Introducción1
La adquisición del nivel segmental del español como lengua segunda (ELE) por parte de hablantes italianos ha sido explorada en general en las interlenguas de algunas variedades de hablantes, pero aún escasean los trabajos sobre los distintos parámetros que condicionan su evolución. Aquí nos ocuparemos de estudiar la adquisición fonética en un contexto de didáctica formal en un corpus oral de diálogos task-oriented, con base en la observación de la pronunciación de uno de los fonemas que mayores problemas plantea al hablante italiano por su contraste con el español: el fonema oclusivo bilabial sonoro /b/.
Tras repasar la bibliografía sobre el tema, propondremos los resultados a los que hemos llegado en nuestro corpus, con una discusión final sobre los aspectos más problemáticos de su adquisición, que nos permitirá sacar a la luz variables cognitivas, sociales, articulatorias, entre otras, hasta ahora poco indagadas.
Estado de la cuestión
Numerosas han sido las investigaciones dedicadas a la descripción de las diferencias fonológicas y fonéticas entre español e italiano a raíz del desarrollo del análisis contrastivo en los años setenta del siglo pasado2. Sin embargo, se han mostrado más escasos los análisis sobre la competencia fonética en las interlenguas de los aprendices italianos3. Fundamentalmente, vamos a partir en nuestro estudio de los tres trabajos específicos dedicados a la descripción de dichas interlenguas: Gil (2003), Galiñanes y Romero (2004) y Miotti (2014) 4.
El trabajo pionero de Gil (2003) analiza un corpus de cinco alumnas de bachillerato (14-16 años), dos romanas, dos toscanas y una véneta, que en el primer cuatrimestre del curso deben alcanzar una competencia lingüística suficiente para poder seguir con éxito el programa de las asignaturas españolas en el Liceo Italiano de Madrid. Se trata de un contexto de adquisición por inmersión en el que las alumnas estuvieron expuestas al español en ámbito no escolar y escolar, en las horas de las asignaturas impartidas en castellano, sin recibir más que una instrucción gramatical básica en español, es decir, sin estudios fonéticos. La recogida de datos se registró durante una conversación informal de dos horas con el profesor, cuando ya habían transcurrido entre seis y ocho meses de estancia en España. No hay una recogida de textos leídos en contexto de laboratorio.
En dicho estudio no se analiza en detalle el nivel de adquisición de la competencia fonética ni las distintas etapas de adquisición del sistema fonológico, sino solo los procesos cognitivos generales que pueden observarse en su fase inicial. La estudiosa parte del modelo del análisis contrastivo5 para acotar campos de posibles dificultades de aprendizaje, pero tendrá en cuenta, así mismo, principios universales que influyen en el proceso de definición de una interlengua, como los formulados por la hipótesis de marcado universal de Eckman (1992). La estudiosa llega a la conclusión de que la fonología de estas interlenguas se caracteriza por ser más sencilla que la de la L2, pues "no existen variantes combinatorias de fonemas cuyas reglas alofónicas no puedan transferirse desde la lengua nativa" (Gil, 2003, p. 649), y observa que los márgenes de variación de las interlenguas son muy amplios e indefinidos. Constata, además, una semejanza significativa de la IL tomando como base las variaciones diatópicas que se perciben en la L1 de los aprendientes.
Galiñanes y Romero (2004), por su parte, se sitúan en una perspectiva práctica de descripción de las dificultades fonéticas para mejorar su enseñanza, sin plantear generalizaciones sobre modelos teóricos de adquisición. Describen los errores fonéticos de 44 alumnas sardas en un segundo nivel de aprendizaje en un curso universitario de lengua española con cuatro horas semanales de clases. La mayoría de las informantes (un 66 %) declaró hablar sardo corrientemente6. No se especifica si las informantes han recibido enseñanza de la fonética del español. El corpus está compuesto por textos orales grabados en interacción con el profesor y tampoco son textos recitados para la grabación.
Galiñanes y Romero (2004) señalan errores como las vacilaciones vocálicas, la pronunciación de [z] en lugar de [s], de [s] en lugar del fono interdental fricativo sordo [9], el mantenimiento del fonema labiodental sonoro /v/ y la incapacidad de pronunciar los alófonos "fricativos" de /b/, observaciones que confirman las señaladas en el trabajo de Gil (2003).
Ahora bien, desde nuestro punto de vista, el aspecto más relevante del trabajo de Galiñanes y Romero (2004) remite a la influencia de la lengua sarda en el aprendizaje de ELE. Según las autoras, la variedad del sardo de Nuoro coincide con el español en el betacismo (es decir, en la concurrencia de los fonemas /b/ y /v/ en un solo fonema /b/ con alófonos oclusivos y aproximantes), en que las consonantes oclusivas sonoras tienen sus fricativas, en la presencia de la [s] alveolar y en la existencia de la interdental fricativa sorda [9]. Dichos elementos, caracterizadores del español, se reflejarían en la interlengua gracias a la transferencia positiva, pues las informantes procedentes de esta zona consiguen diferenciar perfectamente la pronunciación española tanto de [s] como de [9], y los alófonos oclusivos y aproximantes del fonema /b/7.
En el trabajo de Miotti (2014) se vuelven a considerar los procesos cognitivos en la formación de las interlenguas en el nivel segmental, en este caso de hablantes de origen véneto, basándose fundamentalmente, como en el trabajo de Gil (2003), en las estrategias identificadas por Schmid (1994) de congruencia, correspondencia y diferencia. El corpus de estudio está formado por conversaciones y habla de laboratorio de veinte estudiantes prevalentemente de nivel B2 y en mínima parte de C18, procedentes del área de Verona y Vicenza, hablantes que han estudiado español en contexto guiado de lengua extranjera en Italia. Tampoco en este caso se explicita si los estudiantes han recibido enseñanza de los aspectos fonéticos del español. Tras identificar sistemáticamente las tendencias recurrentes en su corpus, el autor pasa en reseña las áreas que presentan mayor dificultad de aprendizaje y más expuestas a la fosilización, con el fin de ayudar a planificar actividades didácticas específicas. También observa casos de influencia diatópica fonética en sus estudiantes9.
Examinemos ahora detenidamente las características articulatorias del fonema /b/ en sus variantes españolas e italianas nativas. En ambas lenguas presenta un modo de articulación oclusivo con cierre total de los labios. Su articulación se produce en tres tiempos: implosión, oclusión y explosión (Hidalgo & Quilis, 2012). Es un fonema sonoro en posición prenuclear (Miotti, 2013) que en español presenta variantes tanto oclusivas como aproximantes debidas a su distribución y contorno fónico, sin que por ello varíe el valor significativo de la palabra en que se encuentran, es decir, presenta dos alófonos en distribución complementaria en posición silábica prenuclear: oclusivo bilabial sonoro [b], cuando está precedido de pausa o de consonante nasal, y aproximante bilabial sonoro [p] en los demás casos, también tras /r/ y en posición final de sílaba o palabra. El fonema responde a la ortografía "b" y "v" indistintamente. He aquí algunos ejemplos de alófonos oclusivos [b] en español: ['baso]10 "vaso", [um 'baso] "un vaso", ['berpo] "verbo"; y de alófonos aproximantes [p]: [el 'Paso] "el vaso", ['lopo] "lobo", [esta'Pjen] / "está bien", ['alpa] "alba", [apso'luto] "absoluto", [su'plime] "sublime", [suple'par] "sublevar"11.
El fonema italiano presenta el mismo punto y modo de articulación del fonema oclusivo bilabial sonoro español; no obstante, no muestra la misma variación alofónica, pues encontramos un solo alófono oclusivo en todas las posiciones: [per'be:ne] "per bene", [biz'be:tiko] "bisbetico" y [sibistitPtJa:vano] "si bisticciavano"12.
Dadas las consideraciones precedentes sobre la influencia de la variación diatópica, será útil describir las características fonéticas regionales del fonema italiano. En Toscana y en el Centro-Sur este fonema puede realizarse como aproximante bilabial [p], pero en el Centro-Sur también puede alargarse y geminarse [bb]: ['ru:pa] ['rub:ba] "ruba"; [la' par:ka] [lab'bar:ka] "la barca". Por otro lado, también en el Centro-Sur puede producirse una sonorización del fonema bilabial sordo con resultados como ['tjir|gwe im'bund:o] "cinque in punto" (Canepari, 1992). También puede ser conveniente señalar que el fonema fricativo labiodental sonoro italiano /v/ (inexistente en español) puede tener realizaciones como aproximante bilabial [p]13 en varias zonas centro-meridionales: ['<<a: pa] "fava".
Gil (2003) nos señala que en su corpus de hablantes no nativos la única variante presente del fonema bilabial es la oclusiva (no aparecen en él alófonos aproximantes). Así mismo, ella (2003) percibe el uso, en la interlengua inicial, de la fricativa labiodental sonora [v] en contextos de uso del fonema oclusivo bilabial sonoro /b/ español. Galiñanes y Romero (2004) notan, por su parte, respecto al fonema que nos ocupa, que sus informantes sardas tienden a la pronunciación de las oclusivas bilabiales como geminadas, pero no dan cuenta de las condiciones de aparición de este fenómeno ni en la L1 ni en las interlenguas.
El estudio de Miotti (2014) sobre los hablantes vénetos de su corpus confirma la prevalencia de realizaciones de tipo oclusivo tanto en contextos oclusivos como aproximantes14. Sin embargo, respecto al corpus de Gil (2003), Miotti (2014) percibe la aparición de alófonos aproximantes en contextos apropiados (especialmente tras vocal, principal contexto de debilitación consonántica), en variación libre con los oclusivos y con frecuencias variables según los sujetos, si bien menores respecto a los predominantes alófonos oclusivos. El estudioso (2014) considera que dicho contexto favorece el proceso natural de lenición, ya manifiesto en el español y presente en muchas lenguas, que transforma las oclusivas en continuas (constrictivas o aproximantes). Respecto al grafema "v", observa que su pronunciación como fricativa labiodental (fonema /v/) es prevalente en su corpus cuando se presentan palabras con la grafía "v", y señala, además, que en los casos esporádicos en que no se presenta la interferencia se da una realización tanto oclusiva como aproximante.
Otro de los aspectos fonéticos observados por Miotti (2014) en su corpus, concierne a la pronunciación del fonema /b/ en un contexto aproximante como el de la posición preconsonántica. En estos casos los aprendientes presentan generalmente realizaciones de tipo oclusivo, manteniendo intactas las colas biconsonánticas: [obs'takulo], no presentes en el habla espontánea española. No se especifica si este fenómeno se manifiesta en el habla espontánea o en la de laboratorio.
Los datos que nos han propuesto las investigaciones dedicadas a la adquisición del fonema oclusivo bilabial sonoro en distintos contextos didácticos (inmersión versus no inmersión; habla de laboratorio / habla semiespontánea, nivel de competencia inicial versus nivel medio y avanzado), nos presentan un panorama de gran variabilidad y con una cierta discordancia entre sí. Esto nos ha llevado a plantearnos algunos interrogantes como, por ejemplo: a) ¿qué variables didácticas parecen favorecer la pronunciación del alófono aproximante del fonema /b/ en las interlenguas italianas?; b) ¿en qué condiciones se da la interferencia grafémica con el fonema fricativo labiodental sonoro /v/?; c) ¿será posible evitar la fosilización de la pronunciación de /b/ determinada por el sobreúso del alófono oclusivo?; d) ¿existen otros factores diatópicos no considerados aún en las descripciones de adquisición de este segmento?; e) ¿es posible identificar una evolución en la adquisición de este fonema?
A continuación, tras explicar la metodología que aplicaremos, intentaremos responder algunas de estas preguntas con los datos de nuestro estudio.
Marco teórico
La interdependencia en el nivel fónico entre la L1 y la L2 se demuestra especialmente evidente: los problemas que los discentes tienen para percibir sonidos y contrastes fonéticos de la segunda lengua están relacionados de forma compleja pero sistemática con las categorías fónicas existentes en su lengua materna. La hipótesis de la interlengua -desarrollada por Selinker (1972) y Corder (1974)-supone que el aprendiz de L2 posee códigos lingüísticos que le son propios y que no se identifican con los de la L1 ni con los de L2. La fonología puede funcionar con independencia de la L1 y de la L2 de acuerdo con un sistema basado parcialmente en las dos y condicionado por otros factores como los universales lingüísticos o las estrategias comunicativas. Si combinamos esta teoría con las últimas versiones de las hipótesis de Eckman ("hipótesis de conformidad con la estructura") se puede prever que causarán dificultad aquellas áreas de la L2 que difieren de la L1 y que además sean más marcadas, así como aquellas otras que presenten un grado considerable de marca, independientemente de si constituyen o no diferencias entre la L1 y la L215.
La segunda cuestión teórica que nos planteamos en nuestro estudio concierne a las consecuencias derivadas de la modalidad de adquisición (en inmersión o en enseñanza formal16). Sabemos que la inmersión en la L2 influye en el proceso de adquisición de su sistema fónico: está comprobado que a menudo quien reside un periodo en el país donde se habla la lengua que está estudiando consigue mejores resultados que quien no ha tenido esta posibilidad (tanto en la percepción de los sonidos como en su producción17). Sin embargo, no siempre ocurre así. La permanencia en un contexto favorable no garantiza que el aprendizaje se lleve a cabo con éxito. Un problema metodológico importante que se refiere a esta cuestión es el de cómo medir la variable de la cuantificación de la exposición al nuevo idioma. Por otro lado, la adquisición guiada, es decir, constituida por el proceso de aprendizaje de la L2 en el aula, no siempre prevé la enseñanza fonética18.
Metodología
Analizaremos el uso y la evolución de la pronunciación de nuestro fonema en el corpus oral E.L.E.I. (Español Lengua Extranjera en Italia), concretamente, en los diálogos task-oriented de este corpus22. La recogida de los datos se realizó periódicamente a finales del segundo semestre durante los tres años de duración de los cursos de Lengua Española en la Facultad de Lenguas y Literaturas Extranjeras de la Universidad de Salerno. Esto nos permite distinguir tres niveles de adquisición: un nivel elemental (que hemos cuantificado tras 120 horas de didáctica), un nivel intermedio (tras 240 horas) y un nivel avanzado (tras 360 horas). La muestra de informantes está formada por estudiantes universitarios españoles e italianos entre 19 y 25 años de edad. La recogida de textos se organizó tanto para ilustrar el desarrollo de la competencia comunicativa de un mismo alumno -recogida longitudinal- como para mostrar el desarrollo de un tipo de texto específico -recogida transversal-. El diseño del corpus dialógico permite establecer un contraste entre un corpus central (Salerno) y dos corpus paralelos dialógicos de control (el de nativos españoles Diespa19 y el de nativos italianos CLIPS20). Respecto al corpus de aprendices de español se han
recogido 21 diálogos en el primer año, 11 en el segundo y 7 en el tercer año, de un total de 223 minutos y 59 segundos de grabaciones. Han participado 42 hablantes en el primer año, 20 en el segundo y 13 en el tercero.
En el primer año de curso -y solo en este curso- se ha suministrado a los estudiantes una serie de clases sobre la fonología y la fonética españolas y se ha practicado en el aula activamente la pronunciación de los alófonos oclusivos y aproximantes del fonema /b/.
Resultados
A continuación, mostramos las tablas con los resultados longitudinales obtenidos en las tres anualidades, comenzando por el nivel elemental. Los cuatro primeros alófonos presentes en la tabla son correctos; los cinco siguientes, señalados con asteriscos, en cambio, son erróneos:
I nivel | Hablante 14 | Habla 26nte | Hablante 38 | Hablante 45 | Total | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1. Alófono [b] - "b" | [um'barco] | 1 | [tam'bien] | 2 | 0 | [um'barco] | 1 | 12 | |
[tam'bien] | 7 | [tam'bien] | 1 | ||||||
2. Alófono [b] - "v" | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | ||||
3. Alófono | 0 | [di'Puxo] | 3 | 0 | 0 | 5 | |||
[β] - "b" | [nuPes] | 2 | |||||||
4. Alófono [P] - "v" | [se'Pe] | 2 | [ke'Pa] | 1 | [se'Pe] | 1 | [dePaka'9jones] | 39 | |
[sulla'Pela] | 2 | [se'Pe] | 4 | [a'Pela] | 1 | ['pueSo'Per] | |||
[las'Pelas] | 2 | [se'Pen] | 1 | [salPa'xente] | 2 | ['es P er'da] | |||
[salPa'xente] | 1 | ['wePo] | 1 | ['ÁePa] | 1 | ['ÁePa] | |||
[salPa'xentes] | 4 | ['wePo] | |||||||
['wePas] | 1 | ||||||||
['wePo] | 3 | ||||||||
['weP] | 1 | ||||||||
['nuPolas] | 2 | ||||||||
215 Alófono [b] por [P] - "b" | 0 | [di'buxo] | 1 | 0 | ['sabes] | 1 | |||
*6. Alófono | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | ||||
[b] por [P] | |||||||||
"v"22 | |||||||||
*7. Alófono | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | ||||
[P] por [b] | |||||||||
- "b"23 | |||||||||
*8. Alófono | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | ||||
[P] por [b] | |||||||||
- "v" 24 | |||||||||
9. *Alófono | [dozvi'netas] | 1 | [se've] | 1 | [ve] | 1 | 0 | 7 | |
[v] - "v" | [ezver'da] <sp> [ves] [vez've] | 1 1 1 | [vale] | 1 | |||||
Total | 30 | 16 | 7 | 12 | 5 |
Un aspecto común a los cuatro hablantes es la tendencia a pronunciar como alófono oclusivo el fonema cuando está representado con el grafema "b" y como aproximante cuando está representado por "v". El hablante 26 pronuncia con el grafema "b" en dos ocasiones el alófono aproximante: en un caso en variante libre con el alófono oclusivo [di' uxo] / [di'buxo]; los hablantes 14, 38 y 45, en cambio, no presentan ningún caso del alófono aproximante con "b"; este último, en el único contexto en que debería hacerlo, pronuncia su correspondiente oclusivo ['sabes]. Ahora bien, cuando el fonema /b/ se presenta bajo la representación de la letra "v", la situación mejora sensiblemente: todos los hablantes tienden a pronunciar el alófono aproximante: [ÁePa], [nuPolas], [nwePe].
II nivel | Hablante 14 | Hablante 26 | Hablante 38 | Hablante 45 | Total | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1. | [sombas'tan- | 1 | [umbo'ton] | 1 | [um'boske] | 1 | [um'boske] | 2 | 35 |
Alófono | te] | 8 | [tam'bien] | 5 | [tam'bien] | 7 | ['ombre] | 1 | |
[b] "b" | [tam'bien] | 3 | ['ombre] | 4 | ['ombre] | 2 | |||
['ombre] | |||||||||
2. Alófono [b] "v" | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | ||||
3. | ['arPoles] | 2 | [ka'PaÁo] | 1 | ['arPol] | 1 | ['saPes] | 1 | 16 |
Alófono | [a' Paxo] | 2 | [ka'Pe9a] | 1 | ['yerPa] | 1 | |||
[P] "b" | [axa'Pado] | 1 | [ka'PaÁo] | 1 | |||||
[axa' Pada] | 1 | ||||||||
[ha'riPa] | 4 | ||||||||
4. | [se'Pee] | 1 | [se'Pee] | 1 | [se'Pe] | 1 | [es'ta' P jendo] | 2 | 23 |
Alófono | [aa'Pe] | 2 | [se'Pe] | 2 | [elPiSeofo- | 1 | [laPi'neta] | 3 | |
[P] "v" | [es'ta'Pjendo] | 1 | [es'ta'Pjendo] | 1 | 'nino] | ['moPil] | 1 | ||
[telePi'sjon] | 3 | [tele P i'sor] | 3 | ||||||
[auto'moPil] | 1 | ||||||||
5. | [ka'baÁo] | 2 | [ka'baÁo] | 2 | [ka'baÁo] | 2 | ['lobo] | 1 | 25 |
*Alófono | [ka'beÁos] | 1 | [a'baxo] | 1 | [kaba'lero] | 2 | |||
[b] por | [a'bjerta] | 1 | ['lobo] | 1 | |||||
[P] "b" | [de'baxo] | 1 | |||||||
interv. | [a'riba] | 4 | |||||||
[di'buxo] | 4 | ||||||||
['lobo] | 3 | ||||||||
6. *Alófono [b] por [P] "v" interv. | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | ||||
7. *Alófono [P] por [b] "b"paus/ nas. | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | ||||
8. *Alófono [P] por [b] "v"paus/ nas. | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | ||||
9. Alófono [v] por [b] "v" | 0 | 0 | <mh> [vale] | 1 | 0 | 1 | |||
Total | 45 | 22 | 20 | 13 | 100 |
En lo concerniente al fonema /b/ bajo la letra "b", el número de ocurrencias aumenta en el segundo año como consecuencia de la mayor fluidez correspondiente al incremento de competencia comunicativa. En el hablante 14 es posible notar la variación libre entre el alófono correcto aproximante en [a'Paxo] o [ha'riPa] y el incorrecto oclusivo [de'baxo] y [a'riba]. También en el hablante 26 se nota la misma variabilidad de pronunciación entre [ka'PaÁo] y [ka'baÁo]. El hablante 38, por su parte, parece percibir los dos alófonos: el oclusivo [tam'bien], ['ombre] y el aproximante ['arPol] ['yerPa]; pero también presenta variación libre en [ka'PaÁo] / [ka'baÁo]. El hablante 45, que usa la expresión "sabes" como marcador discursivo, en el segundo año la pronuncia correctamente con el alófono aproximante ['saPes] en lugar del oclusivo, como la había emitido en el primero. Es de observar que la palabra ['lobo] es pronunciada por todos los hablantes con el alófono oclusivo.
Las realizaciones aproximantes aparecen correctamente tanto en la pronunciación del fonema /b/ en su representación como "v" y como "b", si bien aumentan contemporáneamente las pronunciaciones incorrectas como oclusivo, especialmente si están representadas con "b". El fonema /v/ va desapareciendo de la pronunciación de todos los estudiantes; no obstante, está presente aún en casos esporádicos. El panorama en este nivel aparece confuso e impreciso.
III nivel | Hablante 14 | Columna1 | Hablante 26 | Columna2 | Hablante 38 | Column7 | Hablante 45 | Column9 | Total |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1. Alófono [b] “b” | [tam’bien] | 4 | [tam’bien] | 4 | 0 | 0 | 12 | ||
[‘nombre] | 1 | ||||||||
[um’braθo] | 3 | ||||||||
2. Alófono [b] “v” | 0 | 0 | 0 | 0 | |||||
3. Alófono [β] “b” | [‘arβoles] | 2 | [‘arβol] | 2 | 0 | 0 | 13 | ||
[di’βuxos] | 1 | [di’βuxo] | 1 | ||||||
[‘loβo] | 7 | ||||||||
4. Alófono [β] “v” | [βerti’kales] | 1 | 5 | ||||||
[‘polβo] | 1 | ||||||||
[‘ʎeβa] | 2 | ||||||||
[tu’βjera] | 1 | ||||||||
5. *Alófono [b] por [β] “b” | [di’buxos] | 3 | [di’buxo] | 1 | 0 | 10 | |||
[de’baxo] | 1 | [a’baxo] | 11 | ||||||
[‘lobo] | 3 | [a’bjerta] | 1 | ||||||
6. *Alófono [b] por [β] “v” | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | ||||
7. *Alófono [β] por [b] “b” | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | ||||
8. *Alófono [β] por [b] “v” | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | ||||
9. *Alófono [v] “v” | [se’ve] | 1 | 1 | ||||||
Total | 14 | 36 | 1 | 0 | 51 |
En el tercer nivel los datos son más escasos, si bien parecen indicar una cierta estabilidad respecto al segundo nivel de competencia. El hablante 14 mantiene un número abundante de pronunciaciones equivocadas del alófono [p], con variación libre en [di'buxos] / [dipuxos] y la persistencia de errores de segundo: [di'buxos], [de'baxo], ['lobo]; es decir, parece desorientado; en el hablante 26 muestra estabilizarse la pronunciación correcta del fonema con sus dos alófonos, tanto si están representados con "b" como con "v".
Resumiendo los resultados longitudinales, podemos observar: a) que el alófono oclusivo [b] correspondiente a la letra "b" se pronuncia siempre correctamente; b) que todos los discentes perciben el alófono aproximante y lo saben pronunciar desde los primeros estadios hasta el más avanzado, tanto con la letra "b" como con la letra "v" (en cuyo caso se pronuncia siempre correctamente); si bien se observa un estancamiento de la tendencia positiva de identificación del alófono aproximante en el nivel más avanzado respecto al intermedio; c) que no se dan pronunciaciones aproximantes cuando deberían darse oclusivas, es decir, no se da intercambio de [p] por [b]; d) que en el corpus no aparecen ejemplos de pronunciación en las casillas 2 (alófono [b] con "v"), *6 (alófono [b] por [p] con "v"), *7 (alófono [p] por [b] con "b") y *8 (alófono [p] por [b] con "v"), es decir, no se dan ejemplos de pronunciación del alófono oclusivo si está escrito con "v", tanto el correcto tras pausa o nasal [imbjerno] "invierno", como el incorrecto en posición intervocálica *[kaba] "cava"; del incorrecto alófono aproximante escrito con "b" tras pausa o nasal *[umpanko] "un banco" o escrito con "v" *[imPjierno] y, por último, d) que se dan marcadas diferencias idiosincráticas en la evolución de la interlengua. El hablante 14 presenta una performance que se mantiene en un nivel bajo (30 % de ocurrencias correctas del alófono aproximante) sin mejorar a lo largo de los años; el hablante 26, en cambio, presenta una buena pronunciación del alófono [ p] (lo pronuncia en un 83.3 % de las ocurrencias en el primer año, en un 100 % en el segundo, y en un 83.3 % en el tercero); los hablantes 38 y 45, en los niveles en que tenemos ocurrencias, muestran una performance mediana (con un porcentaje en torno al 50 %).
Veamos qué ocurre, en cambio, con los datos transversales:
I año | II año | III año | ||
1. Alófono [b] "b" | 243 | 141 | 90 | 474 |
2. Alófono [b] "v" | 125 | 0 | 0 | 1 |
3. Alófono [P] "b" | 60 | 70 | 97 | 227 |
4. Alófono [P] "v" | 330 | 74 | 61 | 465 |
5. *Alófono [b] por [p] "b" | 94 | 2 | 90 | 271 |
6. *Alófono [b] por [p] "v" | 226 | 0 | 0 | 2 |
7. *Alófono [P] por [b] "b" | 0 | 0 | 0 | 0 |
8. *Alófono [P] por [b] "v" | 0 | 0 | 0 | 0 |
9. *Alófono [v] "b" | 18 | 0 | 0 | 18 |
10. *Alófono [v] "v" | 12 | 4 | 5 | 21 |
Total | 760 | 381 | 343 | 1484 |
Se puede observar en esta última tabla que en los hablantes meridionales de nuestro corpus: a) es muy acentuado el dualismo en el primer año entre alófono [b] y el grafema "b" (243 ocurrencias) y el alófono [p] y el grafema "v" (330 ocurrencias); b) en el primer año se manifiesta un alófono inexistente en español [v] (12 ocurrencias), que va desapareciendo sin riesgo de fosilización (4/5 ocurrencias en el segundo y tercer nivel); aparece especialmente en palabras con el mismo origen latino: vela, viento, verdad, viñeta, vale y con los verbos ver y venir/ir ("va"). Se puede notar que esta pronunciación aparece casi siempre en contexto fonotáctico tras pausa o nasal; c) el dualismo observado en el punto a) sigue manifestándose con intensidad en el segundo y en el tercer nivel. En el segundo nivel encontramos: [b] de "b" con 141 ocurrencias, [p] de "v" con 74 ocurrencias sobre 381 totales; en el tercero [b] de "b" con 90 ocurrencias, [p] de "v" con 61 ocurrencias de 343 totales. Así y todo, la intensidad de la tendencia a identificar el alófono oclusivo con el grafema "b" y el aproximante con el grafema "v" parece debilitarse respecto al primer nivel; d) la tendencia a identificar grafema y pronunciación se percibe así mismo en el error de la pronunciación oclusiva en contextos fonotácticos aproximantes, que se mantiene a lo largo de los tres niveles (94-92-90), con riesgo de fosilización; e) no se dan alófonos [v] ni [p] en contextos oclusivos (solo aparecen 2 ocurrencias de este último en el primer año) y f) no se dan alófonos oclusivos en contextos aproximantes cuando el grafema es la "v" en ningún nivel.
Por último, hemos podido observar algunas regularidades concernientes a un contexto articulatorio que produce errores de pronunciación en relación con las vocales con las que coarticula la pronunciación del fonema /b/.
I | II | III | |||||
VCV | [β] | [b] | [β] | [b] | [β] | [b] | Total |
ACA | 1 | 21 | 12 | 3 | 1 | 38 | |
ACE | 4 | 1 | 1 | 2 | 3 | 8 | 19 |
ACI | 3 | 1 | 2 | 4 | 1 | 11 | |
ACU | 1 | 1 | |||||
ECA | 1 | 9 | 1 | 1 | 12 | ||
ICA | 1 | 4 | 8 | 1 | 14 | ||
ICU | 17 | 25 | 1 | 24 | 14 | 35 | 117 |
OCA | 3 | 12 | 16 | ||||
OCO | 1 | 1 | 19 | 21 | 18 | 59 | |
UCE | 12 | 10 | 3 | 25 | |||
UCI | 1 | 1 | |||||
Total | 39 | 47 | 32 | 71 | 58 | 65 | 312 |
Como puede apreciarse en la tabla, según la posición de la lengua y la disposición de los labios de las vocales, existe una tendencia marcada a pronunciar correctamente el alófono aproximante en contextos en que la primera vocal es posterior [o, u] con labios redondeados y la segunda es la central [a] o las vocales anteriores [e,i]: "escoba" [es'koBa] (13 pronunciaciones correctas sobre 13 ocurrencias) o "probablemente" [pro'BaBle'mente) (3 correctas sobre un total de 3 ocurrencias). Sin embargo, cuando la primera vocal es anterior o central y la segunda posterior, la tendencia a cometer errores se acentúa; véase en "la boca" [la'boka] (9 ocurrencias erróneas de 9), "debajo" [de'baxo] (14 errores de un total de 16) o "arriba" [a'riba] (10 errores de 14).
Discusión
El análisis de ambos corpus (longitudinal y transversal) nos permite afirmar: i) que el alófono oclusivo [b] resulta pronunciarse siempre bien cuando está representado por el grafema /b/; ii) que todos los discentes perciben el alófono aproximante y lo saben pronunciar desde el nivel elemental hasta el más avanzado con un cierto grado de dominio. Se plantea la hipótesis de que esta competencia se deba a una influencia de la variedad diatópica del italiano meridional, en la que tanto el fonema oclusivo bilabial /b/ como el fonema fricativo labiodental sonoro /v/ poseen un alófono aproximante [ p]27; iii) que son escasísimos los casos en que se producen pronunciaciones aproximantes cuando deberían darse oclusivas, es decir, confirmando las observaciones de Gil (2003) y Miotti (2014), tampoco en nuestro corpus se da intercambio de [p] por [b]; iv) que en los primeros estadios de pronunciación se da un alófono fricativo labiodental sonoro procedente de la L1 [v], pero que este alófono tiende a desaparecer en las fases sucesivas; v) que se dan diferencias idiosincráticas en la evolución de la interlengua.
Sobre la evolución de la competencia fonética en este corpus se puede decir: i) que tanto quien presenta una baja performance (hablante 14) como quien actúa con bastante corrección (hablante 26), tienden a mantener sus niveles de performance en los dos estadios más avanzados; ii) que en un primer nivel se da una identificación entre el grafema y la pronunciación: identificación que corresponde a la L1 pero no a la L2; iii) que esta tendencia a identificar grafema y pronunciación entra en crisis en el segundo nivel de competencia, pero no se resuelve tampoco ni en este ni en el tercer nivel.
A continuación, plantearemos una serie de cuestiones que las reflexiones anteriores han permitido perfilar con mayores detalles.
Cuestiones metodológicas
En nuestro estudio de corte funcionalista nos hemos ocupado de sacar a la luz algunas de las variables que intervienen en la adquisición de este segmento fonético. Para comprenderlas a fondo, un apartado insoslayable en esta discusión es la relación entre la L1 y la L2, aspecto encarado en todas las investigaciones anteriores. Para ello, vamos a contextualizar nuestras observaciones acerca de las variables poniéndolas en relación con los trabajos de Miotti (2014) y Gil (2003). Ni en el del primero (sobre la adquisición en enseñanza guiada), ni en el de la segunda (sobre la adquisición por inmersión) se proporcionan datos cuantitativos acerca del proceso didáctico o de adquisición. Aunque esta carencia podría dificultar la comparación de resultados, sus certeras reflexiones cualitativas nos permiten realizar un cotejo.
Así pues, en el corpus estudiado por Gil (2003) se constata que la única variante presente del fonema bilabial es la oclusiva y que están ausentes los alófonos aproximantes. La estudiosa explica así tal sobreúso del alófono oclusivo:
Al percibir un cierto grado de semejanza entre los sonidos oclusivo y fricativo o espirante, los adquirientes convierten, por una estrategia de correspondencia, la realización fricativa a la única solución que ofrece su lengua nativa. En este caso, la L1 actúa como un filtro de percepción del input sobre la L2, esto quiere decir que la variante oclusiva del castellano se percibe como la única y común a ambas lenguas, aunque su presencia en la interlengua no siempre coincide con la realización efectiva en la L2. La única solución de las oclusivas sonoras en todos los contextos tiende a permanecer arraigada durante mucho tiempo, pues, de acuerdo con la noción de grado relativo de dificultad universal definida por la Hipótesis de Marcadez de Eckman, las zonas de la L2 que difieren de la L1, y son más marcadas que en la L1, - y precisamente en italiano, al no existir variantes fricativas en las oclusivas lo son - son especialmente difíciles. (Gil, 2003, p. 644)
Ahora bien, no ocurre lo mismo en nuestro corpus, en el que aparecen alófonos aproximantes en todos los niveles de interlengua. Podríamos hablar, a todos los efectos, de interlenguas diferenciadas según la variedad diatópica subyacente del italiano.
Por otro lado, ya28 Gil (2003) había constatado el uso, en la interlengua inicial, de la fricativa labiodental sonora /v/ en contextos de uso del fonema oclusivo bilabial sonoro /b/, observando que normalmente esta interferencia tiene una naturaleza cognitiva. En su opinión, esta pronunciación se genera en un léxico muy frecuente de común origen latino (ej. [ven] o [pri'vada]), y de idéntica representación grafemática (García, 2003), sometido a un proceso de fácil identificación por medio de operaciones intelectuales como la lectura o la escritura29. Nuestro corpus confirma esta relación entre la pronunciación del fonema /v/ y los contextos etimológicos comunes entre el italiano y el español: vela, viento, verdad o vale30 .
Por su parte, Miotti (2014) confirma la prevalencia de realizaciones de tipo oclusivo tanto en contextos oclusivos como aproximantes en los hablantes vénetos de su corpus. Como nosotros, también este autor percibe la aparición de alófonos aproximantes en contextos apropiados, en variación libre con los oclusivos y con frecuencias variables según los sujetos, si bien menores respecto a los predominantes alófonos oclusivos.
Respecto al grafema "v", Miotti (2014) señala que la pronunciación del fonema /v/ es prevalente en su corpus con esta grafía y explica que:
La persistenza di [v] (sempre in corrispondenza di "v"), pure nella pronuncia dei pochi apprendenti che mostrano percentuali abbastanza significative di rese continue di /b,d,g,/ nei contesti appropriati, può essere imputata alla somiglianza acustica e articolatoria (e quindi percettiva) tra [alófono approssimante] e le realizzazioni labiodentali proprie degli apprendenti veneti, la cui articolazione (di tipo semi-costrittivo, come s'è detto) è caratterizzata da un rumore di frizione piuttosto ridotto, a causa del minor grado di costrizione del tratto vocale rispetto alle vere articolazioni costrittive. (Miotti, 2014, p.240)
Nuestro estudio demuestra que también hablantes de la variedad italiana meridional presentan este tipo de pronunciación del alófono aproximante, por lo que tal influencia no ha de imputarse únicamente a la variedad véneta.
Es interesante, a este propósito, la reflexión de Gil (2003) sobre la problemática distinción entre fonemas y alófonos en la interlengua: los aprendices tienden a organizar el nuevo sistema con una tendencia a la simplificación que modifica el estatus de los sonidos en cuestión. Según esta estudiosa (2003), se identifican en un primer momento los fonemas inexistentes en la L2 con los comunes a la L1 y L2, y no se incluyen, excepto en situaciones reconducibles a préstamo léxico, fonemas de la L1.
Sin embargo, en nuestro corpus hemos podido observar cómo los sonidos de la L1 se reorganizan usando incluso un fonema inexistente en español como el fonema /v/ (las palabras de origen latino no pueden considerarse préstamos, sino que se trata de palabras patrimoniales tanto en italiano como en español).
En el caso que nos ocupa, las interlenguas de los primeros niveles de competencia mantienen los sonidos de la L1 (alófono oclusivo del fonema /b/ y alófono aproximante y fricativo de /v/), combinándolos en nuevas relaciones más afines a las de la L2. En esa coexistencia de los dos fonemas /b/ y /v/, el primero presentaría un solo alófono [b] en correspondencia con el grafema "b" (regla ligada a la L1); el segundo, en cambio, poseería dos realizaciones fonéticas: una aproximante /p/ (presente en la variedad diatópica del italiano meridional) y una fricativa [v] (presente en el fonema /v/ de la L1); ambas corresponden al grafema "v" (regla ligada a la L1). El alófono fricativo aparece en posición inicial de palabra o tras pausa; el aproximante en los demás contextos intervocálicos (regla de la interlengua). Estas reglas son nuevas, dependen directamente de la interlengua.
En un segundo nivel de competencia, en cambio, el sistema vuelve a reorganizarse y se pierden las reglas de la L1 ligadas al grafema. El aprendiz percibe que en la L2 no existe relación biunívoca entre los grafemas "b" y "v" y los alófonos oclusivo y aproximante. En ese momento de toma de conciencia, comienza a percibir las "nuevas" reglas de la L2, pero sin renunciar aún a las reglas grafemáticas de la interlengua inicial que continúan actuando junto con las nuevas de la L2. En nuestro corpus, esta etapa de la interlengua parece persistir, según la competencia individual, durante la segunda y la tercera anualidad, con riesgo de fosilización.
Variantes diatópicas e interlengua
Gil (2003) constata una semejanza significativa de las interlenguas tomando como base las variaciones diatópicas que se perciben en la L1 de los aprendientes31. Así mismo, Miotti precisa que
(...) la casistica degli errori fonici è in stretta dipendenza dalla varietà d'italiano di partenza. L'etichetta generica d' "italiano", di cui spesso ci s'accontenta in letteratura, non permette d'apprezzare la varietà e la complessità dei fenomeni d'interferenza che possono emergere in parlanti con la stessa L1 di partenza, ma di diversa estrazione regionale. (Miotti, 2014, p. 230)
Como acabamos de señalar en los resultados del análisis de nuestro corpus, en las nuevas reglas fonológicas de las interlenguas desempeña un papel importante el alófono aproximante del fonema /v/ presente tanto en la variedad véneta como en la variedad diatópica meridional. Ulteriores profundizaciones merece el "rafforzamento sintattico" típico del habla meridional y la lenición de las oclusivas sordas.
Algunas cuestiones articulatorias
Tras las evidentes transferencias de la L1 a la interlengua, bien positivas bien negativas, cabe notar una tendencia a la simplificación según un parámetro de funcionalidad. Ya Schmid (1994) partía de la hipótesis de que las elecciones de los hablantes no nativos revelan preferencias "naturales" de los sistemas lingüísticos. De ahí que se suelan imponer los modelos de la L1 que presentan ventajas estructurales respecto a la forma de la L2, en el sentido de que proporcionan soluciones más "funcionales" a fines de la producción, de la memorización o de la comprensión de los elementos lingüísticos.
Esto comporta, como afirma Schmid (1994), que la adquisición no ha de explicarse únicamente en términos de procesos cognitivos o sociales, sino que también la naturaleza misma de la lengua como instrumento de comunicación determina el grado de dificultad de las estructuras lingüísticas y con ello el recorrido de los aprendientes. A tal propósito, querríamos señalar que también desempeñan un papel importante en las interlenguas las correlaciones articulatorias ligadas a la coarticulación de nuevos sonidos, aún no enteramente asimilados.
En nuestro caso parece apreciarse una tendencia acusada a pronunciar correctamente el alófono aproximante en contextos en que la primera vocal es posterior [o, u] -con una determinada posición de la lengua y disposición de los labios redondeados- y la segunda es la central [a]: "escoba" [es'kopa], "probablemente" [pro'paple'mente]. Ahora bien, cuando la primera vocal es anterior y la segunda central o posterior, la tendencia a cometer errores se acentúa: "la boca" [la'boka], "debajo" [de'baxo]. En el caso de vocales con los labios redondeados, como por ejemplo en ['lobo], la tendencia por parte de todos los hablantes es a la pronunciación con el alófono oclusivo.
Estos errores se podrían explicar a partir del punto de articulación bilabial del fonema /b/ en relación con el redondeamiento de los labios en las vocales anteriores: si se parte de un sonido vocálico de labios redondeados, en contexto intervocálico de menor tensión articulatoria y con un tercer sonido central o anterior, el aparato bucal tiende a retirar los labios y producir más fácilmente el sonido aproximante que el oclusivo.
Conclusiones
Para finalizar, intentaremos responder las preguntas que nos habíamos planteado al principio de este trabajo. En primer lugar, nos preguntamos qué variables didácticas parecen favorecer la pronunciación del alófono aproximante del fonema /b/ en las interlenguas italianas de Ele. A este respecto, nuestros resultados, especialmente los del segundo año, parecen apuntar al hecho de que una didáctica formal de la fonética favorece la toma de conciencia de la función de los sonidos de la L2 en relación con la L1. Por lo que concierne a la fosilización de la pronunciación oclusiva en contextos fonotácticos aproximantes, una mayor atención a la fonética en la enseñanza de niveles más avanzados podría ayudar a erradicar dicha fosilización.
Tras haber considerado las condiciones de la interferencia grafémica y otros factores diatópicos, creemos poder identificar la siguiente evolución de las interlenguas en la adquisición del fonema /b/, desde un proceso de simplificación sistémica:
Fase 1: Reglas de la L1. Se percibe el mantenimiento de las reglas fonemático-grafémicas basadas en los fonemas /b/ y /v/ italianos.
Fase 2: Reglas de la L1 + Reglas de la L2. En un segundo momento, se empieza a tomar conciencia de la existencia de un solo fonema /b/ en la L2 con dos alófonos, el oclusivo y el aproximante, con la desaparición del fonema /v/ y, en consecuencia, del alófono fricativo. La pronunciación de los dos alófonos no se asigna aún a reglas fijas. Es el momento de mayor variabilidad de las interlenguas.
Fase 3: Reglas de la L2. Esta fase aparece documentada en el hablante 26 del tercer año, en que la conciencia de las reglas alofónicas del español permite un alto nivel de corrección de la pronunciación del fonema /b/.
Si aplicamos las hipótesis de Eckman podemos prever que, como percibimos en nuestros datos, causarán mayor dificultad de adquisición: a) aquellas áreas de la L2 que difieren de la L1 y que además sean más marcadas. En este caso se trata de todos los alófonos aproximantes (ya sea en relación con el grafema "b" que con el grafema "v") y b) las áreas marcadas ya sean semejantes a la L1, como ocurre con los alófonos oclusivos en relación con el grafema "v".
Consideramos, como desarrollo futuro de este tipo de investigaciones fonéticas, más allá de la creación de materiales adecuados para facilitar la conciencia metalingüística e impedir la fosilización de las pronunciaciones oclusivas en todos los niveles didácticos, una eventual profundización en la influencia que las variedades diatópicas del italiano ejercen en la adquisición de las lenguas extranjeras.