INTRODUCCIÓN
La globalización y las transformaciones en el contexto socioeconómico y los entornos organizativos han influido en la metamorfosis del mercado laboral 1, lo cual ha provocado cambios permanentes en las características del trabajo 2, trayendo consigo mayores exigencias mentales y emocionales en el trabajador para poder enfrentar las demandas actuales de los clientes 3. Todo ello implica que los trabajadores deben adquirir conocimientos, experiencias, conductas, actitudes y habilidades de manera continua, tomando en cuenta la dinámica de los cambios tecnológicos, económicos, políticos y sociales que afectan a la empresa y su entorno, lo cual significa que entre más competitividad demande el mercado, mayor será la incertidumbre laboral del trabajador, al estar expuesto a situaciones de exigencia superiores, lo que resulta riesgoso para su salud 3-4.
La salud ocupacional se focaliza en la prevención e intervención de la salud física y psicosocial de las personas en el lugar donde laboran, considerando diversos factores que influyen en la calidad del trabajo, la salud y el bienestar 5. Los factores psicosociales son considerados a partir de la interacción entre el trabajo, los trabajadores, el medio ambiente, la satisfacción de las actividades laborales realizadas y las condiciones organizativas. También se pueden tomar en cuenta aquellos que involucran la capacidad del trabajador, sus necesidades, cultura y situaciones personales. Estos factores afectan positiva y negativamente en la salud, el bienestar y el desempeño del trabajo 6.
El hablar de riesgos psicosociales implica mencionar los peligros a que los trabajadores están expuestos, sin importar la profesión en la que se formaron. Aspectos relacionados con conflictos, agresiones psicológicas y falta de apoyo social, dentro de una organización, contribuyen a que el trabajador, sobre todo el trabajador público que presta servicio de cara al usuario, se sienta insatisfecho, estresado y desmotivado, lo cual afecta su propia salud física y mental, así como los niveles de producción esperados por la empresa 7-8. El trabajo ha sido el foco de atención de investigadores porque se considera un factor relevante tanto en la aparición de enfermedades como en el bienestar del individuo. Además de los ya señalados, la creciente flexibilidad y la precariedad de las condiciones laborales, la intensiicación del trabajo y los problemas de relaciones interpersonales en el entorno laboral favorecen estos factores. En el entorno laboral de organizaciones públicas, las demandas laborales son más elevadas, ya que ahí los trabajadores se enfrentan a situaciones complejas, a la presión del tiempo, a la escasez de personal y recursos materiales y al aumento de la demanda de alto rendimiento para garantizar la calidad de la atención; es por ello que el ejercicio de una profesión o vocación en este tipo de escenarios organizacionales implica mantener una estructura de trabajo exigente física y emocionalmente, no obstante, la exposición a experiencias adversas en el trabajo es un factor de riesgo para la salud mental 8.
La evolución misma del trabajo ha traído consigo la necesidad de redimensionar en las organizaciones aspectos como la duración de las jornadas, exceso de fuerza física, condiciones ambientales y de higiene, entre otros; incluso ha dejado de ser una situación meramente individual para convertirse en un problema social y empresarial, visto incluso como un derecho que tienen los trabajadores a que se preserve su salud laboral a través de una mejora continua en sus condiciones generales de trabajo y bienestar, lo cual está demostrado que tienen repercusión positiva sobre la productividad y clima organizacional 9.
Es necesario identificar dos componentes importantes en el desarrollo de los riesgos psicosociales: los factores organizacionales y los laborales. Los primeros están relacionados con la política y filosofía de la organización, su cultura y relaciones laborales; los segundos se enfocan a las condiciones de empleo, diseño del puesto y calidad en el trabajo 10.
Se han desarrollado diversos estudios sobre factores psicosociales, los cuales han demostrado que a medida que el nivel de exigencia laboral, situaciones complejas y estresantes se incrementan en cuanto a la parte física, emocional y cognitiva del trabajador, disminuye la posibilidad de poder controlar sus efectos, lo cual genera un mayor riesgo de presentar enfermedades asociadas al estrés 11-13. El contexto laboral tiene mayor injerencia en el desgaste psíquico, con respuesta cognitivo-emocional, mientras que el aspecto conductual es también influenciado por el contexto y los factores individuales, y para la respuesta fisiológica es el contenido de trabajo 14.
Es importante resaltar que cuando se habla de desgaste psíquico no necesariamente se hace referencia a síndrome de burnout o quemarse en el trabajo, ya que el significado es distinto, es decir, cuando un individuo presenta síntomas de desgaste psicológico no es que padezca de burnout. Actualmente es complicado definir teóricamente este constructo, ya que diversos autores manifiestan posturas distintas, no obstante, en un informe mixto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) se determinaba el desgaste psíquicos como "...una serie de sufrimientos que van desde la fatiga o la depresión, pasando por perturbaciones inespecíficas (insomnio, indigestiones, frigidez, dolores musculares, etc.) y que se producen o agravan en relación con situaciones de tensión psicosocial en el trabajo" 15.
Las demandas laborales ejercen cierto nivel de presión en los trabajadores 16, mismas que son conceptualizadas como "exigencias que el trabajo impone al individuo, las cuales pueden ser de diversa naturaleza, como cuantitativas, cognitivas o mentales, emocionales, de responsabilidad, del ambiente físico laboral y de la jornada de trabajo" 17. La primera se asocia con la sobrecarga laboral, es decir, las funciones que el puesto demanda son mayores al tiempo que disponen para realizarlas; la segunda tiene que ver con procesos mentales asociados a memoria, atención, concentración y proceso de información; la tercera está relacionada con aspectos afectivos y emocionales derivados del contenido de la tarea, es decir, afectan la parte sentimental y emocional del trabajador; la cuarta se enfoca a la responsabilidad implícita que exige el cargo y que no puede transferirse a otra persona; la quinta está en función de las condiciones físicas donde un trabajador realiza sus actividades, como el ruido, la temperatura, humedad, ventilación, iluminación, entre otros factores; y finalmente la sexta, que hace referencia a que la duración de la jornada puede causar cansancio excesivo e incluso problemas fisiológicos sino se da el tiempo para descansos breves y atención de necesidades básicas 18.
Los factores relacionados con la tarea que definen el papel del individuo dentro de la organización son causantes de la satisfacción laboral, misma que contempla diversos aspectos relacionados con la seguridad y condiciones en el trabajo, la comunicación y relaciones interpersonales, la tecnología, el clima, así como motivación, el rol en la estructura y las posibilidades de promoción. La interacción de los aspectos propios de las personas (edad, patrimonio genético, estructura sociológica, historia, vida familiar, cultura, etc.) relacionada con las modalidades de gestión administrativa y demás aspectos organizacionales inherentes al tipo de proceso productivo impulsan la dinámica de dicha interacción, que se caracteriza por la capacidad potencial de los trabajadores 19. Entre los estudios realizados de riesgos psicosociales se encontró que la inseguridad en el trabajo es un factor común para muchos de los trabajadores encuestados. La crisis económica actual, sumada a la propia naturaleza del sector laboral, son las causas de esta situación. La gran mayoría de los trabajadores se ven afectados por la falta de sentimiento de grupo 20.
Los problemas de salud ocupacional y las enfermedades, lesiones y riesgos relacionados con el trabajo son cada vez más visibles y, en consecuencia, también se están convirtiendo en temas de debates sociales, económicos y políticos en los países en desarrollo Si bien la salud ocupacional es un problema de salud pública, las dimensiones éticas de la salud y seguridad ocupacional han permanecido en gran medida sin examinar. Los riesgos, lesiones, enfermedades y muertes relacionados con el trabajo deben examinarse cuidadosamente en los países en desarrollo donde las regulaciones de salud y seguridad ocupacional no están establecidas correctamente o donde no existen regulaciones vigentes 21. Es importante mencionar que la conexión de las personas con el trabajo provoca una influencia hacia su salud personal 22,23. Algunas enfermedades comunes, como la diabetes, obesidad, insomnio, baja o alta presión arterial, accidentes, entre otras, podrían estar relacionadas con factores y demandas de trabajo 24. La OMS ha establecido que el trabajo, en particular, en condiciones de empleo adecuadas y decentes, puede, de hecho, complementar las necesidades que permiten reducir las inequidades en salud en su forma más amplia 21,24,25.
Así mismo, vemos que todos los efectos negativos originados por los factores psicosociales laborales nocivos perjudican no solo a los trabajadores, sino también al ámbito laboral, ya que pueden influir negativamente en Las relaciones interpersonales como en el rendimiento y la productividad. Pueden inducir a la enfermedad, al absentismo laboral o incluso a la incapacidad laboral. Para los empresarios, el absentismo por enfermedad genera problemas considerables de planificación, de logística y de personal. El estrés, por consiguiente, induce a una pérdida de producción y puede crear un mal ambiente de trabajo 26.
Tal y como se evidencia, cuando estos son nocivos, se constituyen en un riesgo que aumenta el peligro y la probabilidad del daño causado por el mismo, "puede provocar un daño en el trabajador, induciendo situaciones de riesgo que desencadenan diversas respuestas de estrés (cognitivo-emocional, conductual y fisiológico) generando desgaste psíquico y otras repercusiones negativas para la salud de los trabajadores" 27.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio presenta un enfoque cuantitativo, transversal y no experimental. La muestra no probabilística está compuesta por 985 trabajadores que laboran en una administración pública estatal ubicada en Pachuca (Hidalgo, México), misma que fue seleccionada por conveniencia. La investigación se clasifica como sin riesgo.
Los resultados fueron obtenidos mediante análisis estadísticos bivariados y de regresión logística binaria a través del software IBM SPSS Statistics 21. La batería que conforma el "CTCPS-MAC", con 75 ítems y previamente validada en poblaciones de Iberoamérica 28, agrupa cuatro dimensiones (contexto de trabajo, contenido de trabajo, factores individuales y desgaste psíquico) y 14 factores, evaluando la percepción que tienen las personas que lo responden de sus condiciones de trabajo de carácter psicosocial en su ámbito laboral, así como de los factores individuales, los síntomas subjetivos y alteraciones de la salud. Se administró previa aceptación y consentimiento informado, siguiendo las normas recomendadas para la aplicación.
Variable independiente principal: riesgos laborales de tipo psicosocial.
Variable dependiente: desgaste psíquico y respuestas de estrés.
RESULTADOS
En la tabla 1 se muestran los datos generales de la muestra estudiada, donde el 66,4 % eran hombres, el 30,6 % mujeres y un 3 % no respondió. Un 42,9 % casados, el 21,6 % solteros, el 22,4 % en pareja, el 5,2 % divorciados, un 4,7 % separados, un 2,8 % viudos y un 0,4 % no consta. El 29,9 % tiene dos hijos, el 20,7 % no tiene, el 19,5 % tiene un hijo, el 18,1 % tres hijos, el 10,9 % más de tres y el 1 % no respondió. Respecto a la edad, el 33 % tiene entre 31 y 40 años, el 26,8 % entre 21 y 30, el 23,9 % entre 41 y 50, el 11,2 % entre 51 y 60, un 3,8 % igual o mayor de 61 años, el 1,1 % igual o menor de 20 años y un 0,3 % no consta. El 79,1 % tiene una antigüedad de 2 a 5 años, el 10,3 % menos de un año, el 9,7 % entre 6 y 15 años, el 0,6 % entre 16 y 30 y el 0,3 % no respondió. El 66,7 % tiene contrato fijo, el 15,7 % es funcionario, el 9,8 % tiene contrato temporal y el 4,3 % trabajo por cuenta propia, no respondió un 3,5 %. El nivel de formación para el 34,3 % es de preparatoria, el 26,6 % secundaria, el 18,8 % licenciatura, el 8 % primaria, el 4,8 % formación profesional-técnica, el 4,3 % lee y escribe, el 1,3 % maestría, el 0,3 % doctorado y el 1,6 % no respondió.
Se consideran factores psicosociales de riesgo y, por lo tanto, nocivos, todos aquellos que han mostrado puntuaciones normal, regular y nociva, ya que tienen como indicación realizar acción correctora de la anomalía que reflejan, y por otro lado, como factores positivos o protectores, las puntuaciones muy buena y buena.
En la dimensión 1 de Contexto de Trabajo, el 51,1 % considera que es bueno, el 26,8 % muy bueno, el 17,4 % regular y el 4,7 % normal. En la dimensión 2 de Contenido de Trabajo, el 51 % lo considera bueno, el 26,8 % muy bueno, el 17,1 % regular, el 2,7 % nocivo y el 2,4 % normal. En la dimensión 3 de Factores Individuales, el 53,8 % lo considera bueno, el 27,5 % muy bueno, el 13,6 % regular y el 5,1 % normal. En cuanto a la dimensión 4 de Desgaste Psíquico, el 51,4 % considera estar en muy buena condición, el 32,3 % buena, el 12 % regular y el 4,3 % normal.
En la tabla 2 se muestra la prevalencia obtenida en la dimensión 1 de Contexto de Trabajo y sus factores (cultura de organización y gestión, papel o rol en la organización, interrelación trabajo con problemas familiares o sociales y relaciones interpersonales en el trabajo), en la dimensión 2 de Contenido de Trabajo y sus factores (carga y ritmo de trabajo, ambientes laborales, equipos y agentes físicos y concepción de las tareas del puesto de trabajo), en la dimensión 3 de Factores Individuales y sus factores (amortiguadores del riesgo psíquico, características de la empresa y características personales) y en la dimensión 4 de Desgaste Psíquico (respuesta cognitivo-emocional, respuesta conductual y respuesta fisiológica).
Se puede observar que el porcentaje más alto de factor psicosocial de riesgo es la concepción de las tareas del puesto de trabajo (elementos que constituyen la función de un puesto de trabajo), con un 47,6 %, mientras que el factor protector, con un 82,5 %, son las características personales (percepción que tiene el trabajador público sobre sí mismo y sus capacidades), y se muestra desgaste psíquico por respuesta de estrés cognitivo-emocional (elaboración y valoración de las emociones) del 33,3 %.
Los resultados muestran (tabla 3) que el riesgo de desgaste psíquico con respuesta cognitivo-emocional es menor en el grupo expuesto a una mala interrelación trabajo con problemas familiares o sociales; también la respuesta de estrés conductual es menor en aquellos afectados por la cultura de organización y gestión y concepción de las tareas del puesto de trabajo; así mismo, la respuesta fisiológica de estrés es menor en aquellos expuestos a una mala interrelación trabajo con problemas familiares o sociales. La concepción de las tareas del puesto de trabajo que mostraba la prevalencia mayor como factor de riesgo psicosocial aumenta 2826 veces la probabilidad de provocar respuesta cognitivo-emocional de estrés y 24 794 veces más la probabilidad de presentar respuesta fisiológica. No obstante, las características personales que presentaba una prevalencia alta como factor protector, cuando son percibidas como nocivas aumentan 18 739 veces más la probabilidad de la respuesta cognitivo-emocional, en 3255 veces más la respuesta conductual y en 4549 veces más la probabilidad de la respuesta fisiológica.
Estos resultados evidencia que además, los factores psicosociales nocivos, como las relaciones interpersonales en el trabajo, carga y ritmo de trabajo, están fuertemente asociados a la respuesta cognitivo-emocional de estrés; la exposición a una mala interrelación trabajo con problemas familiares o sociales, las relaciones interpersonales en el trabajo, carga y ritmo de trabajo, ambientes laborales, amortiguadores del riesgo psíquico y las características de la empresa están fuertemente asociada a la respuesta conductual; una percepción nociva sobre las relaciones interpersonales en el trabajo, carga y ritmo de trabajo, ambientes laborales y los amortiguadores del riesgo psíquico están fuertemente asociados a la respuesta fisiológica.
DISCUSIÓN
Los hallazgos de esta investigación son consistentes con los resultados obtenidos por otros autores respecto a que los factores de riesgo psicosocial del entorno laboral y las respuestas de estrés por parte de los trabajadores públicos que integran la misma ponen en riesgo la salud de estos 29-31.
Estos resultados muestran que los factores psicosociales nocivos, como la concepción de las tareas del puesto de trabajo, las características personales, relaciones interpersonales en el trabajo, carga y ritmo de trabajo, están fuertemente asociados a la respuesta cognitivo-emocional de estrés; la exposición a una mala interrelación trabajo con problemas familiares o sociales, las características personales, las relaciones interpersonales en el trabajo, carga y ritmo de trabajo, ambientes laborales, amortiguadores del riesgo psíquico y las características de la empresa están fuertemente asociados a la respuesta conductual. Todo ello requiere el establecer medidas preventivas que provoquen buenos entornos laborales y que disminuyan la mala percepción que se tiene sobre los factores psicosociales 31.
En función del objetivo establecido en este estudio también se logró entender que existe una percepción nociva sobre la concepción de las tareas del puesto de trabajo, las características personales, las relaciones interpersonales en el trabajo, carga y ritmo de trabajo, ambientes laborales y los amortiguadores del riesgo psíquico, mismas que están fuertemente asociadas a la respuesta fisiológica. Esto implica también la necesidad de establecer acciones de mejora que tengan un impacto en los factores psicosociales, así como la promoción de ambientes laborales óptimos con el propósito de mantener la salud física y mental de los trabajadores públicos de la empresa 14.
Es importante continuar realizando este tipo de estudios, sobre todo ahora que entramos a la recién era de la COVID-19, toda vez que resulta imprescindible la detección oportuna de factores psicosociales de riesgo que afectan la salud, sobre todo de los trabajadores que prestan un servicio de cara al usuario o derechohabiente, en entornos laborales, para crear planes de prevención eficaces y adaptados a las situaciones cambiantes 33.
Finalmente, coincidentemente con otros estudios similares, no solo es importante establecer acciones preventivas y correctivas que tengan impacto en los factores psicosociales, sino difundir también las políticas de prevención, así como el desarrollo e implementación de programas para hacer frente a los factores de riesgo psicosocial y a la violencia laboral, en los que se promueva un ambiente organizacional de respeto 34.
CONCLUSIONES
Los hallazgos de la investigación en una administración pública mexicana muestran una alta asociación entre los factores de riesgo psicosocial presentes en el entorno laboral y las respuestas de estrés de los integrantes de la misma, con el consecuente impacto negativo en su salud; de ahí se desprende la importancia del cumplimiento de la Norma Oficial Mexicana NOM-035-STPS-2018, sobre factores de riesgo psicosocial, su identificación y prevención, lo que permite adoptar las medidas preventivas que sean necesarias, así como la promoción de un entorno organizacional favorable para toda su fuerza laboral, evitando, de esta forma, la desmotivación, la insatisfacción laboral, el estrés y las afectaciones a la salud mental de sus trabajadores.
Es importante mencionar que, adecuados los factores psicosociales laborales dentro de la empresa de administración pública objeto de estudio, constituyen un factor de protección ante el desgaste psíquico y las respuestas de estrés (cognitivo-emocional, conductual y fisiológica), y proporcionan un ambiente de trabajo saludable.