Introducción
La litiasis urinaria es una patología que durante los últimos años ha tenido un incremento significativo en su incidencia y prevalencia a nivel poblacional; los cambios en los estilos de vida, el impacto del cambio climático y los hábitos alimentarios han sido factores que han favorecido el aumento mundial de esta patología1. Sus implicaciones clínicas y fisiopatológicas han sido bastante estudiadas en la población general, en la mujer gestante2 y en la población pediátrica3, sin embargo se conoce poco sobre sus implicaciones en el escenario del donante cadavérico de riñón.
En la actualidad el trasplante renal (TxR) constituye la mejor opción terapéutica para el tratamiento de la enfermedad renal crónica (ERC) en estadio avanzado; algunos de sus beneficios son mayor supervivencia, mejor calidad de vida, menor impacto cardiovascular y mortalidad de los pacientes que reciben este tipo de tratamiento4. Pese a sus beneficios clínicos, el TxR es una terapia con oferta limitada dada la escasez de injertos renales disponibles; desde hace varios años se ha descrito en varias latitudes el aumento de la brecha entre la cantidad de donantes y potenciales receptores en lista de espera para un TxR5. Es por esto que, en la actualidad, se desarrollan múltiples estrategias clínico-asistenciales para aumentar el pool de donantes, incluso con riñones que pueden tener condiciones especiales (riesgo funcional o anatómico) como6,7:
Uso de donantes con criterios expandidos.
Uso de injertos renales con pequeñas masas renales (previa tumorectomía).
Donantes con lesión renal aguda.
Donación en asistolia.
Donante vivo ABO incompatible.
Donante vivo pareado o en cadena.
El injerto renal con urolitiasis supone un escenario de incertidumbre en la práctica clínica; sus implicaciones desde la teoría incluyen riesgo de uropatía obstructiva, de deterioro funcional en el largo plazo y de infección urinaria en el periodo postrasplante. Las recomendaciones clínicas disponibles en relación con la litiasis urinaria y donación renal están enfocadas en el proceso de evaluación y selección de potenciales donantes vivos de riñón8,9, no obstante, para nuestro conocimiento no se dispone de recomendaciones específicas para el uso/descarte o manejo de injertos renales cadavéricos con urolitiasis.
El objetivo de este trabajo es el de exponer el estado actual de la producción bibliográfica acerca de las implicaciones clínicas de la urolitiasis en el proceso de donación y TxR incluyendo la perspectiva con injertos de donante cadavérico durante los últimos 22 años.
Materiales y método
Estudio descriptivo de tipo análisis bibliométrico ejecutado mediante una búsqueda sistemática de la literatura en las bases de datos Medline, Embase, SciELO, Cochrane Central y en los motores de búsqueda Google Académico y Web of Science utilizando combinaciones de los términos MesH "urolithiasis" "kidney calculi" "ureteral calculi" "tissue and organ procurement" "brain death", "living donors" y "kidney transplantation" con los operadores booleanos AND y OR. Los resúmenes fueron evaluados y seleccionados por tres de los autores (FST, GCM, DCM), en caso de desacuerdos se procedió a evaluación por partes de todos los autores y a inclusión para análisis según decisión de consenso. Se limitó la búsqueda a artículos primarios, revisiones sistemáticas o metaanálisis ejecutados en humanos y publicados entre el periodo enero/2000-diciembre/2022.
Resultados
Se obtuvo un total de 39 artículos, de los cuales se excluyeron 16 por no cumplir los criterios de inclusión, por no tener relación con el proceso de donación o por ser registros duplicados. Se incluyeron en total para análisis 23 artículos científicos (Fig. 1).
Según su origen ocho artículos fueron publicados por grupos de Asia, siete de Europa, cinco de Norteamérica, dos de África y uno de Suramérica (Fig. 2 ).
La tabla 1 describe el análisis bibliométrico de los artículos incluidos para análisis.
Discusión
La producción bibliográfica relacionada con el papel de la litiasis urinaria en el proceso de donación y TxR es bastante limitada; la literatura disponible en los últimos 22 años no permite obtener evidencia de alto nivel y se limita a estudios observacionales retrospectivos, series y reportes de casos10,32. La mayoría de la experiencia descrita en la literatura médica se relaciona con el proceso de donación y selección del donante vivo con urolitiasis (17/23 referencias), sin embargo, tan solo un tercio de los artículos seleccionados para análisis abordan el espectro de la litiasis urinaria en el donante cadavérico.
A pesar de que el origen de los grupos de autores de los artículos incluidos para análisis es diverso, el 95.6% de esta producción bibliográfica se ha ejecutado en el idioma inglés y solo el 26% de los artículos se encuentra publicados en revistas indexadas en cuartil 1 según el ranking de SCImago. Es preciso resaltar que, a pesar de tener un número limitado de publicaciones para análisis, el origen de los manuscritos y la dinámica de aparición en el tiempo no se relacionan con las tasas de donación y trasplante regionales o globales.
Desde el punto de vista clínico el análisis de la literatura disponible permite concluir que la litiasis urinaria puede afectar hasta un 4.4% de donantes cadavéricos y hasta el 9.3% de los donantes vivos de riñón. Se estima que esta cifra en el donante cadavérico puede estar subestimada, ya que los protocolos para el estudio imagenológico abdominal del donante durante la fase de mantenimiento tras la muerte cerebral incluyen en su mayoría solo estudios ultrasonográficos previos a la procuración de órganos33.
Las experiencias disponibles en la literatura permiten inferir que en el contexto global y actual de la donación y del TxR (caracterizado por el aumento progresivo en la demanda poblacional por un TxR y la decreciente oferta de injertos renales para trasplante), la presencia de cálculos en el injerto renal no se debe considerar como una contraindicación absoluta para el TxR. La literatura analizada demuestra que la presencia de litiasis en el injerto renal se asocia con una mayor tasa de descarte de dichos órganos para trasplante10, que el tratamiento activo ex vivo durante la cirugía de banco mediante pielolitotomías abiertas, ureterolitotomías endoscópicas con láser o incluso nefrolitotomías micropercutáneas es factible y seguro, tiene muy buenas tasas de éxito, bajas tasas de complicaciones; y que en caso de abordar injertos renales con carga litiásica menor a 4 mm es posible considerar el TxR y plantear la observación en el receptor de dicho injerto sin prever una mayor tasa de complicaciones postrasplante (Tabla 2).
Recientemente se han publicado las primeras guías clínicas de litiasis en el contexto del TxR desarrolladas por el Comité de Trasplante Renal de la Asociación Francesa de Urología34, en las que se reitera la recomendación de no considerar como contraindicación absoluta para TxR el hallazgo incidental de urolitiasis en el injerto de donante cadavérico ni en el donante vivo y se postula la necesidad de ejecutar estudios de extensión en el donante vivo (que incluye el estudio metabólico ampliado) para minimizar el riesgo de complicaciones tras la donación.
Es preciso resaltar que las guías de TxR de la Sociedad Colombiana de Urología35 tampoco catalogan como contraindicación absoluta para trasplante la presencia de litiasis en el injerto renal.
El análisis bibliométrico ejecutado y su traslación clínica ponen de manifiesto que para lograr la optimización del uso de los injertos renales con condiciones especiales para trasplante se requiere una mirada multidisciplinaria, incluyendo la participación activa del urólogo en el TxR, lo que seguramente puede dar viabilidad al uso de injertos renales que en circunstancias usuales se contraindicarían o descartarían para trasplante y maximizar así el uso de un bien social (el injerto renal) ante su creciente demanda en todo el mundo36.
El presente análisis constituye un nuevo aporte a la discusión mundial sobre el papel de la litiasis urinaria en la donación/TxR y pretende fomentar la discusión de aspectos urológicos relacionados con el TxR a nivel nacional y regional.
Conclusiones
Durante los últimos 20 años la producción científica en términos de litiasis urinaria y donación/TxR es limitada. La mayoría de la literatura se concentra en estudios observacionales descriptivos y en el donante vivo, sin embargo los datos y la experiencia médica disponible permiten concluir que el hallazgo incidental de litiasis urinaria en el donante vivo o cadavérico de riñón no debe ser considerado como una contraindicación absoluta para el uso de injertos renales con fines de trasplante. El manejo quirúrgico ex vivo es una opción factible y segura para el manejo de la litiasis urinaria previo al trasplante del injerto renal.