Introducción
El acceso oportuno a la salud es y será siempre un reto para los hospitales y clínicas, ya que las listas de espera a menudo son largas para gestionar la demanda; los pacientes que acuden a los departamentos de urgencias deben someterse a un adecuado sistema de priorización para determinar la premura de su motivo de consulta y actuar con la asignación de recursos y experiencia del personal de manera eficiente.1
Se han realizado diferentes estudios en el mundo en busca de evaluar el sistema de triaje; en Suecia se realizó un estudio donde se encontró que la precisión general de la clasificación en sus servicios fue 56,2 % y que solo el 12 % de los pacientes evaluados fueron subclasificados según su gravedad.2 En estudios realizados en Perú se encontró que el 50 % de los establecimientos aplican las escalas de triaje en que la mayoría de los pacientes 65 % fueron clasificados en triaje 3, y donde estuvo a cargo en un 70 % del personal médico y en un 30 % del personal de enfermería.3 En Colombia se han realizado estudios que concluyen que el 54 % de los pacientes que acuden a urgencias son mujeres, 57 % de los pacientes se encuentran entre los 15 a 44 años y 64,3 % del total de pacientes fueron clasificados como triaje 2.4
El uso de sistemas de clasificación ha sido de gran utilidad en diferentes países, si bien, el triaje desarrollado en Francia es la metodología más difundida y utilizada alrededor del mundo para la clasificación del riesgo en urgencias, existen otras menos empleadas, como el Manchester Triage System, creado en Inglaterra en 1994, que ha sido incorporado en los sistemas de salud de países como Brasil y Portugal.5 También se ha implementado el Emergency Severity Index (ESI) desarrollado a fines de la década de 1990 en los Estados Unidos para una clasificación en cinco niveles, sin embargo, los sistemas anteriormente mencionados no lograron ser ampliamente replicados en otros países.6
A medida que aumenta la demanda de servicios de atención médica, los proveedores deben garantizar un acceso oportuno a ellos.1 La gestión de la demanda en muchas ocasiones es complementada con el triaje, apoyado en sistemas de diversa complejidad para mejorar los tiempos de espera excesiva que pueden conducir a peores desenlaces para los pacientes y mayores costos en los servicios de salud. Se requiere de cambios para equilibrar la distribución de recursos con la demanda del servicio para mantener el acceso oportuno y evitar el desvío de los recursos desde la atención clínica hasta los procesos administrativos.1
La evaluación del triaje consta de algoritmos que suelen consistir en combinación de signos vitales del paciente junto con señales que orientan la clasificación; también se tienen en cuenta las quejas principales por las que acude el paciente para la evaluación de riesgos inminentes en el servicio y poder clasificar los pacientes según su necesidad.7 En algunos servicios rara vez se examinan las prácticas y la aplicación del triaje por lo que no están bien homologadas las pautas para la interpretación del usuario final. Por esto es necesario poseer diversos reglamentos para igualar y clasificar mejor la atención a pacientes por medio del conocimiento de variables demográficas, geográficas, ambientales, económicas y sociales.7
Metodología
Población y diseño del estudio
Se realizó un estudio observacional de corte transversal que incluyó pacientes atendidos en el servicio de urgencias en dos instituciones de alto nivel de complejidad en Medellín, Colombia, en el año 2018. Se realizó un muestreo estratificado proporcional al 15 %, en donde los pacientes fueron seleccionados de forma aleatoria. Se incluyeron pacientes mayores de 18 años clasificados en el servicio de urgencias haciendo uso del triaje. Así mismo, se excluyeron las pacientes embarazadas y aquellos pacientes cuyas historias clínicas se encontraban incompletas.
Recolección y análisis de la información
La información se obtuvo de las historias clínicas de los pacientes, quienes fueron la unidad de análisis. La recolección de información fue realizada por los investigadores mediante un formulario digital elaborado con la herramienta Google Forms. El análisis de la información se llevó a cabo en Microsoft Excel, empleando un análisis univariado por medio de frecuencias absolutas y relativas expresado en porcentajes y proporciones.
Resultados
Se obtuvo la información de 4159 pacientes (Figura 1). El promedio de edad fue de 43 años con una desviación estándar de ±19,6. Del total de pacientes 54,6 % (2271) eran hombres y 45,4 % (1888) mujeres. El 85,5 % (3558) eran residentes del área metropolitana mientras que 11,1 % (463) vivían en área rural, además, en 3,3 % (138) de los pacientes no se contaba con el dato del lugar de residencia.
En relación con el modo de afiliación al sistema de salud, se encontró que 67,8 % (2819) pertenecían al régimen contributivo, 16,6 % (691) al régimen especial, 11.2% (465) al régimen subsidiado y del 4.2% (184) no se conocía el dato.
Respecto a la ocupación de los pacientes, se encontró que el 45,4 % (1887) eran empleados, 12,9 % (535) amas de casa, 5,38 % (224) estudiantes, 3,7 % (157) trabajadores independientes, 12,6 % (524) tenían otra ocupación, 2,74 % (114) desempleados, y en 18,2 % (758) no se encontró el dato.
En cuanto al día en que consultaban al servicio de urgencias, se encontró que el 16,1 % (672) consultó el día martes, el 15,2 % (633) miércoles, 15,2 % (632) lunes, 14,8 % (617) jueves, 13,6 % (565) viernes, 12,8 % (533) sábado y 12,2 % (508) domingo.
Referente a la razón por la cual se acude al servicio de urgencias se encontró que el 81,4 % (3384) consultaron por iniciativa propia, el 11 % (456) fueron llevados por traslado primario y el 7,7 % (320) fueron derivados por algún personal médico.
* En el 0,02 % (1) no se encontró el dato.
Fuente: elaboración propia.
En cuanto al miembro del personal de salud que realizó la clasificación del triaje en el servicio de urgencias el 97,2% (4045) fue realizado por un profesional de enfermería, 2% (83) por auxiliar de enfermería, 0.5% (23) por un médico, 0,2% (9) por técnicos en atención prehospitalaria.
Respecto a la clasificación del triaje se encontró que el 60,3 % (2507) de los pacientes fueron clasificados como triaje 3, 21,8 % (909); triaje 4,13,7 % (571); triaje 2,2,4 % (99); triaje 1 y 1,7 % (73) triaje 5.
Se valoró el tiempo transcurrido entre la clasificación de triaje y el inicio de la atención en minutos y se encontró que el promedio de tiempo fue de 32,05 minutos (±32,77). Donde se obtuvo que triaje 1 tuvo en promedio de (5,58 minutos), triaje 2 (11,04 minutos), triaje 3 (33.10 minutos), triaje 4 (45,33) y triaje 5 (39,34). Finalmente, los pacientes que requirieron incapacidad obtuvieron una mediana de 5 días y media de 8,9 respectivamente.
Hora | %(n) |
---|---|
9:00-11:59 | 18,3 (762) |
12:00-14:59 | 17,2 (717) |
15:00-17:59 | 16,9 (705) |
18:00-20:59 | 16 (665) |
6:00 - 8:59 | 12,3 (512) |
21:00-23:59 | 11,5 (480) |
00:00 - 2:59 | 4,8(201) |
3:00 - 5:59 | 2,8 (117) |
Fuente: elaboración propia.
Fuente: elaboración propia.
Discusión
Los hallazgos encontrados son concluyentes con diversos estudios como el realizado por Rodríguez-Páez et al.4 Sin embargo, presenta una discrepancia con muchos otros estudios como los desarrollados por León-Jiménez et al.8 Esto brinda información importante para la comparación de diversos estándares que pueden ser aplicados en los servicios de urgencias.
En un estudio observacional que incluyó 315 pacientes, realizado por León-Jiménez et al.8 en Perú, encontraron que el sexo predominante en los servicios de urgencias fue el femenino con un 49,5 % (156); sin embargo, no obtuvieron el registro del 1,9 % de pacientes.8 Lo que contrasta con lo encontrado en la población del presente estudio, donde el 54,6 % (2271) de los pacientes fueron hombres; por otro lado, en este mismo estudio peruano, encontraron que la media de edad fue 58,5 ± 20 años, lo que difiere por 15,5 años respecto al promedio encontrado en la población estudiada, que fue de 43±19,6.6
En estudios realizados por Rodríguez-Páez et al.,4 las clasificaciones de triaje fueron divididas según su razón de llegada, y se encontró que el trauma constituyó la mayoría de los ingresos a triaje 1 y 2, similar a los hallazgos en este estudio. También en el estudio realizado por León-Jiménez et al.8 se halló que 40,9 % de los pacientes ingresaron en horas de la mañana y 12,8 % en la madrugada a diferencia de este estudio debido a que se encontró que en su mayoría asistían en horas de la tarde. Cabe resaltar que en su mayoría fueron clasificados como nivel de prioridad II en un 66 % mientras que este obtuvo que en su mayoría fueron clasificados como triaje 3.8
En relación con la afiliación de las personas al sistema de salud se encontró por Rodríguez-Páez et al.4 que al momento de realizar esta investigación, la población tuvo la siguiente distribución: contributivo 46,6 %, subsidiado 52,5 %, y exceptuados o especiales 0,9 % esto evidencia una diferencia debido a que este estudio encontró más pacientes pertenecientes al régimen especial que al subsidiado.4 Este mismo estudio muestra que el día lunes tuvo mayor número de asistencias por parte de los pacientes mientras que el día domingo tuvo la menor a diferencia de los hallazgos encontrados donde se obtuvo que el martes era el día más frecuentado en el servicio de urgencias.4
En la Encuesta Nacional de Salud de 20079 con una estrategia para diagnosticar el estado del sistema de salud colombiano y en la que participaron 1 633 653 personas, se documentó que la principal causa de consulta fue la enfermedad general en un 74 % (1 215 310) de los casos, seguida por el trauma en un 18 % (297 483) de los pacientes, lo que muestra una disparidad importante con lo encontrado, ya que hasta el 53,4 % (2220) de los pacientes acudió por trauma y el restante por enfermedad general; por otro lado, en una revisión de la literatura realizada en Cartagena, Colombia por Bedoya-Marrugo,10 aseguran que en dicha ciudad, la causa más frecuente de consulta es la enfermedad aguda en 37 %, mientras el 31% se da por trauma.
En el estudio realizado por Valencia-Sierra y colaboradores, que incluyó 9730 pacientes, se encontró que, el tiempo promedio de espera entre el triaje y la atención para el tercer nivel de complejidad fue de 15 minutos.11 En nuestro trabajo encontramos que el tiempo entre la clasificación de triaje y el inicio de la atención fue de 32,05 minutos siendo un tiempo mayor al encontrado por estos autores y que se puede ver afectado por múltiples variables no tenidas en cuenta como la población estudiada, personal médico disponible para la atención, tasa de ocupación del servicio de urgencias entre muchos otros.11