El Perú reportó el primer caso del síndrome de inmunodeficiencia adquirida -SIDA- en 1983 1, poco después que se descubriera el virus de la inmunodeficiencia humana -VIH- en el mundo. Al finalizar 1997, el número de casos de SIDA notificados al Ministerio de Salud se aproximaba a los siete mil 2. Actualmente Lima y Callao tienen aproximadamente el 80% de los casos de SIDA en el país 3. Diversas instituciones gubernamentales y no gubernamentales han venido desarrollando actividades orientadas a la prevención de la transmisión de la enfermedad desde el inicio de la epidemia 4. En otros casos, estudios como el de Musayón y Colaboradores 5 han permitido informar a infectados y familiares de los mismos sobre las medidas preventivas para evitar el riesgo de infección por el VIH. Al comienzo de la epidemia se realizaron estudios de conocimientos y actitudes sobre el VIH/SIDA en estudiantes de Jamaica 6, Barbados 7, Nicaragua 8 y en otros países de América Latina. Un estudio realizado en Cuba 9 demostró la importancia de las encuestas de opinión en estudiantes universitarios en general y otros estudios sobre conocimientos y actitudes han demostrado ser importantes también en población de tipo general 10 y específica 11. En Perú se han hecho algunos estudios sobre conocimientos y actitudes acerca de la infección del VIH en estudiantes y profesionales1.
Con el fin de ampliar la información disponible se llevó a cabo el presente estudio sobre conocimientos y actitudes de estudiantes de medicina humana acerca de la transmisión de la infección por VIH/SIDA.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se aplicó un cuestionario a 204 estudiantes de cuarto año de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. El cuestionario incluyó 10 preguntas de conocimientos y 5 de actitudes sobre transmisión de la infección por el VIH. Las preguntas habían sido validadas en estudios previos con poblaciones de estudiantes 7-9,12; el formulario se aplicó sin previo aviso, inmediatamente después del examen final del curso de Epidemiología. Igualmente se tomaron datos como la edad, el sexo y las relaciones sexuales prematrimoniales. Previamente, los investigadores establecieron las respuestas correctas acorde con el conocimiento científico predominante. El procesamiento de los formularios y el análisis de los resultados se realizaron por medio del Programa EpI-Info versión 5.
RESULTADOS
El grupo estudiado presentó un rango de edad entre 20 y 32 años y una edad promedio de 24 años, con una razón hombre-mujer de 2,5:1.
En general el 91,6% de las respuestas sobre conocimientos fueron correctas. Sin embargo, un 46 % de los estudiantes afirmó que un donante de sangre puede contraer el VIH; un 10 % aceptó que se podía transmitir el VIH de una persona a otra por medio de mosquitos y un 2,5 % afirmó que sólo los hombres homosexuales podían contraer el VIH/SIDA (Tabla 1). Ninguno de los encuestados respondió de manera correcta todas las preguntas.
En cuanto a actitudes, 77 % de las respuestas fueron correctas. Conviene destacar que un 22 % de los estudiantes se suicidaría si estuviesen infectados por el VIH (Tabla 1), aspecto que resultó más frecuente en el sexo masculino (Odds ratio=2,36).
En otros aspectos, se encontró que el 80% de los hombres tendrían relaciones prematrimoniales en tanto que sólo lo harían un 46% de las mujeres, y 33% de los estudiantes se sometería a tratamiento si estuviese infectado por el VIH aun cuando el gasto pudiera perjudicar económicamente a su familia.
DISCUSION
La investigación se realizó en momentos en que la OMS planteaba- como lo viene haciendo hasta la actualidad - que la clave de la prevención y control de la infección por el VIH es la educación.
Dado que el 92 % de las preguntas fueron respondidas correctamente, se puede decir que el nivel de conocimientos sobre la transmisión de la infección por el VIH de los estudiantes evaluados fue alto. Esto es significativo si se tiene en cuenta que estudiantes bien informados son recursos humanos importantes para el éxito 13. De otra parte, el resultado fue superior al 80 % encontrado en un estudio 12 con estudiantes de medicina de otra latitud; así mismo, fue superior a lo encontrado con estudiantes de odontología, odontólogos y enfermeras de Perú, y con respecto a estudiantes secundarios de Perú, Barbados y Managua 7,8,14,15 y adolescentes en edad escolar de 15 a 19 años en Pelotas, Brasil 16; Aunque las diferencias en el nivel de instrucción distorsionan la comparación con grupos de la población general, nuestros resultados son superiores al 83 % encontrado en una muestra de la población adulta en Lima cuatro años antes del presente estudio 10 y superior al 60 % encontrado en una área rural del país 17.
En cuanto a las preguntas relacionadas con actitudes, es apreciable el número de estudiantes que apoyan la enseñanza de los aspectos sobre el VIH/SIDA desde la escuela. Sin embargo, es preocupante el alto porcentaje de estudiantes que se suicidarían si tuvieran la infección por el VIH; esto guarda correlación con cuadros depresivos, bien reconocidos en el proceso de la infección por el VIH/SIDA 18; así mismo, se han puesto de presente actitudes incorrectas y negativas 12 en estudiantes de medicina y en enfermeras, particularmente relacionadas con la atención de los pacientes con VIH/SIDA 19. Sobre el punto, en nuestro medio se han reportado actitudes negativas de hasta 17% en enfermeras que atienden pacientes con VIH/SIDA.
Por último, se debe recordar que no siempre los conocimientos marchan de la mano con las actitudes, inclusive después de haberse intervenido mediante capacitación 20. Si bien los estudiantes del cuarto año de medicina que llevaron los cursos de epidemiología en la Facultad de Medicina tuvieron un alto porcentaje de conocimientos correctos sobre la transmisión de la infección por el VIH, presentaron también una proporción importante de actitudes incorrectas