Introducción
El desarrollo juvenil se da en una delicada interacción con los entes sociales del entorno; tiene como referente no sólo la biografía individual, sino también la historia y el presente de su sociedad. Es el período en el que se produce con mayor intensidad la interacción entre las tendencias individuales, las adquisiciones psicosociales, las metas socialmente disponibles, las fortalezas y desventajas del entorno. (Krauskopf, 1994, p. 119).
La vida cotidiana actual, exige cada vez más recursos para encajar en ella; situación que se maximiza en los adolescentes, en tanto su entorno tiene influencia en la configuración de su identidad. Allí los pares cobran significación, puesto que, si bien permite la consolidación de las habilidades sociales, como parte de las habilidades para la vida, también expone sustancialmente al joven a factores de riesgo, por el proceso de identificación, propio de la adolescencia.
Ahora bien, según el estudio nacional de consumo de SPA en Colombia 2013, el consumo más alto de marihuana está en la ciudad de Medellín. El observatorio de drogas de Colombia en 2013 (Nacional 2013), reporta al mes en cuanto al grupo etario entre 12 y 17 años, en promedio 13.883.38 consumen marihuana, 77.111.82 Alcohol y 11.836.80 tabaco, sólo por mencionar algunas sustancias de consumo.
Asimismo (Escolares 2011) haciendo alusión a la población específica de la investigación, en cuanto al consumo de marihuana, entre 11 a 12 años se estima en 982.58 adolescentes y de 13 a 15 años 17.115. Lo anterior es sólo un breve esbozo de una situación que se incrementa alarmantemente y de la cual es complejo dar cuenta de datos más actualizados. -El Observatorio de Drogas de Colombia -ODC-, permite leer los informes de estudios Nacional 2013 y Escolares 2011; además, por Sustancia, Región, e Indicador-.
En términos de responsabilidad social, se hace fundamental abordar y profundizar en la temática del consumo de SPA en adolescentes, con el fin de propiciar reflexión académica frente a los abordajes tradicionales que se han tenido acerca del fenómeno; asimismo, el promover el enfoque de las habilidades para la vida como una propuesta de intervención, desde una mirada crítica, que no se limite al enfoque asistencialista; por el contrario, se configure como un enfoque transversal a la configuración del sujeto.
El consumo de sustancias o por lo menos la exposición a estas tiene una especial relación con el desarrollo de la etapa de la adolescencia, en la medida que:
Algunas características de la etapa adolescente facilitan el consumo de alcohol y otras drogas, que generalmente se inicia durante este período evolutivo. El problema del abuso de sustancias posee un origen multicausal, por lo que las acciones preventivas deben conjugar múltiples variables. (Espada, José P.; Botvin, Gilbert J.; Griffin, Kenneth W. & Méndez, Xavier, 2003, p. 16).
El reconocer en el contexto los diversos factores tanto de riesgo como protectores, brindan posibilidades de impactar la población materia de este estudio, que para el caso se trata de adolescentes de 12 a 14 años escolarizados en Instituciones Educativas públicas de la ciudad de Medellín, teniendo como marco de referencia 3 instituciones.
Se propone una reflexión crítica del enfoque de habilidades para la vida, en la prevención del consumo de sustancias en los adolescentes, contribuyendo a una lectura de contexto, que posibilite ampliar el marco de referencia a la luz de las singularidades.
Los enfoques teóricos implementados para tal pretensión son en primera instancia el propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de habilidades para la vida, que define como: “aquellas destrezas que permiten que los adolescentes adquieran las aptitudes necesarias para su desarrollo personal y para enfrentar en forma efectiva los retos de la vida diaria” (OMS, 1993). Desde esta propuesta se plantean 10 asuntos que se hace necesario consolidar en los adolescentes para promover factores de protección respecto al consumo de SPA. Otra perspectiva que da lugar a los referentes teóricos es el desarrollo sostenible propuesto por Anand, S., & Sen, A. (1994), desde esta mirada se plantea que:
el apoyo institucional que aporta la familia, el sistema educativo público, y la cooperación social en general pueden transformar de forma radical lo que el individuo puede o no lograr en base a su propia agencia. La complementariedad entre la agencia individual y el apoyo institucional juega un rol central en el desarrollo de las oportunidades y los logros individuales, incluyendo la capacidad de vivir vidas satisfactorias que valgan la pena. (p. 18).
El enfoque de capacidades propuesto por Martha Nussbaum “concibe cada persona como un fin en sí misma y no se pregunta solamente por el bienestar total o medio, sino también por las oportunidades disponibles para cada ser humano” (2012a, p. 38).
Metodología
La metodología que se empleó para la investigación es de corte cualitativo desde un enfoque hermenéutico, puesto que se buscó conocer el estado actual de las habilidades para la vida de estudiantes entre los 12 y 14 años de edad, de tres instituciones educativas públicas de la ciudad de Medellín.
Las técnicas que se emplearon para lograr los objetivos, fue un cuestionario con afirmaciones sobre cada uno de los grupos de las habilidades para la vida: 60 afirmaciones: 18 sobre Habilidades sociales, 21 sobre Habilidades cognitivas y 21 sobre Habilidades emocionales, en el cual los participantes calificaban cada afirmación según la siguiente escala: 1: totalmente en desacuerdo, 2: medianamente de acuerdo, 3: de acuerdo y 4: totalmente de acuerdo, lo cual favoreció la posibilidad de realizar una lectura general del estado de las habilidades para la vida. Además, se realizaron dos grupos focales en cada institución, que permitieron generar datos cualitativos en: condiciones del contexto, escenarios, aproximaciones inductivas, apoyados en un trabajo descriptivo comprensivo que permitió alcanzar los diversos objetivos del proyecto.
Se abordaron desde las fuentes primarias y secundarias provenientes de los informantes claves, los archivos institucionales y trabajo de grupo con los estudiantes. Se hará revisión documental y registro en fichas bibliográficas, de contenido y de análisis, y los instrumentos para el trabajo de campo serán validados por el juicio de expertos de la academia. El plan de análisis cualitativo se realizó una vez aplicados los cuestionarios a los informantes elegidos, permitió identificar y obtener respuestas de las preguntas que guían la investigación. De forma paralela se revisaron los documentos de las instituciones como, proyecto educativo, proyectos institucionales, entre otros documentos. Además, se utilizó el apoyo del programa de software de análisis de datos cualitativos Atlas Ti para el diseño de las categorías y subcategorías de esta investigación.
Resultados
Habilidades para la vida: el enfoque con perspectiva de salud y productividad
Dentro de los resultados de la investigación, se encuentra que el abordaje de las habilidades para la vida en las Instituciones Educativas, dirigido a niños y adolescentes, a partir de acciones específicas de enseñanza por medio de talleres y otras estrategias, no ha favorecido de la manera esperada el desarrollo de entornos protectores frente a contextos que hacen susceptibles a los adolescentes para el inicio del consumo de SPA a temprana edad.
La Organización Mundial de la Salud -OMSinicia la promoción de la formación en Habilidades para la vida en diferentes ambientes educativos sobre la década de los años 90, después del reconocimiento que ha existido de las transformaciones culturales y en los estilos de vida, lo que ha generado que en la mayoría de los casos los niños, niñas y adolescentes no estén completamente preparados para enfrentar esos nuevos desafíos a los que los enfrenta el mundo contemporáneo.
Partiendo de esta premisa, la Organización Panamericana de la salud -OPS(2001) viene proponiendo que el trabajo con niñas, niños y adolescentes desde un enfoque de las habilidades para la vida facilita un desarrollo saludable de la población, basados en múltiple evidencia que demuestra que la formación en las habilidades para la vida previene problemas psicosociales y de salud.
Las habilidades para la vida se relacionan directamente con el concepto de competencia social y son entendidas como el grupo de habilidades que favorecen a las personas para enfrentarse con éxito a las exigencias y situaciones de la cotidianidad.
La UNICEF (2002) define las habilidades para la vida como recursos psicosociales e interpersonales que ayudan a la gente a tomar decisiones con conocimiento de causa, comunicarse de forma efectiva y desarrollar unos recursos para manejar y autogestionar una vida saludable y productiva. Las habilidades para la vida pueden aplicarse a acciones dirigidas hacia uno mismo, hacia otras personas, o hacia el entorno local. Su objetivo consiste en favorecer la salud y el bienestar en todos estos niveles. (Fundación Jacobs, 2011, p.10).
Desde esta perspectiva, el enfoque de habilidades para la vida que se propone en los procesos de educación formal, se centra en la perspectiva de salubridad y recoge los intereses del sistema capitalista en torno a una humanidad productiva. Sin embargo, los resultados de la investigación, mostraron que, si bien han existido esfuerzos institucionales para promover el desarrollo de habilidades para la vida desde el enfoque que se ha descrito, no es suficiente para que los adolescentes, efectivamente, las desarrollen; por tanto, si la pretensión es prevenir conductas de riesgo como el consumo de SPA, es posible que no se alcance el objetivo de manera satisfactoria.
Una perspectiva crítica del enfoque de habilidades para la vida: relatos de adolescentes
El enfoque descrito anteriormente es el que impera en las instituciones educativas como parte de las estrategias para el desarrollo de habilidades y como forma preventiva de conductas como el consumo de sustancias psicoactivas, pero lo que la presente investigación arroja, permite dar una mirada crítica, puesto que lo que se encuentra es que el estado del desarrollo de las habilidades para la vida, específicamente el grupo de las habilidades sociales, es el que menor desarrollado tienen los adolescentes participantes. En este sentido, se puede decir que el enfoque propuesto para ello, no ha tenido el impacto suficiente, toda vez que, al modo de ver de las investigadoras y con respecto a lo encontrado en las narrativas de los adolescentes en los grupos focales, las habilidades no pueden ser enseñadas como un contenido más de los planes de estudio, sino que deben ser foco de los procesos formativos transversales, no sólo en la escuela como institución de socialización secundaria; aquí también debe pensarse en la familia como primer espacio socializador del niño.
Gomariz López, Puerta Ortuño, López Rojo, Usera Clavero, López Alegría, Párraga Ros, Ballester Blanco, Durán Iniesta y Torres Chacón (2004), dicen que, en la actualidad, se ha relegado la formación a la escuela y la familia ya no es protagonista de la enseñanza de habilidades para el afrontamiento de la vida.
En este sentido, uno de los participantes, en el grupo focal 3 en la Institución Educativa 2 (Se utilizan pseudónimos para proteger la identidad de las Instituciones Educativas participantes), frente a la discusión sobre el tema de la empatía, narra:
No veo que en el colegio uno pueda aprender a ponerse en el lugar de los compañeros, sabiendo que todo lo que nos ponen a hacer es para que competamos [sic]; y tampoco uno aprende esas cosas como aprende a sumar. (Participante 10).
Es importante resaltar que un elemento recurrente en el discurso de los adolescentes participantes, es la referencia a la resistencia frente al activismo en el que se convierten las estrategias que imparten las Instituciones Educativas en materia de prevención del consumo de sustancias psicoactivas, de manera desprevenida de la percepción que tienen los estudiantes frente al fenómeno y frente a las habilidades que podrían ser factores protectores:
no es por nada, pero que caspa esas charlas de la psico (refiriéndose a la docente orientadora) cuando nos quiere meter el cuento de hacernos amigos de los estudiantes más juiciosos para que no tengamos malas influencias y no nos metamos a las drogas. (Participante 5, Grupo focal 2, Institución Educativa 1).
Frente a estos discursos, se puede comprender que existe una brecha entre lo que los estudiantes viven y los intereses institucionales por abordar temas como la prevención del consumo de sustancias psicoactivas.
Si bien en el cuestionario las puntuaciones oscilan entre 3 y 3,5 puntos, en promedio, en una escala de 1 a 4, siendo 1 la menor calificación y 4 la mayor, en los grupos focales, las narrativas muestran otra panorámica frente al desarrollo de las habilidades para la vida de los estudiantes participantes.
La misma dinámica de los grupos focales, permitió observar las relaciones interpersonales entre los estudiantes, lo cual es importante en esta investigación por la posibilidad de comprender el contexto mismo de la convivencia escolar. Frente a esta habilidad de relaciones interpersonales, se presentaron varias narrativas que hacían ver que no es claro si es importante para ellos construir este tipo de relaciones como factor protector:
Aquí sí le hablan a uno de buscar apoyo en los amigos, pero que se va uno a poner en esas bobadas, si finalmente gana el más fuerte; mire nada más esta cuca [sic] de país con tanta chanda [sic] por ahí suelta. Nada, hay que pensar en uno y ya. (Participante 1, Grupo focal 1, Institución Educativa 3).
De lo anterior se puede decir que, si bien en las Instituciones Educativas se vive el proceso de socialización de los estudiantes, o al menos se le supone como un escenario privilegiado para ello, necesariamente, el hecho mismo de socializar, permite que se desarrollen habilidades sociales como la empatía y las relaciones interpersonales, que favorezcan la convivencia. Si bien el interés de la investigación no es la convivencia escolar, es imperativo reconocer que en la escuela puede leerse como una síntesis, en cuanto a las relaciones se refiere, de los que viven los adolescentes en contextos más amplios.
Miren, no es que uno no piense en el otro como dice mi compañero xxx, es que a uno le enseñan es a estar tratando de mantenerse por encima de los demás. Así como en las notas, siempre los pro (refiriéndose a los profesores), nos están comparando y en la casa de uno también. Y en esas charlas le dicen a uno que la tolerancia, que ponerse en el zapato del otro, que, mmm un montón de cosas, pero eso así no entra. Por un lado, nos comparan que si este es mejor, que el mal estudiante, y por otro nos salen con semejante terapiada [sic]. (Participante 10, Grupo focal 1, Institución Educativa 3).
En este sentido, si se enfatiza en que las habilidades para la vida permiten un mejor vivir, y se conciben como factores protectores para la prevención de conductas de riesgo como el consumo temprano de SPA, es innegable que la capacidad de empatía y de relacionarse con el otro, puede, de alguna manera, favorecer la construcción de recursos psíquicos para el afrontamiento de situaciones de riesgo, especialmente en la adolescencia, cuando el proceso de identificación es fundante de la configuración subjetiva.
No parce, la cosa no es tan así. Aquí saben que yo consumo mi yerba [sic] y me importa muy poquito lo que esa vieja de convivencia piense. Es que uno sin apoyos de nada y viene es a que le echen cantaleta uno ya tan grande. Yo creo que eso de buscar ayuda cuando uno la prueba por primera vez, no deberían decírselo a uno cuando uno ya está metido; si nos dicen esas cosas más chiquitos, hasta de pronto. (Participante 5, Grupo focal 1, Institución Educativa 3).
En este grupo focal, los estudiantes discuten sobre la manera de afrontar los riesgos para prevenir el consumo de SPA, y en concordancia con lo que se ha venido analizando, relatos como el anterior, permiten vislumbrar una demanda específica, que tiene que ver con trascender el modelo de talleres y charlas directivas en torno a la prevención de este tipo de conductas de riesgo, y si bien no es explícito el llamado para que se comprenda que debe ser un modelo transversal a todo el proceso educativo, sí es posible leer que para ellos es importante que sea un proceso de formación constante y no una estrategia meramente informativa.
Aproximaciones al enfoque de las capacidades de Martha Nussbaum como estrategia alternativa
El enfoque de las capacidades de Martha Nussbaum, resulta para las investigadoras una alternativa para repensar el modelo de desarrollo de habilidades para la vida, en tanto “concibe cada persona como un fin en sí misma y no se pregunta solamente por el bienestar total o medio, sino también por las oportunidades disponibles para cada ser humano” (2012a, p. 38), toda vez que es importante reconocer, no sólo la importancia del desarrollo de habilidades que aporten a un mejor vivir, sino comprender las realidades de los adolescentes y los contextos en los cuales viven, con el fin de que pueda construirse un modelo acorde a las necesidades y oportunidades que se tienen política, social y económicamente.
Se retoma una definición inicial que construye Nussbaum (2012a) sobre el término de enfoque de las capacidades “como una aproximación particular a la evaluación de la calidad de vida y a la teorización sobre la justicia social básica” (p. 38), puesto que, al modo de ver de las investigadoras, puede incorporarse al enfoque de habilidades para la vida, si se amplía lo propuesto por la UNICEF, en el que se conciben como recursos para el bienestar (Fundación Jacobs, 2011), para comprender que no basta con la intención de desarrollar estrategias de afrontamiento para vivir, sino que el proceso debe estar enmarcado en un compromiso por el desarrollo humano, más allá de la salubridad y la productividad.
La centralidad de este enfoque de las capacidades de Nussbaum, es comprender que el desarrollo de éstas, finalmente, en su criterio, el cual es compartido por las autoras de este artículo, permite que el ser humano tenga una vida digna. Define entonces diez capacidades centrales: vida; salud física; integridad física; sentidos, imaginación y pensamiento; emociones; razón práctica; afiliación; relación con otras especies; y control sobre el propio entorno (político y material) (Nussbaum, 2012a, 2012b), que parte de “la idea de la dignidad humana” (Nussbaum, 2012b, p. 163).
La incorporación de este enfoque de las capacidades en el enfoque tradicional de habilidades para la vida, supone que no pueden ser conceptos enseñados teóricamente, más bien, releva su importancia a la presunción de un proceso formativo continuo y transversal en las Instituciones Educativas, para lo cual, debería ser agregado como principio en el currículo de las mismas, si se tiene en cuenta que éstas constituyen un escenario privilegiado de socialización, lo cual aporta directamente a la configuración de subjetividades.
Conclusiones
A manera de conclusiones, se puede decir que el enfoque de habilidades para la vida de la OMS y la OPS, que se centra en la perspectiva de salubridad y productividades es el que impera en las instituciones educativas como parte de las estrategias para el desarrollo de habilidades y como forma preventiva de conductas como el consumo de sustancias psicoactivas; sin embargo, el análisis de los relatos de los adolescentes participantes en la investigación, permite dar una mirada crítica, puesto que lo que se encuentra es que el estado del desarrollo de las habilidades para la vida, específicamente el grupo de las habilidades sociales, es el que menor desarrollado está.
Asimismo, si bien han existido esfuerzos institucionales para promover el desarrollo de habilidades para la vida desde el enfoque que se ha descrito, no es suficiente para que los adolescentes, efectivamente, las desarrollen; por tanto, si la pretensión es prevenir conductas de riesgo como el consumo de SPA, es posible que no se alcance el objetivo de manera satisfactoria, puesto que las habilidades no pueden ser enseñadas como un contenido más de los planes de estudio, sino que deben ser foco de los procesos formativos transversales, no sólo en la escuela como institución de socialización secundaria; aquí también debe pensarse en la familia como primer espacio socializador del niño.
Además, la propuesta del enfoque de las capacidades de Martha Nussbaum, resulta una alternativa para repensar el modelo de desarrollo de habilidades para la vida, en tanto abarca, no sólo la concepción de cada persona como un fin en sí misma, sino que tiene presente que es importante comprender las realidades de los adolescentes y los contextos en los cuales viven, con el fin de que pueda construirse un modelo acorde a las necesidades y oportunidades que se tienen política, social y económicamente. Es por ello que incorporar el enfoque de las capacidades propuesto por Martha Nussbaum al enfoque tradicional de las habilidades para la vida permite comprender que no pueden ser conceptos enseñados teóricamente, más bien, releva su importancia para un proceso formativo continuo y transversal en las Instituciones Educativas, para lo cual, debería ser agregado como principio en el currículo de las mismas, si se tiene en cuenta que éstas constituyen un escenario privilegiado de socialización, lo cual aporta directamente a la configuración de subjetividades.