INTRODUCCIÓN
El acceso a los medicamentos es uno de los seis elementos clave para el funcionamiento de los sistemas de salud. Estos pueden ser obtenidos por las personas de diferentes maneras: bajo el uso de receta médica en servicios públicos o privados, o también existe una práctica controversial, el autocuidado. Esta es la práctica o la acción que las personas realizan por sí mismas para tener y mantener la salud, lo que implica prácticas para evitar, protegerse o tratar las enfermedades. La automedicación se considera un componente del autocuidado [1].
Un sector importante de la población, busca estilos de vida más sanos por lo que se inclina por la medicina natural, la cual incluye productos herbarios frescos o secos e incluso, parcialmente procesados, ingeridos como infusiones vegetales, cápsulas o en soluciones para uso oral. Este tipo de medicamento, el cual se puede conseguir en tiendas macrobióticas, es culturalmente aceptado, menos costoso y más accesible por no requerir de una receta médica, como ocurre con los medicamentos alopáticos [2].
Según la OMS, "la automedicación implica el uso de medicamentos por parte del consumidor para tratar trastornos o síntomas autodiagnosticados, o el uso intermitente o continuado de medicamentos recetados por un médico para enfermedades o síntomas crónicos o recurrentes" [3]. Factores económicos, políticos y culturales han desencadenado un continuo aumento de la automedicación en todo el mundo y esta práctica se está convirtiendo en un importante problema de salud pública [4].
En algunos sectores se cree que la automedicación responsable puede ser económica, salvar vidas en casos de algunas patologías agudas y ahorrar el tiempo que se pasa esperando a ver a un médico [5]. Sin embargo, la automedicación inadecuada puede provocar graves riesgos para la salud, como reacciones adversas a los medicamentos, dependencia de los medicamentos y aumento de la resistencia de los patógenos [6].
Los adultos jóvenes están muy influenciados por los medios de comunicación e Internet, los cuales promueven el comportamiento de automedicación [7]. El aumento en la publicidad de productos farmacéuticos aumenta la preocupación por el autodiagnóstico incorrecto, la interacción de los medicamentos y el uso de medicamentos distintos a la indicación original [8]. El estudio de la automedicación en poblaciones con un alto acceso a la información como lo es la población universitaria permite ver la realidad de este fenómeno en el contexto de Costa Rica.
Este estudio tuvo como objetivo caracterizar las conductas del consumo de medicamentos en estudiantes universitarios de Costa Rica.
METODOLOGÍA
Se llevó a cabo un estudio transversal, descriptivo y unicéntrico en estudiantes universitarios de un centro educativo privado, ubicado en San Pedro de Montes de Oca, San José, Costa Rica, donde estudian jóvenes de diferentes partes del país y de distintas carreras. La muestra se seleccionó al azar. Los participantes fueron todos aquellos estudiantes que de forma voluntaria accedieron a realizar la encuesta y que se encontraban en el centro universitario en los horarios de 8:00 a.m.-12:00 m, 1:00 p.m.-5:00 p.m. y 6:00 p.m.-8:00 p.m.; la selección de encuestados se realizó en diferentes sitios del centro educativo.
El cálculo de la muestra se realizó utilizando una prevalencia estimada del 73% sobre el consumo de medicamentos por parte de estudiantes universitarios con un nivel de confianza del 95% y un margen de error de 5,00%, en una población de 8000 individuos, con lo que arrojó un cálculo de muestra de 303 individuos [9, 10, 11]. Se realizaron 315 encuestas asumiendo una pérdida del 4%.
Se utilizó un cuestionario anónimo con preguntas cerradas y de estimación, de tipo elección múltiple. Este estuvo conformado por 10 ítems en los que se buscó recolectar información referente a la facultad a la que pertenecía el (la) estudiante, así como el establecimiento donde el entrevistado prefiere realizar la compra de los medicamentos/ productos, razones de la escogencia de dicho establecimiento, frecuencia de la compra, y gasto económico aproximado mensual en colones, que para efectos del estudio se convirtió posteriormente a dólares, a un tipo de cambio de 578 colones por dólar.
Posteriormente, se realizó el análisis estadístico descriptivo, utilizando el programa IBM SPSS Statistics versión 22.
RESULTADOS
Se realizaron 315 encuestas de las cuales se analizaron 305, ya que 10 de los encuestados no la diligenciaron en su totalidad. La media de edad de los sujetos incluidos en el estudio fue de 22 años con una desviación estándar de 3,84 años. En la tabla 1 se muestran los descriptores de la población estudiantil encuestada.
De los 305 encuestados, 215 (70,5%) afirmaron consumir o haber consumido medicamentos y productos terapéuticos. 74 (52,48%) de los 129 hombres que se encuestaron consumen o consumieron alguna vez medicamentos, mientras que, 141 (80,11%) de las 176 mujeres encuestadas afirmaron consumir o haberlos consumido.
Se analizó el motivo de consumo de medicamentos y productos terapéuticos, los cuales se observan en la tabla 2, siendo la opción "solo en ocasiones en que se enferma y se siente mal" la que representa el mayor porcentaje de los casos (84,7%).
Motivo de consumo | Número | Porcentaje |
---|---|---|
Solo en ocasiones en que se enferma y se siente mal | 182 | 64,1% |
Para aumentar la energía o mejorar la concentración | 35 | 12,3% |
Para aportar nutrientes a la dieta como complementos y suplementos vitamínicos | 34 | 12 |
Padecimiento de una enfermedad crónica | 33 | 11,6% |
Total | 284 | 100% |
De los encuestados, 208 estudiantes (97,7% de casos) compran los productos en farmacias, 44 personas (20,7% de los casos) señalaron que además de adquirirlos en farmacias, también lo hacían en macrobióticas. No se obtuvo ningún dato en el que un estudiante acudiera exclusivamente a una macrobiótica. "Efectividad y seguridad del tratamiento" (54,5%) fue el principal motivo por el cual la población encuestada escogió el establecimiento para la compra de sus productos, seguido por "cercanía y fácil acceso al establecimiento" (51,2%), posteriormente por "el precio de los medicamentos" (24,6%) y, finalmente, "por recomendación" (12,8%).
La opción que representaba el menor rango de gasto económico mensual ($1,73-$8,67) fue la de mayor escogencia (41%) entre las personas que afirmaron consumir o haber consumido medicamentos, como se observa en la figura 1. Como dato adicional un 44,9% de las personas que consumen medicamentos consideran que su precio es razonable, un 18,4% considera que es caro, 3,9% que es muy caro y solo un 3% considera que el precio es barato.
DISCUSIÓN
Las personas no solo compran medicamentos para curar una determinada patología, también lo hacen porque creen que estos son necesarios para permanecer sanos [11]. De igual forma buscan incrementar sus capacidades cognitivas y así mejorar su rendimiento, por eso acuden a otros productos o suplementos. En Costa Rica se desconocen los motivos por los cuales los estudiantes universitarios compran medicamentos y productos terapéuticos, por ello, nuestro interés en estudiar sus razones de compra, así como el tipo de establecimiento donde lo hacen.
La media de edad de las personas encuestadas fue de 22 años, lo cual los ubica en la generación Y [12, 13]. Esta generación se clasifica como "consumidores verdes". Según Elkington y Hailes (Citados por Peñalosa Otero., etal. [14]), el consumidor verde es aquel que evita:
Productos que ponen en riesgo la salud del consumidor o de otro; causan daño significativo al medioambiente durante la manufactura, su uso o desperdicio; consumen una cantidad desproporcionada de energía; causan un desperdicio innecesario; usan materiales derivados de especies o ambientes amenazados; así como aquellos que implican un maltrato innecesario de animales o que de manera adversa afectan a otros países [14].
Según los resultados obtenidos, la población estudiantil encuestada no se comporta de esta manera, ya que según el concepto de "consumo verde" se esperaría que hubiera un consumo considerablemente mayor de productos provenientes de macrobióticas, y en este caso no es así.
Según el análisis de los resultados, comparando hombres y mujeres, se notó una diferencia considerable en el consumo de medicamentos. Un 80,11% de las mujeres afirmaron haber consumido medicamentos, contra un 52,48% reportado por los hombres. Esta situación también es reportada por otros autores [15, 16]. Según estudios epidemiológicos, generalmente, las mujeres presentan sintomatologías más amplias en comparación con los hombres. También se les recetan el doble de medicamentos psicotrópicos que los hombres, debido una mayor frecuencia de enfermedades psíquicos sin que existan males orgánicos específicos [17].
También se encontró que la mayor parte de los estudiantes del centro universitario acuden a la compra de medicamentos cuando se enferman o se sienten mal. El segundo motivo de compra fue que los estudiantes buscan mejorar su concentración y aumentar su energía, lo cual es esperado, debido exigencias de un centro universitario.
La población estudiantil, casi en su totalidad, compra sus medicamentos y productos en farmacias, y el motivo principal por el que escogen dicho establecimiento es por la efectividad y seguridad del tratamiento que compran. Esto nos indica que puede haber cierta desconfianza por adquirir productos en macrobióticas, lo cual puede deberse a la falta de regulación, creencia de la posible presencia de adulterantes y falta de calidad, entre otras razones.
El precio de los medicamentos es un factor importante que influye en su compra. En los países en desarrollo, el gasto en medicamentos puede alcanzar el 30-40% del gasto sanitario. Gran parte de ese gasto corresponde a compras individuales de medicamentos para la automedicación, y rara vez por prescripción médica [11]. Al realizar un análisis de los datos obtenidos se observa que cerca de la mitad de los estudiantes que consumen medicamentos y productos terapéuticos gastan el mínimo monto mensual para su adquisición ($1,73-$8,67), mientras que sólo un 6,1% afirma gastar más de $34,68. Esto podría implicar que los estudiantes buscan opciones económicas o no suelen padecer de enfermedades que demanden la compra de medicamentos costosos.
También es probable que los estudiantes busquen productos OTC ya que, según un análisis publicado en 2005, se observó que el precio promedio al detalle, de un medicamento OTC en Estados Unidos era de 7 dólares, por el contrario, el precio promedio de un medicamento con receta y de marca era de 96 dólares, y el precio de un medicamento con receta tipo genérico era de 28 dólares. Entonces, cuando los consumidores optan por un medicamento OTC ahorran tanto en el medicamento, como en el valor del pago de la consulta médica [18].
CONCLUSIONES
Este estudio posibilitó conocer las razones por las cuales los estudiantes de este centro universitario de San Pedro en Montes de Oca, San José, Costa Rica compran medicamentos o cualquier tipo de producto terapéutico. La principal razón de compra fue para curar una enfermedad o sensación de malestar. De otro lado, la investigación permitió establecer que el sexo influye en su compra, según los datos aportados por el grupo de estudio, las mujeres afirmaron consumir o haber consumido medicamentos y productos terapéuticos en una proporción considerablemente mayor a los hombres.
También se concluyó que los estudiantes prefieren adquirir los medicamentos y productos en farmacias que en macrobióticas. Finalmente, se encontró que el consumo de fármacos por los universitarios es principalmente de productos de bajo costo.