Introducción
En una situación de discriminación condicional, las funciones discriminativa y delta de los estímulos varían de un momento a otro dependiendo de un tercer segmento de estímulo anterior o concurrente. En términos del procedimiento típico de igualación de la muestra con palomas, descrito originalmente por Skinner (1950), el tercer segmento de estímulo es el estímulo de muestra, mientras que los estímulos de comparación son los objetos de estímulo cuyas funciones varían ensayo a ensayo. Sobre la base de las propiedades físicas de los estímulos (como identidad, diferencia, semejanza, etc.) se pueden entrenar diferentes relaciones de igualación, y en el caso de los seres humanos, después de aprender a desempeñarse de acuerdo con una o más relaciones de igualación, los participantes pueden igualar inmediatamente estímulos de muestra y comparación no familiares en concordancia con tales criterios. De ser el caso, se dice que la ejecución es generalizada debido a que no se restringe a los estímulos específicos entrenados ni sus propiedades físicas.
Al igual que en los escenarios naturales, responder bajo procedimientos de igualación de la muestra puede ser influido por la retroalimentación, entendida como estímulos exteroceptivos respecto de la correspondencia entre el comportamiento de un individuo y las contingencias de reforzamiento vigentes o pasadas (Mangiapanello & Hemmes, 2015). Por ejemplo, en un estudio reciente, Hirst, DiGennaro-Reed y Reed (2013) exploraron los efectos de la precisión de la retroalimentación sobre la adquisición de una discriminación condicional arbitraria en adultos jóvenes. En su estudio, los grupos de participantes recibieron retroalimentación de que sus respuestas de igualación eran correctas después de elecciones incorrectas, y viceversa, en 25, 50, 75 y 100 % de los ensayos, y observaron que, a mayor proporción de ensayos con retroalimentación imprecisa, menor adquisición de una discriminación condicional en una segunda fase con retroalimentación precisa; lo que sugiere que la precisión de la retroalimentación establece una relación discriminativa entre la situación de estímulo y el comportamiento de manera similar a las instrucciones o los estímulos que especifican contingencias. En este sentido, Catania (2006) había señalado previamente que proporcionar información a un individuo sobre si su respuesta fue correcta es similar a decirle “responde de la misma manera la próxima vez”, sugiriendo que “puede ser engañoso hablar de las propiedades reforzantes de estar en lo correcto y las propiedades de castigo de estar en lo incorrecto” (p. 298).
Utilizando una tarea de aprendizaje discriminativo verbal, Spence (1964) reportó que la ejecución a lo largo de los ensayos de entrenamiento fue menor bajo una combinación de retroalimentación Correcto-Nada que bajo una combinación de retroalimentación Incorrecto-Nada, que a su vez produjo ejecuciones similares a aquellas que se observaron bajo una condición en la que se utilizó la típica combinación de retroalimentación Correcto-Incorrecto. En línea con la idea expresada por Catania (2006), Spence (1964) sugirió que los efectos disímiles de las combinaciones de retroalimentación Correcto-Nada e Incorrecto-Nada se debían a las características “informativas” de Nada (i.e., pantallas en blanco) más que a una diferencia en las funciones de reforzamiento positivo y negativo de Correcto e Incorrecto, respectivamente. Más específicamente, Spence (1964) propuso que, en la ausencia de instrucciones sobre su significado, los participantes tienden a tratar las pantallas en blanco como si significaran Correcto bajo ambos tipos de combinaciones de retroalimentación. De ser de esa manera, dicha tendencia es incompatible con las demandas de la tarea experimental de tratar a las pantallas en blanco como Incorrecto bajo la combinación de retroalimentación Correcto-Nada, mientras que en la combinación de retroalimentación Incorrecto-Nada la tendencia promueve condiciones similares a aquellas en las que las respuestas correctas e incorrectas producen la retroalimentación correspondiente en cada ensayo.
Sin embargo, experimentos previos sobre igualación de la muestra generalizada sugieren que la ausencia de retroalimentación en algunos ensayos tiene un efecto más complejo sobre el comportamiento. Por ejemplo, Martínez y Ribes (1996) informaron que los participantes expuestos a una condición de realimentación intermitente Correcto-Incorrecto (cada tres ensayos), estuvieron menos controlados por instrucciones iniciales falsas con respecto a la relación de igualación correcta -tanto en el entrenamiento como en las pruebas de generalización- en comparación con participantes expuestos a retroalimentación continua Correcto-Incorrecto; una tercera condición de retroalimentación demorada (i.e., al final de cada sesión de entrenamiento) produjo ejecuciones intermedias. En este sentido, Martínez y Ribes (1996) sugirieron que la ausencia de retroalimentación en algunos ensayos de igualación promovía un “desligamiento” de las contingencias momento a momento y, en consecuencia, la autoconstrucción de un estímulo discriminativo verbal abstracto controlado por la propiedad funcional compartida por los estímulos a lo largo de los ensayos (i.e., la relación de igualación).
Utilizando tareas de igualación de la muestra con combinaciones de retroalimentación Correcto-Nada e Incorrecto-Nada, así como la típica condición de retroalimentación continua Correcto-Incorrecto, Serrano, García y López (2009) reportaron que la ejecución de igualación de la muestra generalizada concuerda con la hipótesis expresada por Spence (1964) de que los participantes tienden a tratar Nada como si significara Correcto a lo largo de los ensayos de entrenamiento. Y más recientemente, Serrano, Flores, Peralta y Martínez (2017) observaron una ejecución de igualación de la muestra generalizada más alta después de una condición de entrenamiento con una combinación de retroalimentación Incorrecto-Nada que después de una Correcto-Nada, así como que la combinación de retroalimentación Incorrecto-Nada derivó en una ejecución generalizada más alta que la retroalimentación continua Correcto-Incorrecto cuando las pruebas de generalización incluyeron una relación de igualación no entrenada. En virtud de la ejecución observada en tales ensayos de prueba de generalización "extra-relacionales", estos últimos autores sugirieron que sus resultados se debieron a la tendencia inicial de tratar Nada como si significara Correcto, pero también a un desligamiento respecto de las contingencias momento a momento similar al descrito por Martínez y Ribes (1996) respecto de la retroalimentación intermitente Correcto-Incorrecto. El experimento, sin embargo, no incluyó una condición en la que las respuestas correctas e incorrectas produjeran retroalimentación intermitente.
Ahora bien, el experimento del presente estudio se realizó para comparar los efectos de la combinación de retroalimentación Incorrecto-Nada versus la retroalimentación intermitente Correcto-Incorrecto sobre la ejecución de igualación de la muestra generalizada. Si los efectos de la combinación de retroalimentación Incorrecto-Nada son el resultado de una tendencia inicial a tratar Nada como si significara Correcto, pero igualmente a la elaboración de estímulos verbales debido a un desligamiento respecto de las contingencias momento a momento, los participantes entrenados bajo una combinación de retroalimentación Incorrecto-Nada deberían mostrar ejecuciones similares a las observadas para los participantes expuestos a la retroalimentación intermitente Correcto-Incorrecto, las que a su vez deberían ser mayores que las observadas para participantes entrenados bajo la retroalimentación continua Correcto-Incorrecto.
Debe destacarse que, en contraste con la hipótesis expresada por Spence (1964), ninguno de los experimentos disponibles sobre combinaciones de retroalimentación e igualación de la muestra generalizada incluyó participantes instruidos sobre el significado de las pantallas en blanco antes del entrenamiento; de modo que, siguiendo la sugerencia expresada por Catania (2006), si Correcto e Incorrecto tienen una función instruccional del tipo “responde (o no respondas) de la misma manera la próxima vez”, los participantes instruidos sobre el significado de las pantallas en blanco y entrenados bajo las combinaciones de retroalimentación Correcto-Nada e Incorrecto-Nada deberán mostrar ejecuciones generalizadas similares a las observadas para los participantes expuestos a la retroalimentación continua Correcto-Incorrecto.
Método
Participantes
Se contó con la participación de 30 estudiantes de bachillerato de entre 17 y 18 años de edad, 21 mujeres y 9 hombres, experimentalmente ingenuos en tareas de igualación de la muestra, así como en cualquier otro procedimiento experimental en psicología. Todos los participantes dieron su consentimiento escrito para colaborar en el estudio. Aleatoriamente se conformaron seis grupos de cinco participantes cada uno para la realización del estudio: (a) Retroalimentación Continua Correcto-Incorrecto, (b) Retroalimentación Intermitente Correcto-Incorrecto, (c) Retroalimentación Correcto-Nada, (d) Retroalimentación Incorrecto-Nada, (e) Retroalimentación Correcto-Nada con Instrucciones y (f) Retroalimentación Incorrecto-Nada con Instrucciones.
Aparatos y situación experimental
Los participantes trabajaron individualmente en salones de 3 m2 aproximadamente, aislados de ruido y distractores. Cada uno de los cinco salones estuvo equipado con una mesa, una silla, una computadora de escritorio (modelo HP Compaq, dc5850) y un mouse. Los estímulos se presentaron a través del monitor de la computadora, y el mouse sirvió como dispositivo de respuesta. Los eventos experimentales se controlaron y registraron automáticamente con el software Superlab® 4.5.
Para todos los grupos de participantes se utilizaron ensayos de igualación de la muestra de segundo orden simultáneos a lo largo del experimento, y en cada ensayo se desplegaron siete figuras coloreadas: dos figuras fungieron como estímulos de segundo orden, los cuales modelaron visualmente la relación de igualación en cada ensayo; una figura sirvió como estímulo de muestra; y las cuatro figuras restantes fungieron como estímulos de comparación.
Los estímulos de segundo orden se ubicaron en la parte superior del monitor de la computadora, mientras que los estímulos de muestra se ubicaron en el centro y los de comparación en la parte inferior, y siempre fueron diferentes en forma y color respecto de los estímulos de muestra y de comparación. En cada ensayo de igualación, un estímulo de comparación fue idéntico al estímulo de muestra, uno fue semejante en forma, otro fue semejante en color, y el cuarto fue diferente tanto en forma como en color. La posición espacial de cada tipo de estímulo de comparación cambió aleatoriamente de un ensayo a otro a lo largo del experimento.
Tanto la preprueba como las pruebas de generalización constaron de 36 ensayos (12 de semejanza en color, 12 de semejanza en forma y 12 de diferencia), mientras que el entrenamiento constó de 72 ensayos (36 de semejanza en color y 36 de semejanza en forma). La Tabla 1 muestra las figuras y colores utilizados para generar los estímulos de segundo orden y los arreglos de igualación de la muestra de primer orden (i.e., un estímulo de muestra y cuatro estímulos de comparación) utilizados en cada fase del experimento. Específicamente, un conjunto de tres figuras (rombo, cruz y círculo) y tres colores (azul claro, dorado y negro) permitieron la construcción de 18 parejas de estímulos semejantes en forma, 18 semejantes en color y 36 diferentes en forma y color; y otro conjunto de tres figuras (triángulo, cuadrado y pentágono) y tres colores (verde, amarillo y rojo) permitieron la construcción de 36 arreglos de igualación de la muestra de primer orden, de los cuales cada uno se presentó dos veces entre dos bloques de ensayos de entrenamiento. Las parejas de estímulos de segundo orden semejantes en color y las semejantes en forma se correlacionaron aleatoriamente con los arreglos de igualación de la muestra de primer orden en el primer bloque de ensayos de entrenamiento, mientras que las correlaciones entre los estímulos de segundo orden y los arreglos de igualación de la muestra se invirtieron entre los ensayos de entrenamiento del segundo bloque. Se extrajeron aleatoriamente seis parejas de estímulos diferentes en forma y color del tercer grupo de estímulos de segundo orden y se correlacionaron con seis arreglos de igualación de la muestra de primer orden, también extraídos aleatoriamente. Estos seis ensayos de igualación se utilizaron como parte de los ensayos de la preprueba y de la prueba de generalización.
Adicionalmente, un tercer conjunto de tres figuras (igual a, chevron y trapezoide) y tres colores (gris, morado y rosa) permitió la construcción de tres nuevos conjuntos de estímulos de segundo orden similares a los que se describieron anteriormente, y se construyó un segundo conjunto de 36 arreglos de igualación de la muestra de primer orden utilizando tres formas (forma de L, paralelogramo y hexágono) y tres colores (azul, naranja y marrón) adicionales. Se extrajeron seis parejas de figuras semejantes en color del conjunto correspondiente y se correlacionaron con seis arreglos de igualación de la muestra -extraídos al azar del conjunto recién mencionado-, y estos seis ensayos de igualación se usaron en los ensayos de preprueba y de prueba de generalización.
Además de esto, se utilizó un procedimiento similar para construir seis ensayos en los que la relación de igualación fue de semejanza en forma y seis ensayos en los que la relación de igualación fue de diferencia. Los ensayos restantes de la preprueba y la prueba de generalización se extrajeron al azar del primer y del segundo bloques de ensayos de entrenamiento: seis ensayos de semejanza en color y seis ensayos de semejanza en forma.
En resumen, la preprueba y la prueba de generalización fueron tareas idénticas, con 36 ensayos de igualación de la muestra; la mitad de ellos elaborados con las figuras y colores utilizados en el entrenamiento (estímulos familiares) y la otra mitad con figuras y colores que no se utilizaron en el entrenamiento (estímulos no familiares); en cada caso hubo seis ensayos de semejanza en color, seis de semejanza en forma y seis en los que la relación de igualación vigente fue la diferencia. La fase de entrenamiento consistió en dos bloques de 36 ensayos de igualación de la muestra de segundo orden, en los que la posición espacial de los cuatro tipos de estímulos de comparación (el idéntico, el semejante en color, el semejante en forma y el diferente en forma y color) cambió aleatoriamente entre los ensayos. Para garantizar las variaciones en las funciones discriminativa y delta de los estímulos, se utilizó entre los bloques de ensayos del entrenamiento una figura particular como estímulo de comparación correcto en un ensayo de igualación de semejanza en forma, y como incorrecto en un ensayo de semejanza en color.
Procedimiento
Los participantes de todos los grupos se expusieron a una preprueba, una fase de entrenamiento y dos tipos de pruebas de generalización cuyos ensayos se presentaron de forma aleatoria. No se impuso ningún criterio de ejecución para acceder a los ensayos de prueba de generalización con el fin de garantizar condiciones de entrenamiento homogéneas entre los grupos -excepto por las variables de retroalimentación-. Las respuestas de igualación correctas e incorrectas produjeron una pantalla en blanco de 5 s de duración para los participantes de todos los grupos a lo largo de los ensayos de preprueba, así como a lo largo de los ensayos de prueba de generalización. Las instrucciones que precedieron los ensayos de preprueba y de la prueba de generalización fueron:
“En las siguientes pantallas aparecerán siete figuras geométricas: dos en la parte superior, una en el centro y cuatro en la parte inferior. Debes elegir la figura de la parte inferior que creas que va con la figura del centro, de acuerdo con lo que indican las figuras de la parte superior. Para registrar tu elección, coloca el puntero del mouse dentro de la figura que elegiste y presiona el botón izquierdo. Para iniciar, haz clic en el botón COMENZAR”.
Instrucciones similares precedieron a los ensayos de entrenamiento para la mayoría de los grupos. Durante el entrenamiento, las respuestas correctas e incorrectas produjeron la retroalimentación correspondiente en cada ensayo de igualación para los participantes del Grupo Retroalimentación Continua Correcto-Incorrecto, y cada tres ensayos para los participantes del Grupo Retroalimentación Intermitente Correcto-Incorrecto. La retroalimentación para las respuestas de igualación correctas e incorrectas consistió, respectivamente, en la presentación de las palabras “Correcto” e “Incorrecto” durante 5 s en el centro de la pantalla de la computadora. Para los participantes del Grupo Retroalimentación Correcto-Nada, las respuestas de igualación correctas produjeron la palabra “Correcto” en el centro de la pantalla durante 5 s, mientras que las respuestas de igualación incorrectas produjeron una pantalla en blanco de 5 s de duración. Para los participantes del Grupo Retroalimentación Incorrecto-Nada, las respuestas de igualación correctas produjeron una pantalla en blanco de 5 s, mientras que las respuestas incorrectas produjeron la palabra “Incorrecto” durante 5 s. Los participantes del Grupo Retroalimentación Correcto-Nada con Instrucciones y los del Grupo Retroalimentación Incorrecto-Nada con Instrucciones se expusieron a combinaciones de retroalimentación similares a las utilizadas para los participantes de los grupos Retroalimentación Correcto-Nada y Retroalimentación Incorrecto-Nada, respectivamente; sin embargo, se les instruyó sobre el significado de las pantallas en blanco antes del inicio del entrenamiento:
“En las siguientes pantallas aparecerán siete figuras geométricas: dos en la parte superior, una en el centro y cuatro en la parte inferior. Debes elegir la figura de la parte inferior que creas que va con la figura del centro, de acuerdo con lo que indican las figuras de la parte superior. Te informaremos si tus elecciones fueron correctas o incorrectas. La palabra CORRECTO [INCORRECTO] seguirá a una elección correcta [incorrecta], mientras que una pantalla en blanco seguirá una elección incorrecta [correcta]. Para registrar tu elección, coloca el puntero del mouse dentro de la figura que elegiste y presiona el botón izquierdo. Para iniciar, haz clic en el botón COMENZAR”.
Resultados
La Figura 1 muestra el porcentaje promedio de respuestas correctas en los ensayos de preprueba (barras blancas) y de prueba de generalización (barras negras), así como la ejecución a lo largo de la fase de entrenamiento en bloques de 18 ensayos para cada participante; las líneas discontinuas horizontales indican el 80 % de respuestas correctas. En detalle, se muestra que, con excepción de un participante del Grupo Retroalimentación Incorrecto-Nada (P16), las ejecuciones oscilaron entre cero y 50 % de respuestas correctas para la mayoría de los participantes en los ensayos de preprueba; que las ejecuciones promedio en los ensayos de prueba de generalización oscilaron entre 22 y 38 % de respuestas correctas para los participantes del Grupo de Retroalimentación Continua Correcto-Incorrecto, mientras que para la mayoría de los participantes del Grupo Retroalimentación Intermitente Correcto-Incorrecto oscilaron entre 88 y 100 % de respuestas correctas; y que la excepción fue P8, cuya ejecución en las pruebas de generalización fue del 22 % de respuestas correctas.
Adicionalmente, las ejecuciones en la prueba de generalización estuvieron entre el 16 y el 66 % de respuestas correctas para los participantes del Grupo Retroalimentación Correcto-Nada, mientras que para la mayoría de los participantes del Grupo Retroalimentación Incorrecto-Nada las ejecuciones oscilaron entre 88 y 100 % de respuestas correctas. En este caso, la excepción fue P8, cuya ejecución en las pruebas de generalización fue del 66 % de respuestas correctas. Por otra parte, las ejecuciones terminales oscilaron entre cero y 50 % de respuestas correctas para la mayoría de los participantes de los dos grupos restantes, y la excepción fue P23, cuya ejecución en los ensayos de generalización fue del 63 % de respuestas correctas. Con respecto a la fase de entrenamiento, la Figura 1 muestra que las ejecuciones estuvieron alrededor o por debajo del 50 % de respuestas correctas para la mayoría de los participantes y los bloques de ensayos.
Asimismo, excepto por algunos participantes de diferentes grupos (P13, P23 y 29), solo los participantes de los grupos Retroalimentación Intermitente Correcto-Incorrecto (excepto P8) y Retroalimentación Incorrecto-Nada mostraron ejecuciones superiores al 50 % de respuestas correctas en dos o más bloques de ensayos de entrenamiento.
Por otra parte, la Figura 2 muestra los porcentajes individuales de respuestas correctas por relación de igualación en los ensayos de prueba de generalización con estímulos familiares (barras negras) y no familiares (barras blancas). La inspección visual de la Figura 2 sugiere: (a) que porcentajes altos de respuestas correctas en los ensayos de prueba de generalización en los que la relación de igualación vigente fue de diferencia se observaron solamente para los participantes de los grupos Retroalimentación Intermitente Correcto-Incorrecto y Retroalimentación Incorrecto-Nada (excepto P30 con estímulos familiares); (b) que las ejecuciones fueron relativamente independientes del carácter familiar o no familiar de los estímulos utilizados; y (c) que la semejanza en forma parece ser una relación de igualación ligeramente menos difícil que la semejanza en color.
Discusión
La retroalimentación intermitente para las respuestas de igualación correctas e incorrectas (grupo Retroalimentación Intermitente Correcto-Incorrecto) durante el entrenamiento de una tarea de igualación de la muestra de segundo orden produjo una mayor precisión del responder en pruebas de generalización que la retroalimentación continua (grupo Retroalimentación Continua Correcto-Incorrecto); mientras que la retroalimentación y las pantallas en blanco para las respuestas de igualación incorrectas y correctas, respectivamente (grupo Retroalimentación Incorrecto-Nada), produjeron una mayor ejecución de igualación de la muestra generalizada “intra-relacional” (como en los ensayos de semejanza en forma y semejanza en color) en comparación con la combinación inversa de retroalimentación y pantallas en blanco (como en el grupo Retroalimentación Correcto-Nada), además de una ejecución generalizada “extra-relacional” similar a la observada bajo la condición de retroalimentación intermitente Correcto-Incorrecto.
Adicionalmente, y como se esperaba, las instrucciones sobre el significado de las pantallas en blanco (ambos grupos con instrucciones) produjeron ejecuciones similares a las observadas en la condición en la que las respuestas de igualación correctas e incorrectas produjeron la retroalimentación correspondiente; sin embargo, la precisión de las respuestas bajo estas tres condiciones fue tan baja como la observada bajo la condición en la que las respuestas de igualación correctas e incorrectas produjeron la retroalimentación correspondiente y con pantallas en blanco, respectivamente.
Los resultados inmediatamente anteriores sugieren que, aunque efectivamente “puede ser engañoso hablar de las propiedades reforzantes de estar en lo correcto y las propiedades de castigo de estar en lo incorrecto” (Catania, 2006, p. 298), proporcionar información sobre el carácter preciso (o impreciso) del comportamiento de un individuo no es necesariamente equivalente a una instrucción como “responde (o no respondas) de la misma manera la próxima vez”. De hecho, y parcialmente en contraste con la hipótesis expresada por Spence (1964) con respecto al significado de las pantallas en blanco, los resultados del presente experimento sugieren que las instrucciones sobre la potencial función de los eventos pueden obstruir su actualización, probablemente debido a una “confusión” similar a la que según dicha autora parece tener lugar bajo la combinación de retroalimentación Correcto-Nada, o bien debido al tipo de contingencias implicadas en la tarea experimental y sus características particulares. Nuevos experimentos deberían evaluar ambas posibilidades.
Por otra parte, el hecho de que la retroalimentación intermitente produjera mayor ejecución de igualación de la muestra generalizada que la retroalimentación continua es consistente con la idea de que esta última favorece el control por parte de las propiedades particulares de los estímulos de muestra y de comparación, mientras que la ausencia de retroalimentación en algunos ensayos de igualación promueve el desligamiento de las contingencias momento a momento (Martínez & Ribes, 1996).
De acuerdo con la propuesta taxonómica de Ribes y López (1985), dado un lenguaje disponible, dicho desligamiento tiene lugar como una interacción lingüística con respecto al propio desempeño y a las contingencias enfrentadas (“¡El concepto es la semejanza!”, por ejemplo) y -debido a sus propiedades funcionales dentro de un medio de contacto convencional- permite, además, la introducción de otro estímulo discriminativo verbal pertinente para una situación no entrenada de solución de problemas en ese dominio particular (“¡La nueva relación es diferencia!”, por ejemplo). Asimismo, dado que los participantes del Grupo Retroalimentación Incorrecto-Nada mostraron ejecuciones de igualación de la muestra generalizada similares a los observados para los participantes del Grupo Retroalimentación Intermitente Correcto-Incorrecto bajo ensayos de prueba en los que la relación de igualación vigente fue la de diferencia, los resultados del presente experimento sugieren que tuvo lugar un proceso de desligamiento funcional similar al descrito previamente para la retroalimentación intermitente Correcto-Incorrecto, cuando las respuestas incorrectas y correctas produjeron retroalimentación y pantallas en blanco, respectivamente (Serrano et al., 2017). De igual forma, sobre la base de las ejecuciones observadas para los participantes de los grupos Retroalimentación Incorrecto-Nada y Retroalimentación Correcto-Nada, los resultados del presente experimento también coinciden con la hipótesis expresada por Spence (1964) sobre una tendencia inicial de los participantes de tratar las pantallas en blanco como si significaran Correcto bajo ambos tipos de combinaciones de retroalimentación y pantallas en blanco y, en correspondencia, la incompatibilidad de la combinación de retroalimentación Correcto-Nada con respecto a las demandas de la tarea.
El hecho de que en el presente experimento los participantes expuestos a retroalimentación continua mostraran ejecuciones severamente bajas probablemente pudo deberse al tipo de relaciones de igualación entrenadas. En este sentido, Serrano et al. (2009) informaron ejecuciones similares entre los participantes expuestos a retroalimentación continua y los participantes expuestos a retroalimentación y pantallas en blanco para las respuestas de igualación incorrectas y correctas, respectivamente; sin embargo, en sus experimentos las relaciones de igualación entrenadas incluyeron identidad y diferencia, relaciones que parecen ser menos difíciles de aprender que la relación de igualación de semejanza en color (véase también Ribes & Torres, 2001). La diferencia entre los experimentos con respecto al número de estímulos de comparación desplegados en cada ensayo de igualación (tres versus cuatro) también pudo afectar la adquisición de la discriminación condicional por parte de los participantes del Grupo Retroalimentación Continua Correcto-Incorrecto del presente reporte. Nuevos experimentos deberían abordar ambas posibilidades.
En cualquier caso, debe destacarse que la precisión de la ejecución en los ensayos de prueba de generalización para los participantes expuestos a la retroalimentación continua fue tan baja como la precisión de respuesta observada para los participantes que recibieron instrucciones sobre el significado de las pantallas en blanco y expuestos a combinaciones de retroalimentación y pantallas en blanco. Estos resultados son importantes, por un lado, porque sugieren que las instrucciones iniciales sobre el significado de las pantallas en blanco efectivamente tornaron las combinaciones de retroalimentación Correcto-Nada e Incorrecto-Nada similares a la condición de retroalimentación continua Correcto-Incorrecto a lo largo de los ensayos de entrenamiento; y, por otro, porque -inesperadamente- ninguna de dichas condiciones de retroalimentación continua produjo un porcentaje relativamente alto de respuestas correctas en la fase de entrenamiento. Nótese, sin embargo, que se observó una ejecución generalizada extra-relacional incipiente para dos participantes del Grupo Retroalimentación Correcto-Nada con Instrucciones y tres participantes del Grupo Retroalimentación Incorrecto-Nada con Instrucciones, mientras que una ejecución generalizada extra-relacional incipiente no se observó para cuatro de los cinco participantes del Grupo Retroalimentación Continua Correcto-Incorrecto.
Por último, retomando el experimento realizado por Hirst et al. (2013) sobre la proporción de ensayos con retroalimentación precisa, los nuevos experimentos de retroalimentación continua versus intermitente e igualación de la muestra generalizada deberán evaluar los efectos de la probabilidad de retroalimentación a lo largo de los ensayos de entrenamiento; especialmente en tareas de igualación de la muestra sin estímulos de segundo orden (GonzálezBecerra & Ortiz, 2014), así como a partir de diseños en los que sujetos ingenuos observen el desempeño de participantes expertos (Rodríguez, Silva, Baustista & Peña, 2015) e interactúen con ellos lingüísticamente, como un modelo experimental de la enseñanza escolar.