La violencia de pareja contra la mujer (VPM) es la forma más común de violencia sufrida por las mujeres y constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos, con importantes consecuencias para el bienestar físico y psicológico de las mujeres (Craparo, Gori, Petruccelli, Cannella, & Simonelli 2014; Devries et al., 2013; Martín-Fernández, Gracia, & Lila, 2019, 2020; Organización Mundial de la Salud (OMS), 2013; Vilariño, Amado, Vázquez, & Arce 2018). América Latina es una de las regiones donde las mujeres experimentan más VPM. De acuerdo con la OMS (2013), el 36% de las mujeres ha sido víctima de violencia física y/o sexual en el ámbito de la pareja. La proporción de mujeres víctimas de VPM oscila entre el 14% y el 25% en Brasil, Panamá y Uruguay, entre el 25% y el 33% en Colombia, Costa Rica y República Dominicana, y por encima del 40% en Ecuador (40.4%) y Bolivia (58.5%) (Bott, Guedes, Ruiz-Celis, & Mendoza, 2019). Además, catorce países de América Latina se encuentran entre los 25 países con tasas más altas de fe minicidio, ocurriendo el 38% de ellos en las relaciones de pa reja (Comisión Económica de América Latina y Caribe, 2016).
En el caso de Ecuador, la VPM es una conducta arraigada en el país. Una de cada dos mujeres mayores de 15 años víctimas de violencia declaran haberla sufrido en las rela ciones de pareja, y al menos una de cada cuatro mujeres señala que las agresiones de su pareja ocurrían de forma muy frecuente (Camacho, 2014; Instituto Nacional de Es tadísticas y Censos, 2019). La mayoría de feminicidios (en tre el 57% y el 66%) fueron cometidos en el ámbito de una relación de pareja. Estos datos sugieren que, a pesar de los innegables avances legislativos de las últimas décadas sobre políticas públicas, en Ecuador la VPM sigue siendo un problema de gran envergadura.
La VPM es un fenómeno complejo que debe entenderse en un contexto social y cultural más amplio (Gracia, 2014). Las actitudes públicas hacia este tipo de violencia son el reflejo de las normas socioculturales y dan forma al clima social en el que tiene lugar dicha violencia, pudiendo faci litar o disuadir su perpetración. Estas actitudes pueden in fluir en la conducta de búsqueda de ayuda por parte de las víctimas, así como en las respuestas individuales, comuni tarias e institucionales ante este tipo de violencia ( Gracia, Lila, & Santirso, 2020).
Las actitudes de culpabilización de la víctima pueden contribuir a crear un clima de aceptación social en el que la VPM se perciba como una conducta normativa (Walter mauer, 2012). Varias investigaciones han mostrado que aquellas personas que perciben con menor gravedad la VPM presentan a su vez una mayor aceptabilidad de este tipo de violencia, así como una mayor tendencia a la culpabilización de la víctima (Gracia & Tomás, 2014; Lila, Gracia, & García, 2010, 2013; Martín-Fernández, Gracia, & Lila, 2018a). Estas actitudes también tienen una influencia importante en las propias víctimas de VPM haciendo más difícil que abando nen la relación de pareja abusiva, que busquen algún tipo de ayuda o que denuncien la violencia (Gracia et al., 2018; Martín-Férnandez et al., 2018a; Valor-Segura, Expósito, & Moya, 2011). Culpar a las mujeres víctimas de este tipo de violencia puede constituir, además, una forma de revicti mización con repercusiones negativas para su salud mental (Gracia, 2014). Las actitudes de culpabilización de la víc tima influyen también en las respuestas públicas y en la disposición a intervenir de otras personas ante un caso de VPM (Gracia et al., 2018). Cuando la responsabilidad de la violencia recae sobre las víctimas, es más alta la probabili dad de que los hechos sean trivializados y evaluados como merecidos, lo que puede llevar a que se denuncien menos los incidentes conocidos o, incluso, a absolver a los perpe tradores de su responsabilidad (Gracia & Tomás, 2014; Tang, Wong, & Cheung, 2002).
Es importante, por tanto, profundizar en el conocimiento sobre las actitudes de culpabilización de la víctima para comprender mejor las causas de la VPM y poder desarro llar así medidas de intervención más efectivas (Arce, Arias, Novo, & Fariña, 2020; Gracia et al., 2020; Santirso, Gilchrist, Lila, & Gracia, 2020). Sin embargo, los estudios sobre este fenómeno en Latinoamérica y, específicamente en Ecua dor, han sido escasos (e.g., Boira, Chilet-Rosell, Jaramillo-Quiroz, & Reinoso, 2017; Safranoff, 2017), debido en gran parte a la falta de medidas que permitan evaluar, de forma fiable y válida, estas actitudes en el contexto ecuatoriano.
El presente estudio
El objetivo del presente estudio es adaptar y validar la escala española de actitudes de culpabilización de la víctima en casos de VPM (VB-IPVAW; Martín-Fernández et al., 2018a) al entorno cultural ecuatoriano. Este instrumento cuenta con unas propiedades psicométricas adecuadas (i.e., fia bilidad y validez) en población española. Sin embargo, se desconoce si la escala VB-IPVAW es capaz de evaluar ade cuadamente este tipo de actitudes en Ecuador. Para ello se analizará la estructura latente, la consistencia interna y el posible sesgo por deseabilidad social de los ítems de este instrumento a través de modelos factoriales. Para evaluar su validez, se examinará la relación entre la escala VB-IPVAW y otros constructos teóricamente relacionados, como la gravedad percibida de la VPM y el sexismo hostil y benevolente (Gracia, García, & Lila, 2008; Gracia et al., 2018; Juarros-Basterretxea, Overall, Herrero, & Rodríguez-Díaz, 2019; Lila et al., 2010, 2013; Martín-Fernández et al., 2018a; Scott & Strauss, 2007; Valor-Segura et al., 2011; Vidal-Fernández & Megías, 2014). Finalmente, se examinará la relación entre la escala VB-IPVAW y las características sociodemográficas, tales como género, nivel educativo y edad (Flood & Pease, 2009; Gracia, Rodríguez, & Lila, 2015; Vidal-Fernández & Megías, 2014).
Método
Participantes
La muestra general estuvo compuesta por 1122 partici pantes (54.1% mujeres), de entre 18 y 80 años (Medad = 26.85, DTedad = 9.68). Con respecto al nivel educativo, el 2.2% de los participantes completó estudios básicos, el 29.5% tenía estudios secundarios, el 36.8% se encontraba cursando es tudios de tercer nivel y el 31.5% restante tenía estudios de tercer nivel o superior. El 1.8% de los participantes fueron inmigrantes residiendo en Ecuador.
Además de esta primera muestra, se reunió una segunda muestra de 400 estudiantes universitarios ecuatorianos para analizar la invarianza factorial entre hombres y mu jeres de la escala VB-IPVAW, evitando así incurrir en un posible sesgo de capitalización del azar. Para que la muestra estuviera equilibrada por sexo, se recogieron las respuestas de 200 hombres y 200 mujeres, de edades comprendidas entre los 18 y los 25 años (Medad = 20.61, DTedad = 1.92).
Instrumentos
Actitudes de culpabilización de la víctima en casos de VPM (VB-IPVAW; Martín-Fernández et al., 2018a). La escala VB-IPVAW consta de 12 ítems que evalúan las actitu des de culpabilización de la víctima (e.g., los hombres son violentos con sus parejas porque las mujeres no tienen la suficiente paciencia con ellos). El formato de respuesta de los ítems fue una escala Likert de cuatro puntos (1 = muy en desacuerdo, 4 = muy de acuerdo). Esta escala ha sido validada en población general española y se ha relaciona do previamente con la gravedad percibida, y la disposición a intervenir en casos de VPM (Gracia et al., 2018; Martín-Fernández et al., 2018a). Dos expertos de Ecuador reeva luaron y reformularon los enunciados de los ítems para que se adaptasen al contexto cultural de este país. La escala completa con los ítems adaptados al contexto de Ecuador se presenta en el apéndice.
Gravedad percibida de la VPM (PS-IPVAW; Gracia et al., 2008). Esta escala presenta ocho escenarios de VPM (e.g., una mujer es despreciada y humillada continua mente por su pareja), cuya gravedad fue evaluada por los participantes en una escala de respuesta tipo Likert de 10 puntos (1 = no es grave en absoluto, 10 = extremadamente grave). La escala PS-IPVAW ha sido previamente validada en población general española, con policías y con hombres penados por VPM, presentando propiedades psicométricas aceptables. Esta escala se ha relacionado con el sexismo, la empatía y responsabilidad personal (Gracia, García, & Lila, 2014; Lila et al., 2013, 2014). La escala mostró una buena consistencia en la muestra general de este estudio (α = 0.96 y ωtotal = 0.96).
Inventario de Sexismo Ambivalente (ASI; Glick & Fiske, 1996; adaptación española de Expósito, Moya, & Glick, 1998). Este instrumento consta de 22 ítems con un formato respuesta tipo Likert de cinco puntos (0 = totalmente en desacuerdo, 5 = totalmente de acuerdo). Esta escala está compuesta por dos factores: sexismo hostil y sexismo bene volente. El primero se relaciona con una actitud de prejuicio y discriminación hacia la mujer basada en su supuesta inferioridad y subordinación en relación al hombre (e.g., las mujeres feministas están haciendo demandas completamen te irracionales a los hombres). El segundo factor se defi ne como una actitud que considera a las mujeres de forma estereotipada y limitada a ciertos roles con un tono afecti vo positivo (e.g., el hombre está incompleto sin la mujer). Este inventario se ha relacionado con la atribución de res ponsabilidad, la aceptabilidad de la VPM y mitos sobre el amor (Bonilla-Algovia & Rivas-Rivero, 2018; Lila et al., 2013; Lila, Oliver, Catalá-Miñana, Galiana, &Gracia, 2014; Martín-Fernández et al., 2018b; Sánchez-Hernández, Herrera-Enrí quez, & Expósito, 2020). La consistencia interna de la esca la completa (ωtotal = 0.89) y de ambas subescalas fue buena en la muestra general (α = 0.85 y ωtotal = 0.86 para sexismo hostil, α = 0.78 y ωtotal = 0.76 para seximo benevolente).
Manejo de impresiones. Para medir esta variable se utilizó la subescala manejo de impresiones de la versión breve del Inventario Balanceado de Respuesta Deseable (BIDR-16; Hart, Ritchie, Hepper, & Gebauer, 2015). Esta subescala consta de ocho ítems con un formato de respuesta tipo Likert de cinco puntos (1 = muy en desacuerdo, 5 = muy de acuerdo) que evalúan la tendencia de los participantes a sobreestimar su autodescripción para crear una imagen socialmente deseable (e.g., nunca digo malas palabras). La consistencia interna de esta medida en la muestra general fue buena (α = 0.82 y ωtotal = 0.82).
Procedimiento
Se diseñó un formulario en línea para obtener los datos. Este formulario incluía la escala VB-IPVAW, la escala PS-IPVAW, el inventario ASI, la subescala manejo de impre siones del BIDR-16 y un conjunto de preguntas sobre datos sociodemográficos (i.e., género, edad, nivel educativo y nacionalidad). Un mensaje al inicio del formulario informa ba acerca de los objetivos del estudio. Después, los parti cipantes debían dar su consentimiento informado y aceptar participar en el estudio para pasar a completar el formula rio en línea. La participación fue anónima.
Los datos se obtuvieron a través de un muestreo en línea, difundiendo el formulario por medio de las redes so ciales. También se contó con la colaboración del Consejo Nacional para la Igualdad de Género de Ecuador, entidad estatal que difundió el formulario a través de sus cuentas oficiales en redes sociales. Los datos se recogieron de octu bre a diciembre del 2019.
Análisis de datos
Para adaptar y validar la escala VB-IPVAW al entorno cultural de Ecuador se realizó, en primer lugar, un análisis descriptivo de los ítems, obteniendo su media, desviación típica y estadísticos de asimetría y kurtosis. Para estudiar la relación entre los ítems se obtuvo el índice de homogenei dad corregido, calculando la correlación de cada ítem con el resto de la escala.
En segundo lugar, se examinó la estructura latente y la consistencia de la escala VB-IPVAW. Se llevó a cabo un análi sis factorial confirmatorio (AFC) estimando un modelo de un factor mediante mínimos cuadrados no ponderados con me dias y varianzas ajustadas (WLSMV), replicando la estructura original de la escala. Este método de estimación es especial mente adecuado cuando se utilizan variables ordinales como los ítems de esta escala (Li, 2016). Para evaluar el ajuste del modelo se utilizó una combinación de índices de ajuste: CFI, TLI y RMSEA. Valores del CFI y TLI por encima de 0.95 indican un buen ajuste del modelo a los datos y valores del RMSEA inferiores a 0.06 y 0.08, un ajuste bueno y mediocre, respectivamente (Hu & Bentler, 1999; MacCallum, Browne & Sugawara, 1996). Se examinó asimismo la consistencia in terna de la escala a través del α de Cronbach y del ω de McDonald (Trizano-Hermosilla & Alvarado, 2016).
En tercer lugar, se evaluó la deseabilidad social de cada ítem. Para ello, se utilizaron los ítems de la subescala de manejo de impresiones del BIDR-16 como marcadores de de seabilidad social y se realizó un AFC añadiendo al modelo un factor general de deseabilidad social (Ferrando, 2005). De esta manera, todos los ítems de la escala VB-IPVAW saturan en un factor específico de actitudes de culpabilización de la víctima en casos de VPM y en un factor general de deseabi lidad social donde saturan además los ítems del BIDR-16. Los factores fueron ortogonales (i.e., no correlacionados), de modo que es posible determinar el porcentaje de varianza explicada por los ítems de la escala VB-IPVAW en el factor general de deseabilidad social. Si alguna de las saturaciones factoriales en el factor general de deseabilidad social de los ítems de la escala VB-IPVAW es superior a las saturaciones factoriales del BIRD-16, se considera entonces que ese ítem está sesgado por la deseabilidad social y debería eliminarse de la escala.
A continuación, se examinó la invarianza factorial de la escala entre hombres y mujeres. Para evitar incurrir en un posible sesgo por capitalización del azar se empleó una segunda muestra independiente para analizar la in varianza factorial de la escala, ya que de realizarse este análisis sobre la misma muestra se estaría incrementando artificialmente el ajuste de los modelos factoriales puestos a prueba. Con este objetivo, se realizó un AFC multigrupo en el que se examinaron secuencialmente los niveles de invarianza configural, métrica y escalar. El nivel de inva rianza configural evalúa si el mismo modelo factorial puede aplicarse a los distintos grupos, mientras que los niveles de invarianza métrica y escalar determinan si pueden man tenerse las mismas saturaciones factoriales y umbrales de los ítems entre hombres y mujeres, respectivamente. Para evaluar el ajuste de los niveles de invarianza se utilizó la misma combinación de índices de ajuste que en el AFC (i.e., CFI ≥ 0.95, RMSEA ≤ 0.06-0.08) y se siguieron las recomen daciones de Cheung y Rensvold (2002) para determinar si es posible mantener cada nivel de invarianza. Sin embar go, en lugar de utilizar los puntos de corte propuestos por estos autores, se utilizaron los puntos de corte propuestos por Meade, Johnson y Braddy (2008); ΔCFI ≤ 0.02, RMSEA ≤ 0.007), que funcionan mejor con indicadores ordinales (Sass, Schmitt, & Marsh, 2014). Se compararon además los niveles de invarianza factorial mediante el estadístico DIFFTEST (Asparouhov & Muthén, 2006). Si se consigue es tablecer el nivel de invarianza escalar, entonces es posible comparar las puntuaciones entre hombres y mujeres.
Por último, se evaluó la validez referida al criterio de esta medida en la primera muestra. Para ello, se obtuvie ron las correlaciones de las puntuaciones factoriales de los participantes en la escala VB-IPVAW con sus puntuaciones en la escala PS-IPVAW y en las subescalas de sexismo hostil y benevolente del ASI. Finalmente, se analizaron las rela ciones entre las puntuaciones en la escala VB-IPVAW y las variables sociodemográficas.
Todos los análisis se realizaron con el programa esta dístico R y la librería psych (R Core Team, 2019; Revelle, 2018), salvo los AFC y los análisis de invarianza factorial, que se efectuaron utilizando el programa estadístico Mplus 8.2 (Muthén & Muthén, 2017).
Resultados
Análisis descriptivo de los ítems
El análisis descriptivo de los ítems mostró que la mayoría de ellos presentaron medias en torno a 1.40, con desviacio nes típicas entre 0.50 y 0.85, indicando que la mayoría de los participantes escogieron las categorías de respuesta de desacuerdo (tabla 1). Esto se ve asimismo reflejado en los estadísticos de asimetría y kurtosis, que muestran una distribución de los ítems moderadamente desplazada a la izquierda y ligeramente apuntada. Los índices de homoge neidad corregida fueron altos, reflejando una estrecha rela ción entre cada ítem y el resto de la escala.
Análisis factorial confirmatorio y consistencia interna
A continuación, se realizó un AFC estimando un modelo de un factor (figura 1). La bondad de ajuste del modelo fue excelente (CFI = 0.98, TLI = 0.98, RMSEA (95% CI) = 0.062 (0.055; 0.069)). Las saturaciones factoriales de los ítems fueron altas, con valores superiores a 0.70 para todos los ítems, lo que indica una fuerte relación entre cada uno de los ítems y el constructo. La consistencia interna de la es cala fue muy buena (α = 0.92 y ωtotal = 0.93).
Deseabilidad social
Para determinar el posible sesgo por deseabilidad en los ítems de la escala VB-IPVAW se realizó un nuevo AFC incluyendo los ítems del BIDR-16 como marcadores de de seabilidad social y se estimó un modelo bifactor incompleto (figura 2). El ajuste del modelo resultante fue adecuado (CFI = 0.95, TLI = 0.94, RMSEA (95% CI) = 0.075 (0.071; 0.078)). Los ítems de la escala VB-IPVAW mostraron de nuevo saturaciones factoriales altas en el factor de actitudes de culpabilización de la víctima, con valores superiores a 0.70 para todos los ítems, salvo para el ítem 8, que presentó una saturación moderada (λ = 0.59). Sin embargo, en el factor general de deseabilidad social estos ítems mostraron satu raciones factoriales muy bajas, por debajo de 0.20, excepto para el ítem 8 (λ = 0.23)). Por su parte, los ítems del BIDR tuvieron saturaciones factoriales moderadas, por encima de 0.30, con la excepción del ítem 4 (λ = 0.29).
Nota: VB-IPVAW: actitudes de culpabilización de la víctima. DS: Deseabilidad Social. Vb: ítem de la escala VB-IPVAW. Bidr: ítem del BIDR-16. Entre paréntesis: error estandarizado de los parámetros.
El porcentaje de varianza común explicada por el factor general de deseabilidad social fue de 34.9%. De este por centaje, los ítems del BIDR-16 explicaron un 95.6% de la va rianza en el factor general de deseabilidad social, mientras que los ítems de la escala VB-IPVAW explicaron el 4.4% de la varianza restante en este factor.
Invarianza factorial
A continuación, se examinó la invarianza factorial de la escala entre géneros (i.e., hombres y mujeres), con una segunda muestra independiente. Los resultados mostraron que los niveles de invarianza configural, métrica y escalar pueden mantenerse entre géneros (tabla 2). Esto indica que hombres y mujeres conceptualizan el constructo de la mis ma manera, que interpretan los ítems de forma similar, y que un mismo patrón de respuestas da las mismas puntua ciones factoriales en ambos grupos.
Análisis de validez
Por último, se analizó la validez referida al criterio de la escala VB-IPVAW con otras variables relacionadas en la muestra general (tabla 3). Los resultados mostraron una es trecha relación entre las actitudes de culpabilización de la víctima y el sexismo hostil y benevolente. En concreto, los participantes con mayores niveles de actitudes de culpabi lización tendieron a su vez a presentar mayores niveles en ambos tipos de sexismo. Con respecto a la gravedad perci bida se encontró una relación negativa y significativa con las actitudes de culpabilización de la víctima en casos de VPM, de manera que aquellos participantes que evaluaron con menor gravedad los escenarios presentados en la escala PS-IPVAW tendieron a mostrar mayores niveles de culpabili zación de la víctima.
Por último, se compararon las puntuaciones factoriales en la escala VB-IPVAW de los participantes en función de las variables sociodemográficas. Se encontraron diferencias significativas en función del nivel de estudios (F(3) = 10.45, p < .001, η2 = .027), con un tamaño del efecto pequeño. Los análisis post hoc mostraron que las diferencias se die ron entre los participantes con estudios básicos y el resto de niveles de estudios (i.e., educación de segundo nivel, estudiantes universitarios y educación de tercer nivel o superior), y entre los participantes con educación de se gundo nivel y de tercer nivel o superior, presentando los individuos con mayor nivel de estudios menores niveles de actitudes de culpabilización de la víctima en casos de VPM. Se encontraron diferencias significativas en función del sexo (F(1) = 11.9, p < .001, η2 = .010), también con un tamaño del efecto bajo, presentando las mujeres niveles de actitudes de culpabilización de la víctima menores que los hombres. Finalmente, la relación entre las puntuaciones en la escala y la edad de los participantes no fue significativa (r = -0.04, t(1120) = -1.29, p = .199).
Discusión
En este estudio se presenta la adaptación y validación de la escala española de actitudes de culpabilización de la víctima en casos de VPM (VB-IPVAW) al contexto de Ecua dor. Nuestros hallazgos muestran que la escala VB-IPVAW mantiene la estructura factorial de la escala española original y una excelente consistencia interna en el contexto sociocultural ecuatoriano. Esto indica que este instrumen to es capaz de evaluar con precisión las actitudes de cul pabilización de la víctima respetando la conceptualización original del constructo.
Nota: VB-IPVAW: Escala de Actitudes de Culpabilización de la Víctima.
PS-IPVAW: Escala de Gravedad Percibida de la VPM. ASI: Inventario de Sexismo Ambivalente. *: p < .05, **: p < .001.
Con respecto a las evidencias de validez referida al criterio se encontró que las actitudes de culpabilización de la víctima se relacionan positivamente con el sexismo hostil y benevolente. Estos resultados van en línea con estudios anteriores que sugieren que las personas que muestran actitudes sexistas más prominentes son a su vez más propen sas a culpabilizar a las víctimas de VPM (Martín-Fernández et al., 2018a; Scott & Strauss 2007; Valor-Segura et al., 2011; Vidal-Fernández & Megías, 2014). Se encontró también una fuerte relación negativa entre las actitudes de culpabiliza ción de la víctima y la gravedad percibida de la VPM. Estos resultados sugieren que las personas que perciben este tipo de violencia como menos grave, presentan también mayor tendencia a la culpabilización de la víctima, lo que es con sistente con estudios previos (Gracia et al., 2018; Lila et al., 2010, 2013; Martín-Fernández et al., 2018a).
Con respecto a las diferencias de género, se consiguió establecer un nivel de invarianza escalar entre hombres y mujeres, lo que permite hacer comparaciones entre ambos géneros. Los resultados mostraron que las mujeres tien den a culpabilizar a las víctimas en menor medida que los hombres, lo que también es consistente con investigacio nes previas (Flood & Pease, 2009; Scott & Strauss, 2007; Vidal-Fernández & Megías, 2014). Con respecto a las dife rencias por nivel educativo, nuestros hallazgos van en lí nea con estudios anteriores que sugieren que los individuos con mayor nivel de estudios presentan menores niveles de actitudes de culpabilización de la víctima (Gracia & Tomas, 2014; Uthman, Lawoko, & Moradi, 2009).
Una de las novedades y mayores fortalezas de este estudio es el análisis del sesgo de deseabilidad de la es cala VB-IPVAW, pues es la primera vez que se realiza con esta escala. Los resultados ponen de manifiesto que los ítems de la escala tienen una baja carga de deseabilidad social, explicando tan solo el 4.4% de la varianza común del factor general de deseabilidad social, lo que permite des cartar que los participantes hayan respondido a los ítems de acuerdo con este sesgo.
Entre las implicaciones prácticas de este estudio, la es cala VB-IPVAW permite identificar a aquellos individuos con mayores niveles de culpabilización de las víctimas, lo que a su vez ayuda a mejorar las campañas de prevención e inter vención dirigidas a este colectivo, así como a monitorizar la eficacia de las mismas en el contexto sociocultural ecuato riano. Futuros estudios pueden beneficiarse asimismo de esta escala para examinar la relación entre las actitudes de culpa bilización de la víctima y las conductas de abuso y control on-line contra la mujer (Rodríguez-Castro, Alonso-Ruido, La meiras-Fernández, & Faílde-Garrido, 2018; Víllora, Navarro & Yubero, 2019).
Este estudio no estáexento de limitaciones. Aunque el muestreo en línea puede ser una estrategia efectiva y rentable, dificulta la verificación de la información socio demográfica proporcionada por los participantes en com paración con estrategias de muestreo más tradicionales (Topolovec-Vranic & Natarajan, 2016). Otra limitación sería un posible sesgo de autoselección en la muestra, ya que los individuos que aceptaron participar en este estudio podrían estar más motivados que la población general. Por otro lado, la naturaleza transversal de la muestra no permite examinar cómo evolucionan las actitudes de culpabilización con el tiempo.
La adaptación y validación de la escala VB-IPVAW al contexto sociocultural de Ecuador representa un avance clave en el estudio de las actitudes hacia la VPM en otros contextos culturales. Constituye además una contribución relevante a la investigación ecuatoriana, pues proporciona un instrumento fiable y válido para evaluar estas actitudes, permitiendo a futuros investigadores ampliar el conoci miento sobre su conceptualización, medición, prevalencia y relaciones con otras variables. Todo ello permitiría una me jor comprensión de este fenómeno en Ecuador, que podria utilizarse a su vez para mejorar las estrategias de preven ción, intervención y erradicación de este tipo de violencia.