Introducción
En el mundo actual la cría intensiva de pollos de engorde está cada vez más condicionada por factores como la mejora genética de los animales en cuanto a su velocidad de crecimiento, el aprovechamiento del alimento y la creciente intensificación de la cría, que conlleva el aumento de la densidad en granjas y, por tanto, exige una mejora en el manejo de estas (Blajman et al., 2015; Parra et al., 2017).
En Ecuador, el sector avícola muestra un futuro alentador debido a la gran aceptación de los productos de esta actividad, tales como la carne y el huevo (Aguilera, 2014). La demanda de estos productos está directamente relacionada con su aporte nutricional y la asequibilidad de su precio (Galarza et al., 2016). Sin embargo, desde la perspectiva de los consumidores se consideran otros aspectos como una buena apariencia, ciertas características sensoriales y una adecuada clasificación de la canal (Attia et al., 2016).
En la avicultura industrial, la suplementación de carotenoides sintéticos en la dieta diaria de los pollos de engorde es una práctica frecuente determinada por las exigencias de los canales de comercialización (Meza et al., 2018; Rajput et al., 2012). El nivel de inclusión de pigmento dietético para pollos de engorde varía según la compañía, la región y el país (Frade-Negrete et al., 2016).
En este sentido, la pigmentación de la piel de la canal y de los tarsos del pollo es, en muchos casos, una característica determinante para la elección o el rechazo del producto por parte del consumidor (Campo et al., 2017). Para lograr una pigmentación ideal se han empleado carotenoides sintéticos, lo que incrementa el costo del alimento sin agregar cualidades nutritivas y afecta la capacidad de compra del consumidor (Shimada, 2010).
En relación con las fuentes de carotenoides de origen natural que se incluyen en la alimentación de pollos de engorde, existen investigaciones que evidencian el uso de materias primas tales como el zapallo (C. moschata) y el maíz (Zea mays) (Carvajal-Tapia et al., 2017; Nieves, 2015; Ubaque et al., 2015). También se documenta la utilización de otras fuentes como el achiote (Bixa orellana), la cúrcuma (Curcuma longa), la caléndula (Tagetes erecta) y el pimentón (Capsicum annuum) (Valentim et al., 2019). Según Mascarell y Carné (2011), el pigmento natural no se produce a gran escala debido, en la mayoría de los casos, a la escasez de las principales materias primas, a diferencia del pigmento sintético, que tiene una mayor accesibilidad y un bajo costo en el mercado (Zambrano et al., 2017).
En Ecuador, los cultivos de zapallo se localizan en la región Costa, especialmente en la provincia de Manabí, con un total de 11 622 ha y una producción de aproximadamente 12 577 Tm. La especie Cucurbita moschata Duchesne ex Poir (cv. Macre) es una de las más cultivadas por ser una hortaliza rústica que no requiere muchos cuidados; sin embargo, en la época de mayor cosecha el precio del fruto disminuye y se pierde gran parte de la producción (Mendoza et al., 2019).
El fruto de la especie C. moschata es una fuente de carotenoides naturales como α-, β-caroteno y luteína —también llamada vitamina carotenoide—, la cual tiene una estrecha relación con el β-caroteno y la vitamina A y es una fuente importante de carbohidratos (Alemán et al., 2017; Rodríguez et al., 2018). Esta podría ser una alternativa para lograr una buena pigmentación de los pollos de engorde y mantener la calidad para su distribución y comercialización, sin tener que recurrir a los pigmentos artificiales utilizados por la industria avícola (Bilgili & Hess, 2010).
Por todo lo anterior, el objetivo de esta investigación fue evaluar el efecto de la sustitución parcial del maíz en tres niveles por harina integral de zapallo sobre las variables productivas y la adherencia de pigmentos en los tarsos y la piel de los pollos de engorde.
Materiales y métodos
El estudio se realizó en la Facultad de Ciencias Zootécnicas de la Universidad Técnica de Manabí, ubicada en la ciudad de Chone, provincia de Manabí, en las coordenadas 00º41ʹ18,55ʺ latitud sur y 00º13ʹ26,67ʺ longitud oeste. Se encuentra a una altura de 16 m s. n. m. y presenta una precipitación de 665 mm, una evaporación 1407 mm y una temperatura promedio de 34 °C máxima y 19,3 °C mínima (Google Earth, s. f.).
El fruto Cucurbita moschata (cv. Macre) fue adquirido en estado semimaduro de cultivos desarrollados en el cantón Chone. Fue lavado y precortado en rodajas grandes de 3 mm de grosor con una rebanadora marca ɪɴᴍᴇɢᴀʀ 2006317, modelo ɪʀᴀᴍ ʟʀ 38324, hecha en Ecuador. Luego se deshidrató el fruto con las cáscaras y semillas por medio de un deshidratador eléctrico marca Inmegar Dryer 300417, modelo IEF-14, hecho en Ecuador (35 cm [14”] de tamaño, capacidad de 10 bandejas), el cual posee un sensor que permite deshidratar sin sobrepasar los 60 °C de temperatura. El tiempo de deshidratación del zapallo fue de seis horas, tras el cual se realizó una molienda con un molino eléctrico marca Inmegar 01051, modelo W112M 220\240V, hecho en Ecuador y con una capacidad de 40 kg.
El alimento balanceado fue producido en la fábrica de alimentos de la Facultad de Ciencias Zootécnicas de la Universidad Técnica de Manabí, bajo los requerimientos nutricionales que la línea comercial Cobb 500 exige para este tipo de crianza. Se formularon tres tipos de dieta con base en las tres etapas de cría de los pollos utilizando el software Allix (versión S2) facilitado por EcuadPremex: inicial (1-14 días), crecimiento (14-28 días) y acabado (28-42 días) (tabla 1). Se restringió el alimento en los momentos del día en que la temperatura era extrema y se proveyó durante la noche cuando la temperatura había disminuido.
Se realizó un trabajo de campo con un diseño experimental completamente al azar que incluyó cuatro tratamientos y cuatro repeticiones en un total de 240 pollos sin sexar de la línea comercial Cobb 500, los cuales se distribuyeron en 16 unidades experimentales, 15 pollos por cada unidad. Para cada tratamiento se construyó un espacio de 50 m² de largo por 10 m² de ancho y en la distribución de los tratamientos se consideró una densidad de ocho pollos por metro cuadrado. Los tratamientos fueron T0 testigo con maíz y pigmento de xantofilas en una concentración del 4 % (pigmentos sintéticos), T1 sustitución parcial de maíz por 10 % de harina integral de zapallo (HIZ), T2 sustitución parcial de maíz por 12 % de HIZ, y T3 sustitución parcial de maíz por 15 % de HIZ.
Para el análisis químico del balanceado de las tres etapas (tabla 2), se aplicó el protocolo Weende y se determinó proteína, grasa, materia seca, fibra y extracto libre de nitrógeno (Carrier et al., 2011). Mediante el protocolo Van Soest, se identificó fibra detergente neutro y fibra detergente ácido (Van Soest, 1963). La energía bruta y la materia seca se definieron según parámetros de la Association of Official Analytical Chemists (AOAC, 2000). El perfil de los nutrientes orgánicos, los aminoácidos esenciales y los no esenciales se llevó a cabo mediante cromatografía líquida de alta eficacia (HPLC) (Koller et al., 1984). Se utilizó un equipo HPLC de la marca Thermo Fisher Scientific, modelo Accela Autosampler. La cantidad de carotenoides totales (CT) se evaluó mediante la metodología de Liaaen-Jensen y Jensen (1997) y con la aplicación del espectrofotómetro de luz UV.
C = A × V × f × 10/2500
Donde C: cantidad de carotenoides en mg; A: absorbancia (0,382 como promedio de tres réplicas); V: volumen final en mililitros (0 mL); F: factor de dilución (en este caso fue 1); 10: factor para la transformación de unidades, y 2500: coeficiente de extinción promedio para los carotenoides bajo las condiciones de lectura de absorbancia
Para controlar la temperatura del galpón, se utilizó un termómetro KKmoon sin contacto con infrarrojo digital láser y rango de medición de -50 °C a 380 °C. Además, se colocaron cortinas para mantener condiciones estables en el ambiente durante los primeros 15 días del desarrollo de las aves.
Una vez recibidos los pollos neonatos (un día de nacidos), se pesaron individualmente para determinar su peso inicial como el punto de referencia para las variables productivas. Se utilizó una balanza electrónica digital de 60 kg de capacidad con una precisión de 0,01 kg, modelo MSA1202S-100-D0 y marca sᴀʀᴛᴏʀɪᴜs. Se efectuó control del peso semanalmente durante los 42 días que las aves se mantuvieron en el galpón; cada repetición tenía un comedero tipo tolva y un bebedero automático. Las variables productivas para cada tratamiento (consumo de alimento, consumo de alimento acumulado, ganancia de peso, peso acumulado, conversión alimenticia, y pigmentación de piel y tarsos) fueron evaluadas al finalizar cada etapa.
Para evaluar la pigmentación en tarsos y piel se usó el colorímetro Konica Minolta CR-300. El equipo se calibró con el abanico colorimétrico DSM según la tabla de equivalencias (tabla 3). Este procedimiento se llevó a cabo cuando las aves cumplieron 42 días, antes del faenamiento; se tomaron cinco muestras por cada repetición. Los tarsos se midieron en su parte inferior terminal por requerimiento del dispositivo y la coloración de la piel se midió al comienzo del ala (punto de acumulación de grasa).
En el análisis de los resultados se aplicaron los supuestos de varianza de normalidad y homogeneidad para cada variable en estudio mediante el software estadístico InfoStat, versión 24-03-2011. Para las comparaciones múltiples se emplearon pruebas post hoc, se aplicó Tukey con un intervalo de confianza del 95 %.
Resultados y discusión
Según los datos recolectados, la coloración de tarsos y piel está entre los colores 106 y 107 del abanico colorimétrico DSM. En Ecuador, la exigencia de pigmentación en tarsos es igual o mayor al color 106 (tabla 4).
*Las medias con una letra en común no son significativamente diferentes (p> 0,05).
T0tratamiento testigo
T1inclusión del 10 % de HIZ
T2inclusión del 12 % de HIZ
T3inclusión del 15 % de HIZ
Fuente: Elaboración propia
Estos resultados demuestran que los tratamientos en que se sustituyó el maíz por HIZ pigmentaron satisfactoriamente los tarsos y la piel de los pollos. El tratamiento T0 fue el de mayor puntuación en comparación con los tratamientos a base de HIZ. El tratamiento T3 presentó la mejor adherencia de xantofilas en tarsos y piel en contraste con los demás tratamientos que usaron HIZ, Por los procesos de absorción de metabolismos, las xantofilas se alojan en la epidermis (Moreno, 2014). El aporte de la HIZ es de 0,0764 mg de carotenoides totales; es decir, un total de 76,4 mg de carotenoides por cada kilogramo de harina (Mendoza et al., 2019).
Conforme aumentó la concentración de harinas, la coloración en la piel de los pollos fue similar a la formulación que contenía el pigmento sintético. Campo et al. (2017) especifican que la concentración de carotenoides en el alimento es determinante para obtener una mayor coloración sobre la piel, debido a la acumulación de los compuestos de las xantofilas en las grasas (Cortes-Cuevas et al., 2015; Oviedo & Wineland, 2013). Por su parte, Brenes-Soto (2014) afirma que no se deben aumentar significativamente los porcentajes de carotenoides sintéticos en la ración diaria de las aves, pues esto puede tener repercusiones en la salud.
Aunque el color de la piel es menor que el de los tarsos; las puntuaciones mayores o iguales que 11 son aceptables para el comercio. Ubaque et al. (2015) documentan una puntuación de 6,39 contra 0 en la pigmentación de los pollos basados en la escala de Roche, lo que atribuyen al uso de la harina de zapallo. Por su parte, Carvajal-Tapia et al. (2017) registraron una puntuación de 103 y 104 en la pigmentación de pollos de esta misma línea alimentados con harina integral de zapallo, lo que se explica por la presencia de carotenoides en el zapallo (C. moschata cv. Macre). Sin embargo, al comparar visualmente los resultados mediante el abanico colorimétrico DSM, Carvajal-Tapia et al. (2017) encontraron diferencias significativas en los tratamientos T0, T1 y T3. En esta investigación solo se evidenciaron diferencias en el tratamiento T2 respecto a los demás. La tabla 5 presenta los resultados del desarrollo productivo de los pollos durante la etapa de iniciación.
*Las medias con una letra en común no son significativamente diferentes (p> 0,05).
Sigsignificación
T0tratamiento testigo
T1inclusión del 10 % de HIZ
T2inclusión del 12 % de HIZ
T3inclusión del 15 % de HIZ
Fuente: Elaboración propia
Se observaron diferencias significativas (p< 0,05) entre las variables estudiadas respecto a los tratamientos que pueden deberse a la asimilación de la HIZ suministrada en las diferentes dietas. Sin embargo, a pesar de su contenido energético, la HIZ no tuvo efectos secundarios en los pollos durante esta etapa. Esto coincide con los planteamientos de Carvajal-Tapia et al. (2017) y Saldaña et al. (2016), quienes documentaron el uso de harina de zapallo sin efectos secundarios en el rendimiento productivo de las aves a pesar de su contenido energético. Por otro lado, la ganancia de peso fue mayor en el tratamiento T1 (HIZ 10 %) con un promedio de 360,25 g, resultado similar a los reportados por Andrade-Yucailla et al. (2017) y Medina et al. (2014), quienes registraron un peso promedio de 342,09 g a 354,22 g durante esta etapa de cría. La tabla 6 muestra el comportamiento productivo de los pollos durante la etapa de crecimiento.
*Las medias con una letra en común no son significativamente diferentes (p> 0,05).
Sigsignificación
T0tratamiento testigo
T1inclusión del 10 % de HIZ
T2inclusión del 12 % de HIZ
T3inclusión del 15 % de HIZ
Fuente: Elaboración propia
Los resultados presentan diferencias significativas (p< 0,05) en las variables consumo acumulado, ganancia de peso, peso acumulado y conversión de alimentos. El consumo de alimento no arrojó diferencias significativas (p> 0,05) entre los tratamientos. Los mayores rendimientos en la ganancia de peso y el peso acumulado se observan en el tratamiento T0, lo cual puede deberse a la dieta con alimento balanceado comercial (Aguilar et al., 2018), sin embargo, durante la etapa de acabado (tabla 7) se muestran resultados favorables en el rendimiento productivo de los pollos con respecto a las diferentes dietas.
*Las medias con una letra en común no son significativamente diferentes (p> 0,05).
Sigsignificación
T0tratamiento testigo
T1inclusión del 10 % de HIZ
T2inclusión del 12 % de HIZ
T3inclusión del 15 % de HIZ
Fuente: Elaboración propia
El análisis de varianza de los datos obtenidos a los 42 días de la prueba de Tukey evidencia que no existen diferencias significativas (p> 0,05) entre las variables evaluadas de cada uno de los tratamientos aplicados. Estos resultados son similares a los obtenidos por Carvajal-Tapia et al. (2017), quienes incluyeron harina de la pulpa de zapallo en la alimentación de pollos de engorde sin observar diferencias significativas en las variables productivas. Por su parte, Alvarado et al. (2018) registraron diferencias significativas en las variables consumo acumulado y ganancia de peso entre los tratamientos aplicados con diferentes tipos de alimentos comerciales.
El análisis estadístico de la conversión alimenticia no arrojó diferencias significativas (p> 0,05) entre los tratamientos. Esto puede deberse a que el bajo contenido de fibra de la HIZ permite su fácil digestión (Cadillo et al., 2019; Campo et al., 2017; Gonzáles et al., 2013). Sin embargo, algunos investigadores mencionan que la asimilación de los alimentos puede presentar diferencias particulares por el funcionamiento digestivo de los animales (Paredes et al., 2017).
Un estudio realizado por Mendiola y Rojas (2015) con moringa como fuente alternativa en la alimentación de pollos parrilleros determinó diferencias significativas (p> 0,05) entre los tratamientos: un promedio de conversión de 2,02 kg/kg con alimentos convencionales y de 2,28 con moringa, en la misma línea de pollos utilizada en la presente investigación. Esto puede estar asociado al contenido de fibra disponible en la moringa (Rumiche et al., 2018).
El peso acumulado en la etapa de finalización de los pollos no presentó diferencias significativas (p< 0,05) entre las medias de cada tratamiento, que van desde 2384,00 g a 2232,22 g. Estas cifras coinciden con los resultados de Vega y Aguirre (2013), quienes no obtuvieron diferencias significativas entre los tratamientos aplicados en pollos parrilleros. Con base en todo lo anterior, se puede considerar la HIZ como una fuente de alimento de origen natural rica en carotenoides y ácido ascórbico, componentes que cumplen una función importante en la nutrición (Saeleaw & Schleining, 2011).
Conclusiones
El uso de la harina integral de zapallo demostró ser eficiente en la pigmentación natural de los pollos de engorde sin afectar su rendimiento productivo. La posibilidad de incluir este compuesto en la industria alimenticia avícola brinda oportunidades al sector agrícola para conservar las cosechas de C. moschata en épocas de baja demanda y, luego de procesarlas, ofertar su producto al sector avícola.