INTRODUCCIÓN
La palma amarga (Sabal mauritiiformis (H.Karst.) Griseb. & H.Wendl.) es una especie nativa de los ecosistemas secos del Neotrópico, se distribuye desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Colombia y Venezuela (Henderson et al. 1995). En Colombia ha sido registrada en la región Caribe, en sectores del Darién y los departamentos de La Guajira, Sucre, Bolívar, Cesar, Atlántico, Córdoba y Magdalena. Además, se conocen pequeñas poblaciones en los departamentos de Valle del Cauca, Cundinamarca y Tolima (Galeano y Bernal 2010). Aunque la palma amarga tiene como su hábitat natural el bosque seco, también puede encontrarse en sistemas manejados como rastrojos y potreros (Zona 1990, Galeano y Bernal 2010), en un intervalo altitudinal entre 0-400 m.
Sabal mauritiiformis es una especie intensamente usada en el Caribe colombiano, en particular sus hojas representan el recurso de techado más apreciado en esta región para la vivienda rural y la creciente industria turística (Galeano 2013). Otros usos también ampliamente conocidos corresponden a las hojas como envoltura para el tradicional bollo de yuca -un alimento muy popular de la gastronomía caribeña-, las inflorescencias se emplean en la elaboración de escobas, las hojas y los frutos sirven como alimento para el ganado, el cogollo se consume ocasionalmente como palmito, la hoja se usa en preparaciones medicinales para tratar espasmos musculares y contra picaduras de animales ponzoñosos y los tallos se utilizan de diversas formas para construcciones (Estupiñán-González 2012, Galeano 2013). Adicionalmente, las palmas brindan sombra para el ganado y servicios ecológicos como alimento y refugio para la fauna silvestre (Estupiñán-González 2012, Andrade-Erazo et al. 2015).
El aprovechamiento de las palmas silvestres por parte de las comunidades humanas se realiza principalmente desde los bosques naturales, en los que por lo general no se ejecutan prácticas conducentes al mantenimiento de las poblaciones ni acciones para modificar las características de sus recursos. Sin embargo, también se presenta el caso de ciertas especies de palmas que por su uso ampliamente difundido o por la gran valoración de sus productos, han ingresado a formar parte de policultivos con árboles y especies agrícolas en sistemas agroforestales complejos, donde son intencionalmente manejadas para el aprovechamiento de sus recursos (Bernal et al. 2011). Este es el caso de S. mauritiiformis cuya preponderancia ha resultado en la permanencia de sus poblaciones en el paisaje agropecuario en el que convergen otras especies leñosas, pasturas o cultivos agrícolas de subsistencia donde se lleva a cabo un manejo incipiente, pero que ha permitido a esta especie permanecer a pesar de la avanzada transformación del ecosistema original (Andrade-Erazo et al. 2015).
Aunque son múltiples los criterios que han sido empleados para definir la agroforestería y los sistemas agroforestales, esta se considera como el conjunto de prácticas que posibilitan la construcción o el mantenimiento de arreglos productivos, que se pueden analizar como sistemas de producción agropecuaria, en los que se integran cultivos, árboles o animales de forma simultánea o permanente (Nair 1993, Krishnamurthy y Avila 1999). Por otro lado, las nociones más ampliamente aceptadas para definir los sistemas agroforestales están relacionadas con la estructura y la disposición espacial de sus componentes, la función que cumplen estos sistemas, sus bases ecológicas, las prácticas que se desarrollan en ellos y los rasgos socioeconómicos que los caracterizan (Nair 1993, Krishnamurthy y Avila 1999, Sinclair 1999, Atangana et al. 2014).
En América tropical se han reportado diversos sistemas de manejo agroforestal que involucran especies de palmas, entre ellas Phytelephas aequatorialis Spruce (Brokamp et al. 2014), Aphandra natalia (Balslev & A.J.Hend.) Barfod (Kronborg et al. 2008), Bactris gasipaes Kunth (Clement 1989), Ceroxylon echinulatum Galeano (Pintaud y Anthelme 2008), Copernicia tectorum (Kunth) Mart. (Torres et al. 2015), Brahea dulcis y B. nitida (Pulido y Coronel-Ortega 2015) y algunas especies del género Sabal (Caballero et al. 2001) y del género Chamaedorea (Hodel 1992). En estos sistemas se ha observado la inclusión de individuos silvestres tanto en pasturas como en sistemas silvoagrícolas, así como la presencia de árboles de sombrío, maderables, frutales, arbustos y otras especies de palmas. En su conjunto, estos sistemas pueden ser interpretados como áreas de forestación artificial que responden a las necesidades económicas de los pobladores rurales y a su vez, contribuyen a la integridad de los ecosistemas, pues en ellos se logra una mayor diversidad de especies y formas de vida que en otros sistemas agrícolas (Pintaud y Anthelme 2008).
La palma amarga es una especie relevante para la economía local de los pobladores rurales en el departamento del Atlántico, ya que el comercio de sus hojas contribuye a suplir los ingresos de las familias; sin embargo, es poca la información sobre su sistema de producción (Andrade-Erazo y Galeano 2016). Con el presente estudio se documentaron las características de los sistemas agroforestales tradicionales que incluyen la palma amarga (Sabal mauritiiformis) en el municipio de Piojó (Atlántico) y se respondieron dos preguntas: ¿Cuáles son las características estructurales y de manejo silvicultural de estos sistemas agroforestales?, ¿Cómo se pueden mejorar dichos sistemas en cuanto a su producción y manejo sostenible?
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de estudio
La investigación se llevó a cabo en el área rural del municipio de Piojó, ubicado en el centro-occidente del departamento del Atlántico, en Colombia, sobre los 10°44' Norte y 75°06' Oeste. De acuerdo con Andrade-Erazo y Galeano (2016) la temperatura promedio del municipio está alrededor de los 24 °C y la precipitación anual alcanza los 1200 mm, el régimen de lluvias es bimodal, con dos períodos de lluvia distribuídos entre mayo-junio y agosto-noviembre, y dos períodos secos entre diciembre-abril y junio-julio. La zona de vida corresponde a bosque seco tropical (bs-T) (IGAC 1977) y al zonobioma del bosque seco tropical del Caribe (IDEAM et al. 2007).
En el municipio de Piojó las hojas de palma amarga se producen en unidades agropecuarias que oscilan entre 2 y 40 ha (la mayoría entre 2 a 10 ha), sobre terrenos de ladera distribuidos en un intervalo altitudinal que va desde los 241 a 479 m, con pendientes moderadas a fuertes que varían entre 5 ° y más de 45 °. En estos espacios las hojas se aprovechan desde palmares de origen silvestre, conservados voluntariamente por los pobladores una vez se elimina la cobertura boscosa. En la zona prevalece la agricultura de subsistencia basada en la roza-tumba y quema de la vegetación (Andrade-Erazo y Galeano 2016).
Toma de datos
Se visitaron 16 fincas productoras de palma amarga en las que se llevó a cabo el reconocimiento de la composición de especies vegetales presentes en los sistemas productivos. La recolección de datos sobre la estructura de los sistemas se realizó en siete parcelas de monitoreo (20 m χ 50 m) establecidas dentro de las fincas durante el año 2014.
La recopilación de datos se llevó a cabo de acuerdo con los principios metodológicos del Diagnóstico y Diseño -D&D- (Raintree 1986, Atangana et al. 2014), el cual comprende una serie de acciones que inician con el reconocimiento de los componentes que hacen parte de los sistemas agroforestales y su organización, los recursos que estos ofrecen, las limitaciones que presentan y la consecuente planeación de su mejoramiento. Se tuvieron en cuenta además las indicaciones de Vallejo et al. (2005) para la compilación de información sobre vegetación en parcelas de monitoreo y las recomendaciones de Gómez et al. (2015) en lo referente a levantamiento de información de la vegetación presente en sistemas agroforestales. Bajo este contexto, se realizó un censo del componente leñoso y se tomaron datos de abundancia de los individuos con diámetro a la altura del pecho (DAP) ≥ 2,5 cm, altura, DAP y proyección de la copa para los árboles y la corona de hojas en las palmas. Los individuos acaules y de hojas divididas de palma amarga se categorizaron como juveniles, los individuos con tallo, pero sin evidencia de reproducción como subadultos, y los individuos con evidencia de reproducción como adultos. Para establecer la estructura espacial de los arreglos se registró la ubicación de los árboles (con DAP ≥ 5 cm) y de las palmas presentes en tres sub-cuadrantes de 10 m χ 10 m, al interior de cada parcela. Para las especies que no fue posible identificar en campo se tomó una muestra botánica que se procesó e identificó en el Herbario Nacional Colombiano COL.
Por otra parte, se realizaron entrevistas semiestructuradas a 23 propietarios o trabajadores de fincas productoras de palma para conocer las prácticas de cultivo y silviculturales que se llevan a cabo sobre los palmares y el resto de la vegetación leñosa y agrícola.
Análisis de la información
La clasificación de los sistemas se llevó a cabo con base en su estructura y de acuerdo con los postulados de Somarriba (1992) y Atangana et al. (2014). Se realizó un análisis de la composición y la diversidad florística de los sistemas productivos empleando índices ecológicos de Shannon-Wiener y Simpson (Krebs 1999). Así mismo, se diseñaron diagramas de perfil de los sistemas estudiados.
La información obtenida de las entrevistas se procesó mediante análisis estadístico descriptivo y análisis para variables cualitativas. Los análisis ecológicos y estadísticos se realizaron con el programa PAST® (Hammer et al. 2001) y en el entorno R (R Core Team c2016). En todos los casos se aplicó análisis estadístico no paramétrico debido a que los datos incumplieron el supuesto de normalidad, el de homocedasticidad o ambos.
RESULTADOS
Características de los sistemas agroforestales
En cuanto a su vocación agroforestal se encontró que los sistemas presentes en el área de estudio pueden ser clasificados en tres tipos: barbechos, sistemas silvoagrícolas y sistemas silvopastoriles.
Los barbechos se identificaron como áreas en regeneración natural durante periodos comprendidos entre dos y doce años. Los sistemas silvoagrícolas correspondieron a cultivos de subsistencia en interacción con palma amarga y árboles, y los sistemas silvopastoriles correspondieron a aquellos en los que predominó la palma amarga en interacción con pasturas y ganado vacuno (Fig. 1).
El componente arbóreo más importante tanto por la densidad (425 ± 49,5 - 597 ± 333,2 individuos/ha) como por la intensidad de uso correspondió a la palma amarga. En todos los sistemas hubo palmas con tallo aéreo, tanto reproductivas como no reproductivas, palmas acaules y plántulas.
Otras especies identificadas durante los recorridos de las fincas productoras de hojas de palma se listan en la Tabla 1. Además, entre las especies agrícolas registradas por Andrade-Erazo y Galeano (2016) en la zona, y aquellas que más fueron referidas por los agricultores como frecuentemente cultivadas estuvieron: el plátano hartón (Musa x paradisiaca L.), la yuca (Manihot esculenta Crantz), el millo (Panicum miliaceum L.), el guandul (Cajanus cajan (L.) Millsp), la caña (Saccharum officinarum L), la piña (Ananas comosus (L.) Merr), el ajonjolí (Sesamum indicum L), el maíz (Zea mays L), el arroz (Oryza sativa L.), el café (Coffea arabica L) y el frijol zaragoza (Phaseolus lunatus L.). En los sistemas silvopastoriles predominaron los pastos naturales, aunque también se observaron pastos cultivados como el guinea-tanzania (Panicum maximum cv. Tanzania) y los productores mencionaron el pasto angleton (Dichanthium aristatum (Poir.) C.E. Hubb.) como el usado con mayor frecuencia.
El sistema silvoagrícola presentó la mayor diversidad; pese a que tuvo menor número de especies que los barbechos, las especies en este sistema estuvieron más uniformemente representadas que en los otros sistemas. Por su parte, el sistema silvopastoril tuvo menor diversidad, lo cual posiblemente estuvo asociado a la prevalencia de las palmas como el elemento leñoso principal de estos sistemas (Tabla 2).
Los sistemas agroforestales de Piojó presentaron áreas basales variables, pero casi siempre menores a 10 m2/ha. La palma amarga aportó más de la mitad del área ocupada por la vegetación leñosa en casi todos los casos, esta tendencia cambió en uno de los sitios con sistemas silvopastoriles debido a la presencia de grandes árboles de majagua (Pseudobombax septenatum (Jacq.) Dugand) (Fig. 2). Por otro lado, se observó que las palmas caulescentes reproductivas (adultos) presentaron longitudes de tallo entre 1,50 y 10,92 m y alturas totales entre 4,4 y 14,3 m. Por su parte, las palmas con tallo que no tenían evidencia de reproducción (subadultos) en el momento del levantamiento de la información, presentaron longitudes de tallo desde 0,14 m hasta 3,93 m y alturas totales de 2 a 7,5 m. Para el resto de la vegetación la altura del dosel estuvo entre 1,7 y 24 m (Fig. 3).
En cuanto al área ocupada por la vegetación de los sistemas agroforestales tradicionales, se pudo determinar que en todos los casos los fustes de la palma amarga ocupan más del 50 %. Por el contrario, menos del 50 % del área de cobertura vegetal está asociada a las coronas de la palma amarga (Tabla 3). La distribución espacial de las palmas y el resto de la vegetación no siguió un patrón específico (Fig. 4).
* Desviación producida por la presencia de Pseudobombax septenatum, con diámetro > 1,0 m y cobertura >18 m.
Problemas fitosanitarios y prácticas de manejo
Durante los recorridos se observó un conjunto de síntomas en el cultivo de plátano en todas las fincas productoras de palma que incluía clorosis, doblamiento y manchas necróticas de las hojas, ablandamiento del pseudotallo y secado de racimos inmaduros (Fig. 5a). De acuerdo con información suministrada por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) se trataría de la enfermedad conocida como Moko o Ereke cuyo agente causal es la bacteria Ralstonia solanacearum (Smith 1896) Yabuuchi et al. 1996, comb. nov. raza 2. (Rodríguez M., com. pers.). Además, se registraron colonias de termitas o comejen (Isoptera) en más del 90 % de los tallos de palma amarga en todos los sitios visitados (Fig. 5b-c) y larvas consumidoras de follaje, las cuales correspondieron posiblemente a Brassolis sophorae Linneo, 1758 (Nymphalidae) (Howard et al. 2001) (Figs. 5d-f).
En cuanto a las labores silviculturales realizadas por los agricultores en estos sistemas, la más reportada fue la cosecha o extracción con fines comerciales de las hojas de la palma amarga, la cual se realiza de una a seis veces por año. De acuerdo con los productores, aunque la cosecha de hojas se ha adelantado tradicionalmente para autoabastecer la construcción de techos de las viviendas, la dinámica comercial de esta actividad se ha fortalecido en los últimos 20 años y con ello las frecuencias de corte se han intensificado en algunas fincas. Otra labor frecuentemente indicada fue el control físico o químico de arvenses y la aplicación trimestral de productos de síntesis química para el control de termitas y garrapatas (Acari: Ixodidae), estas últimas consideradas un problema por las molestias que ocasionan a los trabajadores durante las labores de deshierba o la cosecha de hojas.
DISCUSIÓN
Características de los sistemas y potencial agroforestal de la palma amarga
El amplio espectro de áreas basales en cada uno de los sistemas junto a la composición vegetal de los mismos revela su carácter antrópico en el que no se puede hablar de una sucesión vegetal completa y donde la prevalencia de ciertas especies o ciertos tamaños de árboles depende de las preferencias y necesidades de los productores (Tscharntke et al. 2005). Así mismo, el intervalo de alturas observado en la vegetación de los sistemas agroforestales tradicionales evidencia que, pese a que las palmas pueden ser más o menos homogéneas en cuanto a su longitud, habría una gran variedad de estratos que se conforman al considerar el conjunto de la vegetación.
Las densidades de la palma amarga registradas en la zona de estudio fueron altas si se comparan con aquellas registradas para algunas palmas domésticas como la palma de coco (Cocos nucífera L.), donde las densidades más frecuentemente reportadas están alrededor de los 200 individuos/ ha, con un intervalo que oscila entre 80 y 560 ind/ha (Reynolds 1995). Así mismo, para el chontaduro (Bactris gasipaes) se registran densidades de 290 palmas/ ha en sistemas agroforestales y hasta 400 palmas/ha en monocultivos (Clement 1989, Graefe et al. 2013). Un caso particular se presenta con la palma sará (Copernicia tectorum) en la región Caribe colombiana, en áreas inundables de Plato (Magdalena) y Magangué (Bolívar) donde Torres et al. (2015) registraron palmares que ocuparon desde 0,5 hasta 100 ha, con densidades que alcanzaron 900 individuos/ha. En estos espacios de vocación agropecuaria, al igual que ocurre en Piojó con la palma amarga, los palmares de C. tectorum son silvestres e interaccionan con la actividad ganadera, tradicional de la región. No obstante, se presenta también el caso de palmares cultivados intencionalmente para la producción de cogollos destinados a la elaboración de artesanías como sombreros y la producción de hojas para techado (Torres et al. 2015).
En Piojó la alta densidad de árboles y de palmas refleja el interés de los agricultores por contar con estos recursos en sus fincas; no obstante, la escasa planificación sobre las densidades de la vegetación que el suelo puede soportar sumada al proceso extractivo periódico de las hojas de la palma amarga podrían incrementar los procesos de deterioro edáfico. Dado que la vegetación en los sistemas estudiados no se distribuyó de forma aleatoria, es posible que en muchos casos haya sobreexplotación o subutilización del espacio potencial para crecer. En ciertas áreas al interior de las parcelas, tanto las palmas como las otras plantas estuvieron muy agregadas, mientras que en otros espacios hubo una muy baja densidad (Fig. 4). Esta situación seguramente puede reducir el rendimiento tanto en la producción de hojas de palmas como de los cultivos y pasturas (Pandey 2007). En este sentido, para preservar las condiciones del suelo es oportuno pensar en estrategias que conduzcan a una mayor eficiencia en el uso del espacio al interior de las fincas, promover la incorporación de nutrientes a través de abonos orgánicos o de coberturas vegetales y fortalecer el manejo de los palmares, entendido como el conjunto de acciones antrópicas que se da a los componentes de estos sistemas para asegurar la provisión del recurso (Casas et al. 2007).
Oportunidades de conservación en los sistemas agroforestales con palma amarga
Los sistemas agroforestales en Piojó se componen, en su mayoría, de especies leñosas útiles que se mantienen o fomentan por el interés sobre los recursos que ofrecen, es el caso de los árboles frutales y el resto de la vegetación que puede proveer de leña o madera para la construcción. Esta diversidad es lo que Bohn et al. (2014) denominan como "diversidad en uso" pues la mayor parte de las especies leñosas además de representar un límite a la expansión de los potreros, son especies para las que se ha reportado al menos un uso en el área de Piojó y en general en la región Caribe (Estupiñán-González et al. 2011, Rodríguez et al. 2012). Esta situación las perfila como especies que pueden ser usadas en la recuperación de áreas deforestadas porque cuentan con el consentimiento de las comunidades campesinas quienes las conservan voluntariamente en sus terrenos.
En términos de conservación, la diversidad de algunos sistemas como los silvoagrícolas o los barbechos representa una oportunidad para la vegetación del bosque seco si se compara con otros sistemas de producción como los monocultivos o pastos no arbolados en los que las especies nativas no tienen oportunidad de ser integradas. Una situación semejante a la observada en Piojó fue registrada por Gómez et al. (2015) quienes al evaluar la riqueza y diversidad de diferentes sistemas agroforestales en la Amazonia oriental brasilera encontraron que en los sistemas productivos de subsistencia hubo mayor diversidad de especies vegetales que en sistemas comerciales. En su estudio, sin embargo, la riqueza de muchos de los sitios que ellos evaluaron es menor que la obtenida en Piojó. Por su parte, las características estructurales de la vegetación en los sistemas estudiados, los cuales incluyen amplios intervalos de alturas y áreas basales, junto a las condiciones de riqueza de especies y diversidad, contribuyen con la diversificación de la oferta de recursos e incluso, con una planificación adecuada, podrían imitar de forma parcial las condiciones de los bosques naturales (Cajas-Girón y Sinclair 2001, Bohn et al. 2014).
Estrategias para optimizar los arreglos agroforestales tradicionales con palma amarga
Los criterios de selección de especies con potencial para ser integradas en sistemas agroforestales incluyen la presencia de estas especies establecidas de forma natural, su posterior manejo por parte de los agricultores en diferentes sistemas de producción agrícola y la propagación voluntaria de las mismas (Styger et al. 1999). Esta situación ha ocurrido de forma espontánea y tradicional en los predios del municipio de Piojó, en los que además de la palma amarga se observaron diferentes especies de árboles frutales y maderables. Por lo anterior, es de especial importancia considerar tanto el conjunto de labores culturales aplicadas en Piojó como la distribución de los árboles y palmas en campo para la promoción y el diseño de nuevos arreglos agroforestales.
Es importante resaltar que especies arboreas como Albizia saman (Jacq.) Merr., Cassia grandis L.f., Guazuma ulmifolia Lam. y Crescentia cujete L. registradas en estos sistemas junto con S. mauritiiformis fueron señaladas por Cajas-Girón y Sinclair (2001) como especies clave para ser incorporadas en las fincas productoras de bovinos para carne y leche en la llanura Caribe. Tanto el forraje como los frutos de estos árboles son altamente apreciados para la alimentación animal, especialmente durante el verano cuando la ausencia de pastos puede afectar sustancialmente la producción de ganado vacuno. Adicionalmente, las especies Prosopisjulifliora (Sw.) DC., cuya presencia también fue registrada en este estudio y Leucaena leucocephala (Lam.) de Wit, son adecuadas como especies para forraje (Elfadl y Luukkanen 2003). Éstas además tienen un gran reconocimiento por su actividad como fijadoras biológicas de nitrógeno y para recuperación de suelos degradados (Kadiata et al. 1997, Elfadl y Luukkanen 2003). Estas especies forrajeras pueden ser instauradas bajo el diseño de árboles dispersos en pasturas, pero además pueden ser incorporadas como bancos de proteína, con lo cual permitirían una intensificación de la producción de forrajes para asegurar la alimentación del ganado durante todo el año y reducirían la dependencia que en la actualidad hay de los pastos.
CONCLUSIONES
De acuerdo con su estructura, los sistemas agroforestales tradicionales con palma amarga en el municipio de Piojó corresponden a sistemas silvoagrícolas, barbechos y sistemas silvopastoriles. Estos sistemas tienen asociada una gran diversidad de especies leñosas en su mayoría útiles, representada en árboles frutales y maderables de diferentes tamaños, que les otorgan una gran complejidad estructural y que, a la vez, representan una oportunidad de conservación para muchas especies vegetales del bosque seco. Si se contemplan algunas acciones como la optimización del espacio tanto para los árboles como para las palmas y el fortalecimiento de la investigación sobre el manejo adecuado de los organismos potencialmente dañinos, como las termitas o los agentes causales de enfermedades en los cultivos, el mantenimiento y la planificación de arreglos agroforestales similares a los estudiados en Piojó es una opción productiva y sostenible para la región Caribe colombiana.