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Caldasia
Print version ISSN 0366-5232On-line version ISSN 2357-3759
Caldasia vol.33 no.2 Bogotá Jul./Dec. 2011
Morpho-anatomical study of gynoecium and fruit in Mentha (Lamiaceae) species from Argentina
NORMA E. BONZANI
VIVIANA S. BRAVI
GLORIA E. BARBOZA
Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal y Facultad de Ciencias Químicas (UNC). C.C. 495. 5000. Córdoba, Argentina. nbonzani@imbiv.unc.edu.ar
Departamento de Farmacia. Facultad de Ciencias Químicas. Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Córdoba, Argentina. vbravi@fcq.unc.edu.ar
Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal y Facultad de Ciencias Químicas (UNC). C.C. 495. 5000. Córdoba, Argentina. gbarboza@imbiv.unc.edu.ar
RESUMEN
Se realizaron estudios morfológicos y anatómicos de gineceo y fruto, utilizando microscopía óptica y electrónica de barrido, en especies de Mentha (sect. Mentha L.y sect. Pulegium (Mill.) Coss. & Germ.). Se registran por primera vez para el género algunas novedades sobre el gineceo, histología del nectario, microesculturas en el epicarpo, presencia de ceras epicuticulares en el hilo y la morfología de los cristaloides. Se establecieron cuatro tipos de microesculturas en núculas maduras. Los resultados son evaluados desde el punto de vista taxonómico para la delimitación de las especies. Además, se registra por primera vez mixocarpia en M. citrata, M. x piperita y M. spicata y se plantean algunas consideraciones sobre este fenómeno.
Palabras clave. Nectario, núculas, mixocarpia, ceras epicuticulares, Mentheae.
ABSTRACT
Morphological and anatomical studies on the gynoecium and fruit of Mentha species (sect. Mentha L. and sect. Pulegium (Mill.) Coss. & Germ.) from Argentina were done using optic and scanning electronic microscope. Some novelties on the gynoecium, nectary histology, microsculpture of the nutlets, epicuticular waxes in the hilum and the morphology of the crystalloids are reported for the first time for Mentha. Four types of microsculpture on the surface of the nutlets were established. The results are evaluated from a taxonomical point of view for species delimitation. In addition, myxocarpy is reported for M. citrata, M. x piperita and M. spicata for the first time and its occurrence is discussed.
Key words. Nectary, nutlets, myxocarpy, epicuticular waxes, Mentheae.
Recibido: 18/02/2011
Aceptado: 31/08/2011
INTRODUCCIÓN
El género Mentha L. (fam. Lamiaceae, subfam. Nepetoideae, tribu Mentheae), originario de Europa y Asia, se halla naturalizado en América encontrándose en Argentina tres especies y dos híbridos (Bonzani et al. 2007). Estas especies pertenecientes a las sect. Mentha (Mentha citrata Ehrh., M. spicata L., M. x piperita L. y M. x rotundifolia (L.) Hudson y a la sect. Pulegium: M. pulegium L., son muy apreciadas por sus propiedades terapéuticas y por su alto contenido en aceites esenciales, se utilizan en preparaciones farmacéuticas y como fitoterápicos, además de ser expendidos en el comercio como medicamento herbolario. Por sus propiedades aromáticas y saporíferas su uso se extiende también a la repostería, licorería e industria de las golosinas (Bruneton 1991, Alonso 1998, 2004, Lawrence 2006).
De los estudios taxonómicos del género se destacan los trabajos de Harley (1972), Harley & Brighton (1977), Mabberley (1997) y Gober et al. (2002), reconociéndose hasta el momento 25 especies y varios híbridos (Harley & Brighton 1977). Estudios previos se han referido a la morfo-anatomía de los órganos aéreos (tallos, hojas) y a las estructuras secretoras de Mentha, fuentes de obtención de aceites esenciales (Clauss & Tyler 1968, Muñoz Centeno et al. 1998, Martins 2002, Martins & Martins 2003, Bonzani et al. 2007). Por su parte, las estructuras reproductivas, es decir ovario, nectario, fruto y órganos de dispersión (núculas) fueron descritas por Hedge (1970) y Cronquist (1981) para Lamiaceae en general.
Con respecto a la estructura anatómica del pericarpo se destacan los trabajos de Moon & Hong (2006), Duletiae-Laušseviaæ & Marin (1999) y Ryding (1992a,b, 1993, 1995, 2008) quienes, junto a otros géneros de Lamiaceae, analizan algunas especies de Mentha.
Desde el punto de vista exomorfológico, la presencia de ceras epicuticulares depositadas en el hilo sólo son mencionadas para otros taxones de Lamiaceae (Martín-Mosquero et al. 2004), mientras que el estudio de las microesculturas de la superficie de las núculas ha recibido más atención por su relevancia taxonómica (Salmaki et al. 2008, Marin et al. 1994, Martín-Mosquero et al. 2006a,b, Moon & Hong 2006). Por último, Bouman & Meeuse (1992) destacan la importancia de estos caracteres como estrategia de dispersión y hacen referencia, entre otros taxones, a Mentha aquatica L.
La mixocarpia, que consiste en la liberación de mucílago por las células del epicarpo de las núculas maduras en contacto con el agua, es otro aspecto interesante de Lamiaceae reportada en varios géneros, incluido Mentha (Witzthum 1978, Ryding 1992a, 2001, Duletiæ-Laušseviæ & Marin 1999, Fernández-Alonso et al. 2009).
A fin de continuar contribuyendo con el conocimiento del género, abordamos en esta oportunidad el estudio de las estructuras reproductivas con los siguientes objetivos: 1) conocer la estructura del gineceo abarcando un detallado estudio del nectario, 2) proveer una descripción de la morfo-anatomía de las núculas, incluyendo las microesculturas de su superficie, 3) describir la morfología de las ceras epicuticulares depositadas en el hilo, 4) comprobar la presencia de mixocarpia en núculas maduras, 5) evaluar el significado taxonómico de las variaciones observadas en tales caracteres.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se trabajó con materiales frescos y herborizados, todos provenientes de Argentina y depositados en el Herbario del Museo Botánico de Córdoba (CORD), Argentina. Las especies analizadas fueron: M. citrata Ehrh.: Prov. Córdoba, Dpto. Colón, Salsipuedes, 29 set 1996, Ariza Espinar 3420 y 3421; Prov. Córdoba, Dpto. Capital, Bower, 30 mar 2008, Bonzani 118.
M. spicata L.: Prov. Córdoba, Dpto. Colón, Salsipuedes, 17 ene 2000, Bonzani 83;
Prov. Córdoba, Dpto. Capital, Barrio Urca, 15 feb 2000, Bonzani 88; Prov. San Juan, Dpto. Caucete, 21 dic 1980, Hunziker & Subils 23956.
M. pulegium L.: Prov. Córdoba, Dpto. Colón, Saldán, San Remo, 21 ene 2000, Bonzani 86; Prov. Buenos Aires, Partido J. Madariaga, Ruta 74 entre Gral. Madariaga y Las Armas, 21 ene 1973, Di Fulvio 309.
M. x piperita L.: Prov. Córdoba, Dpto. Colón, Saldán, Los Alazanes, 21 ene 2000, Bonzani 84 y Bonzani 88; Prov. San Juan, Dpto. Chimbas, 6 ene 1961, Ariza Espinar 1298.
M. x rotundifolia (L.) Hudson: Prov. Córdoba, Dpto. Colón, Salsipuedes, 24 ene 2000, Bonzani 87; Prov. Córdoba, Dpto. Capital, Bower, 2 dic 2002, Bonzani 93; Prov. San Juan, Dpto. Chimbas, 7 ene 1960, Ariza Espinar 666.
Se realizaron preparados histológicos permanentes; el material fresco (ovario y núculas) fue fijado en FAA (formol, alcohol etílico y ácido acético, 3:1:1) al que se le aplicaron luego las técnicas de deshidratación e inclusión en parafina para la obtención de cortes microtómicos de 10 a 14 µm. Las tinciones fueron realizadas con azul brillante de cresilo, en solución acuosa al 0,05 % (Pérez et al. 2002), safranina alcohólica al 1% y fast-green alcohólico al 0,1% (Martín-Mosquero et al. 2004). Posteriormente, se procedió al montaje con bálsamo de Canadá (Johansen 1940, D'Ambrogio de Argüeso 1986). Para el estudio del pericarpo las núculas maduras fueron sumergidas 24 h en agua destilada y glicerol (90:10) antes de la aplicación de las técnicas clásicas histológicas.
Para el análisis del receptáculo se efectuó la diafanización del mismo desprovisto de antófilos estériles y estambres. El diafanizado se realizó con hipoclorito de sodio al 30 % y posterior lavado con agua destilada. Para seguir el recorrido de los haces vasculares se tiñó con safranina acuosa al 1%. El contenido de almidón del nectario se evidenció con solución de lugol (iodo-ioduro de potasio). Para describir la organización histológica del nectario se siguió la terminología propuesta por Nepi (2007).
Se empleó también el microscopio electrónico de barrido (MEB) para el análisis del gineceo y superficie de núculas maduras. Se aplicó la técnica de Gesterberger & Leins (1978), secado a punto crítico, montaje sobre discos de aluminio con cinta adhesiva doble faz y posterior baño de oro.
Para evidenciar la producción de mucílago en las núculas maduras se siguieron dos procedimientos: a) se prepararon cámaras húmedas montadas en placas de Petri, con papel de filtro embebido en agua destilada y mantenidas con luz a una temperatura de 25-27° C, siguiendo la técnica de Alburquerque & Andrade (1998); b) se sumergieron las núculas directamente en agua destilada en tubos Eppendorf de 1,5 ml por un tiempo máximo de 72 h. En ambos casos el mucílago fue puesto en evidencia con soluciones acuosas de azul de metileno al 0,05% y azul brillante de cresilo al 1%. El ancho del halo mucilaginoso se determinó por mediciones directas, expresadas en milímetros. Para tipificar la reacción de mixocarpia en las especies estudiadas se tomaron los parámetros propuestos por Duletiæ-Laušseviæ & Marin (1999), a saber: reacción fuerte (mayor de 0,5 mm), moderadamente fuerte (entre 0,1-0,5 mm), débil (menor a 0,1 mm) y muy débil (menor a 0,05 mm). Para definir las microesculturas de las núculas se tomaron en consideración los modelos de Barthlott (1981) y Barthlott et al. (1998).
Las ilustraciones se realizaron con fotomicroscopio Axiophot Zeiss (MO) y Microscopio Electrónico de Barrido (MEB) JEOL JSM 35 CF (LABMEM, Universidad Nacional de San Luis) y JEOL 5800 LV a 10 KV (UNNE, Corrientes).
RESULTADOSMorfo-anatomía del gineceo. El ovario de Mentha es bicarpelar; cada carpelo se divide por un tabique incompleto en dos lóculos con sendos óvulos (Fig. 1 A, C, D). Una delgada porción de la base del ovario es indivisa (Fig. 1 A, B), pues la invaginación de la pared ovárica ocurre en las ¾ partes superiores (Fig. 1 C). Cerca de la base de los primordios seminales nace el estilo (Fig. 1 D); el estigma posee dos ramas estigmáticas desiguales sin papilas. En corte longitudinal por el receptáculo se observan los nudos de distinta longitud, ubicándose el ovario sobre un corto ginóforo (Fig. 1 A, D; Fig. 2 A). Alrededor del ginóforo y la base del ovario se ubica un nectario (Fig. 1 D; Fig. 2 A-C). En la flor en antesis la pared del ovario posee cinco capas de células indiferenciadas: epidermis externa, epidermis interna y tres estratos del mesofilo. La epidermis externa es unistrata, con células más o menos isodiamétricas, de paredes delgadas y convexas, en tanto que la epidermis interna, también unistrata, presenta células rectangulares de paredes deprimidas radialmente. El mesofilo posee células prismáticas que van disminuyendo de tamaño hacia el estrato más interno. En la epidermis de la porción apical de los carpelos se observan tricomas eglandulares en M. x rotundifolia y M. citrata (Fig. 3 B, C, F).
Morfología del nectario. El nectario es un anillo continuo (Fig. 1B, C), poco voluminoso, con un lóbulo ligeramente más desarrollado, opuesto al pétalo inferior de la corola; es de tonalidad verdosa, sin un límite definido con el resto del ovario y del ginóforo (Fig. 2 A, B; Fig. 3 A). Los estomas son más bien escasos y permanecen con las células oclusivas siempre abiertas. Ocupan áreas restringidas en el lóbulo más desarrollado del nectario (Fig. 3 D, E).
Histología del nectario. El tejido nectarífero, 1-5-estratificado, difiere del parénquima subnectarífero (Fig. 2 A, B). Presenta una epidermis unistrata con células isodiamétricas pequeñas, cutícula notoria y citoplasma denso. Los estomas (nectarostomas) poseen células oclusivas abiertas y semejantes en tamaño al resto de las células epidérmicas. El parénquima nectarífero consta de células alargadas radialmente y dispuestas en empalizada, con espacios intercelulares conspicuos subyacentes a los estomas. Las células secretoras presentan citoplasma denso, granuloso, con núcleos y vacuolas pequeñas (Fig. 2 C). El parénquima subnectarífero consta de células redondeadas de contenido claro con abundantes cristales y granos de almidón. Los hacecillos de conducción no ingresan al tejido secretor (Fig. 2 B).Características del fruto. El fruto es tetranuculado que, a la madurez, se divide en cuatro mericarpios monospermos e indehiscentes; excepcionalmente maduran las cuatro núculas, observándose con frecuencia sólo 1-3 por fruto. Las núculas son los órganos de dispersión.
Morfología de las núculas. Las núculas son pequeñas, variando entre 0,90-0,70 x 0,70-0,45 mm, de simetría dorsiventral, más o menos trígonas, entre aovada-ovadas, con base aguda y ápice redondeado (Fig. 4). En todos los casos el hilo está localizado en la base de la núcula. En la cara ventral presenta una pequeña cresta que abarca hasta 1/4 de la núcula, dividiéndola en dos depresiones sub-hemisféricas (Fig. 4 B, D, F, G, J); hacia la cara dorsal el hilo tiene forma subtriangular (Fig. 4 A, C, E, H, I). El límite del hilo es muy marcado en M. x piperita (Fig. 4 A, B; Fig. 5 J), M. x rotundifolia (Fig. 4 C, D) y M. spicata (Fig. 4 E), donde las células limitantes forman un reborde notorio (Fig. 5 H); en cambio, este límite es difuso en M. citrata (Fig. 4 G; Fig. 5 M) y M. pulegium (Fig. 4 I, J); en esta última especie las células limitantes presentan notables estriaciones cuticulares concéntricas (Fig. 5 E).
El color de las núculas varía entre las especies, siendo pardo-claro brillante en M. citrata y M. pulegium, castaño brillante en M. x piperita y M. x rotundifolia y castaño-rojizo en M. spicata.
La superficie del hilo está revestida completamente por ceras epicuticulares (Fig. 6 A-E), que le confieren color blanquecino.
Superficie de las núculas (MEB). De acuerdo con Barthlott (1981) y Barthlott et al. (1998), la superficie epidérmica de las núculas responde a diferentes patrones de microesculturas: primarias, secundarias y terciarias. La microescultura primaria está dada por el contorno de las células, características de las paredes anticlinales (rectas, onduladas o sinuosas) y la curvatura de la pared periclinal externa (plana, cóncava o convexa). La microescultura secundaria depende del relieve de las paredes anticlinales, la presencia o ausencia de estriaciones cuticulares y el engrosamiento secundario de las paredes anticlinales y periclinales; por último, las ceras epicuticulares determinan la microescultura terciaria.
Las microesculturas primarias y secundarias observadas en este trabajo responden a los siguientes tipos:
Tipo 1.- Reticulado-areolado: presenta una superficie homogénea, con todas las células poliédricas, paredes anticlinales rectas, altas y anchas que determinan aréolas bien definidas, similar a un panal de abejas. La pared periclinal cóncava, posee débiles estriaciones cuticulares paralelas y bifurcadas. Este patrón está presente en M. x rotundifolia (Fig. 5 A, B).
Tipo 2.- Reticulado redondeado-radiado: de superficie homogénea, con todas las células isodiamétricas, netamente redondeadas, con paredes anticlinales curvadas, anchas y levemente sobreelevadas. La pared periclinal es irregularmente cóncava, debido a las estriaciones cuticulares radiales que convergen hacia el centro; este tipo se observa en M. pulegium (Fig. 5 C, D).
Tipo 3.- Estriado: caracterizado por una superficie heterogénea con células sub-triangulares entremezcladas con sub-cuadrangulares. Dentro de este tipo se observan dos variantes. En M. spicata (Fig. 5 F, G) las paredes anticlinales están resaltadas por la presencia de cordones cuticulares mientras que la pared periclinal es regularmente cóncava o deprimida, con estriaciones paralelas o bifurcadas; a esta variación la denominamos Estriado-acordonado. En M. x piperita (Fig. 5 I) los cordones cuticulares no son muy notorios en todas las paredes anticlinales, mientras que la pared periclinal es irregularmente cóncava-convexa, de aspecto abollonado o rugoso, con estrías cuticulares paralelas entre sí; en este caso la denominamos Estriado-abollonado.
Tipo 4.- Estriado-papilado: de superficie homogénea, con predominio de células cuadrangulares, paredes anticlinales rectas y muy marcadas por la presencia de estrías paralelas notorias formando cordones. La pared periclinal, irregularmente cóncava-convexa, presenta estrías cuticulares paralelas y/o concéntricas (Fig. 5 K), a menudo interrumpidas por micropapilas (Fig. 5 L). Este tipo fue observado en M. citrata.
La microescultura terciaria está representada por las ceras epicuticulares en forma de cristaloide (Fig. 6 A-E), observadas solamente en las superficies abaxial y adaxial del hilo. Se diferencian varios tipos estructurales de cristaloides, tales como gránulos esféricos, sub-esféricos y cristaloides cúbicos y filamentosos. Gránulos esféricos con superficie foraminada sólo se observan en M. pulegium (Fig. 6 A); gránulos esféricos con superficie finamente granulada en M. citrata (Fig. 6 B), M. x piperita (Fig. 6 C) y M. x rotundifolia (Fig. 6 D); gránulos esféricos y sub-esféricos con superficie tuberculada en M. spicata (Fig. 6 F, G). Los cristaloides filamentosos (Fig. 6 B) y cúbicos (Fig. 6 E) son escasos y se mezclan con los cristaloides esféricos. Los filamentosos se observan en todas las especies mientras que los cúbicos están presentes en M. citrata, M. x rotundifolia y M. spicata.
Ontogenia del fruto. Durante el desarrollo del fruto, en la pared del ovario (Fig. 7 A) ocurren modificaciones relacionadas con el contenido celular y el grosor de las paredes celulares mientras que el número de estratos permanece constante.
La epidermis externa del ovario es la que más se modifica; las células aumentan paulatinamente su volumen a la par que el aumento del grosor en las paredes anticlinales y periclinales también es progresivo. El contenido celular se observa intensamente teñido. Los estratos parenquimáticos subyacentes se comprimen radialmente mientras que las paredes del estrato más interno del mesocarpio comienzan a engrosarse. La epidemis interna permanece sin modificaciones.
Cuando el fruto alcanza su madurez el pericarpo presenta cinco capas celulares (Fig. 7 B) que corresponden a tres regiones bien diferenciadas: a) el epicarpo, uniestrato, con células rectangulares mucilaginosas grandes de paredes anticlinales y periclinales internas engrosadas; usualmente la pared tangencial externa es convexa y está cubierta por una gruesa cutícula (Fig. 7 B, E); b) el mesocarpio, con tres estratos: los dos más externos, parenquimáticos, fuertemente teñidos y compactos en M. x rotundifolia (Fig. 7 B), M. spicata y M. pulegium. En M. x piperita y M. citrata las células denotan contenidos ligeramente más claros y se disponen laxamente (Fig. 7 C). El tercer estrato mesocárpico, muy desarrollado y esclerenquimático, alcanza aproximadamente el 50 % del total del grosor del pericarpo y está constituido por esclereidas con paredes fuertemente lignificadas, alargadas y en empalizada (Fig. 7 B-D); el interior del lumen de las células del esclerénquima está ocupado por cristales cúbicos; la forma del lumen varía siendo anchamente elíptica-obovada en M. x piperita y M. citrata (Fig. 7 C); angostamente elíptica en M. pulegium y estrechamente circular en M. x rotundifolia (Fig. 7 D) y M. spicata; c) el endocarpio, poco visible, está formado por una fina capa de células rectangulares y de paredes delgadas (Fig. 7 B).
Mixocarpia. Este fenómeno se evidenció cuando las núculas se humedecieron y las células mucilaginosas se hincharon paulatinamente (Fig. 8 A); al agotar su elasticidad la cutícula se rompe (Fig. 8 B) y las células epicárpicas liberan el mucílago, determinando un halo alrededor de las núculas. El halo formado puede ser continuo o discontinuo, transparente, con escaso desarrollo de fibrillas y de distinto grosor según las especies. Es continuo en M. x piperita (Fig. 8 E), M. pulegium (Fig. 8 D), M. x rotundifolia (Fig. 8 B) y M. citrata (Fig. 8 C) y sólo en M. spicata (Fig. 8 F) es discontinuo. El ancho del halo varía en las distintas especies; así, los valores promedios fueron: M. pulegium (0,47- 0,53 mm); M. x rotundifolia (0,44 - 0,5 mm); M. x piperita (0,47- 0,52 mm); M. citrata (0,48 - 0,52 mm) y M. spicata (0,09 - 0,18 mm).
Figura 7. Ontogenia del fruto. A. M. x piperita, B, C. M. x rotundifolia, D. M. citrata, E. M. spicata. A. Pared ovárica con 5 estratos celulares (c/t), B. Pericarpo con células mucilaginosas y parenquimáticas (c/t), C. Estratos parenquimáticos y esclerenquimático con lumen ovoideo, D. Células esclerénquimáticas con lumen circular y cristales cúbicos (flecha), E. células mucilaginosas con pared anticlinal con crecimiento secundario (flecha). Abreviaturas. cm: células mucilaginosas, cp: células parenquimáticas, cri: cristales, cu: cutícula, epe: epidermis externa, epi: epidermis interna, escl: esclerénquima, lu: lumen, me: mesofilo, pa: pared secundaria.
DISCUSIÓN
Gineceo. En su estructura básica el gineceo de Mentha concuerda con el de otras Lamiaceae (Cronquist, 1981). El ovario se divide en su porción distal en cuatro lóbulos, siendo indiviso en la zona proximal. El estilo se origina en una posición intermedia del ovario, apenas por arriba del nacimiento de los tabiques carpelares. Cronquist (1981) define esta morfología como estilo no ginobásico oponiéndolo al estilo ginobásico, término que aplica cuando éste nace en la base indivisa del ovario. A nuestro juicio, corresponde llamarlo estilo mesógino, término propuesto por Di Fulvio (1973) al describir una morfología idéntica a ésta en Nothoscordum Kunth y Allium L., o bien, estilo intermedio, término aplicado por varios autores para Lamiaceae (Rudall 1981, Press 1982, Owens & Ubera-Jiménez 1992). Así, Lamiaceae posee representantes con estilos ginobásicos (Huck 1992, Owens & Ubera-Jiménez 1992), mesóginos o intermedios (Rudall 1981, Press 1982, Owens & Ubera-Jiménez 1992) o más raramente terminales (Rudall 1981, Press 1982).
La presencia del ginóforo, definido como el desarrollo del nudo entre el androceo y el gineceo, es una característica de Mentha que al parecer, ocurre ocasionalmente en la familia Lamiaceae (Cronquist 1981).
Nectario. La morfología del nectario en Mentha es similar a otras especies de Lamiaceae (Fahn 1953, Rudall 1981, Cronquist 1981); sin embargo, en el caso particular de este género, el nectario se desarrolla en su mayor proporción rodeando al ginóforo y abarcando la base del ovario. Esta morfología es concluyente para denominarlo nectario ginofórico, término propuesto por Smets & Cresens (1988). La tinción diferencial utilizada para resaltar al tejido secretor puso en evidencia una coloración homogénea tanto en la epidermis como en el parénquima nectarífero. Estos resultados permiten inferir que ambos tejidos estarían implicados en la elaboración del néctar el que, secretado a los espacios intercelulares, llegaría al exterior a través de los estomas.
Los estomas observados corresponden a estructuras modificadas denominadas nectarostomas (Smets & Cresens 1988). Estas estructuras, similares a los estomas normales, están comunicados con los espacios intercelulares del parénquima nectarífero y permanecen con las células oclusivas abiertas sin poder regular su apertura (Gaffal et al. 1998, Davis & Gunnin 1993). Se ubican preferentemente sobre el lóbulo más desarrollado del nectario tal como fuera observado también para Rosmarinus L. (Zer & Fahn 1992). La restricta localización de los estomas, en concordancia al labio inferior de la corola, es una adaptación del nectario a la posición horizontal de las flores de muchas Labiadas (Zer & Fahn 1992). Por otro lado, no se observaron variaciones en el tamaño y la forma en los nectarios de las especies estudiadas, sin existir un límite definido entre éstos y el ovario. Situación similar fue reportada por Petanidou et al. (2000) para los géneros Salvia L. y Satureja L.
Siguiendo a Fahn (1979), se trata de un nectario no vascularizado porque la vascularización del gineceo es externa al parénquima nectarífero; es un nectario floral por su posición en un órgano de la flor. Por su función, se lo denomina nectario nupcial (Fahn 1979) o reproductivo (Schmid 1988); estos dos últimos casos se refieren a la participación de esta estructura en la polinización.
Características del fruto. El fruto maduro es una tetranúcula donde cada mericarpo monospermo (núcula) corresponde a la mitad de la hoja carpelar. Las núculas de Mentha son pequeñas, menores a 1 mm, tal como fuera reportado por Duletiæ-Laušseviæ & Marin (1999) para algunas otras especies del género. Las variaciones de tamaños observadas dentro de una misma especie y/o entre ellas, no son significativas para considerar heterocarpia, como ocurre en otros géneros de la subfam. Nepetoideae (Martín-Mosquero et al. 2005).
Teniendo en cuenta las categorías establecidas por Barthlott (1981) y Barthlott et al. (1998) para el arreglo de las células de la epidermis en órganos de dispersión, en las núculas maduras de las especies de Mentha estudiadas se han determinado cuatro tipos de microesculturas. Esta variabilidad nos permitió diferenciar a las especies de Mentha entre sí, no siendo un carácter determinante para separar las dos secciones a la que pertenecen; así, en la Sect. Mentha se observó tanto el tipo reticulado como el estriado. El valor taxonómico de las microesculturas de las núculas al parecer varía según los taxones; permiten diferenciar géneros afines como Cleonia L. y Prunella L. (Martín-Mosquero et al. 2004), mientras que en Teucrium L. (Marin et al. 1994) las microesculturas son herramientas válidas para diferenciar secciones.
Desde un punto de vista ecológico las microesculturas en las núculas de Lamiaceae están asociadas a su dispersión (Bouman & Meusse 1992, Moon & Hong 2006, Martín-Mosquero et al. 2005, Martín-Mosquero et al. 2006b). En Mentha, las ornamentaciones reticulada y estriada le confieren a las superficies depresiones que acumulan aire, lo que permite la flotación en agua corriente; esta morfología ubicaría a los órganos de dispersión dentro de la nautocoria, como ocurre en Mentha aquatica L., según lo reportado por Bouman & Meusse (1992).
Las ceras epicuticulares en las núculas de Mentha no han sido objeto de estudios exhaustivos por otros autores hasta el momento; su presencia había sido mencionada solo para Cleonia y Prunella (Martín-Mosquero et al. 2004). Siguiendo la clasificación de Barthlott et al. (1998), las ceras epicuticulares de Mentha estarían enmarcadas dentro de cuatro tipos de cristaloides, de los cuales los gránulos esféricos y filamentosos se hallan en todas las especies mientras que los cúbicos están restringidos a M. citrata, M. x rotundifolia y M. spicata. Dentro de los gránulos esféricos, los foraminados sólo están presentes en la Sect. Pulegium. Por otra parte, Barthlott et al. (1998) reportó que la distribución y orientación de los cristaloides pueden establecer patrones de importancia taxonómica. En las especies aquí tratadas estos parámetros no pueden ser utilizados para tales fines, ya que los cristaloides se hallan irregularmente distribuidos en toda la superficie del hilo. Debido a su ubicación se podría inferir que estos depósitos ceríceos cumplirían una función protectora de la zona de emergencia radicular.
Ontogenia del fruto e histología. En las núculas maduras se diferencian las tres regiones y los cinco estratos celulares correspondientes a la pared carpelar originaria, que se modificaron sustancialmente debido al aumento del tamaño de las células, al engrosamiento de las paredes celulares y al desarrollo del estrato esclerenquimático, conformando así un pericarpo muy desarrollado, duro y resistente. Similares observaciones fueron hechas por Wagner (1914) y Ryding (1995) para Lamiaceae en general y Duletiæ-Laušseviæ & Marin (1999), para otros representantes de Mentha en particular.
En general, núculas grandes poseen pericarpo más grueso (Duletiæ-Laušseviæ & Marin 1999). En el caso especial de Mentha con núculas menores a 1 mm, el grosor del pericarpo varía entre 46-66 µm, medidas bastante cercanas a las de otros géneros con núculas mayores como Calamintha Mill., Satureja y Prunella (Duletiæ-Laušseviæ & Marin 1999). Otro carácter constante para Lamiaceae es la proporción del estrato esclerenquimático en relación con el grosor del pericarpo. Así, en las especies de Mentha examinadas, los porcentajes del esclerénquima en comparación al ancho total del pericarpo varían entre 48% a 59%. Estos valores coinciden con las observaciones de Duletiæ-Laušseviæ & Marin (1999) para dicho género y con las de Moon & Hong (2006) para Lycopus L.
Con respecto al lumen de las células esclerenquimáticas, tres tipos de formas han sido observadas. Los tipos elíptico-obovado y estrechamente circular ya fueron reportados para la tribu Mentheae (Ryding 1995, Moon & Hong 2006), adicionándose una nueva variante, la angostamente elíptica, en M. pulegium.
Mixocarpia. De las dos metodologías utilizadas para comprobar la mixocarpia, la inclusión de las núculas maduras en agua destilada resultó ser más sensible debido a una rápida reacción de las células del epicarpo con la consiguiente formación del halo en 24 h, en comparación con los resultados obtenidos en cámaras húmedas en donde tardan alrededor de 72 h. Para clasificar la reacción de mixocarpia de las especies examinadas se tomaron los parámetros propuestos por Duletiæ-Laušseviæ & Marin (1999). Nuestros resultados difieren con lo reportado por estos autores debido a que M. x rotundifolia presenta una fuerte reacción y M. spicata aunque débil, reacciona positivamente. Asimismo, la ausencia de mucílago en M. spicata ha sido también informada por Grubert (1974), Ryding (1992a). Estas diferencias ponen de manifiesto la variabilidad mostrada por este género, probablemente relacionada con el hábitat en el que se desarrollan, como ya lo destacó Hedge (1970) y Ryding (1992a) para otros taxones de Lamiaceae.
Desde un punto de vista taxonómico, Ryding (1992a), al estudiar la distribución de la mixocarpia en Lamiaceae, encontró una buena correlación con la clasificación propuesta por Erdtman (1945) y Cantino et al. (1992) a nivel de subfamilia. Concluyó que la presencia de mixocarpia en Nepetoideae es una condición que distingue a esta subfamilia de otras Lamiaceae, presentándose en el 70-75 % de los géneros y especies. Ryding (1992b) y Wagstaff et al. (1995) reportaron que los órganos de dispersión de la mayoría de los géneros de la tribu Mentheae se caracterizan por la producción de mucílago; por su parte, Duletiae-Laušseviaæ & Marin (1999) confirmaron la presencia de mucílago en algunas especies de Mentha. Como resultado de nuestras observaciones afirmamos que todas las especies estudiadas reaccionaron positivamente al fenómeno de la mixocarpia, siendo reportada por primera vez en M. citrata, M. x piperita y M. spicata.
Desde un punto de vista ecológico, Ryding (1992a) refiriéndose a Nepetoideae, concluyó que las plantas que viven en ambientes húmedos generalmente producen menos o no generan mucílagos. Esta relación no parece concluyente para Mentha debido a que especies que viven en ambientes acuáticos y semi-sumergidos como M. citrata, M. x piperita y M. pulegium, presentan una fuerte reacción a la mixocarpia, como se informa en este trabajo.
La característica del halo mucilaginoso observado, es decir un halo trasparente y con escasas fibras, difiere con lo reportado para Acinos Mill. y Prunella cuyo mucílago está fuertemente impregnado en fibras (Duletiæ-Laušseviæ & Marin 1999) y para Coleus Lour. con mucílago de matriz densa por la presencia de numerosas placas (Witztum 1978).
Consideraciones fisiológicas aportadas por Wojciechowska (1966) y Grubert (1974) concluyeron que la producción de mucílago favorece la fijación al suelo de las núculas (atelecoria). Por otra parte, Ryding (1992a) postuló que la formación del halo mucilaginoso crea un microclima alrededor de la núcula que podría favorecer la germinación, como pudo comprobarse en Prunella (Winn & Werker 1987) y en Rosmarinus (Martín-Mosquero et al. 2006b). Estudios previos tendientes a evaluar la estrategia reproductiva de algunas especies de Mentha (Bonzani, ined.) demostraron que M. x rotundifolia con un halo de 0,44-0,5 presentó el mayor porcentaje de germinación (70%) mientras que M. x piperita, con un halo semejante (0,47-0,52 mm), tuvo un valor germinativo mucho menor (0,7%); por su parte, M. spicata, especie que produjo menor cantidad de mucílago (0,09- 0,18 mm), presentó un valor de germinación del 50%. Por lo expuesto, se puede establecer que en el caso especial de estas tres especies de Mentha, además de la mixocarpia, existirían otros factores (genéticos o ecológicos), que coadyuvarían para favorecer la germinación.
AGRADECIMIENTOS
Expresamos nuestro agradecimiento al Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV-CONICET) por poner a nuestra disposición las colecciones del Herbario CORD y el instrumental óptico de última generación y a los revisores anónimos por las valiosas sugerencias realizadas al manuscrito. A la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Córdoba (SECyT-UNC) por el apoyo económico recibido.
LITERATURA CITADA
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