (Campesina de Santa Victoria Oeste, 2007).

El manejo tradicional del ganado también se está modificando. Como consecuencia de la mayor intensidad de conflictos con los productores vecinos, los campesinos deben asignar más tiempo y atención al cuidado de sus animales. El hecho de que antes el ganado se "cuidaba sólo" al menos mientras los animales estaban pastoreando en el campo, parece ser ahora un hecho del pasado. En consecuencia, deben asignar más tiempo y atención a esta tarea, para lo cual probablemente deban desatender o abandonar otras actividades prediales o extraprediales.

También el acceso al agua es ahora un problema. En algunos casos, los nuevos alambrados dificultan o impiden el acceso del ganado en especial el vacuno a las escasas fuentes de agua disponibles en la región. En relación a este tema, el caso que mayor repercusión ha tenido es el de los productores de La Rinconada. En la temporada de sequía, los campesinos se desplazaban grandes distancias con su ganado, a fin de llegar hasta el Río Dulce. Hace pocos años un productor compró y alambró 23.000 hectáreas en la zona, lo que impidió el acceso de los animales al agua. Esto originó grandes conflictos y disputas entre las dos partes, debiendo realizar los campesinos una presentación judicial a fin de hacer valer su reclamo. La justicia falló a favor de los demandantes y obligó al empresario ganadero a habilitar corredores para que los campesinos puedan llevar su ganado hasta la fuente de agua.

4.3. Cambios en el manejo del ganado

Históricamente, los campesinos de Río Seco han manejado sus animales en campos que, a pesar de estar parcialmente alambrados, se comportaban como campos abiertos. Esta situación les reportaba algunas ventajas. Una de las más importantes es que utilizaban los reproductores que pertenecían a otros productores. Como a menudo los animales se desplazaban bastante en busca de pasturas y agua, en su recorrido encontraban otros rodeos o majadas con cuyos machos se cruzaban. Esto permitía a los campesinos manejar su ganado sin reproductores, o disponer de un número de machos menor al requerido para el normal desarrollo de la actividad productiva. Este manejo permitía a los campesinos beneficiarse de un modo doble. Por un lado, asignaban menos recursos a la compra, mantenimiento y cuidado de reproductores. Por otro lado, los cruzamientos que se producían entre ganado propio y ajeno disminuía la ocurrencia de fenómenos endogámicos. Si bien, este análisis es válido tanto para la ganadería vacuna como caprina, es particularmente importante para la primera debido a las menores posibilidades relativas que tienen las vacas de cruzar los alambrados. No obstante, el ganado caprino también enfrenta inconvenientes ya que, si bien tienen menos problemas para superar los alambrados, la menor disponibilidad de caprinos en la zona ver punto anterior y la mayor atención que ponen los campesinos para evitar que salgan de sus campos, disminuye la probabilidad de que las cabras de una majada se encuentren con los chivos de otra.

    (...) antes los campos eran abiertos y uno hacía una encuesta y tenían por ejemplo 15 vacas y no tenían ningún toro, pero usaban el del vecino o tenían 100 cabras y 2 chivos y se cruzaban con el del vecino. Ahora eso se acabó y tienen que vender [animales] o sacar un crédito para poder comprar el toro... (Técnico del PSA, 2007).

Esta cita refleja cómo una medida aparentemente poco vinculada con el manejo productivo de los campesinos i.e., el cerramiento de los campos de los productores empresariales, afecta de un modo directo no solo el manejo productivo de sus explotaciones, sino también el modo en que asignan sus escasos recursos económicos.

4.4 Intensificación productiva

En respuesta a los inconvenientes que generan algunas de las medidas tomadas por los productores empresariales, los campesinos se ven obligados a modificar el manejo tradicional de sus explotaciones. Una de las estrategias más significativas es el intento de intensificación productiva, para compensar el menor acceso a tierras de pastoreo.

Algunos campesinos, organizaciones y programas gubernamentales, que operan en la zona, están generando acciones tendientes a aumentar la productividad de las pasturas de los predios campesinos. La propuesta técnica más frecuente consiste en alambrar un pequeño potrero, realizar desmonte selectivo e implantar alguna pastura plurianual megatérmica e.g., gatton panic o buffel grass. Una vez lograda la pastura, esta sería incorporada al manejo de la explotación y destinada a cubrir los periodos críticos de déficit de forraje. A menudo, estas acciones se complementan con la suplementación invernal de los animales que se encuentran más débiles o la reducción del número de animales disponibles en las explotaciones. Si bien, esta última medida implica una cierta descapitalización, permite disminuir los riesgos de muerte del ganado por falta de alimento lo que aumentaría al menos en teoría la resiliencia del sistema productivo. En relación a este tema, así se expresaba uno de los entrevistados:

    (...) a veces, ellos [los campesinos] no pueden sujetar a los animales en sus predios porque no tienen las comodidades [alambrados en buenas condiciones] para que no pasen a campo ajeno. Por ahí lo que hacen con el PSA es sembrar, cerrar, para que no se salgan y coman adentro algún verdeo. Para que cambien el manejo, disminuir la cantidad de animales. Antes tenían animales 'porque el aire es gratis', ahora no, es reducido, hay comida para 5. Si tenías antes 100 vacas, ahora el campo es para 40. Lo que mucha gente hizo es achicarse, vender animales para poder mantener lo que queda, para poder mejorar el campo... (Técnico del PSA, 2007).

El entrevistado explicita la lógica que fundamenta la estrategia de intensificación productiva: reducir el número de animales permite bajar la presión forrajera sobre el campo y, al mismo tiempo, contribuye a financiar las inversiones necesarias para cercar un potrero e implantar una pastura perenne. La toma de créditos del PSA, o la gestión de algún subsidio, constituyen estrategias complementarias.

En relación a la capricultura, cabe destacar que los campesinos de la región han sido históricamente productores de carne, siendo la producción de cabritos el principal producto que llevan al mercado (Silvetti y Cáceres, 1998). Algunos productores están tratando de modificar esta situación, abocándose también a la producción de leche caprina y otros productos con valor agregado i.e., quesos y dulce de leche. Entre otras opciones, están tratando de aprovechar la estructura que, durante los últimos años, ha estado montando la Agencia Córdoba Ciencia en colaboración con el INTA y otras instituciones y organizaciones que operan en la región (Ferrer, 2006). Esta constituye otra opción que permitiría promover la intensificación de las explotaciones campesinas. Así se refiere a este tema uno de los entrevistados:

    (...) acá tenemos la planta de Rayo Cortado de leche caprina y podríamos dedicar el campo a la producción de leche caprina. Si podemos sembrar ese pasto para las cabras, tendríamos que buscar los métodos para criar más cabras, también la genética y saber si la planta va a poder recibir toda la leche que produzcamos pero también si va a tener la capacidad de procesarla y de comercializarla (...) (Campesino de Santa Victoria Oeste, 2007).

Este productor aborda de manera completa el problema de la intensificación productiva y lo vincula con la producción de leche de cabra. Lo interesante de este testimonio es que, en su análisis, trasciende los límites prediales y se refiere a un problema crucial que enfrenta esta actividad productiva: la existencia y adecuado funcionamiento de los centros de acopio que se ocupen de la elaboración y comercialización de la leche producida.

Resulta conveniente señalar que las propuestas de intensificación productiva aquí descriptas no son excluyentes, e incluso podrían ser complementarias. Tampoco es posible priorizar una opción tecnológica por sobre las restantes, ya que la adecuación o no de estas propuestas tecnológicas depende, en gran medida, de las condiciones socioproductivas propias de cada explotación y del modo en que se articulan a cada contexto local y regional específico. Cabe destacar que estas alternativas de intensificación deben ser consideradas en términos relativos. Las propuestas aquí descriptas permitirían una mayor intensificación de las explotaciones, en relación a lo que históricamente ha sido el manejo campesino. Pero de ninguna manera estos sistemas productivos podrían ser considerados como explotaciones intensivas o semi-intensivas. Para que esto ocurriera, los campesinos deberían realizar cambios e inversiones mayores de las que pueden afrontar en la actualidad y deberían ocurrir cambios sustantivos en la infraestructura productiva y de comercialización de la región.

5. Transformaciones sociales

5.1 Las redes sociales

El deterioro, debilitamiento y eventual colapso de las redes sociales, de las que forman parte los campesinos, tal vez constituya el impacto social más importante de la expansión de la agricultura empresarial en la región.

Debido a las particularidades de sus sistemas productivos y al tipo de estrategias desarrolladas, resulta crucial el respaldo que las redes sociales locales, regionales o extra-regionales ofrecen a los campesinos (Long y Long, 1992; Silvetti y Cáceres, 1998; Bebbington, 1999 y Martínez, 2004). En el campo productivo, estas redes contribuyen a suavizar los picos de demanda de mano de obra y proporcionan trabajo extra en aquellas actividades que resultan más sencillas de realizar con el aporte de trabajo adicional por ejemplo, juntar los animales en el campo, o vacunar el ganado. En el campo doméstico, existen muchas tareas que históricamente han sido realizadas con el aporte de mano de obra adicional la construcción o reparación de las viviendas, entre otras. Pero más allá de lo que ocurre en la esfera predial, son también muy importantes los encuentros sociales que ocurren como consecuencia del desarrollo de las relaciones de vecindad y amistad que se dan entre aquéllos que viven en una misma zona. Estos encuentros pueden estar relacionados con actividades de esparcimiento o de refuerzo de las tradiciones locales fiestas familiares, o carreras de caballos, o con acciones dirigidas a fomentar el bien común actividades de la cooperadora escolar, o reparación de la capilla.

La expansión de la producción agropecuaria empresarial ha avanzado, por sobre la producción campesina, disminuyendo así el número de familias que hoy viven en el medio rural. En consecuencia, la densidad poblacional rural dispersa de Río Seco se está reduciendo.2 Al éxodo campesino, se suma también el cambio en la composición social rural como consecuencia de la aparición de nuevos actores sociales vinculados con la agricultura empresarial. Todos estos factores afectan de modo directo a uno de los pilares sobre los que se asienta la reproducción campesina: sus redes sociales locales.

5.2. El conflicto

El avance de la agricultura empresarial ha generado distintos tipos de conflictos. Cabe destacar que estos conflictos no ocurren exclusivamente entre campesinos y productores empresariales, sino también entre estos últimos y pobladores de pueblos y ciudades de la región. Asimismo, también se observan conflictos hacia el interior de las familias campesinas y entre estas y otros pobladores de la zona.

Los conflictos de mayor intensidad son los que ocurren entre los campesinos y los productores empresariales abocados a la agricultura industrial. El principal reclamo de estos últimos se vincula con los daños que causan las cabras de los campesinos al entrar en sus campos sembrados con cultivos agrícolas. Por un lado, los empresarios los acusan de no controlar suficientemente sus cabras, que dañan sus cultivos. De otro, los campesinos acusan a los empresarios de no cerrar sus campos con alambrados perimetrales capaces de impedir el ingreso del ganado caprino. La cita siguiente, describe ajustadamente el conflicto según la perspectiva de los campesinos.

    (...) yo pienso que ésta ha sido siempre una zona de cabras, yo he vivido siempre aquí en esta casa y ellos [los productores empresariales] compraron. O sea que la gente que viene de otro lado debe saber que nosotros vivimos de las cabras y las ovejas. Nosotros nos hemos criado con esto, nuestros padres nos criaron con esto y nosotros vamos a seguir con esto y a nuestros hijos les enseñamos esto. Y la gente viene y compra los campos, entonces ellos tienen que venir sabiendo que tienen que hacer un buen alambrado. Hay gente que viene que sí hace un buen alambrado, todo en orden, pero hay gente que viene y no lo hace. Dicen que los dueños de los animales los deben tener encerrados pero a nosotros se nos salen, se nos cruzan... pero no es así, porque ellos vienen de otras zonas. Nosotros no nos hemos ido con las cabras a las zonas de ellos, ellos han venido para acá (...) Campesina de Victoria Oeste, 2007).

El argumento de esta productora se fundamenta en la legitimidad y el derecho adquirido que brindan el uso histórico del territorio. Es decir, si la capricultura extensiva ha sido por décadas la principal actividad productiva, deberían ser los productores, que llegan a la región para dedicarse a una nueva actividad, quienes deberían evitar las incursiones caprinas y garantizar la seguridad de sus cultivos. Pero, en la práctica, el criterio de racionalidad que manifiesta esta productora no se cumple. Por el contrario, con frecuencia se observan discusiones entre las dos partes sobre este tema y a menudo los productores empresariales o sus empleados terminan matando a los animales intrusos. Las quejas de los campesinos son recurrentes, ya que se sienten seriamente perjudicados por un accionar que consideran arbitrario, injusto, e ilegal.3

Existe otro eje de conflicto entre estos dos actores sociales: el reclamo de los campesinos, quienes se sienten perjudicados por las continuas aplicaciones de agroquímicos realizadas por los productores empresariales para proteger a sus cultivos de malezas e insectos. Este problema, lo sufren especialmente los campesinos que tienen sus casas cerca de los cultivos y, en particular, aquéllos que vendieron sus campos pero todavía ocupan la casa. Estos constituyen casos críticos porque sus casas están rodeadas por cultivos. Al respecto, una de las entrevistadas opinaba lo siguiente:

    (...) bueno, para mi yo reniego porque los 'líquidos' [los agrotóxicos] me hacen de mal!. Yo tengo una alergia terrible y cuando pasa la avioneta yo no soporto... Yo a veces le digo al encargado que no pasen tan cerca de la casa porque me hace muy mal, y sino me encierro en la pieza y no salgo. Cuando oigo el 'mosquito' [las pulverizadoras autopropulsadas] que anda me encierro. Me hace tan mal a la garganta y a la cara. Yo creo que con el tiempo muchos van a tener esos problemas. (Campesina de San Pedro, 2007).

Este mismo problema también es padecido por los habitantes de los centros poblados de la región. En particular, aquellas ciudades y pueblos chicos que están rodeados por campos abocados a la actividad agrícola. En estas poblaciones, los habitantes padecen el problema por partida doble. Por un lado, al igual que ocurre con los campesinos, se encuentran muy cerca de los cultivos en los que se aplican los agroquímicos y se ven afectados por las pulverizaciones de aviones o pulverizadoras terrestres. Y de otro, porque las empresas que ofrecen el servicio de protección vegetal a menudo entran con las pulverizadoras a los pueblos para lavar o recargar los tanques donde colocan los agrotóxicos. Además, suelen dejar las pulverizadoras estacionadas en playones que no cumplen con las normas legales que permitan garantizar la seguridad sanitaria de la población. Esta situación ha sido reconocida por algunos de los intendentes de la región. La Secretaria de Gobierno de Sebastián El Cano, señala la importancia y magnitud de este problema, pero reconoce la dificultad que enfrentan para encontrar una solución efectiva que satisfaga a todas las partes involucradas. Según esta funcionaria, la escasez de agua, propia de la región, agudiza el problema ya que, aún cuando los operadores de las máquinas tuvieran la voluntad de lavarlas en el campo, no pueden hacerlo. Algo similar ocurre con el estacionamiento de las pulverizadoras dentro del pueblo, ya que por razones de seguridad sus dueños no están dispuestos a dejarlas en el campo, ni tampoco a afrontar las inversiones que implicaría construir instalaciones que garanticen, tanto la salud de la población como la seguridad de sus bienes.

Aunque con características totalmente diferentes, los campesinos también enfrentan otros dos tipos de conflictos. En primer lugar, el conflicto que tienen con algunos de sus parientes con quienes comparten derechos de propiedad del campo. Los familiares que no se ven directamente beneficiados por la explotación del campo generalmente aquéllos con residencia urbana, con frecuencia presionan al familiar residente para que venda el campo. Así, pueden hacerse de una cantidad de dinero, equivalente a la parte proporcional de derechos de propiedad que posean. Estas situaciones se dan con frecuencia en aquellos campos que se encuentran en sucesión y pertenecen a varios propietarios. En estos casos, los no residentes se organizan para imponer su idea de venta y, a menudo, consiguen doblegar las intenciones del residente de no vender el campo. Con frecuencia, este proceso ocurre de una manera conflictiva y origina disputas y desavenencias entre familiares. Incluso, en algunos casos, alguno de los propietarios puede utilizar algún engaño a fin de vender la propiedad a espaldas, o sin el total conocimiento de quien residía en el campo. Estas maniobras son posibles porque, quienes no quieren vender se ven a veces traicionados en su buena fe, ya sea porque confían en sus familiares, porque tienen un bajo grado de escolaridad, o porque desconocen los procedimientos legales y las normas jurídicas.4

Finalmente, el otro conflicto que enfrentan los campesinos, se da entre estos y algunos pobladores locales que actúan favoreciendo los intereses de los potenciales compradores de tierras. Existen varias formas a través de las cuales estos sujetos actúan, tal vez la más frecuente sea la de operar como informantes de los posibles compradores, proporcionándoles información útil a sus intereses. En otros casos, pueden actuar visitando a los campesinos que no se avienen a vender sus tierras, para tratar de convencerlos señalando los beneficios que obtendrían si realizan la venta y exaltando las desventajas de permanecer en el campo. A cambio, estos "entregadores" locales reciben algo de dinero, empleo en las explotaciones empresariales, o se benefician con la prestación de algún tipo de servicio o favor de los compradores. Cuando los campesinos objetivan este tipo de situaciones, se expresan conflictos de distinta intensidad con quienes, según su entender, han actuado deslealmente. Así ve esta situación uno de los entrevistados.

    (...) también hay como enfrentamientos entre los pequeños productores. Algunos que han hecho acuerdos con esta gente [los productores empresariales] y los que no. Algunos obtienen algunos beneficios, digamos, porque les tiran las sobras y ayudan a echar a los otros. Se habla entre ellos que 'tal productor' tiene los beneficios de que le aran, de que le han topado el campo, el agricultor le larga las sobras, les da la sojilla para los animales, alguna bolsa de maíz y con migajas los tiene comprados. A cambio de que el productor lo apoye, de que no le haga la contra, de que le cuide el campo porque él no viene... No hay arreglos explícitos ni escritos, son estrategias de sobrevivencia, ellos piensan que está bien lo que están haciendo. Son productores que están un poquito más arriba, a los que por ejemplo les hacen el saneamiento del título... (Técnico del PSA, 2007).

Resulta obvio señalar el impacto que este tipo de situaciones generan en comunidades rurales pequeñas, que dependen para su supervivencia de las redes sociales locales. Estos conflictos tienden a agudizar aún más la delicada situación descrita arriba, cuando se analizaba el problema del debilitamiento de las redes sociales campesinas.

5.3 La desatención del Estado

Durante las últimas décadas, pero fundamentalmente durante la década de los años noventa, se agudizó el proceso de desatención del Estado de las poblaciones rurales, en especial la atención de campesinos ubicados en áreas marginales. Las políticas neoliberales implementadas en Argentina durante los últimos años, constituyen un factor clave que afecta la calidad de vida de las poblaciones rurales más pobres. La privatización de servicios básicos, el deterioro de la red vial y de los sistemas de transporte público, la falta de inversión en el medio rural, el escaso apoyo gubernamental ofrecido a las comunidades rurales e.g., esquemas de créditos apropiados, planes de fomento, programas de educación no formal, entre otros, y la municipalización de la atención de los problemas de la población rural dispersa, son algunos de los factores que contribuyeron al deterioro de la situación de los campesinos y comprometieron sus posibilidades de reproducción social.

La desatención del Estado, sumada a la larga crisis en las que se encuentran inmersas las economías de la región, contribuyó al deterioro productivo y a la descapitalización de las explotaciones campesinas, como así también al deterioro de las redes sociales y la emigración de una parte importante de la población. El hecho de que cada vez viva menos gente en el medio rural y que la población se concentre en los centros urbanos, no hace otra cosa que agudizar el problema, generando un círculo de retroalimentación negativa, que afecta con fuerza a la población rural dispersa. La delegación de las responsabilidades económicas y sociales, que históricamente cubrían los gobiernos nacionales o provinciales en los ámbitos municipales, sumada a las políticas asistencialistas impulsadas desde los gobiernos municipales y comunales, contribuyó a que se configurara la crítica situación que hoy se observa. Esta situación de desatención y "olvido" de las comunidades rurales es claramente observada por los campesinos. Así se expresaba sobre este tema uno de los entrevistados:

    (...) este proceso [el avance de la agricultura] va a seguir nomás, van a seguir apretando. Y si desde el Estado no nos dan una mano a los pequeños productores, el agua nos está llegando al cuello. Y si además la Agencia Córdoba Ambiente5 nos obliga a nosotros a que mantengamos el equilibrio ecológico y a los otros no [a los grandes productores], bueno dese cuenta que hasta eso es discriminación. ¿De qué vivimos?... Y estoy seguro que si yo lo vendo [al campo] a los 10 días está topado [desmontado]. Así que estamos medios solos, muertos... (Campesino de Santa Victoria Oeste, 2007).

El entrevistado revela la naturaleza del problema que hoy enfrentan los campesinos y expresa su imposibilidad de hacer frente a la situación actual sin el apoyo decidido de los organismos estatales competentes. Al mismo tiempo, critica algunas políticas implementadas por considerarlas discriminatorias, ya que, desde su perspectiva, los grandes productores consiguen con mayor facilidad los permisos de desmonte para sembrar cultivos anuales o implantar pasturas.

La perversidad de este proceso se potenció a partir de las necesidades de reproducción política de los gobiernos locales, dado que resultaba mucho más fácil y efectivo favorecer la radicación de los campesinos en los centros urbanos. Esto permitía incorporarlos a las redes de asistencia social ofrecida por los gobiernos locales y así aumentar las posibilidades de los dirigentes de reproducir su poder político. Si bien, el proceso que aquí se describe presenta características generales y está presente en muchas regiones de Argentina, se observa con gran claridad en Río Seco. Durante los últimos 15 años, se han implementado políticas específicas que contribuyeron a desarrollar y fortalecer una red clientelar que, en gran medida, responde a los intereses del poder político local. Por ejemplo, la entrega de pequeños lotes ubicados en áreas urbanas periféricas, el reparto de materiales de construcción, colchones y otros bienes durante las campañas políticas, han permitido la radicación de muchos campesinos en las ciudades. Villa de María de Río Seco y Sebastián El Cano son dos de las localidades que más han crecido de este modo. Una vez radicados en los centros urbanos, los ex campesinos son asimilados a las redes clientelares a través de su inclusión en planes sociales, la asignación de empleos precarios en reparticiones municipales o comunales, o la entrega de bolsones de alimentos, medicamentos, o subsidios. Este proceso es reconocido por uno de los dirigentes políticos entrevistados.

    (...) la gente que vivía antes del campo, que era la gente de acá, vivía dignamente porque producía y vivía del campo, ahí nació, ahí estaban sus ancestros y sabían vivir del campo. Cuando llega la valorización de la tierra por este impacto, la gente vende, por necesidad, porque van y le insisten y también el interés de ciertos gobernantes locales de traer gente al pueblo para engrosar el padrón, ha hecho que haya beneficios para el que se viene, pero no para ver después como va a vivir. Esto ha pasado, incluso en la gestión anterior aquí se duplicó la cantidad de población sin tener planificada la infraestructura necesaria lo que trajo un problema social bastante importante... Acá el municipio tenía terrenos y los daba y con eso fomentaba a que la gente se viniera del campo al pueblo, al [barrio] El Mirador. Ese barrio se construyó porque daban los terrenos e incluso casas. No es que el intendente fomentara que vendieran los campos sino que se vinieran al pueblo... (Intendente de Villa de María de Río Seco, 2007).

Este testimonio no solo ilustra el proceso aquí analizado, sino que pone de manifiesto algunos efectos colaterales. El rápido crecimiento poblacional de algunos centros urbanos y la limitada disponibilidad de recursos financieros, que permitiera hacer frente a la mayor demanda de servicios públicos —en especial salud y educación— generó un desmejoramiento generalizado de la atención pública de los pobladores urbanos. Así, la política de desatención y vaciamiento de las zonas rurales de Río Seco no solo impacta en el medio rural, también, indirectamente, a quienes residían en los centros urbanos.

6. Las nuevas condiciones que impone la agriculturización

El avance de la agricultura industrial, impulsada por productores empresariales, está impactando de un modo profundo y sistémico en las estrategias de reproducción social de las familias campesinas. Surgen dos ejes de análisis que resulta conveniente explorar: (i) la idea de intensificación de los sistemas productivos como una estrategia tendiente a buscar una alternativa a los conflictos derivados de la limitación del acceso a las tierras de pastoreo y (ii) el modo en que esta nueva realidad socioproductiva está impactando en las posibilidades de persistencia en las unidades campesinas.

6.1 La estrategia de intensificación productiva

La modernización tecnológica de las unidades campesinas ha sido la base de las propuestas de intensificación productiva dominantes en Argentina y buena parte de Latinoamérica durante las últimas décadas. Organismos multilaterales, como el Banco Mundial, impulsan políticas desarrollistas que promueven el aumento de la producción y la productividad agropecuaria, como eje de una estrategia de desarrollo rural tendiente a superar la pobreza rural. La Revolución Verde fue tal vez la principal política dirigida a los campesinos, que buscaba lograr, a través de la modernización tecnológica y la intensificación productiva, las condiciones de inequidad que imponía un modelo económico inequitativo. Sin embargo, los objetivos perseguidos por esta y otras olas modernizantes no fueron alcanzados. Por el contrario, se profundizaron las condiciones de pobreza de los pequeños productores y, en muchos casos, se produjo la pérdida de las unidades de producción más vulnerables (George, 1976 y Bernstein, 1991).

Las propuestas de cambio tecnológico e intensificación productiva vuelven a manifestarse en el contexto de la problemática analizada en el Norte de Córdoba. No obstante, aparecen aquí con un ingrediente distinto. En vez de ser impulsadas como estrategias desarrollistas de tipo "ofensivo", que procure superar las condiciones de la reproducción simple, promover la capitalización y mejorar las condiciones de vida de los productores pobres, se presentan más bien como estrategias "defensivas" orientadas a resistir los embates producidos por la expansión del capitalismo agrario. El cierre de pequeños potreros para implantar pasturas perennes, la intensificación de la producción caprina a través de la producción láctea y la incorporación de valor agregado a algunos de sus productos —por ejemplo, la elaboración de quesos— son las principales propuestas de intensificación que están intentado implementar estos productores y que forman parte de las estrategias defensivas aquí presentadas.6

Desde una perspectiva general, la intensificación productiva busca incrementar la productividad de las explotaciones, a fin de permitir que los campesinos puedan satisfacer sus necesidades utilizando una menor superficie de tierra. En términos económicos, esto implicaría asignar más capital o más trabajo por unidad de superficie afectada a la producción. La mayor asignación de capital podría reflejarse en la incorporación de nuevas tecnologías que permitan aumentar la productividad de la tierra o de la mano de obra. Alternativamente, la asignación de mayor trabajo a la explotación permitiría, bajo ciertas condiciones, aumentar el volumen productivo global, mejorar la calidad de la producción obtenida o incorporar valor agregado a algunos de sus productos. No obstante, ninguna de las dos opciones parecen muy sencillas de implementar bajo las condiciones reinantes actualmente en el Norte de Córdoba. Estos campesinos no disponen de capital suficiente para reconvertir o modernizar sus sistemas productivos, a fin de darles un perfil más intensivo, ni tampoco disponen de fuentes de financiamiento capaces de brindar el apoyo que demandaría la transformación productiva de sus explotaciones.

Si bien, podría afirmarse que la mano de obra constituye el recurso productivo menos escaso en las unidades campesinas (Shanin, 1990), esta no puede ser considerada como un recurso "abundante" (Cáceres, 2003). En estos momentos, la escasa mano de obra disponible está asignada a distintas actividades productivas o extraproductivas. Reasignar estos recursos a otras actividades podría ser riesgoso, ya que implicaría desatender algunas tareas claves para su reproducción social. Por ejemplo, el conflicto que mantienen los campesinos con los productores empresariales hace que deban destinar más tiempo al cuidado de sus cabras. Las implicaciones que este tipo de situaciones puede llegar a tener en la dinámica de las explotaciones campesinas no parece ser un hecho menor. Sobre todo, si se considera la escasez crónica de mano de obra que enfrentan estas explotaciones, luego de que se manifestaran los flujos emigratorios que ocurrieron a partir de la mitad del siglo xx (Silvetti y Cáceres, 1998). Por lo tanto, la mayor asignación de mano de obra a un rubro, como consecuencia de una propuesta de intensificación, implicaría necesariamente la desatención de otros rubros o actividades extraprediales, o extra-agropecuarias. En este contexto, sería importante incorporar tecnologías que aumenten la productividad, pero sin demandar la asignación de cantidades crecientes de capital y mano de obra. Lamentablemente, estas tecnologías no siempre existen, o no tienen la capacidad de brindar soluciones apropiadas al tipo de problemas productivos que enfrentan estos campesinos.

Por otra parte, para promover la intensificación de estas unidades, es necesario disponer de tecnologías apropiadas a las características socioproductivas de estos productores. Al igual que ocurre en el resto del país, este aspecto no parece estar bien cubierto en la región en estudio, en tanto que, el sistema de ciencia y tecnología no prioriza el desarrollo de tecnologías dirigidas a los campesinos (Cáceres, 2005). Así, los profesionales que trabajan con ellos, a menudo no disponen de tecnologías y propuestas de manejo suficientemente probadas, como para dar solución a los problemas que enfrentan. En consecuencia, a veces los campesinos se ven obligados a asignar los escasos recursos disponibles a propuestas tecnológicas que resultan no ser las más adecuas a su realidad, o que no alcanzan el impacto esperado. En este contexto de escasa disponibilidad de tecnologías apropiadas y demasiadas urgencias derivadas de la crítica situación en que se encuentran los campesinos, la intensificación productiva se muestra como una alternativa para nada simple de implementar, sobre todo si se tiene en cuenta el escaso margen de maniobra del que disponen estos productores.

Supuestamente, la intensificación productiva permitiría obtener un mayor volumen productivo o mejorar la calidad de la producción, o producir artículos con mayor valor agregado. Sin embargo, para que estos cambios impacten positivamente en los campesinos, resulta necesario, además, que se renegocien las condiciones de articulación campesina en relación a los mercados en los que participan, con los otros actores sociales que interactúan y con quienes disputan la renta (Bebbington, 2003). De no ser así, el diferencial de ingreso producido, como consecuencia de la generación de mayores volúmenes productivos y la mejora en la calidad de sus productos, serán apropiados por los otros actores sociales con los que interactúan. Evidentemente, para que tal renegociación sea posible, es necesario mejorar el posicionamiento de los campesinos en el campo en el que desarrollan sus actividades socioproductivas, para poder disputar con otros actores los beneficios económicos. En otras palabras, esto implica construir relaciones de poder más favorables para los campesinos. En este proceso, la presencia del Estado como un ente promotor/ regulador de las relaciones económicas, que tienen lugar entre actores sociales, resulta crucial, ya que debería contribuir a fortalecer la posición de los sectores más pobres y vulnerables.

La participación del Estado no solo es importante como regulador de las relaciones de poder. Su presencia es necesaria para hacer frente a problemas vinculados con el financiamiento y la inversión, ya que la transformación del perfil productivo de las explotaciones campesinas demandará recursos financieros que, en estos momentos, no están disponibles. Los esquemas y programas que los gobiernos nacional y provincial destinan a este sector son escasos, espasmódicos y a menudo no se adecuan a la lógica particular que caracteriza a la producción campesina. De otro lado, la intensificación de la producción campesina debería estar acompañada por inversiones en infraestructura regional, a fin de permitir el acceso de los productos campesinos a centros de acopio, industrialización y comercialización. Esta no parece ser una tarea sencilla ya que, además de lo señalado, es necesario adecuar la normativa legal vigente y que se contemplen las particularidades y necesidades propias del sector. En otras palabras, estas acciones deberían estar enmarcadas en una propuesta de desarrollo rural que dé cuenta, tanto de la problemática global de los productores pobres de Argentina, como de las especificidades regionales que caracteriza a este tipo de producción.

6.2 Cambios socioproductivos y descampesinización

En esta sección, se discute la problemática de la reproducción/descampesinización de los campesinos del Norte de Córdoba, poniendo el foco en el análisis de sus posibilidades de reformular sus estrategias de reproducción social, en relación a los cambios que se observan en el territorio, como consecuencia del avance de la agricultura industrial.

El problema de la persistencia o la descomposición de las unidades domésticas campesinas, constituye un problema complejo que depende de causas coyunturales y estructurales. Con frecuencia, los estudios realizados sobre el campesinado destacan su capacidad para reformular sus estrategias de reproducción social, a fin de adecuarse a los cambios internos que ocurren en sus sistemas productivos y a las transformaciones que acontecen en los contextos en los que tiene lugar su operación socioproductivo (Shanin, 1990). La redefinición del diseño productivo de sus explotaciones —diversificación o especialización, intensificación o extensificación, entre otros— la combinación de distintas actividades productivas o de oferta de servicios —sean o no de base agropecuaria— y el desarrollo de distintos tipos de articulación socioeconómica al contexto, forman parte de los procesos de acomodación activa de los campesinos a una realidad en permanentemente transformación.

Cuando se analiza la movilidad campesina, a menudo se la relaciona con la manifestación de tensiones y fuerzas contrapuestas que actúan simultáneamente: unas tendientes a favorecer el mantenimiento o persistencia de las unidades campesinas versus otras, que tienden a producir su descomposición socioproductiva y a promover procesos de descampesinización (Murmis, 1991). En un campo de permanentes tensiones, en el que se manifiestan fuerzas de distinto signo que determinan su movilidad ascendente o descendente, se debate el futuro de las sociedades campesinas. Procesos de capitalización y movilidad ascendente por un lado y crisis y descampesinización por otro, son los extremos de un extenso gradiente en el que se expresan un sinnúmero de situaciones intermedias. Entre estos polos se manifiestan tensiones que mantienen a ambas posiciones en una situación de continua estabilidad/inestabilidad. La preponderancia de una u otra fuerza depende de un complejo conjunto de factores que tienen que ver con cuestiones que ocurren, tanto dentro de las unidades campesinas —disponibilidad recursos y estrategias productivas—, como fuera de ellas —variaciones de precios, apoyo estatal y ciclos de la economía.

Si bien los campesinos son sujetos sociales resilientes, que han demostrado una gran flexibilidad y creatividad para readecuar sus estrategias, estas capacidades operan dentro de ciertos límites que dependen de su fortaleza como unidad de producción y como sociedad campesina, y de la naturaleza de las transformaciones que les toca enfrentar. Aquí se sugiere que los cambios que enfrentan los campesinos podrían estudiarse en torno a cuatro dimensiones principales: tipo, escala, permanencia y velocidad de los cambios observados. Para contextualizar mejor los cambios y su impacto en las posibilidades de reproducción social campesina, estas cuatro dimensiones deben enmarcarse en una quinta relacionada con la trayectoria de las unidades y sociedades campesinas. Así, el "tipo" hace referencia a las características propias de los cambios enfrentados por los campesinos —climático, económico, o tecnológico—, la "escala" se refiere a la magnitud espacial de los cambios acaecidos y a si estos responden a modificaciones ocurridas dentro o fuera de sus explotaciones; la "permanencia" introduce una dimensión temporal y permite determinar si los cambios producidos han sido puntuales o si su presencia se ha mantenido durante un periodo prolongado de tiempo y la "velocidad" permite considerar la tasa en la que los cambios ocurren. Finalmente, la "trayectoria" es considerada como una variable de tipo diacrónica que ayuda a comprender, de una manera longitudinal y sistémica, la complejidad de los procesos históricos y socioproductivos en los que se entreteje la realidad campesina.

La consideración de estas cinco dimensiones resulta relevante para analizar el tipo de problemas que enfrentan los campesinos del Norte de Córdoba. La penetración de la agricultura industrial en la región ha modificado el perfil productivo del territorio y ha introducido un tipo de cambio que afecta su estructura ecológica, tecnológica, económica y social. Desde el punto de vista de la escala, también se observan transformaciones importantes ya que en la zona ha ocurrido un masivo reemplazo del bosque nativo por cultivos agrícolas. Estos cambios, observables a escala regional, tienen también su correlato a escala predial ya que muchas de las explotaciones campesinas han visto limitada su área de pastoreo debido a los cerramientos y controles ejercidos por las unidades empresariales. No resulta menos significativa la tercera dimensión señalada, ya que los cambios derivados de la implementación de la agricultura industrial implican un cambio permanente en el acceso y uso del suelo en una dirección opuesta a la requerida por los campesinos. Bajo las nuevas condiciones, los campesinos no pueden acceder a algunas de las tierras de pastoreo utilizadas antes de la llegada de las explotaciones empresariales y que constituyen un factor clave en su estrategia de reproducción social. El cuarto factor probablemente sea uno de los más importantes, ya que los cambios referidos se produjeron con gran rapidez, dificultando así las posibilidades de los campesinos de adecuarse paulatinamente a la nueva situación. Por último, si se observa su trayectoria, es posible observar un progresivo pero sostenido proceso de vaciamiento económico y social producido como consecuencia de décadas de abandono y desatención por parte del Estado y que, en la actualidad, se expresa en una situación de debilitamiento estructural del sector. Este proceso no solo ha afectado la estructura y dinámica de los predios campesinos y su potencial productivo —i.e., deterioro de la base ecológica, descapitalización, emigración de la mano de obra más calificada— , también ha impactado negativamente la trama comunitaria. En otras palabras, el avance de este nuevo flujo de penetración del capitalismo agrario ocurre en un momento en que las economías campesinas se encontraban sumidas en una profunda crisis. El "achicamiento" de los campos, que se produce como consecuencia de la pérdida de acceso a las tierras de pastoreo que históricamente usaron los campesinos, sumado a la contracción y debilitamiento de las redes sociales locales y regionales en las que se apoyaban, han colocado a estas sociedades en una situación extremadamente crítica.

7. Palabras finales

a) La transformación socioproductiva: el avance del capitalismo agrario en el Norte de Córdoba está ocasionando una profunda transformación socioproductiva. Desde el punto de vista ecológico se está produciendo: (i) una fuerte pérdida de la biodiversidad, (ii) una masiva transformación de capital natural en capital económico y (iii) un deterioro de la capacidad de estos ecosistemas de continuar produciendo los servicios ecosistémicos que históricamente ofrecieron. En el campo económico se observa una rápida e intensa apropiación de un servicio ecosistémico clave —i.e., la fertilidad del suelo— por parte de actores sociales extra-regionales, que utilizan a la agricultura industrial como la principal herramienta de apropiación. Este proceso no solo promueve la concentración de la riqueza, sino que produce un fuerte impacto social en las comunidades campesinas que históricamente ocuparon el territorio.

b) Conflictos ecológico distributivos: el avance de la agricultura industrial en el Norte de Córdoba ha desencadenado conflictos entre distintos actores sociales. El más importante es el que se observa entre campesinos y productores empresariales. Estos últimos se quejan de las incursiones del ganado de los campesinos en sus campos agrícolas y reclaman que controlen mejor a sus animales. Los campesinos se quejan por los animales que les han matado los empresarios y por las pulverizaciones de plaguicidas, y demandan que construyan mejores alambrados y no apliquen agrotóxicos cerca de sus casas. Este tipo de conflictos, se encuentra en línea con los que Martínez Alier (2005) describe como "conflictos ecológico distributivos". Si bien tienen una base ecológica clara, ya que está en juego la capacidad de estos ecosistemas de mantener su potencial productivo y de seguir ofreciendo un espectro amplio de servicios ecosistémicos, en última instancia la disputa tiene que ver con un problema de apropiación de la riqueza, generada a partir de la transformación de capital natural en capital económico. Desde el punto de vista empresarial, el problema en última instancia se reduce a una cuestión económica. Desde la perspectiva campesina, en cambio, el problema no es solo económico sino también social, ya que de la forma en que se dirima este conflicto dependerá su propia reproducción como sujeto económico, social y político.

c) Incidencia a escala predial y regional: el impacto en las explotaciones campesinas es profundo y sistémico, está afectando no solo la dinámica interna de las explotaciones, sino también sus redes sociales. El "achicamiento" de los campos campesinos, derivado de la restricción al acceso a las tierras de pastoreo, que históricamente habían utilizado, representa el principal problema que enfrentan. El segundo aspecto no es menos importante. La reducción y el debilitamiento de sus redes sociales representa una pérdida significativa del capital social acumulado durante generaciones. Los cambios internos y externos observados, sumados a la crónica desatención del Estado de la problemática campesina, ponen en riesgo la continuidad de sus actividades productivas y la reproducción del propio estilo de vida campesino.

d) La intensificación productiva: más que una propuesta desarrollista tradicional, la intensificación productiva se presenta en este contexto como una estrategia "defensiva", tendiente a atenuar los impactos negativos generados por la expansión del modelo de desarrollo dominante. No obstante, la intensificación no aparece aquí como una alternativa simple, ya que (i) los campesinos no disponen de suficientes recursos como para generar los cambios requeridos, (ii) los técnicos no disponen de propuestas tecnológicas suficientemente probadas y apropiadas a esta realidad y (iii) porque el Estado no está comprometido con la problemática campesina. En este marco, las propuestas de intensificación parecen enfrentar un futuro incierto. Por otra parte, en un contexto de progresivo deterioro, descapitalización y pauperización, asignar los escasos recursos disponibles a propuestas de intensificación, no suficientemente probadas, aparece como una maniobra riesgosa. Por lo tanto, es posible que algunos productores acostumbrados a tomar la menor cantidad posible de riesgo productivo no estén dispuestos, no quieran, o no puedan asumir este tipo de transformaciones productivas. Cabría preguntarse, ¿cuál es entonces la alternativa? En estos momentos, no se observan otras opciones productivas claras capaces de contribuir de una manera significativa a la viabilidad de las explotaciones campesinas.

Cabe recordar que no se están considerando aquí las estrategias de acción colectiva y que pasan por la organización campesina y la lucha política, llevadas adelante por las organizaciones que componen el Movimiento Campesino. Sin embargo, y a pesar de que las estrategias colectivas de resistencia y lucha pueden llegar a ser decisivas, no desplazan a un segundo plano los problemas aquí planteados y relativos a los cambios productivos que deben realizar los campesinos, como consecuencia de los procesos descriptos en este trabajo. En el mejor de los casos, la organización campesina y la acción política ofrecerán soluciones de mediano plazo. Esto aparece como un aspecto muy importante y forma parte de una lucha que deberán librar los campesinos organizados. Pero mientras tanto, resulta necesario encontrar respuestas concretas que respondan a las urgencias y conflictos que se observan en el corto plazo. Esta probablemente constituya una precondición necesaria para que las familias campesinas puedan acceder, aunque sea de un modo coyuntural e incompleto, a las condiciones mínimas que permitan su reproducción social aquí y ahora, para encontrar luego —o tal vez en forma paralela—, una solución más estructural y duradera.

e) Descampesinización versus persistencia: la naturaleza de los cambios ocurridos en el área de estudio —i.e., tipo, escala, permanencia y tasa de ocurrencia— y el contexto histórico en el que estos se expresan —trayectoria—, están afectando las posibilidades de reproducción social de un número importante de familias campesinas del Norte de Córdoba y está provocando su descomposición y descampesinización. Pero, en el mismo espacio social en que muchas unidades campesinas han desaparecido, otras están transitando nuevos caminos y desarrollando estrategias de resistencia para hacer frente a la expansión del modelo de desarrollo agropecuario dominante. En un contexto de fuerte presión estructural, los actores más vulnerables de la trama social están tratando de aprovechar los puntos débiles del modelo y los escasos espacios de maniobra disponibles, a fin de lograr su reproducción social y alcanzar su persistencia individual y como sujeto social. En este marco, el debate entre "campesinistas" y "descampesinistas" no solo reviste relevancia teórica, o queda reservado para aquellos interesados en la discusión académica o la confrontación política. Por el contrario, puede ser altamente relevante para el caso de Córdoba y muchas otras regiones que transitan trayectorias semejantes en Latinoamérica, ya que puede tener aplicaciones concretas tanto en el campo de la elaboración de estrategias de desarrollo agropecuario a nivel local o regional, como en el campo económico y político a nivel macro.

Agradecimientos

Nuestro reconocimiento a los campesinos y técnicos entrevistados, a la Universidad Nacional de Córdoba y al CONICET. También agradecemos el apoyo financiero del Instituto Interamericano sobre el Cambio Global (IAI) CRN 2015 mediante el Fondo GEO-0452325 de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) de los EEUU.

Pie de página

1Cabe destacar que por más que hayan sido recientemente construidos, los alambrados generalmente de siete alambres, son efectivos para detener a vacunos y ovinos, pero no impiden el paso de las cabras.
2Según los Censos Nacionales de Población y Vivienda, en la actualidad residen en Río Seco menos habitantes de los que vivían en 1947.
3Según las leyes vigentes, los empresarios deberían encerrar las cabras en un corral y proveerles agua y alimento hasta que los dueños las retiran, quienes deberán pagar por los gastos ocasionados.
4Algunos de los entrevistados alegan que jueces de paz, abogados o escribanos de la zona, en complicidad con los compradores o con los familiares interesados en vender, transgreden la legislación vigente y realizan transferencias de propiedades que no cumplen con la normativa legal.
5La Agencia Córdoba Ambiente —actualmente reconvertida en la Secretaría de Ambiente— es el organismo gubernamental que fija la política ambiental en la provincia de Córdoba.
6Si bien casi todas las instituciones u organizaciones que operan en la zona están de algún modo impulsando la intensificación productiva, no son estas las únicas acciones promovidas para luchar en contra la expansión de la agricultura industrial, ni tampoco le dan a esta estrategia la misma importancia. Algunos plantean como eje central de resistencia, un conjunto de estrategias organizativas que ponen el acento en la acción colectiva y la lucha política por la tierra. Este es el contenido de otra investigación actualmente en curso.


Bibliografía

Aizen, M., A.; Garibaldi, L., A. y Dondo, M. (2009). Expansión de la soja y diversidad de la agricultura argentina. En: Ecología Austral, 19: 45-54.        [ Links ]

Bebbington, A. (1999). Capitals and capabilities: a framework for analyzing peasant viability, rural livelihoods and poverty. En: World Development, 27(12): 2021-2044.        [ Links ]

Bebbington, A. (2003). Capital social e intensificación de las estrategias de vida: organizaciones locales e islas de sostenibilidad en los Andes rurales. En: Atria, R.; Siles, M.; Arriagada, I.; Robison, L. y Whiteford, S. (eds.). Capital social y reducción de la pobreza en América Latina y el Caribe: en busca de un nuevo paradigma (pp. 491-508). Santiago de Chile: CEPAL.        [ Links ]

Bernstein, H. (1991). Development I - Variations on capitalism. En: Crow, B. y Thorpe, M. (eds.). Survival and Change in the Third World (pp. 67-82). Cambridge: Polity.        [ Links ]

Britos, A., H. y Barchuk, A., H. (2008). Cambios en la cobertura y en el uso de la tierra en dos sitios del Chaco Árido del noroeste de Córdoba, Argentina. En: AgriScientia, 25(2): 97-110.        [ Links ]

Cabido, M.; Zak, M., R.; Cingolani, A.; Cáceres, D. y Díaz, S. (2006). Cambios en la cobertura de la vegetación del centro de Argentina. ¿Factores directos o causas subyacentes? En: Oesterheld, M.; Aguiar, M.; Ghersa, C. y Paruelo, J. (eds.). La heterogeneidad de la vegetación de los agroecosistemas. Facultad de Agronomía, Universidad Nacional de Buenos Aires (pp. 271-300). Buenos Aires: Facultad de Agronomía.        [ Links ]

Cáceres, D. (2003). El campesinado contemporáneo en la República Argentina. En: Thornton, R. y Cimadevilla, G. (eds.). La extensión rural en debate. Concepciones, retrospectivas, cambios y estrategias para el MERCOSUR (pp. 173-197). Buenos Aires: INTA.        [ Links ]

Cáceres, D. (2005). Tecnología, sustentabilidad y trayectorias productivas. En: Benencia, R. y Flood, C. (eds.). Trayectorias y contextos. Organizaciones rurales en la Argentina de los noventa (pp. 105-136). Buenos Aires: La Colmena.        [ Links ]

Cardona, G. (2006). Problemas ambientales y socioeconómicos asociados a las actuales formas de uso de la tierra en un área de la Región Chaqueña (Argentina). En: Ecosistemas, 15(3): 158-170.        [ Links ]

Chayanov, A. (1966). Peasant farm organization. En: Thorner, D.; Smith, R., E. y Kerblay, B. (eds) The theory of peasant economy (pp 29-278). Illinois: Richard D. Irwin.        [ Links ]

CNA. (1988). Censo Nacional Agropecuario. Buenos Aires: INDEC.        [ Links ]

CNA. (2002). Censo Nacional Agropecuario. Buenos Aires: INDEC.        [ Links ]

Ensabella, B. (2008). El deterioro de los ecosistemas del norte cordobés y los límites de las economías campesinas. En: Mundo Agrario, 17, (2do semestre).        [ Links ]

Ferrer, G. (2004). Campesinistas y descampesinistas, el debate y su influencia en los programas de intervención. En: Desarrollo Rural y Cooperativismo Agrario, 8: 217-228.        [ Links ]

Ferrer, G.; Silvetti, F.; Cáceres, D. y Soto, G. (2006). Análisis de dos iniciativas agroindustriales vinculadas con la capricultura en Córdoba (Argentina). En: Agroalimentaria, 23: 71-83.        [ Links ]

George, S. (1976). How the other half dies: the real reasons for world hunger. Harmondsworth: Penguin.        [ Links ]

González, M. del C.; Giordano, B., A. y Valsecchi, M. I. (2007). Análisis comparativo de los grados diferenciales de agriculturización en tres zonas de Buenos Aires y Córdoba. Mendoza: XXXVIII Jornadas de la Asociación Argentina de Economía Agraria.        [ Links ]

Gutiérrez, A. (2004). Pobre, como siempre... estrategias de reproducción social en la pobreza. Un estudio de caso. Córdoba: Ferreyra Editor.        [ Links ]

Hocsman, L., D. y Preda, G. (2007). Agriculturización y bovinización, la renovada territorialización capitalista en Córdoba (Argentina). Buenos Aires: IV Jornadas Interdisciplinarias de Estudios Agrarios y Agroindustriales.        [ Links ]

Johnson, H. (2004). Subsistence and control: the persistence of the peasantry in the developing world. En: Undercurrents, 1: 55-65.        [ Links ]

Kimbrell, A. (ed). (2002). Fatal harvest. The tragedy of industrial agriculture. Washington-Covelo-London: Island Press.        [ Links ]

Lenin, V., I. (1967). The development of capitalism in Russia. Moscow: Progress Publisher.        [ Links ]

Long, N. y Long A. (1992). Battlefields of knowledge. London-New York: Routledge.        [ Links ]

Manuel-Navarrete, D. y Gallopín, G. (2007). Integración de políticas, sostenibilidad y agriculturización en la pampa Argentina y áreas extrapampeanas. Santiago de Chile: CEPAL.        [ Links ]

Martínez, A., J. (2004). El ecologismo de los pobres. Madrid: Icaria Editorial.        [ Links ]

Martínez, L. (2004). El campesino andino y la globalización a fines de siglo (una mirada sobre el caso ecuatoriano). En: Revista Europea de Estudios Latinoamericanos y del Caribe 77: 25-40.        [ Links ]

Mora, D., J. (2008). Persistencia, conocimiento local y estrategias de vida en sociedades campesinas. En: Revista de Estudios Sociales, 29: 122-133.        [ Links ]

Murmis, M. (1991). Tipología de pequeños productores campesinos en América Latina. En: Ruralia, 2: 29-56.        [ Links ]         [ Links ]

Román, M. y González, M. del C. (2006). Concentración de la producción. Estudios de caso en las provincias de Buenos Aires y Córdoba, Argentina. En: Cuadernos de Desarrollo Rural, 57: 33-58.        [ Links ]

Shanin, T. (1973). Naturaleza y lógica de la economía campesina. Buenos Aires: Anagrama.        [ Links ]

Shanin, T. (1990). Defining peasants. Oxford: Basil Blackwell.        [ Links ]

Silvetti, F. y Cáceres, D. (1998). Una perspectiva sociohistórica de las estrategias de reproducción social de pequeños productores del Noroeste de Córdoba. En: Debate Agrario, 28: 103-127.        [ Links ]

Van Dam, C. (2003). Cambio tecnológico, concentración de la propiedad y desarrollo sostenible. Los efectos de la introducción del paquete soja-siembra directa en el umbral al Chaco. En: Debate Agrario, 35: 133-181.        [ Links ]

Zak, M., R.; Cabido, M.; Cáceres, D. y Díaz, S. (2008). What drives accelerated land cover change in central Argentina? Synergistic consequences of climatic, socio-economic and technological factors. En: Environmental Management, 42(2): 181-189.        [ Links ]

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License