Introducción
Los jugadores profesionales pierden en promedio 37 días por lesión durante una temporada (1), situación que genera efectos en salud, costos y limita la consecución de altos logros. Investigaciones recientes indican un aumento del riesgo de lesiones, en especial cuando los jugadores tienen menos de 4 días de recuperación entre partidos; lo que indica que la fatiga residual impacta significativamente las tasas de incidencia. Para evitar lesiones, se debe monitorizar la carga de entrenamiento y competencia (2).
Caracterizar a los deportistas es fundamental. El interés por la mejora deportiva ha llevado al análisis de los factores determinantes del desempeño, generando modelos de evaluación que permiten depurar las variables, aplicar pruebas de laboratorio, test y tecnologías (3). El alto rendimiento es el resultado de diversos factores: la condición genética, el entrenamiento, la nutrición y estado de salud del deportista. El control biomédico se orienta al análisis de estos factores, con el fin de determinar el perfil y posibilidades de cada jugador (4). La valoración funcional consiste en la evaluación objetiva de las capacidades físicas de un individuo para realizar una tarea (5).
En el control biomédico el trabajo interdisciplinario es clave, posibilitando modelos preventivos de condiciones como el sobreentrenamiento y las lesiones. A la par, se debe tener en cuenta que las demandas en el fútbol varían con la edad, el nivel de competición, la posición y el estilo de juego (6). Así, se requieren diferentes perfiles de condición física, táctica y técnica; de ahí, la importancia de caracterizar al deportista, optimizando procesos y evitando errores. La pregunta de investigación fue: ¿Cuál es el perfil biomédico y deportivo en futbolistas profesionales de un equipo colombiano en la pretemporada 2020-I?
Métodos
Diseño: estudio epidemiológico descriptivo. El protocolo fue avalado por el Comité de Ética Instituto de Investigaciones Médicas Facultad de Medicina; UdeA, y contó con autorización de las Directivas del Equipo. Todos los participantes firmaron consentimiento informado. Se siguió un protocolo estandarizado para el control biomédico y deportivo. Criterios de inclusión: futbolistas profesionales de sexo masculino, edad ≥18 años, firma del consentimiento informado y deportistas evaluados en la pretemporada. Criterios de exclusión: futbolistas de las categorías inferiores, presencia de lesiones en la pretemporada 2021-I (rehabilitación). Deportistas que no hicieron parte de la pretemporada. Unidad de análisis: futbolistas profesionales del Deportivo Independiente Medellín (DIM). No se efectuó un muestreo probabilístico. Se realizó en toda la plantilla profesional (N=32). Variables (componentes): 1) Identificación. 2) Antecedentes deportivos. 3) Antropométricas. 4) Monitoreo entrenamiento. 5) Fuerza. 6) GPS.
Técnicas e instrumentos
Antropometría: fue realizada por la nutricionista del equipo (certificación: ISAAK II). El peso: se midió antes del entrenamiento y con la menor cantidad de ropa; se empleó una báscula SECA (Ref: 874). La talla: se valoró sin calzado, garantizando los puntos de contacto y posición del cuerpo; se utilizó un tallímetro SECA (Ref: 213). Se calculó el índice de masa corporal (IMC) por medio de la fórmula de Quetelet: (IMC= Peso kg/Talla m2). Pliegues cutáneos (#8): subescapular, tríceps, bíceps, suprailíaco, supraespinal, abdominal, muslo frontal y pantorrilla; se utilizó un adipómetro de policarbonato CESCORF. Perímetros (# 9): cabeza, brazo relajado, brazo contraído, antebrazo máximo, tórax mesoesternal, cintura, cadera, muslo medio y pantorrilla; se empleó una cinta métrica LUFKIN (Ref: W606PM 2m). Diámetros (#6): biacromial, tórax transverso, tórax AP, biileocrestideo, humeral, femoral; se utilizó un antropómetro de huesos cortos (18cm) y largos (60 cm) CESCORF. Los puntos de referencia y técnica para las mediciones fueron los establecidos por la International Standards for Anthropometric Assessment (ISAAK) (7). Se determinó el estado nutricional por 5 componentes: masa adiposa, masa muscular, masa residual, masa ósea y piel.
Variables de monitoreo por telemetría (GPS): distancia total recorrida, aceleraciones, desaceleraciones, distancia en sprint 1 (24-27 km/h), distancia en sprint 2 (>27 km/h) y metros recorridos por minuto. Se tomaron las mediciones durante el entrenamiento. El dispositivo se encendió al momento de iniciar la actividad y se detuvo al momento de salir del campo. Se utilizó un dispositivo GPS Catapult (Ref: Vector S7-4 GHz). La instalación del dispositivo fue realizada por el preparador físico del equipo.
Test de 1 repetición máxima (1-RM): llevada a cabo por el preparador físico del equipo, quien dirigió un calentamiento en bicicleta (5 min), posteriormente ejercicios con Theraband (3 series/8 repeticiones). Fueron utilizadas máquinas de extensores y de flexores de rodilla (marca: Sport-Fitness). Los evaluados efectuaron movimientos concéntricos en posición sentada, con ajustes de banco de 0º a 90º para flexión de rodilla y de 90º a 0º para extensión de rodilla (8). Allí, realizaron 3 series de 2 repeticiones (carga 4 a 8 kg), indicando la técnica de movimiento. Se inició la prueba con el 60 % del peso corporal para extensores y el 30 % para flexores.
Control bioquímico: la toma de muestras se efectuó en las primeras horas de la mañana (antes de iniciar entrenamiento), a cargo de los médicos del equipo, previa asepsia y antisepsia. Se tomó la muestra con lanceta en la zona central de la yema del dedo índice. Dicha muestra se dispuso en una tirilla y fue procesada en un dispositivo de diagnóstico cuantitativo de parámetros de química clínica (marca: ReflotronPlus).
Registro de la información: historia clínica del Departamento Médico. Formato estandarizado elaborado por el staff (Excel Microsoft Windows 10.0).
Análisis estadístico
Se evaluó la calidad de los datos. Se analizaron datos faltantes y valores extremos. Se empleó la función de identificación de datos atípicos, procediendo a su verificación y ajuste. En variables cuantitativas se verificó el supuesto de normalidad (prueba Shapiro-Wilk). En la exploración de datos se emplearon estadísticos de tendencia central, dispersión y posicionamiento. Variables con distribución normal se presentan con la media y desviación estándar (DE). Variables no normales, se describen con la mediana y el rango intercuartílico (RIQ). En variables cualitativas se emplean frecuencias absolutas y relativas. Las estimaciones puntuales de medias y porcentajes para la caracterización de los futbolistas se acompañan del intervalo de confianza del 95 % (IC 95 %). La CPK se analizó el primer día de pretemporada (inicial) y al final (control posterior a un partido). Esto por sus implicaciones para el control biomédico como referente de tolerancia y respuesta a la carga. El equilibrio de fuerza entre flexores y extensores de rodilla se definió por medio de un cociente entre los valores del test. El punto de corte para desequilibrio fue: 0,6. Se presentan las proporciones de jugadores con desequilibrios en el patrón de fuerza, según posición de juego. Se analizaron los perfiles de actividad de los jugadores (monitoreo GPS), según posición de juego. Para los análisis se empleó el programa SPSS (versión 23.0).
Resultados
Se efectuó la caracterización en 32 futbolistas. Las variables demográficas y deportivas se presentan en la Tabla 1. La edad promedio fue 24,0 ± 4,7 años. Predominaron los jugadores diestros 68,8 %. El 50 % presentó una edad profesional entre 2 y 9 años. Con relación a la posición de juego, la mayoría fueron volantes y defensas 37,5 % y 34,4 %, respectivamente. Al considerar los antecedentes de lesiones, el 31,5% fueron ligamentarias, el 22,9 % musculares y 7 de cada 10 lesiones ocurrieron en competencia.
Características antropométricas
Son registradas en la Tabla 2. Según posición de juego, la talla media fue mayor en los arqueros 185,7 ± 0,9 centímetros. Las tallas fueron similares en volantes y delanteros. El IMC mayor se halló en arqueros 25,5 ± 2,4. En las demás posiciones de juego los valores del IMC fueron similares (clasificación normal). En la sumatoria de pliegues los valores más altos corresponden a los delanteros y arqueros 62,8 ± 8,8 y 60,3 ± 19,0 milímetros, respectivamente. En concordancia, los porcentajes de masa grasa superiores fueron hallados en estos jugadores (valores del 21 %). Arqueros y defensas presentaron los porcentajes de masa muscular mayores 52,3 % y 51,0 %, respectivamente.
Fuerza flexores-extensores
Se encontró un mayor desequilibrio en los volantes y arqueros 33 % y 25 %, respectivamente. En el desequilibrio en rodilla izquierda predominaron los arqueros con un 50 %, seguidos por un tercio de los volantes. En promedio la quinta parte de los jugadores presentaron desequilibrio de fuerza en rodilla derecha o izquierda (ver Figura 1).
Datos presentados en: †Media y desviación estándar (X ± DE). §Porcentaje y kilogramos. Abreviaturas: *DIM: Deportivo Independiente Medellín. kg: kilogramos. cm: centímetros. kg/m2: kilogramos sobre metro al cuadrado. ‡Sumatoria de pliegues cutáneos (#8): subescapular, tríceps, bíceps, suprailíaco, supraespinal, abdominal, muslo frontal y pantorrilla. mm: milímetros. %: porcentaje. Fuente: Departamento Médico Deportivo Independiente Medellín
Control bioquímico
Se tomaron muestras para CPK (inicial y control). La Figura 2 presenta el comportamiento de la variable en los jugadores monitorizados. Se aprecia la heterogeneidad, con incrementos importantes en algunos futbolistas, y, en otros, sin cambios sustanciales. Análisis adicionales por posición de juego, indicaron que los defensas y los volantes presentaron un cambio mayor, con relación al valor inicial (incrementos 4 a 5 veces del valor inicial).
GPS
La Tabla 3 muestra el resultado de las variables de monitoreo por GPS, según posición de juego. Los defensas y los volantes recorrieron las mayores distancias con 64.560 y 64.386 metros, respectivamente. Los delanteros lograron la mayor distancia en sprint 1 (24-27 km/h). En sprint 2 (>27 km/h), los defensas alcanzaron los valores mayores. Los arqueros no registraron velocidades en sprint 1 y 2. En cuanto a las acciones de alta intensidad (aceleraciones/desaceleraciones), los defensas fueron quienes lograron obtener una mayor frecuencia de acciones, seguidos de los delanteros.
Discusión
La caracterización antropométrica del deportista es primordial. La estructura y la composición corporal son factores que influyen en la condición física y el desempeño (9). Entre los métodos de campo, la toma de medidas sigue siendo la técnica más usada, económica y práctica (10). Sutton et al. (11), concluyeron que los porcentajes de masa magra y masa adiposa (cuando no se incluyen datos de los porteros), son variables útiles para diferenciar futbolistas de la población general. Además, mencionan la relevancia de controlar variables antropométricas durante la temporada.
Nuestros resultados concuerdan con otras investigaciones (11-13), que utilizaron técnicas de espesor de pliegues cutáneos e informaron diferencias significativas en la composición según posición de juego. La mayoría de ellas entre porteros y jugadores de campo. Los porteros fueron los jugadores más altos, pesados y con un mayor porcentaje de masa grasa (12,13); y sólo se informan diferencias antropométricas menores entre los jugadores de campo.
Consistentemente, entre los jugadores de campo de nuestra investigación, los defensores constituyeron el grupo más alto y pesado. Igual que otros autores (11), en los volantes se identificaron valores más bajos en peso, talla y kg de masa magra; sin embargo, cuando se convierten los valores absolutos a relativos, las diferencias no son evidentes.
La CPK fisiopatológicamente está asociada al daño muscular producto de actividades de alta intensidad; de ahí, su uso como parámetro indicativo de sobrecarga (14) y cuando se vincula a GPS su control es mayor (15). Si bien su correlación con daño muscular es clara, debe tenerse presente que existen individuos con aumentos desproporcionados, como es el caso de aquellos con mayor cantidad de fibras tipo 2 (16); por ello, en la literatura científica no existe consenso sobre los valores referentes para determinar sobrecarga muscular o riesgo de lesión (14,17,18). Sin embargo, se ha demostrado que la CPK tiende a elevarse con respecto a los valores de pretemporada y semanas antes de una lesión (19). También, se evidenció la heterogeneidad de este marcador, con incrementos de hasta 5 veces el valor inicial, en tanto que otros jugadores presentaron variaciones mínimas; este hallazgo es compatible con estudios internacionales (17,20) y nacionales (19). Actualmente, se reconoce la utilidad de hacer un control periódico individual, tomando como referencia niveles basales de cada jugador, para obtener un perfil propio.
Fueron evaluados los desequilibrios de fuerza entre flexores y extensores de rodilla. La fuerza muscular puede ser determinada por dinamometría isocinética (estándar de referencia) (21). Sin embargo, el equipo tiene alto costo, limitando su utilización en la práctica médica (22).
La prueba de una repetición máxima (1-RM) es de uso común, es una medida válida, confiable, simple y económica, permitiendo evaluar los cambios en situaciones que no son de laboratorio (8). Un estudio (22) comparó las medidas de la relación isquiotibiales/ cuádriceps (H/Q), obtenidos mediante dinamometría, y la prueba de 1-RM. Aunque estas pruebas evalúan diferentes tipos de contracción muscular, los resultados mostraron alta correlación. (r = 0,89), sin diferencias significativas entre métodos.
Una revisión sistemática (23) que incluyó 32 estudios de calidad metodológica moderada a excelente, concluyó que la prueba de 1-RM tiene confiabilidad testretest buena a excelente; justificando su aplicación cuando no se cuenta con máquinas isocinéticas. En nuestra investigación se encontró que el mayor porcentaje de desequilibrio lo registran los arqueros, la mitad de ellos en la rodilla izquierda, seguidos de un tercio de los volantes (bilateral).
Existe controversia frente a la utilidad de la evaluación de los desequilibrios de fuerza como factor de riesgo de lesiones. Un estudio (24) de cohorte con seguimiento de 4 años, realizado en 614 futbolistas, indicó que no es compatible el uso de pruebas isocinéticas para determinar la relación entre la diferencia de fuerza y las lesiones en isquiotibiales, argumentando que el valor clínico de estas pruebas es limitado. Otros investigadores (25), indican que se puede asumir que la fuerza muscular (evaluada isocinéticamente) y los desequilibrios juegan un papel clave en las lesiones musculares, con tasas de lesión aumentadas significativamente en sujetos con desequilibrios de fuerza, comparativamente con quienes no mostraron desequilibrio en la pretemporada. Otro aspecto es el punto de corte para definir la presencia de desequilibrio; la literatura indica que la aplicación de diferentes valores de corte para la razón H/Q afecta la sensibilidad y especificidad de la prueba como herramienta predictiva de lesiones musculares (26). Por lo general, los estudios en fútbol, utilizan dos umbrales (H/Q = 0,60 y 0,47) para los movimientos concéntricos de flexión-extensión de rodilla. En nuestro estudio el punto de corte utilizado fue 0,6. Así, el 75% y 68,8 % de los jugadores no presentó desequilibrios en pierna derecha e izquierda, respectivamente.
El monitoreo por GPS se ha hecho frecuente en el fútbol, empleándose para identificar perfiles de actividad de los jugadores; también, como herramienta para mantener el equilibrio entrenamiento/recuperación, maximizando el rendimiento y minimizando el riesgo de lesiones (27). Las distancias recorridas se analizaron con dos variables: la distancia total recorrida (absoluta) y la distancia recorrida en metros por minuto (relativa). Las distancias promedio recorridas fueron similares a las halladas por otros autores (28-31). Al comparar por posiciones de juego, en nuestro estudio los defensas fueron los que mayor distancia absoluta y relativa recorrieron, seguidos por volantes y delanteros. En los defensas de nuestro estudio las distancias relativas recorridas difieren con las reportadas en otra investigación durante las sesiones de entrenamiento en pretemporada (42 m/min vs. 66,7 m/min) (29).
Considerando las acciones de alta intensidad (aceleraciones/desaceleraciones y sprints), de forma similar a otros autores (29), los defensas logran mayor número de acciones en velocidad en sprint y aceleraciones/ desaceleraciones. Sin embargo, el análisis de estas variables plantea una dificultad al momento de realizar comparaciones con otros estudios, dado que los datos de las variables del GPS son reportados de diferentes formas. Un metanálisis reciente (32), concluyó que hay poca uniformidad en la presentación de resultados en las variables GPS de alta intensidad. Las situaciones descritas exigen precaución al hacer comparaciones. En los arqueros hay evidencias limitadas, en nuestro estudio la distancias recorridas fueron menores y fueron escasas las acciones de alta intensidad, lo que concuerda con lo reportado por otros autores (33).
En cuanto a las limitaciones debe señalarse que es un estudio transversal con alcance descriptivo. Además, se adelantó el estudio en una población pequeña, lo cual incrementa la imprecisión en las estimaciones y restringe los análisis por covariables. El potencial de inferencia es limitado, pues solo se trabajó con un equipo de futbol profesional.
Son fortalezas de la investigación efectuada que las evidencias corresponden con la primera fase de un modelo estandarizado de evaluación y seguimiento. Adicionalmente, la definición de variables para la evaluación, clasificación y monitoreo se realizó por un staff, considerando lineamientos internacionales FIFA-UEFA, criterios estadísticos y epidemiológicos.