Introducción
La pandemia por COVID-19 constituye uno de los mayores desafíos a escala global de esta época. Desde el inicio del brote epidémico en Wuhan (China) hasta la dispersión del Sars-CoV-2 en alrededor de 189 países, la humanidad se ha visto enfrentada a un novedoso virus altamente contagioso y potencialmente letal, que ha causado la muerte de más de un millón de personas en el mundo en un lapso de diez meses1. Al tiempo, las diferentes estrategias de confinamiento instauradas en los territorios han develado problemáticas estructurales y provocado importantes cambios en las dinámicas sociales, con consecuencias a nivel político, y en las condiciones socioeconómicas y de salud de la población, lo que evidencia que la pandemia va más allá de una crisis sanitaria.
Para el caso específico de Colombia, en el país se adoptaron medidas de preparación desde antes de identificar el primer caso en el territorio2 y tras su confirmación, el 6 de marzo de 20203 , se dio inicio a un trabajo conjunto y articulado, con estrategias de contención, mitigación y supresión para disminuir la transmisión del virus y proteger a la población con mayor riesgo de cuadros graves. A la fecha, se han detectado 970 mil casos, más de 29 mil muertes4 y una magnitud todavía desconocida de discapacidad asociada al COVID-19.
Para entender mejor las consecuencias de la pandemia, se ha recomendado utilizar medidas de impacto más precisas que la tasa de mortalidad específica. Así, el Ministerio de Salud y Protección Social estimó el exceso de mortalidad en Colombia en relación con la magnitud de la mortalidad general en los últimos cinco años5 , encontrando un descenso inicial –posiblemente explicado por la disminución de las defunciones por causas externas–, y un incremento posterior coincidente con la reapertura económica y flexibilización de la movilidad.
En este sentido, el análisis de los años de vida potenciales perdidos (AVPP) ofrece una visión complementaria sobre la pérdida que sufre la sociedad debido a las muertes que ocurren prematuramente6. Con el propósito de aportar a la comprensión de los efectos del COVID-19 y asumiendo las implicaciones que supone valorar impactos en medio de una pandemia que todavía no termina, se presenta la estimación de los AVPP por muerte prematura debido a todas las causas de defunción y por COVID-19, para el periodo marzojulio entre los años 2015 y 2020. Se espera que este sea un insumo que ayude al mejor entendimiento, ya no solo de las pérdidas vitales atribuibles al COVID-19, sino del impacto que ha tenido –y continúa teniendo– la pandemia en la población colombiana.
Materiales y métodos
Se llevó a cabo un estudio ecológico, longitudinal y retrospectivo, con fuentes de información secundaria. La unidad de análisis corresponde al país en el tiempo, en el periodo 2015-2020. Se utilizaron las bases de datos anonimizadas de estadísticas vitales, defunciones no fetales (preliminares para 2019 y 2020) y las tablas actuariales locales con la esperanza de vida para cada grupo de edad y sexo, publicadas por el DANE.
Los AVPP no solo tienen en cuenta el número de muertes ocurridas en un lugar y tiempo determinado, sino que también incorporan la edad a la que las personas fallecen, asignando un peso diferente a las muertes según el momento vital en el que acontecen. El indicador se calculó para cada sexo por separado, como se indica a continuación,
donde L corresponde a la esperanza de vida para cada grupo de edad i, i es el punto medio de los intervalos para cada grupo de edad, y d es el número de muertes observadas en cada grupo de edad i.
Inicialmente, el indicador se calculó considerando todas las causas de defunción, y luego, se replicó el análisis tomando en cuenta únicamente las muertes confirmadas por COVID-19 (código CIE-10 U07.1) posterior al proceso de verificación y reclasificación por autopsia verbal, realizada por la Comisión Intersectorial de Gestión de las Estadísticas Vitales7.
Se reportaron las frecuencias absolutas (AVPP) y relativas (tasas de AVPP por cada mil habitantes) para el periodo marzo-julio entre los años 2015 y 2020. Para el cálculo de las tasas se utilizaron las proyecciones y retroproyecciones poblacionales para cada año y sexo, publicadas por el DANE.
Se calcularon proporciones, tasas y razones de AVPP, además del promedio acompañado del intervalo de confianza de 95%; los resultados se muestran a través de gráficos de barras y de tendencias. Para el análisis de la información se utilizó el sofware StataMP® v14.
Resultados
Entre marzo y julio de 2020 se reportaron en Colombia 109 791 muertes por todas las causas y grupos de edad, la mayoría de las cuales acontecieron en hombres (56,4 %) y adultos mayores de 65 años (64,7 %). Estas muertes representan 2 356 420 años que se dejaron de vivir por muerte prematura, para una tasa de 46,8 AVPP por cada mil habitantes (Tabla 1).
Al comparar con los datos históricos, la tasa de AVPP global fue superior en un 4,8 % en relación con la media de AVPP para los últimos cinco años (AVPP por cada mil habitantes), con variaciones según los grupos de edad. Así, los mayores incrementos se observaron entre los adultos a partir de los 40 años. La variación porcentual para los hombres fue ligeramente superior en relación con las mujeres (aumento del 5,2 % y del 4,3 % en los AVPP respectivamente); además, se observaron diferencias de acuerdo con la edad en ambas subpoblaciones (Figura 1).
El análisis de tendencias muestra una magnitud estable en los AVPP por cada mil habitantes, con excepción del año 2017, cuando se presentó un descenso considerable tanto para los hombres como para las mujeres y para todos los grupos etarios. Como se observa en la Figura 2a, la mayor pérdida de años potenciales de vida entre los hombres se presentó en toda la serie de estudio.
Entre tanto, y según grupos de edad, fueron los adultos mayores de 80 años quienes más aportaron a los AVPP, seguidos muy cerca por los niños menores de un año. Nótese que la tendencia observada en la Figura 2b sugiere para el año 2020 un leve incremento en los AVPP de los adultos entre 45 y 64 años, lo mismo que para los adultos entre 65 y 79 años, y para los mayores de 80; caso contrario a lo ocurrido entre los niños menores de un año –con una disminución del 19,5 % con respecto al año inmediatamente anterior–, y entre los niños, adolescentes y adultos menores de 44 años.
Al considerar exclusivamente las muertes confirmadas por COVID-19, entre marzo y julio de 2020 se perdieron en Colombia 237 725,5 años potenciales de vida en la población (Tabla 2), es decir, 4,7 AVPP por cada mil habitantes –estos aportaron el 10,5 % de los AVPP totales observados en el periodo–.
Datos preliminares. n=número de muertes. EV=Esperanza de vida. AVPP=Años de vida potenciales perdidos. Tasas por mil habitantes.
Invariablemente, la pérdida fue superior entre los hombres en comparación con las mujeres en todos los grupos etarios, con una brecha que aumentó conforme aumentaba la edad. Esta diferencia fue del 79,8 %, de manera que por cada diez años de vida potenciales perdidos por COVID-19 entre las mujeres, se perdieron aproximadamente 18 años entre los hombres por la misma enfermedad.
Finalmente, como puede verse en la Figura 3, la pérdida de años potenciales de vida se incrementa considerablemente a partir de los 45 años de edad, con un valor máximo entre los adultos de 80 y más años; con mayor participación en los AVPP totales conforme va aumentando la edad.
Discusión
El surgimiento del COVID-19 como enfermedad novedosa, potencialmente letal y altamente contagiosa entre los seres humanos ha provocado una crisis global y multisectorial. Desde su introducción a Colombia, se han confirmado más de 29 mil muertes por su causa, con una mayor carga entre los adultos mayores (75,9 %) y entre los hombres (64,2 %)4. No obstante, para comprender mejor el impacto global de la pandemia en términos de pérdidas vitales, no solo se deben considerar las muertes confirmadas, sino también las sospechosas y las muertes ocurridas por otras causas8, 9.
En esa vía, este estudio ofrece el cálculo de los AVPP por todas las causas de defunción antes y durante la pandemia en Colombia. Se encontró que entre el 1° de marzo y el 31 de julio de 2020, se perdieron 2 356 420 años potenciales de vida, lo cual representa un incremento del 4,8 % con relación al promedio de los últimos cinco años para el mismo periodo, con un comportamiento heterogéneo según grupos de edad y sexo. Si bien el incremento se observó tanto para los hombres como para las mujeres, este fue ligeramente mayor en la población masculina. Entre tanto, cuando se consideró la edad, el aumento fue destacable solo a partir de los 40 años en el caso de los hombres, y de los 35 entre las mujeres.
En el caso específico del virus, el COVID-19 ha sido responsable de la pérdida directa de 237 725,5 años potenciales de vida, es decir que las muertes por COVID-19 aportaron el 10,5% de todos los años de vida perdidos en el país durante marzo y julio de 2020; el 89,5 % restante correspondió al aporte de otras causas de muerte, cuya magnitud y distribución también pudieron verse modificados a partir de los cambios en la dinámica social originados por la pandemia, por ejemplo, algunas causas externas de mortalidad.
Es posible que la cantidad de muertes debido a incidentes viales haya disminuido considerablemente debido a la reducción de la movilidad vehicular, máxime si se considera que la mayoría de las muertes viales ocurren en personas jóvenes10,11. En contraste, es posible que haya aumentado el número de feminicidios y agresiones contra niños y niñas, en la medida que este tipo de violaciones a los derechos humanos se han incrementado con anterioridad durante epidemias como la del Zika y el Ébola12 y ya han sido advertidos en varios contextos durante esta pandemia13,14.
Un mayor aporte a los AVPP puede deberse a un elevado número de muertes, a la defunción de personas jóvenes o a la combinación de ambas. En este sentido, la magnitud de las muertes confirmadas por COVID-19 en Colombia no se refleja en un incremento proporcional en los AVPP, esto debido a la edad de quienes han fallecido por esta causa –y a su menor esperanza de vida– y a la reducción de eventos mortales en la población joven, posiblemente relacionada con la combinación de estrategias de cuarentena, aislamiento, distanciamiento social y confinamiento para la reducción de la transmisión del virus, cuyos efectos indirectos todavía están por evaluarse.
En este estudio la tasa de AVPP fue superior entre los hombres en comparación con las mujeres, esta diferencia fue del 45,3 % para todas las causas de muerte, y del 80,0 % para COVID-19. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las pandemias presentan efectos diferenciales entre hombres y mujeres, originados por sus características biológicas, grado de exposición e interacción con otros determinantes sociales de la salud15. Por otro lado, la evidencia disponible sobre epidemias antecedentes muestran diferencias de sexo y género en relación con la sensibilidad al virus y vulnerabilidad a la infección, que deberían considerarse durante la elaboración, ejecución y evaluación de programas sobre enfermedades infecciosas emergentes16.
Esta mayor pérdida de años potenciales de vida entre los hombres fue también reportada por Oh et al. para Alemania, Brasil, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia, Irán, Italia, Perú, Portugal, Reino Unido, Rumania, Rusia, Suiza y Turquía en el estudio de los AVPP atribuibles al COVID-19 en países de alta incidencia de la enfermedad17.
Este trabajo presenta algunas limitaciones, entre ellas, las concernientes a la utilización de fuentes secundarias de información. Pueden existir errores de clasificación (codificación) de las causas de muerte, especialmente entre las muertes con diagnóstico clínico-epidemiológico de COVID-19, en las que no se logra identificar el virus y son consideradas como casos probables o sospechosos. Sin embargo, debe advertirse que en Colombia se siguen las orientaciones internacionales para la certificación y clasificación del COVID-19 como causa de muerte18 y se lleva a cabo un proceso riguroso de verificación, reclasificación y autopsia verbal, realizada por la Comisión Intersectorial de Gestión de las Estadísticas Vitales como parte de la vigilancia epidemiológica y demográfica de la mortalidad por COVID-197.
Por otro lado, se utilizó la esperanza de vida para cada grupo de edad proveniente de las tablas actuariales de la población Colombiana. Si bien este criterio metodológico permitió una aproximación más precisa a la pérdida de años potenciales de vida dada la expectativa de vida en el país, debe considerarse para realizar con mesura las comparaciones con poblaciones internacionales.
Se espera que los resultados ofrecidos en este artículo aporten a un mejor entendimiento de los efectos del COVID-19 en el país, ya no solo desde la mortalidad atribuible directamente al virus, sino a las pérdidas vitales y años que dejaron de vivirse debido a las modificaciones en las condiciones de vida ocasionadas por la pandemia.
Consideraciones éticas
Al tratarse de un estudio con fuentes de información secundarias, no se requirió el aval de un comité de ética de la investigación. En todo momento se siguieron los principios éticos establecidos en la Resolución 8430 de 199319, entre tanto, al utilizar bases de datos agregadas se garantizó el anonimato de la población.