INTRODUCCIÓN
La neurología, como especialidad médica, es una profesión de servicio que debe satisfacer requerimientos para el bienestar social. En varias partes del mundo se ha comprobado que los neurólogos modifican significativamente la salud pública y los costos en salud 1-3.
En los años 90 se comprendió que la formación idónea de los médicos debe basarse en competencias 4 y no simplemente en pasar ciertos años en contacto con la profesión. Las competencias son las capacidades para desempeñarse adecuadamente en escenarios reales de salud 5, y pueden ser: a) transversales, compartidas con otros profesionales de la salud, como respetar la confidencialidad del paciente, y b) específicas, propias del rol y misión del profesional 5,6.
La Neurología en Colombia es una especialidad que lleva apenas unas décadas 7-9, de manera que muchos de los pioneros en su ejercicio y quienes abrieron las puertas a la mayoría de neurólogos del país, viven y siguen participando activamente en el mundo académico y laboral. Sin embargo, tiene la antigüedad suficiente para que estas personas se hayan nutrido a través del ejercicio asistencial, enfrentando retos médicos, sociales y legales, y creando iniciativas públicas de la especialidad. Muchos son líderes: "persona que dirige una colectividad" 10, y decantar sus aprendizajes individuales y colectivos es de gran ayuda.
OBJETIVO GENERAL
Este trabajo pretende enriquecer las competencias planteadas por la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (ASCOFAME) y el Ministerio de Salud en 2016 6,11, destilando la sabiduría y experiencia de líderes de la especialidad en el país. El propósito es que ello contribuya a dirigir adecuadamente los esfuerzos académicos, económicos y sociales, para el continuo fortalecimiento de la calidad profesional. Las competencias producto de este trabajo están redactadas de acuerdo con las recomendaciones del Ministerio de Educación de Colombia 6, para que sean aprovechables para cualquiera que quiera utilizarlas en Colombia.
Metodología
Se trata de un estudio cualitativo, basado en la teoría fundamentada, con riesgo mínimo según la resolución 8430 de 1993. Se realizó mediante una entrevista semiestructurada a líderes de la neurología en Colombia, con un muestreo por conveniencia. Se definieron como criterios de inclusión neurólogos que hubieran sido creadores o directores de algún programa de Neurología Clínica avalado por el Ministerio de Educación de Colombia, creadores o presidentes de la Asociación Colombiana de Neurología, creadores de Unidades de Neurología en ciudades intermedias, y neurólogos radicados en ciudades intermedias que fueran considerados líderes por los participantes anteriores.
Se construyó un listado de participantes a partir de directorios médicos y de referidos por los mismo participantes. Con cada neurólogo que aceptó, se concretó una reunión presencial, telefónica o por videollamada para obtención del consentimiento informado y realización de la entrevista. La información se grabó y se transcribió. Algunos líderes respondieron las preguntas de forma escrita.
Los datos se procesaron con los métodos de la teoría fundamentada, los cuales merecen una breve explicación. La teoría fundamentada consiste en la generación de una hipótesis que emerge de datos cualitativos, que en este caso, son los discursos de los participantes. En la síntesis de todos los datos, se incluye todo el espectro de los mismos, sin omitir ninguno, y si agregar nada, y es por eso que se llama "fundamentada" 12.
RESULTADOS
Se identificaron 39 potenciales participantes, de los cuales se excluyeron 16: uno había fallecido, uno rechazó participar, tres no lograron ser contactados al celular o a su correo electrónico; cuatro recibieron la invitación física, virtual o mensaje de texto pero nunca respondieron; y siete aceptaron participar pero no se logró concretar la cita. Finalmente se incluyeron 23 neurólogos procedentes de nueve de los departamentos que cuentan con la especialidad en el país, según datos del 2011 13; en su mayoría fueron hombres, con una mediana de 26 años de experiencia, que han ejercido antes y actualmente la docencia y el trabajo asistencial (Tabla 1).
El procesamiento de los datos resulta en competencias transversales (Tabla 2) y 26 nuevas competencias específicas (Tabla 3), que complementan las existentes, y se distribuyeron en los dominios (subgrupos de competencias) planteados por ASCOFAME, la Academia Nacional de Medicina y el Ministerio de Salud; se crea un nuevo dominio específico, que es el de Gremialidad.
Nota: las competencias que aparecen en negrita corresponden a las redactadas a partir de este trabajo “Descripción de las competencias del neurólogo clínico en Colombia 2019”.
Nota: 1 Se propone modificar el dominio “Docente” y denominarlo “Educación”, porque este último es un término más amplio que permite incluir las labores de enseñanza cotidiana que hace el profesional con sus pacientes y otros miembros de la comunidad no universitaria. 2Nuevo dominio propuesto por la autora
DISCUSIÓN
Aunque estas competencias fueron pensadas para Colombia, nuestro país es tan rico en diversidad, que posee distintos contextos, y corresponde a cada profesional y/o institución definir cuáles y en qué grado se aplican a sus condiciones 14,15. En Estados Unidos se utiliza un instrumento para clasificar de forma explícita el nivel de desarrollo de cada competencia, de 0 a 5, de acuerdo a las actividades que el individuo es capaz de realizar; así, cada hospital define qué tan competente necesita ser un neurólogo para trabajar allí, y qué esperar en cada año de posgrado. Muchas de las competencias del neurólogo estadounidense, no subespecialista, deben desarrollarse hasta el nivel 3 o 4, mientras que para ser docente, deben lograrse el nivel 5 15. Queda entonces la tarea de jerarquizar las competencias a la luz del escenario individual, dentro de este escenario colectivo nacional.
Algunas pueden parecer exageradas, porque actualmente no se hacen, como la telemedicina y teleducación; ojalá que pasen de ser una utopía, a convertirse en una visión que genere proyectos para su realización. Las limitaciones del presente estudio son la falta de participación de varios líderes, además de neurólogos con opiniones valiosas que no fueron incluidos por las definiciones metodológicas que exige cualquier trabajo de investigación. Sería conveniente que este trabajo fuera revisado y de alguna manera validado por líderes de la neurología que no hubieran participado en este trabajo, para que así estos sean una construcción permanente.
CONCLUSIONES
Este trabajo enriquece la escasa bibliografía existente sobre el perfil y competencias del neurólogo en Colombia 1. Es indispensable elaborar indicadores de desempeño para cada competencia 14,15, que permitan utilizarlas realmente, y dado que las competencias dependen de las condiciones geográficas, sociopolíticas y epidemiológicas del ejercicio médico, se deben reevaluar periódicamente. Se trata pues, de un proceso continuo, que pretende procurar una mayor comprensión del entorno y de sus labores profesionales.