El trasplante de órganos es uno de los procedimientos que permiten salvar vidas en todo el mundo, sin embargo, su accesibilidad es limitada debido al escaso número de donantes. Se le considera el tratamiento de elección para pacientes con insuficiencia renal crónica terminal debido a su clara ventaja frente a otras formas de tratamiento sustitutivo en cuanto a la calidad de vida de los pacientes, su reincorporación a la vida productiva, la supervivencia y los costos 1-7.
Según reportes del Observatorio Global de Donación y Trasplante, en el 2013 se hicieron 78.952 trasplantes de riñon en el mundo, de los cuales 30.614 se hicieron en el continente americano; en 63,1 % de estos, los órganos provenían de cadáveres 8. La Red Consejo Iberoamericano de Donación y Trasplantes (RCIDT) reportó que en el 2014 se hicieron en Latinoamérica 11.770 trasplantes de riñón, 34,6 % de los cuales se hizo con órganos de donante vivo 9. La Red Nacional de Donación y Trasplantes del Instituto Nacional de Salud reportó que durante el 2014 se realizaron en Colombia 1.059 trasplantes de órganos, 761 de ellos de riñón, en 643 (84,5%) de los cuales los órganos provenían de cadáveres 10.
La supervivencia global se define como el tiempo que transcurre desde el inicio del tratamiento hasta su resultado. Entre los receptores de trasplante renal la supervivencia puede verse afectada por diferentes factores como la edad, el sexo del receptor, el tipo de donante, la enfermedad renal primaria, las enfermedades concomitantes, el tiempo previo de diálisis, el tiempo de isquemia fría, la necrosis tubular aguda, la calidad del órgano que se trasplanta y, especialmente, la aparición de rechazo agudo.
En varios estudios en Colombia se ha caracterizado a los pacientes con trasplante renal. En el estudio llevado a cabo en el Hospital Universitario Ramón González de Bucaramanga entre 1981 y 1990 con 76 pacientes, se describieron las características clínicas del rechazo en los 66 episodios de este tipo registrados y se encontró una supervivencia de 86,9 % al año del trasplante, de 83,3% a los dos y de 66,6% a los cinco 11. En un estudio más reciente en la Clínica Shaio de Bogotá, se describieron las características generales de una cohorte de pacientes con trasplante renal y se analizaron las diferencias de supervivencia del injerto y del paciente 12.
El presente estudio describe las características demográficas de los pacientes con trasplante renal en Colombia entre 2008 y 2012, y su supervivencia después del procedimiento, así como la relación de esta con diversas variables de interés en el contexto de la Red Nacional de Donación y Trasplantes.
Materiales y métodos
Se llevó a cabo un estudio observacional de cohorte retrospectiva con la información de la base nacional de datos de receptores de trasplante renal. La población de estudio incluyó a todos los pacientes receptores de trasplante renal entre 2008 y 2012 registrados en el sistema de información de la Red Nacional de Donación y Trasplantes del Instituto Nacional de Salud, por lo cual no se requirió un muestreo. Se excluyeron los pacientes que tuvieron que recibir un nuevo trasplante, así como aquellos que recibieron trasplantes combinados.
El fallecimiento se definió como el hecho de interés y la “censura” como el estado de “vivo” de un paciente a la fecha de corte, es decir, el 30 de septiembre de 2014, la cual correspondía al periodo para el cual se contaba con los datos de defunción. La supervivencia se determinó como el tiempo en días entre el trasplante renal y la muerte del paciente o su estado de “vivo”.
Además de los datos del sistema de información de la Red Nacional de Donación y Trasplantes del Instituto Nacional de Salud, se utilizó la bodega de datos del Sistema Integral de Información de la Protección Social del Ministerio de Salud y Protección Social (SISPRO), la cual cuenta con el Registro Único de Afiliados. El Registro Único de Afiliados es un sistema de información que contiene el registro de los afiliados al Sistema Integral de Seguridad Social en salud, pensiones y riesgos profesionales, de los beneficiarios de subsidio familiar, de cesantías y de los programas ofrecidos a través de la red de protección social. El Registro Único de Afiliados contiene un módulo de nacimientos y defunciones, el cual se utilizó como fuente de información sobre el estado vital de los pacientes y la fecha de defunción en los casos correspondientes.
Variables
Las variables incluidas fueron la edad, el sexo, el grupo sanguíneo, el municipio de residencia, el régimen de afiliación al sistema de salud, la regional que originó el reporte, el tiempo en lista de espera, el tipo de donante y el estado vital.
La variable “regional” se refiere a la división geográfica según el área de prestación de los servicios de donación y trasplantes; según la normatividad vigente, el país está dividido en seis regionales: regional 1 (Bogotá), regional 2 (Medellín), regional 3 (Cali), regional 4 (Bucaramanga), regional 5 (Barranquilla), y regional 6 (Neiva) 13.
La variable “edad” incluyó las siguientes categorías: pacientes pediátricos (menores de 15 años) y adultos (de 15 años o más), así como aquellos pacientes en edades con menor y mayor probabilidad de complicaciones, o sea, menores de 50 años y de 50 años o más.
En la variable “tiempo en lista de espera” se establecieron dos categorías: mediana de días en lista de espera y menos de seis meses o seis meses o más en lista de espera.
Análisis estadístico
El análisis estadístico se hizo en tres etapas. En la primera, se describieron las variables utilizando el cálculo de medidas de tendencia central y de dispersión para las variables cuantitativas, y el cálculo de frecuencias absolutas y relativas para las variables cualitativas. Además, se caracterizó por tipo de donante de acuerdo con las variables de sexo, edad, regional de reporte y tiempo en lista de espera. En la segunda etapa, se hizo un análisis de supervivencia con el método de Kaplan-Meier mediante el cual se estimó la supervivencia global y se compararon las curvas según sexo, edad, tipo de donante, tipo de régimen de afiliación al sistema de salud y tiempo en lista de espera, utilizando la prueba de hipótesis de Mantel-Cox. Durante la tercera etapa, se hizo un análisis multivariado en el cual se ajustó un modelo de regresión no paramétrico de riesgos proporcionales de Cox para medir la relación de la supervivencia con las variables independientes que mostraron hipótesis log rank significativas en el análisis bivariado.
Se escogió el modelo más parsimonioso usando el método “introducir”, el cual correspondió al del menor número de las variables más precisas y válidas. Para todas las pruebas de hipótesis, se consideró significativo que el intervalo de confianza de 95 % (IC95%) no pasara de uno, es decir, un valor de p menor de 0,05. Los datos se analizaron con el programa IBM SPSS Statistics 22® con licencia del Instituto Nacional de Salud.
Consideraciones éticas
Este es un estudio retrospectivo que utilizó información secundaria; se utilizaron los datos de los receptores de trasplante renal, los cuales se ingresan en el sistema de información de la Red Nacional de Donación y Trasplantes en cumplimiento de la normatividad vigente. No se hizo ninguna intervención ni modificación intencionada de variables biológicas, fisiológicas, sicológicas o sociales de los individuos participantes, por lo cual el estudio se clasificó como investigación sin riesgo según lo establecido en la Resolución 8430 de 1993 del Ministerio de Salud. La confidencialidad de la información se protegió según los lineamientos establecidos y la normatividad vigente para la Red Nacional de Donación y Trasplantes 13.
Resultados
Entre el 2008 y el 2012, 4.060 pacientes recibieron trasplante de riñón; de ellos, 3.980 cumplían con los criterios de inclusión en el estudio. De los pacientes excluidos por haber recibido trasplante combinado, el 55,3 % era receptor de trasplante de riñón e hígado, el 42,1 %, de riñón y páncreas, y el 2,6 %, de riñón y corazón. El 60,7 % de los pacientes analizados eran hombres, el rango de edad fluctuó entre uno y 83 años, y la mediana de edad fue de 44 años: 46 en hombres y 40 en mujeres.
Durante el 2010, se hizo el mayor número de trasplantes (22,0 %) y Bogotá fue la regional que reportó el mayor número de ellos en el periodo de estudio (38,7 %). La mayoría de pacientes residía en la capital del país (36,4 %), seguida por Medellín (33,3 %) y Cali (17,7 %). Los pacientes pertenecían principalmente al régimen contributivo (78,3 %) y el grupo sanguíneo de la mayoría fue el O positivo (56,2 %) (cuadro 1).
La mediana de días en lista de espera fue de 107 días, con un mínimo de 0 y un máximo de 6,7 años. En la regional de Medellín se registraron menos días en lista de espera, con una mediana de 46 días, y Bogotá presentó el mayor número de días en lista de espera, con 210; los pacientes del grupo sanguíneo A negativo y AB positivo tuvieron el menor tiempo de espera, con una mediana de 49 días en lista, y el tiempo de espera más prolongado correspondió a los pacientes del grupo O positivo, con una mediana de 132 días, y un tiempo máximo de 6,7 años. Según el régimen de afiliación al sistema de seguridad social en salud, los pacientes que pertenecían al régimen subsidiado permanecieron menos tiempo en lista de espera, con una mediana de 73 días, comparados con los del régimen contributivo, con una mediana de 120 días.
La mayor proporción de trasplantes renales se hizo con donante cadavérico (91,7 %), y los receptores eran en su mayoría hombres (61,1 %), con una mediana de edad de 45 años (mínimo de 2 años y máximo de 83). Los pacientes receptores de trasplante proveniente de donante vivo fueron principalmente hombres (55,7 %), con una mediana de edad de 35 años (mínimo de un año y máximo de 78). Los receptores de trasplante de cadáver residían principalmente en Medellín (36,0 %), en tanto que la mayoría de los receptores de trasplante de donante vivo residía en Bogotá (58,4 %). La mediana de días en lista de espera para receptores de trasplante de donante cadavérico fue de 112 días, con un máximo de 6,7 años de espera, y para los de donante vivo, de 60 días, con un tiempo máximo en lista de cuatro años.
De los pacientes receptores de trasplante de donante vivo, el 90,7 % recibió el órgano de donantes relacionados genéticamente, con una mediana de edad de 33 años (edad mínima de un año y máxima de 72), y el 9,3 %, de donante relacionado emocionalmente, con una mediana de edad de 44,5 años (edad mínima de 20 y máxima de 78); la mediana de días en lista de espera fue de 60 y 63, respectivamente.
Análisis de supervivencia
Según el Registro Único de Afiliados, de los 3.980 pacientes con trasplante incluidos en el estudio, 338 (8,5%) habían fallecido antes del 30 de septiembre de 2014. El 2010 fue el año con el mayor número de defunciones y el 2008 aquel con el menor número.
La mediana de edad de defunción de los pacientes con trasplante fue de 55 años: 56 años en hombres y 51 en mujeres. La letalidad general para hombres fue de 8,7 % y para mujeres de 8,1 %, sin registrar diferencias estadísticas (p=0,5612).
La mediana de días en lista de espera para los pacientes fallecidos fue de 117 días, con un máximo de tiempo en lista de 6,5 años; la mediana del tiempo transcurrido entre el trasplante y la defunción fue de 20,4 meses.
La letalidad general en los pacientes con trasplante de cadáver fue de 8,82 %, con una mediana de edad de muerte de 55 años y una mediana de días en lista de espera de 119, con un mínimo de 0 y un máximo de 2.375 días (6,5 años). La letalidad general en los pacientes con trasplante de donante vivo fue de 4,81 %, con una mediana de edad de muerte de 45 años y una mediana de días en lista de espera de 73, con un mínimo de 8 y un máximo de 805 días (2,2 años). Las letalidades según tipo de donante mostraron diferencias estadísticamente significativas (p=0,0122). De los pacientes receptores de trasplante de donante vivo, el 100 % de los fallecidos había recibido el trasplante de un donante relacionado.
Con una mediana de seguimiento de 49 meses, la supervivencia global fue de 6,35 años (IC95% 6,30-6,40); la supervivencia al año de trasplante fue de 97,2 %, a los tres años, de 93,2 % y a los cinco años, de 90,8 % (figura 1).
Al comparar la supervivencia no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en las variables de sexo, edad (en las categorías de pacientes pediátricos de 15 años o menos y de mayores de 15 años) o régimen de afiliación; la supervivencia fue mayor en los pacientes menores de 50 años con trasplante de donante vivo y menos de seis meses en lista de espera (cuadro 2).
El análisis multivariado evidenció que los pacientes con trasplante de donante vivo y con menos de seis meses en lista de espera tuvieron una mayor supervivencia (cuadro 3).
Discusión
En 1965 se hicieron los primeros trasplantes de órganos en Colombia, los cuales fueron de riñón proveniente de donantes con muerte cerebral; posteriormente, en 1973, se hizo el primer trasplante de donante vivo. En el país se han realizado alrededor de 9.000 trasplantes renales desde 1999, según los informes de la Red Nacional de Donación y Trasplantes del Instituto Nacional de Salud 14-21.
Los trasplantes renales y el ingreso de pacientes a la lista de espera deberían haber aumentado, pero en los últimos años se ha evidenciado una disminución en el número de trasplantes coincidente con el descenso en la tasa de donación real a partir del 2010, la cual pasó de 10,5 en ese año a 8,5 en el 2011, hasta llegar a 7,3 en el 2014. Esta situación se debe principalmente a que ha aumentado la negativa de los familiares frente a la donación, así como a las contraindicaciones médicas y legales de los potenciales donantes 10.
En el presente estudio, se encontró un predominio constante de los hombres con trasplante renal durante el periodo analizado, diferencia explicable por el hecho de que la prevalencia de la enfermedad renal crónica en nuestro país es mayor en hombres que en mujeres y, por lo tanto, hay menos mujeres en lista de espera 22.
En cuanto a las ciudades de residencia de los pacientes con trasplante de donante fallecido, se encontró que la mayoría residía en Medellín, lo cual probablemente se relacione con características socioculturales de esta población, en la cual entre el 70 y el 80 % de los familiares aceptan la donación de órganos. Los receptores de trasplante de donante vivo se concentraron principalmente en Bogotá, donde se concentra la mayoría de las instituciones prestadoras de servicios de trasplantes; además, los donantes cadavéricos no alcanzan para cubrir la demanda de pacientes en lista de espera, lo cual favorece que se busquen otras opciones como el trasplante de donante vivo.
En cuanto al tiempo en lista de espera, se encontró que los pacientes receptores de trasplante en la regional de Medellín habían permanecido menos tiempo en lista de espera, probablemente porque los criterios de asignación y distribución de órganos en el país obedecen, en primera instancia, a aspectos geográficos, es decir que al ser Medellín la regional con más donantes, se hicieron allí un mayor número de trasplantes y, consecuentemente, disminuyó la cantidad de pacientes en lista de espera. De igual manera, Bogotá presentó la mayor mediana de tiempo en lista de espera, lo cual se explicaría porque allí la demanda de trasplantes supera la oferta de donantes. En cuanto al tipo de donante, los pacientes receptores de trasplantes de donantes vivos permanecieron en lista de espera casi la mitad del tiempo que los de donante cadavérico, lo cual representa otra ventaja de este tipo de donante. Además, entre estos receptores se registró una tendencia a ser más jóvenes que los receptores de trasplante de donante cadavérico.
A pesar de que los trasplantes de donante vivo ofrecen claras ventajas al paciente, como un menor riesgo de complicaciones después del trasplante, una menor tasa de rechazo y una mejor compatibilidad de antígenos leucocitarios humanos (Human Leukocyte Antigen, HLA) 23, en la mayoría de los trasplantes renales en el país los órganos provienen de donantes cadavéricos; debe señalarse, sin embargo, que ha habido un leve aumento de donantes vivos en los últimos años. El número de trasplantes por tipo de donante es muy variable en todo el mundo: en Irán, por ejemplo, más de 90 % de los trasplantes son de donante vivo, en tanto que en Estados Unidos y en Brasil, la proporción entre donantes vivos y cadavéricos es de 50 % 24. En su estudio, Valdivia reporta que la mayoría de trasplantes en Cuba son de cadáveres (60,2 %) (25.
La supervivencia global de los pacientes con trasplante en este estudio fue de 97,2 % al año, de 93,2 % a los tres años y de 90,8 % a los cinco años. Estos resultados difieren de lo reportado en otros estudios. En un estudio en el Hospital Ipol de Malasia llevado a cabo entre el 1° de enero de 1993 y el 1° de junio de 2003 con 91 pacientes, se encontró una supervivencia a los dos y a los cinco años de 93,1 y 77,4 %, respectivamente 26. En un estudio de cohorte en Cuba, el análisis de 88 pacientes que recibieron trasplante entre enero de 1999 y diciembre de 2004 arrojó una supervivencia general de 82,7 % al año, de 78,3 % a los tres años y de 73,4 % a los cinco años, con una media de supervivencia de 4,5 años, la cual fue de 6,35 años en el presente estudio 24. En otro estudio en Colombia, se reportó que la supervivencia global fue de 90,7 % a los 27 años en una cohorte de 323 pacientes y, en el presente estudio, fue de 90,8 % a los cinco años en 3.980 pacientes, diferencia que puede estar relacionada con el tamaño de la población analizada, ya que se incluyeron los trasplantes hechos en las seis regionales que conforman la red, lo cual incide en la diversidad de las características demográficas y clínicas, así como de los tratamientos de inducción y el manejo de infecciones, aspectos que no se tuvieron en cuenta en el presente estudio 12.
La mediana de edad de los pacientes receptores de trasplante se mantuvo estable en el transcurso del periodo de estudio y la supervivencia fue mayor en los pacientes que en el momento del trasplante tenían menos de 50 años, lo cual respondería a que los mayores de 50 tienen mayor probabilidad de presentar enfermedades concomitantes y, por consiguiente, mayor riesgo de complicaciones.
La supervivencia fue mayor en los pacientes que permanecieron menos de seis meses en lista de espera que en quienes superaban este tiempo debido, seguramente, a las complicaciones que pudieron haber surgido en el transcurso de la espera, así como a la obligada prolongación de la diálisis y la aparición de enfermedades concomitantes, entre otras.
Los trasplantes renales en Colombia se hacen principalmente con donantes cadavéricos, y se sabe que en estos casos la supervivencia es menor tanto para el injerto como para los pacientes 23,25. Aunque los trasplantes de donante cadavérico han registrado una disminución progresiva y los de donante vivo han aumentado, la lista de espera sigue creciendo en tanto que el número de órganos disponibles para trasplante ha venido disminuyendo 10.
Los resultados de este estudio fueron levemente superiores a los datos reportados por la Organ Procurement Transplant Network para Estados Unidos entre 2008 y 2014, en cuyo reporte se registró una supervivencia al año del trasplante de 94,3 %, a los tres años de 87,7 % y a los cinco años de 80,4 % con donantes cadavéricos, comparados con 97,9, 94 y 89,3 % con donantes vivos, respectivamente 27. En un estudio realizado en México en el 2010 se analizaron 467 pacientes (31 donantes fallecidos y 436 donantes vivos) y se encontró una supervivencia al año de 90,3 % con donante cadavérico y de 96,9 % con donante vivo 1.
Debido a limitaciones del sistema de información, no se pudieron establecer relaciones entre donantes y receptores, ni calcular la supervivencia de los donantes vivos ni establecerla según la correspondencia de los HLA. Tampoco se pudo establecer la causa específica de muerte, de modo que no fue posible evaluar la letalidad específica del trasplante renal ni la supervivencia según el diagnóstico de muerte. Por otra parte, no se sabía cuántos de los pacientes que estaban vivos a la fecha de corte del estudio conservaban el injerto y cuántos habían requerido diálisis de nuevo.
Sin embargo, los resultados obtenidos dan una visión global de la supervivencia de los pacientes receptores de trasplante renal en el país, y pueden servir de base para estudios prospectivos. Es importante resaltar que este tipo de estudios es posible cuando los registros de las instituciones de salud con programas de trasplante están disponibles en los sistemas de información de forma oportuna y con la adecuada calidad.
Es necesario hacer estudios para evaluar la supervivencia del injerto e incluir los episodios de rechazo, y las causas y factores de riesgo asociados, como el tipo de donante, las enfermedades concomitantes, el tiempo de isquemia fría, la compatibilidad HLA, los fármacos inductores administrados y las infecciones, sobre todo las de las vías urinarias y las causadas por citomegalovirus, por estar asociadas al rechazo y la mortalidad global 12,28-30. Además, en futuros estudios deberá evaluarse el efecto del tiempo transcurrido en lista de espera. Las tasas de supervivencia encontradas en este estudio concuerdan con lo reportado en otros e, incluso, estuvieron por encima de algunos de dichos registros.
Por último, es importante resaltar la importancia de contar con una fuente de información como la del Sistema Integral de Información de la Protección Social (SISPRO) del Ministerio de Salud y Protección Social en este tipo de proyectos que pretenden generar información de gran relevancia para el país.