Con este escrito presento los resultados más relevantes de la gestión editorial de la Revista Colombiana de Antropología, que estuvo a mi cargo en el periodo 2016-2019. Además de servir de memoria institucional de la revista de antropología más antigua del país -que se publica desde 1953-, el documento ilustra una coyuntura importante en el mundo de las publicaciones académicas y científicas a raíz de las nuevas políticas nacionales de clasificación del Publindex de Colciencias.
Esta etapa fue de gran exigencia laboral, administrativa y económica para la RCA. En el 2016 Colciencias lanzó la Convocatoria 768 para Indexación de Revistas Científicas Colombianas Especializadas (2016-2017), que tenía como objetivo evaluar y mejorar su calidad y aumentar su inclusión en los sistemas internacionales de valoración. Las áreas de medición fueron la gestión editorial, el nivel de citación, la regularidad y la accesibilidad. La principal diferencia de esta convocatoria respecto de las anteriores fue que la categoría de las revistas científicas -aquellas especializadas en la publicación de artículos que presentan los resultados de investigación- ya no se definiría por la calidad editorial ni por la cantidad de artículos de investigación publicados al año, sino por el cuartil asignado en dos rankings internacionales: el Journal Citation Report (JCR, del grupo editorial Thomson Reuters) y/o el Scimago Journal Report (SJR, del grupo Elsevier).
La convocatoria exigió a la RCA ampliar y cualificar su equipo editorial, así como desarrollar nuevos mecanismos que contribuyeran a la permanencia de la revista en el sistema nacional de medición. Entre las principales acciones de mejora implementadas se encuentran: la estandarización de la gestión editorial; la reducción de los tiempos editoriales; la regularización y anticipación de la publicación de los volúmenes (que antes salían al final de cada semestre y, ahora, al inicio); la actualización de la detallada información solicitada por Colciencias y Redalyc; el diseño de una estrategia de comunicación, visibilización e impacto, además de la sistematización de todos los procesos editoriales mediante la adopción del gestor editorial en línea Open Journal System (OJS). Este sistema permitió a la revista tener una nueva página web, mucho más funcional, completa y predictiva, así como garantizar la trazabilidad de todo el proceso editorial, desde el ingreso hasta la publicación de las contribuciones.
Con respecto a la indexación y la visibilidad, aumentamos los formatos digitales en los que se encuentra disponible la revista: PDF, HTML y XML-JATS, y creamos una página de Facebook con el fin de mantener un diálogo más asiduo con el público interesado. Avanzamos en la asignación del Digital Object Identifier (DOI), la marcación en SciELO y Redalyc, la cobertura con Scopus Elsevier, el ingreso al Directory of Open Access Journals (DOAJ) y la creación de una cuenta de la RCA en Google Scholar que nos permite acceder al índice H de la revista. De igual modo, licenciamos todos los contenidos con Creative Commons 4.0, reconocimiento - no comercial - sin obras derivadas. También migramos del sistema de derechos patrimoniales de autor a las licencias de uso que agilizan la asignación de permisos y ofrecen condiciones más amables con los autores.
Todo este trabajo fue realizado con María Eva Mangieri, que con eficiencia, compromiso y entusiasmo ha asumido las crecientes, exigentes y muchas veces engorrosas tareas de coordinación del proceso editorial, administrativo y de indexación de la revista.
Como producto de este esfuerzo sostenido, la RCA logró quedar clasificada en la Convocatoria Publindex del 2016, que arrojó resultados dramáticos para muchas revistas, en especial para aquellas dedicadas a las ciencias sociales y humanidades. De las 627 revistas que se inscribieron en la convocatoria, 244 fueron clasificadas: solo una revista quedó en A1 (la categoría más alta de Col-ciencias), 14 en A2, 104 en B y 125 en C1. En el 2018, por primera vez en su historia, la RCA escaló al cuartil Q2 del Scimago Journal Rank, lo cual repitió en el 2019, renovando su posición como la revista de antropología mejor puntuada del país según este sistema internacional de medición. Para la última convocatoria de Colciencias (830 del 2018) la RCA recuperó la categoría A2, que solo tienen 10 revistas del país. Según esta última medición, de 573 revistas participantes, solo se clasificaron 275: 3 en A1, 10 en A2, 119 en B y 143 en C2.
Preocupados por el presente y futuro de las publicaciones científicas seriadas sujetas a la desclasificación sucesiva, en el 2017 y con el apoyo del entonces editor de Antípoda, Santiago Martínez, realizamos una pequeña encuesta a editores de revistas de antropología y ciencias sociales con el fin de contar con un diagnóstico sobre su funcionamiento y recursos. En el XVI Congreso Nacional de Antropología organizamos una mesa de trabajo para analizar los impactos del modelo de medición de Publindex en la divulgación de la investigación y el conocimiento científico nacional. Editores de varias revistas de antropología y ciencias sociales intercambiamos experiencias de trabajo y redactamos un comunicado sobre estos temas, que fue simultáneamente publicado por varias revistas (https://doi.org/10.22380/2539472X.379). Además, la RCA convocó a autores especializados y publicó tres artículos analíticos sobre las políticas nacionales de ciencia y tecnología, escritos por el sociólogo Yuri Jack Gómez y los antropólogos Marta Zambrano y Santiago Martínez.
A pesar de nuestra perspectiva crítica sobre esta geopolítica del conocimiento y sus efectos excluyentes que van en contravía de lo que consideramos debe ser la función pedagógica y social de las publicaciones especializadas, la RCA no puede marginarse de estas políticas. En atención a su vasta trayectoria histórica que la consolida como un referente de la antropología colombiana, tiene la responsabilidad de mantenerse como un espacio de alta calidad para divulgar la producción científica nacional e internacional. Eso buscamos con los ocho volúmenes publicados entre el 2016 y el 2019, en los que se aprecia una parte de la diversidad temática, teórica y metodológica de la disciplina y de las ciencias sociales afines.
Cinco volúmenes se enfocaron en problemáticas rurales relacionadas con el campesinado, el despojo, el agua, la agroindustria y las semillas3. Otros dos fueron volúmenes misceláneos y uno estuvo dedicado a aspectos metodológicos. La clásica sección "Cuestiones de método" incluyó traducciones en los temas de los dosieres y otras que proponen análisis y debates relevantes para la reflexión y la práctica antropológica. Las traducciones estuvieron a cargo de María Clemencia Ramírez, Andy Klatt, Amín Pérez, John Edward Sánchez Díaz y María Paula Hernández, quienes hicieron un trabajo cuidadoso y diligente.
Los números temáticos fueron propuestos por editores invitados, figura mediante la cual la RCA abre la puerta a los colegas interesados en impulsar nuevas áreas de investigación y líneas de trabajo. Todas las contribuciones nacionales y extranjeras fueron cuidadosamente revisadas, evaluadas por dos pares anónimos y acompañadas por el editor científico durante el proceso editorial, al tiempo que recibieron un minucioso trabajo en cuanto a su calidad idiomática.
De acuerdo con los requisitos de internacionalización, el comité editorial hoy está compuesto por los profesores Jairo Tocancipá Falla de la Universidad del Cauca; Gabriela Torres-Mazuera del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas) de México; Juan Álvaro Echeverri de la Universidad Nacional de Colombia, sede Leticia; Bastien Bosa del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario; Patricia Tovar del John Jay College de la City University of New York (CUNY); Julie Velásquez Runk de la Universidad de Georgia-Athens, Estados Unidos, y Juan Camilo Niño de la Universidad de los Andes.
En cuanto a la difusión, en el 2017 sostuvimos dos conversatorios sobre los volúmenes dedicados a las antropologías del despojo en la 30 Feria Internacional del Libro de Bogotá y en la Universidad del Rosario, con la participación de autores, estudiantes y público general.
Con el fin de conocer las nuevas políticas editoriales de Colciencias y responder a las demandas del escenario global de las publicaciones científicas, la RCA completó los requisitos de las dos fases del curso El Currículo del Editor ofrecido por Colciencias, en el marco del cual no solo nos seguimos capacitando en la gestión editorial y la evaluación de las revistas científicas, sino que diseñamos e implementamos un plan de mejoramiento de la revista a cinco años (2018-2022), con la asesoría y aprobación de los especialistas de Scimago Journal & Country Rank. Además de mantener la inclusión de la RCA en DOAJ y permanecer en Redalyc, suscribimos la Declaration on Research Assessment (DORA) y participamos en los seminarios sobre acceso abierto brindados por AmeliCA, así como en numerosos eventos y cursos organizados por Marcalyc, Crossref y Biteca sobre derechos de autor, gestión editorial en línea y comunicación científica digital, entre otros temas que dan cuenta de la creciente complejización de los proyectos editoriales académicos.
Escalar en los índices de clasificación sin duda es una gran satisfacción y estímulo para continuar nuestra labor editorial con alta calidad. Pero la profundización de la racionalidad neoliberal en las políticas de ciencia y tecnología, y en el modelo de evaluación de la producción y divulgación científica, continúa y nos pone desafíos adicionales. Mantener las métricas cuantitativas plantea mayores exigencias de tiempo, trabajo e inversión económica en una entidad que funciona con recursos públicos limitados.
La desclasificación continua de revistas, en un contexto donde publicar en revistas científicas indexadas de alto impacto es un requisito indispensable para los estudiantes de posgrado, docentes e investigadores, aumentó el volumen de artículos enviados a la RCA entre el 2016 y el 2019, y se espera que siga creciendo. La duración promedio del proceso editorial (desde la recepción del manuscrito hasta su publicación digital) fue de un año.
Así como sucede con otros productos de consumo cotidiano en los que los procesos laborales, intelectuales, económicos y administrativos permanecen ocultos, anónimos y subvalorados, una parte sustancial del trabajo editorial es invisible al público lector. Detrás de un artículo, una reseña o una traducción hay un esfuerzo individual y colectivo. Los logros de la RCA son la expresión de un trabajo de equipo comprometido con continuar la trayectoria histórica de la revista de divulgar la investigación y el pensamiento antropológico colombiano y latinoamericano.
Agradecemos, en primer lugar, a los autores por escoger la revista para dar a conocer su trabajo y someterse, muchas veces, a las exigencias de varias versiones y ajustes. Igualmente, a los evaluadores, nacionales y extranjeros, que desempeñan un papel importante en el desarrollo de los argumentos y los aportes de los artículos.
En el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) reconocemos el trabajo y apoyo permanente y amable del equipo de Publicaciones integrado por Nicolás Jiménez (responsable del Área de Publicaciones), Bibiana Castro e Ivón Alzate (coordinadoras editoriales), Patricia Montaña (diseñadora de la RCA), Alejandra Muñoz (correctora de estilo de la RCA) y Diana López (asistente editorial). Agradecemos también a los fotógrafos Erik Bongue, Juan Pablo Guzmán y Julia Tapia, así como a la Biblioteca Luis Ángel Arango por la cesión de imágenes para las carátulas.
Este número de la RCA contó como editora científica con Silvia Monroy, antropóloga reconocida por su trayectoria de investigación en temas de conflicto y memoria. La coordinación editorial de la revista continúa en manos de María Eva Mangieri, a quien agradezco su complicidad en el trabajo de la RCA. A ellas los mejores deseos en esta nueva etapa.